2012 LA EVALUACIÓN DE IMPACTO EN FUNCIÓN DEL GÉNERO EN EL ÁMBITO DE LA SALUD 2014 “La evaluación de impacto en función del género en el ámbito de la Salud” Este documento ha sido elaborado para Emakunde por Maribel Pizarro con la colaboración de la unidad administrativa de igualdad del Departamento de Salud del Gobierno Vasco. Enero de 2014 2 INDICE 1. CONTEXTUALIZACIÓN .................................................................... 4 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO ..................................................................................... 8 2.1. PRESENCIA DE MUJERES Y HOMBRES EN EL SECTOR ......................8 2.2. DESIGUALDADES EN EL ACCESO A RECURSOS .............................22 2.3. DESIGUALDADES EN LA PARTICIPACIÓN DE MUJERES Y HOMBRES .............................................................................................36 2.4. INCIDENCIA DE LAS NORMAS SOCIALES Y VALORES ...................39 2.5. MANDATOS ESPECÍFICOS EN MATERIA DE IGUALDAD: ...............46 3. LEGISLACIÓN................................................................................. 52 4. FUENTES DE DATOS ....................................................................... 53 5. DOCUMENTOS DE REFERENCIA .................................................. 58 3 1. CONTEXTUALIZACIÓN La salud es una construcción histórica, social, cultural y subjetiva, de carácter multi-determinado, que ha ido variando a lo largo del tiempo y que, a la vez, varía y adquiere diferentes connotaciones y significados según distintos contextos y grupos sociales. Durante siglos la salud fue entendida como “ausencia de enfermedad” hasta que en 1947 la Organización Mundial de la Salud modifica el concepto y pasa a definirla como "un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad”. Dicha definición, que enfatiza la concepción positiva de salud, si bien supuso un importante avance con respecto a la concepción negativa, no estuvo exenta de críticas. Sobre todo por su carácter idealista y utópico al aludir a un “completo bienestar físico, social y mental”. Esta concepción lleva implícito el estado de salud es inalcanzable para la mayoría de las personas. Se le censuró también su concepción estática de la salud, cuando la salud es -como la vida misma- algo dinámico y cambiante, algo que puede ir alcanzándose o deteriorándose día a día, debido a causas biológicas, a la influencia del medio ambiente o al estilo de vida. Esas críticas supusieron que en 1984, la OMS formulara una nueva definición de carácter más realista y holístico: “…el alcance del que un individuo o grupo es capaz, por un lado, para realizar sus aspiraciones y satisfacer sus necesidades y, por otro lado, para cambiar o hacer frente al ambiente. La salud es, por tanto, vista como un recurso para la vida diaria, no el objetivo de la vida, es un concepto positivo que enfatiza los recursos sociales y personales así como las capacidades físicas”. 1. CONTEXTUALIZACIÓN Aun reconociendo el avance de la nueva definición formulada por la OMS, a esta se le critica la omisión de la influencia del género, el no reconocimiento de la desigualdad entre los sexos a la hora de hablar de salud y que por tanto no se considere la diferencia sexual como parámetro a tener en cuenta a la hora de determinar qué cabe entender por salud. Por ello, hay voces que apuestan por realizar un análisis deconstructivo del concepto de salud propuesto por la OMS y repensar el concepto de salud teniendo en cuenta la categoría de género. 4 La Declaración del Milenio de las Naciones Unidas (2000), así como otros acuerdos internacionales reconocen la importancia de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y el derecho de todas las personas a vivir sin sufrir discriminación en todas las esferas de la vida, incluida la de la salud. Ello supone eliminar las diferencias evitables en las oportunidades de disfrutar de salud y no enfermar y de sufrir discapacidad o de morir por causas prevenibles; también supone asignar y recibir recursos que promuevan y protejan la salud o que aborden las enfermedades, según las necesidades particulares de cada persona. Son muchos los factores que influyen sobre la longevidad, la calidad de vida, el estado de salud y las enfermedades que padecen las personas (constitución genética, condiciones sociales y económicas, hábitos y comportamientos individuales, condiciones de vida y de trabajo, el acceso a los recursos sanitarios…), siendo el género un gran determinante de todas estos factores. En este documento se parte de que hombres y mujeres enferman y mueren de forma diferente y desigual. De forma diferente porque biológicamente son distintos, y de forma desigual porque la posición que ocupan en la estructura social condicionan sus roles, hábitos, comportamientos y oportunidades, que generan desigualdades sociales en la salud de las poblaciones. El análisis de los determinantes de la salud muestra que existen diferencias y desigualdades en función del género y la clase social. En general, los hombres siguen presentando estilos de vida menos saludables que las mujeres (mayor consumo de alcohol, drogas, tabaco,..). Pero la importante y relativamente reciente incorporación de las mujeres a la esfera pública, ha hecho que algunos de los determinantes de su salud se vayan asemejando más a los tradicionalmente masculinos (como sucede con el consumo de tabaco y alcohol). Por otro lado, se produce un reparto no equitativo de los tiempos y de las cargas de cuidados entre mujeres y hombres. La incorporación de las mujeres al trabajo remunerado, sin la equivalente incorporación de los hombres al trabajo no remunerado (tareas domésticas y del cuidado de las personas), dificulta que las mujeres adopten hábitos de vida saludables, como pueden ser disponer de tiempo para la realización de actividades físicas, disfrutar del tiempo de ocio o dormir lo suficiente. Otra problemática que se aborda en este documento es el de la violencia contra las mujeres. Además de ser un atentado contra los derechos humanos, es considerada por la OMS un problema de salud pública, dada su magnitud (número de mujeres afectadas y número de agresores) y las repercusiones que tiene sobre la salud física y mental de las mujeres víctimas de agresiones, así como de las hijas y los hijos de estas. Las lesiones, el miedo y el estrés asociados al maltrato, señalan PlazaolaCastaño y Ruiz (2004), pueden ocasionar problemas de salud crónicos. Estos problemas abarcan desde dolores osteoarticulares hasta 1. CONTEXTUALIZACIÓN Por su parte, la Encuesta de Salud de la CAPV (2013) ha revelado que la prevalencia de problemas crónicos se incrementaba al bajar en la escala social, de forma más marcada en las mujeres (en la hipertensión, artrosis, colesterol…). 5 complicaciones recurrentes. cardiovasculares e incluyen síntomas neurológicos En el apartado sobre valores y normas sociales, se aborda la relación entre los patrones estéticos corporales que imperan en las sociedades occidentales y el ideal de belleza existente (la cultura de la delgadez y de la juventud eterna), establecido y compartido socialmente y los trastornos de la alimentación. De manera especial se subraya la presión tan significativa que la industria del marketing, a través de los medios de comunicación, ejerce sobre las mujeres, tal y como reflejan numerosas investigaciones. Esta presión afecta negativamente a su grado de satisfacción y distorsión corporal, ambos, aspectos muy relacionados con trastornos como anorexia o la bulimia. Con relación a la maternidad, se analiza la influencia que tiene sobre las mujeres la ideología dominante en nuestras sociedades, que considera este hecho como destino biológico y psicológico para las mujeres, como la única posición sana que tienen, la que las convierte en mujeres “completas y psicológicamente realizadas”. El tema de la reproducción humana se aborda desde la perspectiva de que no se trata de un asunto meramente biológico sino que es una actividad social, que está determinada por diferentes condiciones políticas, materiales y socioculturales, que establecen un modelo de atención basado en una ideología de la reproducción que dota de significación a todos sus elementos como el embarazo, parto, puerperio, y produce unas determinadas ideologías de la maternidad y la paternidad. El embarazo y el parto, procesos universales en cuanto a la fisiología del cuerpo femenino, sin embargo, nunca ocurren como un mero proceso biológico, sino que se encuentran culturalmente moldeados, dándose de diferentes maneras en cada sociedad y en los diferentes grupos sociales. 1. CONTEXTUALIZACIÓN Finalmente, también se analizan diferentes sesgos de género relacionados con la salud y la enfermedad de las mujeres: en relación al diagnóstico, al esfuerzo terapéutico y a la investigación. 6 Para corregir esta situación y avanzar hacia la igualdad es fundamental dar cumplimiento a los mandatos de la legislación vigente en materia de igualdad que entre otras cuestiones aborda el deber de los poderes públicos de mejorar la salud de las mujeres durante todo su ciclo vital, abordando de forma especial aquellos problemas de salud que tienen una mayor incidencia en ellas; adoptar iniciativas que favorezcan la promoción específica de la salud de las mujeres; garantizar la igualdad de trato y oportunidades de mujeres y hombres en la investigación y atención relacionada con la salud; cubrir las necesidades derivadas del ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos; la integración del principio de igualdad en la formación del personal sanitario; adoptar medidas para 1. CONTEXTUALIZACIÓN aliviar la carga de trabajo derivada del cuidado de personas con problemas de salud que se realiza en el ámbito doméstico; así como corregir las desigualdades en materia de salud de los colectivos de mujeres más vulnerables. En definitiva, promover las condiciones para la igualdad real y efectiva de oportunidades y trato de todas las mujeres en el ámbito de la salud, atendiendo a la diversidad de colectivos y situaciones y velando para que no se produzcan situaciones de discriminación múltiple. 7 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO 2.1. PRESENCIA DE MUJERES Y HOMBRES EN EL SECTOR 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO La esperanza de vida al nacimiento, o vida media, en la CAPV en el año 2011 era de 86,1 años en mujeres y de 79,3 años en hombres. Estas diferencias son consecuencia de un menor riesgo de mortalidad de las mujeres a lo largo de todo el ciclo vital. 8 Al menos en los países desarrollados, el aumento de la longevidad no se traduce, necesariamente, en un incremento de los años vividos en buen estado de salud, dado que los problemas actuales de salud se caracterizan por su cronicidad y no implican una muerte inmediata. Esta situación ha llevado a utilizar indicadores como la esperanza de vida libre de discapacidad1, la esperanza de vida libre de enfermedad crónica2 y la esperanza de vida en buena salud3. La incorporación de estos nuevos indicadores ha permitido visibilizar la mayor morbilidad de las mujeres, y se han planteado diferentes teorías explicativas (socialización diferencial, diferentes roles laborales y familiares, etc.). Entre las conclusiones de la evaluación del Plan de Salud 2002-2010 de la CAPV se señala el mayor incremento de la esperanza de vida al nacer en las mujeres en comparación con los hombres (3 años y 2,3 años, respectivamente), así como el mayor incremento de la esperanza de vida libre de discapacidad en los hombres comparativamente a las mujeres (4,5 años y 3,6 años, respectivamente). En 2007, la esperanza de vida libre de discapacidad era de 69,7 años en los hombres y de 75,2 años en las mujeres. En cuanto a la esperanza de vida libre de enfermedad crónica al nacer, en la CAPV, es de 58,4 años en las mujeres y de 54,5 años en los hombres (Panorama de la Salud en la CAE, Eustat 2010). Con respecto a la esperanza de vida en buena salud, es un indicador que proporciona información sobre la calidad en términos de salud del horizonte de años de vida. En 2009, la esperanza de vida en buena salud al nacer, en la CAPV, era de 60,5 años en las mujeres y de 60 años en los hombres. A la edad de 65 años, era de 8,20 años entre las mujeres y de 8,80 años entre los hombres. Es decir, al nacer la pequeña diferencia es Promedio de número de años libre de incapacidad que le quedan por vivir a una persona a una edad determinada (se calcula con datos de mortalidad y de discapacidad) (MSC, 2000). 2 Promedio del número de años libres de enfermedad crónica que aún restan por vivir a una persona en esa edad hasta su fallecimiento (MSC, 2002). 3 Se define como el promedio de número de años esperados que vive una persona disfrutando de buena salud (en ausencia de limitaciones funcionales o de discapacidad). 1 favorable a las mujeres, y al entrar en la tercera edad, la pequeña diferencia es favorable a los hombres4. En 2006 la UPV/EHU realizó el estudio “La encuesta de salud de los diferentes colectivos de inmigrantes asentados en la CAPV”6, los resultados encontrados sobre la salud percibida7, señalan que, a excepción del colectivo europeo no comunitario, en el resto de colectivos de inmigrantes las mujeres manifestaron peor salud que los hombres. En concreto, en el colectivo de origen magrebí los hombres tuvieron un mejor estado de salud que las mujeres en todas las dimensiones evaluadas, excepto en rol físico, emocional y salud general, con puntuaciones similares (la mayor diferencia se encontró en la función física). En el colectivo de origen subsahariano, los hombres muestran un mejor estado de salud en todas las dimensiones (las mayores diferencias se observaron en función física, vitalidad, función social y salud mental). En el colectivo de origen latinoamericano los hombres tuvieron un mejor estado de salud que las mujeres en todas las dimensiones (las mayores diferencias se encontraron en rol físico y dolor corporal). Por último, en el colectivo procedente de la Europa extracomunitaria los hombres tuvieron un mejor estado de salud que las mujeres en la mayoría de las dimensiones físicas con la excepción de la vitalidad. En las dimensiones emocionales, en cambio, las mujeres obtuvieron puntuaciones ligeramente superiores. Con respecto a los problemas crónicos de salud, de los 35 que se plantean en la encuesta de salud mencionada, en 20 de ellos la prevalencia en las mujeres es más alta, y en 9 de estos las diferencias entre ambos sexos es igual o superior a 1,5 puntos, tal y como se observa en la tabla siguiente. 4 “Indicadores clave del Sistema Nacional de Salud –País Vasco-“(Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2011). 5 Departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco. 6 Estudio realizado por Elena Rodríguez y Nerea Lanborena y subvencionado por la Bizkaia Bilbao Kutxa (V Convocatoria del Programa de Proyectos Sociales). 7 El cuestionario de salud contiene 36 items que cubre 8 dimensiones de la salud percibida, 5 para la salud física y 3 para el bienestar emocional 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Otro indicador relacionado con la esperanza de vida en buena salud es la autovaloración de la salud. Los datos de 2013 (Encuesta de salud 2013)5, muestran que en la CAPV, el 23,3% de las mujeres y el 17% de los hombres hacen una valoración de su estado de salud entre regular y muy mala. En las personas mayores de 65 años, estas valoraciones negativas suben hasta el 49,4% en las mujeres y el 36,7% en los hombres. Por tanto, la percepción negativa de su salud está más presente entre las mujeres, y además las diferencias entre mujeres y hombres con relación a este indicador se incrementan con la edad (12,7 puntos a partir de los 65 años). En resumen, la vida de las mujeres es más larga, pero de peor calidad que la de los hombres. 9 PROBLEMAS CRÓNICOS MÁS FRECUENTES (2013) Dolor dorsal Dolor cervical Varices Artrosis Ansiedad Depresión Osteoporosis Migraña Problemas de tiroides MUJERES (%) HOMBRES (%) 8,6 7 5,7 11 3,8 3,3 4,3 4 5,2 6 3,3 2,2 4,8 1,3 1,4 0,4 1,4 0,7 Fuente: Encuesta de Salud de la CAPV 2013 (elaboración propia) 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO En los problemas crónicos de salud con mayor prevalencia entre los hombres, la diferencia entre estos y las mujeres es menor a 1,5 puntos. 10 En la gente joven, el estudio anteriormente mencionado, ha encontrado diferencias entre chicas y chicos, en la frecuencia con la que padecen algunas dolencias. Son ellas quienes con mayor frecuencia padecen cansancio, irritabilidad, nerviosismo, y las que en mayor medida siguen tratamientos psicológicos (3,6% frente al 0,9%). En general, entre las personas inmigrantes, existe una mayor declaración de problemas crónicos entre las mujeres, apreciado sobre todo en las mujeres latinoamericanas, donde la declaración de problemas crónicos duplica la de los hombres de este colectivo (UPV/EHU, 2006). En la CAPV el 9,7% de la ciudadanía (208.617 personas) sufre algún tipo de limitación crónica de la actividad, el 8,6% de los hombres y el 10,8% de las mujeres (2013). Con respecto al alcance de la limitación, los datos podemos verlos en la tabla siguiente: ALCANCE DE LA LIMITACIÓN (2013) Limitación total en la actividad principal Limitación parcial en la actividad principal Limitación en otras actividades Total MUJERES (%) HOMBRES (%) 6,4 3,6 0,8 10,8 4,6 3 1 8,6 Fuente: Encuesta de Salud de la CAPV 2013 (elaboración propia) En cuanto a las causas de dicha limitación crónica de la actividad, los datos de la tabla indican que la principal causa tanto en mujeres como en hombres es la enfermedad común (86,6% y 78,9%, respectivamente). Una de las enfermedades más incapacitantes es el Alzheimer cuyos datos de 2011 arrojan un incremento de casos del 2% entre las mujeres y del 3% entre los hombres, comparativamente al año 2010. La segunda causa de limitación crónica es la enfermedad derivada del trabajo (8,3% entre los hombres y 4,1% entre las mujeres). CAUSAS DE LA LIMITACIÓN CRÓNICA DE LA ACTIVIDAD (2013) Accidente laboral Accidente de tráfico Accidente doméstico Otro tipo de accidente Enfermedad común Enfermedad derivada del trabajo Violencia física Otras MUJERES (%) 0,8 1,9 3,7 2,5 86,6 4,1 0,2 0,2 HOMBRES (%) 5 4,5 0,7 2,1 78,9 8,3 0,2 0,3 Fuente: Encuesta de Salud de la CAPV 2013 (elaboración propia) Por su parte, la violencia física, tanto en mujeres como en hombres, es causante de limitación crónica en un 0,2% de los casos. En ellas, todos los casos se concentran en el intervalo de edad que va de los 44 a los 65 años, mientras que en ellos se concentra en el intervalo de 25 a 44 años. Del total de personas que sufren alguna limitación crónica en la CAPV (208.617), más de la mitad (115.934) necesitan ayuda derivada de alguna limitación crónica de la actividad, (66,8% son mujeres y 33,2% son hombres). Del total de estas personas, 77.833 necesita ayuda todos los días (63,8% mujeres y 36,2% hombres) y 23.757 durante 24 horas (64,9% mujeres y 35,1% hombres). De los datos recogidos en la tabla siguiente se desprende que el tipo de limitación crónica que sufren las mujeres y los hombres que requieren algún tipo de ayuda es muy incapacitante, dado que en uno y otro caso son mayoría quienes requieren de ayuda todos los días de la semana (64,1 y 73,2%, respectivamente). FRECUENCIA DE LA AYUDA QUE NECESITAN LA PERSONAS CON LIMITACIÓN CRÓNICA DE LA ACTIVIDAD QUE REQUIEREN DE ALGÚN TIPO DE AYUDA (2013) Todos los días, 24 horas al día Todos los días, menos de 24 horas al día Varias veces a la semana De vez en cuando MUJERES N=77.451 HOMBRES N=38.438 19,9 44,2 14,3 21,6 21,7 51,5 6,5 20,3 Fuente: Encuesta de Salud de la CAPV 2013 (elaboración propia) 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO El accidente doméstico y otro tipo de accidentes son causas de limitación crónica de la actividad más presentes entre las mujeres que entre los hombres. 11 Con respecto a quién presta la ayuda a estas personas con limitación crónica de la actividad que necesitan de ayuda (6,9% de las mujeres y 3,6% de los hombres), los datos recogidos en la tabla muestran que existen dos tipos de personas cuidadoras, formales e informales. QUIÉN O QUIÉNES PRESTAN LA AYUDA A LAS PERSONAS CON LIMITACIÓN CRÓNICA DE LA ACTIVIDAD QUE REQUIEREN DE ALGÚN TIPO DE AYUDA (2013)* Familiar con quien conviven Familiar con quien no conviven Servicios sociales públicos Empleada/o con prestación LAPAD Empleada/o sin prestación LAPAD Empresa privada Otros MUJERES HOMBRES 4 1,9 0,6 0,3 1,2 0 0,2 3,7 0,3 0,2 0,1 0,2 0,1 0,1 (*) No son categorías excluyentes. 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Fuente: Encuesta de Salud de la CAPV 2013 (elaboración propia) 12 La distribución de los porcentajes entre las distintas posibilidades de respuesta indica que tanto en el caso de las mujeres como de los hombres, es la familia quien mayoritariamente presta la ayuda que necesitan estas personas (cuidadoras informales). Si bien los datos disponibles en la página web del Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco no están desagregados por sexo, un estudio realizado en 2008 en la CAPV8, muestra que la persona que se ha identificado como cuidadora principal es mayoritariamente una mujer (67,5% de los casos), con una edad media de 59 años, casada (65,0%), con estudios primarios o inferiores (43,5%), y de nacionalidad española (82,0%). Con relación a la salud mental, la encuesta de salud de 2013 informa de que el índice de salud mental de las mujeres es 68, mientras que el de los hombres es de 73,79. En todos los grupos de edad, las mujeres presentan unos índices más bajos que los hombres. La prevalencia de síntomas de ansiedad y depresión es de 24,3% entre las mujeres y 15,5% entre los hombres. En todos los grupos de edad, la prevalencia es más elevada en las mujeres. En relación a estos datos, es interesante mencionar el porcentaje de personas en la CAPV que dos días previos a la realización de la encuesta de salud (2013), habían consumido medicamentos “para dormir” o para “los nervios, ansiedad”. El 7,3% de las mujeres y el 2,9% de los hombres “Discapacidad y Dependencia de las personas mayores en el País Vasco”. Departamento de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco y Fundación INGEMA. 2008 9 El rango de los valores va de 0 a 100. Mayores valores indican mejor estado de salud. 8 habían consumido medicamentos del primer tipo, y el 7% de las mujeres y el 3,9% de los hombres medicamentos del segundo tipo. La encuesta de salud del año 2013 informa de que el 3,6% de los hombres y el 5,1% de las mujeres han pensado alguna vez en suicidarse en los últimos 12 meses. Sin embargo, los datos sobre suicidios llevados a término en la CAPV proporcionados en el informe sobre mortalidad de 2012, informan de una tasa bruta10 del 4,4% en las mujeres y del 12,5% en los hombres. Con relación al bienestar psíquico-emocional de las personas inmigrantes, la encuesta anteriormente mencionada plantea dos preguntas relativas a la posibilidad de suicidarse en algún momento de su vida y si este pensamiento había tenido lugar en los últimos doce meses. En todos los colectivos, el porcentaje de mujeres que respondió afirmativamente a la primera cuestión es muy superior al de los hombres: en el colectivo de origen magrebí, el 8,5% de los hombres y el 18,2 de las mujeres habían pensado en suicidarse en algún momento de su vida; esta posibilidad fue contemplada en el 7,2% de los hombres y 46,2% de las mujeres originarios del África subsahariana; entre la población de origen latinoamericano este pensamiento fue referido en el 9,1% de los hombres y el 29,9% de las mujeres; y entre la población proveniente de la Europa extracomunitaria el 10,6% de 47 hombres y el 25% de 72 mujeres declaró haber contemplado la posibilidad de suicidarse en algún momento de su vida. Entre las personas que contestaron afirmativamente a la anterior cuestión, el pensamiento de suicidio en los últimos doce meses fue referido por: 5 hombres de origen magrebí; 4 hombres y 3 mujeres de origen subsahariano; 12 mujeres de origen latinoamericano; y 3 hombres y 3 mujeres originarias de la Europa no comunitaria. Si bien la esperanza de vida continúa siendo mayor entre las mujeres, se observa una progresiva homogeneización de la mortalidad de hombres y mujeres. Así, durante el periodo 2005-2010, la tasa de mortalidad ajustada por edad11, por 100.000 habitantes, se ha reducido más en los hombres que Es decir del conjunto de la población de mujeres, sin tener en cuenta las diferencias que puedan darse por edad u otro tipo de variables relevantes. 11 El número total de defunciones estimadas en una población total dividido por el total de esa población, habiendo eliminado el efecto de las diferencias en la distribución de edad. 10 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO De hecho, con respecto al año 2010, en 2011 se produjo un incremento muy importante de casos de suicidio. Concretamente, el número de casos ha aumentado un 31% (96% en las mujeres y 16% en los hombres,). Dado que 2010 es el año de la última década con las cifras más bajas en suicidios, el informe subraya la necesidad de ver su evolución en los próximos años para poder valorar dicho ascenso (Departamento de Sanidad, 2011). 13 en las mujeres (11,6% y 7,3% menos, respectivamente)12. En 2005, los hombres representaron el 53,2% de las personas fallecidas y las mujeres el 46,8%; mientras que en 2011, de las 19.832 personas fallecidas en la CAPV, un 51,9% fueron hombres y el 48,1% mujeres. El informe sobre mortalidad en la CAPV (Departamento de Sanidad, 2011), señala que la tasa de mortalidad ajustada por edad en la CAPV en los últimos 10 años (2002-2011) ha descendido a un ritmo medio anual de 2,1% en las mujeres y 2,3% en los hombres. La siguiente tabla muestra las principales causas de defunción de ambos. CAUSAS DE DEFUNCIÓN (2011) % Frec. % 146 1,4 183 1,9 3.846 37,4 2.415 25,3 Enfermedades de la sangre y de órganos hematopoyéticos, y ciertos trastornos que afectan el mecanismo de la inmunidad 31 0,3 31 0,3 Enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas 252 2,4 359 3,8 Trastornos mentales y del comportamiento 386 3,7 707 7,4 Enfermedades del sistema nervioso 473 4,6 737 7,7 Enfermedades del ojo y sus anexos - - - - Enfermedades del oído y de la apófisis mastoides - - - - Enfermedades del sistema circulatorio 2.699 26,2 2.956 31 Enfermedades del sistema respiratorio 992 9,6 766 8 Enfermedades del sistema digestivo 503 4,9 443 4,6 Enfermedades de la piel y del tejido subcutáneo 21 0,2 30 0,3 Enfermedades del sistema osteomuscular y del tejido conjuntivo 72 0,7 139 1,5 Enfermedades del sistema genitourinario 209 2 184 1,9 - - Tumores (neoplasias) 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO MUJERES Frec. Ciertas enfermedades infecciosas y parasitarias 14 HOMBRES Embarazo, parto y puerperio - Ciertas afecciones originadas en el período perinatal 7 0,07 25 0,3 27 0,3 18 0,2 185 1,8 307 3,2 447 4,3 236 2,5 10.296 100% 9.536 100% Malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas Síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio Causas externas de mortalidad TOTALES (Fuente EUSTAT) Tal y como puede observarse en la tabla, tanto en mujeres como en hombres, son los tumores (primera causa en los hombres) y las enfermedades del sistema circulatorio (primera causa entre las mujeres), las principales causas de defunción de ambos, representando el 60% del total de muertes de unas y otros. Indicadores clave del Sistema Nacional de Salud -País Vasco-, Mº de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (noviembre de 2011). 12 Con respecto a las dos principales causas de fallecimiento, tumores (neoplasias) y enfermedades del sistema circulatorio, el Plan de Salud 20022010 de la CAPV planteaba algunos objetivos con relación a la reducción de muertes por ambas enfermedades. Concretamente, con relación a los tumores, planteaba iniciar la tendencia descendente de la mortalidad entre los hombres y disminuir la tasa de mortalidad en un 10% entre las mujeres. Pues bien, la evaluación del plan concluye que en el caso de los hombres la meta se ha cumplido (-14,76%), pero en el caso de las mujeres no sólo no se ha iniciado la tendencia descendente sino que se ha producido un aumento de la mortalidad del 2,10%. También se destaca el aumento espectacular de la mortalidad por cáncer de pulmón entre las mujeres (164,10% en la década analizada), así como la reducción en un 26% de la mortalidad del cáncer de mama (enfermedad que continúa siendo la principal causa de muerte entre las mujeres). En lo que se refiere a la mortalidad por enfermedades del aparato circulatorio, los datos son positivos, un descenso de un 29,4% de mortalidad entre los hombres y de un 31% en mujeres. Las causas externas de defunción (accidentes de tráfico, domésticos…) afectan más a las personas jóvenes. Son la primera causa de defunción hasta los 39 años entre los hombres, y hasta los 34 años entre las mujeres. Los accidentes de tráfico son mucho más frecuentes entre los hombres, por lo que diferentes autoras y autores señalan la carga de masculinidad que se observa en este fenómeno, asociada, fundamentalmente, a factores como la percepción de riesgo y la actitud en la conducción (velocidad, consumo de alcohol). La progresiva incorporación de las mujeres a la conducción, no ha conllevado un aumento de su accidentalidad. Entre la gente joven, de 1996 a 2009, su tasa de mortalidad se redujo a la mitad, finalizando el período de análisis con un valor nimio: 0,3 personas fallecidas por 1.000 habitantes de 15 a 29 años. La tasa de mortalidad joven aún es más exigua en las mujeres que en los hombres: en 2009, la tasa en los hombres triplica a la de las mujeres en Euskadi (0,45 sobre 0,15 defunciones por 1.000). 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO El número total de muertes por tumores ha aumentado un 6,7% con respecto al año anterior en las mujeres mientras que en los hombres el aumento ha sido menor, un 2,4%. En las mujeres, el tumor maligno de mama se mantiene en primer lugar, con un aumento del 12% en el número de fallecimientos y en la tasa ajustada por edad en comparación con 2010. En segundo lugar se encuentra el tumor maligno de colon con un aumento del 14% en el número de casos y un 8% en la tasa de mortalidad ajustada por edad con respecto a 2010. 15 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Acerca de las causas de muerte entre la juventud, desde 1999 a 2009, la evolución del número de defunciones fue negativa en casi todas las causas, resaltando el declive en las externas, en la medida que son el principal motivo de mortandad entre la juventud (–77,2% en el País Vasco y –56,5% en España); así y todo, los tumores en Euskadi, más en concreto en Gipuzkoa, constituyen una de las pocas excepciones a la tendencia general regresiva. Tras el declive casi generalizado, en 2009, destacan tres causas de muerte entre la juventud vasca y española, tanto en la distribución porcentual como si atendemos a las tasas específicas de mortalidad: los tumores, los accidentes de tráfico de vehículos de motor y el suicidio y lesiones autoinfligidas; mencionar que los tumores ocupan la supremacía entre la juventud guipuzcoana, mientras en la alavesa y vizcaína son los accidentes de tráfico de vehículos de motor. Por último, la gran mayoría de las causas de muerte muestran una intensidad entre las mujeres jóvenes claramente inferior. 16 Los hábitos de vida poco saludables y las conductas de mayor riesgo adoptadas por las personas en general, explican gran parte de la mortalidad que se produce. Este tipo de hábitos y conductas negativas para la salud suelen estar mucho más presentes entre los hombres que entre las mujeres, lo que explicaría las diferencias en mortalidad de unas y otros. Sin embargo, cada vez son más las voces que apuntan a que los patrones de mortalidad de mujeres y hombres han ido progresivamente asemejándose, debido a que los roles sociales de las mujeres se han ido transformado, sustancialmente, en los últimos años en los países occidentales. Dicha afirmación es coherente con la evolución de las desigualdades de género en los hábitos de vida relacionados con la salud. De hecho en la CAPV, se constata un proceso de homogenización entre hombres y mujeres. Veamos los datos. La Encuesta de Salud de la CAPV (2013) informa de que el 18,1% de las mujeres y el 24,7% de los hombres fuman habitualmente. En los últimos años, el consumo de tabaco ha descendido en hombres, sin que esta buena evolución se aprecie en las mujeres. De hecho, en esa misma encuesta, se ha encontrado que el 15,7% de las mujeres frente al 10,8% de los hombres afirman fumar más que el año anterior. En el intervalo de edad 15-24 años, el 14,6% de las mujeres es fumadora habitual frente al 14% de los hombres. La mayor prevalencia de mujeres fumadoras se encuentra en los intervalos 25-44 años y 45-64 años, con un 25,6% y un 23,9% respectivamente; en los hombres, la mayor prevalencia de fumadores habituales también se encuentra en ambos intervalos (29,7% y 30%, respectivamente). El 25,5% de los hombres y el 14,5% de las mujeres tienen un riesgo alto de tener problemas de salud a largo plazo debido a su consumo de alcohol. Si tenemos en cuenta la edad, se observa que en esta situación se encuentran: el 17,9% de las chicas de 15 a 24 años; el 16% de las mujeres de 25 a 44 años; y el 18,3 de las que tienen entre 45 y 64 años. En los hombres los porcentajes son bastante superiores, salvo en el grupo más joven donde las chicas superan a los chicos en 6 décimas. De hecho a esas edades el porcentaje de chicas y chicos con sospecha de alcoholismo es el mismo, 4,2%. Sobre el consumo de alcohol y otras drogas, en el marco del estudio sociológico Juventud Vasca 2008, promovido por el Observatorio Vasco de la Juventud, se preguntó a una muestra representativa de jóvenes, si habían bebido más de la cuenta y consumido drogas ilegales a lo largo de los últimos 12 meses. Los resultados mostraron que: un 51% de los jóvenes entrevistados afirman haber cometido excesos con la bebida en, al menos, una ocasión durante el último año; en las jóvenes el porcentaje fue del 35%. Respecto al consumo de drogas ilegales, una de cada cinco personas jóvenes encuestadas (20%) dice haberlas consumido, al menos una vez, en los últimos doce meses, reconociendo de nuevo más los chicos que las chicas su consumo. A continuación se analizan los resultados sobre algunos Hábitos de vida Saludables, como pueden ser la actividad física y hábitos de alimentación, por la importancia que tienen en la prevención de enfermedades muy presentes en nuestra sociedad, como pueden ser las musculo-esqueléticas, cardiovasculares y oncológicas. Con respecto al grado de actividad física que realizan mujeres y hombres, se muestran datos relacionados con el tipo de trabajo o actividad principal. EJERCICIO FÍSICO DURANTE EL TRABAJO O ACTIVIDAD PRINCIPAL (2013) Sentada o sentado habitualmente HOMBRES % 41,9 MUJERES % 41,2 De pie 38,8 46,7 Transporto cargas ligeras 11,9 9,6 Transporto cargas pesadas 7,4 2,6 Fuente: Encuesta de Salud del Departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco En la tabla se observa que entre las mujeres es más frecuente que en su trabajo o actividad principal “permanezcan de pie” o “estén sentadas“, la 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Con respecto a la edad de inicio, el 51,2% de las mujeres y el 58,2% señalan haber comenzado entre los 16 y los 18 años; el 8,3% de las mujeres y el 10,5% de los hombres iniciaron con 15 años o menos. 17 mayor parte del día (46,7% y 41,2%, respectivamente); en los hombres esas son también las opciones más frecuentes. Por su parte, los datos sobre actividad física en general informan de que la actividad “baja” y “moderada” es más frecuente entre las mujeres (34,8 y 45,5%, respectivamente); y casi el doble de hombres que de mujeres practica una actividad física “alta”. GRADO DE ACTIVIDAD FÍSICA REALIZADA EN LOS ÚLTIMOS 7 DÍAS (2013) Baja Moderada Alta HOMBRES % MUJERES % 26,3 38,7 35,1 34,8 45,5 19,7 Fuente: Encuesta de Salud del Departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO El 65,2% de las mujeres y el 73,7% de los hombres afirman realizar una actividad física saludable. En todos los intervalos de edad, el porcentaje de hombres que apoya dicha afirmación es superior al de mujeres; las mayores diferencias se encuentran a partir de los 65 años. 18 A pesar de estos datos, cuando se les pregunta a mujeres y hombres si llevan un estilo de vida sedentario, un 40,5% de las mujeres responde afirmativamente frente al 29,8% de los hombres (Encuesta de Salud del Ministerio de Sanidad, 2011-2012). Entre la gente joven, el estudio realizado en 2008 (Salud y Juventud: Concepciones de Salud de la Juventud en Euskadi) encontró que la frecuencia con que se hace deporte es mayor entre los chicos que entre las chicas (66,1% y 42,6%, respectivamente). Los hombres jóvenes asocian práctica deportiva, sobre todo, al plano social; hacer deporte se vive como un lugar de encuentro y disfrute con los amigos. Así, el 58,8% afirma practicar deporte en un grupo de amigos, mientras que este porcentaje es del 45,3% entre las mujeres jóvenes. Ellas son más proclives a realizar ejercicio físico de forma individual, el 24,5% frente al 14% de los hombres jóvenes. En cuanto a los motivos para no hacer ejercicio, tanto en las mujeres como en los hombres en general, los más mencionados son: la falta de tiempo por trabajo, obligaciones familiares o de cuidado; la falta de voluntad; y los problemas de salud. Si bien las diferencias entre los porcentajes de mujeres y hombres no son muy grandes, el primer motivo es algo más frecuente entre los hombres, mientras que los otros dos motivos lo son entre las mujeres. Revisando este indicador por intervalos edad, hemos encontrado que la falta de tiempo es algo más frecuente entre las mujeres de 15-24 años; 25- 44 años; y 65-74 años (es en este intervalo donde las diferencias entre mujeres y hombres son mayores, 7,9 puntos). Con respecto a los hábitos de alimentación13, en términos generales, mujeres y hombres en la CAPV tienen hábitos similares, si bien con relación a algunos alimentos se observan ciertas diferencias de las que se podría inferir que las mujeres se cuidan algo más que los hombres, con relación a la alimentación. Por ejemplo, es mayor el porcentaje de mujeres que consume fruta, verdura y pescado a diario (70,1%, 32,4% y 3,4% frente al 61,1%, 20,9% y 2,2%), y algo menor el porcentaje que consume carne, dulces y comida rápida a diario (5,6%, 31,9% y 0,4% frente al 7,6%, 33,8% y 0,7%). Si bien la prevalencia de obesidad es mayor en hombres que en mujeres, el peso insuficiente es claramente más frecuente en mujeres (3% frente al 0,7%), y de manera especial entre las edades de 15 a 24 años (7% frente al 3,6%) y de 25 a 44 años, el 4,3% de las mujeres frente al 0,3% de los hombres. Con relación a la realización de dietas, el estudio realizado en 2008 sobre la juventud, encontró que la diferencia entre chicas y chicos es de casi 6 puntos porcentuales. Además, se subraya que la relación que unas y otros establecen con la alimentación es diferente. Mientras que ellos asocian el comer con algo placentero, en ellas aparecen algunos elementos conflictivos. Entre las chicas más jóvenes el conflicto surge por las dietas y los controles que se autoimponen a fin de conseguir un cuerpo que se acerque al ideal; entre las más adultas los desequilibrios alimentarios (por ejemplo, los atracones) reflejan situaciones de malestar relacionadas con lo psicológico y emocional. La manifestación más extrema y patológica de este conflicto con la alimentación la encontramos en los trastornos de conducta alimentaria (TCA) (anorexia, bulimia, etc.) Este tipo de trastornos están vinculados de forma rotunda a las mujeres y a la adolescencia. En la actualidad se consideran cifras internacionalmente aceptadas de prevalencia de cuadro completo de anorexia en chicas adolescentes y jóvenes adultas, de 0,5% a 1% y sufren cuadro completo de bulimia en esta misma población entre el 1-3%. Asimismo se acepta que de un 3 a un 5% padecen un síndrome subclínico de TCA. Si se tiene en cuenta la totalidad del espectro (incluidas las formas más leves), la estimación de la frecuencia se sitúa entre el 11% y el 16%. 13 Encuesta de Salud del Departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco (2013). 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Estos datos explicarían, al menos en una parte importante, los mayores porcentajes de sobrepeso entre los hombres (43% frente al 22,2%). Sin embargo, los resultados sobre obesidad son similares; el 13,9% de los hombres y el 12,6% de las mujeres padecen esta enfermedad. 19 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO En la sociedad occidental actual, existen una serie de factores de tipo socio-cultural que están relacionados con la aparición de este tipo de problemáticas de salud en las mujeres: la creación e imposición de un determinado estereotipo de lo bello y lo sano (las industrias de la belleza, la esbeltez, la salud y la juventud); la construcción de la feminidad y de la relación de las mujeres con sus cuerpos tienen como rasgo esencial el autocontrol, las mujeres vigilan lo que comen, cómo se visten, hablan, se sientan, caminan, se comportan, etc.; las exigencias derivadas de la imposición de un cierto modelo de feminidad basado en la necesidad de triunfar profesionalmente a la vez que asimilarse al modelo idealizado de mujer, le lleva a una lucha constante para conjugar responsabilidades domésticas con trabajo remunerado; muy vinculado a lo anterior, la creación de ficciones sobre mujeres que lo pueden hacer todo (superwoman); la creencia de que la competencia por el poder y el estatus se realiza en condiciones de igualdad, así como una sexualidad marcada por los medios audiovisuales en los que el aspecto físico es primordial, pone a las mujeres en una posición de contradicción y frustración al tener que enfrentarse a modelos inalcanzables, irreales y contradictorios; y el culto a la juventud, el miedo a envejecer y a la muerte. (Bullen, L y Pecharromán, B, 2005).14 20 También la falta de prácticas preventivas relacionadas con la sexualidad o la mala utilización de éstas puede causar problemas relacionados con la salud como por ejemplo la infección por VIH/SIDA o la interrupción voluntaria del embarazo no deseado. Un estudio realizado en la CAPV en 2011 (Gómez Zapiain; Ortiz Barón; y Ezeiza Camarero)15 entre adolescentes, encontró que el 88,4% de los hombres y el 77,9% de las mujeres respondieron utilizar el preservativo. Es decir, 1 de cada 10 hombres adolescentes sexualmente activos no utiliza preservativos en sus relaciones sexuales coitales, mientras que serían aproximadamente 2 de cada 10 mujeres las que no lo harían. Del 22,1% de chicas que no utilizan preservativo, el 28,6% tampoco utilizan ningún otro método. Ello significa que el 6,23 % de las chicas sexualmente activas estarían en riesgo tanto de VIH e infecciones de transmisión sexual como de embarazo no deseado. En cuanto a la utilización de la llamada “píldora del día después” o contracepción de emergencia, un 37,1% de las chicas sexualmente activas han utilizado en alguna ocasión este recurso. Preguntadas sobre el número 14 Bullen, Margaret L. y Pecharromán Ferrer Begoña (2005): Una perspectiva socio-cultural de los trastornos alimentarios. Zainak. 27, pp. 179-186. “Elaboración del programa de educación afectivo-sexual dirigido al alumnado de educación secundaria y su comunidad educativa de referencia”. Investigación realizada en el marco de un contrato entre el Gobierno Vasco y la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea. 15 de veces que la utilizaron, algo más de la mitad, el 56,2% la utilizaron una sola vez, una cuarta parte, el 25,7% lo hicieron dos veces, el 10,5% lo hicieron tres veces y el 7,7% más de tres veces. Sobre la interrupción voluntaria del embarazo (IVE), según los datos aportados por el EUSTAT (2011), de las 4.138 interrupciones realizadas, el 55,1% correspondieron a mujeres jóvenes (≤ 29 años); el 43,9% se produjeron entre mujeres de 25-29 años. La tasa de IVE en la CAPV es del 9.9‰, es decir aproximadamente 10 mujeres de cada 1000 interrumpieron voluntariamente su embarazo en 2011. Otro factor que se considera determinante de la salud es el apoyo social. Los resultados de la encuesta de salud 2013 realizada por el Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco, apuntan a que las mujeres en general presentan una media de apoyo social confidencial (posibilidad de contar con personas para comunicarse) algo más elevada que los hombres (29 frente a 28,9)16. En cuanto al apoyo social afectivo (demostraciones de amor, cariño y empatía), la puntuación de las mujeres es inferior a la de los hombres (24 frente a 25,2)17. Por lo que respecta al apoyo social afectivo, la puntuación media de las mujeres es ligeramente superior a la de los hombres entre los 15 y los 44; entre los 45 y los 74, la media de los hombres es algo superior a la de las mujeres; y a partir de los 75, nuevamente las mujeres tienen puntuaciones algo más elevadas. La prevalencia de falta de apoyo social confidencial es del 5,2% entre las mujeres y del 4,8% entre los hombres; mientras que la prevalencia de falta de apoyo social afectivo es del 24% entre las mujeres y del 25,2% entre los hombres. La encuesta realizada sobre la salud de la población inmigrante (2006), también indagó acerca del apoyo social confidencial y del apoyo social afectivo. Los resultados reflejaron que son las mujeres de la Europa extracomunitaria quienes presentan peor salud social, en comparación con los hombres: el 80,2% presenta un apoyo afectivo bajo y el 79,1% un apoyo confidencial bajo. En el caso de los originarios del Magreb las mujeres presentaron mayor falta de apoyo confidencial (31,6%) que los hombres (15,1%). 16 17 Se considera falta de apoyo confidencial cuando la puntuación es ≤ a 18. Se considera falta de apoyo afectivo cuando la puntuación es ≤ a 15. 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Con respecto al virus VIH, en 2012 se diagnosticaron 161 nuevos casos de VIH en la CAPV (página web de Osakidetza), el 82% de las infecciones correspondieron a hombres. En éstos, la vía homosexual supuso el 59,9% y la heterosexual el 25%; mientras que en las mujeres el 93,2% de las infecciones se produjeron por vía heterosexual. 21 2.2. DESIGUALDADES EN EL ACCESO A RECURSOS La forma en que se distribuye el poder en la mayoría de las sociedades hace que las mujeres tengan menos acceso y control sobre los recursos necesarios para proteger su salud y menos probabilidades de intervenir en la adopción de decisiones. Autores como Orielle Solar, Alec Irwin o Vicenc Navarro defienden que los dos principales elementos para explicar las causas o factores determinantes de las desigualdades en salud son: los factores estructurales y los factores intermedios18. Los primeros se componen del contexto socioeconómico y político y de la estructura social. La estructura social determina desigualdades en los factores intermedios, que son los que a su vez determinan las desigualdades en salud. Estos factores incluyen los recursos materiales y el sistema de salud. 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO RECURSOS MATERIALES 22 Por recursos materiales se entienden: las condiciones de empleo y trabajo; la carga de trabajo no remunerado; el nivel de ingresos y la situación económica y patrimonial; la calidad de la vivienda y sus equipamientos; el barrio o área de residencia y sus características. Todos estos recursos influyen en los procesos psicosociales como la falta de control, de apoyo social y las situaciones de estrés (acontecimientos vitales negativos); y también en las conductas con influencia en la salud y los procesos biológicos que de todo ello derivan. A continuación se menciona la situación de mujeres y hombres con relación a aquellos recursos en los que se han encontrado datos desagregados por sexo. Condiciones de empleo y trabajo: Los datos aportados desde el informe de Lanbide sobre Mujer y Actividad Laboral I (2012) informan de que la precarización afecta más a las mujeres: mayor temporalidad entre las mujeres ocupadas, 25,3% frente al 19,5% de los hombres ocupados; un porcentaje mayor de mujeres ocupadas sin contrato laboral, el 1,9% frente al 0,2% de los hombres; y más contratos a tiempo parcial, de cada 10 personas ocupadas con esta modalidad de contrato, 8 son mujeres, lo que tiene un efecto directo sobre sus ingresos anuales; dificulta la participación igualitaria de las mujeres y los hombres en el trabajo no remunerado, dado que son ellas quienes disponen de mayor proporción de tiempo fuera del horario del trabajo remunerado; y les coloca en una posición de mayor debilidad a la hora de negociar una relación familiar y de pareja más justa e igualitaria. Avanzando hacia la igualdad: propuesta de políticas e intervenciones para reducir las desigualdades sociales en Salud (Ministerio de Sanidad, 2010). 18 Entre la gente joven, la tasa de temporalidad (porcentaje de personas con contrato temporal respecto al total de personas asalariadas), en 2012 era del 51,8% entre las mujeres de 16 a 29 años y de 49,4% entre los hombres de ese mismo grupo de edad. También el trabajo sin contrato es más frecuente entre las mujeres de estas edades que entre los hombres (4% y 1%, respectivamente), y lo mismo podemos decir de la jornada parcial (35% y 14%, respectivamente). Con respecto a los datos de las personas con discapacidad, la encuesta de 2011 (INE) informa que un 27% de las mujeres tiene contrato laboral temporal (un 20,3% de los hombres) y un 27,7% jornada parcial (un 8,8% de los hombres). Carga de trabajo no remunerado (doméstico y de cuidado): Existen diversas investigaciones que han mostrado la importante variabilidad en el estado de salud de las mujeres dependiendo de su situación laboral, su clase social, así como de las cargas de trabajo derivadas de la ocupación laboral y de las exigencias familiares; no hay que olvidar que la paulatina incorporación de las mujeres al mercado de trabajo no ha venido acompañada de una corresponsabilidad de los hombres en la realización de las tareas domésticas y del cuidado de las personas (Ararteko, 2007). La Encuesta de Uso Social del Tiempo de 2008, informaba de que las mujeres vascas emplean diariamente dos horas más que los hombres en el trabajo doméstico (3h 25’ frente a 1h 19’), mientras que ellos dedican una hora más que ellas al empleo y la formación (4h frente a 2h 49’), lo que redunda en un disfrute más reducido del tiempo de libre disposición femenino, en torno a una hora menos (Emakunde, 2010). También la Encuesta del Empleo del Tiempo realizada desde el INE (20092010) muestra que son las mujeres quienes dedican una media diaria de horas mayor a tareas relacionadas con el trabajo no remunerado (casi 2 horas más), a la vez que son los hombres quienes invierten una media diaria de horas más elevada al trabajo remunerado (1 hora más). Si se suma el tiempo que las mujeres invierten en empleo y trabajo de cuidados, 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Con relación al tipo de contrato de las personas inmigrantes, el dato más llamativo es el alto porcentaje de mujeres que trabaja sin contrato, 20,8% (un 7,3% de los hombres). Dato directamente relacionado con el hecho de que las mujeres presentan una tasa de irregularidad del 7,8%, pero también con el tipo de trabajos que mayoritariamente desempeñan y que se caracterizan por una gran precariedad: servicio doméstico, hostelería y comercio. 23 el resultado es que las mujeres, aproximadamente, trabajan de media 1 hora más al día que los hombres. Si nos centramos específicamente en el cuidado de las personas, parte fundamental del trabajo reproductivo (no remunerado), los datos de 2008 (Eustat) apuntan a diferencias importantes en el tiempo diario medio invertido por las mujeres y los hombres que realizan este tipo de tarea: las mujeres dedican 2 horas, mientras que los hombres dedican 1 hora y 19 minutos. Además, esta diferencia se mantiene cuando comparamos mujeres y hombres que disponen de un empleo (2 horas y 17 minutos frente a 1 hora y 37 minutos). 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO El informe elaborado desde la Oficina del Ararteko (2007), a modo de conclusión, subraya que la salud de las mujeres trabajadoras está relacionada con la carga de trabajo adicional que recae sobre ellas en la esfera privada. Las mujeres que deben responsabilizarse casi en exclusiva de las tareas domésticas y del cuidado muestran peores resultados que las que tienen un reparto igualitario en las siguientes variables de salud estudiadas: autovaloración de la salud, calidad de vida relacionada con la salud y hábitos de vida relacionados con la salud (actividad física en el tiempo libre, hábito tabáquico y dormir menos de 7 horas diarias). 24 Tener un trabajo remunerado y repartir equitativamente las tareas domésticas y del cuidado con la pareja se muestra como la mejor de las situaciones posibles con relación a su efecto sobre la salud de las mujeres. Pero cuando las mujeres deben asumir casi o en exclusiva las tareas vinculadas al ámbito doméstico, los mejores resultados relacionados con la salud (valoración y calidad de vida) se encontraron entre las mujeres que se dedican exclusivamente a las tareas domésticas y de cuidado, en comparación con la que también desempeñan trabajo remunerado. Nivel de ingresos: Los datos recabados con relación a los ingresos económicos de las mujeres y los hombres muestran importantes diferencias. El último dato disponible (2010) señala que el ingreso medio de las mujeres de la CAPV era un 24% inferior al de los hombres; la diferencia salarial de mujeres y hombres es mayor entre las rentas más bajas (39%) y menor entre las más altas (15%). Además estas diferencias se han encontrado en diferentes colectivos de mujeres: las mujeres jóvenes en la CAPV ganan 200 € menos que los hombres jóvenes; las mujeres con discapacidad en el Estado Español tienen un salario mensual neto inferior al de los hombres con discapacidad (123 € menos) (INE 2010); y el ingreso medio per cápita de las mujeres inmigrantes en la CAPV está 200 € por debajo de la media de los ingresos personales medios del conjunto del colectivo de personas inmigrantes (EPIE 2010). La renta personal media de los hombres jubilados en la CAPV, en 2011 era de 24.905€ mientras que la de las mujeres era de 12.866€, es decir un 48% menos, aproximadamente (Eustat). 19 − La autovaloración de la salud está estrechamente relacionada con la clase social ya que las personas de clases sociales más pobres declaran tener peor salud que las más ricas, tanto en hombres como en mujeres. − En todas las dimensiones del SF-3619, las puntuaciones de las clases sociales más ricas son más elevadas que las de las más pobres, especialmente entre las mujeres. − El padecimiento de problemas crónicos está relacionado con la clase social, especialmente en las mujeres, para las que la prevalencia es un 22,7% superior en las de clase V (más pobre) que en las de clase I (más rica). − La prevalencia de limitación temporal se distribuye según un gradiente socioeconómico claro, que sitúa a aquéllas personas de menor nivel socioeconómico con una restricción temporal de la actividad mayor. Concretamente, entre los hombres, aquéllos de clase V (más pobre) sufren 2,3 veces más restricción temporal que los de clase I (más rica); entre las mujeres la diferencia es casi del doble. − El sedentarismo está estrechamente relacionado con las características socioeconómicas de las personas, siendo un 36% superior en los hombres de clase V (más pobre) que en los de clase I (más rica); las mujeres de menor nivel socioeconómico son un 14% más sedentarias que las más ricas. Por su parte, la obesidad se distribuye siguiendo un claro patrón socioeconómico, que aparece más evidente en el caso de las mujeres. Se trata de un cuestionario con 36 preguntas que cubren ocho dimensiones de la salud percibida: la función física (PF), el rol físico (RP), el dolor corporal (BP), la salud general (GH), la vitalidad (VT), la función social (SF), el rol emocional (RE) y la salud mental (MH). Para cada una de las dimensiones, las preguntas se codifican, agregan y transforman en una escala que va de 0 (peor estado de salud) a 100 (mejor estado de salud). 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO El estudio realizado desde la oficina del Ararteko sobre desigualdades en la salud de la población de la CAPV (2007) pone de manifiesto la existencia de importantes desigualdades en la salud relacionadas con el contexto socioeconómico de las personas que expone a unas u otras a mayores o menores riesgos para su salud, más allá de la capacidad de acceso universal al sistema sanitario público. Los resultados encontrados en dicho estudio apuntan a la existencia de desigualdades relacionadas con la salud en función de las variables sexo, y clase socio-económica: 25 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO 26 − Con relación al consejo médico preventivo, las mujeres pertenecientes a las clases más desfavorecidas son preguntadas con menor frecuencia en todos los casos (consumo de tabaco y de alcohol, práctica de actividad física y hábitos sexuales). − Las tasas de mortalidad decrecen a medida que aumenta el nivel socioeconómico de la zona de residencia, de manera que la mortalidad de las secciones del grupo V (más pobre) es un 26% más alta en hombres y un 11% en mujeres respecto a la del grupo I (más rica). Relacionado con este hecho, nacer en uno de los barrios de menor nivel socioeconómico supone tener una esperanza de vida 3,5 años menor para los hombres y 1,3 para las mujeres. En cuanto a las Esperanzas en Salud (esperanza en buena salud y esperanza de vida ajustada por calidad), dos estudios realizados en la CAPV (Ruiz y col, 2005; Esnaola y col, 2007) concluyen que: las desigualdades al nacer, entre los grupos de secciones más desiguales, fue de 9,2 años en el caso de los hombres y de 6,8 en las mujeres en la esperanza en buena salud; y que en esperanza de vida ajustada por calidad, para el periodo 1999-2003, las desigualdades a los 15 años, entre las secciones más ricas y más pobres, fue de 4,6 y 3,6 años en hombres y mujeres respectivamente. Calidad de la vivienda y sus equipamientos: El acceso a una vivienda en condiciones adecuadas es un prerrequisito para la salud física y mental. Experiencias internacionales demuestran que las intervenciones que mejoran la calidad y acondicionamiento de las viviendas y las que reducen la segregación residencial pueden reducir las desigualdades en salud20. Como todos los problemas de desigualdad, la falta de una vivienda adecuada tiene una mayor incidencia entre los colectivos más vulnerables. El problema de la vivienda en España afecta principalmente a personas jóvenes, personas inmigrantes y gente mayor y, en una proporción menor, a todos los colectivos socioeconómicamente más débiles, como son las personas discapacitadas, desempleadas, etc. En el análisis tradicional de este problema no se ha introducido ninguna perspectiva de género, aun cuando, en términos globales, son evidentes las inferiores condiciones socioeconómicas de buena parte de los hogares encabezados por una mujer, debido fundamentalmente a la persistente discriminación que estas padecen en el mercado laboral: mayor Bosch Meda, J. (2006). El problema de la vivienda en España desde una perspectiva de género: análisis y propuestas para su desarrollo. Fundación Alternativas. 20 precariedad, mayor paro y menores ingresos. Según Bosch Meda (2006) el problema de la vivienda entre las mujeres, en el Estado Español, se centra especialmente en los siguientes grupos: jóvenes, mayores, hogares monomarentales, víctimas de violencia de género, mujeres inmigrantes, mujeres ex presidiarias, mujeres que ejercen la prostitución y víctimas de explotación sexual (cada uno de estos subgrupos no son excluyentes porque muchas mujeres pueden formar parte de varias grupos). Los únicos datos, aunque sea indirectos, referidos a la CAPV que relaciona salud (salud percibida y estado de salud) y acceso a la vivienda se refieren a las personas “sin hogar”21. Los datos reflejan que las mujeres de este colectivo tienen peor salud que los hombres de este mismo colectivo. SEXO Salud percibida de las personas “sin hogar” (2012) Regular Muy mala Estado de salud de las personas “sin hogar” (2012) MUJERES 31,6 12,8 Enfermedad grave o crónica 30,3 HOMBRES 22,9 8,1 23,1 Discapacidad 13,9 18,5 La Encuesta de Salud del Departamento de Salud del Gobierno Vasco (2013) introduce en el apartado de determinantes de la salud algunos indicadores relacionados con la vivienda: problemas de ruido, problemas de malos olores, calidad del agua de consumo. El porcentaje de mujeres que afirma tener problemas de malos olores en su vivienda o de calidad del agua de consumo es superior al porcentaje de hombres, mientras que los datos son prácticamente los mismos con relación al ruido, tal y como puede observarse en la tabla. PROBLEMAS EN LA VIVIENDA 2013 MUJERES MUCHO ALGO HOMBRES MUCHO ALGO RUIDO 4,9 22,2 4,6 22,2 OLORES 2,4 12,1 1,6 10,5 CALIDAD DEL AGUA 1,4 6,7 0,9 5,8 Fuente: Encuesta de salud de la CAPV (elaboración propia) Otros datos de interés aportados desde la Encuesta de condiciones de vida (INE, 2007) se refieren a las diferencias entre mujeres y hombres, teniendo en cuenta la edad, con relación a la falta de espacio en las viviendas, falta de temperatura cálida durante los meses de frío y de temperatura fresca durante el verano (se trata de datos del conjunto del Estado). 21 Es decir, personas que no tienen vivienda alguna, que viven en la calle. 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Fuente: EUSTAT (elaboración propia) 27 GRUPOS DE EDAD 16-29 30-44 45-64 ≥ 65 HOGARES CON FALTA DE ESPACIO (2007) HOGARES CON FALTA HOGARES CON FALTA DE DE TEMPERATURA TEMPERATURA FRESCA EN CÁLIDA EN MESES FRÍOS VERANO (2007) (2007) Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres 13,9 12,2 19,8 23,2 33,4 40,6 19,5 17,1 17,1 15 25,7 25,7 12,1 12,1 18 17,9 25 23,8 7,2 6,9 20,2 18,9 22,9 21,9 Fuente: Encuesta de condiciones de vida (INE) (elaboración propia) Los datos de la tabla indican que aunque no podemos hablar de grandes diferencias entre las condiciones de los hogares encabezados por mujeres y hombres con relación a los tres aspectos mencionados, salvo algunas excepciones, el porcentaje de mujeres que afirma tener este tipo de carencias es superior al de los hombres, en la mayor parte de los grupos de edad. En esa misma encuesta, el 12,9% de las mujeres y el 11,2% de los hombres del conjunto del Estado afirman estar “muy insatisfechas/os” o “insatisfechas/os” con su vivienda. 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO SISTEMA DE SALUD 28 Un menor acceso a los servicios de salud y menor calidad de los mismos para los grupos sociales menos favorecidos puede repercutir en unas peores consecuencias de los problemas incidentes en la salud y bienestar. Estos recursos los hemos dividido en dos: 1) servicios y programas sanitarios dirigidos a toda la población (consultas generales; consultas especializadas; urgencia; hospitalización); 2) Servicios y Programas específicos dirigidos a las mujeres (salud reproductiva; prevención del cáncer de mama y del cáncer ginecológico; violencia de género). 1. Servicios y Programas sanitarios dirigidos a toda la población: Según la Encuesta de Salud de 2013, el 89,4% de las mujeres y el 90,7% de los hombres de la CAPV, están satisfechas y satisfechos con los servicios de salud. Con respecto a la satisfacción con la cobertura de sus necesidades de salud, las mujeres parecen sentirse algo menos satisfechas que los hombres. COBERTURA DE LAS NECESIDADES EN SALUD (2013) Satisfecha/o (cubre todas las necesidades) Cubre bastante bien aunque debieran incluirse algunas otras atenciones No cubre mis necesidades de salud MUJERES % 40,8 HOMBRES % 42,4 54 53,6 5,2 4 Fuente: Encuesta de Salud del Departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco Prácticas preventivas En la Encuesta de Salud del Departamento de Sanidad de 2013 se pregunta acerca de cuatro prácticas preventivas en los últimos 12 meses: vacunación contra la gripe; toma de tensión arterial; medición del nivel de colesterol; y medición del nivel de azúcar en la sangre. Los resultados indican que, a nivel general, apenas hay diferencias entre mujeres y hombres, pero cuando se tiene en cuenta la edad sí las hay. Normalmente, hasta los 44 años, estas prácticas están más presentes en las mujeres, pero a partir de esa edad, aumenta el porcentaje de hombres que llevan a cabo este tipo de prácticas. Grupo de Edad 15-24 Vacunación de la gripe (2013) Mujeres Hombres 3 4,2 Toma de la tensión arterial (2013) Mujeres Hombres 35,5 37,8 Medición del colesterol (2013) Mujeres Hombres 22,2 20,3 Medición del azúcar en sangre (2013) Mujeres Hombres 22,8 21,8 25-44 6,1 5,4 53,9 53,9 46,7 45,8 45,7 44,7 45-64 13,2 13,9 68,1 74,1 64,2 70,6 61,3 66,8 65-74 55,4 62,1 82,8 86 81,6 85 75,7 81,2 ≥ 75 77,3 84,3 90,6 89 84 86,3 81,2 84,6 Consejo médico A continuación se presentan datos sobre el porcentaje de mujeres y de hombres a quienes durante las consultas médicas o de enfermería se les ha preguntado, hablado o aconsejado acerca de cuestiones como: consumo de tabaco, consumo de alcohol, realización de ejercicio físico; hábitos sexuales; SIDA; y peso corporal. Las mayores diferencias se producen en relación al tabaco y al alcohol, hábitos sobre los que han sido preguntadas más mujeres que hombres, a pesar de ser mucho más frecuentes entre ellos. Durante las consultas médicas o de enfermería en alguna ocasión se les ha preguntado, hablado o aconsejado (2013) Se le ha preguntado si fuma MUJERES % 50,8 HOMBRES % 45,8 Se le ha preguntado cuanto alcohol bebe 47,9 39 Se le ha preguntado por el ejercicio físico que hace 48,8 46,4 Le han preguntado sobre sus hábitos sexuales 8,1 9 Se le ha hablado sobre el Sida 7,4 7 Le han pesado 38,9 42,1 Le han aconsejado sobre su peso corporal adecuado 30 29,9 Le han aconsejado sobre el ejercicio físico adecuado 31,4 33,4 Fuente: Encuesta de Salud del Departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Fuente: Encuesta de condiciones de vida (INE),(elaboración propia) 29 Consultas generales y especializadas El 14,8% de las mujeres y el 13% de los hombres de la CAPV han realizado consultas generales o de pediatría en los últimos 14 días previos a la encuesta (2013). El número de consultas médicas a las que han acudido las personas en los últimos 12 meses previos a la encuesta se muestran en la tabla siguiente. Número de consultas a las que han acudido en los últimos 12 meses (2013) Ninguna MUJERES % 12,9 HOMBRES % 21,7 1ó 2 32,8 34,5 De 3 a 9 42,9 35,6 Diez y más 11,4 8,2 Fuente: Encuesta de Salud del Departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco Los datos muestran que en los últimos 12 meses previos a la encuesta las mujeres acudieron a un mayor número de consultas. 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Urgencias 30 El 14% de las mujeres y el 12,9% de los hombres de la CAPV han sido atendidas en servicios de urgencia en los últimos 6 meses previos a la encuesta (2013). En todos los grupos intervalos de edad salvo de 0 a 14 y de 65 a 75 años, el porcentaje de mujeres atendidas es superior al de los hombres. Hospitalización El 7,6% de las mujeres y el 7,1% de los hombres de la CAPV han recibido hospitalización en los últimos 12 meses previos a la encuesta (2013). Si tenemos en cuenta la edad, salvo en el intervalo de edad que va de los 25-44 años, en el resto el porcentaje de hombres que han sido hospitalizados en los últimos 12 meses previos a la encuesta (2013), es superior al de las mujeres. En el intervalo de edad mencionado se produjeron el 96,3% del total de los partos del año 2013 (se incluyen las cesáreas), es decir 10.795 (el 12,8% del total de las hospitalizaciones de las mujeres). Hospital de día El 5,8% de las mujeres y el 5,6% de los hombres de la CAPV han sido atendidos en el hospital de día en los últimos 12 meses previos a la encuesta (2013). Los datos aportados apuntan a que en general las mujeres utilizan los recursos sanitarios asistenciales más que los hombres, probablemente debido a que tienen peor salud, tal y como se ha puesto de manifiesto en los diferentes datos aportados. 2. Servicios y programas específicos de salud dirigidos a las mujeres: Salud reproductiva En 2008, el Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco comenzó a dispensar gratuitamente la píldora postcoital, si bien siempre bajo indicación médica. El acceso se hacía a través de los centros de atención primaria, puntos de atención continuada (PAC) y, de manera excepcional, en urgencias hospitalarias. La pastilla formaba parte de un kit junto con un folleto informativo y un preservativo. En 2011, la Sanidad vasca adquirió 6.000 kits para repartirlos gratuitamente en los ambulatorios y en los PAC. En septiembre de 2009, la Ley de Salud sexual y Reproductiva aprobada en el Estado Español permitió que la “píldora del día después” (PDD) se dispensara sin receta médica. Los datos disponibles sobre su uso en la CAPV corresponden al estudio realizado en 2011 por la Sociedad Española de Contracepción22. Los resultados indicaron que sólo el 14,1% de las mujeres encuestadas había utilizado alguna vez la PDD. El 14,6% de estas mujeres afirmó que el motivo de su utilización había sido no utilizar método anticonceptivo. El lugar donde adquirió la PDD fue en la farmacia (31,2%); en el centro de atención primaria (27,1%); servicio de urgencia (18,7%); centro de planificación familiar (20,8%); y ginecóloga o ginecólogo habitual (2,1%). Un 9,7% afirmó haber tenido dificultades para su obtención. En esa misma encuesta se les preguntó si en los últimos 12 meses había acudido al médico por alguna cuestión relacionada con la anticoncepción, y el 95,8% respondió que no. 22 http://www.sec.es/area_cientifica/AU/estudiocomunidades.php 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Píldora post-coital 31 Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) Las mujeres residentes en la CAPV que se sometieron a la IVE en 2012 fueron 3.913. Para poder presentar datos por edad hemos recurrido a los del año 2011. Los datos reflejan que el mayor porcentaje de mujeres que se sometieron a una IVE se concentra fundamentalmente entre los 20 y los 39 años (67,4%). GRUPOS DE EDAD < 15 MUJERES QUE SE SOMETIERON A UNA IVE (2011) 10 (0,2%) 15-19 416 (10,1%) 20-24 851 (20,6%) 25-29 1003 (24,2%) 30-34 934 (22,6%) 35-39 649 (15,7%) 40-44 254 (6,1%) > 44 21 (0,5%) Total 4.138 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Fuente: Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad 32 Partos: Según los datos disponibles (todavía provisionales), en 2013 se produjeron 19.089 nacimientos. En cuanto a las características de los partos que se producen en la CAE, los datos más recientes corresponden a 2009 (Eustat y Dpto. de Sanidad del Gobierno Vasco, 2012). Esta es la información disponible. INFORMACIÓN SOBRE LOS PARTOS EN LA CAE (2009) Partos 20.884 Por vía vaginal 17.880 Por cesárea 3.004 Partos múltiples Partos con anestesia epidural Abortos Fallecimientos perinatales Fallecimientos neonatales Neonatales precoces 484 15.877 2.303 70 24 14 La tasa de cesáreas se considera un indicador de buena práctica relacionando una baja tasa con un buen control del embarazo y con una correcta asistencia al parto. La OMS recomienda no superar el 15% de los nacimientos por cesárea. La CAPV presenta la tasa de cesáreas más baja del Estado Español, 12,64. Recursos relacionados con la prevención del cáncer Programa de detección del cáncer de mama Datos de 2013 informan de que el 92,8% de las mujeres de 50 a 69 años han recibido la carta del Programa. El 86,6% de esas mujeres acudieron a realizarse la prueba. El 2,6% de las mujeres de 50 a 69 años respondieron en la encuesta de salud de 2013 que nunca se les había realizado una mamografía. Este dato sube hasta el 40,6% entre las mujeres de 40-49 años. Programa de detección del cáncer ginecológico El cáncer genital que afecta a las mujeres, en la CAPV supone, aproximadamente, el 13% de los procesos neoplásicos que estas padecen, y concretamente el cáncer de cérvix algo más del 2%. Su tasa de mortalidad es de 2,0/100.000, según datos disponibles de 2006 (Osakidetza, Programa de cribado de cáncer de cuello de útero). Los programas de cribado han demostrado ser capaces de disminuir la incidencia del cáncer de cérvix en más del 80%, siempre que sean programas organizados, con altos niveles de calidad en todas las fases del proceso y con suficiente cobertura de la población diana. Desde hace aproximadamente 20 años, Osakidetza oferta la realización de citologías para la detección de lesiones precancerosas del cérvix uterino de forma oportunista; es decir, no se trata de pruebas realizadas específicamente para detectar el cáncer de cérvix, por lo que contiene 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO La lucha contra el Cáncer de mama en la CAPV contempla el Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama (PDPCM) y una serie de estrategias y acciones cuyo objetivo prioritario es garantizar el diagnóstico rápido ante síntomas de alarma y los tratamientos más eficaces e integrales. Es un programa dirigido a mujeres de la CAPV de 50 a 69 años mediante la realización de mamografía bilateral en doble proyección, con carácter bienal. 33 una serie de limitaciones que se mencionan en el documento “Programa de cribado de cáncer de útero en Osakidetza”23. La periodicidad en la realización de las citologías ha sido motivo de controversia. En marzo de 1999 un amplio grupo de profesionales de ámbitos implicados en la prevención y tratamiento del Cáncer de Cérvix elaboró un documento titulado “Documento de Consenso. Prescripción de citologías de Cérvix en Osakidetza/Servicio Vasco de Salud” que fue aprobado y difundido por la Secretaría del Consejo Asesor sobre el Cáncer. Protocolo para la detección precoz de lesiones pre-invasivas de cérvix (1999) 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO CRITERIOS 34 Realizar despistaje de lesiones preinvasivas a través de citología de cérvix mediante test de Papanicolau. A las mujeres que son o han sido sexualmente activas detección oportunista al acudir a consulta médica por cualquier causa. Edad recomendada: de 25 a 59 años (ambos inclusive) Tras dos citologías iniciales negativas que difieran un año, se seguirá con una periodicidad de 3 ó 5 años (en función de factores de riesgo). Mujeres mayores de 60 años Si no hay citologías previas, también serán susceptibles de ser estudiadas. Detectar factores de riesgo − Presencia de antecedentes de enfermedades Establecer protocolos específicos de seguimiento en los casos individualizados de transmisión sexual o signos citológicos previos de infección por HPV. − Multiplicidad de relaciones sexuales no protegidas (propias o de la pareja) − Mujeres con enfermedad de transmisión sexual activa. − Presencia de condiloma. − Existencia de lesiones displásicas epiteliales o cáncer in situ. El 20,3% de las mujeres de la CAPV nunca se han realizado una citología vaginal. Por edades, el 63,4% de las mujeres de 15 a 24 años; el 13% de las mujeres de 25 a 44 años; y el 3,8% de las mujeres de 45 a 64 años. El 15,9% hace más de 5 años que se hizo esta prueba. 23 http://www.osakidetza.euskadi.net/contenidos/informacion/publicaciones_informes_estudio/e s_pub/adjuntos/programaCribadoCancerCervix.pdf Siguiendo recomendación del Comité Asesor de Vacunaciones de Euskadi, el Departamento de Sanidad, en noviembre de 2007, tomó la decisión de incluir la vacuna frente al virus del papiloma humano. El objetivo de la vacunación es la reducción de las infecciones por virus del papiloma humano y de sus posibles consecuencias, principalmente cáncer de cuello de útero. La máxima eficacia de la vacuna se alcanza si se administra antes del inicio de las relaciones sexuales por lo que en la CAPV se administra en los centros escolares, a todas las niñas y adolescentes que cursan 1er curso de Educación Secundaria Obligatoria (1º ESO), previo consentimiento expreso de los padres, madres o tutores. Violencia contra las mujeres: Protocolo de actuación en el ámbito Sanitario La actuación del personal sanitario ante las mujeres víctimas de maltrato o de violencia sexual que acuden a un Centro Sanitario, bien sea a una consulta de Atención Primaria, Especializada o a un Servicio de Urgencias, tanto en el ámbito privado como público, se deberá ajustar a lo establecido en este Protocolo Sanitario del Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco. Si bien se sabe que entre enero y noviembre de 2013, el número de victimizaciones ha sido de 4.598, han sido escasos los datos encontrados sobre detección e intervención en los diferentes recursos sanitarios de la CAPV. De hecho el último Programa Salud y Mujeres (2009-2012) planteaba la implantación de un sistema de registro de casos de violencia de género en los servicios sanitarios. Los únicos datos encontrados corresponden a 2008 y están disponibles en el Informe de Evaluación sobre el alcance y la eficacia de los recursos sanitarios en materia de maltrato doméstico contra las mujeres (Emakunde). Se refieren a casos de sospechas registrados y los partes de lesiones remitidos al juzgado: − − − El número de casos de sospechas registrado en la Red Hospitalaria fue de 299. Desde Atención Primaria se remitieron al Juzgado 246 partes de lesiones y 470 desde la Red Hospitalaria. De salud mental no se disponen de datos. 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO La actuación del Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco y de Osakidetza en materia de violencia contra las mujeres se enmarca en el II Acuerdo Interinstitucional para la mejora en la atención a las mujeres víctimas de maltrato en el ámbito doméstico y de la violencia sexual y se recoge en un protocolo de actuación para el ámbito sanitario 35 2.3. DESIGUALDADES EN LA PARTICIPACIÓN DE MUJERES Y HOMBRES Una de las dimensiones de la equidad de género en la salud es la participación en la gestión24. Este tipo de equidad requiere de una participación igualitaria de mujeres y hombres en la toma de decisiones en la definición de prioridades y la asignación de los recursos necesarios para asegurar la salud. Los datos que a continuación presentamos nos hablan de una presencia mayoritaria de mujeres en el sector sanitario, tanto como estudiantes y como profesionales (incluido el ámbito de la investigación). 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO El último informe publicado sobre la situación de las mujeres y los hombres en la UPV/EHU correspondiente al curso 2009-201025, informa de que el 78% del alumnado matriculado en estudios de Grado en Ciencias de la Salud son mujeres. Las mujeres representan: el 87% en estudios de enfermería; el 75% en farmacia; el 74% en medicina y odontología; y el 78% en psicología. 36 Por su parte, en los estudios de Postgrado, las mujeres representan el 77,33% de las personas matriculadas en el campo de las Ciencias de la Salud. Con respecto a las tesis leídas en este campo del conocimiento, ellas son autoras del 67,35%. Los datos de la tabla sobre profesionales sanitarios colegiadas y colegiados desagregados por sexo (Eustat, 2012), muestra una mayor presencia de mujeres en 7 de las 8 profesiones, en medicina donde existe un mayor equilibrio. Profesiones sanitarias (2012) Medicina Odontología y Estomatología Farmacia Mujeres colegiadas 51% Hombres colegiados 49% 61% 39% 79,7% 20,3% Veterinaria 45% 55% Podología 67,9% 32,1% Fisioterapia 73,6% 26,4% Enfermería 89,9% 10,1% 68,8% 31,2% Óptica/Optometría Fuente: Eustat (elaboración propia) También los datos sobre personal (con dedicación plena) en I+D en Ciencias Médicas (Eustat, 2012) nos informan de una mayor presencia de 24 Distribución justa por sexo del trabajo, las compensaciones y el poder en la toma de decisiones. 25http://www.berdintasuna.ehu.es mujeres, 55,7% frente al 44,3% de hombres y lo mismo sucede en I+D en Biotecnología (Eustat, 2012): el 56,6% del personal de investigación; el 70,2% del personal técnico; y el 52,9% del personal auxiliar son mujeres. Veamos ahora cuál es la situación de las mujeres y los hombres en cuanto a: presencia en algunos colegios oficiales de profesiones sanitarias; cargos en las Unidades de Investigación de la Red Pública Vasca; en el Departamento de Sanidad y Osakidetza; y en algunos sindicatos específicos del sector sanitario. Colegios oficiales de profesiones sanitarias En la consulta de las páginas web de los colegios oficiales de enfermería, farmacia, medicina y psicología de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa hemos encontrado lo siguiente: Enfermería Farmacia Medicina Psicología TOTAL Mujeres Presidentas o Decanas 3 1 0 1 5 (41,7%) Hombres Presidentes o Decanos 0 2 3 2 7 (58,3%) TOTAL 3 3 3 3 12 Fuente: páginas webs (elaboración propia) Cargos en las Unidades de Investigación de la Red Pública Vasca Según recoge la página web de Sanidad, en Euskadi hay un total de 7 Unidades de Investigación públicas: de Atención Primaria en Bizkaia y en Álava; del Hospital de Cruces; del Hospital de Galdakao; del Hospital de Basurto; del Hospital de Txagorritxu; y la Unidad de Epidemiología clínica e investigación del Hospital Donostia. Tras consultar si la persona responsable de dichas unidades es una mujer o un hombre, hemos encontrado que en los siete casos este cargo lo ocupa un hombre. Cargos en el Departamento de Salud del Gobierno Vasco y sus Organismos Autónomos y Entes Públicos26 Tanto la consejería como la viceconsejería de Sanidad del Gobierno vasco están encabezadas por un hombre. Las siete Direcciones que componen el resto del organigrama están lideradas por 5 mujeres y 2 hombres. Revisadas páginas web del Departamento de Sanidad (incluyendo el apartado de Osakidetza). 26 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Colegios oficiales de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa (2012) 37 Al frente de la Dirección de Osakidetza está un hombre y lo mismo sucede con los siguientes servicios: Emergencias; Centro vasco de transfusiones y tejidos humanos; y Osatek. También la Fundación Vasca para la Innovación e Investigación SanitariaBIOEF está dirigida por un hombre. Sindicatos específicos del sector sanitario El análisis de la presencia de mujeres y hombres en los cargos de presidencia y secretarías, en tres sindicatos específicos del sector sanitario (según información obtenida a partir de sus páginas web), nos informa de importantes desequilibrios, a pesar de la presencia mayoritaria de mujeres empleadas en este sector. 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Sindicato Médico: tanto la presidencia de las tres delegaciones territoriales como la de ámbito autonómico está ocupada por hombres. Lo mismo sucede con la secretaría, que, salvo en la delegación de Bizkaia, en el resto, incluida la de Euskadi, también están ocupadas por hombres. 38 Sindicato de enfermería: a nivel autonómico, la secretaría general está ocupada por un hombre, la de organización por una mujer y la de servicios y finanzas por hombres. A nivel provincial, la secretaría de Bizkaia y Alava la ocupa una mujer y la de Gipuzkoa un hombre. Sindicato de Auxiliar de Enfermería: tanto la secretaría, como la vicesecretaria y los tres secretariados están ocupados por mujeres. 2.4. INCIDENCIA DE LAS NORMAS SOCIALES Y VALORES Las normas y valores sociales adscritos a cada sexo condicionan las experiencias vitales de las personas y, por lo tanto, su salud. A la hora de explicar este hecho, muchos estudios apuntan, entre otros, a la socialización de género, las estructuras normativas y los roles de género.27 Los Roles de género asignados y transmitidos durante el proceso de socialización conllevan un abanico de comportamientos aceptables, amparado por normas sociales y que difieren según el sexo. Estas normas sociales definirían lo “correcto” para cada sexo, determinando la estructuración social de los roles de género. Los roles ocupacionales y familiares son centrales en la vida de las personas. El trabajo productivo (remunerado) y reproductivo (no remunerado) tienen unas complejas relaciones con el género y con la salud, pues traduce las estructuras normativas de socialización y de oportunidades. Las desigualdades en los trabajos condicionarán la forma en que mujeres y hombres percibirán su salud y enfermarán, las conductas y estilos de vida, así como la utilización de los servicios sanitarios. Dos funciones fundamentales atribuidas a las mujeres, desde los patrones culturales tradicionales, son la maternidad, y por extensión, el proveer de atención y cuidado a las personas dependientes (menores, personas ancianas o familiares con alguna discapacidad). Sobre la relación de la maternidad con la salud, autoras como Solé y Parella (2004)28 plantean que, desde una dimensión social no es posible hablar de un único patrón de maternidad, sino que es preciso hablar de distintas maternidades, y que partir de modelos “ideales” o “normales” (maternidad intensiva) puede provocar efectos perniciosos en la salud física y mental de las mujeres que no pueden o no quieren ajustarse a estos Rohlfs, I., Borrell, C. y Fonseca, M. do C (2000). Género, desigualdades y salud pública: conocimientos y desconocimientos. Gaceta Sanitaria, 14 (Supl.3), pp. 60-71. 28 Solé, C y Parella S. (2004). Nuevas expresiones de la maternidad. Las madres con carreras profesionales. RES, nº4, pp. 67-92 27 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO La socialización de género es el proceso mediante el cual las personas desarrollan una personalidad como resultado del aprendizaje de los contenidos de una cultura dada y por medio del cual una cultura es transmitida de una generación a otra. La clasificación de las personas según su sexo biológico se acompaña de la identidad social que presupone y naturaliza unos espacios, funciones y actividades determinantes para cada sexo. En nuestras sociedades esta socialización comienza desde el nacimiento, “reconoce” dos identidades de género, la masculina y la femenina, y no hay igualdad de condición entre los dos géneros. Durante este proceso de socialización, la familia, la escuela, el grupo de pares…son transmisoras de los valores y las normas. 39 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO patrones. Añaden que estos imaginarios refuerzan la inseguridad y el sentimiento de culpa de muchas madres jóvenes, sobre todo la de aquellas en tienen una vida diaria más complicada y difícil de gestionar. Por su parte, el ejercicio del rol de proveedoras de atención y cuidado a personas dependientes requiere un gasto significativo de energía y tiempo para la persona cuidadora, a menudo durante meses y años, y supone la realización de tareas, algunas displacenteras, que afectan a su vida. Algunas de las consecuencias mencionadas en numerosos estudios son: se reduce el tiempo de ocio, cansancio, no tener vacaciones, no frecuentar amistades, sentirse deprimida, deterioro de la salud, no poder trabajar fuera, no disponer de tiempo para cuidar de sí mismas, problemas económicos, reducción de su jornada de trabajo y dejar de trabajar. La larga duración de la atención y la falta de colaboración o corresponsabilidad por parte de otras personas puede conducir a situaciones de estrés, pérdida de salud (dorsalgias, lumbalgias de repetición, malestar psíquico) e insatisfacción. 40 Muchas personas cuidadoras de familiares con enfermedades crónicas, se ven desbordadas por la situación y no siempre cuentan con los apoyos socio-sanitarios precisos para desarrollar su papel con eficacia y sin deterioro de su propia salud y calidad de vida. Al rol de “cuidadora” que se caracteriza por una limitación de intereses se añade, frecuentemente, el de “ama de casa” y esta suma de funciones es una mezcla explosiva que implica sensación de desesperanza y aislamiento y que puede conducir al denominado síndrome del cuidador quemado. Por último señalar que as expectativas actuales de autosuficiencia de las familias (alta hospitalaria precoz en muchos procesos, desinstitucionalización de la enfermedad mental, conveniencia de mantener en su medio a personas ancianas, personas con enfermedades en fase terminal y/o con discapacidad) siguen reforzando esta asignación desigual para hombres y mujeres. También, el género, o más concretamente el androcentrismo y sus consiguientes sesgos de género condicionan la práctica médica en su conjunto: teoría, investigación, praxis (diagnóstico y tratamiento) y asignación de servicios y recursos sanitarios. El Androcentrismo conlleva una visión del mundo que sitúa al hombre como centro de todas las cosas. Esta concepción de la realidad parte de la idea de que la mirada de los hombres es la única posible y universal, por lo que se generaliza para toda la humanidad, sean hombres o mujeres. El androcentrismo conlleva la invisibilidad de las mujeres y de su mundo, la negación de una mirada femenina y la ocultación de las aportaciones realizadas por las mujeres. En relación a la salud de las mujeres, esta mirada establece una forma de conocimiento sesgado, lo que conlleva que los hallazgos y resultados de las investigaciones realizadas bajo este pensamiento único, aun siendo parciales, se generalicen y extrapolen a las mujeres (sesgos de género). Los sesgos de género tienen consecuencias negativas para la salud de las personas, sobre todo de las mujeres. Los cometidos en la investigación realizada con mirada androcéntrica, trascienden a la formación de profesionales y a la intervención sanitaria. A pesar de que tradicionalmente se ha considerado la ciencia como objetiva, la epistemología feminista ha considerado que muchas de sus aplicaciones, formas de definir los problemas de investigación y de diseñar experimentos, modos de construir y conferir significados a la investigación se han desarrollado de forma sesgada a favor del género masculino. Los sesgos de género se pueden desarrollar en el contexto de descubrimiento (desarrollo de la hipótesis de trabajo), pero también se pueden producir en el contexto de la justificación (en la metodología). De hecho, uno de los principales efectos de los sesgos de género en investigación es un conocimiento parcial o incorrecto de los resultados, los cuales son sistemáticamente diferentes de los valores reales. En marzo de 2007, momento en que se publicó en España la Ley Orgánica 3/2007 para la Igualdad efectiva de mujeres y hombres, se realizó un estudio para valorar si el tratamiento de datos en los ensayos clínicos (EC) contemplaba la desagregación por sexo. Los autores del estudio concluyeron que en el 80% de los resúmenes revisados no existía ninguna información relativa al sexo en los apartados de resultados y conclusiones. Algunos ejemplos de sesgos negativamente a las mujeres son: en la investigación que afectan Sesgo de medición en epidemiología social: un ejemplo es el “sesgo familiar”, considerar como unidad de investigación la familia al estudiar los cuidados informales, haciendo invisible el hecho de que son principalmente las mujeres quienes se dedican al cuidado de menores y de personas mayores. Chilet Rosell, E. (2011). Un marco teórico para analizar el sesgo de género en la investigación epidemiológica: haciendo visible lo invisible. Feminismos, 18, diciembre, pp. 353363. 29 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO El sesgo de género en investigación se define como «un error sistemático en el enfoque de género relacionado con el constructo social, que erróneamente considera a hombres y mujeres iguales/diferentes tanto en la exposición a factores de riesgo como en la historia natural y social de la enfermedad (inicio o pródromos, fase consolidada, respuesta a los tratamientos y pronóstico)29. 41 Sesgo de selección en epidemiología social: un ejemplo es la infrarrepresentación de mujeres en investigación sobre los riesgos químicos. Se consideran los mismos valores para hombres y mujeres en los valores umbral de exposición en las evaluaciones de riesgos químicos en salud laboral, debido a la falta de información específica en mujeres, a pesar de que son conocidas las diferencias por sexo en el metabolismo. Así mismo, no se consideran características relevantes de profesiones llevadas a cabo mayoritariamente por mujeres, como son las peluqueras con más horas de exposición y exposición cutánea (no sólo por inhalación). 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Sesgo de selección en epidemiología clínica: Durante años, las mujeres fueron excluidas de los ensayos clínicos por temor a los efectos que la exposición a nuevos fármacos pudiese tener en el embarazo. En los años 90, tras el trabajo reivindicativo de grupos feministas, National Health Institutes y la Food and Drug Administration reformularon sus guías para que las mujeres participaran en los ensayos clínicos. Aunque la participación de las mujeres ha aumentado, su participación en ensayos de fase I y fase II es menor, por tanto, información referente a seguridad puede ser desconocida. 42 Sesgo de medición en epidemiología clínica: Aunque las mujeres están siendo incluidas en los ensayos clínicos, los resultados por sexo apenas se incluyen en los ensayos clínicos publicados. Un ejemplo claro es que sólo el 31% de los ensayos clínicos analizados en las Guías publicadas por la American Heart Association, incluía el análisis de los resultados por sexo. En relación a las enfermedades cardiovasculares, el sesgo de género lleva al retraso entre la presencia de síntomas y la obtención de tratamiento. El estudio IBERICA realizado en 2004 (que incluye 8200 infartos de miocardio en el Estado Español)30 muestra que las mujeres experimentan mayores retrasos desde la presentación de síntomas hasta el ingreso hospitalario. Sus consecuencias son importantes, como se ha observado en la evitable mayor tasa de letalidad hospitalaria en mujeres que en hombres por infarto de miocardio. Existe un sesgo de género en el diagnóstico y el tratamiento de algunas dolencias. A igualdad de patologías o sintomatología se tiende a explorar a fondo a los hombres y a prescribir ansiolíticos y antidepresivos a las mujeres. Las enfermedades crónicas prevalentes entre las mujeres no han sido todavía bien estudiadas; este es el caso de las enfermedades autoinmunes, las endocrinológicas, las artritis o el dolor articular. Al mismo tiempo la mayoría de estudios sobre enfermedades de las mujeres se han 30 Revista Española de Cardiología, 57, Nº06, pp. 514-523. centrado en la salud reproductiva, lo que con mucha frecuencia ha producido una “obstétrico-ginecologización” de la salud de las mujeres. Una importante proporción de profesionales de la atención primaria califican a sus pacientes mujeres, de excesivamente “quejicas” al expresar sus problemas de salud, y a menudo catalogan sus enfermedades como psicosomáticas. Las investigaciones sobre el sesgo de género en el esfuerzo terapéutico se centran en el acceso a los hospitales de ambos sexos para igual necesidad, la comparación de los tiempos de demora y de espera desde los primeros síntomas hasta la atención sanitaria, los tipos de estrategias terapéuticas y el consumo y el gasto de medicamentos por sexos. Por sus objetivos, también se incluyen las investigaciones de sobre-prescripción de terapias en problemas de salud de mayor prevalencia o exclusivos de mujeres. El hecho de que haya una mayor utilización del hospital por parte de los hombres es considerado un indicador de sesgo de género en el esfuerzo terapéutico porque ese hecho no es sólo responsabilidad de las y los pacientes, sino que está mediada por las y los profesionales de atención médica y el sistema sanitario. Dos estudios que abordan este tipo de sesgo son: el desarrollado en Cataluña en el que se analizaron datos entre 1990 y 1997 (Brugulat, Séculi, Fusté, 2001)31; y el estudio realizado en Gipuzkoa32 sobre el infarto de miocardio con ingreso hospitalario. También los sesgos de género se apuntan como uno de los factores que explican la mayor prescripción y consumo de fármacos psicótropos en mujeres. Si bien puede reflejar una mayor prevalencia de depresión y ansiedad en éstas, o que al quejarse induzcan a una mayor prescripción a ellas que a hombres, también se apunta a que el personal médico atribuya síntomas físicos (o de presentación atípica) a factores psicológicos más fácilmente en las mujeres que en los hombres, o tiendan a prescribir fármacos para síntomas depresivos de baja intensidad a las mujeres más que a los hombres. Brugulat P, Séculi E, Fusté J. Estado de salud y género en Cataluña. Una aproximación a través de las fuentes de información disponibles. Gaceta Sanitaria, 15, pp. 54-60. 32 Larrañaga N, Baterretxea M. (2002). Infarto agudo de miocardio con ingreso hospitalario en Gipuzkoa. Gaceta Sanitaria, 16(Supl 1), 60. 31 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Por otra parte, se supone, sin haber sido probados, que existen diagnósticos con más prevalencia entre las mujeres, como la depresión o la ansiedad; si bien sí ha sido probado el bajo umbral de las y los profesionales médicos para identificar la depresión en las mujeres, cuando estas refieren en sus consultas un estado de ánimo depresivo; y como consecuencia se les prescribe más ansiolíticos y antidepresivos. 43 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO El sesgo de género en el circuito del dolor de las mujeres conlleva errores de diagnóstico, atribuyendo causas psicológicas, cuando hay enfermedades orgánicas y al contrario, lo que genera tratamientos erróneos que pueden causar iatrogenia si no están correctamente indicados (Ministerio de Sanidad y Consumo, 2007)33. Es fundamental conocer mejor el dolor en los hombres y sobre todo en las mujeres, principales afectadas, ya que parece que tanto su cuadro clínico como la atención que reciben es diferente a la de los hombres. Por ejemplo, parece que los hombres con fibromialgia tienen peor percepción de salud que las mujeres, consultan más especialistas antes de recibir el diagnóstico y reciben tratamiento farmacológico diferente al de ellas. Sin embargo, a un 70% de los hombres se les reconoce la invalidez permanente por esta enfermedad, mientras sólo se les reconoce a un 42,6% de las mujeres afectadas. 44 Otra problemática relacionada con la salud y el sistema sexo-género es la medicalización de los cuerpos de las mujeres, incluidos procesos como el embarazo, el parto y el puerperio. Medicalizar es aplicar medicamentos o hacer intervenciones médicas innecesarias o excesivas. Por ejemplo, en fenómenos vitales como la menopausia (aplicando durante décadas la terapia hormonal sustitutiva sin estudios de calidad que la avalaran), la menstruación, el embarazo y el parto, o la propia vejez, que dejan de contemplarse como procesos naturales, como etapas de la vida que el cuerpo puede afrontar con sus propios recursos. Otra forma de medicalizar consiste en reducir la multicausalidad de los síntomas que presenta una persona a uno sólo para tratarlo farmacológicamente. Por ejemplo, cómo se aborda la fibromialgia, una etiqueta que no representa una enfermedad concreta sino un cuadro de síntomas que en cada caso puede tener un origen distinto (se aborda únicamente el dolor porque es el denominador común obviando el resto de los síntomas) 34. En relación a la medicalización de los procesos naturales como el embarazo, el parto y el puerperio35, se ha constatado que en la mayoría de las sociedades occidentales desde mediados del siglo XX, estos procesos dejan de ser atendidos por mujeres, parteras y comadronas, sin formación médica fuera del ámbito sanitario, para pasar a ser atendidos en el hospital; lo que reafirma las bases de la hegemonía de la institución médica con poder sobre la salud, la enfermedad y el nacimiento. 33 Informe Salud y Género 2005 34 http://www.caps.cat/images/stories/Medicalizacion_de_la_vida_y_la_salud_Xarxa_de_salut_M argarita_Lopez_Carrillo.pdf 35 Montes-Muñoz MJ (2007). Las culturas del nacimiento. Representaciones y prácticas de las mujeres gestantes, comadronas y médicos [tesis]. Tarragona: Universitat Rovira i Virgili. Con esa transición de lo privado a lo público, este proceso deja de ser un fenómeno compartido por las mujeres con sus redes sociales, pasando a ser el personal médico, principalmente obstetras, quienes dirigen, deciden y están presentes durante el mismo. Se concibe como un acontecimiento aislado de su entorno, igual y uniforme para todas las gestantes, basado fundamentalmente en su carácter biológico. Para finalizar este apartado, se subraya la necesidad de realizar estudios que permitan conocer mejor los factores que intervienen en las decisiones de las mujeres y los hombres y en las del personal sanitario porque ello ayudaría a conocer mejor el uso que ambos realizan de los servicios sanitarios. También se considera necesario llevar a cabo investigaciones que aporten más luz sobre las diferentes conductas ante el enfermar de mujeres y hombres, y el papel de los estereotipos de género en la toma de decisiones en la asistencia sanitaria. 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Dos razones generales que se señalan como explicativas de la medicalización del cuerpo femenino y su capacidad reproductiva son: el hecho de que la ginecología históricamente lo ha asumido como patológico o defectuoso; y las bajas tasas de natalidad, que constituyen un medio indirecto de control social de las mujeres, ya que la necesidad de controlar todos los embarazos y partos para que lleguen a buen término, abre el camino a la actividad normativa y controladora de la medicalización. 45 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO 2.5. MANDATOS ESPECÍFICOS EN MATERIA DE IGUALDAD: 46 MANDATOS EN MATERIA DE IGUALDAD INSTRUM. JURÍDICOS Garantizar por parte de la Administración de la Comunidad Autónoma la igualdad de trato y oportunidades de mujeres y hombres en la investigación y atención relacionada con la salud, mediante la consideración de las diferentes situaciones, condiciones y necesidades de hombres y mujeres y, cuando sea necesario, mediante el desarrollo de políticas específicas. Promover entre las personas profesionales y usuarias y los agentes sociales implicados en el sistema de salud el análisis, debate y concienciación en torno a las diferencias de mujeres y hombres relativas a dicho ámbito. Art. 44.2 Ley 4/2005 Integrar en la formulación, desarrollo y evaluación de las políticas, estrategias y programas de salud las distintas necesidades de mujeres y hombres y las medidas necesarias para abordarlas adecuadamente. Art. 27.1 Ley O 3/2007 Garantizar, desde las Administraciones públicas, un igual derecho a la salud de las mujeres y hombres, a través de la integración activa, en los objetivos y en las actuaciones de la política de salud, del principio de igualdad de trato, evitando que por sus diferencias biológicas o por los estereotipos sociales asociados, se produzcan discriminaciones entre unas y otros. Art. 27.2 Ley O 3/2007 Integrar en los objetivos y actuaciones de las políticas, estrategias y programas de salud el principio de igualdad entre mujeres y hombres, evitando que, por sus diferencias físicas o por los estereotipos sociales asociados, se produzcan discriminaciones entre ellos en los objetivos y actuaciones sanitarias. Art. 3.4 Ley 14/1986 Prestar los servicios a las usuarias y los usuarios del Sistema Nacional de Salud en condiciones de igualdad efectiva y calidad, evitando especialmente toda discriminación entre mujeres y hombres en las actuaciones sanitarias. Art.2 a) Ley 16/2003 Contribuir desde las administraciones públicas vascas Art. 44.1 Ley 4/2005 a la mejora de la salud de las mujeres durante todo su ciclo vital, considerando de forma especial aquellos problemas de salud que tienen en ellas mayor incidencia Desarrollar desde las Administraciones públicas, a Art. 27.3 Ley O 3/2007 través de sus Servicios de Salud y de los órganos competentes en cada caso, y de acuerdo con el principio de igualdad de oportunidades, actuaciones encaminadas a la adopción sistemática de iniciativas destinadas a favorecer la promoción específica de la salud de las mujeres, así como a prevenir su discriminación; el fomento de la investigación científica que atienda las diferencias entre mujeres y hombres en relación con la protección de su salud (accesibilidad, esfuerzo diagnóstico y terapéutico, tanto en sus aspectos de ensayos clínicos como asistenciales); a considerar, dentro de la protección, promoción y mejora de la salud laboral, del acoso sexual y el acoso por razón de sexo; integrar el principio de igualdad en la formación del personal al servicio de las organizaciones sanitarias, garantizando en especial su capacidad para detectar y atender las situaciones de violencia de género; garantizar la presencia equilibrada de mujeres y hombres en los puestos directivos y de responsabilidad profesional del tratar los datos desagregados por sexo, siempre que sea posible, en registros, encuestas, estadísticas u otros sistemas de información médica y sanitaria. Adoptar, desde la Administración sanitaria, a la hora Art. 44.3 Ley 4/2005 de diseñar los procesos asistenciales, medidas para aliviar la carga de trabajo derivada del cuidado de personas con problemas de salud que se realiza en el ámbito doméstico de forma no remunerada y mayoritariamente por mujeres. (formación, Acción 2.1.6 Políticas de acceso a consultas…) dirigidos a minimizar el impacto Salud para Euskadi 2013-2020 Desarrollar estrategias y mecanismos del cuidado de los enfermos/as en la salud de los cuidadores o cuidadoras informales. 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO conjunto del Sistema Nacional de Salud; y obtener y 47 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO 48 Cubrir, desde las administraciones públicas vascas, las necesidades derivadas del ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos a través de programas, tanto preventivos como asistenciales, dirigidos, entre otros aspectos, a facilitar la planificación sexual y a evitar embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual. Art. 44.4 Ley 4/2005 Incrementar el número de mujeres, jóvenes y adultas, que desarrollan relaciones y comportamientos afectivo-sexuales ajustados a sus deseos e intereses, desde la diversidad sentimental y sexual. Obj. 2.2.4. VI Plan para la Igualdad de Mujeres y Hombres en la CAE. Obrar desde las administraciones públicas vascas, en todos y cada uno de los casos en los que participen, teniendo en cuenta que las personas deben ser tratadas de acuerdo con su identidad de género, la que se corresponde con el sexo al que sienten pertenecer. Además, se adoptarán medidas contra la transfobia; se proporcionarán servicios de asesoramiento y apoyo a las personas transexuales, sus familiares y personas allegadas; se establecerá reglamentariamente la posibilidad de que las personas transexuales cuenten, mientras dure el proceso de reasignación de sexo, con documentación administrativa adecuada; se proporcionará desde Osakidetza-Servicio Vasco de Salud, gratuitamente, la atención sanitaria requerida; se establecerá una guía clínica para la atención de las personas transexuales. También recoge medidas en relación al ámbito laboral y educativo. Arts. 4-18 Ley 14/2012 Desarrollar programas de prevención en la población, con especial incidencia en jóvenes, y hombres que tienen sexo con hombres, y promover el empoderamiento de las mujeres en su autonomía, toma de decisiones sobre su sexualidad, desarrollo de prácticas de autocuidado y reducción de prácticas de riesgo. Acción 2.11.1 Políticas de Salud para Euskadi 2013-2020 Promover una vivencia de la sexualidad saludable, placentera e igualitaria y ofrecer una atención integral, continuada y de calidad durante el proceso reproductivo. Obj. 5.3 Políticas de Salud para Euskadi 2013-2020 Obj. Operativo 2.2.3. VI Plan para la Igualdad de Mujeres y Hombres en la CAE. Desarrollar políticas para mejorar las capacidades de la población infantil y juvenil de Euskadi de vivir saludablemente, para minimizar los riesgos de las conductas no saludables y para mejorar las oportunidades sociales y afectivas, teniendo en cuenta la perspectiva de género. Obj. General, Área Prioritaria 4 Políticas de Salud para Euskadi 2013-2020 Diseñar e implantar una estrategia de alimentación saludable para la población de Euskadi teniendo en cuenta las desigualdades sociales y de género en los patrones de consumo. Obj. 5.2 Políticas de Salud para Euskadi 2013-2020 Incrementar la adecuación de las respuestas y los recursos (de servicios sociales y para la inclusión, económicos, sanitarios, educativos, culturales, de empleo, justicia, seguridad y vivienda), ofertados por las instituciones, a las necesidades de las mujeres en riesgo de exclusión. Obj. Operativo 3.2.2. VI Plan para la Igualdad de Mujeres y Hombres en la CAE. Aumentar el número de servicios de atención que cuentan con los recursos necesarios para dar respuesta a situaciones de necesidad derivadas de la pertenencia a grupos en riesgo o en situación de discriminación múltiple. Obj. Operativo 8.2.4. VI Plan para la Igualdad de Mujeres y Hombres en la CAE. Reducir las desigualdades sociales y de género en salud en la población de la CAPV, mejorando la situación de los grupos más desfavorecidos. Área prioritaria 1, meta, Políticas de Salud para Euskadi 2013-2020 Examinar las desigualdades en materia de salud y los colectivos vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, desde una perspectiva general de igualdad y discriminación. Hace una mención explícita al hecho de que las mujeres suelen vivir más años, aunque también lo hacen en malas condiciones de salud y, como consecuencia de una vida laboral más corta, disfrutan de peores prestaciones de jubilación, algo que repercute directamente en su acceso a la asistencia sanitaria y a los medicamentos. Apartado 5.4.2 Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre reducción de las desigualdades en Salud en Unión Europea (2011/C18/13) 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Incrementar el número de niñas, jóvenes y adultas que desarrollan prácticas habituales de autocuidado físico, mediante una alimentación equilibrada, ajustada a sus necesidades personales, estilos de vida, la realización de un ejercicio físico satisfactorio, la reducción de conductas de riesgo, entre otras prácticas. 49 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO 50 Mejorar la adecuación de la atención sanitaria a las necesidades de las mujeres y su grado de satisfacción. Obj. Operativo 3.3.3. VI Plan para la Igualdad de Mujeres y Hombres en la CAE. Mejorar los sistemas de recogida de información y su homogeneización, de manera que permitan disponer de datos actualizados sobre los diferentes casos de violencia contra las mujeres ocurridos en la CAE y puedan ser utilizados para mejorar la intervención pública en esta materia. Obj. Operativo 7.2.1. VI Plan para la Igualdad de Mujeres y Hombres en la CAE. Mejorar el conocimiento en materia de violencia contra las mujeres y sus diferentes manifestaciones. Obj. Operativo 7.2.2. VI Plan para la Igualdad de Mujeres y Hombres en la CAE. Mejorar la eficacia de los programas y medidas de prevención y atención en el ámbito de la violencia contra las mujeres. Obj. Operativo 7.2.3. VI Plan para la Igualdad de Mujeres y Hombres en la CAE. Promover la reflexión sobre la conceptualización de la violencia y sus implicaciones en la intervención. Obj. Operativo 7.2.4. VI Plan para la Igualdad de Mujeres y Hombres en la CAE. Aumentar el número de profesionales del sistema educativo, sanitario, policial, judicial, laboral y social que actúen de forma proactiva y acorde a los protocolos establecidos en la detección precoz de la violencia contra las mujeres. Obj. Operativo 8.1.1. VI Plan para la Igualdad de Mujeres y Hombres en la CAE. Aumentar el número de habitantes que cuentan con la cobertura de protocolos de prevención y atención para casos de violencia contra las mujeres, y que están adaptados a las distintas situaciones que presentan. Obj. Operativo 8.2.2. VI Plan para la Igualdad de Mujeres y Hombres en la CAE. Potenciar la prevención y tratamiento de la violencia contra las mujeres en los servicios de salud, favoreciendo la toma de decisiones conjunta entre todos los sectores implicados. Obj. 1.5 Políticas de Salud para Euskadi 2013-2020 Mantener la cobertura del programa de detección precoz del cáncer de mama (PDPCM) y completar la cobertura del programa de cribado de cáncer colorrectal, mejorando la participación y la tasa de detección. Acciones 2.5.3 y Políticas de Salud Euskadi 2013-2020 2.5.4 para Acción 2.10.1 Políticas de Salud para Euskadi 20132020 Promocionar la salud mental y emocional, teniendo en cuenta las diferencias sociales y de género. Obj. 5.5 Políticas de Salud para Euskadi 2013-2020 Identificar las patologías que generan deterioro funcional, discapacidad, dependencia, malnutrición y aislamiento en las personas mayores. Elaborar programas específicos de prevención, atención y rehabilitación de las mismas, con especial atención a las diferencias de género. Acción 3.3.2 Políticas de Salud para Euskadi 20132020 Adecuar la oferta y los recursos de actividad física atendiendo a las necesidades y preferencias de los diferentes grupos de población, en particular las mujeres. Acción 5.1.5 Políticas de Salud para Euskadi 20132020 Prevenir los riesgos más importantes de enfermedad profesional y de accidentes entre personas trabajadoras, teniendo en cuenta las diferencias sociales y de género. Obj. 5.7 Políticas de Salud para Euskadi 2013-2020 2. ASPECTOS CLAVE A ANALIZAR PARA EVALUAR EL IMPACTO DE GÉNERO Protocolizar medidas para la prevención del suicidio a nivel comunitario y en personas con diagnóstico de enfermedad mental y/o factores de riesgo, teniendo en cuenta la perspectiva de género. 51 3. LEGISLACIÓN ÁMBITO DE LA COMUNIDAD AUTONÓMICA DE EUSKADI Ley 4/2005, de 18 de febrero para la Igualdad de mujeres y hombres Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad VI Plan para la Igualdad de mujeres y hombres en la CAE Ley 8/1997, de 26 de junio, de Ordenación Sanitaria de Euskadi. Derechos y deberes ciudadanos. Ley 14/2012, de 28 de junio, de no discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales. ÁMBITO ESTATAL Ley 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de medidas de protección integral contra la violencia de género Ley 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. Real Decreto 825/2010, de 25 de junio, de desarrollo parcial de la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. Real Decreto 831/2010, de 25 de junio, de garantía de la calidad asistencial de la prestación a la interrupción voluntaria del embarazo. Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad. Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud. Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia. 3. LEGISLACIÓN Acuerdo del 10 de julio de 2012 del Consejo Territorial para la mejora del sistema para la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia 52 ÁMBITO EUROPEO Directiva 89/391 Directiva marco sobre salud y seguridad en el trabajo 4. FUENTES DE DATOS INDICADORES Y DATOS CLAVE • Esperanza de vida al nacimiento FUENTE PERIOD. Eustat 2011 Quinquenal • Esperanza de vida libre de discapacidad Panorama de la Salud en Quinquenal • Esperanza de vida libre de enfermedad la CAE, Eustat 2010 crónica • Esperanza de vida en buena salud • Autovaloración de la salud • Problemas crónicos de salud • Causas de limitación crónica “Indicadores clave del Sistema Nacional de Salud –País Vasco-“(Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2011). Encuesta de salud 2013 Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco Se actualiza anualmente Quinquenal • Limitación crónica de la actividad • Frecuencia de la ayuda que necesitan la personas con limitación crónica de la actividad que requieren de algún tipo de ayuda frecuencia • Persona que presta la ayuda a las personas con limitación crónica de la actividad que necesitan de ayuda • Índice de salud mental • Prevalencia de síntomas de ansiedad y depresión • Porcentaje de personas en la CAPV que dos días previos a la realización de la encuesta de salud, habían consumido medicamentos “para dormir” o para “los nervios, ansiedad” • Porcentaje de mujeres y hombres que los últimos 12 meses 4. FUENTES DE DATOS han pensado alguna vez en suicidarse en 53 • Percepción sobre la salud en la gente Salud y Juventud: joven • Frecuencia con que hacen deporte las chicas y los chicos Concepciones de Salud de Sin la Juventud en Euskadi periodicidad (2008). Colección Gazteak Bilduma. Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco. VitoriaGasteiz. • Salud autopercibida en las personas inmigrantes en la CAPV • Porcentaje de mujeres y hombres La encuesta de salud de Sin los diferentes colectivos de periodicidad inmigrantes asentados en inmigrantes que han pensado en la la CAPV (2006) posibilidad de suicidarse en algún momento de su vida • Porcentaje de mujeres y hombres inmigrantes que han pensado en la posibilidad de suicidarse en los últimos doce meses. • Porcentaje de suicidios desagregados por sexo Informe sobre mortalidad en la CAPV (2011) • Tasa de mortalidad ajustada por edad en la CAPV en los últimos 10 años • Principales causas de defunción de mujeres y hombres • Tasa de mortalidad entre la gente joven • Causas de muerte entre la juventud • Consumo de tabaco • Consumo de alcohol • Ejercicio físico durante el trabajo o actividad principal • Grado de actividad física realizada en los últimos 7 días • Motivos para no hacer ejercicio, las mujeres y los hombres en general • Porcentaje de mujeres y hombres que consumen fruta, verdura, pescado, carne, dulces y comida rápida a diario 4. FUENTES DE DATOS • Prevalencia de sobrepeso, obesidad y 54 peso insuficiente en mujeres y hombres • Porcentaje de mujeres y hombres en la CAPV que afirma tener problemas de ruido, de malos olores y/o de calidad del agua de consumo Encuesta de salud 2013 Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco Quinquenal • Uso del preservativo entre las mujeres y los hombres adolescentes • Porcentaje de chicas que han utilizado la llamada “píldora del día después” o contracepción de emergencia • Porcentaje de chicas de 15 a 29 años que se sometieron a una “Elaboración del programa de educación afectivosexual dirigido al alumnado de educación secundaria y su comunidad educativa de referencia”. Investigación realizada en el marco de un contrato entre el Gobierno Vasco y la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea. Coyuntural EUSTAT (2011) Anual Programa de VIH Osakidetza Anual Encuesta de salud 2013 Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco Quinquenal La encuesta de salud de los diferentes colectivos de inmigrantes asentados en la CAPV (2006) Sin determinar interrupción voluntaria del embarazo • Nuevos casos diagnosticados de VIH en la CAPV durante 2012 desagregados por sexo • Puntuación media de apoyo social confidencial obtenida por las mujeres y los hombres en la CAPV • Puntuación media de apoyo social afectivo obtenida por las mujeres y los hombres en la CAPV • Prevalencia de falta de apoyo social confidencial entre las mujeres y los hombres • Prevalencia de falta de apoyo social afectivo entre las mujeres y los hombres • Puntuación media de apoyo social confidencial obtenida por las mujeres y los hombres inmigrantes en la CAPV • Puntuación media de apoyo social afectivo obtenida por las mujeres y los hombres inmigrantes en la CAPV de contratos temporales, parciales y trabajo sin contrato entre las mujeres ocupadas y los hombres ocupados en la CAPV • Tasa de temporalidad entre las mujeres y los hombres jóvenes en la CAPV Mujer y Actividad Laboral I (Eustat) 2012 4. FUENTES DE DATOS • Prevalencia 55 • Prevalencia del contrato temporal y la jornada parcial entre las mujeres y los hombres con discapacidad Discapacidad y Mercado Laboral: situación en la CAPV. • Media de horas diarias empleadas por las Encuesta del Empleo del Tiempo de 2009-2010 (INE) Sin periodicidad fija Quinquenal hombres que realizan este tipo de tarea Encuesta de Presupuestos del Tiempo de 2008 (EUSTAT) • Renta personal media de las mujeres y los Eustat 2010 Bienal Encuesta de Estructura Salaria 2008-2009 (INE) Cuatrienal • Salario mensual neto de las mujeres y los hombres con discapacidad en el Estado Español (Explotación de la Encuesta de estructura Salarial y la Base estatal de personas con discapacidad) (INE 2010) Sin determinar • Diferencia entre el ingreso medio per cápita de las mujeres inmigrantes en la CAPV y la media de los ingresos personales medios del conjunto del colectivo de personas inmigrantes Encuesta de la Población Inmigrante extranjera residente en la CAPV (2010) Sin determinar • Renta personal media de las mujeres y los EUSTAT 2012 Bienal mujeres y los hombres en el trabajo doméstico en la CAPV • Tiempo diario medio invertido en tareas de cuidado entre las mujeres y los hombres de la CAPV • Diferencia salarial de mujeres y hombres en la CAPV hombres jubilados en la CAPV • Salud percibida de las personas “sin hogar” • Estado de salud de las personas “sin hogar” EUSTAT 2012 • Porcentaje de mujeres y hombres en el Encuesta de condiciones de vida (INE, 2007) Estado España que afirma tener problemas de falta de espacio en las 4. FUENTES DE DATOS viviendas, falta de temperatura cálida 56 durante los meses de frío y temperatura fresca durante el verano de Bienal • Grado de satisfacción de mujeres y hombres en la CAPV con los servicios de salud • Grado de satisfacción con la cobertura de sus necesidades de salud de las mujeres y de los hombres en la CAPV Encuesta de salud 2013 Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco Quinquenal Eustat 2012 Anual • Porcentaje de mujeres y hombres que los últimos 12 meses anteriores a la encuesta realizaron las siguientes prácticas preventivas: vacunación contra la gripe; toma de tensión arterial; medición del nivel de colesterol; y medición del nivel de azúcar en la sangre • Porcentaje de mujeres y de hombres a quienes durante las consultas médicas o de enfermería se les ha preguntado, hablado o aconsejado acerca de cuestiones como: consumo de tabaco, consumo de alcohol, realización de ejercicio físico; hábitos sexuales; SIDA; y peso corporal. • Porcentaje de mujeres y hombres en la CAPV que han realizado consultas generales o de pediatría en los últimos 14 días previos a la encuesta • Porcentaje de mujeres y hombres en la CAPV que han realizado consultas generales o de pediatría en los últimos 14 días previos a la encuesta • Número de consultas médicas a las que han acudido las mujeres y los hombres en la CAPV en los últimos 12 meses previos a la encuesta • Porcentaje de mujeres y hombres en la CAPV que han sido atendidas en servicios de urgencia en los últimos 6 meses previos a la encuesta • Porcentaje de mujeres y hombres en la CAPV que han recibido hospitalización en los últimos 12 meses previos a la encuesta CAPV que han sido atendidas en el hospital de día en los últimos 12 meses previos a la encuesta • Profesionales sanitarias colegiadas colegiados desagregados por sexo y 4. FUENTES DE DATOS • Porcentaje de mujeres y hombres en la 57 5. DOCUMENTOS DE REFERENCIA ESTUDIOS E INFORMES 5. DOCUMENTOS DE REFERENCIA - 58 Mujeres y hombres en Euskadi 2013. Emakunde-Instituto Vasco de la Mujer. - Osasuna, Pertsonen Eskubidea, Guztion Ardura. Políticas de Salud para Euskadi 2013-2020 – Políticas de investigación en salud guía de recomendaciones para la incorporación de la perspectiva de género. Observatorio de Salud de la Mujer – Informe de revisión de guías sobre la incorporación de la perspectiva de género a las políticas de investigación en salud . Observatorio de Salud de la Mujer – Recomendaciones para la práctica del enfoque de género en los servicios sanitarios. Sara Velasco Arias – Recomendaciones para la práctica clínica con enfoque de género. Sara Velasco Arias – Los hombres y el cuidado de la Salud. Observatorio de la salud de la Mujer. – Hombres sanitarios implicados en las estrategias contra la violencia de género. Observatorio de Salud de la Mujer – Chilet Rosell, E. (2011). Un marco teórico para analizar el sesgo de género en la investigación epidemiológica: haciendo visible lo invisible. Feminismos, 18, diciembre, pp. 353-363. – Desigualdades sociales en la salud de la población de la Comunidad Autónoma del País Vasco. La clase social y el género como determinantes de la salud. Colección derechos humanos “Juan San Martín”. Ararteko (2007) – Discapacidad y dependencia de las personas mayores en el País Vasco. Departamento y Empleo del Gobierno Vasco e Fundación INGEMA (2011). – Rodríguez, E. y Lanborena, N. (2006). Encuesta de Salud de los diferentes colectivos de inmigrantes asentados en la Comunidad Autónoma del País Vasco. V Convocatoria del Programa de Proyectos Sociales BBK-2006. – Guía de lenguaje para el ámbito de la salud. Emakunde-Instituto Vasco de la Mujer. – Guía para incorporar la perspectiva de género a la investigación en salud. Serie monografías EASP Nº48. Escuela Andaluza de Salud Pública – Guía de estadísticas de salud con enfoque de género: análisis de Internet y recomendaciones. María Teresa Ruiz Cantero y Natalia Papí Gálvez. Universidad de Alicante. – Guía práctica para la integración de la perspectiva de género en los programas de prevención del VIH. Informes, Estudios e Investigación 2012. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. 5. DOCUMENTOS DE REFERENCIA MANUALES Y GUÍAS 59 60 5. DOCUMENTOS DE REFERENCIA