La UDI y su compromiso para Chile Nuestro país está en un momento crucial. Un momento donde hay temores, marchas, críticas e injusticia. Frente a ello, debemos proponer ideas, desde nuestros ejes y nuestra realidad. En los próximos años podremos dar definitivamente el paso hacia el desarrollo económico y social, o quedarnos atrasados. Lo que está en juego es la continuidad de la senda de libertad y estabilidad que tanto beneficio nos ha traído a los chilenos, o el giro hacia los antiguos y fracasados estados benefactores que tienen en jaque a parte del mundo, y que quieren reemplazar las decisiones de las personas por decisiones de burócratas. Frente al juicio sesgado y oportunista de la izquierda sobre nuestro modelo político económico, que sólo busca réditos de corto plazo, nuestra propuesta es más libertad, más persona y más sociedad. La propuesta de la izquierda indefectiblemente nos llevaría a asemejarnos a aquellos países que terminan por tener una simple cáscara democrática, pero que esconde los mismos autoritarismos y populismos de antaño. Vivimos tiempos de cambio, no de crisis. Y debemos liderar esos cambios, orientados a las necesidades de la gente, y no a los intereses de la política. La UDI es y seguirá siendo un partido que defiende sin vacilaciones el tipo de organización política y económica que ha producido los resultados más exitosos en la historia de nuestro país. En este sentido, el Consejo Directivo Ampliado acuerda: 1. El contexto de una posible recesión económica, que se ve como de la más complejas en décadas, y sus posibles repercusiones en empleo y calidad de vida, especialmente en los más pobres, aumenta la necesidad de acordar decisiones y políticas que busquen el bien común y miren al largo plazo, y no que respondan al ruido o a las presiones de algunos grupos de interés. El bien común no puede reducirse a la simple consecución de intereses individuales, sino que crear las condiciones para que todos los miembros de la sociedad puedan alcanzar su máximas potencialidades. Al mismo tiempo, la amistad cívica, la confianza y la solidaridad son y deben seguir siendo los principales pilares de nuestra sociedad. 2. Cuando hay quienes abogan por un igualitarismo absoluto o de resultados, nosotros creemos en que el énfasis debe estar puesto en la igualdad de oportunidades y la eliminación de la pobreza, respetando así la dignidad de cada persona. Es por esto, porque creemos profundamente en las personas y sus talentos, que debemos potenciar la creatividad, la innovación y el emprendimiento. El éxito de los países está dado por el éxito de sus habitantes, sus familias y la sociedad. 3. En los próximos meses tendremos grandes desafíos electorales, primero en las elecciones municipales y luego en las presidenciales y parlamentarias. Hoy se discuten los nombres de los candidatos presidenciales, y tenemos la necesidad irrevocable de que, cualquiera sea el candidato elegido, éste tenga un contenido basado en nuestras ideas y programas, que vaya en la dirección de nuestros valores, porque no transamos en nuestra mirada para poner a una persona en la presidencia. Es políticamente ineficiente tener ideas sin candidatos, pero es éticamente irresponsable tener candidatos sin ideas. 4. Queremos ratificar los compromisos adoptados en el Consejo General respecto de la elección de candidato presidencial de la UDI. Este deberá ser alguien de nuestro partido o un independiente, elegido del modo más amplio y democrático posible- como el Consejo General- y no después del mes de marzo, para participar- deseablemente en una primaria que se debería realizar no después de julio- con el o los candidatos de la Alianza en la nominación de un candidato único del sector para las elecciones de noviembre de 2013. 5. En el intertanto de este consejo y esa fecha, no debemos perder de vista que nuestro foco no está en los sistemas electorales y procedimientos, sino que los problemas de los chilenos y la búsqueda del bienestar común. La UDI tiene una legitimidad de origen, de desarrollo y de votación presente, dada su crecimiento electoral en todos éstos años, especialmente en sectores populares. La UDI es una institución soberana y legítima que elegirá al candidato presidencial que mejor exprese nuestros proyectos, ideas y valores para resolver las necesidades del país, y no requiere de certificaciones adicionales para hacerlo. Con respecto a la discusión de cambios en los sistemas electorales, estudiaremos todas las alternativas que permitan continuar en la senda del actual desarrollo, a través de sistemas mayoritarios que produzcan estabilidad política y grandes coaliciones. 6. En la UDI creemos que las autoridades no están para inventar prioridades, sino que éstas las ponen las personas, quienes nos dicen que el interés de los próximos años debe estar puesto en: combate a la delincuencia; mejorar la calidad de la atención de salud y la calidad de la educación; lograr que más chilenos dejen la pobreza y la vida en condiciones indignas como los campamentos y las viviendas precarias; aumentar la cantidad de jóvenes y mujeres que acceden a empleos dignos para hacerse cargo de sus vidas y de sus familias; fortalecer la institucionalidad para promover el crecimiento y el desarrollo; abordar el desafío de la energía, promoviendo iniciativas viables y enfrentando con firmeza los populismos que se oponen a todo. En este sentido, conformaremos Comisiones Programáticas Chile Nuevo que definirán concretamente cómo se plasmarían nuestras ideas en un futuro segundo gobierno de la Alianza. 7. Se asoman años difíciles donde se requerirá de liderazgos claros e ideas firmes. Nuestro proyecto político de futuro es el que recoge nuestros principios, y por ello, debe tener una orientación social, de una UDI Popular. En lo económico, un desarrollo centrado en la persona, que potencie su libertad y un estado facilitador que ayude a éstos objetivos. Creemos que se debe fortalecer la vida personal en torno a la familia, y la conformación de una sociedad cohesionada e inclusiva. Por último, creemos que el camino para lograr el progreso social, económico y político del país, pasa por ser capaces de ofrecer una política de alianzas sólida y generosa, de manera de ofrecer así una alternativa de unidad y gobernabilidad que nuestro país y nuestros compatriotas se merecen.