CUENTO POPULAR ORIENTAL “NASREDDIN Y LA OCA ASADA” Aunque Nasreddin era un hombre sencillo, un día decidió regalarle al rey Tamerlane una oca asada. Por el camino, Nasreddin sintió hambre porque no había comido nada en todo el día. Finalmente, no pudo contener la tentación, cortó una de las patas de la oca y se la comió, pensando que al rey no le importaría. Cuando Nasreddin estuvo en presencia del rey le entregó la oca asada. El rey abrió el paquete y vio que a la oca le faltaba una pata. Se daba la circunstancia de que al rey también le faltaba una pierna, por tanto Tamerlane pensó que Nasreddin se estaba burlando de él y se enfureció enormemente. - ¿Dónde está la otra pata de la oca? – gritó el rey–. - Majestad, - contestó Nasreddin temblando - en esta parte del país las ocas sólo tienen una pata. - ¿Te piensas que soy tonto? ¡Te castigaré por esto! - No, Majestad. Si su Majestad mira por la ventana verá que las ocas que hay al lado del estanque sólo tienen una pata. Tamerlane miró por la ventana y vio a las ocas junto al agua, descansando sobre una pata. El rey, entonces, ordenó a un sirviente que espantara a las ocas. El sirviente cogió un enorme palo y lo lanzo contra las ocas. Las ocas rápidamente echaron a volar mostrando las dos patas. - ¿Lo ves? Eres un mentiroso. Las ocas de esta parte del país tienen dos patas, como todas las ocas del mundo. - Perdone, Majestad - contestó Nasreddin - pero esto no prueba nada. Si vuestro sirviente también le hubiera lanzado un palo así de grande a la oca asada, seguro que también le habría crecido una segunda pata. El rey rió con gusto el ingenio de Nasreddin y le invitó a compartir la oca con él. ANÓNIMO CUENTO POPULAR OCCIDENTAL “EL CIEGO Y EL FAROL” Estaba anocheciendo. Una caravana de mercaderes se dirigía a Atenas para poder vender sus productos. Según iba oscureciendo, los mercaderes y sus criados iban encendiendo farolas y antorchas para poder iluminar el camino. Al poco rato era noche cerrada. En estas que avistaron a lo lejos a un anciano que se aproximaba por el camino con un farol en la mano. Cuando el caminante estuvo más cerca, uno de los mercaderes lo reconoció. - ¡Oh! ¡Mira! Es mi vecino, el ciego. ¿Para qué querrá mi vecino llevar un farol si no puede ver? Todos los mercaderes empezaron a reírse del anciano. - ¡Ja, ja, ja! ¡El viejo está loco! ¡Es ciego y lleva un farol! ¡Ja, ja, ja! Uno de los mercaderes con ganas de reírse del anciano caminante se le acercó y le increpó: - ¡Ea, buen hombre! ¿Por qué llevas un farol en la mano si no puedes ver el camino porque eres ciego? ¡Ja, ja, ja! El anciano no se inmutó y contestó con voz suave y firme: - No llevo el farol para ver el camino, sino para que los demás caminantes me vean a mí. ANÓNIMO © BSO — 2030 — 2001 Te explico un cuento... Mientras tu compañero o compañera te explica el cuento “Nasreddin y la oca asada”, o después de que te lo haya explicado, rellena la siguiente tabla con la información que te han dado. Después de que tu compañero o compañera haya acabado de explicarte el cuento no podrás hacerle preguntas. ¿Cómo se llama el rey? ¿Qué le quiere regalar Nasreddin al rey? ¿Por qué se come Nasreddin parte del regalo del rey? ¿Por qué se enfurece tanto el rey? ¿Qué excusa le cuenta Nasreddin al rey? ¿El rey se cree la excusa? ¿Qué le ordena el rey a su sirviente? ¿Qué ocurre cuando el sirviente obedece? ¿Cómo reacciona el rey? ¿Qué justificación le da Nasreddin al rey? ¿Cómo acaba el cuento? Te explico un cuento... Mientras tu compañero o compañera te explica el cuento “El ciego y el farol”, o después de que te lo haya explicado, rellena la siguiente tabla con la información que te han dado. Después de que tu compañero o compañera haya acabado de explicarte el cuento no podrás hacerle preguntas. ¿Hacia dónde se dirigen los mercaderes? ¿Qué encienden los mercaderes cuando comienza a anochecer? ¿Qué lleva el anciano la mano? ¿Cómo reaccionan mercaderes? ¿Qué le pregunta uno los mercaderes anciano? ¿Qué le contesta anciano? en los de al el © BSO — 2030 — 2001 © BSO — 2030 — 2001