Las 10 reglas de oro del buen vecino

Las 10 reglas de oro del buen vecino
Todos los días en la noche sale "Lucas" a pasear. Su recorrido consta
de una caminata de cerca de 20 minutos durante el cual husmea y marca territorios a lo largo y
ancho del parque y jardineras del fraccionamiento en el que vive.
Lucas no es el único perro que camina por esos jardines. Diariamente, muchos canes pasean, corren,
ladran y hacen sus necesidades en las áreas comunes del Fraccionamiento. Sin embargo, lo que lo
distingue a él y a sus amos del resto de paseantes es algo muy simple: Los desechos de Lucas
terminan en un bote de basura, y no sobre el césped, escondidos en espera de un incauto que termine
con los zapatos embarrados.
¿Qué diferencia hay de un buen vecino a un mal vecino? ¿Cuáles son las reglas de oro para la
convivencia diaria con personas que no necesariamente consideras tus amigos y que viven mucho más
cerca de tí de lo que te gustaría?
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A continuación, las 10 reglas de oro para convertirte en un
buen vecino:
1.- Dales la bienvenida a tus nuevos vecinos:
Echarte a la bolsa a los vecinos recién llegados podría ser mucho más benéfico
a largo plazo de lo que crees.
Con sólo conocerte, ellos serán más concientes de que existe alguien al otro lado del muro.
2.- ¿Lo rompiste? Reponlo:
No importa si fue tu perro o la pelota de tu hijo la que destruyó las macetas o el
vidrio del vecino.
Lo importante es que debes reponerlo tan pronto sea posible.
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3.- Cuida los espacios que sean compartidos:
Claro que no es tu responsabilidad limpiar las avenidas principales ni los parques.
No obstante, al cuidarlos como si fueran parte de tu propiedad (que en cierto sentido lo son),
evitarás fricciones innecesarias con tus vecinos y harás crecer la plusvalía de tu fraccionamiento.
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4.- Ofrece tu ayuda cuando sea necesaria:
Si la familia de enfrente está a punto de viajar, no está de sobra que les
preguntes si necesitan que recojas su correspondencia, alimentes a su mascota o estés pendiente de
cualquier evento que pudiera ocurrir respecto a su casa.
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5.- Devuelve las cosas que pidas:
El vecino te regaló azúcar en una de sus tazas; regrésala lo antes posible y, de
preferencia, con algún regalo simbólico de agradecimiento.
Lo mismo aplica para martillos, desarmadores, sillas, discos, libros y demás.
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6.- Respeta su privacidad:
Sabemos que es una gran tentación: el cuarto de la casa de
enfrente se alcanza a ver desde tu habitación, ¿qué puede pasar si espías un poco?
Por sencillo que parezca, estás invadiendo su privacidad y, con todo y su cara de angelito, podría
levantarte una demanda y convertirse en tu peor pesadilla.
"Es necesario que siempre exista respeto entre vecinos, ya sea que vivan en la
misma privada o calle"
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7.- Aprende de las costumbres de tus vecinos:
Más que diferencias, piensa en las costumbres de tus vecinos como una oportunidad
de aprender y vivir experiencias nuevas.
Así se trate de los condimentos que usa, la música que escucha o sus costumbres; busca enriquecer
tu vida en lugar de sufrir.
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8.- Evita ruidos innecesarios o fuera de horarios:
A nadie le molestará que tengas una fiesta de vez en cuando, pero evita echar la
casa por la ventana entre semana, incluso si estás de vacaciones.
También intenta que los ladridos de tu perro y los sonidos estruendosos (aspiradoras, martillazos,
lecciones de piano) no se den en horas inusuales.
Un vecino desesperado puede ser más dañino de lo que te imaginas.
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9.- Soluciona con calma los problemas:
Invítalo a tomarse un café, sal a caminar con él, escríbele una carta...haz lo que
sea necesario para discutir esos asuntos que te molestan, sin alterarte.
Una vez que rebasas ciertos límites, ya no hay posibilidad de regreso.
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10.- Celebra:
No hay mejor manera de construir vínculos amistosos con tus vecinos que invitarlos
a una fiesta.
Te sugiero que planees al menos una por año. Es garantía para tener residentes mucho más amables al
día siguiente.
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Las 10 reglas de oro para ser un buen vecino se complementan con:
Los 5 pequeños detalles que te harán ganar puntos con los de
al lado y
tenerlos en la palma de la mano:
1.- Por más prisa que tengas, procura saludarlos.
2.- Respeta siempre su lugar de estacionamiento, y préstales el tuyo cuando no lo necesites.
3.- Haz los altos correspondientes en las esquinas y cede el paso al peatón o al primer auto que llegó a la intersección.
4.- Si los ves en apuros, ayúdalos.
5.- Aún si vives en una privada con muchos condóminos, apréndete el nombre de tus vecinos cercanos.
Ellos serán más atentos contigo cada vez que los encuentres.
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Por una mejor convivencia y fortalecer los lazos de amistad
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