6 ESPECIAL EXPANSIÓN Jueves 26.06.2014 Cataluña EL TURISMO, MOTOR ECONÓMICO DE LA RECUPERACIÓN Los fondos extranjeros se vuelcan en la adquisición de edificios de uso hotelero y comercial, que se benefician de los 7,5 millones de personas que visitan cada año la capital catalana. Barcelona atrae al inversor internacional Marisa Anglés. Barcelona En 2013 llegaron cada día una media de 20.000 turistas a Barcelona, una cifra que este año crece diariamente en 360 personas. La capital catalana superó por primera vez los 7,5 millones de visitantes en 2013, un 1,77% más que el año anterior. Estas cifras no pasan desapercibidas para los inversores de todo el mundo, que han querido aprovechar el tirón turístico de Barcelona y se han volcado en los activos inmobiliarios que están directamente relacionados con el sector: los de uso hotelero y comercial. El estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis económica mantuvo a los inversores extranjeros alejados de España durante años, pero desde verano del año pasado, la percepción del país ha cambiado. Barcelona, junto con Madrid, ha pasado de ser un territorio prohibido a ser un foco prioritario. La inversión inmobiliaria se ha triplicado en Barcelona al pasar de los 416 millones de euros de 2012 a más de 1.222 millones en 2013. De éstos, mil millones procedieron de inversores extranjeros. Los activos que se benefician directamente del boom turístico, hoteles y establecimientos comerciales, captaron el año pasado un 75% de la inversión, según datos de la consultora Aguirre Newman. La apuesta de la aseguradora francesa Axa, que en junio del año pasado pagó 172 millones de euros por un lote de 13 edificios de la Generalitat, generó confianza en los mercados internacionales y transmitió el mensaje de que el cambio de ciclo se había producido. La hora de comprar había llegado. Axa invirtió en edificios que albergan dependencias administrativas, aunque algunos de ellos se reconvertirán en hotel, gra- cias a las céntricas ubicaciones que tienen en la ciudad. El resto de inversores han apostado directamente por el segmento hotelero o por edificios con clara vocación de ser transformados a hotel. La mayor operación de 2013 fue la adquisición del Hotel W Barcelona por parte del fondo catarí Diar, que pagó 200 millones de euros por el edificio. Al mismo tiempo, empezaron a fraguarse otras dos operaciones de gran calado, que podrían cerrarse a lo largo de este año: la compra de la Torre Agbar y del Edificio Deutsche Bank, para ser convertidos en hotel. La gestora Emin Capital, con fondos procedentes de mercados extranjeros, ultima la compra de los dos edificios, por los que pagará 150 millones y 90 millones de euros, respectivamente, para convertirlos en un Grand Hyatt y en un Four Seasons. De oficina a hotel El fondo catarí Diar compró el Hotel W Barcelona por 200 millones de euros. / ELENA RAMÓN. El año pasado se registraron también otras muchas operaciones hoteleras de un menor tamaño, pero que, juntas, provocaron que este segmento sumara el 43% de la inversión inmobiliaria. La mayoría de estas operaciones tienen en común un comprador extranjero, una ubicación muy céntrica y la voluntad de convertir el activo (generalmente de oficinas) en hotel. Es el caso de la cadena alemana Motel One, que adquirió una antigua comisaría de los Mossos d’Esquadra en la calle Pujades de Barcelona para transformarla en hotel. Un inversor de Kazajstán compró las antiguas oficinas de MC Mutual, en Ausiàs March, para abrir otro establecimiento hotelero, el mismo uso que tendrán las anteriores sedes de Agrupació Mútua, en la Gran Via de les Corts Catalanes, adquirida por KKH, y de Cahispa, que ha pasado a manos de Hotels Princess. La fiebre ha continuado durante este año con operaciones como la compra de la sede de Henkel, que se destinará a uso mixto, incluyendo el hotelero. Mientras, el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZF) ha puesto a la venta la Torre Telef´ónica por cien millones, aunque el edificio mantendrá su uso terciario. El crecimiento de la planta hotelera de Barcelona, que suma unos diez nuevos establecimientos cada año, es sostenible gracias al incremento conti- El Corte Inglés situado en la confluencia de Las Ramblas con Plaza Catalunya fue adquirido por el fondo internacional IBA Capital por 100 millones. /E.R. nuado del número de visitantes. A pesar de la crisis y de la constante apertura de nuevos hoteles y apartamentos turísticos, los precios y la ocupación hotelera ya han iniciado la remontada y se han situado en niveles que se acercan a las cifras previas a la crisis. Desde 2008, han abierto en Barcelona 77 hoteles, que han supuesto la incorporación de 13.719 camas, según datos del Gremio de Hoteles. En total, la ciudad tiene 365 hoteles y 67.567 plazas. El año pasado, en que abrieron once hoteles que sumaron más de 2.000 plazas, se registró una ocupación media del 75%, frente al 74,7% del año anterior, y muy por encima de los niveles de 2010 (72%) y de 2009 (67%). Los precios también están superando el bache: el año pasado se registró una tarifa media de 109,5 euros, frente a los 109 euros del año anterior, y por encima de los 106 euros de 2011 y los 99 euros de 2010, aunque todavía tienen recorrido para llegar al récord de la ciudad, que se registró en 2007, con un precio medio de 120,5 euros y una ocupación del 77,3%. Los establecimientos comerciales también se benefician del volumen de turistas que llega cada día a la ciudad y, por tanto, están también en el punto de mira de los inversores. En los últimos meses se han producido dos grandes inversiones en Barcelona: la compra del centro comercial Diagonal Mar, por 150 millones de euros, por parte del fondo Northwood Investors, y la adquisición del centro que El Corte Inglés tiene en Plaza Catalunya–Las Ramblas, por cien millones, por parte del fondo internacional IBA Capital. Los locales comerciales mejor situados, como los del Paseo de Gracia, también han despertado el interés de los fondos extranjeros. Si durante la crisis habían sido coto privado de los family office nacionales, en 2013 irrumpieron los compradores foráneos. El número 25 del bulevar fue adquirido por un fondo alemán y el 27, por un inversor canadiense. El retorno de la inversión extranjera ha acentuado la diferencia entre la zonas prime y las secundarias, así como los activos que se benefician del turismo de los que dependen del consumo interno, como el segmento industrial y el de oficinas. El desencadenante del cambio de ciclo en Barcelona ha sido que por fin se han cruzado los precios de vendedores y compradores. Los inversores extranjeros han asumido que el ajuste de rentas ya se ha producido y que los precios de venta de los activos bien situados no bajarán más, por lo que vuelven a cerrarse operaciones.