Capítulo II Las campañas de Italia Antecedentes históricos erminada la guerra de Sucesión y firmadas las Paces de Utrecht y de Rastadt, Felipe V no aceptó la pérdida de sus posesiones en Italia a manos austríacas y, pese a lo firmado, se preparaba militarmente para recuperarlas. En diciembre de 1714, viudo de Maria Luisa de Saboya, su primera esposa, contrae segundas nupcias con Isabel de Farnesio. La nueva esposa del monarca, aspiraba a colocar a sus hijos al frente de los territorios perdidos de Italia, puesto que la corona española correspondía legítimamente a los descendientes del primer matrimonio del rey. La pasión maternal de la nueva reina, iba a condicionar la política exterior española en los años venideros, ya que los intereses nacionales se iban a supeditar a sus intereses particulares. Una de las primeras acciones de la nueva reina sería la expulsión de España de Ana María de la Tremouille, más conocida como la princesa de los Ursinos, ayudante de cámara de la anterior reina y uno de los personajes más influyentes en la política exterior española durante la guerra de Sucesión. Francesa de nacimiento y viuda del príncipe Orsini, su misión principal fue la de mantener la influencia, por entonces, de Luis XIV sobre los jóvenes reyes. La segunda acción importante de la reina sería depositar su confianza y favor en Julio Alberoni, sacerdote parmesano de origen modesto que alcanzaría las más altas cotas de poder y que influiría notablemente en el devenir de los acontecimientos. 53 El Regimiento Numancia por sus campañas Todas estas circunstancias impulsaron la política del irredentismo español en el Mediterráneo. El objetivo prioritario de Isabel de Farnesio fue conseguir la sucesión de Parma, Plasencia y Toscana, territorios vinculados a su familia, para así poner una cuña entre las posesiones austríacas del norte y del sur de Italia. Para ello contó con la ayuda de su consejero particular, Alberoni, quien empezaría a trabajar con el objetivo de quebrantar las estipulaciones de los tratados de Utrecht y Rastadt. La monarquía española, libre de los compromisos y responsabilidades hasta entonces asumidos en Italia y en los Países Bajos, fue capaz de recuperarse de las heridas producidas por la guerra con increíble rapidez. Se produjo también un importante rearme, tanto naval como terrestre. II.1.- Julio Alberoni. Consejero personal de la Reina Isabel de Farnesio, llegaría a ser uno de los personajes más influyentes de la Corte. II.2.- Isabel de Farnesio. Reina de España. Segunda esposa de Felipe V. Nació en Parma, como Elisabetta Farnese, el 25 de octubre de 1692 y murió el 11 de julio de 1766 en el palacio de Aranjuez. 54 Capítulo II.- Las campañas de Italia La expedición a Sicilia y la Cuadruple Alianza a provocación austríaca, al haber detenido en Milán al embajador español en la Sante Sede, cuando regresaba de Roma a Madrid para ocupar el cargo de Inquisidor General, fue el detonante para el comienzo de las hostilidades contra Austria. Por otro lado, la promesa hecha por Alberoni al Papa de enviar una escuadra a Venecia para contribuir a la lucha contra los turcos, a cambio de su elevación a cardenal, sirvió de excusa para que partiese del puerto de Barcelona en el verano de 1717 una armada, al mando del marqués de Lede, con fuerzas suficientes como para arrebatar Cerdeña a los austriacos en dos meses. La operación se llevó a cabo sin grandes resistencias salvo la de la fortaleza de Cáller en el sur y las de Algher y Castellaragones en el norte. En ese momento el emperador Carlos VI, en guerra con los turcos, tenía todas sus tropas empeñadas en el Danubio, en la toma de Belgrado. Por otra parte, Austria, carente de marina, necesitaba la ayuda de alguna potencia marítima para devolver la afrenta. Inglaterra, aliado de confianza, tardó en ayudar al emperador por miedo a comprometer sus privilegios comerciales recientemente adquiridos de España en América y Holanda sostenía diferencias con Carlos VI en relación con los derechos de guarnición holandesa de antiguas plazas fronterizas entre las antiguas posesiones españolas en Flandes y Francia, a las cuales el emperador mostraba su rechazo. Dadas todas estas situaciones y enardecido por el fácil y exitoso triunfo en Cerdeña, el gobierno español intenta hacer lo mismo con Sicilia unos meses más tarde. En julio de 1718, otro ejército español embarca en Barcelona con destino a Sicilia (recalando antes en Cerdeña para recoger a parte de las fuerzas 55 El Regimiento Numancia por sus campañas II.3.- Plano de Europa 1735-1763. II.4.- Mapa de Italia 1713-1748. que habían protagonizado la conquista de aquella isla) en donde encontrarían un claro apoyo popular, ya que Sicilia veía a las fuerzas españolas como liberadoras del poder austriaco. Todas estas iniciativas llevaron a las principales potencias europeas a coaligarse en una “cuádrupe alianza”, en agosto de 1718, entre Inglaterra, Francia, Austria y Holanda, preparándose a intervenir por la fuerza para frenar el avance hispano. Previamente al uso de la fuerza se intentó negociar con Felipe V con ofertas como la de reconocer su soberanía sobre España y admitir la sucesión a los ducados de Parma, Plasencia y Toscana de don Carlos, hijo mayor del rey y de Isabel de Farnesio a cambio de la devolución de Cerdeña, por parte de Austria; o la restitución de Gibraltar a cambio de abandonar Italia, 56 Capítulo II.- Las campañas de Italia por parte de Inglaterra. A todas estas propuestas hicieron oídos sordos en la corte española, cegados por los triunfos militares obtenidos en las campañas. Así las cosas, los españoles avanzan sobre Sicilia sitiando la ciudadela de Mesina, punto estratégico como base para la conquista de Calabria. Entretanto, los ingleses ponen en movimiento a su flota desde Menorca y tras una serie de maniobras, vencen a la flota española mandada por el almirante Gaztañeta en la batalla de Cabo Pessaro en Sicilia, el 11 de agosto de 1718. Cosa curiosa es que los ingleses no habían declarado la guerra a España todavía. Esta acción no evitaría la victoria española final sobre Messina, pero pronto las fuerzas terrestres, sin cobertura naval y con falta de aprovisionamientos, se encontrarían en grandes dificultades. Entretanto, las tropas austriacas desembarcaban en la isla, y, a su vez, el emperador Carlos VI amenaza a España con el envío de una expedición a Mallorca. Las fuerzas españolas lograron derrotar a los austriacos en Melazzo y Franca Vila, pero en octubre de 1719, apenas dominaban en la isla algo más que la ciudad de Palermo. Inglaterra declararía la guerra a España el 27 de diciembre de 1718 y Francia lo hizo el 9 de enero de 1719. Estas dos naciones empezaron una serie de movimientos que les llevó a invadir la Península por tierra, penetrando tropas francesas por Navarra, Cataluña y Guipúzcoa, y por mar, por medio de una flota anglo-francesa ocupando las bases del Ferrol y Vigo. Incluso la amenaza de una revuelta interior en la península planeó de nuevo dados los cambios en el escenario internacional y la presencia, todavía, de núcleos antiborbónicos importantes. Tras varios intentos por parte de la corte, y más concretamente por la figura de Alberoni en buscar apoyos en países como Rusia, Suecia, Noruega o Prusia, buscando uniones matrimoniales e incluso alzamientos en los países enemigos, España fue obligada en noviembre de 1719 a devolver los territorios ocupados por medio de las potencias coaligadas. Alberoni fue culpado como el principal responsable de la situación y fue despedido y expulsado del país. En febrero de 1720 la monarquía de Felipe V tuvo que reconocer a la cuádruple alianza. Las tropas españolas que se habían mantenido en Cerdeña y Sicilia tuvieron que ser evacuadas de vuelta a la península. Por la Paz de La Haya, en febrero de 1720, Sicilia pasaba a ser posesión de Austria y Cerdeña del reino del Piamonte. Con estas derrotas militares borbónicas en territorio peninsular fracasó el primer intento revisionista de la monarquía española. El fracaso de Alberoni puso de manifiesto la dificultad de alcanzar los objetivos sin un apoyo internacional, por ello se cambió a una política matrimonial, buscando principalmente un doble enlace: Luisa Isabel de Orleáns se casaría con el infante don Luis, y la infanta española Mª Ana se casaría con Luis XV, consiguiendo a Francia como aliado para las pretensiones españolas. Muerto Luis de forma prematura y el rechazo de la infanta por parte del rey francés a favor de la hija del futuro rey de Polonia, frustrarían los planes de la corona. 57 El Regimiento Numancia por sus campañas En el mismo año 1721, el 13 de junio era firmado en Cambrai un tratado entre España, Francia e Inglaterra en el que las tres se prometían paz y amistad y se obligaban a actuar en concierto contra quien contraviniera los tratados de Utrecht y Baden; aunque España, más bien, pretendía que las potencias signatarias reconocieran a los hijos de Isabel de Farnesio como herederos de los ducados de Parma y Toscana, dado que estos carecían de sucesores varones, y la devolución de Gibraltar por parte de Inglaterra, fracasando en los dos frentes. Tras un paréntesis en el reinado de Felipe V (quién aquejado de una serie de dolencias, que le provocaban demencia pasajera, decidió abdicar en su hijo Luis, el cuál moriría a los siete meses de reinado (enero 1724 – agosto 1724)) la política exterior de España cambiaría de orientación, buscando ahora una amistad con Austria. Esta política vino gestionada por el diplomático holandés Ripperdá, consejero de los reyes, quién se trajo de Viena una alianza defensiva, un tratado de comercio y una propuesta de paz; por consiguiente Austria se mostraba partidaria a que el infante Don Carlos, hijo de Isabel de Farnesio, ocupara los ducados de Parma, Toscana y Plasencia e incluso casar a las dos archiduquesas con dos hijos de Isabel. Pero resultó que el tratado tenía carácter secreto y que además iba en contra de los intereses de Francia e Inglaterra, con lo cual Austria fue echándose para atrás y empezó a ver con malos ojos incluso los matrimonios anteriormente propuestos. La política volvió a fracasar y Ripperdá, desprestigiado, fue despedido y encarcelado, escapándose más tarde y acabando en Tetuán reconvertido al islam, donde parece ser que acabó sus días. La conquista de Orán y la guerra de Sucesión Polaca partir de ahora, José Patiño, secretario de Marina e Indias, iba a ocupar el cargo de “hombre fuerte” del gobierno español. Aunque plegado a las decisiones de la reina, él marcó una etapa en la monarquía, que duró hasta su muerte en 1736, caracterizada por su mayor pragmatismo a la hora de forjar alianzas y por su asentamiento en apoyos más realistas que las aventuras anteriores. Tras una larga serie de reuniones e intentos de tratados entre las principales potencias de Europa, en 1729, II.5.- José Patiño, ministro de Felipe V. 58 Capítulo II.- Las campañas de Italia por el tratado de Sevilla se confirmaron las concesiones comerciales y territoriales realizadas con anterioridad a 1725, incluido el reconocimiento de Don Carlos como heredero de los ducados italianos. El acuerdo suponía un respiro en las querellas contra los británicos, quienes empezaban a ser el primer enemigo potencial por el asunto de Gibraltar y Menorca, la ruptura del acuerdo hispanoaustriaco y el inicio de una amistad con Francia. La potencialidad de la tropa española se puso de manifiesto con la reconquista de Orán en 1732, perdida durante la guerra de Sucesión española en 1708, a causa de la traición del conde de Santa Cruz, que se pasó a la causa del archiduque con naves y dinero cuando acudía para socorrer a la plaza de los ataques de los argelinos. El objetivo era eliminar una de las bases de la piratería y del corsarismo berberisco, que ponía en jaque constantemente a las naves de la corona, y recuperar un presidio que durante doscientos años había estado bajo dominación española. En pocos días la plaza fue ocupada y la guarnición de ocho mil hombres que quedó en ella, fue suficiente para defenderla de los posteriores ataques musulmanes para recuperarla. Como represalia, los berberiscos iniciaron ataques a Ceuta, instigados por un viejo conocido de la corona, Ripperdá, aunque sin mayores logros por su parte. En 1733, la muerte de Augusto II de Sajonia-Polonia desencadena la guerra de Sucesión polaca, por un lado Augusto III, hijo del emperador, apoyado por austríacos y rusos, por otro lado Estanislao Lesczynski, suegro del rey de Francia, con el apoyo de Francia, Suecia, Turquía y Polonia. El 10 de septiembre Estanislao fue elegido rey por mayoría, pero diez días más tarde tuvo que abandonar la capital por el acoso de las tropas rusas, comenzando así la guerra. Francia, con el fin de debilitar las tropas austríacas, empezó a apoyar las pretensiones españolas en los ducados italianos, con lo que España acabó intervinien- II.6.- Reconquista de Orán (copia del óleo de Doménico María Sani, Madrid, Museo Naval). 59 El Regimiento Numancia por sus campañas II.7.- Carlos de Borbón, hermano del infante don Felipe e hijo predilecto de Isabel de Farnesio, futuro rey de España como Carlos III. do militarmente en Italia. Este es el conocido como “primer pacto de familia entre borbones”, cuyo artífice fue José Patiño. El ejército mandado por el marqués de Montemar derrotó a los austriacos en diversas batallas apoderándose rápidamente de Nápoles y Sicilia, contando con ello con el apoyo de las clases populares. En virtud del tratado de Viena de 18 de noviembre de 1738, concluía la guerra y en lo que concierne a España, el príncipe Carlos era proclamado rey de Nápoles y Sicilia, renunciando a los ducados de Parma y Plasencia en favor de Austria. En 1736 moría José Patiño, perdiendo España a uno de sus mejores hombres tanto en la política interior como en la exterior. Un nuevo conflicto iba a sacudir Europa unos meses más tarde con el empeoramiento de las relaciones hispano-inglesas. Los abusos constantes por parte de Inglaterra con el comercio fraudulento en Gibraltar y en las posesiones de ultramar, en contra de los intereses de España, así como la fundación de una nueva colonia británica, Georgia, dentro de los límites que el gobierno español consideraba pertenecientes a su soberanía, y todos los problemas derivados de las concesiones de Utrecht, desencadenó la declaración de guerra de Jorge II de Inglaterra a España el 23 de octubre de 1739. Dado que meses antes de esta declaración, la armada inglesa se había dedicado a apresar barcos tanto españoles como franceses, esto iba a provocar el entendimiento mutuo de los borbones contra Inglaterra. En octubre de 1740 moría el emperador Carlos VI, con lo que el problema de sucesión austriaca, iba a enfrentar a Francia con Inglaterra, con lo que el conflicto hispano-ingles iba a quedar inserto en una contienda europea generalizada. La guerra de Sucesión austriaca osé Campillo, sucesor de José Patiño, ejercerá a partir de ahora de hombre fuerte del estado. España interviene en esta guerra a favor de Francia, aunque realmente lucha por intereses particulares contra In 60 Capítulo II.- Las campañas de Italia II.8.- Zenón de Somodevilla, más conocido como marqués de la Ensenada, era un hidalguillo sin importancia que triunfó por méritos y no por títulos. glaterra y Austria, para poner fin a las amenazas sobre sus posesiones en territorio americano y la supremacía del comercio contra la primera, y para obtener más estados italianos contra la segunda. En 1743 moría José Campillo y fue sucedido por Zenón de Somodevilla, marqués de la Ensenada, hombre que marcaría una etapa en la monarquía con nombre propio, al que le fueron dadas las secretarías de Guerra, Hacienda y Marina. Por obra suya, se selló el segundo pacto de familia entre los borbones, con la boda del infante Felipe y Luisa Isabel de Borbón. Francia necesitaba la colaboración de España, y ésta necesitaba la flota francesa para hacer frente al poderío naval inglés. Francia se comprometía también a expulsar del norte de Italia a los austríacos y entregar el Milanesado al infante don Felipe y los ducados de Parma y Plasencia a la reina Isabel de Farnesio, además de apoyar la recuperación de Menorca y Gibraltar. Además de ello, Felipe V y Luis XV estipularon un pacto personal para instaurar en Inglaterra a Carlos Estuardo, favorable a las causas hispano-francesas, por lo que acumularon tropas en Dunkerque, para ser conducidas a Inglaterra por las escuadras navales, llegando Carlos Estuardo a desembarcar en las playas de Escocia en el verano de 1745 para protagonizar el último intento de disputarles la corona a los Hannover. Pero, como casi siempre, todos estos acuerdos morirían en un acuerdo firmado por Francia con los saboyanos en diciembre de 1745 por el que España se quedaba sin respaldo en sus acciones militares, lo que le supuso a la larga, la pérdida de los territorios conquistados en Italia, y una situación crítica para el ejército que se vio debilitado y expuesto a una capitulación o a una retirada airosa. El 9 de julio de 1746 muere Felipe V de un ataque de apoplejía en el Buen Retiro. Su muerte redujo la influencia de Isabel de Farnesio, puesto que el nuevo rey, Fernando VI, era partidario de la paz. Respetó los acuerdos ya firmados y prosiguió la presencia española en zona de guerra hasta 1748, en que se firmó la Paz de Aquisgrán, que dio fin a la guerra de Sucesión austriaca. El tratado fue suscrito por Francia, Inglaterra y Holanda al margen de Austria y España, lo que irritó profundamente a Fernando VI y marcó las futuras relaciones francoespañolas. España, quería el Milanesado, pero se tendría que conformar con los ducados de Parma y Plasencia para el infante don Felipe. 61 El Regimiento Numancia por sus campañas Situación de la Caballería Organización na vez finalizada la guerra de Sucesión, se reformaron los cuerpos reduciendo unidades y plantillas. El 10 de abril de 1715 se dispuso que los escuadrones de Caballería y Dragones formaran a cuatro compañías cada uno, de acuerdo a las siguientes plantillas: Plantillas para Caballería y D rago nes: Plantilla de Pla na Mayor: Plantilla de Com 1 Coronel (con C pañía: ía. propia) 1 Capitán 1 Teniente Coron el (Cía.) 1 Teniente 1 Sargento May or 1 Corneta 1 Ayudante 1 Mariscal de L 1 Capellán ogis (Sgto.) 1 Trompeta (en 1 Cirujano Caballería) 1 Tambor (en D 1 Timbalero ragones) 2 Brigadieres 3 Carabineros 25 Soldados En este año, con la consiguiente refundición o disolución de los regimientos, la fuerza queda distribuida de la siguiente manera: 27 regimientos de Caballería, 5 compañías de Caballería sueltas y 10 regimientos de Dragones. En el año 1717 continúan las disoluciones de unidades, desaparecen 6 regimientos de Caballería y se suprimen las compañías independientes. Por una real orden de 30 de julio de 1717, se dice al capitán general de Cataluña, que se aumenten las plantillas de los regimientos de Dragones hasta cincuenta hombres, incluidos sargento y tambor, por compañía. Esta orden se hará extensible a todos los regimientos de Dragones por real orden de 12 de diciembre del mismo año. En el año 1718 se vuelven a reducir las plantillas de los regimientos de Caballería, formados a tres escuadrones, con cuatro compañías cada uno, y, los 62 Capítulo II.- Las campañas de Italia regimientos de Dragones, formarán de a cuatro escuadrones, con tres compañías cada uno, de acuerdo a las siguientes plantillas: Plantillas para ragones: Caballería y D aballería: Companía de C 1 Capitán 1 Teniente 1 Corneta ogis (Sgto.) 1 Mariscal de L 2 Brigadieres 3 Carabineros 18 Soldados 2 Cía,s. 1 Trompeta cada gones: Compañía Dra 1 Capitán 1 Teniente 1 Corneta ogis (Sgto.) 1 Mariscal de L 3 Brigadieres 4 Carabineros 41 Soldados 1 Tambor La real ordenanza de 10 de febrero de 1718 establece los nombres fijos con los que, en lo sucesivo, se debían denominar cado uno de los regimientos, sin variarse en adelante con el cambio de coronel ni por ningún otro motivo. En 1722 sucesivas formaciones y disoluciones de regimientos dejan la fuerza como sigue: 23 regimientos de Caballería y 14 de Dragones. En este mismo año, una nueva real ordenanza del 15 de agosto dispone una nueva plantilla para los regimientos de Caballería y Dragones. Cada regimiento debería de tener 13 compañías de 30 hombres, incluido el sargento. De estas compañías, 12 eran sencillas y 1 de carabineros, que hacían el servicio por separado. Cada cuatro compañías formaba un escuadrón. La compañía de carabineros estaba formada por los soldados distinguidos de cada regimiento; en los regimientos de Dragones, considerados como Infantería montada, esta compañía se denominaba compañía de granaderos. En 1728 desaparecen definitivamente los nombres de corneta, mariscal de logis y brigadier y son sustituidos respectivamente por alférez, sargento y cabo. En 1732 se dispuso la creación de una brigada de carabineros reales, para ello se utilizan las compañías asignadas a los regimientos, que quedan desvinculadas de estos para formar dicha brigada. Se suprimen también las compañías de granaderos que algunos regimientos poseían, integrándose sus individuos en las compañías sencillas. En real ordenanza de 16 de abril de 1741, se estableció para la Caballería y Dragones la antigüedad de cada uno de los regimientos, en una lista en la que se marca la preferencia dentro de cada cuerpo. En 1744 la fuerza en revista es de 22 regimientos de Caballería, 15 regimientos de Dragones y un regimiento de Húsares Españoles creado en 1742. 63 El Regimiento Numancia por sus campañas II.9.- Oficial portaguión de los Dragones del regimiento de Frisia, hacia 1718. Uniformidad n la ordenanza de 1718 en la que se asignó nombre fijo a los regimientos, también se modificaron algo los uniformes, especialmente los de Dragones. Para la Caballería se especificaron los colores de las divisas que, en adelante, debía portar cada regimiento. En cuanto al uniforme, la Caballería no sufre variaciones importantes. Con respecto a los Dragones, aparte de especificar los colores de las divisas, el cambio fue más importante en todo su atuendo. El color amarillo fue el que quedó para las casacas con excepción de tres regimientos de origen flamenco; llevaban unas grandes solapas del color de la divisa, al igual que las vueltas. El anterior gorro fue sustituido por un sombrero acandilado de color negro con un galón de estambre blanco y cucarda roja; el de tropa tenía una presilla de estambre blanco o amarillo y de hilo de oro o plata el de los oficiales. El calzón y la chupa se pusieron del color de la divisa. Los botines eran de paño negro, iban abrochados al costado externo con botonera de hueso negro y la jarretera era de cuero, también, negro. El uso de las anteriores botas de cuero quedó prohibido. En 1728 se producen otras modificaciones en los uniformes que, esta vez, sí que afectan por igual a la Caballería y a los Dragones. Para la Caballería se impone un collarín del color de la divisa en la casaca, que continúa siendo blanca, se sustituye la corbata larga por un corbatín redondo y la uniformidad del pelo varió II.10.- Soldado de Caballería, hacia 1728. La divisa roja era muy común en la Caballería de línea con lo que es muy difícil precisar el regimiento. Algunos que perduran hoy en día la llevaban como el Montesa o el Farnesio. 64 Capítulo II.- Las campañas de Italia II.11.- Dragón del regimiento de Pavía, hacia 1728. Obsérvese el gorro de piel de oso que se llevaba por entonces y la manera de llevar el fusil. sustituyendo la bolsa de pelo por una coleta con cinta de seda negra. En los Dragones, se hicieron más estrechas las solapas de las casacas y se colocaron dos hileras de cinco botones a cada lado. Los faldones del color de la divisa, se recogieron por detrás. El sombrero se sustituyó por un gorro redondo y bajo forrado por piel de oso, con una manga larga y caída del color del uniforme ribeteado por un galoncillo del color de la divisa y terminada en una borla, también de ese color. La corbata pasó a ser redonda y sin caídas, de color blanco. El pelo, al igual que la Caballería, se recogió en una coleta anudada por una cinta de seda negra y se reimplantaron las botas de montar de color negro. En 1742 se crea el regimiento de Húsares Españoles al que se le asigna un uniforme especial: gorro cónico de color negro, con la manga encarnada y el galón y vivo de color amarillo; el dolman sin cuello, largo por delante y formando dos picos abiertos a manera de chupa, de color pasa de Corinto; en el pecho nueve alamares de estambre amarillo y una hilera de nueve botones blancos en el centro; las bocamangas con escusones de estambre amarillo; calzón ceñido de paño del mismo color que el dolman, con escusones en los delanteros también de estambre amarillo; pelliza de paño color pasa, guarnecida en el cuello y bocamangas de piel de carnero negro, forrada de paño blanco; faja carmesí con hilos y pasadores amarillos; botas húngaras de cuero natural. Armamento y equipo l equipo no sufre grandes cambios respecto a años anteriores, pero sí que podemos describir ya sus estandartes. Eran de damasco o terciopelo con forma cuadrada y 55 centímetros de lado para la Caballería y con farpas para los Dragones, bordeados de flecos del color de la divisa del regimiento; seguían las normas establecidas en la real ordenanza de 22 de octubre de 1728. Generalmente eran encarnados, con las armas reales de Felipe V, rodeadas por los collares de la orden del Toisón y del Espíritu Santo, bordadas en 65 El Regimiento Numancia por sus campañas II.12.- Reproducción del guión farpado del regimiento Numancia según las normas establecidas en la real ordenanza de 22 de octubre de 1728. Se encuentra ubicado en la sala de estandartes del regimiento. oro y plata, con algunos hilos de seda para matizar los colores, y orladas por los trofeos militares conseguidos. El asta, de 276 centímetros de altura y con forma de lanza de torneo, podía tenerse sólo barnizada la madera o podía ir pintada del color de la divisa; hacia la mitad llevaba una escotadura para que se pudiese agarrar con una mano y poco más arriba una anilla para sujetarla al mosquetón de la bandolera del portaestandarte. Las moharras, con forma de punta de lanza, eran de metal dorado. En cuanto al armamento, en 1728, una real ordenanza de 12 de julio ratifica una instrucción anterior, de 1721, confirmando las nuevas armas con las que iba a contar el ejército y describiendo pesos, medidas, calibres y precios. En la ficha 1 se describen armas de fuego correspondientes a Caballería y Dragones. El oficial de Caballería llevaban solamente una espada y dos pistolas, el oficial de Dragones llevaba espada, dos pistolas, fusil y bayoneta. En cuanto al soldado de Caballería y al dragón, el primero llevaba dos pistolas, espada y carabina y el segundo una pistola, sable, fusil y bayoneta. La diferencia entre la pistola de Caballería y la de Dragones consistía sólo en el gancho del portavís que poseían las de Dragones. También se especifica que a cada regimiento de Caballería se le daría anualmente en calidad de respetos tres carabinas y tres pares de pistolas por cada compañía de 30 hombres, mientras que a los Dragones tres fusiles y tres pistolas. En cuanto a las espadas, con respecto a las de Caballería dice que éstas deben ser uniformes en todo a las de nueva fábrica, sin que ningún regimiento ni compañía se separe de su forma, medidas y peso, siendo el de cada espada de 1.550 gramos y sin la vaina 1.150. Su largo será de 1.045 mm. de los cuales 888 serán de hoja, llevando la guarnición de dos conchas. Con respecto al sable de Dragones no se especifica nada, diciendo simplemente que será del mismo peso y medida que las que venían usando, con lo que es de suponer que no sufrió variaciones en la hoja, que era curva, con guarnición de una sola concha. 66 17 F B C P E S Capítulo II.- Las campañas de Italia Pistola de Caballería y Dragones. Carabina de Caballería. Denominación: Fusil de Dragones. 1.260 mm. 544 mm. Longitud total: 1.624 mm. 925 mm. 272 mm. Longitud cañón: 1.191 mm. 2.760 gr. 1.150 gr. Peso total: De 4.140 a 4.370 gr. 18, para tirar balas de a 19 ó 20 Calibre: 14, para tirar balas de a 18, para tirar balas de a 19 ó 20 en libra. en libra. 16 en libra. Francesa. Francesa. Llave: Francesa. Bayoneta: De cubo, sin anilla y hoja Sin bayoneta. triangular de 487 mm. de largo. Comentario: El fusil de Dragones fue el msmo que el de Infantería hasta 1734, año en el que se les asigna uno propio, posiblemente de calibre igual a la carabina de Caballería. Precios vigentes del armamento según la real ordenanza de 12 de julio de 1728 y según la real cédula de 23 de diciembre de 1732: Armamento Real Ordenanza 1728 Fusil de Inf. y Dragones 60 reales de vellón Bayoneta 7,5 reales de vellón Carabina 48 reales de vellón Pistola 39 reales de vellón Espada de Caballería no se describe Sable de Dragones no se describe Real Cédula 1732 58 reales de vellón 6 reales de vellón no se describe 37,5 reales de vellón 32 reales de vellón 26 reales de vellón II.13.- Arriba a la izquierda. Boceto de la espada para Caballería propuesta por el marqués de Santa Cruz. II.14.- Sobre estas líneas superior. Espada de Caballería para tropa, según la real ordenanza de 1728. II.15.- Sobre estas líneas inferior. Espada de oficial de Caballería, según la real ordenanza de 1728. 67 El Regimiento Numancia por sus campañas Vicisitudes y campañas del regimiento l 10 de febrero de 1718, en los preparativos para la partida del regimiento de Osuna hacia Sicilia y debido a la reorganización del Ejército de la época según una real ordenanza, se le asigna al regimiento la denominación de “Numancia” nº1 de Dragones, en recuerdo a la heroica resistencia que mantuvo la ciudad celtíbera ante la invasión romana; se le asigna como escudo de armas el ave fénix quemándose en un nido de ramas de canela, rodeado de los estandartes y banderas cogidas al enemigo y el lema latino “Prius flammis combusta quam armis numantia victa”. El año 1718 n este año, además de la real ordenanza que bautizaría de nuevo al regimiento, se nombra coronel a don José Vallejo. El regimiento embarca el 19 de junio hacia Cerdeña con el convoy del marqués de Lede, escoltados por la escuadra naval española. Llega el 25 de junio a Cagliari, donde recoge a las tropas que permanecían en aquel país, para posteriormente dirigirse rumbo a Sicilia el día 29 y desembarcando en cala de Solano el 3 de Julio. Nada más llegar, la primera acción ordenada al regimiento es la del sitio de Palermo, donde no entablaría combate al ser la plaza entregada el 4 de julio. Posteriormente, por orden del marqués de Florida, forma parte de las tropas que intervienen en el bloqueo al puerto de Siracusa, donde permanecerá hasta principios de 1719. El año 1719 principios de este año, se le ordena otra vez trasladarse a Palermo para reforzar el Ejército que desde Francavilla se dirige a Rametta con el objeto de impedir a los austriacos el sitio de la ciudad de Mes 68 Capítulo II.- Las campañas de Italia A principios del siglo II a.C., la ciudad de Numancia constituía la capital del país de los arévacos, una tribu celtíbera del centro de Hispania, que llegó a contar con 30.000 habitantes. Cuando terminó la centuria era todo un símbolo. Desde el inicio de las guerras celtíberas, Numancia fue objetivo de las legiones. Después de que Caro, líder arevaco, venciera a las tropas romanas en 153 a.C. se produjo el primer asedio, que se iría repitiendo periódicamente sin que los romanos pudieran tomarla. La situación llegó a tal punto que incluso uno de sus enviados capituló ante los numantinos y firmó un tratado. Por supuesto, éste no fue aceptado por Roma. En 134 a.C. el senado envió a solventar la situación a Publio Cornelio Emiliano Escipión, que se aplicó a la tarea. Rodeó de muros la ciudad, a la que intentó someter por hambre. Finalmente un día, en 133 a.C., los vigías se dieron cuenta de que no había nadie en los muros y que en el interior de las murallas se alzaban columnas de humo. Las primeras cohortes se toparon con un espectáculo dantesco: cadáveres putrefactos, niños abandonados llorando por las calles, guerreros que se habían matados unos a otros para evitar caer prisioneros y mujeres que se habían suicidado. Los supervivientes fueron agrupados en el exterior. Escipión reunió a una cincuentena que se llevó a Roma para exhibir en su triunfo. El resto fueron vendidos como esclavos. La tierra arevaca fue distribuida entre otras tribus que no participaron en la contienda, siendo la más beneficiada las de los pelendones. sina en agosto de este mismo año. El regimiento no llega a tiempo pues la plaza capitula el 18 de octubre, recibiendo el enemigo refuerzos de las tropas de la reina de Hungría y pasando decididamente al ataque, por lo que se ordena retroceder a una gran línea defensiva delante de Palermo junto al ejército expedicionario español. Aquí se sostuvieron las posiciones, con continuos ataques y cañoneos hasta que las negociaciones de paz entre los dos países, terminan en un tratado de evacuación de las tropas, embarcando el regimiento Numancia rumbo a España en julio de 1720. Del año 1721 al 1731 urante estos años, el regimiento no interviene en ninguna campaña y se suceden en el mando del mismo los coroneles don Ramón Dezcallar y don Gabino Oliver. La organización del regimiento no sufre variación notable, puesto que, aunque contribuyó junto con otros re 69 El Regimiento Numancia por sus campañas Existen muchas leyendas sobre el Ave Fénix, pero todas son semejantes. Dice una de las más antiguas, que fue el único animal que no fue expulsado del paraíso, y que, para protegerlo del mal, se le concedió la inmortalidad, de forma que cada vez que muriera siempre resurgiera de sus cenizas más fuerte que antes. El Fénix, ave de plumaje parecido al águila real, de colores brillantes e irisados y vuelo lento y majestuoso, vivía, según cuenta la leyenda, desde hacía varios siglos. Este pájaro no podía reproducirse, ya que era único en su especie; sin embargo, tenía que asegurarse una descendencia: cuando sentía próxima la muerte, edificaba un nido de plantas aromáticas y de hierbas mágicas en cuyo centro se instalaba, tras haberlo incendiado. De sus cenizas renacía otro fénix, que se apresuraba a llevar los restos de su padre a Heliópolis, donde se adoraba al dios Sol, cuya encarnación era el águila. gimientos a la creación de la compañía de granaderos reales en 1730, pronto fueron sustituidas las bajas con soldados que acudieron de otros cuerpos del Ejército. El año 1732 l mando del coronel don Gabino Oliver, el regimiento es llamado para formar parte del ejército, que, mandado por el duque de Montemar, don José Carrillo, tiene como misión la reconquista de Orán (perdida en 1708) y Mersel-Quibir (población cercana a Orán, también conocida como Mazalquivir). Embarca en el puerto de Alicante el día 15 de junio del año en curso, finalizando la travesía en las costas africanas el 28 del mismo mes, desembarcando al este del cabo Falcón. Rápidamente las tropas entran en combate, participando Numancia a la izquierda de la segunda línea de la formación de la batalla, como venía siendo habitual. El 1 de julio, tras un gran triunfo contra el enemigo, el regimiento entra en Orán. Antes de fin de año, las tropas regresan a la península, pero se queda una guarnición de 8.000 hombres para defender la plaza de posibles intentos de reconquista por parte musulmana. Entre ellos, miembros del regimiento Numancia, que, aunque no se ha podido determinar el número, sí se sabe que pertenecían al cuarto escuadrón, según aclara en sus notas del 7,8 y 9 de febrero de 1735, durante la inspección que realizó al regimiento, el subinspector de Dragones Juan de Castro y Aguilera, coronel de Dragones de Sagunto, que dice así: “ …La gente es de buena calidad y talla aunque hay algunos jóvenes soldados nuevos por el aumento del Cuarto Escuadrón, y reemplazo del destacamento dejado en Orán y perdidos por otros motivos, pero se consideran aptos para la fatiga del servicio…” La guarnición que allí quedó, tuvo que hacer frente durante largos años a un intercambio de guerra y propuestas de paz con los musulmanes, a sufrir la inevitable hambre y la peste, que finalmente acabó por aparecer, hasta que en 70 Capítulo II.- Las campañas de Italia II.16.- Óleo sobre lienzo, de autoría anónima, representando un dragón de Numancia de 1718. Está expuesto en la sala noble del regimiento. 1744 el territorio comenzó a apaciguarse para satisfacción general de las tropas españolas. El año 1733 n este año, cabe destacar el bautismo de fuego de la compañía de granaderos reales, formada en 1730 con personal de varios regimientos de Dragones, entre los que estaba Numancia. Formada por 150 hombres considerados la élite del cuerpo de Dragones, esta compañía, se hace a la mar en noviembre con el ejército al mando del general duque de Montemar, que se dirige a Italia con motivo de la guerra de Sucesión en Polonia. II.17.- Reconquista de Orán, óleo de Doménico María Sani, se encuentra en el Museo Naval de Madrid. 71 El Regimiento Numancia por sus campañas El año 1735 l 7 de febrero de este año, el regimiento permanece en Cataluña, acantonado por escuadrones en las poblaciones de Sabadell, Tarrasa y Martorel. El 6 de junio se encuentra el regimiento acantonado en Ocaña, provincia de Toledo. El 14 de junio es destinado el regimiento al ejército de Extremadura, para posteriormente, y como consecuencia de la disolución de éste, acantonarse por escuadrones en Almendralejo y Villafranca. De los acantonamientos de febrero y junio hay constancia por los informes de inspección de don Juan de Castro y Aguilera y del mariscal de campo don Andrés Benincasa. El año 1737 l 6 de septiembre se encuentra el regimiento acantonado en el cuartel de Belchite (Zaragoza), según informe de inspección de 6 de septiembre de 1737 de don Juan de Castro y Aguilera. En estos informes, a parte de presentar los estados numéricos de personal y caballos de todo el regimiento, también se incluían unas notas con respecto a la presencia y estado de vestuario, armamento, equipo del caballo, estado de policía de personal y caballos, estado de cuentas, etc… Para que se haga una idea el lector del contenido de este informe, en la página siguiente se muestra la transcripción del mismo y cuyos documentos a continuación se muestran: 72 Capítulo II.- Las campañas de Italia “Está este regimiento sobre el pie de cuarenta y dos plazas montadas por compañía incluido sargento y tambor, faltanle para su completo seis hombres, se le han despedido diez, por defectos e incapaces de ningún servicio, y se le han señalado por inválidos tres sargentos y dieciocho soldados; faltanle también para su completo diez y seis caballos, y se han tronzado tres por enteramente incapaces de continuar y curar de enfermedades que poseían. Su vestuario es amarillo, y vuelta azul, está muy destruido el que al presente tienen, aunque las casacas se mantienen enteras por el buen cuidado, pero tan raídas que no admitirán compostura en empezando a desbaratarse: el medio vestuario no le hay; pues si subsiste alguna chupa está tal, que es importable existiendo los Dragones con chupas y calzones que han hecho de cuenta de sus masitas: los menages también están destruidos habiendo muchos fiascos de desecho. Lleva este regimiento el presente vestuario de los 3 escuadrones desde el 10 de Abril de 1734, y el de aumento de el 4º desde principios del año 1735. Las libreas de los tambores son de divisa encontrada guarnecidas por las costuras, bordes y tapas, con franja o pasamanos de seda de diferentes colores, y a su correspondencia del de mayor, el que tiene su banda guarnecida de plata con el correspondiente escudo de las Armas Reales, y las libreas de los oboes no merecen nombre alguno, pues no están vestidos igualmente. Tiene cuatro estandartes de damasco carmesí bordados de plata, y sujetos a ordenanza, a la una parte las Armas Reales, y a la otra el timbre de el Regimiento que es un fénix abrazándose en llamas con el jeroglífico siguiente Prius Flamis Combusta Quam Armis Numantia Victa aludiendo a la historia de su nombre. Tiene su completo de armas de buena calidad, y en estado y en el mismo están las sillas con todo su correaje y rendaje, en las que, usan pieles como todo el Cuerpo de Dragones. La calidad de la gente es algo más que mediana, pero tienen que mudar algunos hombres de las últimas reclutas, y los cascados que se señalan para inválidos, quedando algunos otros aunque, pocos, próximos a la misma previsión: están bien asistidos de ropa interior, y sus cuentas que van corrientes quedan reconocidas por fin de agosto próximo pasado. La de los caballos, es más que mediana, como se reconocerá por las notas de las listas; habiéndose mejorado mucho de la en que recibió este Cuerpo de la General Remonta, y su estado al presente es bueno. El cuerpo de oficiales no es malo, aunque no ha granjeado nada del que siempre ha tenido este Regimiento; quien con bastante unión y conformidad; tienen sus vestidos, armamentos y aderezos de caballo uniformes, y están montados y a excepción de los que se acusan y en sus compañías están ajustados y pagados formalmente hasta fin de Julio de el año de 1736 y tiene los ajustamentos hechos, y no firmados por los tres siguientes meses de agosto, septiembre y octubre de otro año, en que alcanzan según relación que da el habilitado 659962 reales, y 23 maravedises, y según cálculo del mismo alcanzarán hasta el fin del próximo mes pasado, incluyendo el presente listado alcance como 3009 reales de la propia moneda; no pudiendo ser la noticia a punto fijo por ignorar si acaso hay alguna baja, o si algún individuo por diligencia propia a logrado cobrar alguna paga. Tampoco se ha liquidado las cuentas de caja, por la falta de ajustamentos, teniéndolas ajustadas por fin de julio de el año próximo pasado y según tanteo o cálculo que se ha ejecutado hasta fin de el próximo mes pasado tienen suficientes fondos para las reparaciones y gastos que necesiten, y aun para el que esperan de su vestuario tan derrengado. Los sargentos aunque son hombres de mérito, no son los mejores, por hallarse muy en edad avanzada, y algo fatigados, por cuya razón se destinan, o se han admitido las instancias de tres por inválidos a que son acreedores por su postura y servicios: tienen sus uniformes, y están montados a excepción de los que se sitúan a pie en sus respectivas compañías; y sus cuentas van corrientes con el presente de ellas. Hase este cuerpo suficientemente el ejercicio a pie, y a caballo con el particular de encadenar los caballos. Conforme a la revista de inspección efectuada al citado regimiento de Numancia por mi el ynfra-escrito Brigadier e Inspector en el Paraje, día, mes y año que en la cabeza se expresan”. Juan de Castro 73 El Regimiento Numancia por sus campañas El año 1741 or una real ordenanza pasa a denominarse regimiento de Dragones “Numancia” nº 8. Continuando acantonado en la localidad zaragozana de Belchite y sin otra vicisitud notable que destacar. El año 1742 e nombra nuevo coronel a don Tomás Corbalán, y el regimiento, al mando de éste se incorpora al ejército invasor de Saboya, acantonado en el Delfinado. Para ello se pone en camino, a través de los Pirineos, para una vez alcanzado su destino participar en el ataque al ejército Sardo en su retirada desde Montmelin. El 31 de diciembre participa en una acción cortando la retirada saboyana, impidiéndoles la salida al puente y quemándoles los pontones del mismo cuando se disponían a salir de Montiers y Aigueville. El año 1743 l 1 de enero, pasa a vanguardia del ejército, al cuyo frente se alza el infante don Felipe, avanzando sobre la ciudad de Constans, haciendo en esta primera incursión 22 prisioneros y cogiendo en esta ciudad todos los almacenes del enemigo. De camino a Montiers, el día 3 atacan al enemigo situado en la ermita de dicha ciudad, expulsándolo de sus posiciones y entrando en la ciudad el día 4 del mismo mes, persiguiéndolos a continuación hasta expulsarlos de Saboya. Durante el resto del año y el siguiente, el regimiento se disgrega en escuadrones en las diferentes plazas que se conquistaron, por lo que no pudo asistir a las operaciones, empleándose en custodiar convoyes de víveres y efectos. El año 1744 l día 10 de septiembre, el ejército del norte mandado por el marqués de la Mina, que había logrado irrumpir en Italia tras atravesar los Alpes, comienza un sitio en la ciudad de Cuneo, a 90 kilómetros de Turín, imprescindible para mejorar las comunicaciones del ejército borbónico. El 27 el rey de Cerdeña acude en socorro de la ciudad, amenazando con romper la línea del frente que mantenían los sitiadores entre el convento de Madonna del Olmo y Lyonais en las inmediaciones de la ciudad. Los generales borbónicos salen al encuentro de las tropas sardas y el 30 de septiembre se enfrentarían en un intenso combate que duraría toda la jornada. El ejército de Borbón desplegaba en dos líneas, en cuya segunda línea desplegaba Numancia, junto a los regimientos de Caballería de Línea de Príncipe y 74 Capítulo II.- Las campañas de Italia II.18.- Orden de Batalla de Madonna del Olmo el 30 de septiembre de 1744, con leyenda explicativa. Sevilla y detrás de Lusitania. El regimiento Numancia, junto al de Lusitania, tendría un papel destacado sosteniendo el flanco izquierdo, luchando pie a tierra y frustrando las acometidas enemigas. Cabe destacar que en esta batalla, el regimiento de Dragones de Lusitania, recibió el privilegio de llevar tres calaveras con las tibias cruzadas en las bocamangas en memoria de la gran cantidad de bajas sufridas durante el combate, casi la totalidad de los efectivos, al intentar mantener la línea rota por el ataque enemigo. El año 1745 n los primeros meses del año, es nombrado coronel del regimiento don Manuel Valenciano, cuando, poco después de la batalla de la Madonna del Olmo, los ejércitos que actuaban en la alta y baja Italia se reúnen junto con las tropas que maniobraban en Lombardía. Por entonces se le ordena al general Aramburu, que mandaba la división en la cual se incluía el regimiento, apoderarse de la plaza de Lodi, y como apoyo para este movimiento, el regimiento es mandado en misión de distracción de las tropas austríacas. El regimiento cruza el río Po el 13 de diciembre y toma Codogno, avanzando un destacamento a Cassal Pusterlengo para tener vía libre la comunicación con las 75 El Regimiento Numancia por sus campañas tropas del general Aramburu. El 22 sale el regimiento de Codogno y expulsa al enemigo de las plazas de Maletto y Cavacurta, y una compañía pasa a reconocer la plaza de Pizzghitone; bate a las grandes guardias y avanzadas imperiales, haciendo cuarenta prisioneros, entre ellos tres oficiales. El año 1746 l 13 de enero, el regimiento ocupa plaza de Vercello, después la de Guastala y el 16 la de Regio. El ejército austríaco es reforzado con tropas venidas de Baviera, dado el desarrollo de los acontecimientos y las últimas derrotas cosechadas, con lo cuál fuerza a nuestro ejército a abandonar Milán y replegarse a Parma con el resto de las fuerzas propias, encontrándose Numancia en esta retirada. Llega éste el día 28 a Sarzana después de una penosa marcha y de continuos ataques desde los Apeninos; continuando por la ribera de Génova, entrando el 2 de mayo en Porto Spezia. El 6 sigue con el infante don Felipe a Plasencia, uniéndose de nuevo a la columna del general Aramburu, atacando en Codogno a una guarnición enemiga de tres mil austríacos, causándoles muchas bajas y capturando muchos prisioneros, entre ellos a dos generales, y cogiéndoles también cinco piezas artilleras. El 16 de junio participa el regimiento en la batalla de Trebia, en Plasencia, al mando del general Corbalán, antiguo coronel del regimiento, sosteniendo el ataque de las columnas de granaderos provinciales. Perdida la batalla, y tras el fallecimiento de Felipe V cambia radicalmente la política exterior española, suspendiéndose las operaciones por los preliminares para la paz, por lo cual, el regimiento regresa a España en 1747. 76 Capítulo II.- Las campañas de Italia 77