Nicole Koltick Amb l'espai, ja no dins seu Ambiente Con el espacio, ya no dentro de él Arquitectura Autoría Bienestar Desjerarquización Diseño Interactividad Diseño del espacio Interioridad Diseño integral Tecnología Disposición Conforme las nuevas tecnologías, materiales y señales comienzan a transgredir el espacio interior, desarrollan el potencial de aumentar la resolución y la resonancia conceptuales. Tipologías antes inocuas tienen ahora la capacidad de ejercer una influencia más poderosa que podría llevar a una transición desde estar “dentro” del espacio a estar “con” el espacio. El diseño de interiores, siempre en transformación, y los cambios que provoca en el espacio sugieren que ese aumento de resolución podría traducirse, entre otras cosas, en la posibilidad de inyectar valor semántico a un territorio hasta entonces vacío. Este artículo presentará varios estudios de caso de prototipos especulativos recientes para interiores domésticos. Terreno doméstico Distribución Espacio de trabajo Espacio urbano Estancias de la ciudad Hábitat estratégico Luz Nuevos consumidores Ocupación Prácticas experimentales Proyecto Representación Retail Sociocultural Tendencias Teorías espaciales Triple bottom line Las interacciones y la interactividad se antojan de primordial interés en el planteamiento del diseño de un espacio interior. Los recintos interiores tienen el propósito expreso de albergar, posibilitar y facilitar las interacciones humanas. Sin embargo, los intentos sinceros o bien intencionados de producir espacio interactivo no necesariamente rinden espacios con resonancia conceptual. Los proyectos que exploran el terreno de la interactividad se conciben casi siempre como instalaciones temporales y sirven más de entretenimiento o como caprichos pasajeros. Usman Haque critica el limitado valor semántico de estos trabajos, y propugna una relación entre tecnología y habitante con más matices y más integrada: “Tampoco se trata de hacer otra obra de arte high tech “de vestíbulo” que responda a la circulación de gente por el espacio, lo cual es simplemente tan figurativo, sobrecargado de metáforas y desmotivador como un amable paisaje en acuarela”.1 Muchos de los proyectos aquí analizados utilizan la tecnología pero de una manera muy particular y estratégica, y Nicole Koltick “Examinando la posibilidad de que emerjan fuerzas ocultas en formas más performativas, el interior ofrece una amplia gama de capacidades potenciales sin explotar, listas para que los diseñadores las extraigan y amplifiquen.” Nicole Koltick es profesora adjunta en el Antoinette Westphal College of Media Arts and Design de la Drexel University, una de las responsables del proyecto de investigación lutz/koltick y directora del Design Futures Lab, donde lleva un grupo de investigación de posgrado en prácticas de diseño crítico y propuestas especulativas relativas a los interiores. 1 Haque, U. “The Architectural Relevance of Gordon Pask”. Architectural Design, vol. 77, núm. 4 (2007), p. 61. no por simple afán de novedad sino más bien para suscitar una atención concreta hacia dinámicas o posibilidades que, de otra forma, no serían vistas. Este trabajo analizará aproximaciones conceptuales a la interioridad que se han traducido en prototipos a escala real. Estos proyectos cuestionan los supuestos sobre las condiciones apriorísticas de los interiores. Evitan las nociones simplistas de interactividad y pretenden replantear ciertas premisas culturales subyacentes y las normas sociales relacionadas con la pertinencia o no de objetos y entornos. Analizando la distancia entre lo que se necesita y lo que se desea, los trabajos pretenden empujar a los visitantes a contemplar el rol de los objetos y los ambientes que componen el fondo de la vida prosaica de cada día. La alusión de Usman Haque al paisajismo amable encaja casi a la perfección con los análisis de la praxis de interiores contemporánea y los valores disciplinares de elegancia, pertinencia y gusto, tan fundamentales. Las cuestiones programáticas pasan también al primer plano pero suelen verse constreñidas por aspectos relativos a la jerarquía, la eficiencia y la “facilidad”. La propuesta de valor añadido de muchos diseñadores es su acceso a una amplia gama 61 30 ELISAVA Temes de Disseny de objetos, superficies y acabados de lujo y su competencia para desplegarlos con efectos gratificantes. El análisis de la metahistoria de Bruce Sterling es de gran ayuda para entender los supuestos no cuestionados que subyacen a estas prácticas, a menudo no expresados ni suficientemente reconocidos, pero que sientan las bases de lo que se considera normal y aceptable en contraposición a lo aberrante y anómalo. Las metahistorias son omnipresentes y “es a través de la metahistoria como la gente acaba viendo que las cosas nuevas son cosas adecuadas; los objetos nuevos que pueden encajar en un contexto metahistórico son vistos como adelantos, parte del progreso. Si no, son considerados imposiciones ajenas o curiosidades”.2 Si rastreáramos la metahistoria de la praxis de interiores descubriríamos normas culturales y cuestiones de gusto y respetabilidad. La inspiración histórica prevalece al lado del despliegue de todo tipo de objetos antiguos que llevan incorporadas sus propias historias de uso. No es habitual encontrar interiores aberrantes, y es de suponer que son poco solicitados. Desde el punto de vista histórico, la praxis de interiores, más que muchas disciplinas de diseño contemporáneas, carece de una indagación teórica sustancial. El carácter de servicio de esta disciplina parece desbancar cualquier cuestionamiento sustancial de los supuestos que engloban las actividades de la praxis y la infinidad de actividades hechas realidad en los proyectos acabados resultantes. La falta de una sólida tradición especulativa contribuye a este vacío. Esta disciplina podría utilizar una veta conceptual mucho más robusta, a la que podríamos llamar “diseño de interior sobre el papel” y que funcionaría de una forma muy parecida a la tradición de la arquitectura sobre el papel, que permite a muchos arquitectos jóvenes producir y explorar ideas en sus primeras experimentaciones relacionadas con el entorno construido. La agenda Design for Debate de Anthony Dunne constituye un importan- 2Sterling, B. Shaping Things. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press, 2005, p. 39. 3 Dunne, A. “Design for Debate”. Architectural Design, vol. 78, núm. 6 (2008), p. 91. Nicole Koltick Con el espacio, ya no dentro de él te precedente en este tipo de trabajo. “Este paso de pensar en las “aplicaciones” a pensar en las “implicaciones” crea la necesidad de nuevos roles, contextos y métodos. No se trata únicamente de diseñar para contextos y métodos determinados por el mercado comercial, sino de hacerlo también para otros contextos sociales y más amplios. Se trata de diseñar, no solo productos que se pueden consumir y utilizar hoy, sino también otros imaginarios que podrían existir en los años venideros”. 3 Como este tipo de actividad está notoriamente ausente de una amplia subcategoría de programas universitarios de diseño de interiores y de arquitectura de interiores, la praxis especulativa que nos ocupa se ha estructurado deliberadamente como foco primordial de los proyectos presentados a continuación. Estos proyectos colaborativos se han realizado como proyecto final de máster de un año de duración, con el objetivo de expandir la resolución del ámbito doméstico investigando la capacidad de establecer y ampliar las relaciones entre los habitantes y el entorno. Se replanteaba la gama de actividades e intercambios dentro del espacio en busca de oportunidades de amplificar e interrumpir. Cada proyecto se examina respecto a la actitud específica que toma ante supuestos normativos de uso y funcionamiento. Los proyectos se expusieron en el verano de 2013 y, en conjunto, ofrecen un juego convincente de provocaciones para una práctica emergente de la interioridad. Límites El trabajo de investigación analizado a continuación intenta poner en entredicho parte de la metahistoria que rodea a los entornos interiores y a los objetos relacionados con la praxis de interiores. La inyección de contenido semántico en un terreno tradicionalmente estático se puede expresar de muchas formas sorprendentes y estimulantes, que los proyectos exploran en varios frentes importantes. El primer proyecto examina los sustratos materiales. La materialidad ofrece una poderosa fuerza mediadora dentro de los entornos. Si desencadenamos y sacamos a la luz las fuerzas y energías que están ocultas en los materiales, podemos comenzar a especular sobre una relación emergente con estos entes activos. Por lo tanto, ya no estamos “rodeados por” sino “interactuando con”. Sean Lally, un arquitecto cuyo trabajo explora las energías y los umbrales de los materiales, explica que “las energías de los materiales, en su mayor parte, son o reflejadas o seleccionadas o internamente creadas, y asumen una cuota más bien mínima de responsabilidad […] por lo tanto han sido relegadas a acondicionar interiores predefinidos o a actuar como efectos especiales en la generación de estados de ánimo y ambientes”.4 Esta responsabilidad tan mínima pone en tela de juicio el papel del diseñador en el aprovechamiento y la recuperación de este poderoso pero infravalorado participante. Varios de los proyectos analizados aquí comienzan a poner en tela de juicio la noción de límites, de fenómenos ambientales y de lo que no se ve. Petra Blaisse, gran figura del diseño de interiores híbrido, defiende una aproximación al diseño de espacios interiores conceptualmente matizada. “Ya ha quedado claro que tenemos que reconsiderar nuestra profesión: partir de cero y reintroducir lo invisible, lo subconsciente, la acción-reacción: la pura biología de las cosas […]. Empecemos por regular los procesos de una forma menos obvia, menos visible y comencemos a dar forma a entornos que evolucionarán en cosas imprevistas”. 5 El terreno operativo del interior ofrece todo tipo de interacciones potenciales entre lo vivo y lo no vivo. Mientras que tradicionalmente se ha mediado en estas interacciones a través de la selección e implementación de muebles y acabados, hay otra capa del interior que no se ve y que es increíblemente potente. Examinando la posibilidad de que emerjan fuerzas ocultas en formas más performativas, el interior ofrece una amplia gama de capacidades potenciales sin explotar, listas para que los diseñadores las extraigan y amplifi- quen. Estas fuerzas encauzan también la capacidad de actuar con habilidades sorprendentes. Usman Haque presenta ese potencial en entornos futuros y se pregunta, “Si, por el contrario, un constructo diseñado puede elegir lo que siente, ya sea porque dispone de sensores imprecisos o porque determina dinámicamente sus propias categorías perceptuales, da un paso más hacia la auténtica autonomía, la que sería necesaria en un sistema verdaderamente interactivo”. 6 Las lógicas biológica, computacional y material se pueden configurar y liberar para ofrecer modelos completamente nuevos de ocupación y relación con los entornos. Re-Surface El proyecto Re-Surface tuvo su origen en una investigación de las posibilidades que ofrece la biología sintética en ambientes interiores. Varios profesionales prominentes han estado explorando la interacción entre materia biótica y espacio arquitectónico. Uno de estos investigadores es la Dra. Rachel Armstrong, que sigue siendo optimista en sus predicciones de que “las implicaciones futuras para la arquitectura en términos de modificaciones de nanoescala a procesos vivos son emocionantes porque constituirán la base de materiales pensados para diseñadores, con capacidad de respuesta y propiedades innovadoras 5 Tashia Tucker y Design Futures Lab, Re-Surface. Superficie de biosuelo sintética. © 2013 Nicole Koltick 4 Lally, S. “Twelve Easy Pieces for the Piano”. Architectural Design, vol. 79, núm. 3 (2009), p. 11. 5 Blaisse, P. “Border Conditions”. Architectural Design, vol. 79, núm. 3 (2009), p. 84 y s. 6 Haque, U. Op. cit., p. 58. 62 63 30 ELISAVA Temes de Disseny y que tendrán un amplio abanico de aplicaciones en nuestra experiencia del entorno construido”.7 El proyecto Re-Surface consistió en la creación de una serie de superficies innovadoras para entornos domésticos, que se desarrollaron y exhibieron conjuntamente, concebidas como un showroom especulativo de productos. Cada una de las superficies exploraba la materialidad a nivel biológico y atraía de distintas formas la presencia de bacterias sintéticas programables. Se desarrollaron tres superficies principales: una barra de cocina, una superficie para suelos y una superficie para paredes, que se fabricaron en prototipo para su exhibición. Para activar las capacidades interactivas de cada superficie se recurrió a un equipo digital interdependiente. Este proyecto establece una interesante dicotomía e inversión de papeles si pensamos en la reacción típica ante la presencia de bacterias en nuestros entornos. En total contraste con los jabones y los aerosoles antibacterianos, presenta a las bacterias como agentes beneficiosos. Muchos de los visitantes de la exposición que interactuaron con las superficies expresaron un considerable malestar ante la mera idea de que se hubieran utilizado bacterias de esa forma, una reacción que pone de manifiesto una ignorancia general del enorme papel que juegan las bacterias en el microbioma interior y cómo actúan de forma invisible con efectos tanto beneficiosos como nocivos. En el diseño de interiores, este agente invisible tiene la capacidad potencial de ser utilizado de forma más específica y performativa. Este proyecto invoca y simula bacterias (mediante simulación y proyección digital), con la excepción del sustrato bacteriano de pared de celulosa. A pesar de la simulación, los usuarios mostraban una fuerte aprensión al entrar en contacto con las superficies, una reacción que responde a una potente metahistoria de lo que pensamos de las bacterias en nuestros entornos y de cómo concebimos las super- 7 Armstrong, R. “Designer Materials for Architecture”. Architectural Design, vol. 78, núm. 6 (2008), p. 89. 8 Weinthal, L. Toward a New Interior. An Anthology of Interior Design Theory. Nueva York: Princeton University Press, 2011, p. 20. 64 Nicole Koltick Con el espacio, ya no dentro de él ficies como sustratos estériles en los que llevamos a cabo nuestras actividades diarias. Tal como Lois Weinthal afirma, “el interior contiene características que no siempre son exploradas estratégicamente; por ejemplo, la presencia de desgaste y suciedad señala la acción de la naturaleza sobre la estructura y, con ella, la oportunidad material y artística”. 8 Esta oportunidad abunda en múltiples niveles en el diseño de interiores, y uno especialmente interesante por explotar es el del microbioma biológico. 1 Tashia Tucker y Design Futures Lab, Re-Surface. Desarrollo de celulosa bacteriana e instalación de pared. © 2013, Nicole Koltick. En este proyecto logramos introducir una potente sobreposición semántica sobre estados de superficie relativamente comunes liberando en nuestros entornos la fuerza oculta de las bacterias. La superficie del suelo recurría a bacterias programables que respondieran a contaminantes ambientales arrastrados en los zapatos, incluyendo agentes patógenos, caspa de animales y bacterias causantes de olores, entre otras substancias. En respuesta a su presencia, las bacterias se dedicarían básicamente a atacar y neutralizar a esos agentes. Las características espaciales y formales de la superficie del suelo se diseñaron digitalmente, inspiradas en estructuras bacterianas microscópicas. Cuando los visitantes caminaban por esta superficie, lo que parecía que eran bacterias de colores se arremolinaban en torno a sus pies. Paralelamente a este proyecto y al de la superficie de pared se desarrolló un algoritmo de infestación, con comportamientos diversos, basados en las propiedades reales de la infestación bacteriana. La superficie de pared introducía una capa de complejidad adicional en la narrativa del proyecto al desarrollar un sustrato de celulosa bacteriana. Básicamente, simulábamos el movimiento bacteriano sobre una superficie generada a partir de bacterias, un material bastante nuevo actualmente en desarrollo en aplicaciones experimentales que se extienden desde el campo de la salud hasta la moda. Este material se genera a partir de la fermentación de un caldo bacteriano hecho con ingredientes domésticos sencillos. Se deja la mezcla procrear durante varias semanas hasta que se forma una piel, que luego se cosecha y se seca. El material resultante es increíblemente fuerte y ligero, similar en consistencia al papel pero con alta resistencia al desgarre. El proyecto llevó al cultivo de una hoja de grandes dimensiones de ese material, que se utilizaría después en una superficie de pared que invitaba a una simulación interactiva en la que los visitantes movían las manos de un lado a otro y las bacterias simuladas formaban aberturas arremolinándose. El algoritmo de infestación se desarrolló en colaboración con un biólogo especializado en el comportamiento colectivo. Esta superficie pone de manifiesto el potencial de las bacterias fotosensibles para responder a nuestros gestos y arremolinarse en consecuencia hasta crear aberturas en un campo más denso, que se podrían utilizar para modular la intimidad o la penetración de luz en los espacios, por ejemplo. A los usuarios les encantó interactuar con esta instalación y, a pesar de nuestra insistencia en que se trataba de una simulación, muchos seguían convencidos de que estaban “viendo” un comportamiento bacteriano real. El proyecto ReSurface es un intento de visualizar fenómenos infravalorados, o ignorados, que busca exponer el potencial de estos agentes ocultos para actuar en nuestro entorno e implicarnos en intercambios más explí- citos. Citando a Armstrong, estas “nuevas relaciones e identidades emergentes existirán a este nivel íntimo que rivalizará con la supuesta singularidad de la materia animada y cuestionará nuestras definiciones de la vida. Los materiales sintéticos ofrecerán capacidad de conexión molecular con redes que, a su vez, tendrán el potencial de establecer conexiones íntimas con sistemas vivos. Pasarán a ser parte de nosotros”.9 Parece pues conveniente que la praxis del diseño de interiores empiece a considerar estas intimidades emergentes. Transacciones/Intercambios Tradicionalmente se ha concebido el interior como un fondo contra el que se ejecutan transacciones e intercambios. En un futuro próximo, las superficies, objetos y recintos se insertarán de forma más dinámica en estos intercambios. La especulación sobre estas posibilidades ofrece un terreno fértil desde el que podemos actuar. Situated Interactive Terrain (SIT) es un prototipo que persigue una nueva experiencia de sueño. Este proyecto parte de la actividad fundamental de dormir y pretende introducir un agente secundario para formar un nuevo tipo de intercambio entre el cuerpo y el mobiliario. Se trata de una superficie equipada en su totalidad con actuadores robóticos cubiertos por una membrana de silicona especial, 5 Katie McHugh y Design Futures Lab, Situated Interactive Terrain (SIT), © 2013 Nicole Koltick. 9 Armstrong, R. “Artificial Evolution: A Hands Off Approach For Architects”. Architectural Design, vol. 78, núm. 6 (2008), p. 85. 65 30 ELISAVA Temes de Disseny que lleva incorporada una matriz de sensores que detectan la posición de los ocupantes. Ante determinadas señales de entrada (de movimiento, temperatura y sonido), la superficie puede hacer todo tipo de movimientos para empujar suavemente y guiar a un ocupante mientras descansa. Dos de sus aplicaciones potenciales sería el dar la vuelta al usuario cuando ronca o recolocarlo en una posición óptima para la columna vertebral mientras duerme. Este objeto mantiene una interesante relación con sus usuarios, porque la mayor parte de su interacción tiene lugar cuando el usuario está inconsciente, por lo que es necesario que éste haya establecido una relación de confianza implícita con el objeto. A diferencia de otros objetos interactivos o inteligentes existentes, esta transacción requiere que el usuario se someta a la voluntad de la pieza. Su lógica y sus decisiones se ejecutan sin la posibilidad de interrupción o cese inmediato de la experiencia. Especular y probar prototipos de estas experiencias permite a los participantes sopesar con mayor concreción la utilidad de la experiencia contra la sensación de pérdida de control o de intrusión manifiesta en una actividad de carácter tan personal. En su versión actual, la pieza ya incorpora un grado bastante alto de inteligencia, pero también es concebible que en un futuro próximo pueda desarrollar una gama de capacidades mucho más extensa. Ayuda al sueño, refuerzo de intimidad, negación de pesadillas… las posibilidades son tan fascinantes como temibles. Bruce Sterling, escritor de cienciaficción y provocador, analiza a menudo estos intercambios: “Ninguna cosa material podrá conseguir nunca la aceptabilidad total y absoluta. Las personas son demasiado dúctiles como para que otros resuelvan sus problemas […]. Una ‘cosa’ no es más estable que los humanos que la desean. Bien entendida, una cosa no es simplemente un objeto material, sino una relación tecnosocial congelada”.10 A medida que los objetos y los entornos comienzan a asumir funciones más asertivas en nuestro entorno diario, las rela- 10Sterling, B. Op. cit., p. 68. 66 Nicole Koltick Con el espacio, ya no dentro de él ciones tecnosociales y las nociones de aceptabilidad irán pasando cada vez más al primer plano. La experiencia indica que la gente está más que dispuesta a asimilar una sensación de pérdida de voluntad a cambio de ganar en comodidad. Lo que no está tan claro es cómo comenzará a aceptar intrusiones más abiertas en la esfera de su vida privada. Conforme las superficies y los objetos estáticos empiezan a proliferar y a entrelazarse mucho más íntimamente con nosotros, los intercambios asumen una importancia renovada. Nuestros dispositivos han traspasado el umbral de nuestra esfera doméstica pero todavía existe la posibilidad de retirarse a un espacio doméstico analógico. ¿Qué ocurre cuando este telón de fondo pasa a ser el primer plano? Umbrales Si hablamos de fuerzas ocultas en el diseño de interiores, los umbrales siguen siendo enormemente evocadores. Los límites marcados por ciertas pistas espaciales pueden tapar umbrales más sutiles de ambientes, relacionados con fenómenos evocadores, informativos o culturales. S(c)ent Message, un dispositivo de comunicación nuevo que recurre al aroma como método de intercambio, se inserta en una superficie de pared para actuar como una posición de señalización de ambientes. El aroma se extiende mediante un dispositivo medioambiental; tras la recepción de un mensaje entrante, el dispositivo libera a su alrededor un aroma programado a medida. Las fragancias se esparcen gradualmente pero los ocupantes no son conscientes de los mensajes entrantes, por lo que el sistema de mensajes está integrado discretamente en las actividades habituales de los habitantes. La biblioteca de aromas para este dispositivo corresponde a una resonancia altamente personalizada y calibrada. Este dispositivo de comunicación tiene dos componentes principales: el transmisor de aromas y el receptor de aromas. El transmisor es un objeto pequeño con gradientes sutiles de colores que corresponden a estados emocionales específicos. El re- 1 Laura Nejman y Design Futures Lab, S(c)ent Message. © 2013 Nicole Koltick mitente del mensaje elige un estado emocional, que se transmite a la posición del receptor a distancia. La comunicación emocional que llega al receptor se traduce a su idioma personal de aromas. El aroma tiene fuertes conexiones con la emoción y con los procedimientos de procesamiento de la memoria que tienen lugar en el cerebro. Gracias a este sistema ambiental, el espacio personal de cada cual favorece de forma sutil un intercambio emocional a distancia entre dos partes. El espacio conforma una envoltura en la que se ejecuta el intercambio. Impregnado por una infusión molecular, el propio espacio, más que los sonidos, las imágenes o el texto, se convierte en un medio. El aroma en el aire es un ejemplo de entidad oculta presente en el espacio interior, pero también se podrían buscar intercambios eléctricos, informativos y evocadores. Thres (hold) (umbral) es un proyecto que examina la progresión desde el dominio público exterior hasta el dominio privado interior. En vez de confiar sólo en la asignación espacial, este proyecto plantea intercambios ambientales que incluyen campos electromagnéticos, señales de teléfonos móviles e intrusiones informativas a través del espacio. Históricamente, la demarcación interior/exterior ha sido para los arquitectos un área fértil de investigación. La visión de Adolf Loos del espacio interior “parece establecer una distinción radical entre el exterior y el interior, que refleja la separación entre la intimidad y la vida social del urbanita: ‘fuera’, el reino del intercambio, el dinero y las máscaras; ‘dentro’, el reino de lo inalienable, lo no intercambiable y lo inefable”.11 En este proyecto, la zona del umbral se prolonga en el espacio considerablemente. La experiencia del umbral cobra la forma de una experiencia progresiva con reacciones físicas correspondientes, incluidas la atenuación de la luz y los colores y un lavado de aire. El recinto del umbral es un espacio ideado digitalmente a medida que utiliza sensores, luz y espacio para guiar al espectador. El propósito de este proyecto es ofrecer una experiencia de descomprensión, una limpieza metafórica de lo exterior. El proyecto aspira a componer una experiencia más intencional de transición entre modos muy dispares de comportamiento e intercambio. Una característica clave es su propósito doble, como una jaula de Faraday, un dispositivo que bloquea todas las señales electrónicas a fin de impedir físicamente a los usuarios recibir cualquier dato. Al salir del umbral, los usuarios son reconectados a sus redes y reciben información pertinente sobre el interior e, incluso, sobre sus ocupantes en ese momento. Estos proyectos exploran el potencial de los interiores de muchas y atractivas formas, lo que permite vislumbrar cuestiones futuras que podrían surgir si seguimos introduciendo voluntades activas en nuestros objetos, materiales y superficies. La contemplación de una relación “con” el espacio y no “dentro” del espacio nos obliga a ir más allá de las nociones simplistas de interactividad y reactividad. La complejidad de las reacciones, intercambios, límites y umbrales posiciona el interior como un espacio increíblemente evocador para el ejercicio de la especulación. 11 Colomina, B. “Interior”. En Weinthal, L. Op. cit., p. 491. 67