Tema 4 Mitología de los héroes Introducción Los mitos no pueden limitarse a los dioses puesto que estos reclaman a los héroes y por tanto estos también pertenecen a la mitología. La mitología de los héroes esta entretejida con la historia, con los sucesos de un tiempo real. En mitología al tiempo de los héroes se la denomina Época Heroica, y abarca desde el nacimiento de Heracles hasta el final de la Guerra de Troya. Las circunstancias que rodean el nacimiento del héroe son insólitas A lo largo de su vida, el héroe griego desarrolla unas habilidades excepcionales que le permiten acometer grandes hazañas. Su muerte toma forma de una apoteosis. A pesar de no estar exentos de muchos de los defectos humanos, los héroes son objeto de culto. 1. Heracles Es el héroe divino, el dios entre los héroes. Entró en la vida como hijo de Zeus y Alcmena (una mortal, la hija de Electrión,) Recorrió un largo camino lleno de sufrimientos antes de ser deificado. Tebas se sentía orgullosa de ser su ciudad natal. Zeus se hizo pasar por su marido, Anfitrión, que estaba de expedición con los telebeos. Zeus, entusiasmado por Alcmena triplica la duración de la noche y está más tiempo con ella. Al terminar la larga noche y concebir a Hércules, éste le regala una copa que dice haber recibido como trofeo de victoria y se marcha. Así se llama a Heracles trisélenos (de la triple luna). Poco después, el verdadero Anfitrión es recibido por Alcmena, quien lo trata con cierta frialdad, y al contarle sus anécdotas a Alcmena, ésta le dice que ya se las ha contado la noche anterior, lo que alarma grandemente a Anfitrión, que llama a Tiresias para que le ilustre sobre lo que le haya podido suceder. Alcmena quedó embarazada de gemelos: - uno hijo de Zeus - el otro hijo de Anfitrión Íficles Por pertenecer Heracles a la raza argiva y ser su madre descendiente de Perseo, Zeus en una ocasión se jactó de haber engendrado al próximo rey de Argos. Hera irritada por la infidelidad de su esposo, se las arregló para que pronunciase las siguientes palabras, "El niño que va a nacer hoy en una familia que lleva mi sangre será el señor de todos los que habiten en torno a él". Después Hera, aconsejada por Ate, envió a Ilitia para que adelantara el parto de Menipe, esposa de Esténelo, este último también era descendiente de Perseo. Luego Ilitia retrasó cuanto pudo el nacimiento de Heracles, pudiendo éste por fin nacer gracias a la intervención de Galantis. Zeus decidido a favorecer a su descendiente, ordenó a Hermes que pusiera al infante en el regazo de Hera, mientras ella dormía, para que este tomase leche de su pecho y se convirtiese en inmortal. La diosa se despertó sobresaltada y un chorro de leche escapó de su pecho formándose con él la Vía Láctea Heracles fue bautizado con este nombre en un intento fallido por aplacar a Hera. Unos pocos meses después de su nacimiento, Hera envió dos serpientes a matarlo mientras dormía en su cuna. Heracles estranguló una serpiente con cada mano Hera le declaró una guerra que duraría toda su vida terrestre. Al mismo tiempo que Hera lo persiguió, Heracles aparece como su servidor, lo que corrobora su nombre, que significa La gloria de Hera. Cuando Heracles estuvo entre los dioses, Hera se reconcilió con él y se convirtió en su madre inmortal tras una ceremonia. La fuerza y el carácter colérico del héroe se manifestaron muy pronto. En Tebas, Hércules crece y recibe educación: - Anfitrión le enseña a conducir carros, - Autólico, hijo de Hermes, a luchar con los brazos y cuerpo, 1 - Éurito, rey de Ecalia, a disparar el arco, - Cástor a luchar con las armas, - Lino a tocar la cítara y cantar a sus acordes. A Lino, hermano de Orfeo, lo mata Hércules golpeándole con la lira irritado porque Lino le había a su vez golpeado. Juzgado por este homicidio, se defendió Hércules alegando una ley de Radamantis que proclamaba inocente a quien repeliese una agresión injusta, y fue absuelto. Pero Anfitrión, temiendo que Hércules repitiese tal actuación, lo envía a cuidar del ganado vacuno en los pastizales. Allí es donde Hércules se hace adulto alcanzando enorme estatura y fuerza. La primera hazaña de Hércules fue dar muerte al león del Citerón, que causaba estragos en los rebaños vacunos de Anfitrión y de Tespio. Tenía Hércules dieciocho años, y se encaminó al Citerón con la intención de dar caza al león, cosa que no logró más que al cabo de cincuenta días, durante cuyas noches se alojaba en casa de Tespio, rey de Tespias en Beocia. Tenía Tespio cincuenta hijas, y concibió el proyecto de que todas ellas tuvieran hijos de Hércules. Para ello Hércules se acostaba con una hija diferente cada noche, creyendo Hércules que era siempre la misma, debido a la falta de luz. Hércules engendra así en las Tespiades hasta cincuenta hijos, todos varones: los Heraclidas. A los cincuenta días Hércules mata al león, lo desuella, y utiliza la piel como cobertura y las fauces como casco, y éste es el famoso ropaje de Hércules. La segunda hazaña de Hércules fue liberar a los tebanos del abusivo tributo que estaban obligados a satisfacer al rey Ergino de Orcómeno. El tributo consistía en cien vacas al año durante un período de veinte. Venían, pues, los emisarios de Ergino a cobrar el tributo anual, cuando se topa Hércules con ellos y los ultraja con la más refinada ferocidad, cortándoles orejas, narices y manos y atándoselas a los cuellos, tras de lo cual les ordena que vayan a decir a Ergino que ese es el tributo que llevan de Tebas. Ergino vuelve para tomar venganza, pero Hércules, que ha recibido armas de Atenea, y que se coloca a la cabeza del ejército tebano, lo derrota y mata, e impone entonces a los de Orcómeno un tributo doble del que ellos habían impuesto a Tebas. En esta batalla muere Anfitrión. Hércules, en premio de su distinguida actuación, recibe de Creonte la mano de su hija mayor, Mégara, de quien tiene tres hijos, llamados: -Terímaco -Creontiades -Deicoonte Creonte casa a su segunda hija con Íficles, el hermanastro de Hércules, que, de un matrimonio anterior, con Astimedusa, hija de Alcátoo, tenía un hijo llamado Iolao, que fue siempre muy querido de Hércules. Por su parte Alcmena, al quedar viuda, casa de nuevo, con Radamantis, el hijo de Europa y Zeus, que había sido desterrado de Creta por haber dado muerte a su hermano, y ambos viven en Ocáleas de Beocia hasta la muerte de Alcmena, de avanzada edad y después de haber sobrevivido a su hijo Hércules y a su nieto Hilo. A continuación Hera, le hace volverse loco, en cuyo estado mata a los hijos que ha tenido de Mégara y a dos de Íficles, tras de lo cual recupera la lucidez, va a Delfos, a consultar a Apolo dónde debe vivir. Al llegar Hércules a Delfos, recibe por primera vez, de la Pitia, el nombre de Hércules, habiéndose llamado antes Alcida, es decir, el patronímico relativo a su abuelo paterno Alceo, el padre de Anfitrión. Hércules, pues, es saludado en Delfos con el nuevo nombre por la Pitia, que a continuación le dice que debe ponerse a las órdenes de Euristeo, rey de Tirinto y Micenas y deberá realizar diez tareas que éste le mandará, después de lo cual se ganará la inmortalidad. 2 1.1. Los doce trabajos de Heracles Los doce trabajos de Heracles son las hazañas que realizo a las órdenes de su primo Euristeo. Se dan diversas explicaciones a las causas de esta sumisión personal: 1) Euristeo le permitió ir a Argos si antes realizaba unas tereas que libraran al mundo de los monstruos. 2) Otra es que fueron la expiación por la muerte de sus hijos 3) Los mitógrafos de época helenística dividen los trabajos en dos bloques: o Los primeros 6 realizados en Gracia o Los otros seis en el resto del mundo. Durante su primer trabajo se tallo su característica maza y se apoderó de la piel del León de Nemea, sirviéndose de la cabeza como yelmo. Habiendo Hércules aprendido de Éurito el manejo del arco y flechas, recibe: - de Hermes una espada - de Apolo el arco - de Hefesto una coraza de oro - de Atenea un peplo - de Poseidón un caballo 1. El León de Nemea El león era un monstruo, nieto de Tifón, hermano de la Esfinge de Tebas, al que Hera puso en Nemea, donde asolaba la región atacando a los hombres y al ganado. Como primer tarea, Euristeo ordena a Hércules es traerle la piel del león de Nemea. A continuación, Hércules se dirige a los parajes frecuentados por el león, a quien encuentra, y empieza por dispararle sus flechas, no sabiendo que la fiera era invulnerable. Pero al darse cuenta Hércules que las flechas le rebotaban en la piel, lo persigue con la maza acorralándole en una cueva que tenía dos salidas; después de cegar una de ellas penetra en la cueva, y pasándole el brazo por el cuello lo ahoga o estrangula. Después Hércules se dispone a desollarlo, cosa que no consigue hasta que se le ocurre hacer el primer desgarro con las propias uñas de la fiera. Hércules regresa a casa de Molorco, llevando la piel del león, precisamente el último día del plazo convenido y cuando ya Molorco se disponía a ofrecerle el sacrificio como héroe; juntos, Hércules y Molorco, ofrecen el sacrificio a Zeus Salvador. A continuación Hércules lleva la piel del león a Euristeo, quien es presa de tal pavor, que ordena que en lo sucesivo Hércules se quede en las afueras de la ciudad y espere allí las órdenes de los siguientes trabajos. Representaciones Ha tenido gran difusión en las artes figurativas de la Antigüedad. Al no conseguir atravesar la espesa piel del león con sus flechas Heracles se fabrica una maza tallando el tronco de un olivo. Son muy frecuentes las representaciones del combate en sí, cuando el héroe asfixia a la fiera con la fuerza de sus brazos. La diosa Atenea le desvela que la única forma de despellejar al animal es que con sus garras. A partir de este episodio queda configurado el tipo iconográfico de Heracles: vestirla piel de león a modo de armadura, su cabeza como yelmo y la maza de olivo como arma. 2. La Hidra de Lerna La segunda tarea de Hércules consiste en dar muerte a la Hidra en Lerna. Era una devastadora serpiente acuática policéfala y aliento venenoso a la que Hera había criado como prueba para medir a Heracles. La Hidra era hija de Tifón y la Equidna. Su guarida era el lago de Lerna en el golfo de la Argólida. Bajo sus aguas había una entrada al Inframundo que la Hidra guardaba. 3 Primero intentó matarla con flechas encendidas y después cortándole las cabezas con su espada pero de cada cabeza salía una nueva Advirtiendo que no podría derrotar a la Hidra de esta forma, Heracles pidió ayuda a su sobrino Yolao que enciende parte del bosque inmediato, y con los tizones quema los cuellos de la Hidra impidiendo así que proliferen las cabezas. Hércules entonces le corta por fin la cabeza inmortal, la entierra colocando encima una pesada roca, abre en canal el cuerpo de la Hidra y sumerge sus flechas en la bilis de ésta, haciéndolas empaparse e impregnarse bien del veneno del monstruo. En el futuro, las flechas envenenadas de Hércules causarán gran daño, pues gracias al veneno de la Hidra, producirán heridas mortales a los mortales e incurables para los inmortales, siendo causa del paso de dios a mortal del Centauro Quirón y de la muerte de la mayoría de los Centauros, y en especial de la del Centauro Neso, que traerá como consecuencia, algún tiempo después, la muerte del propio Hércules por el veneno de una de sus propias flechas; posteriormente, estas flechas serán utilizadas en el sitio de Troya, imprescindible para la conquista de la ciudad, y en particular la muerte de Paris por una de ellas, disparada por Filoctetes. Sin embargo, Euristeo, no cuenta esta tarea de Hércules alegando que fue ayudado por Yolao. Representaciones El pintor Gustave Moreau, fascinado por el mito de Heracles, representó a una hidra con aspecto de dragón con siete cabezas, rodeada de sus víctimas. Un Heracles apolíneo y calmado se yergue dispuesto a iniciar el combate 3. El Jabalí del Erimanto En esta ocasión Euristeo le encomienda a Hércules traer vivo, al jabalí del Erimanto, animal que devastaba la Psofide. En su camino hacia el Erimanto, Hércules se hospeda en Fóloe, en casa del centauro Folo. Hércules pide vino, a pesar de su amabilidad (sólo él y Quirón son buenos entre los Centauros), le dice que le parece peligroso abrir el tonel que es propiedad común de los Centauros; pero Hércules insiste, Folo lo abre, y al olor del vino acuden los Centauros armados. Hércules rechaza a los dos primeros, Anquio y Agrio, con tizones encendidos, y a los demás los persigue a flechazo hasta el promontorio Malea. Los Centauros se amparaban detrás de Quirón, y una flecha va a clavarse en la rodilla de Quirón, causando enorme disgusto a Hércules, que corre a sacársela y le aplica un remedio. Pero la herida era incurable por ser Quirón inmortal, y éste, agobiado por los terribles dolores que le producían, pide a Zeus que le haga morir para que cesen sus sufrimientos. Parecía esto imposible, pero se consigue gracias a la intervención de Prometeo, que se ofrece en lugar de Quirón. Para cazar vivo al jabalí lo hizo salir de su guarida y, fatigándolo, con su persecución por la espesa nieve, consiguió capturarlo, regresando con el cargado a la espalda Representaciones El tema no goza de relevancia en las artes por su similitud con la cacería del Jabalí de Calidón, mucho más popular. 4. La cierva de Cerinia El tercer trabajo que ordena Euristeo a Hércules es traer viva a la cierva de Cerinía, comúnmente llamada la cierva de los cuernos de oro. 4 La cierva era un animal de tamaño gigantesco que habitaba en Énoe, donde destruía las cosechas Esta cierva estaba consagrada a Artemis, razón por la Heracles le consagró su cornamenta. La persigue así, durante un año entero hasta que al fin la captura, no sin dispararle últimamente una flecha, en el momento en que la cierva estaba pasando el río Ladón para después cargarla sobre los hombros y transportarla a través de Arcadia en dirección a Micenas. Durante este viaje de retorno con la cierva a cuestas, se encuentra Hércules con Apolo y Artemis; ésta le echa en cara su intento de dar muerte a un animal que le estaba consagrado, e intenta, a su vez, arrebatárselo a Hércules; pero éste se disculpa alegando la necesidad en que se encuentra de obedecer a Euristeo, con lo que la diosa calma su ira y le permite llevársela, logrando entregarla en Micenas. Representaciones Según esta versión, Heracles en el año que tardó en capturar a la cierva no derramó su sangre ya que sus pezuñas de bronce la hacían intocable. En la cerámica se muestra como el héroe parte uno de los cuernos de oro de la cierva, ante la mirada de Atenea y Artemis 5. Ahuyentar a las aves del Estinfalo Ahora le es encomendado a Hércules ahuyentar a las aves del Estinfalo, lago de Arcadia, rodeado de espesa selva, en las que se refugiaban innumerables aves que cuando se asustaban y levantaban el vuelo, oscurecían el sol, convirtiéndose en una plaga para regiones vecinas, cuyas cosechas malograban. No sabiendo Hércules como hacerlas salir de la espesura, Heracles se fabrica unas castañuelas de bronce Las hace sonar, y las aves, espantadas, emprenden el vuelo; Hércules entonces las abate a flechazos. Representaciones. Alberto Durero escogió el tema en uno de sus dos únicos cuadros mitológicos. El artista ilustra el momento en que Heracles les dispara con sus flechas envenenadas. Según la tradición, los diabólicos seres de garras y picos broncíneos, lanzaban a los humanos mortíferas plumas de hierro. Sin embargo, el pintor toma como fuente de inspiración las Arpias que habitan el Infierno de Dante, mezcla de sirenas y grifos. 6. Los establos de Augías Como quinto trabajo Hércules es destinado a limpiar los establos del rey Augías sacando en un solo día todo el estiércol. Era Augías rey de la Élide y poseía enormes rebaños. A él se presenta Heracles, pero en lugar de manifestarle que viene por orden de Euristeo, se lo oculta, y pacta con él la limpieza de los establos en un solo día acordando, según una versión: La décima parte del ganado. Una parte de su reino Augías accede a este pacto porque no cree a Hércules capaz de cumplirla así, pero como testigo del pacto actúa el propio hijo de Augías, Fileo. Hércules abrió un canal en los cimientos del establo, y, desviando el curso de los ríos Alfeo y Peneo, logró hacerlos pasar por los establos y que su impetuosa corriente arrastrase el estiércol, quedando así limpios en un solo día los establos. Pero Augías, que se había enterado de lo que había hecho por orden de Euristeo, se negó a entregarle el salario convenido, alegando que tenía que hacerlo de todos modos por estar al servicio de Euristeo, a su vez éste se negó a darle validez a la tarea, defendiendo que lo había hecho mediante contrato con Augías, teniendo ahora que hacer otro, en compensación por este trabajo invalido. 5 7. El toro de Creta Algunos decían que era el toro que había raptado a Europa a petición de Zeus, otros que era el amante de Pasifae o, incluso que había salido del mar u echaba fuego por la nariz en venganza de Posidon contra Minos. En esta tarea Heracles tiene que capturar vivo al toro se presenta a Minos y le expone su misión; Minos le autoriza capturarlo si puede. Así lo hace Heracles, se lo lleva a Euristeo (cruzando el mar Egeo a lomos del toro según Diodoro), y, después de mostrárselo se lo ofrendó a Hera pero ésta lo rechazo por lo que el toro fue liberado El toro recorre el Peloponeso, atraviesa el Istmo y acaba por establecerse en el Ática, en Maratón, donde causa estragos y algún tiempo después será muerto por Teseo en lo que será una de las más famosas hazañas de éste. 8. Las yeguas antropófagas de Diomedes Euristeo ahora le pide a Hércules traer a Micenas las yeguas antropófagas de Diomedes, rey de Tracia e hijo de Ares, poseedor de unas yeguas a las que había enseñado a alimentarse de la carne de sus huéspedes. Al llegar a Tracia fuerza la entrada a los establos y se lleva las yeguas en dirección al mar. Acuden los Bístones, con Diomedes a la cabeza, y entonces Hércules deja las yeguas al cuidado de su favorito Abdero, y él lucha con los Bístones, asesina a muchos de ellos incluyendo al rey Diomedes, y pone en fuga a los restantes. Las yeguas devoraron a Abdero; Hércules funda ahí la ciudad de Abdera, junto al sepulcro en el que entierra a su amigo, y lleva las yeguas a Euristeo. Éste las suelta, y las yeguas se encaminan al Olimpo, donde mueren a su vez devoradas por las fieras. 9. El cinturón de Hipólita, la reina del Amazonas En esta tarea Heracles debe traer el cinturón de la reina Hipólita, regalo de su padre Ares como símbolo del poder de ésta. Hércules se embarca, y tras algunas escaramuzas llega al país de las Amazonas, fondeando en Temiscira. Allí Heracles recibe la visita de la reina la reina Hipólita, quien, después de enterarse por el propio Hércules del motivo de su visita, le promete darle el cinturón. Más entretanto Hera, tomando la apariencia de una Amazona, se presenta ante la multitud de éstas y les miente, diciéndoles que su reina ha sido hecha prisionera por los extranjeros; las Amazonas entonces se lanzan a caballo contra el navío. Heracles, creyendo que se trata de una emboscada previamente dispuesta, da muerte a Hipólita, le quita el cinturón, y luchando con las otras Amazonas leva las anclas y se hace a la mar, arribando, no mucho después, a las costas de Troya. Representaciones Existen varias versiones para la finalización de este trabajo. Según algunos textos, la reina de las amazonas muere, escena que aparece en una de las metopas del templo de Olimpia. Muchos artistas prefirieron representar el momento en que el héroe le arrebata el cinturón mágico Amazonas: Eran hijas de Ares, dios de la guerra y de la Ninfa Armonía. Su reino, según cuentan algunos, estaba en Tracia, y según otros, en las cuestas de Quinaso o incluso en la ribera izquierda del río Danubio. Aparte de Hércules, contra ellas luchó también Belerofonte. Las Amazonas veneraban a Artemisa y según se dice el Templo en Éfeso que fue consagrado a ella y que era considerado una de las siete maravillas arquitectónicas, era obra de las Amazonas. Es un pueblo mítico de mujeres guerreras. Se amputaban el pecho derecho para el mejor manejo del arco. Entre sus reinas figuran Hipólita y Pentesilea. Según la leyenda, sólo aceptaban la presencia de hombres una vez al año para asegurar la descendencia, eliminando a los hijos varones. Vivían del pillaje y la rapiña, y numerosos héroes lucharon contra estas 6 mujeres extrañas y crueles. Veneraban a la Artemisa de Éfeso, diosa de múltiples senos, instituyéndole un culto especial 10. Los bueyes de Gerión En esta ocasión Euristeo le pide a Hércules traer vivas a Micenas, desde los confines del Océano, las vacas del monstruoso Gerión, ser de tres cuerpos que habitaba en Eritía, la isla de la puesta del sol. Tenía el monstruo los tres cuerpos y tres cabezas. Sus innumerables bueyes eran pastoreados por Euritión y guardados por el también monstruoso perro bicéfalo Orto. Éste es uno de los más largos viajes de Hércules. Hay dos versiones sobre este viaje: a) El viaje lo empieza por Europa, pero pasa después a África, y llega más tarde Tarteso, en la costa meridional de España, donde coloca, en los confines de Europa y África, como recuerdo de su paso, unas columnas que en lo sucesivo se llamarán las columnas Heracles. También se cuenta la formación o abertura del estrecho de Gibraltar, estableciendo comunicación entre el Océano y el Mediterráneo b) Durante este viaje terrestre tiene lugar la aventura de la que resultará el nombre del Pirineo o cordillera pirenaica Heracles prosigue su viaje recibiendo del sol un calor excesivo, así que apunta con su arco contra el Sol; admirado éste de tanta audacia, le da una vasija de oro que le sirva de embarcación para llegar a la isla de Eritía atravesando el océano. Así lo hace Hércules, llega a su destino, golpea al perro de Orto con la maza, mata al vaquero Euritión, se lleva las vacas, mata también a Gerión, que acude, avisado por otro pastor a rescatarlas, mete las vacas en la vasija de oro, emprende la travesía de regreso y, habiendo llegado a Tarteso, devuelve la vasija al Sol, continuando su viaje, con el rebaño, a pie, por España e Italia en dirección a Grecia. Cuando Hércules pasa por Liguria, dos hijos de Poseidón llamados Yalebión y Dercino, intentan robarle el ganado y mueren a manos de Hércules. Continúa éste su viaje por Toscana y se da el episodio de Caco, que es de la otra versión. Caco, ser monstruoso, hijo de Vulcano y que respiraba llamas de humo, le roba a Hércules algunas de las vacas y se las lleva, tirándoles de los rabos y haciéndolas así andar hacia atrás, a la cueva donde solía vivir. Hércules descubre el hurto y el lugar donde había escondido Caco las vacas robadas, y entonces acomete a éste, descuajando los peñascos que formaban el techo de la cueva, y la da muerte, recuperando luego las vacas. Continúa Hércules su viaje de regreso a Grecia y llega a Regio, en el extremo meridional de Italia, donde uno de los toros emprende veloz carrera, penetra en el mar y llega hasta Sicilia, hasta el campo de Érix, un hijo de Posidón que reinaba sobre los Élimos, el cual mezcla al toro entre sus propios rebaños. Hércules encomienda a Hefesto la guarda de las vacas, y él se dirige a Sicilia en busca del toro desmandado, lo encuentra entre los rebaños de Érix y se lo reclama a éste. Érix le desafía a luchar con él, y, tras ser derrotado tres veces por Hércules, Érix muere. Hércules, después de haber recuperado al toro desmandado, se lo lleva, lo une de nuevo al resto del rebaño de Gerión y se dirige con este rebaño al mar Jónico, que atraviesan arribando a Grecia. En Grecia se dispersan las vacas por causa de un tábano que envía Hera contra el rebaño; Hércules las persigue por las montañas de Tracia; algunas se le escapan definitivamente y se hacen salvajes; las restantes las recupera, las lleva al Helesponto y, por fin, pasando de nuevo por Tracia, logra hacerlas llegar a Micenas y entregárselas a Euristeo, quien las sacrifica en honor de Hera. Representaciones Los pintores de vasijas eligieron dos momentos para este trabajo: 7 a) La ardua travesía, en la que Heracles obtiene de Helios la copa dorada con la que éste cruzaba el mar cada noche para arribar en ella a Eritía. b) Combate con Gerión 11. El can Cerbero Era el perro de Hades, un monstruo que guardaba la puerta del Hades (el inframundo griego) y aseguraba que los muertos no salieran y que los vivos no pudieran entrar. Zeus ordeno a Atenea y a Hermes que le ayudaran y para no ofender a los dioses, Heracles viajó primero a Eleusis para ser iniciado en los misterios eleusinos y aprender así cómo entrar y salir vivo del Hades, y de paso para absolverse a sí mismo de la culpa por haber matado. Seguidamente desciende al reino de Hades donde al verle huyen las almas de los muertos a excepción de las de Meleagro y Medusa. A ésta le acomete Hércules con la espada, como si estuviera viva, hasta que Hermes le hace saber que es una mera imagen o sombra. Por su parte Meleagro celebra con él una conversación en la que le induce a casarse, a su regreso al mundo de los vivos, con su hermana Deyanira, cosa que en efecto hará Hércules por lo cual morirá después. Hércules encuentra, cerca de las puertas del Infierno, a Teseo y Pirítoo, allí encadenados por haber descendido con el propósito de raptar a Perséfone para Pirítoo; Hércules libera a Teseo, pero al intentar hacer lo mismo con Pirítoo se produce un temblor de tierra y Hércules renuncia a su propósito, por lo que Pirítoo permanece para siempre en el Hades, mientras que Teseo volverá al mundo de arriba con Heracles Por fin Heracles pide directamente a Hades el perro que ha venido a buscar; Hades le autoriza a llevárselo si es capaz de apoderarse de él sin hacer uso de sus armas; así lo hace Heracles, resguardado únicamente por su coraza y por la piel del león, y agarrando a Cerbero no lo suelta, a pesar de ser mordido por la serpiente que éste tenía en la cola, hasta que Cerbero se muestra domado o dispuesto a seguirle. Tras de lo cual emprende, con él y con Teseo, la ascensión, saliendo a flor de tierra por Trecén, llevando a Cerbero a presencia de Euristeo, y volviendo en seguida a llevarlo al infierno, donde lo deja definitivamente. 12. Las manzanas de oro del de las Hespérides. En el Jardín Hera había plantado las manzanas de oro que había recibido como regalo de bodas. A las hespérides se les encomendó la tarea de cuidar de la arboleda, pero ocasionalmente recolectaban la fruta para sí mismas. Como no confiaba en ellas, Hera también dejó en el jardín un dragón de cien cabezas llamado Ladón que nunca dormía. Tenía que llevar ante Euristeo las citadas manzanas. Hespérides: Normalmente se consideraba que eran tres. -Hesperia -Egle -Aretusa. Las Hespérides tenían voces que encantaban y poseían el poder de cambiar de forma para enloquecer a los que las veían La búsqueda de este Jardín conllevó un larguísimo periplo que le hizo recorrer buena parte de Europa y buena parte del continente Africano. Una de las primeras escalas de este viaje fue llegar hasta el río Erídano (se supone que puede ser el Po o el Ródano). Allí habitaban unas ninfas fluviales que indicaron a Hércules el paradero de una antigua divinidad marina que era Nereo, quien era uno de los pocos que sabían el lugar exacto donde se encontraba este Jardín de las Hespérides. A pesar de que Nereo tenía la propiedad de metamorfosearse de un objeto a otro o de un animal a otro, Hércules consiguió encadenarlo para que le dijese el paradero del jardín. Es cuando Hércules se encamina a África y ha de enfrentarse al gigante Anteo, cuya fuerza titánica procedía del contacto de los pies con su madre, la diosa Gea (la tierra). De este modo, Hércules supo que sólo podía vencerle si cortaba esta fuente de energía, suspendiéndole en el aire y matándolo por asfixia. En África también pasará por Egipto, donde va a dar muerte al rey de Egipto Busiris, que era hijo de Poseidón. El viaje que Hércules está protagonizando, lo lleva a las montañas del Cáucaso, donde pudo liberar a Prometeo del 8 o terrible castigo a que había sido condenado por Zeus. Prometeo, agradecido, le va a indicar el camino preciso para llegar al Jardín de las Hespérides. Además le dio un consejo que sería muy útil. Que no se adentrara el mismo en el jardín para recoger las manzanas sino que convenciera al dios Atlas para que lo hiciera él. Y así lo hizo. El problema vino cuando Atlas, que momentáneamente le había pasado el peso de la bóveda celeste a Hércules, se negó a volver a cargar con aquél descomunal peso. Hércules recurrió a una argucia y fue que durante unos segundos, Atlas sostuviese la bóveda celeste mientras Hércules se ponía una almohadilla sobre los hombros. Hércules aprovechó para huir llevándose las manzanas. Tras entregarlas a Euristeo, éste se las regaló al propio Hércules, quien a su vez las ofrendó a Pallas Atenea, La diosa las devolvió al Jardín de las Hespérides Una tradición cuenta que las Hespérides desesperadas por haberse dejado arrebatar las manzanas, se transformaron en arboles: o un olmo o Un sauce o un álamo. El dragón pasó a ser en el cielo la constelación de la serpiente Representaciones El orden e iconografía canónica de los doce trabajos se estableció en los relieves del templo de Zeus en Olimpia. El héroe tras ser sometido a tareas inhumanas y medir sus fuerzas contra criaturas formidables, personificó desde las primeras manifestaciones artísticas los valores de la competición y el triunfo de la astucia sobre la fuerza. Es la conjunción de las virtudes heraclidas la que permite al héroe imponer el orden sobre el caos. Este simbolismo explica la frecuencia de los ciclos de los trabajos en la antigüedad. 1.2. Matrimonio, muerte y apoteosis del héroe Después de realizar las doce tareas, Hércules pasaría todavía algunas aventuras antes de morir y entrar al Olimpo. Los trágicos nos ofrecen el relato de la muerte y apoteosis del héroe, narradas en las Traquinias de Sófocles. Hércules, cumpliendo lo acordado con Meleagro en el infierno se va a casar con su hermana Deyanira. Hércules va a cometer un nuevo homicidio de forma involuntaria, va a matar a un criado de su suegro y arrepentido por ese crimen emprende voluntariamente el destierro hacia el sur de Tesalia, acompañado de su esposa y de su hijo mayor Hilo. En ese viaje tuvieron que atravesar el río Eveno, río muy profundo y con una corriente muy impetuosa. Hércules tuvo que contratar los servicios del Centauro Neso para que éste transportara sobre su lomo a su esposa, pasándola a la otra orilla del río. Neso llegó antes que Hércules a la otra orilla y pretendió violar a su esposa, cosa que no pudo hacer, porque Hércules le disparó una certera flecha que acabó con su vida. Pero antes de morir, el Centauro Neso planeó una venganza magistral contra Hércules. Va a convencer a Deyanira para que mezclase la sangre que brotaba de su herida con su propio semen, producto de su violación no consumada. De esta manera, dijo, obtendría un poderoso filtro de amor que le permitiría conservar para siempre el amor de su esposo. Deyanira lo creyó, sin saber que la sangre del centauro estaba envenenada por la flecha de Hércules, que había sido impregnada con el veneno de la Hidra de Lerna. Pasado un tiempo Hércules organizó una nueva expedición de castigo a una región griega llamada Ecalia. Allí, tras derrotar a su rey, tomó como concubina a la princesa Yole. Cuando esto llegó a oídos de Deyanira, ésta se acordó del filtro amoroso y envió a Hércules, como regalo, una túnica impregnada en lo que creía era un filtro de amor, cuando en realidad era un veneno. Hércules se vistió con la túnica que empezó a corroerle la piel como si de un ácido se tratase, produciéndole unos terribles dolores y sabiendo que su muerte era inminente. Para acortar su sufrimiento Hércules decide autoinmolarse. Se precipitó sobre una pira funeraria situada en el monte sagrado Eta. El fuego consumió la parte mortal de Hércules, pero su alma inmortal fue glorificada y ascendida al Olimpo y, así divinizado, va a sellar su definitiva reconciliación con la diosa Hera que había sido su implacable enemiga. Se casó con su hija Hebe. Desde entonces Heracles, la Gloria de Hera, tuvo su pleno significado. Al enterarse Deyanira se suicidó. 9 Representaciones Heracles es el héroe con mayor frecuencia representado en el arte de la antigüedad. Suele representarse como un hombre corpulento, de pelo corto, barbado o imberbe, y cuyos atributos son la maza, la piel del león de Nemea, portando en ocasiones el arco y las flechas regalo de Apolo. En escultura personifica la fuerza colosal, el valor y la tenacidad de los hombres sometidos a los designios divinos. En el Hércules Farnesio de Nápoles, copia en mármol de un original perdido de Lisipo, el héroe, exhausto tras el esfuerzo, descansa sobre su clave. En la mano derecha, escondida detrás de la espalda, sostiene las manzanas del jardín de las Hespérides. En Roma, varios emperadores quisieron emular su figura a la de Heracles. Así, en el sII d.C. Cómodo se hará retratar un busto llevando sobre la cabeza el yelmo felino mientras sujeta en sus manos la maza hercúlea las manzanas. y A partir del sIII el héroe se cristianiza. En las pinturas de las catacumbas romanas aparece en su condición de esclavo, figurado con nimbo. En la Edad Media se desarrolla la imagen de Heracles como prefiguración pagana de Cristo, con el que comparte la naturaleza semidivina. Antes que el Salvador, el Héroe mitológico descenderá a los infiernos, sufrirá un calvario y ascenderá como él a los cielos. En sentido contrario su imagen será confrontada a la de personajes bíblicos como Adán y Sansón, que hallaron su perdición tras sucumbir a las artimañas femeninas. Mientras la relación con Deyanira ha gozado de escasa fortuna en las arte, la representación de Heracles con Ónfale es más frecuente Desde el sXVI aparecen en varios cuadros el héroe y la reina de Lidia en el lecho, tras haberse intercambiado los atributos y las ropas en presencia de Cupido. El tema, ajeno al arte griego clásico por mostrar las debilidades del héroe, será interpretado en la Edad Moderna como símbolo de los poderes de seducción femeninos. En este sentido se enmarca también la iconografía de Heracles ebrio, el héroe humillado que representó Rubens tras perder una apuesta con Dionisio sobre la resistencia de ambos ante la bebida. Durante el Renacimiento y el Barroco Heracles encarnará en gran medida la virtud heroica y la fe inquebrantable. A esta acepción corresponde el tema denominado Heracles en la encrucijada, inspirado en Hesíodo y Jenofonte. El héroe debe elegir entre dos caminos, simbolizados por dos mujeres: Virtud: conduce a la inmortalidad mediante el cumplimiento del deber Voluptas: incita al pecado y a la lujuria que llevan al infierno por la senda del engaño. Paralelamente Heracles se convirtió en la Edad Moderna en modelo de virtud, fuerza colosal y apoteosis para los soberanos y la nobleza europea, que ensalzaron su imagen en los programas decorativos de sus palacios. Entre los ciclos de los Doce trabajos pintados en el Renacimiento italiano destacan el ejecutado por Mantegna en el Palacio Ducal de Mantua y el de Vasari en el Palazzio Vecchio de Florencia. Felipe IV encargara en la década de 1630 a Zurbarán una serie de diez lienzos sobre la vida de Heracles para decorar el Salón de los Reinos del Palacio del Buen Retiro de Madrid las obras tenían como fin reivindicar el origen mítico de la monarquía hispánica, leyéndose al mismo tiempo como una alegoría del buen gobierno. La elección del tema de la apoteosis de Heracles por parte de la nobleza como motivo principal del techo de sus palacios será usurpada por los respectivos soberanos en sus residencias reales en Madrid y Versalles. Heracles por Zurbaran: 10 2. Jasón y los Argonautas Jasón fue hijo del rey Esón, rey de Yolco y su madre fue la reina Alcimeda. En un momento de su reinado Esón fue destronado por su hermanastro Pelias. Para salvaguardar la vida de Jasón, fue confiado al bondadoso Centauro Quirón quien se encargó de educarlo en las distintas ramas del saber y en el arte militar y deportivo. Jasón, al cumplir los veinte años, quiso regresar a Yolco con el objeto de recuperar el trono que le fue arrebatado. Se va a presentar en la corte de Yolco, ante su tío Pelias, vestido con una piel de pantera, sosteniendo en su mano dos lanzas y calzando una única sandalia, pues la otra se le había perdido al ayudar a cruzar un río a una anciana que se reveló como la diosa Hera, esposa de Zeus. El rey usurpador se sobresaltó al ver a Jasón vestido de esta guisa y su sobresalto lo produjo el ver que Jasón sólo iba calzado en un pie, pues un oráculo le había vaticinado que sería destronado por un hombre que se presentaría ante él calzado con una sólo sandalia. Aparentemente el rey Pelias accedió a transferir el trono a su sobrino Jasón, pero impuso a este una condición: Que le llevase el Vellocino de Oro, lo cual era una gloriosa hazaña. Jasón aceptó el reto y lo primero que hizo fue rodearse de un grupo de acompañantes que serán los héroes más esforzados de toda Grecia, entre los que se podía encontrar a Hércules, Teseo, Orfeo, Meleagro y otros muchos. A continuación pidió ayuda a Argos y construye un barco que le servirá de embarcación para el largo viaje que tenía que de realizar. Este navío recibió el nombre de Argos, y a su construcción ayudó la diosa Pallas Atenea El Vellocino de Oro era la piel de un carnero cuyo pelaje estaba configurado por hebras de oro. Este Vellocino se encontraba en la región de la Cólquide, donde había sido consagrado a Ares, dios de la guerra, por el rey Aietes. El Vellocino estaba colgado de una encina y de su vigilancia se encargaba un dragón temible. El viaje de Jasón y sus compañeros, llamados los Argonautas, fue un viaje largo, azaroso y lleno de aventuras, en el que tuvieron que superar un sinfín de obstáculos y peripecias. La lista de sus acompañantes difiere de unas fuentes a otras y refleja las distintas épocas de la leyenda. Entre ellos estaba Orfeo: marcaba la cadencia de los galeotes consiguiendo que remaran sin descanso y sirvió de protección contra las sirenas. Castor y Pólux Los Dioscuros: hijos de Zeus Leda Heracles Atalanta. Se unieron las amazonas. En la isla de Samotracia se iniciaron en los misterios aconsejados por Orfeo. La primera de las escalas se produjo en la isla de Lemnos, que estaba habitada exclusivamente por mujeres. Según las fuentes, la estancia en Lemnos fue tan agradable que no había manera de que se marchasen de la isla, por lo que concibieron numerosísimos hijos con las habitantes de Lemnos. Jasón tuvo que recordar a los Argonautas cual era el motivo de su viaje. Cuando llegaron a la Cólquide, el rey Aietes no puso trabas en facilitar el objetivo del viaje. Sólo puso dos condiciones para que Jasón se llevase el Vellocino: De una parte tenía que subyugar o domesticar a una pareja de toros salvajes que escupían fuego por sus fauces y con esa pareja de toros, debía, por otra parte, de sembrar los dientes del dragón que custodiaba el Vellocino. Jasón pudo acometer con éxito ambas empresas gracias a la ayuda de los sortilegios de la maga Medea que era la princesa de Cólquide y por tanto, hija de Aietes, la cual se había enamorado de Jasón. Medea le arrancó la promesa de un futuro matrimonio. Una vez que Jasón consigue el Vellocino, contrae matrimonio con Medea. El viaje de vuelta hasta el reino de Yolco va a ser tan azaroso como el de ida. Tuvieron que atravesar el mar de las Sirenas, cuyo canto provocaba el naufragio de las embarcaciones y la muerte de los marineros. Sin embargo los Argonautas no sufrieron ningún peligro porque escucharon una música más encantadora que la de las Sirenas, pues fue la música y las melodías de Orfeo. Cuando 11 llegan a Yolco, Medea, como esposa de Jasón, va a emplear sus sortilegios para convencer a las hijas del rey Pelias para que descuartizaran a su padre en la creencia de que aquél renacería rejuvenecido. Pelias tenía un hijo menor llamado Acastom y una vez que muere su padre, no permite que Jasón le arrebate el trono y destierra de su reino a Jasón y a Medea, quienes abandonan Yolco y se establecen en Corinto, donde viven unos días felices, al cabo de los cuales, Jasón abandona a Medea por otra mujer, Glauce, hija del rey de Corinto Creonte. La venganza de Medea fue terrible. Matará a Glauce, enviándole un vestido envenenado y no contenta con haber eliminado a su rival, asesinó a sus dos hijos habidos de su matrimonio con Jasón. Llamados Feres y Mérmero. A consecuencia de todo esto, Jasón fue abandonado por los dioses por no haber cumplido su juramento de fidelidad a Medea y sufrió una muerte humillante, porque no muere como otros héroes, que lo hacen guerreando, sino que le cayó encima el maderamen del navío Argos que le había servido para conducirle al Vellocino de Oro. Representaciones Jasón no ocupa un lugar destacado en las artes hasta en sXIX. En la antigüedad figura como integrante de la expedición de los Argonautas, protagonizando las míticas aventuras que la tradición le atribuye. Durante el Renacimiento, las hazañas del mítico príncipe aparecerán en los arcones nupciales que contenían las dotes de las futuras esposas. Entre los escasos ciclos posteriormente consagrados a su vida destaca el ejecutado por los pintores clasicistas Carracci en un palacio boloñés a finales del Cinquecentto. El escultor danés Thorvaldsen realizo una estatua colosal de Jasón basándose en el Doriforo de Policleto. El héroe porta el Vellocino de oro colgando sobre su brazo izquierdo. Vestido como un guerrero, está representado en un momento de solemne quietud y reflexión, de acuerdo con el principio neoclásico de serena grandeza. Paralelamente, la leyenda del héroe atrajo la mirada romántica y simbólica de Turner, Füssul y Moreau Sola o en compañía de Jasón, Medea se representa con frecuencia como que infunde terribles castigos. A partir de la Edad moderna los artistas Ovidio que a Eurípides como fuente de inspiración, resaltando sus legendaria y la dramática muerte de sus hijos. una princesa oriental acudieron más a cualidades de maga 3. Orfeo Es un héroe especial: sus hazañas no son guerreras, sino que tienen que ver con su poder a través de la música y su descenso al reino de Hades para rescatar a su esposa Eurídice. Orfeo, hijo del rey tracio Eagro y la musa Calíope, fue el poeta y músico más famoso de todos los tiempos. Apolo le regaló una lira y las Musas le enseñaron a tocarla, de tal modo que no sólo encantaba a las fieras, sino que además hacía que los árboles y las rocas se movieran de sus lugares para seguir el sonido de su música. Después de una visita a Egipto, Orfeo se unió a los argonautas, con quienes se embarcó para Cólquide, y su música les ayudó a vencer muchas dificultades. A su regreso se casó con Eurídice, un día, en las cercanías de Tempe, en el valle del río Peneo, Eurídice se encontró con Aristeo, quien trató de forzarla. Ella pisó una serpiente al huir y murió a causa de la mordedura, pero Orfeo descendió audazmente al Tártaro, con la esperanza de traerla de vuelta. A su llegada, no sólo encantó al barquero Caronte, el perro Cerbero y los tres Jueces de los Muertos con su música melancólica, sino que además suspendió por el momento las torturas de los condenados; de tal modo ablandó el cruel corazón de Hades que éste concedió su permiso para que Eurídice volviera al mundo superior. Hades puso una sola condición: que Orfeo no mirase hacia atrás hasta que ella estuviera de nuevo bajo la luz del sol. Eurídice siguió a Orfeo por el pasaje oscuro guiada por el son de su lira, y sólo cuando él llegó de nuevo a la luz del día se dio la vuelta para ver si ella lo seguía, con lo que la perdió para siempre. El descenso a los infiernos, más allá del episodio amoroso, se integra en el marco de los Viajes al Más Allá. El viaje de Orfeo tiene un carácter trasgresor, al no haber sido inducido por ninguna divinidad y obedece tan solo a un interés personal, aunque no logre su objetivo. Sin embargo consiguió con él un fin imprevisto al adquirir un conocimiento de las Verdades del Mas Allá que luego reveló a los hombres convirtiéndose en un mediador, la voz que guía el comportamiento humano en los misterios órficos. Según la tradición más frecuente su fin fue morir despedazado a manos delas mujeres tracias, envidiosas de su fidelidad a Eurídice, por la que se sentían insultadas. Según otras, falleció destrozado por un rayo de Zeus, irritado por las revelaciones de Orfeo sobre el otro mundo. Se decía también que su cabeza había continuado cantando después de morir. El alma del poeta pasó a Los Campos Elíseos y su lira fue transformada en una constelación celeste. 12 Representaciones Los tres episodios principales del mito de Orfeo son: Sus habilidades como músico Su baja da a los Infiernos Su muerte a manos de las celosas tracias Habitualmente el héroe va vestido a la usanza griega y porta los atributos de la lira, la citara o el violín, indistintamente. En los mosaicos romanos aparece frecuentemente aplacando a las fieras con su música. La imagen que figura en algunos sarcófagos de Orfeo llevando un cordero sobre los hombros se considera un posible antecedente iconográfico del Buen Pastor cristiano, lo que explica la presencia del héroe tracio en las catacumbas de Domitila. El tema de Orfeo músico inspiró igualmente en el sXVII a los pintores flamencos y holandeses especializados en la pintura de animales que convirtieron al personaje en un pretexto anecdótico frente al alarde descriptivo del paisaje circundante y las fieras. El episodio de su vida más representado en la Edad moderna es su bajada a los infiernos en busca de Eurídice. Suele figurarse el momento en el que la pareja se dispone a abandonar el Inframundo, tras haber amaestrado a los monstros guardianes y convencido a Hades y Perséfone con sus cantos. El dolor inconsolable de Orfeo inspirara a Rodin, y su muerte, imagen más excepcional, a los pintores simbolistas En música, es especialmente importante la obra L'Orfeo, favola in musica (1607) de Claudio Monteverdi, considerada una de las primeras óperas de la historia. Otros importantes compositores recrearon el mito: entre otros, Christoph Willibald Gluck (Orfeo y Eurídice) o Jacques Offenbach (en su paródica ópera bufa Orphée aux Enfers). Francisco de Quevedo le dedicó el poema Un Orfeo Burlesco. Rainer Maria Rilke en 1923 publica Los sonetos a Orfeo. 4. El ciclo troyano Es uno de los más extensos ciclos dentro del panorama de la mitología griega y aparece en Homero, en la Ilíada y en La Odisea, para su transmisión. Se basa en hechos históricos adornados con mucha fabulación. Una de las causas de ésta pudo ser que cuando comenzaron los viajes de naves griegas por los Dardanelos hacia el mar de Marmara y por el Bósforo hacia el mar Negro, varios siglos después del colapso del mundo micénico, los marinos debían esperar a veces semanas, incluso meses, pasando el tiempo de alguna manera a la entrada de los Dardanelos hasta que al fin, un viento favorable permitiera el paso de las naves. Ante los ojos de estos hombres estaban las ruinas de la antigua Troya que evidenciaba su antiguo esplendor, lo que constituía una situación apropiada para el nacimiento de leyendas 4.1. París y el rapto de Helena Helena fue famosa por su belleza desde que era una niña. Un día, mientras realizaba un sacrificio a la diosa Artemisa, fue sorprendida y raptada por el héroe ateniense Teseo en compañía de su amigo Piritoo. Tras capturarla, echaron a suertes la doncella, correspondiéndole a Teseo. Pero cuando éste volvió a Atenas, el pueblo ateniense no permitió la entrada de la muchacha en la ciudad, motivo por el que Teseo la condujo a Afidna, junto a su madre Etra. A continuación, Teseo y Pirítoo decidieron marchar al Hades para raptar a Perséfone con la intención de convertirla en consorte de Pirítoo. Durante la estancia en el Hades de Teseo y Pirítoo, los Dioscuros rescataron a Helena. A su vez tomaron como prisioneras a la madre de Teseo y a la hermana de Pirítoo, que condujeron hasta Esparta para convertirlas en esclavas de Helena. Cuando Helena llegó a la edad de casarse, tuvo muchos pretendientes que acudieron desde todas las partes de Grecia, animados por la fama de su gran belleza y porque ella y su futuro esposo reinarían en Esparta. Tindáreo, temiendo provocar una guerra entre los pretendientes rechazados, siguió un consejo de Odiseo. A cambio, prometió a éste su ayuda para conseguir a su sobrina Penélope como esposa. El consejo de Odiseo consistía en arrancar a los pretendientes el juramento de acatar la decisión que se adoptase sobre quién sería el esposo de Helena y la obligación de acudir en auxilio del elegido si en algún momento su esposa le fuese disputada. Una vez realizado el juramento, Helena eligió como marido a Menelao, hermano de Agamenón, rey de Micenas (en otras versiones, de Argos), que, a su vez, se casó con su hermana Clitemnestra. Menelao y Helena tuvieron una hija, Hermíone 13 La diosa Afrodita había prometido al príncipe troyano Paris el amor de Helena como premio por haber decidido a su favor en el concurso de belleza que la había enfrentado a Hera y Atenea. Paris fue a Esparta, donde fue recibido hospitalariamente por Menelao y Helena. Sin embargo, durante su estancia, Menelao tuvo que viajar a Creta para asistir al funeral por la muerte de su abuelo materno, Catreo. Afrodita provocó que Helena se enamorase de Paris y huyeron los dos de Esparta junto con el tesoro de Helena, mientras Menelao se encontraba aún en Creta. Se unieron por vez primera en una isla de localización incierta llamada Cránae. Hera les envió una tempestad y, tras pasar por Chipre y Fenicia, llegaron a Troya. Otra versión señalaba que en realidad Helena no viajó con Paris a Troya sino que Zeus, Hera o Proteo formaron un espectro suyo, que fue lo que acompañó a Paris mientras la auténtica Helena fue trasladada a Egipto por Hermes. Se cree que la primera fuente de esta versión fue la palinodia, compuesta por el poeta lírico Estesícoro, de la que quedan escasos fragmentos. Una leyenda añadía que el poeta había sido cegado por Helena (una vez que ésta había sido divinizada) a causa de que anteriormente había compuesto un primer poema que la trataba muy desfavorablemente. Cuando Estesícoro compuso su palinodia, se le devolvió la vista. Un escolio atribuye a Estesícoro un comentario según el cual Afrodita había hecho infieles a Helena y a sus hermanas Clitemnestra y Timandra debido a que Tindáreo olvidó ofrecerle sacrificios. Otra tradición explicaba que Paris raptó a Helena y la llevó consigo por la fuerza. Representaciones Perdidas las tragedias de Eurípides y Sófocles sobre el concurso de belleza arbitrado por Paris, el mítico episodio que origina la guerra de Troya, aparece recogido en los relatos de Apolodoro, Luciano y Apuleyo. El tema fue profusamente representado en la Antigüedad apareciendo parís como un pastor junto a las tres diosas en presencia de Hermes. El episodio paso desapercibido entre los artistas medievales. Fue retomado en el SXVI, el juicio supuso una excusa para la representación idealizada del desnudo femenino, quedando en segundo plano el significado de los dones que personifica cada una de las diosas: el poder, la sabiduría y el amor. Entre todas las obras destacan las versiones del juicio de Paris pintadas por Lucas Cranach, Rubens y Luca Giordano. La consecuencia del juicio, el rapto de helena aparece con menor frecuencia en las artes figurativas, aunque el arte barroco proporcionará grandes ejemplos. 4.2. Los grandes héroes troyanos Para conocer esta parte de la historia antigua debemos valernos de los poemas homéricos que forman el contenido de la “Ilíada” y la “Odisea”. Reunir a todos los caudillos griegos había sido difícil. Cuando Menelao se enteró del rapto, se dirigió a Micenas y pidió a Agamenón que reclutara tropas de la Hélade y organizara una expedición contra Troya. Éste envió un heraldo a cada uno de los reyes con el fin de recordarles que se preocupasen de la seguridad de sus respectivas esposas, diciendo que la afrenta había sido igual y común para toda la Hélade. Dispuestos ya muchos a ir a la guerra, se dirigieron también a Odiseo en Ítaca. Éste, que no quería participar en la expedición, se mostró como enajenado, pero Palamedes, hijo de Nauplio, hizo ver que fingía: cuando Odiseo simulaba estar loco lo siguió y cogiendo a Telémaco del regazo de Penélope sacó la espada como para matarlo. Odiseo, preocupado por su hijo, reconoció que había fingido y se unió a la expedición. Después de haber hecho prisionero a un frigio, Odiseo le obligó a escribir una carta de traición supuestamente enviada por Príamo a Palamedes, y habiendo enterrado oro en la tienda de éste dejó caer la carta en el campamento. Agamenón la leyó, encontró el oro y entregó a Palamedes a los aliados para que lo apedreasen por traidor El sitio de Troya duró diez años, entre los siglos XII o XIII a. C., pero en esta obra se narran cincuenta y un días. Los griegos sitiaron Troya durante nueve años. Las tropas griegas saquearon varias ciudades cercanas y, en el reparto del botín, Agamenón tomó como esclava a Criseida, hija de Crises, sacerdote de Apolo. Cuando Crises intentó pagar su rescate, fue maltratado, así que pidió a Apolo que castigase a los griegos, y la armada fue azotada por una plaga. El oráculo emitido por Calcas dijo que la plaga solo cesaría si Agamenón devolvía a Criseida a su padre. Enojado por esto, y con Aquiles (que garantizó el cumplimiento del oráculo), Agamenón aceptó devolver a Criseida pero a cambio tomó a la concubina de Aquiles, Briseida. Aquiles y Agamenon discutieron y Aquiles se negó a luchar. Aunque los griegos estaban destinados a ganar la guerra, Aquiles pidió a su madre Tetis que intercediera ante Zeus para asegurarse de que a los griegos les fuese mal hasta que Agamenón se disculpase ante él. Los siguientes días los 14 griegos fueron duramente castigados en la batalla y los principales guerreros, salvo Áyax, fueron heridos gravemente. Los troyanos, liderados por Héctor, avanzaban sin parar sobre las posiciones griegas. En vista del peligro, Aquiles dejó que su compañero Patroclo llevase su armadura y liderase las tropas en la batalla. Héctor dio muerte a Patroclo y se quedó con la armadura de Aquiles. Loco de dolor, Aquiles juró venganza, mató a Héctor y arrastró su cuerpo atado a su carro rodeando Troya por tres veces. Se negó a devolverlo a los troyanos para los ritos funerarios hasta que Príamo en persona fue a suplicarle que lo devolviese, con lo que se ablandó y declaró una tregua de doce días mientras durasen los funerales de Héctor. Poco después de la muerte de Héctor, Aquiles venció a Memnón de Etiopía y a la amazona Pentesilea (con quien Aquiles tuvo una aventura según algunas versiones). Fue muerto por Paris; bien de una flecha en su talón dirigida por Apolo durante una tregua; o en otra versión, directamente por el dios Apolo. Sus huesos fueron mezclados con los de Patroclo, y hubo juegos funerarios. Como Áyax, se representa viviendo tras su muerte en la isla de Leuce en la desembocadura del Danubio. En Las troyanas y Hécuba, obras de Eurípides, Políxena, hija de Príamo, es sacrificada en la pira fúnebre de Aquiles. En otra versión bastante diferente de las anteriores, Aquiles había prometido a Príamo que, si consentía el casamiento con su hija Políxena, pasaría a abandonar a los suyos y defender Troya, pero tras concertar una cita en el templo de Apolo Timbreo, fue asesinado por Paris con una daga en la espalda (o una flecha en el talón). La armadura de Aquiles era motivo de disputa entre Odiseo y Áyax. Compitieron por ella, resultando vencedor Odiseo. Áyax, encolerizado, juró matar a sus compañeros; comenzó a matar ganado (pensando que eran soldados griegos), y posteriormente a sí mismo. Los griegos capturaron a Héleno, hijo del rey Príamo, y adivino y lo torturaron hasta que dijo bajo qué circunstancias podrían tomar Troya. Héleno dijo que ganarían si recuperaban las flechas de Heracles (que estaban en poder de Filoctetes); robaron la estatua troyana de Palas Atenea (llamada Paladio) y convencieron al hijo de Aquiles (Neoptólemo) de que fuese a la guerra. Neoptólemo estaba oculto de la guerra en Esciro, pero los griegos le localizaron. Odiseo y Neoptólemo trajeron a Filoctetes de Lemnos. Su herida fue curada por Macaón o Asclepio. Filoctetes mató a Paris con sus flechas. El cerco de Troya duró diez años. Los griegos idearon una nueva treta - un gran caballo de madera hueco. Fue construido por Epeo y lo ocuparon soldados griegos liderados por Odiseo. El resto de la armada griega fingió partir y los troyanos aceptaron el caballo como una ofrenda de paz. Un espía griego, Sinón, convenció a los troyanos de que el caballo era una ofrenda a Atenea a pesar de las advertencias de Laocoonte y Casandra. Los troyanos hicieron una gran celebración y, cuando los griegos salieron del caballo, la ciudad entera estaba bajo el sueño de la bebida. Los guerreros griegos abrieron las puertas de la ciudad para permitir la entrada al resto de las tropas y fue saqueada sin piedad alguna. El fantasma de Aquiles se apareció a los supervivientes de la guerra, pidiendo que Políxena, la princesa troyana, fuese sacrificada antes que ninguno pudiese partir. Neoptólemo realizó el sacrificio. Según la Odisea, la flota de Menelao fue empujada por tormentas hacia Creta y Egipto de donde no pudieron continuar la navegación por la ausencia de vientos. Menelao tuvo que atrapar a Proteo, una deidad marina para averiguar qué sacrificios a los dioses debían hacer para garantizarse una travesía segura. Proteo también dijo a Menelao que estaba destinado al Elíseo tras su muerte. Menelao regresó a Esparta con Helena. Tras la guerra, el barco de Idomeneo fue alcanzado por una terrible tormenta. Idomeneo prometió a Poseidón que sacrificaría el primer ser viviente que viese cuando volviese a casa si salvaba su barco y su tripulación. El primer ser vivo al que vio fue su hijo, así que lo sacrificó. Los dioses estaban enfadados con el asesinato de su hijo y lo enviaron al exilio a Calabria en Italia.2 Según otra versión, sus propios súbditos en Creta lo enviaron al exilio porque llevó consigo una plaga desde Troya. Huyó a Calabria, y posteriormente a Colofón, en Asia Menor, donde murió. En otra versión, la plaga azota Creta como castigo por el acto de Idomeneo. Casandra fue ultrajada por Áyax el Menor y luego fue tomada como concubina por Agamenón. Éste regresó a su hogar en Micenas. Su esposa Clitemnestra tuvo una relación con Egisto, hijo de Tiestes, primo de Agamenón. Posiblemente como venganza por la muerte de Ifigenia, Clitemnestra se conjuró con su amante para matar a Agamenón. Casandra pronosticó este asesinato y avisó a Agamenón, pero él la ignoró. Fue asesinado en un banquete o en su baño, según diferentes versiones. Casandra también fue asesinada. El hijo de Agamenón, Orestes, que había estado lejos, regresó y conspiró con su hermana Electra para vengar a su padre. Mataron a Clitemnestra y a Egisto. Orestes se casó con Hermione y retomó Micenas, convirtiéndose en rey de todo el Peloponeso. Neoptólemo tomó a Andrómaca y Héleno como esclavos, casándose con Andrómaca. Se enemistó con Orestes porque Menelao le había prometido a su hija Hermione a él, pero luego quiso que se casase con Neoptólemo. 15 Lucharon, y Neoptólemo murió. Héleno se casó con Andrómaca y reinaron sobre una colonia de troyanos exiliados en lo que una vez había sido el reino de Aquiles. Allí lo encontró Eneas en su viaje a Italia. La reina Hécuba de Troya fue esclavizada por los aqueos. Fue parte del botín otorgado a Odiseo. Licaón fue esclavizado por Aquiles y vendido por éste en Lemnos, pero consiguió volver a Troya y murió en el campo de batalla, a manos de Aquiles. Puesto que Antenor, cuñado de Príamo, había ayudado a devolver a Helena a los griegos, se le perdonó la vida. Eneas lideró un grupo de supervivientes lejos de la ciudad, incluyendo a su hijo Ascanio, su trompeta Miseno, su padre Anquises y al médico Yápige. Su mujer Creúsa desapareció durante el saqueo de la ciudad. Huyeron de Troya en varios barcos, buscando establecerse en un nuevo hogar. Arribaron a varios países cercanos que no se mostraron hospitalarios, finalmente les fue profetizado que debían volver a la tierra de sus antepasados. Primero lo intentaron en Creta, que Dárdano había colonizado, pero lo encontraron arrasado por la misma plaga que había expulsado a Idomeneo. Encontraron a la colonia dirigida por Heleno y Andrómaca, pero rehusaron permanecer ahí. Tras siete años llegaron a Cartago, donde Eneas tuvo un romance con Dido. Finalmente los dioses les ordenaron continuar (Dido se suicidó), y llegaron a Italia. Aquí una profetisa le llevó al inframundo y predijo la grandeza de Roma, que sería fundada por su gente. Negoció un asentamiento con el rey local Latino, y se casó con su hija Lavinia. Esto desencadenó una guerra con otras tribus locales, pero finalmente se fundó el asentamiento de Alba Longa, regido por Eneas y el hijo de Lavinia, Silvio. Trescientos años después, según el mito romano, sus descendientes Rómulo y Remo fundaron Roma. Las representaciones de las aventuras de Aquiles en el arte griego y romano son incalculables, casi todas relacionadas con Troya. Los episodios más reproducidos son: - Su enfrentamiento con Agamenón - La muerte de su amigo Patroclo - El duelo con Héctor y la posterior profanación de su cadáver. El tipo iconográfico del héroe se transforma desde las primeras imágenes de un guerrero barbado hacia la más habitual de un guerrero imberbe y desnudo, presa de sus pasiones. El arte romano popularizara el tema de la educación de Aquiles confiada al centauro Quirón En el renacimiento y en el barroco el asunto se mantendrá. Por el contrario, en el neoclasicismo se retomara el tema central de la Ilíada: la cólera de Aquiles, desatada durante el último año de la guerra y sus consecuentes acciones heroicas. Odiseo o Ulises tardara diez años en volver a Ítaca. Los episodios más reproducidos son su encuentro con el ciclope Polifemo, su relación con Circe, su paso ileso ante la isla de las Sirenas, su estancia en la isla junto a la ninfa Calipso, su descenso a los Infiernos para conocer su destino y su retorno a Ítaca Prácticamente el único tema que pervive desde la Antigüedad hasta la Edad media es su aventura con las Sirenas Odiseo, (las sirenas atraían a los viajeros con su canto a la perdición) Tras tapar con cera los oídos de su tripulación se hace atar al mástil de su barco para evitar sucumbió al peligro., escena que será parangonada en la Edad Media con la de cesto en la cruz. A partir del Renacimiento se repiten los ciclos de las aventuras del héroe en frescos, tapices… En cuanto a su tipo iconográfico, Odiseo suele figurarse como un hombre barbado que porta un gorro cónico. Aparece disfrazado de mendigo en las escenas de regreso a Ítaca, cuando compite con los pretendientes de Penélope tensando su propio arco, dándose a conocer a ella de esta forma. Héctor es el héroe que lucha por defender su ciudad y a su familia. La despedida con su esposa Andrómaca El duelo con Aquiles y el posterior ultraje de su cadáver ante los muros de Troya son los capítulos más representados El héroe troyano, al que Apolo abandona ante su destino fatal por orden de Zeus, se convierte para la literatura y el arte medieval en la personificación del noble caballero, equiparando a los personajes bíblicos de Josué y el rey David. Su imagen reaparece con fuerza en el SXVIII, cuando el dramatismo de la despedida de su familia se interpreta como la obligación de anteponer el deber a los afectos. Argonautas El papel de Paris en la guerra después del célebre Juicio y de volver a Troya con Helena, no es especialmente brillante, estando siempre protegido por Afrodita, si bien muere al final por una flecha de Filocteles. El personaje de Helena tiene un perfil muy complejo. En la épica homérica es hija de Zeus y de Leda y su padre humano es Tindareo. Sus hermanos, los Dioscuros, castor y Pólux, y ella, son descendientes de Zeus y su hermana Clitemnestra de Tindareo. Su belleza era extraordinaria. En el mundo antiguo la belleza de Helena era proverbial. Según Plinio, Zeuxis había pintado su retrato tomando de cinco jóvenes sus partes más perfectas. Su iconografía se centra en su rapto por parte de Paris, representado bien a pie, bien en un carro o en un barco. 16 Menos frecuente resulta el reencuentro de Helena con Menelao tras la caída de Troya. David excepcionalmente representó a la pareja de Paris y Helena en actitud amorosa, figurando el príncipe troyano desnudo y llevando el gorro frigio. Los pintores figuristas del SXIX la vieron como una mujer fatal cuya belleza provoca el drama Bélico. Eneas es un hombre troyano, es el guerrero más importante de ese bando tras la muerte de Héctor, abandona la ciudad asediada por orden de los dioses, portando sobre sus hombros a su anciano padre y a su hijo de la mano. Tras su huida inician un largo viaje que les llevara a Cartago, donde el héroe mantendrá una relación con la reina Dido y, tras abandonarla, desembarcará en el Lacio. En Italia fundará un reino y un linaje de los que descenderá la familia Julia. Su presencia en las artes, impulsada por los emperadores romanos, simbolizará la imagen del noble caballero, la virtud y el amor filial inmortalizada por Rafael y por Bernini 17