El cerebro humano: Desarrollo, actividad cerebral y actividad mental En base a un artículo de C.J.Shatz, se explica el desarrollo del cerebro, el papel de la estimulación para que se establezcan conexiones neuronales correctas. Explica como funciona el cerebro, sus mecanismos, cómo se genera la actividad cerebral en contacto con el añmbiente, la influencia que tienen las experiencias o estimulación en el desarrollo, las metaestructuras que contienen la información o memoria del individuoC. J. Shatz, en un artículo que publicó en Investigación y Ciencia (noviembre de 1992), resalta que la actividad neural es decisiva para la actividad mental. Inicia el artículo diciendo: “Durante el desarrollo fetal se sientan las bases de la actividad mental, al tiempo que millones de neuronas establecen conexiones. La actividad neural resulta decisiva para llevar a término ese proceso.” El cerebro humano es una compleja estructura que posee una cantidad impresionante de células nerviosas, las neuronas, que durante el desarrollo fetal se van generando y van estableciendo conexiones muy precisas para encargarse de funciones muy determinadas, algunas prefijadas y otras no. El cerebro del recién nacido tiene prácticamente el mismo número de neuronas que el cerebro del adulto. Si todo funciona adecuadamente, el interruptor biológico no se para en el nacimiento y a medida que crece progresa el desarrollo humano aumentando el tamaño de las células nerviosas y sus ramificaciones (axones y dendritas) que le permiten realizar numerosas conexiones cada vez más complejas y precisas, en un cerebro sano. Si hay lesiones las rutas y las conexiones o las propias neuronas se ven afectadas o exterminadas. El desarrollo del cerebro es fundamentalmente, el crecimiento y funcionamiento neuronal y las conexiones que van estableciendo, no es el aumento de número de células. Tanto la funcionalidad como la estructura arquitectónica de las neuronas no alcanzan su especificidad hasta etapas posteriores al nacimiento. Se sabe que es importante la estimulación para que este proceso se lleve a cabo. Son muchos los experimentos que demuestran que un niño que recibe la estimulación adecuada en cada momento, y no se producen lesiones, su desarrollo sigue el curso esperado evolutivamente, mientras que un niño con hipoestimulación su desarrollo va lento e incluso puede llegar a detenerse. Sabemos que es necesaria la estimulación para que las conexiones neuronales se establezcan de forma correcta y específica, pero aún no sabemos qué tipo de estimulación o qué tipo de estímulos son los que favorecen y potencian el surgimiento de las capacidades predeterminadas biológicamente. Lo que sí nos confirman todos los estudios sobre desarrollo y cerebro, es que para que el cerebro sea funcional es necesaria la actividad neuronal, y la actividad neuronal se consigue a base de una estimulación mínima y adecuada. Tenemos que recordar, tal como señalan los neurólogos Barbizet y Duizabo, que existe la memoria del individuo, que se adquiere con la experiencia y es intransferible, se acaba con el sujeto cuando muere, y la memoria genética o memoria de la especie que se trasmite genéticamente. En ambos casos se precisa de la experiencia para que ambas sean funcionales. La memoria del individuo además depende de la experiencia, del ambiente, no es transmitida, se aprende. Las experiencias van formando constelaciones neuronales, circuitos o metacircuitos, según estos autores, que se encargan de organizar la información en códigos determinados o conjuntos neuronales, que contendrán la información aprendida y específica de un esquema de conocimiento. Así las nuevas experiencias o fragmentos serán incorporadas a esos circuitos neuronales y como si de una neurona se tratase irán creciendo y organizándose a medida que se incorpora nueva información (recordemos los esquemas de conocimiento de Piaget, que funcionan de forma parecida), si la nueva información que nos aportan los estímulos no tiene cabida en esa funcionalidad neuronal, se creará otro metacircuito, o por decirlo de manera sencilla, se creará otra constelación neuronal que será la encargada de establecer el nuevo código para esa nueva experiencia o información. Esta es una forma sencilla de explicar como se produce el aprendizaje a nivel cerebral. También es una forma sencilla para poder entender porqué cuando se produce una lesión cerebral en un lugar determinado se pierde un tipo de información o toda según el grado de lesión, pero es posible perder solamente una parte de la funcionalidad de ese conjunto neuronal, no necesariamente toda, como se ve en determinados sujetos con lesiones cerebrales que presentan dificultades en aspectos muy determinados del aprendizaje, por ejemplo aquellos niños que tienen dificultades en el cálculo (discalculia) pero no presentan dificultades en el lenguaje expresivo del número, en el habla. Lo hemos simplificado bastante para poder iniciar este apartado del desarrollo del cerebro humano. Se trata de ir conociendo como funciona el cerebro, sus mecanismos, como se genera la actividad cerebral en contacto con el ambiente, la influencia que tienen las experiencias o estimulación en el desarrollo, las metaestructuras que contienen la información o memoria del individuo, que se modifican constantemente y están interrelacionadas entre sí, podemos modificarla o reorganizarlas o anularlas, de ellas y de los mecanismos bioquímicos depende la adquisición y organización del conocimiento tanto el adquirido como el genético. Con un ejemplo sencillo podremos entender esta relación tan estrecha entre cerebro, actividad neuronal funcional y aprendizaje. Veamos, cuando un niño de un mes, aproximadamente, se encuentra con su mano delante de sus ojos (la postura del neonato en flexión constante hace que la mano quede a la altura de los ojos) se queda observando ese objeto que tiene delante con una gran intensidad y curiosidad, la fijación visual que se produce al ver la mano provoca las primeras coordinaciones visuales con el mundo exterior (aunque sea su mano) es la coordinación oculo-manual ( los dos ojos y una mano) la que favorece la visión binocular, tan importante para el desarrollo, produce la estimulación de los órganos que se relacionan con la posibilidad de ver, la visión ( conos, bastones, retina…) pone en acción los circuitos cerebrales que van del ojo a la corteza, la musculatura etc., además la mano observada suele moverse, pequeños movimientos de los dedos que se tocan entre sí (recordemos que la mano del bebé está cerrada) esos movimientos son otro foco de atención para el recién nacido, el contacto de los dedos al moverse produce una serie de sensaciones que se unen a toda esta experiencia visual-perceptivo-cognoscitiva. Así es como se activa o se estimulan las funciones neuronales, es con este tipo de estimulación, en este caso natural, como se ponen en funcionamiento las neuronas y van estableciendo conexiones específicas y configuraciones de experiencias que permiten asimilar otras experiencias parecidas o crear nuevas constelaciones de esquemas de conocimiento de la información para poder comprenderla o para poder experimentar con esa experiencia. Ya podemos imaginarnos que un niño con deficiencias visuales de nacimiento, tiene ese tipo de experiencias vetadas, no puede hacerlas, podremos buscar otra fuente, otro camino para que le llegue ese conocimiento y ahí entraríamos en el tema de Estimulación Temprana. Retomando el ejemplo de la observación de la mano, si cuando el niño está cautivado por su mano, nosotros la tapamos, por un momento, con un pañuelo se produce una expresión visual distinta que vamos a darle el nombre para entendernos ahora, de asombro. Cuando le quitamos el pañuelo y sigue observando su mano y la mueve, regresa a su fijación o atención visual sobre esa parte suya del cuerpo, si repetimos la experiencia podemos ir constatando que a medida que crece y puede realizar un giro ocular o del cuello, nos mira y mira su mano, de alguna manera está recibiendo la experiencia de dos objetos exteriores (en su campo visual) uno que parece controlar, su mano, y otro que parece más externo y que no puede controlar, el pañuelo que le ponemos y le quitamos y produce un mundo perceptivo distinto. Es posible que este tipo de estimulación no natural, nuestra intervención, provoque o no dos esquemas de conocimiento, el que controla o puede controlar el propio niño, y el que no puede controlar que es nuestra intervención. No podemos asegurar que se formen nuevos circuitos neuronales de conocimiento, pero si sabemos que la vinculación se basa en la interacción e interrelación como mínimo de dos personas, una diada: niño-adulto, que favorece el crecimiento personal y el crecimiento afectivo-social (son muchas y reconocidas, las investigaciones sobre la vinculación o apego que han comprobado los efectos sobre el desarrollo de los niños pequeños, tanto positivos como negativos, en este sentido si podemos asegurar que este tipo de actividades favorecen la unión o el interés por los otros, base de toda transmisión del conocimiento socio-cultural). Con este ejemplo, queremos señalar, que existe una estimulación natural, la coordinación ojo mano, que depende del propio desarrollo biológico del sujeto, y existe una estimulación sistemática y con objetivos externos educativos explícitos o implícitos, que dependen del entorno o de las personas que se relacionan con el bebé. Ambos son necesarios para el desarrollo cerebral y el desarrollo mental. El desarrollo cerebral, los mecanismos genéticos, se impulsan a sí mismo en condiciones adecuadas, funcionando, lo que se ha llamado la actividad neuronal, que sólo se activa si recibe estimulación (un niño sano puede terminar ciego si se cría en la oscuridad) y el desarrollo mental que es impulsado por esa actividad neuronal y le vamos a llamar, por ahora, sobrefuncional, necesita de esa actividad de las neuronas para crear circuitos o esquemas de conocimiento. El ambiente es necesario para que el desarrollo del cerebro humano llegue a adulto en buenas condiciones, y es indispensable para transmitir la memoria colectiva, como diría Vigotski cuando dice que el aprendizaje precede al desarrollo, en ese sentido, el aprendizaje estimula el desarrollo social, la conciencia y el pensamiento, y el sistema nervioso pone las bases para que esto pueda suceder. Fuente: http://www.reeduca.com/modules.php?op=modload&name=News&file=article&sid=83