Un nuevo tiempo en las relaciones con Chile Entrevista al Secretario General Por Radio Lima, 24 de junio de 2006 de la CAN, Programas Embajador Allan del Wagner Tizón Perú Preg.- ¿Hay un nuevo aire, una nueva mirada a las relaciones con Chile?. Resp.- Sin duda que sí. Creo que la visita a Santiago de Alan García, como presidente electo del Perú, y la manera cómo ha sido recibido por la presidenta Michelle Bachelet, es elocuente sobre ese nuevo tiempo que se inicia en las relaciones con Chile. Creo que es importante recordar que hace cinco años, cuando el presidente Ricardo Lagos vino a la toma de posesión del presidente Alejandro Toledo y luego permaneció en visita oficial al día siguiente, se firmó un importante declaración conjunta donde se planteó una alianza estratégica entre Perú y Chile, a través de varios mecanismos de las áreas de la cooperación, de la seguridad y también del comercio. Sin embargo, diversos factores no han permitido que esa agenda se desarrolle plenamente y este es el momento de mirar nuevamente esa agenda y darle -diría youna visión renovada que surge de lo que podríamos llamar, la necesidad de instalarnos correctamente en el siglo XXI. O sea, tenemos que repensar muchas cosas, no solamente la manera cómo estamos relacionados los países andinos, los países sudamericanos, sino cómo realmente nos proyectamos, de una manera dinámica y eficaz, en el presente siglo. Sin duda que Chile es un gran socio, es un gran aliado. Puede serlo, siempre que construyamos esa relación al máximo posible y, al mismo tiempo, logremos canalizar algunas cosas, algunas diferencias que subsisten, producto de la historia y que no debiera ser obstáculo para fortalecer esa relación. Concretamente quisiera recordar que hace dos años el gobierno de Chile solicitó a la CAN su incorporación como miembro asociado. De acuerdo con lo que establece el Acuerdo de Cartagena, para tener ese estatus se requiere que existan acuerdos de comercio entre los países andinos y el país que lo solicita ese estatus. Eso estaba aún por complentars y, mientras tanto se le dio el estatus de Observador, con el cual asistieron el presidente Lagos a la Cumbre del Cusco en el año 2004 y el canciller Ignacio Walker a la Cumbre de Lima el año pasado. En vista que ese requisito ya ha sido alcanzado, recibí el encargo de los Cancilleres andinos de transmitirle al gobierno de Chile -y así lo hice con ocasión de la toma de posesión de la presidenta Bachelet-, la invitación para que concrete esa asociación. Yo creo que es muy importante -ante la situación que atraviesa la CAN debido al retiro de Venezuela-, que se vayan consolidando un conjunto de países más homogéneos en su manera de emprender el desarrollo y su proyección internacional. Esa homogeneidad también comprende a Chile, pero igualmente comprende a los países de Centroamérica y comprende a México. En ese sentido, podríamos tener un conjunto de países afines que nos proyectemos hacia el interior del continente, construyendo la Comunidad Sudamericana especialmente con el Brasil, y al mismo tiempo proyectándonos hacia la Cuenca del Pacífico. Creo que pensar en una asociación de países latinoamericanos del Pacífico podría ser algo interesante, en la cual los países de la CAN podríamos ser, como fue el caso europeo, una suerte de Benelux (Bélgica, Holanda, y Luxemburgo). Creo que éste es un planteamiento que podría colocarnos en el siglo XXI y fortalecer esa nueva etapa de relaciones entre el Perú y Chile. Yo quisiera, previamente, destacar algo que ha mencionado el presidente García con motivo de su visita a Chile y es que él enfoca las relaciones entre Perú y Chile sin revanchismos y sin complejos. Hay que ser conscientes, primero, de que no hay un espíritu revanchista en nuestro pais y yo creo que es muy importante no tener complejos, porque evidentemente tenemos la potencialidad -como dice el presidente García- de igualar a Chile e incluso superarlo. En segundo lugar, es muy importante este concepto de competir con Chile pero no de ser enemigos ni estar en permanente controversia sino ser socios, competidores y, naturalmente, avanzar en una agenda desde un punto pragmático y también sin ingenuidad, porque evidentemente si estamos compitiendo en varios temas, tenemos que ver cómo es que nuestros propios intereses avanzan en esa agenda. Creo que hay cinco áreas que podríamos trabajar el Perú y Chile en esta nueva etapa. La primera la podríamos llamar la cooperación política en el ámbito regional e internacional. Esto tiene que ver con lo que se ha mencionado la posibilidad de asociación de Chile a la CAN, la posibilidad de crear una asociación de países latinoamericanos del Pacífico mirando hacia el centro de continente sudamericano y proyectándonos hacia el Pacífico. Preg.- Allí conviene una advertencia y es la que se refiere a que no tiene que imaginarse una aproximación peruano-chilena donde también pudieran estar otros países. Resp. Yo creo que has tocado un punto muy importante. Esto no debe entenderse como una alianza contra nadie. El planteamiento claro que ha formulado el presidente García es un planteamiento de cooperación. Al Perú le interesa, como siempre le ha interesado históricamente, cooperar con todos los países de la región, y cooperar buscando naturalmente potenciar al máximo sus posibilidades en beneficio de su pueblo. En ese sentido, esta relación con Chile debe enfocarse también como una relación no excluyente, es decir, tampoco es una alianza con Chile para diferenciarnos del resto, sino que es una alianza con Chile para integrarnos mejor en la región y proyectarnos mejor hacia nuestro ámbito natural que es la Cuenca del Pacífico. Por lo tanto, en ese primer rubro de temas de la cooperación política regional e internacional están estos proyectos de asociación de Chile a la CAN, de construcción de esta asociación tipo APEC de países latinoamericanos del Pacífico y, al mismo tiempo, la construcción de la Comunidad Sudamericana donde tenemos grandes intereses y en donde evidentemente Perú y Brasil somos países centrales en la construcción de estos proyectos sudamericanos. En el ámbito regional también está el tema de Bolivia y cuando digo que la relación no puede ser excluyente, quiero decir que no se puede tampoco excluir la potencialidad que tiene Bolivia en la región y la gravitación que posee en las relaciones peruanochilenas. Por eso me parece muy importante la reafirmación que acaba de hacer el presidente García hace dos días, en el sentido de que el Perú nunca será obstáculo a una solución que pudieran soberanamente convenir Chile y Bolivia en relación con el tema de la mediterraneidad. Yo creo que esto es importante, porque en ese tema nadie debe tener la “llave” ni nadie debe tener el “candado”, por utilizar una expresión que se utilizó cuando se firmó el Tratado de 1929 donde se acusaba a Chile de haber puesto un candado y que el Perú tenía la llave. No se trata de eso. Si Bolivia y Chile acuerdan soluciones al tema de la mediterraneidad boliviana, pues qué bueno y qué bien que el presidente García haya reiterado que el Perú no será obstáculo. El segundo tema tiene que ver con la seguridad y aquí hay que señalar un punto que me parece que es claro y que, dentro de una transparencia y cordialidad debe mencionarse la preocupación que hay por las crecientes compras militares chilenas. Se hacen conjeturas sobre el por qué de estas compras militares, se dan explicaciones por parte de Chile, pero este es un tema que debe ser considerado de una manera apropiada. El Perú no está en condiciones ni tampoco -creo yo- le interesa competir en esas compras militares porque tenemos urgencias sociales que atender. Pero sí debiéramos ir evolucionando hacia una seguridad cooperativa, es decir, donde hacemos contribuciones a la seguridad bilateral y regional y no competimos ni menos desatamos carreteras armamentistas. Esto es muy importante para generar confianza y ése es un aspecto central en la construcción de una relación cada vez más estrecha y más importante con Chile, que lo mismo sería aplicable para cualquier otro país vecino. El tercer tema tiene que ver con la complementación económica. Se ha planteado también, con motivo de la visita del presidente García, la posibilidad de que el acuerdo peruano-chileno de complementación económica –que es un acuerdo de alcance parcial-, pueda ser transformado en un TLC, es decir con todas las disciplinas que hoy día comprende la agenda comercial internacional. Yo creo que esto sería muy importante y creo que debiéramos avanzar en ese camino. Luego están lo que llamaríamos los asuntos que vienen de la historia, de la convivencia. Uno de ellos es el acervo histórico y documental peruano que aún está en poder de Chile. Es algo que los peruanos sentimos profundamente y yo creo que, en una agenda de enriquecimiento y potenciación de las relaciones peruano-chileno, debe estar presente y debe tener un tratamiento apropiado, conveniente, yo diría generoso. Es decir, tenemos que vivir con la historia pero podemos quedar aprisionados por ella. Pero, al mismo tiempo, hay ciertas cosas que sí deben ser materia de una rectificación. Es el caso del tema de la delimitación que ha sido canalizado hacia un canal jurisdiccional, aunque siempre está abierta la posibilidad de encontrar una solución en el ámbito de la cooperación y de la integración y no necesariamente de carácter judicial. Estos son dos temas delicados pero que deben ser abordados. No los pondría por delante sino los pondría de una manera apropiada en una agenda de tal manera de que, una vez que hayamos fortalecido nuestra confianza y nuestra relación aún más, entonces podamos, en el camino, ir considerando estos temas que son importantes. Y una última área de cooperación puede ser aprender de Chile para mejorar nuestro modelo de desarrollo. Yo creo que aquí hemos tenido durante la última década sólo de la mitad del modelo chileno, solamente de la parte más liberal del modelo, pero no hemos tenido información suficiente sobre los importantes espacios para aplicación de políticas públicas que Chile ha desarrollado, por ejemplo, en el ámbito de la educación y la capacitación laboral, en el ámbito de la salud, en el ámbito de la investigación e innovación tecnológica, en el ámbito de la infraestructura. En fin, hay una serie de políticas públicas que Chile ha desarrollado y nosotros debiéramos aprender de sus buenas experiencias para mejorar nuestro modelo de desarrollo.