Las campañas de excavación La Cova de l'Or se abre en la vertiente meridional de la Sierra del Benicadell, dominando el valle del río de Alcoi. Es una cueva con excelentes condiciones de habitabilidad que acogió uno de los grupos de agricultores y ganaderos pioneros de origen mediterráneo que se expandieron por nuestras tierras desde mediados del VI milenio antes de Cristo (5600 a.C.). CENTRO DE INTERPRETACIÓN Beniarrés De viernes a domingo de 10 a 14 horas Otros días, visitas concertadas Teléfono: 965 51 50 59 COVA DE L’OR CENTRO DE INTERPRETACIÓN BENIARRÉS Las primeras noticias como yacimiento arqueológico son de 1933, fecha en que R. Pardo realizó algunas catas. Explorada de nuevo por el Museu d'Alcoi, en 1955 empezaron las campañas de excavación del Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia, al frente de las que estaban J. San Valero y V. Pascual, quien las continuaría de 1956 a 1958. La riqueza y la importancia del yacimiento, en especial sus cerámicas decoradas mediante la impresión del borde de una concha de Cardium, lo convirtieron rápidamente en clave para la investigación del Neolítico valenciano. Los cereales carbonizados fueron datados por el método del C14, con resultados que alcanzan la fecha del 5550 antes de Cristo, estableciendo el horizonte inicial de la agricultura y la ganadería en la península Ibérica. Nuevas campañas de excavación y una investigación interdisciplinar fueron reanudadas en 1975 también por el SIP, ahora bajo la dirección de V. Pascual y B. Martí, hasta el 1985. Fotografías Vasos con decoración impresa cardial. Fragmento de vaso con decoración impresa cardial que muestra dos figuras antropomorfas. Cucharas de hueso. Cova de l'Or de Beniarrés Archivo del SIP y Museu de Prehistòria de València Dibujo La Vall de Perputxent fa 7500 anys Francesc Chiner Vives, con el asesoramiento de Manuel Pérez Ripoll y Ernestina Badal García Diseño de la exposición: La Cova de l’Or Francesc Chiner Diseño del tríptico y paneles Angel Sánchez Molina Texto y coordinación Bernat Martí Oliver Ajuntament de Beniarrés y MARQ con la colaboración del Museu de Prehistòria de València y Museu Arqueològic Municipal d'Alcoi VALÈNCIA El tiempo de los primeros agricultores y ganaderos Cerámica, arte y religión La agricultura empieza a desarrollarse en el Próximo Oriente desde el décimo milenio antes de Cristo. Con aquel lejano origen las comunidades neolíticas van expandiéndose y, a través de la península de Anatolia, se extienden por los Balcanes y por las riberas del mar Egeo bien avanzado el séptimo milenio. Son pequeñas comunidades que viven en poblados de una decena de cabañas y que, al crecer el número de las familias que las componen, ocupan nuevos territorios. La vida cotidiana en la Cova de l'Or Cuando llegan los primeros grupos neolíticos al valle de Perputxent se había llegado al clímax en temperatura y en humedad del período Atlántico. Unas condiciones que potenciaron el esplendor del bosque mediterráneo de carrascas, coscojas y madroños, entremezclado con los árboles caducifolios como robles pequeños, arces, fresnos, cerezos y espinos. En la solana del Benicadell se protegerían las especies más cálidas como el acebuche y el lentisco, o las más frugales como el pino blanco, los romeros y las jaras. Hacia el 5600 antes de Cristo este paisaje empieza a sufrir una profunda transformación y la Cova de l'Or nos habla de la huella de los grupos humanos. Las actividades productivas de las sociedades neolíticas reducirán el bosque para implantar pastos y campos de cultivo. Los restos carbonizados muestran el cultivo de cereales como el trigo y la cebada, y de leguminosas como las habas, lentejas o guisantes. Por lo que respecta a los animales domésticos, el predominio de la oveja es muy llamativo, con un número reducido de cabras. El cerdo está bien representado y de forma escasa el toro y el perro. El modo de vida agricultor requiere fabricar un nuevo ajuar doméstico, del que forman parte los vasos cerámicos que se emplean para cocinar y para almacenar. Las hojas de sílex son utilizadas como cuchillos, o bien como elementos de hoz. Las hachas realizadas mediante pulimento sirven para el trabajo de la madera. Y las cucharas de hueso nos confirman los cambios en las costumbres alimentarias, ahora basadas en cereales y legumbres. En las tierras del occidente mediterráneo estos grupos neolíticos reciben el nombre de Cultura de las Cerámicas Impresas, de acuerdo con la decoración de sus vasos hecha por la impresión de la concha de Cardium. La reciente investigación sobre la Cova de l'Or ha permitido determinar que la rica decoración de la cerámica impresa contiene un amplio repertorio de motivos antropomorfos que se relacionan con las pinturas rupestres, singularmente las de los abrigos del Pla de Petracos en Castell de Castells y de la Sarga en Alcoi. Eso nos confirma que las primeras comunidades neolíticas fueron las autoras de aquellas pinturas rupestres y que, de acuerdo con el tema central de la figura humana con los brazos alzados, las pinturas y los vasos tendrían una finalidad religiosa.