Ha sido reportero escrito, rostro de TV, fugaz vocero

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LATERCERA Domingo 9 de octubre de 2016
Bitácora de
una candidatura
impensada
Ha sido reportero escrito, rostro de TV, fugaz vocero de las isapres, potencial rostro del Transantiago y senador
por Antofagasta. Ahora es un contendor presidencial que espera lanzar su campaña en marzo. Alejandro Guillier
comenzó como un parlamentario marginado de las esferas de influencia, pero las encuestas lo perfilaron como el
más serio oponente de Ricardo Lagos en caso de una primaria oficialista. Sin los partidos, con distancia de
Bachelet y a pesar de su inexperiencia política, el periodista se hizo un espacio impensado en la agenda.
TEXTO: Francisco Artaza, Gloria Faúndez y Francisco Siredey FOTOGRAFIA: GrupoCopesa
U
na fotografía de 20 x 30
centímetros, en la que
aparece dándole la mano
al ex Presidente Ricardo
Lagos Escobar, destaca
sobre el resto de los retratos que el sociólogo y
periodista Alejandro Guillier Alvarez colgó
en la pared de su oficina senatorial, en el
piso 9 del edificio del Congreso en Valparaíso. Es la única foto en la que aparece con algún político, el mismo que asoma como su
principal competidor en la carrera por ser
el abanderado presidencial de la Nueva Mayoría.
Desde la pared, la imagen de Lagos observa impávida los movimientos del senador
independiente por Antofagasta, a quien las
encuestas elevan como el político mejor
evaluado del país. Guillier, sin embargo, no
pretende apresurar los tiempos. En los últimos días, el ex lector de noticias de TVN y
Chilevisión ha conversado con timoneles
oficialistas y miembros de las directivas
partidistas de la Nueva Mayoría, con quienes ha estado coordinando las visitas a terreno para apoyar a los candidatos a las
elecciones municipales. El mensaje que les
ha dado es claro: postergará hasta marzo la
definición presidencial.
Guillier está consciente de que el tema
provoca fuertes tensiones al interior de los
partidos, por lo que considera que sería un
error forzarlos a tomar decisiones anticipadas, más aún cuando el senador no ha logrado establecer vínculos fuertes con las
elites partidistas.
El senador tiene previsto convocar a grupos de trabajo para elaborar una propuesta
programática propia a comienzos de noviembre. En su equipo senatorial confían en
que sumarán a varios de los técnicos y expertos a los que Guillier recurre habitualmente para que le den opiniones en su trabajo parlamentario.
Desde que llegó al Senado el 11 de marzo
de 2013, Guillier ha echado mano a profesionales y expertos en diversas áreas, a los
que conoció como periodista. Con el tiempo
ha estructurado pequeños grupos en temas
de defensa, minería, energía y descentralización, a los que consulta en forma habitual
para formarse una opinión antes de votar
un proyecto de ley, preparar una moción,
escribir una intervención en sala o una columna para los medios de comunicación.
Los nombres de quienes participan de estas
redes los mantiene en reserva, siguiendo el
viejo principio del periodista de proteger a
las fuentes. En el entorno del senador afirman que entre esos colaboradores hay, incluso, gente de oposición.
La convocatoria de un grupo programático
le permitirá hacer frente a uno de los principales flancos de crítica: el desconocimiento respecto de sus definiciones políticas y sobre su proyecto de sociedad.
“Sería bueno que candidaturas como la de
él también establecieran una propuesta
concreta”, dijo a fines de septiembre el ex
ministro del Interior de Bachelet Jorge Burgos, uno de los promotores del ex Presidente Ricardo Lagos en la DC.
Los adherentes a Guillier refutan este
planteamiento. El diputado PPD Tucapel Jiménez -quien no refichará por el partidoasegura que “Guillier ha estado en la calle,
hablando con la gente, mientras Lagos está
publicando libros para hablarle a la elite”.
Para muchos en el oficialismo -un diagnóstico que comentan en reserva y con
preocupación-, el posicionamiento alcanzado por Guillier en las encuestas se debe
más que nada a que la gente lo asocia todavía más como un periodista que como un
político. “No ha pagado todavía los costos
de ser un político, la gente le da una alta valoración y credibilidad porque lo siguen
viendo como un comunicador”, señala un
colega de la Cámara Alta.
***
Aunque su padre era radical, hay compañeros de universidad que recuerdan a Alejandro Guillier como un joven simpatizante socialista a principios de los años 70, cuando
estudiaba Sociología en la Universidad Católica del Norte. Allí, su jefe político fue el
ex jefe de Comunicaciones del gobierno de
De las 57 mociones que ha
suscrito de 2014 a la fecha,
solo dos han sido publicadas,
seis han sido desechadas y
el resto está en trámite.
Bachelet, Juan Carvajal, con quien años
después se reencontraría.
Anteriormente había sido presidente del
Centro de Alumnos del Liceo 1 de Antofagasta, por lo que se perfilaba como un estudiante políticamente activo. El Golpe de Estado de 1973 cambió todo. Su carrera fue
clausurada temporalmente y Guillier decidió aproximarse a la política por fuera,
como periodista. Se demoró siete años en
obtener ambos títulos. “Yo voy al periodismo por la política. Y el periodismo político
es una forma de hacer política”, contó Guillier a Reportajes en 2014.
Su camino de reportero comenzó en La
Estrella del Norte y como corresponsal de
Radio Cooperativa y revista Hoy. A través de
esta publicación, en 1981 le llegó una oferta
de la Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales (Flacso) –que se había ido de Santiago tras el Golpe- para cursar un magíster
en Ecuador. Una vez en Quito, se instaló en
el condominio El Inca, que era ocupado por
varias familias chilenas en el exilio. Una de
ellas estaba conformada por Cristina Farga
y sus dos hijos. Ella estaba saliendo de una
relación difícil con el padre de los niños
cuando conoció a Guillier. Al poco tiempo
comenzaron una relación y se casaron.
Quienes vivían allí durante esos años recuerdan al periodista jugando fútbol con los
dos niños en el patio del complejo. Sus nexos con la oposición al régimen militar se
intensificaron por esa época.
Guillier regresó a Chile junto a su nueva
familia en 1983. Volvió a trabajar en la revista Hoy, dirigida por el democratacristiano Emilio Filippi. Abraham Santibáñez,
uno de los jefes de Guillier en Hoy, recuerda
así sus primeros años de reporteo: “Era un
periodista correcto, redactaba relativamente bien, pero fue en la tele donde se soltó
mucho más. Escribía de temas políticos,
pero él no estaba metido en política. Se fue
metiendo de a poco”.
Dado que Hoy era una publicación disidente al gobierno de Pinochet, sus profesionales tuvieron más de algún problema con
la justicia. Cercanos recuerdan que Guillier
estuvo preso dos veces en un par de meses.
Primero fue detenido brevemente luego del
asesinato de José “Pepe” Carrasco en 1986;
luego, a comienzos de 1987, fue encarcelado
junto a otros miembros de la revista por un
artículo acerca de los efectos que tuvo en el
Ejército la deserción de Armando Fernández Larios a Estados Unidos. El reportaje
estaba acompañado por una entrevista de
Santibáñez al dirigente DC Genaro Arriagada. El Ejército decidió querellarse en contra
de Arriagada y de ambos periodistas y un
tribunal militar ordenó su arresto. Guillier
tuvo que regresar de sus vacaciones en Antofagasta.
“Pensamos que podía ser muy jodido. En
pocos días se iniciaba el feriado judicial de
febrero y tuvimos miedo de que nuestras
detenciones pudieran prolongarse. El más
tranquilo de los tres era Guillier. ‘No se
preocupe, jefe’, me decía”, dice Santibáñez.
Luego de una mañana en la Penitenciaría,
los tres fueron trasladados a Capuchinos,
donde pasaron la noche. Al día siguiente,
los subieron a un furgón de Gendarmería
para ir a la fiscalía militar, en calle Zenteno,
pero el vehículo se quedó en pana y los detenidos fueron obligados a bajarse para empujar. Los micreros que pasaban por ahí se
burlaron de la escena. Cuando finalmente
lograron llegar, el fiscal los dejó en libertad.
El proceso no avanzaría más allá, pero dejó
una marca en Guillier. No sería el único
proceso judicial que enfrentaría como periodista en su camino a la política.
***
Quienes conocen a Guillier aseguran que el
periodista y sociólogo no pensó de verdad
que podría ser una carta presidencial sino
hasta unos meses atrás. Su posicionamiento
fue casi una casualidad: a comienzos de año
Plaza Pública Cadem hizo una alianza con
Canal 13 para la elaboración de un ranking
político. El gerente de Asuntos Públicos de
Cadem, Roberto Izikson, recuerda que se
midió durante el verano a cerca de 50 personeros y que en una primera etapa el bajo
conocimiento de Guillier lo dejó fuera de la
lista. Sólo en mayo de 2016 el senador logró
superar la barrera del 65% de conocimiento
que permitió que su nombre fuera encuestado en términos de aprobación: no sólo ingresó en el primer lugar de la encuesta, sino
que a partir de allí no dejó de ocupar los
primeros lugares entre los políticos mejor
evaluados.
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