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Capítulo 6
Cirugía del complejo superior
Capítulo 6A
Blefaroplastia de párpado superior
Capítulo 6B
Corrección de ptosis palpebral
Capítulo 6C
Ptosis de ceja. Posibilidades quirúrgicas
Capítulo 6A
Blefaroplastia de párpado superior
Andrea Sanz López, Marco Sales Sanz
La blefaroplastia es generalmente el primer
motivo de consulta estética de la cara. Puede
realizarse como procedimiento único, o asociado a otros procesos de rejuvenecimiento. Aunque es frecuente que la blefaroplastia se realice
en párpados superiores e inferiores, en muchas
ocasiones el paciente solo demanda cirugía
sobre el párpado superior.
Cuando vamos a realizar una blefaroplastia
de párpado superior, debemos valorar los
siguientes puntos:
1. Exceso de piel.
2. Hernias grasas orbitarias.
3. Ptosis ceja.
4. Ptosis párpado superior.
5. Altura y simetría del surco palpebral superior.
6. Prolapso glándula lacrimal.
1. EXCESO DE PIEL (Dermatocalasia)
El exceso de piel es el motivo principal por el
que un paciente solicita una blefaroplastia de
párpado superior.
Además de producir un efecto antiestético la
dermatocalasia produce un peso excesivo en el
párpado que obliga al paciente a realizar un
esfuerzo muscular para mantener la apertura
adecuada, lo que puede producir sensación de
cansancio y cefalea. En ocasiones la piel lateral
es tan redundante que llega a producir una ptosis mecánica con disminución del campo visual
del paciente.
Al corregir la dermatocalasia podemos limitarnos a la extirpación de piel, o acompañarlo
de una extirpación del músculo orbicular.
Las últimas tendencias van encaminadas a ser
muy conservadoras con la resección muscular.
En primer lugar porque al extirpar el orbicular, se disminuye el volumen de tejido periocular, y la pérdida de volumen es uno de los signos de envejecimiento. Además al cortarlo,
sobre todo en la porción lateral podemos producir una denervación parcial del mismo, que
puede influir negativamente en su función a la
hora de mantener una buena lubricación ocular
mediante un parpadeo correcto. Otro problema
que podemos originar con la extirpación del
orbicular es que alteramos las adherencias entre
las distintas capas del párpado, pudiendo afectarse la demarcación del surco palpebral, que
además al suturar los bordes del orbicular extirpado, se va a desplazar hacia arriba, lo que
constituye otro signo de envejecimiento.
Por tanto sólo es recomendable extirpar orbicular en algún caso de párpado muy pesado, y
debe procurarse no extirpar la parte lateral, que
es por donde llega la inervación, haciendo una
extirpación conservadora solamente de la parte
central.
Técnica quirúrgica
Con el paciente sentado y antes de infiltrar la
anestesia local hay que marcar con un rotulador
quirúrgico la piel que queremos extirpar. Para
ello se manda al paciente mirar hacia abajo y,
traccionando con un dedo de la ceja hacia arriba, marcamos una linea siguiendo el surco palpebral superior desde el punto lacrimal hasta 11,2 cm por fuera del canto externo siguiendo
uno de los surcos laterales. El punto central, más
alto de esta incisión se marca entre 6-9 mm del
borde libre, según las características del paciente (fig. 1).
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Fig. 1: Se marca una línea en el surco palpebral superior,
desde el punto lacrimal hasta aproximadamente 1 mm por
fuera del canto externo, en uno de los surcos laterales. El
punto central se marca entre 6-9 mm del borde libre.
Para marcar el borde superior de la incisión
se coloca una rama de una pinza sin dientes en
el punto central de la línea ya marcada, y la otra
rama va pinzando la piel redundante a diferen-
Fig. 2: Se marca el exceso de piel pellizcando con una
pinza sin dientes. Se marcan 3 puntos, donde comienza la
eversión de las pestañas.
6. Cirugía del complejo superior
tes alturas hasta el punto previo al que aparezca
la eversión de las pestañas. Se marca el punto
superior donde la rama de la pinza toca la piel
(fig. 2).
Se repite el procedimiento nasal y temporalmente, marcando otros 2 puntos.
A continuación se conectan estos 3 puntos
entre sí, y con los extremos nasal y temporal de
la línea inferior (fig. 3). El extremo lateral de la
incisión no debe sobrepasar el extremo final de
la ceja.
El punto más problemático de esta extirpación suele ser el medial, porque es frecuente
que exista en esta zona tanto exceso de piel,
que no se pueda quitar con la extirpación como
está descrita. Hay 2 formas de hacerlo que
dependerá de la cantidad de piel redundante.
La primera consiste en prolongar el extremo
medial de la incisión inferior unos 3 mm en un
ángulo de unos 130º hacia dentro y hacia arriba, hasta conectarla con la línea superior.
La segunda, cuando la piel es todavía más
redundante, consiste en hacer una W-plastia,
haciendo una resección triangular de piel. Esta
incisión es menos estética y solo se hace en
casos con un gran exceso de piel en esta zona
(fig. 4).
A continuación se infiltra con una mezcla al
50% de lidocaína al 2% y bupivacaína al 0,5%
con adrenalina al 1/100.000 en el plano subcu-
Fig. 3: Se unen los 3 puntos mediante una línea, delimitando el área de resección.
6. Cirugía del complejo superior
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2. HERNIAS GRASAS ORBITARIAS
Fig. 4: W-plastia medial para tratar el exceso medial de piel.
táneo, ya que éste va a ser el plano de disección. Se hace una incisión cutánea de la elipse
marcada y se extirpa la piel.
Cuando se extirpa orbicular, como ya hemos
dicho, solo se hará en la parte central y de una
forma muy conservadora.
Se realiza hemostasia cuidadosa y se extirpan las bolsas grasas como se describe mas adelante.
Se cierra la herida con puntos sueltos de prolene 6/0 o con 3 puntos de aproximación de
vicryl 6/0 y una sutura continua de 7/0, que
hacemos también con vicryl, porque es mas
manejable que el nylon y no produce tendencia
a epitelización del trayecto como la seda. Se
retiran las suturas a los 7 días (fig. 5).
Fig. 5: Aspecto preoperatorio y tras resección exclusiva de
piel de párpado superior.
En el párpado superior sólo tenemos 2 bolsas
grasas orbitarias, una medial, habitualmente
más marcada, y una lateral, que sólo es necesario extirpar en algunas ocasiones, ya que no
suele crear alteración estética. Además su extirpación puede provocar surcos excesivamente
hundidos que no producen rejuvenecimiento,
sino todo lo contrario.
Ambas bolsas son fácilmente distinguibles. La
grasa medial es de color amarillo más claro y de
consistencia más compacta que la lateral (fig. 6).
Como veremos más adelante, si existe un abultamiento externo, NUNCA se trata de una hernia
grasa, si no de un prolapso de la glándula lacrimal.
Técnica quirúrgica
Se presiona ligeramente sobre el globo ocular para ver dónde empuja la bolsa grasa
medial. Con una tijera de Westcott se da un
pequeño corte sobre el septum en esta zona,
que permita la herniación de la grasa. Con una
pinza se tracciona MUY suavemente de la
misma y con una tijera de Westcott se van libe-
Fig. 6: Imagen intraoperatoria. Se ha abierto el septum
orbitario en dos pequeños puntos, por donde se hernian las
bolsas grasas medial y lateral. Se observa la bolsa medial
de un color más claro, y la lateral de un amarillo más
intenso.
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6. Cirugía del complejo superior
de hemostasia, se sujeta con una pinza sin dientes la bolsa grasa por debajo de la pinza de
hemostasis, para comprobar una vez retirada
ésta, si queda algún punto sangrante.
Si se quiere extirpar la bolsa grasa lateral, se
abre el septum casi en toda su longitud. Se localiza la bolsa medial y la glándula lacrimal, y seguimos el mismo procedimiento descrito (fig. 9).
3. PTOSIS CEJA
Fig. 7: Para permitir la herniación de la grasa hay que cortar el septum y los pequeños tabiques de la bolsa grasa
medial.
rando los tractos fibrosos para que la grasa
pueda salir sin dificultad (fig. 7).
Se sujeta la base de la grasa que queremos
extirpar con una pinza de hemostasia y se corta
por encima con una tijera. Se coagula el borde
cruento, tocando a la vez con el cauterio sobre
la pinza de hemostasia, siempre con mucho cuidado de que la pinza de hemostasia no toque la
piel periocular (fig. 8). Antes de retirar la pinza
Fig. 8: Se sujeta la grasa que se desea extirpar con una
pinza hemostática y se corta la grasa. Durante la coagulación de la bolsa, hay que proteger cuidadosamente la piel
del párpado con torundas de algodón, evitando cualquier
contacto de la pinza hemostática con la ella.
Un pliegue palpebral superior excesivo,
suele ser debido a una dermatocalasia, pero
puede estar favorecido por una ptosis de la ceja.
Siempre hay que descartar una ptosis de ceja
durante la exploración en la valoración prequirúrgica del paciente porque va a ser determinante para un buen resultado cosmético.
Sobre la ptosis de ceja y su corrección quirúrgica se tratará en otro capítulo. Aquí queremos insistir en lo importante que es corregir esta
ptosis de ceja asociada, antes o al tiempo que se
realiza la blefaroplastia.
Como hay mucha variabilidad personal en la
posición de las cejas, en ocasiones no es fácil
saber el grado de ptosis real. Puede resultar muy
útil pedir al paciente fotos de cuando era joven
para valorar la diferencia. En general, se considera necesario elevar la ceja cuando la distancia
Fig. 9: Se ha abierto el septum completamente y se observa la bolsa grasa lateral. La porción más lateral suele extenderse cubriendo la glándula lacrimal.
6. Cirugía del complejo superior
Fig. 10: Ptosis de ceja. Se aprecia un pliegue palpebral
mayor en el lado derecho debido a una ptosis de ceja leve.
Si se tracciona suavemente de la ceja se observa una normalización de los pliegues cutáneos.
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Fig. 11: Ptosis palpebral aponeurótica. Debe corregirse
durante la incisión de blefaroplastia.
entre el punto central del borde palpebral superior y el punto central del borde inferior de la
ceja, en posición primaria de la mirada, es menor
de 10-15 mm, sobre todo en mujeres (fig. 10).
4. PTOSIS PÁRPADO SUPERIOR
En la evaluación preoperatoria de un paciente que va a ser sometido a una blefaroplastia
debemos descartar la presencia de una ptosis
palpebral, hallazgo muy frecuente en estos
pacientes, como un signo involutivo mas, debido a desinserción de la aponeurosis del elevador.
Es importante que no nos pase desapercibida, porque se puede reinsertar la aponeurosis en
la misma cirugía, aprovechando la incisión de la
blefaroplastia. El resultado estético será mucho
más satisfactorio (fig. 11).
Cuando la ptosis es asimétrica es fácil de
detectar y el signo que más nos orienta es una
asimetría en la altura de ambos surcos palpebrales superiores. Está más alto el del párpado
que tiene la aponeurosis desinsertada (fig. 12).
Fig. 12: Ptosis palpebral aponeurótica asimétrica. Obsérvese como el lado de mayor ptosis presenta una mayor elevación del surco palpebral superior. En casos de ptosis
latentes puede ser la única manifestación, y condicionar
un mal resultado cosmético de la blefaroplastia.
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6. Cirugía del complejo superior
Fig. 13: Distancia Reflejo-Margen (DRM). Es medida fundamental en la exploración de la ptosis palpebral.
Cuando son simétricos el dato exploratorio
que nos orienta es la distancia reflejo-margen
superior (DRM1), que no debe ser menor de 44,5 mm (fig. 13).
5. ALTURA Y SIMETRÍA DEL SURCO
PALPEBRAL SUPERIOR
El surco palpebral superior, que debe ser simétrico, se forma, fundamentalmente por extensiones fibrosas del elevador del párpado a la piel,
atravesando el orbicular. La altura es muy variable
entre los distintos individuos, siendo más bajo en
varones. Con la edad se produce una elevación
del mismo, a veces secundario a una ptosis palpebral subclínica. Por tanto es muy importante
que tras una blefaroplastia no quede el surco más
alto, ya que por un lado, no favorece el aspecto de
rejuvenecimiento, y además como la piel mas
superior es mas gruesa y oscura, la cicatriz puede
ser más visible que con un surco mas bajo.
Se encuentra, normalmente a 11 mm del
borde palpebral superior en el punto central, a 10
mm en el temporal y a 9 en el nasal, en mujeres.
Como ya hemos dicho, es más bajo en varones.
Cuando el surco está más alto que lo descrito, generalmente es debido a una ptosis palpebral y su altura se corregirá, como ya hemos
dicho, corrigiendo la ptosis al mismo tiempo
que realizamos la blefaroplastia (fig. 12).
Cuando existe una asimetría que no es debida a ptosis palpebral, debemos rehacer el surco,
de la misma forma que se rehace en la ptosis
congénita que no lo tienen formado. Al dar los
3 puntos sueltos de aproximación para cerrar la
Fig. 14: Exceso de pliegue cutáneo sin ptosis palpebral ni
de ceja. Debe rehacerse el surco durante la blefaroplastia
para conseguir la simetría postoperatoria.
herida cutánea, se pasa también la sutura por la
aponeurosis del elevador entre ambos bordes de
la piel (fig. 14). Es necesario también rehacer el
surco palpebral en pacientes orientales a los
que se les realiza una blefaroplastia y desean
occidentalizar sus rasgos.
6. PROLAPSO DE GLÁNDULA LACRIMAL
En la evaluación preoperatoria se debe
observar si existe una prominencia en la parte
externa del párpado, que nunca corresponde a
hernia grasa y, habitualmente, se trata de un
prolapso de la glándula lacrimal. En algunos
casos el prolapso es muy pequeño y no es necesario hacer nada, ya que no produce ningún
problema estético. Si la glándula protruye más
de 1 cm por fuera del reborde, debemos reponerla en su sitio aprovechando la incisión de la
blefaroplastia (fig. 15).
6. Cirugía del complejo superior
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Fig. 15: Un abultamiento lateral no corresponde a una hernia grasa, sino suele corresponder a una luxación de glándula
lacrimal. Aspecto pre y postoperatorio.
Técnica quirúrgica
Una vez hecha la extirpación de piel y orbicular, se abre el septum orbitario en toda su lon-
Fig. 16: Imagen intraoperatoria. Se pasan 2 suturas de
nylon 5-0 por la glándula luxada.
gitud y se localiza la glándula lacrimal. Se atraviesa la glándula, cerca del borde, con 2 suturas
de nylon 5-0 con doble aguja (fig 16). Posteriormente se anclan ambas suturas al periostio por
dentro del reborde orbitario superior (fig 17).
Fig. 17: Se anclan las dos suturas al periostio orbitario
supero-externo por dentro del reborde.
Capítulo 6B
Corrección de ptosis asociada a blefaroplastia
Gonzalo Blanco Mateos
La ptosis palpebral o blefaroptosis es una
alteración consistente en el descenso del párpado superior que produce una disminución de la
hendidura palpebral. El estudio de los diferentes
tipos de ptosis según su causa y la revisión de
los distintos métodos quirúrgicos para su tratamiento dependiendo de su gravedad excede los
objetivos de este capítulo. El propósito es revisar
la importancia del diagnóstico y manejo de la
ptosis, fundamentalmente de tipo aponeurótico
e involutivo, en pacientes que buscan un tratamiento rehabilitador en la región periocular con
finalidad estética.
Desde este punto de vista, la mayoría de los
pacientes que se van a tratar presentan una ptosis leve (entre 1 y 3 milímetros) que produce, en
el caso de ser unilateral, una asimetría entre los
dos ojos o, en formas bilaterales, un aspecto
cansado o entristecido. Otras manifestaciones
menos frecuentes son la elevación unilateral de
la ceja y la presencia de un pliegue palpebral
demasiado alto acompañado de un sulcus profundo. El músculo frontal, que tiene un papel
primordial en la posición de la ceja, es también
un músculo elevador del párpado superior. En
pacientes con ptosis aponeurótica uni o bilateral su contracción puede compensar la ptosis
palpebral, consiguiéndose una adecuada hendidura palpebral a expensas de una elevación de
la ceja. Cuando este fenómeno es marcadamente asimétrico puede constituir un motivo de
consulta en sí mismo. En estos casos solo
mediante el bloqueo mecánico del frontal en la
exploración se puede poner de manifiesto la
ptosis aponeurótica (fig. 1). De forma similar, el
sulcus profundo es característico del paciente
con este tipo de ptosis y le puede conferir un
aspecto enoftálmico. La causa de esta alteración
es, además de la desinserción de la aponeurosis
del elevador que conlleva una elevación del
Fig. 1: Paciente con ptosis palpebral más marcada en ojo derecho compensada por elevación mantenida y asimétrica de
ceja derecha (derecha). Bloqueando manualmente la elevación de ceja derecha se pone de manifiesto la ptosis más acentuada en ojo derecho donde también se observa un sulcus más profundo (izquierda).
92
6. Cirugía del complejo superior
Fig. 2: Marcada ptosis aponeurótica bilateral (derecha). Se observa un sulcus profundo y pérdida del pliegue palpebral
debido a la desinserción del elevador. Paciente después de blefaroplastia de párpado superior, corrección de ptosis por vía
anterior y cantoplastia (izquierda). Se observa desaparición del defecto en el sulcus, a pesar de hipocorrección en ojo
izquierdo.
pliegue palpebral, el desplazamiento vertical y
posterior de la grasa preaponeurótica que origina una cierta depresión entre el pliegue palpebral y el borde inferior de la ceja (fig. 2).
Es importante reconocer estas dos últimas
alteraciones para evitar un tratamiento incorrecto del paciente. En ambos casos el objetivo
primario debe ser corregir la ptosis palpebral y
no los fenómenos secundarios asociados. El
tratamiento aislado de la elevación compensadora de la ceja empeoraría el aspecto del
paciente al poner de manifiesto su ptosis palpebral. En el caso de sulcus profundo, el uso
de injertos o rellenos en esta zona habitualmente agrava la ptosis, mientras que la reinserción del elevador corrige adecuadamente la
posición del pliegue y soluciona la deformidad
al reponer la grasa pre-aponeurótica en su
situación habitual (fig. 2).
En algunos casos el mecanismo compensador de elevación de cejas puede ser tan intenso
que exceda el grado de ptosis. Está descrita la
insuficiencia del parpadeo o incluso síntomas
de exposición ocular y ojo seco secundarios a
este reflejo desproporcionado («frontalis antagonist blink syndrome»). Por otro lado, la contracción excesiva del músculo frontal puede persistir incluso después de la corrección de la ptosis
y precisar de tratamiento específico habitualmente con toxina botulínica.
Es muy importante explorar detenidamente
al paciente de forma preoperatoria para detectar
la presencia de ptosis palpebral así como de las
alteraciones asociadas. En muchas ocasiones el
paciente no ha percibido la caída del párpado y
ésta debe ser convenientemente documentada y
explicada. Su corrección implica un procedimiento quirúrgico específico, una mayor complejidad en la cirugía y unos riesgos o potencial
complicaciones propias y distintas de los otros
tratamientos rehabilitadores o cosméticos. Además de realizar una exploración oftalmológica
completa, es necesario medir la distancia entre
el margen palpebral superior y el reflejo pupilar
(MRD) para determinar la cantidad de ptosis.
Bloqueando manualmente el músculo frontal se
debe precisar la función del elevador del párpado superior. Para ello se mide su recorrido desde
la máxima infraversión a la máxima supraversión y se confirma una buena u óptima función
del elevador, característicamente mayor de 1215 milímetros. Conviene ratificar la presencia
de un adecuado fenómeno de Bell y un correcto tono del músculo orbicular. Por último, es
muy importante descartar problemas de la
superficie ocular, particularmente el ojo seco,
ya que éstos se pueden agravar después de una
cirugía de ptosis palpebral.
Existen dos tipos de abordajes quirúrgicos
para la corrección de la ptosis palpebral de tipo
6. Cirugía del complejo superior
93
Fig. 3: Paciente con ptosis palpebral bilateral y dermatochalasis asociada, más acentuada en ojo izquierdo. (derecha).
Misma paciente 10 minutos después de instilación de colirio de fenilefrina 10% (izquierda). Se observa la corrección de
la ptosis por la contracción del músculo de Müller: test de fenilefrina positivo.
involutivo o aponeurótico: la vía anterior transcutánea consistente en la reinserción o el avance de la aponeurosis del elevador, y la vía posterior transconjuntival, en la que se realiza una
resección de músculo de Müller y conjuntiva o
un avance aislado del Müller.
En el caso de que se plantee un abordaje
posterior es conveniente realizar un test de fenilefrina. El objetivo es comprobar si la contracción del músculo de Müller inervado por el simpático y estimulado por la fenilefrina tiene un
efecto significativo en la elevación del párpado
superior que presenta una ptosis. Un test positivo implica la elevación de 1,5-2 mm del párpado superior a los 10 minutos de la instilación de
fenilefrina al 2,5 ó 10% (fig. 3). En los casos unilaterales este test puede poner de manifiesto una
ptosis del párpado contralateral enmascarada
por una contracción compensadora (ley de
Hering) que debe ser corregida para evitar la
aparición de una ptosis postoperatoria.
El abordaje anterior tiene algunas ventajas
frente a la vía posterior ya que se puede combinar con la realización de una blefaroplastia de
párpado superior, remodelación de grasa preaponeurótica y retro-orbicular (ROOF), escisión
de paquete graso medial o reparación del prolapso de glándula lagrimal. Así mismo parece
ofrecer más versatilidad para redefinir el pliegue
palpebral y ajustar el contorno palpebral. Finalmente proporciona una visualización directa de
la aponeurosis y del músculo elevador del párpado superior, con lo que permite corregir ptosis mayores.
La técnica quirúrgica presenta algunas modificaciones según diferentes autores y preferencias individuales. Habitualmente la incisión
cutánea inferior se realiza a la misma altura que
el pliegue del párpado contralateral, en casos
unilaterales, o donde se quiera reformar el pliegue en casos bilaterales. En prácticamente todos
los casos se realiza una escisión de piel y orbicular. Su extensión está condicionada por la
cantidad de piel redundante determinada previamente y que condiciona la localización de la
incisión superior del «flap» de blefaroplastia. La
identificación del septo orbitario disecando por
debajo del orbicular en el borde superior de la
incisión es muy útil y proporciona un margen de
seguridad considerable. El uso de ganchos cutáneos inicialmente y posteriormente de un separador de Desmarres facilita la disección por
debajo del orbicular y mejora la visualización.
Tras realizar la escisión del septo se observa el
prolapso de la grasa preaponeurótica y por
debajo de la misma se encuentra la aponeurosis
del elevador. La escisión de una lengüeta de
músculo orbicular en la proximidad del labio
inferior de la incisión permite visualizar la cara
anterior del tarso y define un borde de la aponeurosis del elevador por debajo del cual se
detecta el músculo de Müller y la arcada arterial
94
6. Cirugía del complejo superior
Fig. 4: Técnica de corrección de ptosis mediante avance del elevador. Vista intraoperatoria tras disección de la aponeurosis (derecha). Las pinzas separan la aponeurosis abierta y por debajo se observa el músculo de Müller. Por debajo del separador de Desmarres se observa la grasa preaponeurótica. Esquema de la técnica quirúrgica (modificada de C McCord Eyelid surgery). El punto central entre la aponeurosis del elevador y la cara anterior del tarso permite corregir grados leves,
moderados de ptosis (izquierda).
palpebral superior. Una sutura de monofilamento (nylon o polipropileno) de 6/0 ó 7/0 en «U»
desde la aponeurosis a la cara anterior del tarso,
cuidando que ésta sea de espesor parcial, va a
permitir elevar el párpado y definir el punto de
máxima altura del mismo (fig. 4). Habitualmente esta sutura se localiza ligeramente medial a la
pupila en posición primaria. De forma intraoperatoria se ajusta la altura del párpado.
El simple avance o reposición de la aponeurosis con este único punto tiene un gran efecto elevador, por lo que es fácil producir una hipercorrección. En general es deseable obtener una
hiper-corrección intraoperatoria en torno a 1 mm
que posteriormente se compensará al pasar el
efecto del anestésico que bloquea parcialmente
el orbicular. La localización de un punto medial
y lateral a esta sutura central es opcional. En
muchos casos un único punto es suficiente para
corregir una ptosis leve, con lo que se ahorra
tiempo y se evita una mayor disección de tejidos.
En los casos en que no sea suficiente o que se
aprecien defectos del contorno palpebral, los
puntos medial y lateral al punto cental pueden
ser de utilidad. En los casos bilaterales es recomendable no cerrar la incisión hasta realizar la
cirugía en el segundo párpado. De este modo se
pueden realizar pequeños ajustes intra-operatorios para conseguir una adecuada simetría. Habitualmente esta técnica asociada a blefaroplastia
consigue unos resultados satisfactorios (fig. 5).
La vía posterior tiene su principal indicación
en ptosis de 1-2 mm que producen pequeñas
asimetrías. Sus defensores opinan que este abordaje es técnicamente más fácil, rápido, predecible y que produce un contorno palpebral más
natural. En principio solo estaría indicada en
pacientes con test de fenilefrina positivo. Técnicamente se realiza una escisión de conjuntiva
palpebral y de músculo de Müller que produce
una elevación del párpado variable según la
extensión de la escisión. Para realizar la cirugía
es muy útil el uso de la pinza de Putterman. Este
instrumento permite fijar un pliegue que contiene conjuntiva y Müller cuando el párpado está
evertido con la ayuda de un separador de Desmarres. La cantidad de conjuntiva-Müller a
escindir depende del grado de ptosis del paciente y del test de fenilefrina. Aunque existen varias
fórmulas se recomienda una escisión de 4 mm
para corregir una ptosis de 1 mm, 6 mm para
ptosis de 1,5 mm y 8 mm para ptosis de 2 mm
en pacientes con test de fenilefrina de 2 milímetros, procediendo a realizar una escisión mayor
o menor si el test de fenilefrina es menor o
mayor de 2 mm respectivamente. Algunos autores realizan un cálculo más simplificado: escisión de 8 mm si el test de fenilefrina corrige
completamente la ptosis, mayor de 8 mm si la
corrección no es completa o menor de 8 mm si
se produce una hipercorrección (J Bylik, comunicación personal).
6. Cirugía del complejo superior
95
Fig. 5: Pacientes con ptosis palpebral bilateral y dermatochalasis marcada (derecha). Mismas pacientes tras blefaroplastia
de párpado superior bilateral y corrección de la ptosis mediante avance del elevador (izquierda). En la paciente de línea
inferior se asoció blefaroplastia de párpado inferior transconjuntival con reposición grasa.
La elección de una u otra técnica va a depender básicamente de las preferencias del cirujano
y del momento en que se plantee la corrección
de la ptosis. En general, parece más lógico utilizar la vía anterior cuando la corrección de la
ptosis se realiza simultáneamente a una blefaroplastia de párpado superior. Por su parte, el
abordaje posterior parece más indicado si se
pretende corregir una ptosis aislada sin otras
alteraciones asociadas o, más comúnmente, si
se detecta una ptosis tras una blefaroplastia o un
abordaje anterior, siempre y cuando el test de
fenilefrina sea positivo.
En resumen, el diagnóstico y tratamiento de
la ptosis palpebral en una persona que busca
una solución estética a sus problemas periorbitarios tiene una gran importancia para conseguir
un buen resultado rehabilitador. La evaluación
detenida del paciente de forma preoperatoria
evita realizar tratamientos inadecuados y permite planificar de forma razonada el tratamiento
reparador. Finalmente la corrección quirúrgica
usando la técnica que se considere más conveniente y con la que el cirujano se encuentre más
cómodo y familiarizado, debe ser incluida dentro del plan quirúrgico individualizado y personalizado para cada caso concreto.
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Capítulo 6C
Ptosis de ceja. Posibilidades quirúrgicas
Ramón Medel, Gustavo Matach, Yanina Zago, Tirso Alonso
INTRODUCCIÓN
Existen hoy en día distintas opciones terapéuticas en la ptosis de la ceja. El interés de este
capítulo es el de introducir al oftalmólogo general, las posibilidades y los resultados de las técnicas mas utilizadas para la corrección de la
ptosis de ceja.
Las cejas forman parte del complejo superior
de la cara (fig. 1), por lo tanto el examen clínico de un paciente, en donde se planea realizar
un gesto quirúrgico, debe abordar todos los
detalles de este complejo: evaluación de la frente, las cejas, la asimetría del párpado superior,
ptosis palpebral, calidad de la piel, las arrugas,
los surcos, las cicatrices y las líneas de la frente
que son causadas por una hiperfunción de los
músculos corrugador y procerus. Esto nos permitirá tratar a la ptosis de la ceja, dentro de un
conjunto y dar un mejor resultado cosmético
dentro de las expectativas del paciente.
En la valoración periocular, no sólo debemos
tomar las medidas que realizamos habitualmente, sino también aconsejamos retirarnos hacia
atrás y observar toda la cara del paciente, antes
de adentrarnos en lo que nos interesa, dado que
es importante evaluar los problemas cosméticos
que pueden corregirse y valorar las expectativas
Fig. 1: Complejo superior de la cara: párpados superiores,
cejas, frente.
del paciente. Cada paciente es diferente y es
fundamental conocer qué es lo que el paciente
espera de la cirugía, pues muchos de los fracasos en cirugía reparadora y cosmética, están
atribuidos a la falta de comprensión por parte
del cirujano, y no a errores en su técnica quirúrgica.
CONSIDERACIONES DE LA ANATOMÍA
DE LA CEJA
Es difícil reconocer cual seria la forma ideal
de la ceja, puesto que su forma varia según diferentes condiciones.
Sexo: En la mujer su contorno es más arqueado, elevándose por encima del anillo orbitario
en la parte lateral, en el hombre es más plana y
más baja a nivel del reborde.
Edad: En los niños y en la adolescencia suele
ser más fina y su contorno menos marcado,
mientras que en la edad avanzada encontramos
una ptosis conjunta de la piel, más importante
en la porción lateral.
Raza: Su forma y características varían según
el color de piel y la etnia; por ejemplo es menos
arqueada en la raza oriental.
Algunos autores han sugerido una forma
ideal de ceja, con ciertos atributos, que se propone como un modelo para los pacientes de
raza occidental, que desean mejorar el aspecto
de la misma. Tomando en cuenta el modelo
propuesto por Roth y Metzinger, podemos definir las cualidades de una ceja como las siguientes (fig. 2):
– La porción medial comienza con por una
línea imaginaria que se extiende hasta el ala de
la nariz (ca).
98
6. Cirugía del complejo superior
B) También se la pude medir en sentido
inverso, se eleva la ceja hasta una ubicación
deseada, se coloca la regla en la parte superior
de la ceja y se mide la distancia recorrida.
Fig. 2: Relaciones entre la ceja y la cara, en un modelo
«ideal» de ceja femenina.
– Su porción lateral termina por donde se
extiende una línea oblicua que va desde el ala
de la nariz y que pasa por el canto lateral (lca).
– Si trazamos una línea horizontal, las porciones medial y lateral se encuentran sobre el
mismo plano (ml).
– El arco de la ceja (la porción más elevada)
se encuentra en una línea a la altura de una
línea que pasa por el limbo lateral o por fuera
del mismo (cl).
MEDICIONES SOBRE LA CEJA
La ptosis de ceja se puede medir de varias
maneras:
A) Se mide la distancia entre el margen central del párpado superior al borde inferior central
de la ceja. Si la distancia es menor de 10 mm. en
mujeres, existe una ptosis de ceja puede que
puede ser corregible quirúrgicamente.
B) Para evitar posibles errores en pacientes
con malposiciones palpebral como la ptosis, se
puede medir la distancia del borde inferior de la
ceja al limbo corneal inferior. En general esa
distancia es de 22 mm.
CUANTIFICACIÓN DE LA PTOSIS
A) Se coloca en punto 0 de la regla en al
borde superior de la ceja. Luego se levanta la
ceja con el dedo examinador hasta una posición
deseada y se mide el desplazamiento de la ceja
con la regla. Se debe medir en la parte temporal
y en nasal de la ceja, a 10 mm. de la parte final
de la ceja.
SELECCIÓN DEL PACIENTE PARA CADA TIPO
DE CIRUGÍA DE CEJA
La ptosis de la ceja es el resultado de la
migración inferior de la ceja por debajo de su
posición natural, a nivel del reborde óseo
periorbitario. A menudo produce una apariencia de fatiga y un pliegue excesivo en el párpado superior. Esta condición resulta de los
cambios relacionados con la edad de la piel y
del tejido conectivo, pero también después de
parálisis faciales o tumores unilaterales. La
ptosis de la ceja es en general más frecuente
en la porción lateral. El examen del paciente
con ptosis de ceja, es muy importante cuando
vamos a realizar una blefaroplastia, dado que
ésta puede empeorar una ptosis de ceja preexistente, y provocar un aspecto de fatiga o
enfado tras la cirugía. La elevación manual de
la ceja, determinará la extensión de la ptosis y
revelará la cantidad de exceso de piel presente.
Existen diferentes presentaciones de la ptosis
de ceja, y cada una merece un abordaje quirúrgico individual:
– El paciente que requiere blefaroplastia con
ptosis de la ceja muy leve, que se suele acentuar
tras la cirugía, suele ser el candidato ideal para
la fijación interna de la ceja, en el momento de
la blefaroplastia. En este tipo de ptosis existe
una pequeña cantidad de piel de la ceja redundante y la fijación del párpado previene una
futura caída sin inducir cicatriz.
– El paciente de edad avanzada que presenta algo de piel redundante en la frente o una
ptosis de la ceja asimétrica, requiere un lift
directo de la ceja, a través de una incisión
supraciliar. Esta técnica está particularmente
indicada en hombres con entradas en el cabello, en quienes el brow lift endoscópico no es
viable, pero con una cantidad suficiente de pelo
en la ceja que puede enmascarar la cicatriz. El
6. Cirugía del complejo superior
abordaje directo también esta indicado en
mujeres con piel excesiva en la frente, con cejas
oscuras y prominentes que desean ocultar la
cicatriz con maquillaje y rechazan procedimientos más agresivos.
– El paciente con surcos profundos en la
frente y exceso de piel en la ceja es un candidato al lift de la ceja en la frente media. La incisión se realiza sobre uno de los surcos de la
frente, de ésta manera se evita una cicatriz en
un paciente con calvicie.
– En un paciente con ptosis de la ceja y
excesiva piel en la ceja con implantación baja
del cuero cabelludo, el brow lift endoscópico
permite un excelente resultado sin cicatrices.
Alternativamente un lift coronal se puede realizar en muchos de estos pacientes y permite elevar las cejas y reducir los pliegues de la frente
con cicatriz mínima.
– Finalmente como la ptosis de ceja es en
general en la porción lateral, el lift de la ceja
temporal puede ser eficaz en pacientes en cuya
implantación del cabello permite éste procedimiento.
1. Lift de la ceja por vía interna:
Browlift y browpexia asociados a la
blefaroplastia superior
Indicación
El interés de ésta técnica es el de asociar la
incisión de la blefaroplastia, para remontar la
ceja en un mismo acto, mejorando así el resultado funcional y cosmético post-quirúrgico.
Su indicación son las ptosis moderada de
ceja, de la porción media y lateral y cuando
existe un excedente cutáneo en el párpado
superior. En casos donde la ptosis de ceja es
mayor, o donde creemos, que ésta técnica será
insuficiente, debemos realizar alguna de las técnicas que veremos más adelante.
Este procedimiento puede ser realizado por
un cirujano que esté familiarizado con la blefaroplastia superior y que desee mejorar el resultado de la misma, sin pasar por técnicas más
complejas.
99
Precisiones anatómicas
En muchos pacientes, con ptosis de ceja
podemos encontrar un relleno en el área lateral
del párpado, que corresponde a la bolsa grasa
retro orbicular o ROOF (del inglés retro orbicular oculi fat pad) que se encuentra por debajo de
la ceja y desde donde salen fijaciones para asegurar la ceja hacia la cresta supraorbitaria Su
función es la de facilitar la movilidad de la ceja,
especialmente en los laterales, donde es más
pronunciada.
Con el paso del tiempo todos los tejidos blandos de la frente, piel, músculo frontal y grasa
tienden a migrar hacia abajo por la falta de
adherencia profunda al periostio, ésto produce
la caída de la ceja por delante de la bolsa grasa,
así en un corte sagital medio, podemos situar a
la bolsa grasa, por delante del septum orbitario y
la grasa pre aponeurótica, y por detrás del músculo orbicular. El músculo frontal se interdigita
con el orbicular a la altura de las cejas, donde se
encuentra superficial a las bolsas grasas.
Es importante remarcar que el tamaño y posición de la bolsa grasa contribuyen a la forma de
la ceja según el sexo; en el hombre es más prominente y contribuye a dar más volumen en la
porción lateral.
La arteria y nervio supraorbitario después de
salir de la fosa del mismo nombre se dirigen hacia
arriba y atraviesan la porción media de la bolsa
grasa de la ceja; al realizar resección de la misma
se debe tener en cuenta este detalle anatómico
para no dañar dicho nervio que lleva la sensibilidad de la porción lateral y media de la frente.
Técnica quirúrgica
Después de marcar la zona de la blefaroplastia con un rotulador, se debe marcar sobre la piel
la salida del paquete supraorbitario y la posición
de las suturas de fijación para levantar la ceja.
Las suturas se colocarán inferiores a la posición de la ceja y fijarán el tejido subcutáneo al
periostio del anillo orbitario.
A través de una incisión de blefaroplastia
normal, se diseca hacia arriba, por debajo del
100
6. Cirugía del complejo superior
2. Lift de la ceja por abordaje directo
Indicación
Fig. 3: Browpexia por vía interna: colocación del dispositivo Endotine®, en su cara anterior presenta 5 arpones de
plástico, donde se enclavan los tejidos que se desea fijar,
en este caso el periostio y ceja.
plano muscular extendiéndose aproximadamente 1 a 1,5 cm. por encima del reborde orbitario lateral. En este punto, se puede realizar
resección de la bolsa grasa de la ceja si se considera necesario.
La fijación de la ceja al periostio se puede
realizar de dos maneras, ya sea utilizando el sistema Endotine, ( descrito en la técnica de Endobrow ), para ello necesitamos realizar un orificio
en el hueso 1-2 cm. superior al reborde orbitario (fig. 3).
Por otra parte, se puede utilizar 2 ó 3 suturas
4/0 no absorbibles fijando el orbicular al periostio. Se cierra la incisión de blefaroplastia, con
suturas continuas o separadas.
Complicaciones
Suelen ser las mismas que las de blefaroplastia; es de recordar que ésta técnica suele dar
mejores resultados en pacientes con ptosis de
ceja leve a moderada, por lo que si se realiza en
ptosis más marcadas puede haber una hipo
corrección post quirúrgica.
Existe un plexo venoso, al interior o por debajo de la bolsa grasa de la ceja, que puede ser visible tras la exposición o resección de la misma. Su
cauterización previene el sangrado durante la
cirugía y el hematoma post operatorio.
El abordaje directo de la ceja, se puede realizar en cualquier tipo y grado de ptosis de ceja,
de preferencia en hombres. Los pacientes de
mayor edad, de cualquier sexo que presenten
parálisis facial o ptosis de ceja involutiva también se pueden beneficiar del abordaje directo.
Es más eficaz para las ptosis de ceja de la porción media y central. Si existe una asimetría en la
posición de la ceja, la corrección es más fácil de
realizar, con una medida adecuada, a través del
abordaje directo. Dependiendo de la forma de la
resección, se puede mejorar la ptosis de las porciones medial, central o lateral, adaptando cada
cirugía al plan preoperatorio deseado. Es preferible evitar ésta técnica en pacientes jóvenes, o
mujeres con poca cantidad de pelo en la ceja,
puesto que dificultaría esconder la cicatriz.
Técnica quirúrgica
Se marca la región de piel que se desea resecar: tal como se describió previamente, con la
ceja en ptosis, se marca a lo largo de toda su
extensión, el borde superior de la misma. Se
levanta la piel y ceja, dejándola en la posición
deseada, con una leve hipercorrección y sosteniendo el rotulador sobre la piel a este nivel. Se
deja caer la ceja a su posición inicial, y sin mover
el rotulador de posición se marca con el mismo,
el limite superior de la zona de resección.
Se repite el mismo gesto en varios puntos a lo
largo de la ceja, dejando una elipse de piel, que
corresponde al tejido a resecar.
Es preciso marcar el paquete del supraorbitario palpando su posición en el reborde orbitario
para evitar lesionarlo. Se realiza la incisión de la
piel, de manera perpendicular a la piel. Se profundiza la incisión a nivel del músculo frontal,
que se debe preservar para proteger el nervio
facial. En pacientes con parálisis facial, se
puede resecar el músculo frontal, lateral al nervio supraorbitario, anticipándose al emplazamiento profundo de las suturas.
6. Cirugía del complejo superior
101
Fig. 4: Lift de la ceja por abordaje directo. A) Se realiza la incisión perpendicular a la piel de la zona previamente marcada.
B) Para dar mejor soporte, se sutura el tejido subcutáneo al periostio subyacente. C) El cierre se debe realiza en dos planos.
En este punto, si se considera necesario, se
puede disecar y resecar los músculos depresores
de la ceja.
El cierre se debe realizar en dos planos, para
minimizar el aspecto de la cicatriz.
En pacientes con parálisis facial se pueden
realizar suturas al periostio del hueso frontal,
para dar mas soporte a la fijación de la ceja,
procurando enterrar el punto.
La piel se cierra con suturas 6/0 no absorbibles, en interlock o separadas.
Las suturas se retiran a los 7-10 días (fig. 4).
se las utiliza para el cierre profundo, por lo que
deben ser retiradas. Esto se puede evitar utilizando suturas no absorbibles. Es aconsejable un ligera hiper corrección en el acto quirúrgico para evitar la caída de la ceja en post operatorio (fig. 5).
Por último, se debe evitar dañar las fibras nerviosas del supraorbitario; en algunos casos puede
existir daño parcial de este nervio, que lleva a
una pérdida de la sensibilidad en parches, que se
recuperan algunos meses después de la cirugía.
3. Lift medio de la frente (midforehead lift)
Complicaciones
Indicación
La cicatriz puede tener un aspecto inestético,
pero ésto suele ser raro si se realiza en pacientes
con cejas con suficiente pelo. Las suturas trenzadas y absorbibles, pueden producir granuloma si
Antes de realizar ésta técnica se debe contemplar ciertos criterios anatómicos específicos,
puesto que sólo algunos pacientes son buenos
candidatos para ésta cirugía.
Fig. 5: Paciente operada de ptosis de ceja por abordaje directo. A) aspecto preoperatorio. B) aspecto del postoperatorio
precoz del lado izquierdo, notese una ligera hipercorrección. El lado derecho fue operado varios meses antes.
102
El paciente ideal sería aquel con surcos transversales prominentes en donde la incisión y la
cicatriz quedarían escondidas. Es preferible en
pieles finas y no sebáceas más bien que las pieles gruesas, sebáceas y texturadas.
Los pacientes con entradas se benefician
debido a que la inserción del cuero cabelludo
desciende luego de la cirugía.
Esta técnica difiere del abordaje coronal y pretriquial, en que el plano de elevación del flap es en
el tejido subcutáneo y no en el plano subgaleal.
Técnica quirúrgica
La incisión se debe realizar sobre un surco
transversal. La profundidad de la misma es hasta
el tejido subcutáneo, evitando atravesar la galea
aponeurótica.
En algunos pacientes se puede realizar una
incisión transversal irregular para optimizar el
camuflado de la cicatriz. Se realiza una disección
en el plano subcutáneo hacia la ceja y la base de
la nariz. A 3 cm por encima de las cejas se realiza una incisión transversal sobre la galea, lo que
permite entrar al plano subgaleal. Esta incisión no
debe extenderse más allá del nervio supraorbitario para evitar alterar la sensibilidad sobre ésta
zona. Se puede visualizar los músculos corrugador y procerus que pueden tratarse de la misma
manera que por el abordaje coronal.
Se cierra la galea con resección del tejido
excedente. Se reseca el excedente cutáneo estimando la cantidad necesaria para elevar la ceja.
El cierre meticuloso de ésta incisión es muy
importante. Se sutura la dermis con puntos enterrados 5,0. La piel se puede cerrar con sutura
intradérmica 6,0, que de preferencia se pueden
retirar a los 5 días post cirugía.
4. Lift temporal de la ceja
Indicación
Esta técnica puede indicarse en pacientes
con ptosis temprana de la ceja, junto a ptosis
del canto lateral asociada a arrugas.
Se la puede asociar a blefaroplastia.
6. Cirugía del complejo superior
Técnica quirúrgica
Se realiza una incisión irregular de aproximadamente 2,5 a 3,5 cm por dentro de la inserción del cuero cabelludo temporal y llegando al
nivel por sobre la deep temporal fascia (fascia
temporal profunda), que suele ser gruesa y tener
un aspecto brillante.
La geometría de la incisión puede variar y
dependerá de la línea de inserción del cabello
frontal y temporal. Se realiza una disección
roma, sobre el flap temporal justo por debajo de
la ceja y la piel cantal redundante.
Es importante recordar que la rama frontal
del nervio facial ocupa una posición superficial
dentro de la fascia, de ser posible es prudente
utilizar una fuente de luz frontal para reconocer
mejor la anatomía de la zona. La lesión del nervio es más riesgosa con un cauterio que con una
disección cuidadosa.
La piel se avanza y rota ligeramente. Se reseca el excedente cutáneo y se cierra en un plano
profundo dermis con 4.0 absorbible y luego la
piel con grapas. Para dar más estabilidad a largo
plazo se puede suturar el tejido celular subcutáneo a la fascia temporal o una alternativa es utilizar hilos de fijación interna, conocidos como
hilos de Aptos® (ver recuadro).
Es importante remarcar que ésta técnica puede
elevar la inserción del cabello en la región temporal, por lo que se debe prevenir a pacientes con
entradas o con cabellos muy finos, donde el resultado puede producir un efecto no deseado.
Los hilos de Aptos® consisten en hilos de polipropileno no absorbibles que se colocan por una
incisión por detrás de la inserción capilar; de 2 a
3 mm de ancho. Se colocan en el plano subcutáneo dirigidos a la parte lateral de la ceja (si es la
cola de la ceja lo que se quiere levantar).
Su superficie rugosa le permite adherirse a los tejidos, traccionando de los mismos hacia la porcion
proximal (fig. 6). Para permitir elevar los tejidos se
deben suturar entre si y luego hacia la fascia temporal profunda.
Su eficacia y las eventuales complicaciones todavía no han sido estudiadas a largo plazo obteniendo resultados favorables en el corto plazo.
6. Cirugía del complejo superior
103
– Va perdiendo interés, dejando paso a técnicas menos agresivas y de resultados similares
como el lifting endoscópico.
Técnica quirúrgica
Fig. 6: Lift temporal con hilos de polipropilene. Como lo
demuestra la imagen, se utiliza la incisión de blefaroplastia para atar los cabos distales. En su parte proximal los
hilos se fijan a la fascia temporal profunda.
5. Lift coronal de la frente
(coronal forehead lift)
Los procedimientos de lifting de la frente
pueden combinarse efectivamente con métodos
para rejuvenecer el tercio medio e inferior de la
cara (lifting de cara y cuello).
Ventajas del lift coronal de la frente:
– Eleva la ceja en totalidad, en especial
cuando existe ptosis medial.
– Se puede camuflar completamente en el
cuero cabelludo.
– Existe una atenuación directa de la acción
de los músculos frontal, corrugador y procerus
– Reducción de los surcos verticales y transversos.
– En algunos casos, se puede indicar para
pacientes con caída de la piel en la región nasal
y glabelar.
Inconvenientes del lift coronal de la frente:
– Puede provocar una elevación en la línea
de implantación del cuero cabelludo.
– Está limitada solo para pacientes con suficiente cabello para enmascarar la cicatriz.
– Es más difícil de afinar la postura final de
la ceja y su posición, debido a que la incisión se
realiza a una distancia considerable del anillo
orbitario.
– Es una cirugía compleja que requiere
experiencia y tiempo.
– En su mayoría se realiza bajo anestesia
general.
La incisión se debe realizar en sentido coronal en el cuero cabelludo, a 4 cm por detrás de
la implantación del cabello.
En los laterales, la incisión se extiende hasta
la zona del trago de cada oreja, de manera
sinuosa desde la sien hacia la unión de la aurícula con la cara.
Se debe disecar hasta llegar al plano de la
galea aponeurótica y atravesar la misma hasta
ubicar el periostio. Una vez en el plano supraperióstico, la disección es roma avanzando
hasta el reborde orbitario, el periostio en ésta
zona se deja intacto. La disección se extiende
hasta el músculo corrugador, que se aísla del
paquete del supraorbitario.
Para debilitar el músculo frontal se realizan
tiras o strips transversales de medio a un cm de
ancho, tomando galea, músculo frontal y tejido
celular subcutáneo; tratando de preservar las
porciones laterales al paquete supraorbitario
para evitar dañar la sensibilidad en la zona.
Para finalizar se eleva el flap cutáneo y se
reseca el excedente de piel en forma segmentaria. Antes de resecar se avanza el cuero cabelludo posterior a la incisión hacia delante para
determinar su movilidad y elasticidad, factores
que influyen en la cantidad de piel a resecar. El
cierre es en dos planos, uno sobre galea y dermis
con suturas 3.0 absorbible y la piel con grapas.
6. Lift coronal por vía endoscópica
(endobrow lift)
Introducción
La técnica de lift endoscópica de la frente,
apareció a mediados de los años noventa, y
desde entonces ha ido ganando adeptos hasta
convertirse en una de las técnicas más practicadas en pacientes para rejuvenecimiento quirúr-
104
gico de la frente en detrimento de técnicas más
agresivas como el lifting coronal. Respecto a
éste, el endobrow presenta ventajas e inconvenientes:
Ventajas:
– Uso de pequeñas incisiones
– Preserva la sensibilidad, por respeto de la
inervación sensitiva
– Reduce el tiempo quirúrgico y el sangrado
– Disminuye la incidencia de prurito
– Menos equimosis
– Menor riesgo de alopecia post-incisional
– Anestesia local con sedación.
Inconvenientes:
– Necesita instrumentación especial
– Requiere experiencia con material y cirugía endoscópica
– Las asimetrías de las cejas son difíciles de
corregir
– Puede producir equimosis, pérdida de la
sensibilidad, paresia muscular, alopecia relativa.
Además de ascenso mas seguro y armónico
de la ceja, contribuye a mejorar el exceso de la
piel del párpado superior (en conjunto de ser
necesario con la blefaroplastia superior), las
arrugas de la pata de gallo (crow’s feet), las cejas
bajas: a menudo asimétricas y más ptósicas en
la parte lateral, los surcos en la región glabelar
y los surcos de la frente.
También se la ha utilizado para tratar ptosis
de ceja en la parálisis facial.
Técnica quirúrgica
Se puede realizar con anestesia local o general.
En el caso de utilizar local, se deben infiltrar
el supraorbitario, el supratroclear y la zona del
anillo orbital. Luego se puede utilizar la solución de Klein (1.000 ml de solución salina, 12
ml de bicarbonato más 1 ml de 1:1000 de adrenalina) en toda la zona del músculo frontal y
zona adyacente donde se trabaja para conseguir
una mejor vasoconstricción.
La técnica consta de 4 pasos:
– Uso de incisiones pequeñas.
– Construcción de la cavidad óptica.
6. Cirugía del complejo superior
– Liberación de periostio y músculos.
– Elevación y fijación de la ceja.
1. Uso de incisiones pequeñas
– Clásicamente se realizan 5 incisiones a
nivel del hueso frontal, en posición vertical a
nivel del cuero cabelludo: 2 de cada lado de la
línea media y situadas 1 cm por detrás de la
línea de implantación capilar y de 1 cm de
largo. 2 incisiones temporales del mismo tamaño situadas sobre el músculo temporal y en diagonal a las precedentes, siguiendo la inserción
del cabello en la región y una central a las 12
horas.
Estas incisiones pueden variar en número y
en largo dependiendo del cirujano: por ejemplo
sólo dos laterales y dos temporales, o una
medial más dos temporales. Pero también se
pueden asociar incisiones verticales con horizontales: una central horizontal, más una lateral
de cada lado vertical etc.
2. Construcción de la cavidad óptica
La cavidad óptica es un espacio donde no
existe anatómicamente una cavidad para endoscopio, su creación consta de 3 pasos:
– Disección ciega sobre el hueso frontal
– Disección temporal
– Unión de las disecciones frontal y temporal (fig. 7).
3. Liberación del periostio y de los músculos
Es un componente importante de la cirugía
endoscópica dado que a través de éste paso se
permite levantar toda la frente. Para lograrlo se
debe liberar el periostio desde un canto lateral
hacia el opuesto. En pacientes con parálisis
facial, la disección puede ser más amplia, llegando a unir la disección supraperióstica del
endobrow con la incisión de blefaroplastia
superior. Esto permite liberar completamente
todo el conjunto superior de la cara.
6. Cirugía del complejo superior
105
Fig. 7: Lifting de la ceja con técnica endoscópica. A) la disección ciega permite crear un espacio para la introducción del
endoscopio. B) Se introduce el endoscopio por una de las incisiones y bajo control del monitoreo, se trabaja por otra incisión con un elevador de periostio. C) imagen endoscópica de la disección de los tejidos sobre el hueso frontal.
La liberación de los músculos depresores
corrugador y procerus debe adaptarse a cada
caso en particular. Debemos tener en cuenta
que éstos músculos actúan en conjunto y armonía con el frontal y su total resección (no siempre evidente) puede producir una inmovilidad
total en la porción media de la ceja así como un
defecto volumétrico.
4. Métodos de fijación
Si bien se puede debilitar los músculos depresores en la región glabelar sin utilizar un método
de fijación de los tejidos, creemos conveniente
fijar el periostio para permitir elevar la ceja y
deslizar la frente hacia arriba. Algunos autores
demostraron que la cicatrización del periostio en
la zona de la frente es lenta (Patel). Para fijar los
tejidos se utilizan métodos permanentes o temporarios. Entre los permanentes, que más se
conocen podemos nombrar al sistema de tornillo Mitek®, el uso de pegamento, la realización
de un túnel óseo y la colocación del endotine.
Los temporarios (se retiran entre una y dos
semanas) que más se utilizan son los tornillos
exteriorizados, plastia en V-Y de las incisiones
del cuero cabelludo y la sutura transgaleal.
De todas ellas, las más populares son: el
túnel óseo, el endotine, y la técnica de tornillo
metálico con suturas.
Túnel óseo: El túnel que se desea realizar debe
tener una profundidad de 4 mm aproximadamente. Se deben tallar dos agujeros que después
se unen en un túnel. Primero se pasa la aguja por
el túnel y luego se lo fija a periostio. (fig. 6)
La fijación se puede realizar con agujas no
absorbibles 2.0. Se puede fijar periostio y músculo tomando la aguja en sentido inverso, esto
permite una toma de periostio y tejido subcutáneo. Antes de ajustar los nudos, el ayudante
levanta la frente haciéndola deslizar.
Los túneles se deberían usar sobre las incisiones laterales y no en la línea media por riesgo de perforación del seno sagital.
Endotine: (Coapt Systems Inc. Palo Alto California) Consiste en una placa de forma triangular y bioabsorbible de un material derivado del
ácido poliláctico y poliglicólico. (fig. 8) Su tiempo de duración promedio es de 12 meses, perdiendo el 50% de su volumen a los 5 meses. En
su superficie presenta 5 arpones plásticos que
sirven a fijar el periostio y la galea dando soporte a la frente. El periostio se fija a la superficie
Fig. 8: Método de fijación mediante la colocación de dispositivo de Endotine. Se debe tallar un orificio en el hueso
donde encaja el vástago de la cara posterior.
106
6. Cirugía del complejo superior
Fig. 9: Paciente operada de ptosis de ceja bilateral mediante la técnica endoscópica asociada a blefaroplastia superior y
corrección de la ptosis de párpado superior. A) Aspecto preopratorio. B) Aspecto postoperatorio de la misma paciente.
tirando del cuero cabelludo por sobre la posición del endotine, de esa manera se eleva la
ceja a la posición deseada.
Sistema de tornillos: Los tornillos pueden ser
permanentes o retirarlos al cabo de 1-2 semanas
post cirugía. Sólo se usan en las incisiones laterales.
CONCLUSIÓN
Fig. 10: Sitios donde se debe aplicar el Botox, para lograr una
elevación en la porción distal de la ceja (según Carruthers)
Todas las técnicas poseen sus ventajas e
inconvenientes; creemos que el conocerlas permite al especialista elegir la que le resulte más
adecuada, para tratar cada caso en particular.
Es necesario mencionar que, varias de éstas
técnicas, como el lift coronal o el endobrow lift
son técnicas complejas que requieren entrenamiento y experiencia, por lo que su realización
está ligada a la familiaridad del cirujano con las
mismas.
El saber identificar la ptosis de ceja en un
paciente que consulta para mejoría estética de
La Toxina Botulínica
La inyección de toxina botulínica, utilizada con mucho éxito para tratar las arrugas de la frente, de la zona
glabelar y de las patas de gallo, se ha visto asociada une elevación de la parte lateral de la ceja, debido a
un efecto relajante sobre todos los músculos depresores de la frente, favoreciendo la función del frontal, que
tiene un efecto elevador para la ceja.
En un estudio reciente, los Carruthers demostraron que inyectando entre 20 y 40 U en la zona glabelar y
en el frontal medial sin pasar la línea pupilar (fig. 9) se obtiene una elevación armónica de la ceja en su
totalidad. Su hipótesis es que la parálisis provocada sobre el músculo frontal, en su parte medial no afecta
la tonicidad del mismo en la porción lateral, siendo suficiente para elevar la ceja.
La ventaja que presenta las inyecciones de toxina, es que no requiere cirugía, siendo en general bastante
aceptada por la mayoría de pacientes que desean mejorar las arrugas faciales. Puede ser utilizada como
coadyuvante de una cirugía para levantar la ceja, aunque creemos que debe colocarse días después de la
intervención, una vez que el edema y la inflamación post quirúrgicos hayan disminuido.
El inconveniente es la necesidad de repetir las inyecciones cada 3 y 4 meses durante un par de años para
obtener un efecto a largo plazo.
6. Cirugía del complejo superior
sus párpados, nos dará un mejor análisis de la
situación ya que su tratamiento asociado a una
excedente de piel del párpado por ejemplo, no
sólo mejoraría el aspecto estético del paciente
sino que permitirá que los resultados sean benéficos a largo plazo.
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—
BIBLIOGRAFÍA
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Roth J, MetzingerS. Quantifyng the arch position of
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