Objetos antifuncionales hechos para ser contemplados, pensados

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SOBRE EL LIBRO OBJETO
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Objetos antifuncionales
hechos para ser
contemplados,
pensados en busca de
un significado y
gozados estéticamente
Indagaciones en torno al Libro-objeto.
Por Victoria Bianchetti
odemos decir que la controversia surge a
partir de que algunas personas creen que
un libro, para ser considerado un libro,
debe comportarse en todos sus aspectos como tal. De otra manera no es un libro sino algo
diferente, como una escultura. Es aquí donde
aparece el “libro objeto”. No tengo ninguna duda de que con el tiempo la gente se dará cuenta de que objetos o esculturas que fueron inspiradas por o tuvieron una gran influencia del
“objeto fetiche conocido como libro” van a poder ser considerados como “libro de artista” a
pesar de no cumplir en todos los aspectos la
lista de lo que conforma un libro tradicional.
Es obvio que el público se encuentra ante una
obra diferente. Esta obra asume las propuestas
heredadas de Duchamp declarando todo lo no
artístico como artístico. Así, mediante la apropiación de un objeto cotidiano, el artista le da
un nuevo nombre y lo firma haciéndolo suyo,
presentándolo como obra de arte en sitios socialmente aceptados como espacios dignos
del arte. Tal es el caso del tan famoso urinal.
P
De esta manera Duchamp se convierte en el
padre del arte moderno.
El objeto ha revolucionado el concepto de arte.
El nombre de objeto fue dado por los surrealistas (Breton, 1935). Hoy podemos considerar al
objeto como una técnica artística autónoma.
Materiales que no se concebían como apropiados para la expresión artística son incorporados como válidos e idóneos.
El arte objetual ha sido el primer punto de partida de la reivindicación del “principio collage”
y de la apropiación de la realidad convertida en
obra de arte. Las diferentes modalidades reseñadas del arte objetual, desde el ready made
hasta los movimientos recientes, identifican los
niveles de la representación y lo representado,
borran las diferencias establecidas por los principios tradicionales de la representación. La reflexión entre los dos niveles icónicos habituales
se desplaza hacia las propias relaciones asociativas de los objetos entre sí y respecto a su
contexto interno y externo. No interesa para
nada el objeto elegido aislado, encerrado en sí
mismo, a no ser en sus transformaciones irónicas, satíricas, críticas o puramente estéticas.
Abriendo el objeto, así, un inmenso campo de
investigación en donde justamente estas características actúan como motores.
El arte objetual alcanza su plenitud en sus posibilidades imaginativas y asociativas (el azar,
el juego), libres de imposiciones, en el preciso
momento en que el fragmento, objeto u objetos
desencadenan toda una gama de procesos de
dación de nuevos significados y sentidos en el
marco de su banalidad aparente.
El objeto es funcional y se define por su uso.
Se caracteriza por pertenecer a una serie de
objetos idénticos, porque tiene una vida promedio, por ser sustituible y por ser de autor
anónimo.
En cambio, el objeto artístico está fuera del sujeto pero no como opuesto sino como proyección de su subjetividad en el mundo exterior.
Tampoco está concebido para cumplir una función ni para ser manipulado de acuerdo con su
uso. Son objetos antifuncionales, hechos para
ser contemplados, pensados en busca de un
significado y gozados estéticamente.
Su nombre no implica una generalización sobre
un conjunto: cada objeto lleva un título que le
pertenece y que completa su significado (1).
Por otro lado, la actividad disminuida del artista ha exigido una elevada actividad del espectador. El espectador se compromete de una
manera directa frente a la obra. El receptor renueva sus mecanismos de interpretación y se
ve obligado a reflexionar (2). Muchas veces el
espectador está obligado a tocar, oler, escribir.
Adoptando un carácter activo. Sin esta actitud
la obra no está completa.
El libro objeto vuelve a recuperar así el carácter
alegórico o metafórico y los significados antropológicos más amplios conservando al mismo
tiempo todas la cualidades del libro y del objeto artístico (3).
NOTAS
1) Giunta, Andrea, Catálogo Muestra A. Nigro,
Centro Cultural Recoleta, 2004.
2) Op. Cit.
3) Simón Marchán Fiz, Del arte objetual al arte
de concepto.
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