En tierra de ciegos, el tuerto Saramago fue rey

Anuncio
En tierra de ciegos, el tuerto Saramago fue rey - Buquedepapel, Semanario de noticias culturales
Escrito por Por: Leonardo Alba Mejía, Buque de Papel, Bogotá
Martes 22 de Junio de 2010 03:47
Buque de Papel tuvo el privilegio de ser uno de los medios de comunicación acreditados para
la rueda de prensa que ofreció hace tres largos años el escritor José Saramago cuando vino a
Bogotá. Reproducimos ese instante y el conversatorio con Laura Restrepo, como homenaje al
autor del Ensayo sobre la Ceguera, días después de su muerte.
La gente llegó temprano para escuchar a José Saramago. Una larga fila a la entrada del teatro
Jorge Eliécer Gaitán, de Bogotá, estaba custodiada por Fuerzas Especiales de la Policía. Un
grafiti al frente del teatro en ese momento adquiría un valor especial: “Opine Diferente”.
Y lo contamos porque hay en las reflexiones de este Nóbel una lúcida manera de provocar el
pensamiento y de entender que el ejercicio literario no tiene por qué ser un asunto de algunos
escritores que se encierran y, asistidos por unas musas, se aparecen con una novela y nos
sorprenden. Saramago no es sólo el hombre que desentraña situaciones de unos congéneres
que pierden la vista, ni nos cuenta la vida del ceramista de la caverna, al que su cuidadoso
trabajo de artesano a nadie le interesa; ni el que relata su propia vida entre campos de olivos;
es también quien afirma que eso de la democracia es una gran mentira, y que los gobiernos en
el mundo no son otra cosa que unos emisarios de un poder mayor que nadie ha elegido.
Allí estaba esa noche al lado de Laura Restrepo la mujer de “Dulce Compañía”, de “El leopardo
al Sol” de “Delirio” (premio Alfaguara de Novela) y lo que se deshilvanó en ese, a veces
molesto género llamado entrevista, se fue convirtiendo en una bella conversación, Los que
estábamos allí esperábamos que no se acabara nunca, como Sócrates, quien antes de beber la cicuta animaba con más pasión la conversación, por la sola felicidad de seguir pensando
antes de morir.
En la primera parte de la charla el tema fue la literatura, el origen de sus personajes, la manera
como los concebía: “yo no tengo una relación autoritaria con los personajes, yo los dejo libres”.
No obstante, establecía una frontera clara y era la de que ellos, sus personajes no cometan el
error de traicionarse o de que su carácter esencial se diluya. Y confesó que en el fondo del
trabajo literario todo es autobiográfico. Lo que se reveló casi como una invitación a que todos
los seres humanos escriban su autobiografía y hacer entonces de “la luna una gran biblioteca
1/2
En tierra de ciegos, el tuerto Saramago fue rey - Buquedepapel, Semanario de noticias culturales
Escrito por Por: Leonardo Alba Mejía, Buque de Papel, Bogotá
Martes 22 de Junio de 2010 03:47
humana”.
Se habló sobre las palabras, el vértigo de ellas, su poder de evocación, la posibilidad de darle
un sentido humano a través de la literatura, de toda esa fuerza que ha terminado por perderse.
“Porque la palabra ‘Democracia’, por ejemplo, no significa lo que dicen los políticos que
significa”
, dijo.
De su infancia rescatada en su libro “Pequeñas Memorias”, afirmó que el trabajo consistió en
pasar al papel “lo que yo sabía que había pasado”, sin pompa, relatado con naturalidad.
En algún momento, y ya sobre el final, la conversación adquirió un tono trascendental. La
escritora Laura Restrepo, frente a tantas y rotundas afirmaciones desesperanzadoras de
Saramago sobre el mundo que nos ha tocado vivir, intentó resumir con esta frase ese desazón
humano que bien refleja el Nobel en sus obras, pero mezclado con algo de luz en ese túnel que
tanto nos pinta la literatura y lo convencional a la hora de la creación: “Lo importante no es
tanto la esperanza, ésta se puede perder, pero no la dignidad”.
2/2
Descargar