Montenegro consigue su estatuto internacional como nación independiente en el Congreso de Berlín en 1878 y más tarde, en 1910, se convierte en un reino. Después de la Primera Guerra Mundial, Montenegro llegó a un acuerdo con Serbia para formar una federación que más tarde se convertiría en el Reino de Serbios, Croatas y Eslovenos. Durante la Segunda Guerra Mundial, Montenegro estuvo ocupado por Italia y Alemania. Con la liberación de los Balcanes, en 1945, se proclamó la República Federal Socialista de Yugoslavia, integrada por Eslovenia, Croacia, BosniaHerzegovina, Montenegro y Macedonia. En pocos años, la población se había urbanizado: hacia 1940 la gran mayoría de la población vivía en ciudades, pese a haber ocupado anteriormente las áreas rurales. A partir de 1969 el nacionalismo fue cobrando fuerza. Tras la disolución de la antigua Yugoslavia, Montenegro se unió con Serbia, constituyendo la Federación Yugoslava en 1992. La decisión fue respaldada por referéndum, en el cual la mayoría de los montenegrinos votaron a favor de la federación, pese al boicot que hicieron los independentistas y las minorías religiosas. Montenegro sufrió una gran crisis económica en 1994, a causa de la desmembración del mercado yugoslavo y del embargo comercial impuesto por la ONU a la Federación por su implicación en los crímenes de guerra cometidos en Bosnia y Croacia. En 2003, la Federación Yugoslava pasó a llamarse Serbia y Montenegro, remplazando el antiguo sistema federal por una unión más flexible. A partir de entonces, cada una tendría su propio Presidente, se encargaría de su propia economía y tendría su propio Ministro de Defensa. También se estipuló que en un plazo de tres años se tendría que volver a replantear la situación de Serbia y Montenegro. En 2006, se celebró un referéndum para decidir sobre la situación de ambas Repúblicas. Montenegro votó a favor de la independencia, pese a que Serbia prefería la unión. El 3 de junio de 2006 se declaró la independencia de Montenegro y la ONU admitió su entrada a la Organización. En 2007, Montenegro se unió al Consejo de Europa. Sin embargo, las relaciones con Serbia se volvieron algo tensas, sobretodo después de que Montenegro prohibiese la entrada al líder de los ortodoxos serbios y de que el Primer Ministro serbio calificase a Montenegro de semi-Estado (aunque luego pidiese disculpas).