Sinforosa y sus siete hijos, Santos

Sinforosa y sus siete hijos, Santos
Santoral / Santoral
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MtiresMartirologio Romano; A nueve millas de Roma por la via Tiburtina, conmemoraci de los Santos Sinforosa y sus siete comparos
Crecencio, Juliano, Nemesio, Primitivo, Justino, Estacteo y Eugenio, mtires, que fueron martirizados de diversas maneras, fieles a su
hermandad con Cristo
Santa Sinforosa fue una matrona romana, mujer, cuda, y madre de mtires. Su esposo, san Getulio, que era tribuno militar, murimtir en la
oca de Adriano. Este matrimonio ten siete hijos varones cuyos nombres conserva la tradici: Crescencio, Juliano, Nemesio, Primitivo,
Justino, Estacteo y Eugenio.
La familia vivien Roma un tiempo, yendo y viniendo a las propiedades que el padre de familia, el tribuno Getulio -llamado tambi Zotico-,
ten en Toli. Dios les ha dado siete hijos; son familia cristiana y, en una casa bien dispuesta, llenan las horas del d viviendo en paz y
armon entre trabajos y aprendizajes mezclados con juegos, gritos y rezos.
El supersticioso emperador Adriano se ha convertido en un perseguidor cruel de los cristianos. Entre otros muchos, aprisiona a Getulio y
a Amancio, su hermano, tambi militar. Prisioneros primero, acaban siendo decapitados en la orilla del Tiber.
Durante todo el tiempo de la persecuci, Sinforosa ha salido con los suyos de Roma hacia Toli y allprocura preparar a sus hijos para la
amenaza presente que se promete larga y que ya ha acabado con la vida de su padre. Les habla del amor de Dios y del premio, de
fortaleza y fidelidad, de lealtad a Dios con las obras hasta la muerte como ha sido la actitud de su propio padre. Tuvo que pasar oculta
siete meses con sus hijos, escondidose cuando arreciaba la persecuci, por el temor a ser descubiertos, en una cisterna seca, que siglos
despu se mostraba a los visitantes. Sin fingimiento intil, prepara a sus hijos habldoles del peligro que corren, de los bienes futuros
prometidos a los que son fieles y de la confianza en Jesucristo; tambi les pone al corriente de la dureza que supone el martirio y confiesa
sus miedos ante la posibilidad de que claudique alguno de ellos. Todos se proponen estar dispuestos a la muerte antes que adorar a los
olos.
Por fin cayeron en manos de sus enemigos, y como Sinforosa no se dejase persuadir con promesas y amenazas para sacrificar a los
olos, el juez quiere colgarla por los cabellos junto al templo de Hcules; pero, comprendiendo que el espectulo contribuira afianzar la fe
de los cristianos que permanecen ocultos entre el pueblo, cambia el propito, disponiendo que sea arrojada al r Teverone, primo a Toli,
con una pesada piedra atada al cuello. Hasta ltimo momento Sinforosa siguianimando a sus hijos a permanecer firmes en la fe.
Sus hijos Crescente, Juliano, Nemesio, Primitivo, Justino, Estacteo y Eugenio, jenes y algunos nis, se resisten firmemente a sacrificar a
los dioses y aseguran con claridad ante el juez que se ha ofrecido con promesas a hacer de padre y madre para ellos: "No seremos
menos fuertes ni menos cristianos que nuestros padres".
Entonces es el potro alrededor del templo de Hcules el que entra en juego. A fuerza de ser estirados les descoyuntan los miembros, pero
ellos bendecn a Dios en medio del tormento. Luego vienen los garfios que van rompiendo las carnes y, por ltimo, vencido y humillado el
juez por no poder torcer la voluntad de los fuertes y jenes reos, manda que los verdugos terminen con sus vidas atravesdoles con
espadas y pules.
Enterraron sus cuerpos en una fosa comn que los paganos llamaron luego "Biothanatos", queriendo expresar el desprecio a la muerte
que mostraron al juzgarles. Cuando se calma de furia de Adriano en cosa de a y medio, los cristianos pudieron dar digna sepultura a los
que llamaban ya, distinguidolos, como "Los Siete Hermanos" y levantaron una peque y pobre iglesia a Sinforosa. Posteriormente sus
reliquias se trasladaron a Roma y se pusieron, junto a las de Getulio, en la Iglesia de san Miguel.