Los 10 básicos de la Integración Educativa Sabemos que como docentes pueden sentirse confundidos y preocupados frente a la necesidad de ofrecer soluciones adecuadas a las necesidades educativas de alumnos con cierta discapacidad. Es por esto que en esta edición de Viva la Diversidad les presentamos 10 puntos básicos para conocer qué es y cómo llevar a cabo una integración educativa exitosa mediante la superación de las barreras que se presenten. A través de estos 10 puntos abarcaremos los cómo y por qué de la Integración educativa partiendo desde sus principios filosóficos, legales y conceptuales hasta la contrastación con la educación inclusiva. 1.- Respeto a las diferencias En esta sociedad humana todos somos individuos y compartimos rasgos como diferencias. Estas últimas se deben a diversos factores, unos externos y otros propios de cada sujeto; pueden considerarse un problema que se resolvería homogeneizando a los individuos, o como una característica que enriquece a los grupos humanos. A esta segunda visión obedecen las amplias reformas de los últimos años, acordes con una sociedad cada vez más heterogénea, que establecen la necesidad de aceptar las diferencias y de poner al alcance de cada persona los mismo beneficios y oportunidades para tener una vida normal (Toledo, 1981) 2.- Derechos humanos e igualdad de oportunidades Por el simple hecho de existir y pertenecer a un grupo social, todos tenemos derechos y obligaciones; de su cumplimiento y respeto depende, en buena medida, el bienestar de la sociedad. Una persona con discapacidad, al igual que el resto de ciudadanos, tiene derechos fundamentales, entre ellos el derecho a una educación de calidad. Para ellos es necesario, primero, que se le considere como persona, y después, como sujeto que necesita atención especial. Más que una iniciativa política, la integración educativa es un derecho de cada alumno con el que se busca la igualdad de oportunidades para ingresar a la escuela (Rioux, 1995; Roaf y Bines, 1991). 3.- Escuela para todos El artículo primero de la Declaración Mundial sobre Educación para Todos señala que cada persona debe contar con posibilidades de educación para satisfacer sus necesidades de aprendizaje (PNUD, UNESCO, UNICEF, Banco Mundial, 1990). Así, el concepto escuela para todos va más allá de la garantía de que todos los alumnos tengan acceso a la escuela. También se relaciona con la calidad. Para lograr ambos propósitos – cobertura y calidad – es necesaria una reforma profunda del sistema educativo; una de las propuestas de la UNESCO en este sentido es que la escuela reconozca y atienda a la diversidad. 4.- ¿Qué dice la Ley? A partir de 1993, con la Ley General de Educación que en su artículo 41 señala que la educación especial propiciará la integración de los alumnos con discapacidad a los planteles de educación regular mediante la aplicación de métodos, técnicas y materiales específicos. Además, establece que la educación especial procurará la satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje para la autónoma convivencia social y productiva, a través de programas y materiales de apoyo específicos, de aquellos alumnos con discapacidad que no se integren a las escuelas de educación regular. En el marco de estos cambios, nuestro país ha suscrito distintos convenios internacionales para promover la integración educativa, entre ellos, los acuerdos derivados de la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos en 1990 y la Declaración de Salamanca en 1994. 5.- Inclusión VS Integración La integración educativa se ha considerado únicamente como el hecho de que los alumnos con discapacidad asistan a una escuela regular y que esto no implique modificaciones en la organización y planeación de la escuela a fin de asegurar su participación y aprendizaje, sino únicamente su presencia. Al hablar de inclusión, nos referimos al proceso a través del cual la escuela busca y genera apoyos que se requieren para asegurar el logro educativo, lo anterior no exclusivamente para alumnos con discapacidad, sino de todos los estudiantes. 6.- Aprendizaje para todos La educación inclusiva garantiza el acceso, permanencia, participación y aprendizaje de todos los estudiantes, a través de la puesta en práctica de acciones orientadas a eliminar o minimizar las barreras que limitan el aprendizaje y la participación de los alumnos. Por lo anterior, la educación inclusiva no abarca únicamente la integración de alumnos con necesidades educativas especiales, asociadas a alguna discapacidad. La educación inclusiva hace referencia a que todos los niños y jóvenes estudien en las mismas escuelas; y a su vez que todos alcancen los aprendizajes planteados. Una escuela inclusiva es capaz de responder, desde su organización y planeación, a las necesidades específicas de un alumno con discapacidad; tendrá herramientas para dar una respuesta, también adecuada, a los alumnos con diferentes características de índole cultural, racial, lingüístico, de salud, entre otras. 7.- ¿La edad importa? Algunos estudiantes presentan discapacidad intelectual, auditiva, visual o motriz, otros trastornos generalizados del desarrollo (como el autismo) o discapacidad múltiple (como la sordo-ceguera). También hay quienes requieren estos apoyos y no presentan alguna discapacidad, como aquellos con problemas de comunicación o conducta, o bien, aptitudes sobresalientes. Al hablar de inclusión nos referimos al proceso que implica proveer de apoyos especiales a los alumnos que los requieran para acceder a los contenidos, competencias, propósitos educativos y puedan hacerlo de la mejor manera posible, y todo lo anterior sin importar la edad. 8.- La integración educativa y las barreras Uno de los pasos más importantes es reconocer que la integración educativa no constituye un acto caritativo, sino un esfuerzo para generar las condiciones que permitan que los niños aprendan de acuerdo a sus potencialidades, esto es, que se superen las barreras que impidan el aprendizaje y la participación. Se entiende por barreras todo aquello que dificulta o limita el acceso a la educación o al desarrollo educativo del alumnado, son obstáculos que impiden a cualquier estudiante, en este caso un alumno con discapacidad, participar plenamente y acceder al aprendizaje en un centro educativo. 9.- La escuela y su responsabilidad En algún momento se pensó que los responsables eran los servicios de educación especial, sin embargo, los alumnos con necesidades educativas especiales, en este caso con discapacidad, son parte de la escuela, por tanto ésta es la que debe asegurar su participación y aprendizaje, aunque para ello probablemente requiera de algunos apoyos, como los servicios de educación especial. Otros apoyos con los Centros de Recursos e Información para la Integración Educativa (CRIE), los Centros de Rehabilitación, el DIF o los CAM. 10.- De la teoría a la práctica La integración educativa tiene que ver con la convicción de que los estudiantes son capaces, pero también de que los maestros y las escuelas pueden responder a las necesidades educativas de todos los alumnos. Por lo anterior, hablamos de que implica la transformación de las escuelas y de los maestros así como de todo el alumnado. Entonces, ¿cómo se lleva a la práctica?, estos son los puntos extras a conocer: *Ser un docente informado y sensibilizado, respecto a la discapacidad que presenta el alumno y a sus necesidades específicas. *Actualizarse de manera permanente en función de dar respuesta a las necesidades específicas de los alumnos con discapacidad. *Ofrecer una respuesta educativa adecuada a los alumnos con discapacidad, derivada de una evaluación psicopedagógica para determinar los apoyos que requiere. *Trabajar de manera cercana con las familias de los alumnos. *Buscar vinculación con otras instancias gubernamentales y de la sociedad civil que puedan apoyar. *Ser un docente que asuma, desde su planeación estratégica, la integración e inclusión de estudiantes con discapacidad.