I. RITOS INICIALES Moniciones de entrada Bautizar en griego baptidso, es un verbo que procede de bapto y que significa hundir, sumergir, meter en agua, lavar con agua, teñir una cosa con color, colorear un vestido. El bautismo, es un lavado, un sumergimiento, una inmersión, una inundación, un empapamiento de todo el ser. El bautismo es considerado desde el inicio como una purificación, como una iluminación, como un paso de las tinieblas a la luz, como un baño de regeneración, como sello impreso en el alma, como una inserción en el cuerpo de Cristo, como una agregación al pueblo de Dios. Acojamos hoy este niño/os que acuden a nuestro templo Parroquial para ser regenerados por el Espíritu de Dios. Los recibimos en un clima de oración y de respeto. El bautismo es el más bello y magnífico de los dones de Dios... Lo llamamos don, gracia, unción, vestidura de incorruptibilidad, baño de regeneración, sello y todo lo más precioso que hay. DON, porque es conferido a los que no aportan nada. GRACIA, porque es dado incluso a culpables. BAUTISMO, porque el pecado es sepultado en el agua. UNCIÓN, porque es sagrado y propio de reyes. ILUMINACIÓN, porque es luz resplandeciente. VESTIDURA, porque cubre nuestra vergüenza. BAÑO, porque lava. SELLO, porque nos guarda. Y es el signo de la soberanía de Dios. Bienvenidos hermanos y hermanas a esta celebración en la que vuestros hijos e hijas van a recibir el Sacramento del Bautismo. Recibir el Bautismo significa comenzar una nueva vida, la vida de los hijos e hijas de Dios. Por eso, os pedimos respeto, silencio y oración para celebrar con gozo el nacimiento a la nueva vida. 2 Desde hoy vuestro hijo/s queda/n más unido a Jesús, recibe la fuerza del Espíritu Santo para vivir tal y como Él nos enseñó. Pongámonos de pie para recibir a los niños, padres y al Sacerdote que preside la celebración. La comunidad cristiana de Santa Isabel os recibe con gran alegría. De este modo comenzaremos la Celebración del Sacramento del Bautismo. Es el sacerdote quien acoge a vuestro hijo/hijos en la Iglesia, expresando así la alegría que comparte la comunidad cristiana con vosotros. La Iglesia hoy se alegra con vosotros por permitir la incorporación de vuestro hijo/s en la familia de los cristianos. Acogemos hoy este niño/niños con todo el calor, cercanía y cariño de la Parroquia hacía vosotros los padres desde el día en que vinisteis por primera vez a la parroquia hasta hoy. 3 Saludo inicial En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Hermanos: Con gozo habéis vivido en el seno de vuestra familia el nacimiento de un niño/a. Con gozo venís ahora a la Iglesia a dar gracias a Dios y celebrar el nuevo y definitivo nacimiento por el Bautismo. Todos los aquí presentes nos alegramos en este momento, porque se va a acrecentar el número de los bautizados en cristo. Dispongámonos a participar activamente. Acudís hoy a esta celebración con un/a niño/a en brazos. La nuestra es una celebración festiva: celebramos que Dios nos ha dado el don de la vida. Y también nos alegramos porque Dios ha querido implicarse en nuestra vida, en nuestra historia, ponerse a nuestro lado, solidarizarse con nosotros encarnándose, viviendo y muriendo como un hombre cualquiera. Con el bautismo agradecemos el don de ser hijos de Dios y nuestra incorporación al misterio pascual de Jesucristo. Todos los aquí presentes nos alegramos en éste momento, porque se va a acrecentar el número de los bautizados en Cristo. Dispongámonos a participar activamente. Os presentáis aquí entre nosotros, reunidos hoy en celebración festiva, con un niño en brazos. Eso significa que queréis formar parte de nuestra Iglesia; para vuestros hijos eso sólo es el inicio; para vosotros, un reafirmar la fe, o quizás un retorno a ella, una conversión. Os acogemos con gran gozo. Decid ahora vuestros nombres, y el de los hijos que traéis para ser bautizados. (Dicen los nombres). Estos nombres sean inscritos en el libro de la vida por la mano amorosa de Dios 4 Diálogo inicial Presidente: N. y N (padres), ¿qué nombre habéis elegido para este/a niño/a? Padres: N. Presidente: ¿Qué pedís a la Iglesia para N.? Padres: El Bautismo. Presidente: Al pedir el Bautismo para vuestro/a hijo/a, ¿sabéis que os obligáis a educarlo en la fe, para que N., guardando los mandamientos de Dios, ame al Señor y al prójimo como Cristo nos enseña en el Evangelio? Padres: Sí, lo sabemos. Presidente: Y vosotros, padrinos, ¿estáis dispuestos a ayudar a sus padres en esa tarea? Padrinos: Sí, estamos dispuestos. Monición de la signación de la cruz En este momento el sacerdote en nombre de la Iglesia acoge a _________ dándole entrada en esta Comunidad por medio de la señal de la cruz. La cruz va a ser el signo que manifiesta de su entrada la vida de los nuevos creyentes. Para reafirmar que vuestros hijos son acogidos en la Iglesia de Jesús, ahora los signamos y los bendecimos con la señal de la cruz en su frente. Lo hará primero el Sacerdote, y después lo haréis vosotros, padres, lo harán asimismo los padrinos de estos niños 5 Nuestra vida, el mundo en que vivimos, rebosa de signos de amor. Desde el amor de la pareja y de los esposos, al amor sencillo y cotidiano que nos mantiene atentos a las necesidades de los demás. Estos signos nos acercan al amor más fiel y gozoso: el amor de Dios que Jesucristo nos ha mostrado al morir en la cruz. Por eso, iniciemos nuestra celebración con el signo de la cruz, distintivo de la vida cristiana. Nuestra celebración de hoy sea dar gracias por el amor que supone la cruz de Jesucristo y también por el amor que hay en nosotros. Presidente: N., N., la comunidad cristiana de Santa Isabel te recibe/os recibe con gran alegría. Yo, en su nombre, te signo/os signo con la señal de Cristo Salvador. Y, vosotros, padres (y padrinos), haced también sobre el/ellos la señal de la cruz. 6 II. LITURGIA DE LA PALABRA Lecturas del Antiguo Testamento Lectura del Libro del Éxodo 14, 15-15,1 En aquellos días dijo el Señor a Moisés: — ¿Por qué sigues clamando a mí? Di a los israelitas que se pongan en marcha. Y tú, alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los israelitas entren en medio del mar a pie enjuto. Que yo voy a endurecer el corazón de los egipcios para que los persigan, y me cubriré de gloria a costa del Faraón y todo su ejército, de sus carros y de los guerreros. Se puso en marcha, el ángel del Señor, que iba al frente del ejército de Israel, y pasó a retaguardia. También la columna de nube de delante se desplazó de allí y se colocó detrás, poniéndose entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelitas. La nube era tenebrosa y transcurrió toda la noche sin que los ejércitos pudieran trabar contacto. Moisés extendió su mano sobre el mar, y el Señor hizo soplar durante toda la noche un fuerte viento del Este que secó el mar y se dividieron las aguas. Los israelitas entraron en medio del mar a pie enjuto, mientras que las aguas formaban muralla a derecha e izquierda. Los egipcios se lanzaron en su persecución, entrando tras ellos en medio del mar todos los caballos del Faraón y los carros con sus guerreros. Mientras velaban al amanecer, miró el Señor el campamento egipcio desde la columna de fuego y nube sembró el pánico en el campamento egipcio. Trabó las ruedas de sus carros y las hizo avanzar pesadamente. Y dijo Egipto: ―Huyamos de Israel, porque el Señor lucha en su favor contra Egipto.‖ Dijo el Señor a Moisés: —Extiende tu mano sobre el mar y vuelvan las aguas sobre los egipcios, sus carros y sus jinetes. Y extendió Moisés su mano sobre el mar; y al amanecer volvía el mar a su curso de siempre. Los egipcios huyendo iban a su encuentro y el Señor derribó a los egipcios en medio del mar. Y volvieron las aguas y cubrieron los carros, los jinetes y todo el ejército del Faraón, que lo había seguido por el mar. Ni uno solo se salvó. Pero los hijos de Israel caminaban por el seco en medio del mar; las aguas les hacían de muralla a derecha e izquierda. Aquel día salvó el Señor a Israel de las manos de Egipto. Israel vio a los egipcios muertos, en la orilla del mar: Israel vio la mano grande del Señor obrando contra los egipcios, y el pueblo temió al Señor y creyó en el Señor y en Moisés, su siervo. Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este canto al Señor. Palabra de Dios 7 Lectura del libro del Éxodo 17, 3-7 En aquellos días, el pueblo, torturado por la sed, murmuró contra Moisés: -«¿Nos has hecho salir de Egipto para hacernos morir de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?» Clamó Moisés al Señor y dijo: -«¿Qué puedo hacer con este pueblo? Poco falta para que me apedreen. » Respondió el Señor a Moisés: -«Preséntate al pueblo llevando contigo algunos de los ancianos de Israel; lleva también en tu mano el cayado con que golpeaste el río, y vete, que allí estaré yo ante ti, sobre la peña, en Horeb; golpearás la peña, y saldrá de ella agua para que beba el pueblo.» Moisés lo hizo así a la vista de los ancianos de Israel. Y puso por nombre a aquel lugar Masa y Meribá, por la reyerta de los hijos de Israel y porque habían tentado al Señor, diciendo: -«¿Está o no está el Señor en medio de nosotros?» Palabra de Dios. Lectura del Profeta Ezequiel 36, 24-2 Os recogeré de entre las naciones, os reuniré de todos los países, y os llevaré a vuestra tierra. Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar; y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis mandatos. Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres. Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios. Palabra de Dios 8 Lectura de la profecía de Ezequiel 47, 1-9. 12 En aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del templo. Del zaguán del templo manaba agua hacia levante -el templo miraba a levante-. El agua iba bajando por el lado derecho del templo, al mediodía del altar. Me sacó por la puerta septentrional y me llevó a la puerta exterior que mira a levante. El agua iba corriendo por el lado derecho. El hombre que llevaba el cordel en la mano salió hacia levante. Midió mil codos y me hizo atravesar las aguas: ¡agua hasta los tobillos! Midió otros mil y me hizo cruzar las aguas: ¡agua hasta las rodillas! Midió otros mil y me hizo pasar: ¡agua hasta la cintura! Midió otros mil. Era un torrente que no pude cruzar pues habían crecido las aguas y no se Hacia pie; era un torrente que no se podía vadear. Me dijo entonces: - «¿Has visto, hijo de Adán?» A la vuelta me condujo por la orilla del torrente. - Al regresar, vi a la orilla del río una gran arboleda en sus dos márgenes. - Me dijo: «Estas aguas fluyen hacia la comarca levantina, bajarán hasta la estepa, desembocarán en el mar de las aguas salobres, y lo sanearán. Todos los seres vivos que bullan allí donde desemboque la corriente, tendrán vida; y habrá peces en abundancia. Al desembocar allí estas aguas, quedará saneado el mar y habrá vida dondequiera que llegue la corriente. A la vera del río, en sus dos riberas, crecerán toda clase de frutales; no se marchitarán sus hojas ni sus frutos se acabarán; darán cosecha nueva cada luna, porque los riegan aguas que manan del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales.» Palabra de Dios. 9 Lecturas de las Cartas Apostólicas Lectura del apóstol San Pablo a los Gálatas 3,26-28 Hermanos: Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús Los que os habéis incorporado a Cristo por el bautismo os habéis revestido de Cristo. Ya no hay distinción entre judíos y gentiles, esclavos y libres, hombres y mujeres, Porque todos sois uno en Cristo Jesús. Palabra de Dios. Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 6, 3-5 Hermanos: Los que por el Bautismo nos incorporamos a Cristo, fuimos incorporados a su muerte. Por el Bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue despertado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva. Porque, si nuestra existencia está unida a él en una muerte como la suya, lo estará también en una resurrección como la suya. Palabra de Dios 10 Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 8, 28-32 Hermanos: Sabemos que Dios hace que todas las cosas contribuyan al bien de los que le aman, de los que han sido llamados según su voluntad. A los que de antemano conoció, a esos los predestinó a reproducir la imagen de su hijo, para que sea él el primogénito entre muchos hermanos. A los que predestinó también los llamó; y a los que llamó también los justificó; y a los que justificó también los glorificó. ¿Qué diremos más? Si Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con su Hijo? Palabra de Dios Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 12, 12-13 Hermanos: Porque, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. Palabra de Dios 11 Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas 3, 26-28 Hermanos: Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Los que os habéis incorporado a Cristo por el Bautismo os habéis revestido de Cristo. Ya no hay distinción entre judíos y gentiles, esclavos y libres, hombres y mujeres, porque todos sois uno en Cristo Jesús. Palabra de Dios Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 4, 1-6 Hermanos: Yo, el prisionero por Cristo, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos: sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu; Como una sola es la meta de la esperanza En la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un Bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. Bendito sea por los siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios 12 Salmos Responsoriales Salmo 29 El Señor es mi luz y mi salvación. Todos: El Señor es mi luz y mi salvación. El Señor es mi luz mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿Quién me hará temblar? El Señor es mi luz y mi salvación. Una cosa pido al Señor, Eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor contemplando su templo. El Señor es mi luz y mi salvación Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio. El Señor es mi luz y mi salvación Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. El Señor es mi luz y mi salvación 13 Salmo 32 La misericordia del Señor llena la tierra. Todos: La misericordia del Señor llena la tierra. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él escogió como heredad. Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan su misericordia. La misericordia del Señor llena la tierra. Nosotros aguardamos al Señor: Él es nuestro auxilio y escudo; con él se alegra nuestro corazón, en su santo nombre confiamos. La misericordia del Señor llena la tierra. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. La misericordia del Señor llena la tierra. 14 Salmo 33 Bendigo al Señor en todo momento. Todos: Bendigo al Señor en todo momento. Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor; que los humildes lo escuchen y se alegren. Bendigo al Señor en todo momento. Proclamad conmigo la misericordia del Señor, ensalcemos juntos su nombre. Yo consulté al Señor y me respondió, me libró de todas mis ansias. Bendigo al Señor en todo momento. Contempladlo y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias. Bendigo al Señor en todo momento. 15 Salmo 111 Dichosos los que temen al Señor. Todos: Dichosos los que temen al Señor. Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. Dichosos los que temen al Señor. Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos como renuevos de olivo alrededor de tu mesa. Dichosos los que temen al Señor. Esta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los días de tu vida. Dichosos los que temen al Señor. 16 Salmo 144 El Señor es bueno con todos. Todos: El Señor es bueno con todos. El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. El Señor es bueno con todos. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles. Los ojos de todos te están aguardando, tú les das la comida a su tiempo. El Señor es bueno con todos. El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones. Cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente. El Señor es bueno con todos. El Señor es bueno con todos. 17 Salmo 148 Alabad el nombre del Señor. Todos: Alabad el nombre del Señor. Alabad al Señor en el cielo, alabad al Señor en lo alto; alabadlo, todos su ángeles, alabad, todos sus ejércitos. Alabad el nombre del Señor. Alabadlo, sol y luna; alabadlo, estrellas lucientes; alabadlo, espacios celestes, y aguas que cuelgan en el cielo. Alabad el nombre del Señor. Reyes y pueblos del orbe, príncipes y jefes del mundo; los jóvenes y también las doncellas, los viejos junto con los niños. Alabad el nombre del Señor. 18 Salmo 33 Gustad y ved que bueno es el Señor. Todos: Gustad y ved que bueno es el Señor. Bendito al Señor en todo momento, su alabanza esté siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. Gustad y ved que bueno es el Señor. Contemplado y quedaréis radiantes, Vuestro rostro no se avergonzará. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha Y lo salva de sus angustias. Gustad y ved que bueno es el Señor. El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles, y los protege. Gustad y ved que bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a él. Gustad y ved que bueno es el Señor. Guarda tu lengua del mal, tus labios, de la falsedad; apártate del mal, obra el bien, busca la paz y corre tras ella. Gustad y ved que bueno es el Señor. Los ojos del Señor miran a los justos, sus oídos escuchan sus gritos; pero el Señor se enfrenta con los malhechores para borrar de la tierra su memoria. Gustad y ved que bueno es el Señor. 19 Santo Evangelio + Lectura del santo evangelio según san Marcos 12, 28b-34 En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: - «¿Que mandamiento es el primero de todos?» Respondió Jesús: «El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amaras al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser." El segundo es este: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo.7 No hay mandamiento mayor que estos.» El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale mas que todos los holocaustos y sacrificios.» Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estas lejos del reino de Dios.» Y nadie se atrevió a hacerle mas preguntas. Palabra del Señor Lectura del santo Evangelio según San Juan 3, 1-6 En aquel tiempo había un fariseo llamado Nicodemo, magistrado judío. Este fue a ver a Jesús de noche y le dijo: _ Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces, si Dios no está con él. Jesús le contestó: _ Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios. Nicodemo le pregunta: ¿Cómo puede nacer un hombre siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer? Jesús le contestó: _ Te lo aseguro, el que no nazca del agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. Palabra del Señor +Lectura del santo Evangelio según San Juan 4, 5-14 En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José: allí estaba el manantial de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía. Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: _ Dame de beber. (Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida). La samaritana le dice: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a beber a mí, que soy samaritana? (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos). Jesús le contestó: _ Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva. La mujer le dice: _ Señor, si no tienes cubo y el pozo es hondo; ¿de donde sacas el agua viva?, ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados? Jesús le contestó: _ El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna. Palabra del Señor. 20 + Lectura del santo Evangelio según San Marcos. 10, 13-16 En aquel tiempo, presentaron a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: - Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis, de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el Reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos. Palabra del Señor. + Lectura del santo Evangelio según San Juan 6, 44-47 En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: _ Nadie puede venir a mí, si no lo trae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: ―Serán todos discípulos de Dios‖. Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende, viene a mí. No es nadie haya visto al Padre, a no ser el que viene de Dios: ése ha visto al Padre. Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Palabra del Señor. 21 + Lectura del Santo Evangelio según San Juan 7, 37b-39 En aquel tiempo, Jesús en pie gritaba: _ El que tenga sed, que venga a mÍ, el que cree en mí, que beba. (Como dice la Escritura: de sus entrañas manarán torrentes de agua viva). Decía esto refiriéndose al Espíritu, que habían de recibir los que creyeran en él. Palabra del Señor. 22 + Lectura del Santo Evangelio según San Juan 9, 1-7 En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron: _ Maestro, ¿quién pecó: éste o sus padres, para que naciera ciego? Jesús contestó: _ Ni éste pecó ni sus padres, sino para que se manifiesten en él las obras de Dios. Mientras es de día tengo que hacer las obras del que me ha enviado: viene la noche y nadie podrá hacerlas. Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo. Dicho esto escupió en la tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo: _ Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado). El fue, se lavó, y volvió con vista. Palabra del Señor. 23 + Lectura del Santo Evangelio según San Juan 15, 1-11 En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: -Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto, lo arranca; y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí, lo tiran fuera, como al sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros pediréis lo que deseéis, y se realizará. La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y así seréis mis discípulos. Como el Padre me ha amado, así os he amado yo: permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Palabra del Señor. + Lectura del Santo Evangelio según San Juan 19, 31-35 En aquel tiempo los judíos, como era el día de la Preparación, para que no se quedarán los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitarán. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados con la lanza le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua. El que lo vió da testimonio y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. Palabra del Señor. 24 + Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 28, 18-20 En aquel tiempo Jesús se acercó a sus discípulos y les dirigió estas palabras: Dios me ha dado autoridad plena sobre el cielo y la tierra. Poneos, pues en camino, haced discípulos a todos los pueblos y bautizadlos para consagrarlos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, enseñándoles a poner por obra todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el final de este mundo‖. Palabra del Señor. 25 Oración de los fieles Celebrante: Hermanos: oremos ahora por este niño/os que van a ser ahora bautizado/os, por sus padres y padrinos y por todo el pueblo santo de Dios. 1.- Por este niño/os, _______, que Dios le bendiga con su amor y le acompañe toda la vida. ROGUEMOS AL SEÑOR 2.- Que goce/n de salud, que pueda/n vivir con alegría y confianza, que sea trabajador/es y generoso/s y que tenga/n fortaleza para vencer las tentaciones y dificultades de este mundo. ROGUEMOS AL SEÑOR 3.- Para que ame/n al Señor con todo su corazón y al prójimo como a sí mismos. ROGUEMOS AL SEÑOR 5.- Oremos por los padres y padrinos de _______, que le/s quieran mucho, que se esfuercen en educarle/s en la fe y que sean para sea/n ejemplo de servicio a los demás y de honradez. ROGUEMOS AL SEÑOR 6.- Para que ayudado/s por la palabra y el ejemplo de sus padres y de la comunidad cristiana crezca/n como nuevo/s miembro/s activo/s de la Iglesia. ROGUEMOS AL SEÑOR 7.- Oremos por toda su familia. Que Dios les dé paz y cariño entre nosotros, y que no nos falte lo necesario para vivir. ROGUEMOS AL SEÑOR 8.- Para que todos los hombres lleguen a participar de la nueva vida del bautismo. ROGUEMOS AL SEÑOR 26 Presidente: Oremos ahora, hermanos, a Dios Padre por N. que hoy recibirá el bautismo, y por sus padres y padrinos y por todos los hombres. Oremos diciendo: ESCÚCHANOS, PADRE. - Para que el bautismo haga que N. llegue a ser hijo de Dios, y el Señor le llene de su ternura y de su favor. OREMOS. - Para que, ayudado por la palabra y el ejemplo de sus padres y de la comunidad cristiana, crezca como miembro activo de la Iglesia. OREMOS. - Para que cumpla el mandamiento de Jesús y permanezca siempre en su amor y en la práctica del Evangelio. OREMOS. - Para que todos los que sufren paro, hambre, enfermedades... encuentren en nosotros solidaridad y ayuda. OREMOS. - Para que el Señor bendiga con su amor a nuestras familias. OREMOS. - Para que todos los que hoy compartimos esta celebración renovemos la gracia de nuestro bautismo y demos siempre testimonio de nuestra fe. OREMOS. 27 Presidente: Oremos ahora, hermanos, al Padre del cielo por estos niños que hoy recibirán la gracia del bautismo, y por sus padres y padrinos, y por todos los hombres. Oremos diciendo: ESCÚCHANOS, PADRE. 1. Para que el bautismo haga que estos niños vivan como hijos de Dios, y el Señor los llene de su ternura y de su favor. OREMOS, HERMANOS. 2. Para que tengan fortaleza con la que vencer las tentaciones de este mundo. OREMOS, HERMANOS. 3. Para que amen al Señor con todo su corazón y al prójimo como a sí mismos. OREMOS, HERMANOS. 4. Para que, ayudados por la palabra y el ejemplo de sus padres y de la comunidad cristiana, crezcan como miembros activos de la Iglesia. OREMOS, HERMANOS. 5. Para que cumplan el mandamiento de Jesús y permanezcan siempre en su amor y en la práctica del Evangelio. OREMOS, HERMANOS. 6. Para que todos los hombres lleguen a participar de la nueva vida que brota del bautismo. OREMOS, HERMANOS. 7. Para que todos los que sufren paro, hambre, enfermedades... encuentren en nosotros solidaridad y ayuda. OREMOS, HERMANOS. 8. Para que el Señor bendiga con su amor a nuestras familias. OREMOS, HERMANOS. 9. Para que nuestros difuntos alcancen la gloria, y tengan vida eterna. OREMOS, HERMANOS. 10. Para que todos los que hoy compartimos esta celebración renovemos la gracia de nuestro bautismo y vivamos según nuestra fe. OREMOS, HERMANOS. 28 Presidente: Hermanos: dirijámonos confiadamente a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo. Él nos ama desde siempre y nos ha convertido en hijos suyos por la gracia del bautismo. Invoquemos su misericordia repitiendo: TE LO PEDIMOS, SEÑOR. A) Oremos, en primer lugar, por los niños que hoy son presentados para recibir el bautismo (si son pocos, puede decirse el nombre de todos), – para que la semilla de la vida divina que hoy recibirán pueda fructificar por medio de una buena educación cristiana, ROGUEMOS AL SEÑOR. – para que puedan crecer con buena salud, acompañados por la presencia y el amor de sus padres y familiares, ROGUEMOS AL SEÑOR. – para que un día puedan tomar conciencia, en la fe, de que son hijos de Dios y miembros de la Iglesia, y vivan siempre según el Evangelio de Jesús, ROGUEMOS AL SEÑOR. – B) Oremos también por sus padres, padrinos y familiares, que hoy los presentan a la Iglesia con alegría y esperanza, – para que el Señor les conceda vida, salud y trabajo, para poder atender a sus deberes de padres, padrinos y familiares, junto a estos niños, ROGUEMOS AL SEÑOR. – para que se esfuercen en ser para ellos educadores de la fe y de la vida cristiana, y testimonios de amor y de honradez, ROGUEMOS AL SEÑOR. C) Oremos también por la Iglesia santa de Dios, que se alegra con la incorporación de nuevos miembros, – para que todos los que hemos recibido un mismo bautismo nos esforcemos en trabajar por la unidad de la Iglesia y vivamos como hermanos, ROGUEMOS AL SEÑOR. – para que todos los miembros de la Iglesia, unidos a los pastores que Jesucristo nos ha dado, seamos fieles testigos de la fe, por medio de la caridad y de las buenas obras, ROGUEMOS AL SEÑOR. – para que todos los bautizados seamos obedientes a la misión de anunciar el Evangelio de Cristo a todos los que no lo conocen ROGUEMOS AL SEÑOR. – Oremos por los hombres del mundo entero y por sus necesidades, para que haya paz en la tierra, fundamentada en la verdad y en la libertad, en el amor y la justicia, ROGUEMOS AL SEÑOR. – para que nadie se vea impedido, marginado, perseguido ni coaccionado en la profesión de la fe, ROGUEMOS AL SEÑOR. 29 – para que todos los que sufren en su cuerpo o en su espíritu puedan hallar consuelo y esperanza, y nuestra ayuda fraternal y cristiana, ROGUEMOS AL SEÑOR. 30 Letanía de los Santos Moniciones a la letanía de los Santos La familia de los cristianos tiene unos miembros que nos han precedido en el seguimiento de Jesús a través del Evangelio, son los santos que gozan de la presencia del Padre. Invoquémoslos ahora pidiendo su intercesión sobre N. y sobre todos nosotros. Contestaremos: RUEGA POR NOSOTROS. La familia de los cristianos tiene unos miembros gloriosos e insignes: son la Virgen María y todos los santos. Ellos nos enseñan cómo es posible corresponder a la gracia del bautismo. Invoquémoslos ahora pidiendo su intercesión en favor de sus hermanos, que somos nosotros y estos niños. Contestaremos: RUEGA POR NOSOTROS. En el Credo, los cristianos decimos que creemos en la comunión de los santos. Esto quiere decir que la comunidad cristiana se entiende como una comunión (común-unión) entre los vivos y los difuntos, entre los que todavía peregrinamos por la tierra y los que ya gozan de la presencia de Dios. En esta invocación a los santos, haciendo especial hincapié en los santos de nuestra ciudad – empezando por María, modelo por los creyentes – en su advocación de la ―Mare de Déu de Gracia‖, pedimos que nos ayuden a todos, tanto al niño presentado a la comunidad para recibir el bautismo como al resto de la comunidad, en nuestra tarea de ser buenos cristianos. ―Efectivamente, todos vosotros sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, pues todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo os habéis sido revestidos. Ya no hay distinción entre judío y no judío, entre esclavo o libre, entre varón o mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús‖ (Gál. 3, 26-28) 31 Letanía Santa María, Madre de Dios y madre de la Iglesia. San José, esposo de María. San Juan Bautista, precursor de Jesús. Santos Mateo, Marcos, Lucas y Juan, evangelistas. Santos Pedro y Pablo, apóstoles. San Francisco de Asís, seguidor radical de Cristo pobre y crucificado. Santa Clara, identificada con el ideal de Francisco de Asís. San Antonio de Padua, infatigable predicador y catequista. San Vicente Ferrer, predicador de la Palabra de Dios San Pascual Baylón, patrón de nuestra ciudad. Santa Isabel de Aragón, titular de nuestra Parroquia. Todos los Santos y Santas de Dios. Oración para implorar la protección de Dios Señor, Dios nuestro, te damos gracias por este/a niño/a, N. Tú le has dado oídos para oír y ojos para ver; bendice su boca para que aprenda a reír y a hablar sin temor y falsedad; bendice sus manos para que puedan hacer el bien a favor de todos los hombres que encuentren a lo largo de su vida. Te pedimos por N.: protégele en este mundo, presérvale de todo lo que es inhumano y violento. Concédenos a nosotros ayudarle en el camino del amor verdadero. Y si el pecado llegase un día a ejercer su poder sobre él, acuérdate de que eres su Padre y no puedes abandonarle. Por Cristo, nuestro Señor. 32 Oración de exorcismo En esta oración de exorcismo, imploremos la protección de Dios sobre este niño/s a) Señor Dios todopoderoso, que enviaste a tu Hijo único para que el hombre, esclavo del pecado alcance la libertad de tus hijos. Tú sabes que estos niños van a sentir las tentaciones del mundo seductor y van a tener que luchar contra los engaños del demonio. Por la fuerza de la muerte y resurrección de tu Hijo, arráncalos del poder de las tinieblas y, fortalecidos con la gracia de Cristo, guárdalos a lo largo del camino de la vida. Por Jesucristo nuestro Señor. b) Dios todopoderoso y eterno, que has enviado tu Hijo al mundo, para librarnos del dominio de Satanás, espíritu del mal, y llevarnos así, arrancados de las tinieblas, al Reino de tu luz admirable; te pedimos que estos niños, lavados del pecado original, sean templo tuyo, y que el Espíritu Santo habite en ellos. Por Cristo N.S. c) Señor, Dios nuestro, tú nos has dado a Jesús, tu Hijo, como buen pastor. Él nos conoce a todos por nuestro nombre. Te damos gracias por la nueva vida que has creado, y por estos niños que ahora nos confías. Tú les has dado oídos para oír y ojos para ver; bendice la boca de estos niños para que aprendan a reír y a hablar sin temor y sin falsedad; bendice sus manos para que puedan hacer el bien a favor de todas las personas que encuentren a lo largo de su vida. Te pedimos por estos niños: protégelos en este mundo cruel. Presérvalos de todo lo que es inhumano y violento. Concédenos a nosotros adultos no escandalizarlos nunca, sino ayudarlos en el camino del amor verdadero. Y si el pecado llegase un día a ejercer su poder sobre ellos, acuérdate de que eres su Padre y no puedes abandonarlos. Por Cristo, nuestro Señor. 33 Unción del óleo Monición a la unción del óleo La oración del exorcismo acaba con la unción de los niños con el óleo de los catecúmenos. Por eso e este momento el sacerdote ungirá en el pecho el santo óleo como señal de la fortaleza en Cristo. En este momento el sacerdote ungirá en el pecho a los niños el santo óleo como señal de la fortaleza en Cristo. Por eso conviene que en este momento dejéis al descubierto el pecho del niño. 34 Unción prebautismal Para que el poder de Cristo Salvador os fortalezca, os ungimos con este óleo de salvación en el nombre del mismo Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina por los siglos de los siglos. Todos: AMEN (Se hace la unción con el óleo de los catecúmenos en el pecho) 35 III. LITURGIA DEL SACRAMENTO Monición introductoria al Sacramento Llegamos ya al momento de la celebración del bautismo. En primer lugar, rogaremos a Dios que llene con su amor y con su gracia a N., mediante la acción del agua. Después padres y padrinos manifestaréis vuestro compromiso de ayudarle a crecer en el camino del Evangelio, renunciando a todo lo que está contra él y afirmando vuestra fe. Y, a continuación, celebraremos el bautismo, que es el don de Dios que llena de su vida y de su amor a N. Llegamos ya al momento de la celebración del bautismo. En primer lugar, rogaremos a Dios que llene con su amor y con su gracia a estos pequeños, mediante la acción del agua. Después, padres y padrinos manifestaréis vuestro compromiso de ayudar a estos niños a crecer en el camino del Evangelio, renunciando a todo lo que está contra él y afirmando vuestra fe. Y, a continuación, celebraremos el bautismo, que es el don de Dios que llena de su vida y de su amor a estos niños. 36 Bendición e invocación a Dios sobre el agua a) En tiempo pascual, cuando hay agua consagrada en la Vigilia Ahora oremos, bendiciendo al Señor. Podéis responder a cada invocación: BENDITO SEAS POR SIEMPRE, SEÑOR. Bendito seas, Dios Padre todopoderoso, porque has creado el agua que purifica y da la vida. – Bendito seas por siempre, Señor. Bendito seas, Dios Hijo único del Padre, Jesucristo, porque de tu costado abierto hiciste rotar agua junto con la sangre, para que de tu muerte y resurrección naciera la Iglesia. – Bendito seas por siempre, Señor. Bendito seas, Dios Espíritu Santo, porque ungiste a Cristo bautizado en las aguas del Jordán, para que nosotros seamos bautizados en ti. – Bendito seas por siempre, Señor. Por el sacramento de este agua, da la vida espiritual a N. y N., tus elegidos, llamados al Bautismo en la fe de la Iglesia, para que tengan vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. b) Fuera del tiempo pascual Bendigamos a Dios, respondiendo a cada una de las invocaciones diciendo: BENDITO SEAS POR SIEMPRE, SEÑOR. Bendito seas, Dios Padre todopoderoso, porque has creado el agua que nos purifica y nos da la vida. – Bendito seas por siempre, Señor. Bendito seas, Dios hijo único del Padre, Jesucristo, porque de tu costado abierto hiciste brotar agua junto con la sangre, para que de tu muerte y resurrección naciera la Iglesia. – Bendito seas por siempre, Señor. 37 Bendito seas, Dios Espíritu Santo, porque ungiste a Cristo bautizado en las aguas del Jordán, para que nosotros seamos bautizados en ti. – Bendito seas por siempre, Señor. Y ahora, responded a cada plegaria diciendo: ESCÚCHANOS, SEÑOR. Escúchanos, Señor, Padre único, y santifica esta agua, creatura tuya, para que los bautizados en ella queden limpios de pecado y renazcan a la vida de hijos de Dios. – Escúchanos, Señor. Santifica esta agua, creatura tuya, para que los bautizados por ella en la muerte y resurrección de Cristo, respondan a la imagen de tu Hijo. – Escúchanos, Señor. Santifica esta agua, creatura tuya, para que el Espíritu Santo dé la vida nueva a tus elegidos y sean miembros de tu pueblo santo. – Escúchanos, Señor. Oremos, hermanos, al Señor dios todopoderoso, para que conceda a este niño/os la vida nueva por el agua y el Espíritu Santo. 38 Comenzamos ahora la plegaría de bendición y de alabanza a Dios por las grandes obras que él ha realizado por medio del agua en la historia santa, suplicándole las realice también ahora por el agua de esta fuente bautismal. Oh Dios, que realizas en tus sacramentos obras admirables con tu poder invisible, y de diversos modos te has servido de tu criatura, el agua para significar la gracia del bautismo. Oh Dios, cuyo Espíritu, en los orígenes del mundo, se cernía sobre las aguas, para que ya desde entonces concibieran el poder de santificar. Oh Dios, que incluso en las aguas torrenciales del diluvio prefiguraste el nacimiento de la nueva humanidad, de modo que una misma agua pusiera fin al pecado y diera origen a la santidad. Oh Dios, que hiciste pasar a pie enjunto por el Mar Rojo q los hijos de Abraham, para que el pueblo liberado de la esclavitud del Faraón fuera imagen de la familia de los bautizados. Oh Dios, cuyo Hijo, al ser bautizado en el agua del Jordán, fue ungido por el Espíritu Santo; colgado en la cruz vertió de su costado agua, junto con la sangre; y después e de su resurrección mandó a sus apóstoles: ―Id y hace discípulos de todos los pueblos, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.‖ Mira, ahora, a tu Iglesia en oración y abre para ella la fuente del Bautismo: Que esta agua reciba, por el Espíritu Santo, la gracia de tu Unigénito, para que el hombre, creado a tu imagen y limpio en el Bautismo, muera al hombre viejo y renazca, como niño, a nueva vida por el agua y el Espíritu. 39 El celebrante toca el agua con la mano derecha y prosigue Te pedimos, Señor, que el poder del Espíritu Santo, por tu Hijo, descienda sobre el agua de esta fuente, para que los sepultados con Cristo en su muerte, por el Bautismo, resuciten con él a la vida. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 40 Renuncias y profesión de fe a) Queridos padres y padrinos: En el sacramento del bautismo, estos niños que habéis presentado a la Iglesia van a recibir, por el agua y el Espíritu Santo, una nueva vida que brota del amor de Dios. Vosotros, por vuestra parte, os esforzaréis en educarlos en la fe, de tal manera que esta vida divina quede preservada del pecado y crezca en ellos de día en día. Así pues, si estáis dispuestos a aceptar este compromiso, recordando vuestro propio bautismo, renunciad al pecado y confesad vuestra fe en Cristo Jesús, que es la fe de la Iglesia, en la que van a ser bautizados vuestros hijos. b) Queridos padres y padrinos: Bautizar a un niño no puede quedarse sólo en un rito o una ceremonia. Sin duda es una fiesta por su nacimiento y una oración para que Dios vele por él y lo proteja; pero es al mismo tiempo también una promesa y un compromiso por nuestra parte. Esos niños están en nuestras manos: gran parte de su futuro dependerá de lo que nosotros hagamos. Por eso ahora afirmamos con fe, en voz alta, este compromiso que sentimos o deberíamos sentir en el alma. Renuncia al pecado a) Responded ahora a cada pregunta diciendo: SÍ, RENUNCIO – ¿Renunciáis al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios (o: para vivir de verdad como hijos de Dios)? – ¿Renunciáis a todas las seducciones del mal, para que no domine en vosotros el pecado? – ¿Renunciáis a Satanás, padre y origen del pecado? 41 b) Responded ahora a cada pregunta, diciendo: SÍ, RENUNCIO – ¿Renunciáis a toda forma de abuso, hipocresía, egoísmo o desprecio hacia los demás? – ¿Renunciáis a desentenderos de las injusticias y de las necesidades de las personas por cobardía, pereza, comodidad o interés personal? – ¿Renunciáis a tener como primer objetivo de vuestra vida el afán de dinero, de placer o de bienestar propio; esto es, renunciáis a pensar tan sólo en vosotros mismos, olvidándoos del prójimo y de Dios? Profesión de fe Profesad ahora vuestra fe, contestando a cada pregunta: SÍ, CREO – – – ¿Creéis en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra? ¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre? ¿Creéis en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna? Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús, Señor nuestro. AMÉN 42 Bautismo Presidente: ¿Queréis, por tanto, que vuestro hijo N. sea bautizado en la fe de la Iglesia que todos juntos acabamos de profesar? Padres y padrinos: Sí, queremos. – Sí, queremos. N, yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. 43 Monición antes de los ritos complementarios Hemos celebrado ya el bautizo de N. (Ahora, padres y padrinos, dad un beso a vuestro/a hijo/a ya bautizado/a). Él/ella inicia hoy un camino, recibe una vida nueva. En la antigüedad, los reyes y los profetas eran ungidos con aceite para indicar así su dignidad y su misión. Ahora, ungiremos también nosotros a N. para expresar su dignidad de cristiano, y la misión que se le confía de continuar la obra de Jesucristo. Después se le colocará encima una vestidura blanca, para destacar esa vida nueva que hoy empieza a vivir. Y finalmente encenderemos para N. una vela. Tomaréis la luz del cirio pascual, este cirio que nos ilumina a todos, recordándonos a Jesucristo, luz del mundo. Que Él ilumine a este/a recién bautizado/a, a N., a lo largo de toda su vida. Hemos celebrado ya el bautizo de estos niños. (Ahora, padres y padrinos, dad un beso a vuestros hijos ya bautizados). Ellos inician hoy un camino, reciben una vida nueva. En la antigüedad, cuando un rey iniciaba su mandato, era ungido con aceite para indicar así su dignidad; en Israel también eran ungidos los profetas que recibían una misión. Ahora, ungiremos también nosotros a estos niños para expresar su dignidad de cristianos, y la misión que se les confía de continuar la obra de Jesucristo. Después serán revestidos con un vestido (nuevo), blanco, para destacar esa vida nueva que hoy empiezan a vivir. Y finalmente encenderemos para cada uno de ellos un cirio. Tomaréis la luz de la llama del cirio pascual, este cirio que nos ilumina a todos, recordándonos a Jesucristo, luz del mundo. Que él ilumine a estos recién bautizados a lo largo de toda su vida. 44 Unción con el Santo Crisma Monición a la unción con el Santo Crisma La unción con el Crisma se realiza después de derramar el agua sobre el bautizado como símbolo que da brillo y aroma al cuerpo, que dará fuerza a este niño para la lucha consagrándolo como sacerdotes, profetas y reyes. Tú has sido ungido como atleta de Cristo, Como si fueras a una lucha profana, Tú has optado para dedicarte a la lucha. El que lucha sabe lo que espera: Donde esta la lucha alli esta la corona Tú luchas en el mundo, Pero es Cristo quien te corona 45 El celebrante dice la oración y unge a continuación a cada uno de los niños. El recipiente del crisma debe ser digno, al igual que el aceite usado. Una vez ungidos, no se debe secar el aceite a los pequeños. Si el número de bautizandos es considerable, puede repetirse mientras dura la unción el canto que se cantó durante los bautizos. Unción con el Crisma. Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que te ha liberado del pecado y dado nueva vida por el agua y el Espíritu Santo, te consagre con el crisma de la salvación para que entres a formar parte de su pueblo y seas para siempre miembro de Cristo, sacerdote, profeta y rey. Todos: AMEN Imposición de la vestidura blanca Monición Los primeros cristianos al recibir el bautismo eran revestidos con una túnica blanca como signo de la nueva dignidad de hijos de Dios. Por este motivo a los niños se les pone una capucha blanca como nuevos miembros de nuestra comunidad parroquial de Santa Isabel. N. y N., sois ya nueva creatura y habéis sido revestidos de Cristo. Esta vestidura blanca nueva sea signo de vuestra dignidad de cristianos. Ayudados por la palabra y el ejemplo de los vuestros, conservadla sin mancha hasta la vida eterna. Todos: Amén. (Y se impone al niño/a el vestido blanco) 46 Entrega del cirio Entrega del cirio. El celebrante toma el cirio pascual, o lo toca, diciendo: Presidente: Recibid la luz de Cristo. El padre enciende el cirio de cada niño en la llama del cirio pascual. Luego el celebrante les dice: a) A vosotros, padres y padrinos, se os confía acrecentar esta luz. Que vuestros hijos, iluminados por Cristo, caminen siempre como hijos de la luz. Y perseverando en la fe, puedan salir con todos los santos al encuentro del Señor. b) A vosotros, padres y padrinos, se os confía mantener siempre encendida esta luz. Que seáis siempre luz para estos niños. Que sepáis iluminarles en el camino de la vida con vuestro afecto, con vuestra palabra, con vuestra manera de vivir. Que, por medio de vosotros, Jesucristo les guíe siempre con su luz. c) Un cirio encendido es como un deseo, un augurio. Que vosotros, niños, podáis tener siempre a vuestro lado, ya en estos primeros años de vuestra vida, a padres, padrinos y amigos que os guíen, os iluminen con un consejo, una palabra de Dios, un gesto de afecto. Que nunca os quedéis en la oscuridad, alejados del bien y de la verdad. Y que vosotros, padres y padrinos, no os echéis nunca atrás, sino que, del mismo modo que este cirio da luz, sepáis dar también a vuestro hijo la luz y la claridad de Jesús y su evangelio. 47 Rito del Effeta El Señor Jesús, que hizo oís a los sordos y hablar a los mudos, te conceda, a su tiempo, escuchar su Palabra y proclamar la fe, para alabanza y gloria de Dios Padre. Todos: Amén 48 IV. RITOS FINALES Recitación de la oración dominical Hermanos: Estos niños, nacidos de nuevo por el bautismo, se llaman y son hijos de Dios. Un día recibirán por la Confirmación la plenitud del Espíritu Santo. Se acercarán al altar del Señor, participarán en la mesa de su sacrificio y lo invocarán como Padre en medio de su Iglesia. Ahora nosotros, en nombre de estos niños, que son ya hijos por el espíritu de adopción que todos hemos recibido, oremos juntos como Cristo nos enseñó. 49 Bendición solemne Que Dios os bendiga, N. y N. (padres): y a vuestros hijos N. y N... Dadles vuestro amor, vuestro cariño, vuestra fe. Todos nosotros, todos los que nos hemos reunido hoy aquí –en la Parroquia Santa Isabel- os deseamos que seáis muy felices. Que el Dios del amor os bendiga a vosotros padrinos, a todos los que estáis aquí reunidos y a vuestras familias. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros. Todos: AMEN 50 Celebrante: El Señor todopoderoso, por su Hijo, nacido de María la Virgen, bendiga esta madre/s y alegre su corazón con la esperanza de la vida eterna, alumbrada hoy en su hijo/s, para que del mismo modo que le agradecen el fruto de sus entrañas, perseveren con ellos en constante acción de gracias. Por Jesucristo nuestro Señor. Todos: Amén Celebrante: El Señor todopoderoso, dispensador de la vida temporal y la eterna, bendiga a estos padres, para que junto con sus esposas sean los primeros que, de palabra obra, den testimonio de la fe ante sus hijos, en Jesucristo Señor. Todos: Amén Celebrante: El Señor todopoderoso, que nos ha hecho renacer a la vida eterna por el agua y el Espíritu Santo, bendiga a estos fieles, para que siempre y en todo lugar, sean miembros vivos de su pueblo; y conceda la abundancia de su paz a todos los aquí presentes, en Jesucristo nuestro Señor. Todos: Amén Celebrante: La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros. Todos: Amén 51 Presentación de los niños a la “Mare de Déu de Gracia" Patrona de Vila-real Madre, tu nos has dado este hijo/s, es lo mejor que tenemos. Tú, nos lo has dado para que le amemos con el mismo amor con que nos amamos nosotros mismos. Tú sabes también, que ya desde ahora, vivir será para nosotros amar a nuestra hijo/s. Haz que él/ella responda/n también a tu amor y a nuestro amor, amando a todos los hombres como hermanos. Recibe ahora nuestro gesto de presentación en el que te damos gracias por tu bondad. Aquí tienes a nuestro hijo/s, míralo/s con tu amor de madre, abre ante el/ellos los caminos que conducen a ti, y ayúdale/s a acompañarnos y a seguir su crecimiento día a día. 52 Libro recopilado y elaborado por Juan Ángel Tapiador Navas Párroco de Santa Isabel de Aragón – Vila-real Visítanos en la web: www.parroquiasantaisabel.es Una web al servicio de la Iglesia. 53