Tengo una vaca lechera… La ganadería en manuales escolares

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L. Natale y D. Stagnaro, 2008.
La ganadería en los manuales escolares argentinos
Tengo una vaca lechera…
La ganadería en manuales escolares argentinos1
Lucía Natale y Daniela Stagnaro
Al inicio del año 2008, la actividad agrícolo-ganadera se transformó en el centro
de un debate en el que se involucró una parte importante de la sociedad argentina, más
allá de los ámbitos en que se negociaban las medidas económicas que le dieron inicio y
que afectaban a exportadores del sector. En esa ocasión se escucharon voces que, desde
distintos sectores, promovían -y promueven- la “defensa del campo” vinculándolo con
la nacionalidad o la “argentinidad”.
La amplia atención que generó una disposición ministerial que perjudicaba los
intereses de unos pocos hace pensar que, en definitiva, en el debate se están poniendo
en juego cuestiones ideológicas instaladas y reproducidas desde hace tiempo a través de
las instituciones, especialmente la escuela primaria. En este trabajo2, que constituye una
primera aproximación a la temática, presentamos un breve análisis sobre el modo como
se construyeron las visiones sobre la actividad ganadera desde manuales escolares. El
corpus considerado aquí está conformado por textos tomados de manuales que
circularon ampliamente hacia mediados del siglo XX: el Manual Estrada y el
Compendio del alumno bonaerense de la editorial Kapelusz. Específicamente, las
fuentes son Manual Estrada III y Manual Estrada IV grado3 (en adelante ME) y el
Compendio del alumno bonaerense4(en adelante CK). Las preguntas que guían el
análisis son las siguientes: ¿qué visión de la actividad ganadera se construye en los
manuales analizados? ¿Qué representaciones sobre el campo aparecen en estos textos?
¿Cuáles son los participantes involucrados en la actividad ganadera?, ¿en qué tipo de
1
Natale, Lucía; Stagnaro, Daniela. “Tengo una vaca lechera… La ganadería en manuales escolares
argentinos”. Ponencia presentada en III CONGRESO INTERNACIONAL Transformaciones culturales.
Debates de la teoría, la crítica y la lingüística. Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y
Letras, Departamento de Letras, Buenos Aires, 4, 5 y 6 de agosto de 2008.
2
El trabajo se enmarca en el proyecto de investigación “Los géneros discursivos en los libros de texto
argentinos”, desarrollado en la Universidad Nacional de General Sarmiento bajo la dirección de la Prof.
Estela Inés Moyano.
3
Manuales Estrada III y IV grado, Desarrollo del Programa de Desenvolvimiento. Buenos Aires: Estrada
editores, 1958.
4
Compendio del alumno bonaerense, Buenos Aires: Kapelusz, 1971.
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procesos participan? ¿Qué posición subjetiva adoptan los autores de los textos en
relación con la información que presentan? Para responderlas, proponemos un análisis a
partir de las herramientas de la Lingüística Sistémico Funcional en el que abordamos,
principalmente, los significados ideativos en el nivel de la cláusula y las valoraciones
(appraisal).
1. Marco teórico
La Lingüística Sistémico Funcional adopta una mirada semántica de los textos,
es decir, atiende a los distintos tipos de significados presentes en un texto. En
consonancia con esto, establece una clasificación analítica en tres metafunciones: la
textual, la interpersonal y la ideacional para dar cuenta de los diferentes significados.
Cada tipo de significado o metafunción tiene una estructura gramatical preferida. Los
significados experienciales que componen una parte de la metafunción ideativa son
aquellos que el hablante/escritor utiliza para codificar sus experiencias del mundo
exterior. En consecuencia, si se observa la cláusula desde el nivel léxico-gramatical, se
atiende al sistema de transitividad, es decir, a la composición de diferentes
combinaciones de Participantes y Circunstancias organizados alrededor de un Proceso 5.
De esta manera, se pueden construir diversas configuraciones que implican amplias
variaciones en el modo como se presenta la experiencia.
Por otro lado, la teoría de la valoración, de reciente desarrollo, se ocupa de los
recursos lingüísticos por medio de los cuales los textos/hablantes llegan a expresar,
negociar y naturalizar determinadas posiciones intersubjetivas y, en última instancia,
ideológicas (Martin y White, 2005). Indaga sobre el modo como el hablante/escritor se
posiciona intersubjetivamente en el discurso y negocia significados interpersonales. Se
plantea, en primera instancia, una división de los recursos evaluativos en tres grandes
dominios semánticos o subtipos de valoración: Compromiso, Actitud y Gradación.
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Se utiliza la mayúscula para señalar estas funciones y otras como “Tema”, “Sujeto” en la tradición
sistémico-funcional.
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La ganadería en los manuales escolares argentinos
Figura 1. Los sistemas de valoración en inglés (tomado de Hood y Martin, 2005).
El subsistema Actitud, que es el que hemos considerado para el análisis, refiere a
los
significados
a
través
de
los
cuales
los
escritores/hablantes
evalúan
intersubjetivamente a los Participantes y los Procesos en términos de emociones
(afecto), normas sociales (juicios) y principios estéticos o sistemas de valor social
(apreciación).
A partir del trabajo con los textos y de la utilización de las herramientas
mencionadas, hemos podido responder a las preguntas mencionadas en la introducción.
En lo que sigue, presentaremos nuestros resultados, que justificaremos por medio de los
recursos encontrados en los textos.
2. La construcción de la actividad ganadera
A partir del análisis de las estructuras léxico-gramaticales del sistema de
transitividad, arribamos a que la actividad ganadera es construida como el producto del
trabajo constante y disciplinado de los “hombres de campo”.
En primer lugar, si se atiende al tipo de Procesos que se seleccionan en los
textos, advertimos que los Procesos materiales comprenden aproximadamente el 70 %.
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Estos procesos se vinculan en la mayor parte de los casos con el trabajo del “hombre de
campo”. Algunos ejemplos representativos son:
[…] el hombre ha cultivado plantas forrajeras, como 1a alfalfa, dando origen a
los prados artificiales. Para obtener carne, leche y lana de mejor calidad,
nuestros hombres de campo trajeron animales finos, de raza, que mezclaron con
los del país (CK).
Esto muestra una representación de la experiencia justamente como una
actividad a partir de la cual se operan transformaciones constantes del mundo
circundante.
En el otro manual, la tarea de los hombres en la estancia es desglosada,
compuesta de una serie de procesos que se construyen como una obligación:
La tarea de los hombres, en la estancia, debe ser constante y ordenada:
construir y cuidar los cercos, vigilar los animales y curarlos, preparar aguadas
o bebederos, reparar los molinos, separar las crías cuando ya no necesitan el
alimento de la madre, marcar, apartar el ganado destinado al consumo y a la
venta, etcétera (ME).
Notemos que en cuanto a las actividades del campo, se trata mayormente de
Procesos expresados con infinitivos, nominalizaciones, abstracciones o términos
técnicos que aquí aparecen como un desglose de “la tarea de los hombres”. La
enumeración de los distintos trabajos resulta un recurso útil para presentar la ganadería
como una actividad que exige disciplina, constancia, y generar así una valoración
positiva de esas tareas por parte del lector.
Cuando no se trata de Procesos materiales, un recurso observado en relación con
la construcción sobre esta actividad es la utilización de cláusulas relacionales en las que
las tareas se construyen como Identificadores de la ganadería:
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La ganadería en los manuales escolares argentinos
La ganadería es el conjunto de labores que el hombre realiza para criar ciertos
animales y obtener todo el provecho posible de ellos (CK).
La ganadería constituye una de las grandes riquezas de nuestro suelo. Desde la
época colonial ha sido la base del aprovechamiento del campo (ME).
La ganadería y 1a agricultura constituyen las grandes riquezas del suelo
argentino (CK).
Básicamente, estas definiciones representan la ganadería como fuente de
riquezas. En el primer ejemplo, se observa con claridad que la finalidad de estas labores
es obtener provechos, aunque no se menciona de qué tipo. En los siguientes, la riqueza
que se asocia a la actividad ganadera se encuentra también íntimamente ligada a “lo
nuestro” y a “lo argentino”. De esta manera, se produce una construcción ideológica del
concepto similar a la que escuchamos durante la “crisis del campo”: “el campo produce
riqueza” y “el campo es nuestro”, por eso puede aparecer como algo que debe
defenderse.
Las cláusulas relacionales son también empleadas para presentar las tareas que se
realizan en el campo. Estas son nominalizadas y representadas con valoración positiva:
[la yerra]Es una de las tareas más interesantes de la estancia.
Otra tarea muy interesante en el campo es la doma de potros (ME).
Como puede observarse, las selecciones léxico-gramaticales tienden a destacar,
por un lado, el trabajo; y, por el otro, el producto del mismo como “nuestro”.
3. El entorno
Entendemos por entorno el ambiente y el lugar en donde se lleva a cabo la
actividad ganadera. Este es construido en los textos como un espacio amplio y
favorable, es decir, es una condición para el desarrollo de la actividad ganadera.
Aparece
como Agente, por ejemplo, cuando es representado como participante
interviniente en la cría de ganado:
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La cría de ganado es favorecida por las condiciones del suelo, la temperatura,
la abundancia de agua y 1a existencia de prados naturales (CK).
Por otro lado, al presentar los elementos del entorno natural se seleccionan
valoraciones positivas vinculadas con la calidad y la cantidad:
Los animales encuentran ricos, jugosos y tiernos pastos con que alimentarse
(CK).
En las horas de mucho calor, el ganado busca la sombra bienhechora de los
árboles (ME).
La estancia de la región pampeana comprende una gran extensión (ME).
Vacas, ovejas y caballos comparten el dilatado suelo de la estancia (ME).
En estos ejemplos, que son representativos de la construcción del ambiente en
todo el corpus, se observa que el entorno aparece estetizado, como un espacio bucólico,
y como condiciones de elegibilidad (van Leuwen, 2008) para el desarrollo de la
actividad ganadera. A través de los modificadores, que constituyen valoraciones
positivas, se exalta también su rol con el objetivo de fortalecer una imagen del país
asociada a la riqueza natural.
4. La estancia moderna y la Sociedad Rural Argentina
En primer lugar, cabe señalar que en el Compendio las estancias son clasificadas
en “criollas” y “modernas”. Las criollas son ligadas a lo natural, mientras que las
modernas a adelantos técnicos y al “progreso” provocado por el alambrado, que resolvió
el “problema de cercar las estancias”, esto es: los límites de la propiedad privada,
aunque no se nombra en estos términos. En el párrafo en que se hace referencia a las
últimas estancias, se observa, además, la selección de nominalizaciones y términos
técnicos, es decir, de un léxico más abstracto:
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Las estancias primitivas no estaban cercadas; procurábase señalar sus límites
por algún accidente natural: arroyo, loma, árboles, etc. […] En 1844, don
Ricardo Newton tendió el primer alambrado. […] EI progreso con todas sus
manifestaciones llegó también al campo, y las estancias se fueron
transformando hasta constituir establecimientos que poseen todos los adelantos
de 1a técnica moderna, tanto para la cría de animales como para la producción
agrícola. […]En e1 casco de la estancia hay construcciones modernas dotadas
de instalaciones de aguas corrientes, luz eléctrica, fábrica de hielo, etc. Parques
y jardines embellecen el lugar (CK).
Por su parte, la Sociedad Rural Argentina es representada como Actor de
Procesos materiales que configuran tareas “progresistas” para mejorar las características
de los animales:
Desde su fundación ha conseguido elevar las características de nuestros
animales, de manera tal que compiten con los mejores del mundo. Anualmente
realiza exposiciones donde se exhiben los mejores productos (CK).
En esa tarea progresista [el mejoramiento de la calidad de las carnes de los
animales] han colaborado las sociedades rurales, instituyendo premios para los
cabañeros por los mejores animales de raza que presentan en las exposiciones.
De estas exposiciones se realizan muchas en los principales centros ganaderos
del país. La más importante es la que organiza todos los años en Buenos Aires
la Sociedad Rural Argentina (ME).
Puede notarse que en ambos ejemplos se utiliza el pretérito perfecto compuesto,
cuya significación marca una continuidad de la acción de este participante en el presente
de la escritura. De esta manera, se realza su trabajo, su esfuerzo y sus logros que no son
para ella misma sino para “nuestra” ganadería.
Este participante también forma parte, aunque con menor frecuencia, de
Procesos relacionales en los que se configura como Entidad a la que se define y
caracteriza. Generalmente, en ellos como en los anteriores es presentada en relación con
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el trabajo y en vinculación con Procesos con connotación positiva: “elevar”,
“colaborar”, o bien en relación con la constancia de sus actividades: “anualmente”,
“todos los años”.
La Sociedad Rural Argentina, entidad formada por ganaderos a fines del siglo
pasado, tiene por finalidad trabajar por el mejoramiento de nuestra ganadería
(CK).
Es interesante notar en este punto que en los manuales se omite formular la
finalidad del mejoramiento de las razas, lo que desdibuja el propósito económico de
toda esta actividad.
Por último, reparamos que lo anterior se combina con la alta frecuencia de
superlativos que evidencian una valoración altamente positiva de los escritores:
En esa tarea progresista [el mejoramiento de la calidad de las carnes de los
animales] han colaborado las sociedades rurales, instituyendo premios para los
cabañeros por los mejores animales de raza que presentan en las exposiciones.
De estas exposiciones se realizan muchas en los principales centros ganaderos
del país. La más importante es la que organiza todos los años en Buenos Aires
la Sociedad Rural Argentina (ME).
En síntesis, estos participantes son señalados como activos en el mejoramiento
de “nuestra” actividad ganadera y a través de las selecciones léxico-gramaticales son
valorados positivamente. Por otra parte, son puestos en relación con el progreso.
5. ¿Quiénes ganan con la actividad ganadera?
El análisis del sistema de transitividad evidencia que en estos textos si bien se
sugiere que la ganadería es una actividad económica, no se explicita quiénes son los que
perciben las ganancias. A continuación, presentamos una serie de recursos que se
conjugan para lograr dicha representación.
En los textos es recurrente la utilización de la voz pasiva o la voz media cuando
se trata de Procesos ligados a la actividad económica. Esto habilita la omisión del
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agente, que en general se trata de quienes se benefician económicamente con la
realización de la actividad a la que refieren los Procesos, como puede observarse en el
siguiente ejemplo:
Los animales son rematados en ferias que se celebran en la misma estancia,
otros son enviados a los mercados de las principales ciudades, donde se venden
para el consumo interno o para ser faenados, en frigoríficos con destino a la
exportación (CK ).
Otro de los recursos reconocidos es la sustitución del ítem léxico “estanciero”
por “hombre” cuando el propósito de sacar provecho de la actividad ganadera es
explicitado, sin embargo, no se aclara de qué tipo de provecho se trata.
La ganadería es el conjunto de labores que el hombre realiza para criar ciertos
animales y obtener todo el provecho posible de ellos (CK ).
Cuando el ítem “estanciero” es expliticitado, por un lado, funciona como Actor
de Procesos materiales en vinculación con una tarea:
[…] el dueño, llamado hacendado o estanciero, realizaba sus tareas con la
ayuda de peones y capataces, que eran generalmente los gauchos (CK).
Por otro lado, aparece también como causa del mejoramiento del ganado
argentino, lo que se presenta como un fin en sí mismo, sin que el propósito económico
sea mencionado:
Hoy, gracias al cuidado de nuestros cabañeros y estancieros, el ganado
argentino tiene en el mundo justa fama de excelente […] (ME).
Gracias al esfuerzo de hacendados y chacareros, los animales de nuestra
provincia son de excelente calidad, de carne y lana muy apreciadas en todo el
mundo (CK).
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En los textos se mencionan los distintos “instrumentos” utilizados para la
marcación de la propiedad privada como Actores de Procesos materiales, sustituyendo a
los agentes humanos:
Los cercos de alambre impiden que pasen a otros campos o penetren en los
terrenos dedicados a la agricultura (ME).
Como ya hemos señalado previamente, la ganadería se construye relacionada
con lo “nuestro”, lo que produce un efecto de dilución de la propiedad de los
estancieros. El posesivo “nuestro” es aplicado a términos como
“ganadería”,
“campos”, “hombres de campo”, “animales”, “suelo”:
La Sociedad Rural Argentina, entidad formada por ganaderos a fines del siglo
pasado, tiene por finalidad trabajar por el mejoramiento de nuestra ganadería
(CK).
La ganadería constituye una de las grandes riquezas de nuestro suelo (ME).
El pronombre “nos” funciona como participante beneficiario, resaltando que la
ganadería favorece también al lector que es incluido en ese pronombre:
Los animales más útiles, por los productos que nos proporcionan, son las vacas,
las ovejas y los cerdos (CK).
El ganado argentino tiene en el mundo justa fama de excelente: es uno de los
más rendidores por la calidad de su carne y de su cuero por la cantidad de
productos derivados que nos ofrece: leche, manteca, queso, etc. (ME).
Finalmente, advertimos la despersonalización de la “riqueza” al ser adjudicada a
“lo argentino”. Esta representación naturaliza las condiciones materiales de producción:
E1 ganado representa otra de las grandes riquezas del campo argentino (CK).
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La ganadería en los manuales escolares argentinos
La ganadería y 1a agricultura constituyen las grandes riquezas del suelo
argentino (CK).
Los orígenes de nuestra actual riqueza ganadera se remontan a la época
colonial (CK).
La ganadería constituye una de las grandes riquezas de nuestro suelo (CK).
En síntesis, la confluencia de estos recursos construye una representación de la
experiencia ganadera que prácticamente no recurre al campo de lo económico en
términos de ganancias para un grupo, sino que se presenta como el trabajo constante de
los “hombres” en un mundo en el que no hay ni antagonismos ni conflictos, porque
pareciera no haber diferencias de clases. No se evidencian las relaciones sociales que se
generan a partir de este modo de producción, sino que son naturalizadas.
6. Conclusión
En síntesis, en esta primera aproximación al corpus, hemos visto cómo a partir
de la léxico-gramática se construye, en primer lugar, la actividad ganadera como el
producto del trabajo constante y disciplinado de los “hombres de campo”; en segunda
instancia, notamos que el entorno aparece como un espacio amplio y favorable que
posibilita el desarrollo de la actividad ganadera; luego, advertimos que la estancia
moderna, vinculada con el alambrado, y la Sociedad Rural Argentina se representan
como impulsoras del progreso y la modernidad; y, finalmente, observamos que si bien
se sugiere que la ganadería es una actividad económica, no se explicita quiénes son los
que perciben las ganancias.
Todas estas cuestiones desdibujan la representación de la actividad ganadera
como una actividad propiamente económica en la cual se establecen determinadas
relaciones sociales en las que los sujetos se posicionan de diversa manera frente a los
medios de producción, es decir, las condiciones en que intercambian sus actividades y
participan en el proceso productivo, las maneras en que actúan unos sobre otros y
contraen determinados vínculos para establecer un intercambio y también el modo como
se relacionan con la naturaleza para lograr la producción. Por todo ello, es importante
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L. Natale y D. Stagnaro, 2008.
La ganadería en los manuales escolares argentinos
tomar en consideración algunas cuestiones lingüísticas a la hora de proponer el trabajo
en el aula con los manuales.
Referencias bibliográficas
Compendio del alumno bonaerense (1971). Buenos Aires: Kapelusz.
Eggins, Suzanne (1994). An introduction to systemic functional linguistics. Londres:
Pinters.
Halliday, M.A.K (1994). An Introduction to Functional Grammar. Londres: Arnold.
Hood, S.; y Martin, J. (2005). Invocación de actitudes: El juego de la gradación de
la valoración en el discurso. Revista Signos. Valparaiso.
Manual Estrada III, Desarrollo del Programa de Desenvolvimiento (1958). Buenos
Aires: Estrada editores, 1958.
Manual Estrada IV grado, Desarrollo del Programa de Desenvolvimiento (1958).
Buenos Aires: Estrada editores.
Martin, James y White, Peter (2005). The language of evaluation. Londres: Continuum.
Traducción de Elsa Ghío.
Van Leuwen, T. (2008). Discourse and Practice. New tools for critical discourse
analysis. Nueva York: Oxford.
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