Informe de Diagnosis Técnica Agenda 21 Local de Almansa Introducción Histórica y Cultural. Situada en el extremo más oriental de la provincia de Albacete, Almansa se adentra en el Levante uniéndose a Alicante, Valencia y Murcia. Nos encontramos en la zona donde se unen los sistemas montañosos ibérico y bético, que han dado lugar a una llanura situada a unos 700 metros sobre el nivel del mar, con unas montañas que la ciñen, pero que dejan unos pasillos de acceso hacia la Meseta y el Levante configurando el llamado "Corredor de Almansa", considerado como uno de los 17 pasos naturales de la Península. Esta especial situación geográfica ha originado la dotación de una importante infraestructura de comunicaciones, que configura a nuestra ciudad como un estratégico enclave de comunicaciones desde el centro peninsular a la zona levantina. Esta obligada y favorable comunicación en ambos sentidos ha reunido en Almansa las influencias del Levante y la Meseta, forjando la peculiar personalidad de la ciudad y diferenciándola en buena medida del resto de las ciudades manchegas de cuya región forma parte. Situada a 79 Km al este de la capital, en la N-430, Almansa es una población de remotos orígenes. En la época árabe, Almansa, perteneció al reino de Murcia. Hacia el s. XIII se inició la conquista de estas tierras por los cristianos aprovechando las desavenencias entre los reyes moros murcianos y sus vecinos. Pero no fue hasta el reinado de Fernando III de Castilla “ El Santo”, cuando parte del reino de Murcia se rindió ante el infante Alfonso, mas tarde Alfonso X “El Sabio”. En España se entró en un período de enfrentamientos entre Alfonso y su suegro Jaime I “El Conquistador”, para delimitar los reinos de Castilla y Aragón, siendo Almansa uno de los límites de la Corona de Castilla. En el s XIV, el castillo pasó a manos del infante don Juan Manuel que lo mando reconstruir sobre las fortificaciones musulmanas, diferenciándose claramente la mampostería cristiana del tapial árabe. Don Juan Manuel concedió numerosos privilegios y mercedes a esta villa, ratificados por distintos monarcas castellanos y aún continuados por los marqueses de Villena, los de Aragón y los Pacheco. En 1476, Almansa ya se ha incorporado definitivamente a la Corona de los Reyes Católicos como otras poblaciones del marquesado. A principios del siglo XVIII se libró una importante batalla en 1707, durante la Guerra de Sucesión, decisiva para el asentamiento de Felipe V en el Trono de España. En conmemoración de ella se levantó, en el siglo XVIII, un monumento en forma de pirámide hoy no conservado. Desde 1778 y por merced de Carlos III esta antigua villa pasó a titularse Ciudad. Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 1: Generalidades Página 1 de 2 Informe de Diagnosis Técnica Agenda 21 Local de Almansa Vista de Castillo de Almansa. El urbanismo de esta población viene configurado, principalmente, por toda una serie de callejuelas que circunvalan la enorme roca que está coronada por su célebre castillo. Está declarado conjunto histórico-artístico. Lo más característico del perfil de la ciudad es el castillo, espectacularmente erguido sobre el llano, el mejor conservado de la provincia. El aspecto actual del castillo corresponde a la época de don Juan Pacheco, marques de Villena cuyas armas aparecen en las claves de las bóvedas de crucería sencilla en su torre de homenaje. El Ayuntamiento neoclásico, presente en su cuerpo bajo una galería porticada de sobrio diseño. En el se guarda el llamado Cristo de las Batallas que, según la tradición se encontró en 1707 en el campo de batalla. Separada del edificio está la torre del reloj municipal con precioso escudo rococó de la ciudad. El Teatro Principal se encuentra ubicado en la esquina de la calle Cervantes con la calle Federico García Lorca. No se conoce documentación sobre el edificio si bien desde el principio su uso fue de teatro. Consta de dos partes diferenciadas: una como sala de representación y otra de carácter mixto (bar, asios, accesos, etc). A las afueras de la población todavía se mantiene la pequeña ermita de San Blas, del siglo XVIII, de planta centrada, con cúpula de perfil levantino y rica decoración interior. Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 1: Generalidades Página 2 de 2