Caracterización morfológica de dos ectomicorrizas asociadas a

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Caracterización morfológica de dos ectomicorrizas
asociadas a Coccoloba uvifera L. e identificación
del micobionte con base en la región ITS del ADNr,
en una población de la comunidad La Ribera,
Tampico Alto, Veracruz
DIRECTOR DE TESIS:
DR. VICTOR M. BANDALA MUÑOZ
2012
ÍNDICE
Resumen….………………………………………………………………………….
2
Introducción………………………………………………………………………….
3-5
Antecedentes…………………………………………………………………………
6-7
Objetivos………………………………………….………………………………….
8
Hipótesis………………………………………………………………………………
9
Micorrizas……………………………………………………………………………..
10 - 14
Área de estudio………………………………………………………………………..
15
Material y método…………………………………………………………………….. 16 - 19
Muestreo de ectomicorrizas (y esporocarpos)…………………………………….....
16
Limpieza y caracterización de ectomicorrizas……………………..………………..
16 - 17
Obtención de secuencias de ADN…………………………………………………..
17 - 19
Análisis filogenético………………………………………………………………...
19
Resultados…………………………………………………………………………….. 20 - 25
Especies comparadas en cladograma…………………………………….……..…...
21
Descripción de las ectomicorrizas…………………………………………………...
22-25
Discusión……………………………………………………………………….……
26 - 28
Conclusiones…………………………………………………………………………
29
Bibliografía…………………………………………………………………………..
30 - 35
1
RESUMEN
La mayoría de los registros de especies de hongos ectomicorrizógenos (ECM) se han
reconocido con base en la presencia de esporocarpos sobre el suelo, sin embargo, la
diversidad hipógea representada por las ectomicorrizas está todavía poco estudiada. El
presente trabajo hizo dos muestreos en diferentes épocas del año, tomando suelo bajo plantas
de Coccoloba uvifera L. en la comunidad La Ribera, Tampico Alto. En las muestras de suelo
se encontraron 12 morfotipos diferentes, de los cuales se hicieron las descripciones
morfológicas y anatómicas usando los protocolos de Agerer y de Ludwin-Maximilians,
además de documentarlo con fotografías. También se llevó a cabo la extracción de ADN y
secuenciación de la región ITS del ADN ribosomal y sólo dos muestras pudieron ser
exitosamente completadas las cuales al compararlas usando la herramienta BLAST con las de
la base de GenBank y UNITE con 97% de similitud se relaciona una con Scleroderma
bermudense y otra con 95% a una especie no identificada de Tomentella o de Thelephora. De
ambas se presenta aquí la caracterización de sus ectomicorrizas y se discute entorno a su
taxonomía.
2
INTRODUCCIÓN
El término micorriza, acuñado por Albert Bernard Frank en 1885, define la relación de las
raíces de una planta con uno o varios hongos, donde los dos obtienen beneficios, de modo que
es una relación simbiótica. El principal beneficio para ambos simbiontes, es el intercambio de
nutrientes: los hongos reciben carbono de las plantas hospederas y las plantas reciben fósforo
y nitrógeno a través de las hifas asociadas (Trappe, 2005). Actualmente se reconocen siete
tipos de asociaciones de micorrizas: arbuscular, ectomicorriza, ectendomicorriza, arbutoide,
monotropoide, ericoide y orquidioide (Smith y Read, 1997) (ver abajo capítulo Micorrizas,
págs. 10-14). Uno de los tipos de asociaciones micorrízicas, tema del presente trabajo, son las
ectomicorrizas, término propuesto por Peyronel et al. (1969). En esta simbiosis el hongo
forma un manto o vaina alrededor de las raíces, las hifas crecen entre los espacios
intersticiales de las células corticales (sin penetrar en ellas) formando un sistema intercelular
llamado red de Hartig; de tal forma que se pueden mencionar tres características principales:
el manto fúngico, la red de Hartig, y el micelio externo vegetativo que emerge de las raíces
(Trappe, 2005). A la fecha se ha estimado que existen más de 5000 especies de hongos
ectomicorrizógenos, de los cuales alrededor del 90% son basidiomicetos (Malloch et al.,
1980). Los hongos ectomicorrizógenos (ECM) constituyen un grupo funcional importante en
los ecosistemas al influir en la adquisición de nutrientes, establecimiento de las plántulas y
desarrollo y resistencia de los árboles contribuyendo con esto a la funcionalidad de los
ecosistemas (Brundrett, 2009; Tedersoo et al., 2010b). Se tiene registrado que
aproximadamente seis mil especies de plantas terrestres tienen una relación ectomicorrízica,
donde se encuentran involucradas cerca de 20-25 mil especies de hongos (Brundrett, 2009;
Rinaldi et al., 2008).
En México se conocen diferentes taxones que forman parte del grupo de hongos ECM. La
mayoría de los estudios ya sean taxonómicos o de tipo taxonómico-ecológico que han
contribuído al conocimiento de los mismos en el país, están basados especialmente en la
ocurrencia de esporocarpos, mayormente de sitios en zonas templadas. Los bosques de
Quercus y coníferas son los mejores documentados aunque existen todavía sitios poco o nada
explorados, y pocos son los trabajos donde se consideren fitobiontes específicos y sus
ectomicorrizas bajo el suelo. Es conocida la relación ectomicorrízica de árboles de Coccoloba
3
P. Browne, un miembro de la familia Polygonaceae Juss. (Smith y Read, 1997). Las
recopilaciones efectuadas por De Roman et al. (2005) y Wang y Qiu (2006) sobre estudios de
ectomicorrizas a nivel mundial, revelan que se ha generado poca información sobre la
diversidad de ectomicorrizógenos asociados a Coccoloba uvifera L. considerando tanto
micorrizas (bajo el suelo) cómo esporocarpos (por arriba del suelo). Las plantas de esta
especie en México, tienen importancia antropológica local (sus frutos son comestibles, su
látex es usado para curtir y teñir pieles, maderable, medicinal, etc.) y están ligadas a las dunas
de las playas del litoral de la vertiente Atlántica y esporádicamente en la costa del Pacífico, se
distribuye en las costas de Campeche, Colima, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Nayarit,
Oaxaca, Quintara Roo, Sinaloa, Tabasco, Veracruz y Yucatán a una altura entre 0 a 500 msnm
(Parrota, 1994; www.conabio.gob.mx).
En la región de La Ribera, Tampico Alto, Veracruz, localizada en la costa norte del estado de
Veracruz, se establecen manchones de Coccoloba uvifera que ocupan extensiones
relativamente grandes como elementos dominates o co-dominates, y considerando su
importancia local, la ecológica de los hongos ECM en esos ecosistemas, así como la poca
información de las especies que conforman su cortejo simbiótico, fueron la base para ejecutar
el presente trabajo con el objetivo de generar información en esta área de conocimiento.
Es importante realizar investigación para documentar cuál es el componente de
ectomicorrizógenos asociados y conocer las especies que podrían representar los posibles
candidatos al plantear un manejo para su potencial propagación. Prácticamente se desconocen
las especies de hongos ectmicorrizógenos que se asocian con C. uvifera en México, y aún
menos se conocen como son sus micorrizas (De Román et al. 2005; Bandou et al. 2006). Por
tal motivo el presente trabajo planteó contribuir al conocimiento de las micorrizas de C.
uvifera además de su caracterización morfológica, utilizando la región ITS del ADN
ribosomal. En esta región del ADN se encuentra entre las dos subunidades codificadoras para
el ribosoma, que son la subunidad larga (LSU por sus siglas en inglés) y la subunidad
pequeña (SSU). Asimismo la región ITS se divide en dos ya que en medio de ésta se
encuentra la secuencia que codifica a la subunidad 5.8S, dando como resultado el siguiente
orden: ITS1, 5.8S e ITS2, concretando así toda la región ITS. Dentro de la región ITS, se
encuentran regiones altamente conservadas, ya que se trata de la región que compartimos
todos los organismos para codificar los ribosomas, sin embargo, esta región y contiene
mutaciones puntuales (Gardes & Bruns, 1993) que ayudan al reconocimiento de los taxones
4
(Baldwin et al., 1995) y que funciona como herramienta para la interpretación de las especies
de hongos involucrados en la simbiosis (Baldwin et al., 1995; White et al. 1990; Gardes y
Bruns 1993).
Horton y Bruns (2001) proponen usar las secuencias de ITS como una
herramienta efectiva con propósitos de identificación aunque también tiene sus limitaciones.
Esta tesis no sólo hace una descripción taxonómica de las ectomicorrizas estudiadas sino que
también hace uso de la biología molecular como herramienta para identificar las especies de
hongos que se encuentran asociados a Coccoloba uvifera y dar soporte a los conceptos de las
especies involucradas en la simbiosis.
5
ANTECEDENTES
La revisión bibliográfica realizada indica que todavía se desconoce la diversidad de hongos
ectomicorrizógenos asociados a árboles de Coccoloba y de México son escasos los registros.
En la recopilación sobre ectomicorrizas de plantas efectuada por De Roman et al. (2005) con
base en trabajos publicados entre 1961 a 2005, no registran contribuciones a nivel mundial
sobre ectomicorrizas de Coccoloba. El atlas de ectomicorrizas de Agerer (1987-2002) no
considera C. uvifera, aunque cabe mencionar que esta publicación especialmente informa
sobre micorrizas de árboles de zonas templadas del hemisferio norte. Las plantas de
Coccoloba uvifera están registradas como ectomicorrízicas en la recopilación de Wang y Qiu
(2006), aunque sin mencionar las especies de hongos que participan en la simbiosis.
Es importante destacar que muchos estudios sobre hongos ECM informan sobre la ocurrencia
de esporocarpos por arriba del suelo, basados en su pertenencia a taxones que son conocidos
que forman simbiosis con los fitobiontes. No obstante, cada vez más se genera información
sobre la diversidad de hongos ECM con base en su presencia por debajo del suelo, para
conocer y caracterizar las micorrizas que producen. Para el caso de C. uvifera y ejemplo de
esto último, sólo se tiene el trabajo de Bandou et al. (2006) quienes aprovechando la relación
simbiótica de Scleroderma bermudense Coker con dicha especie efectuaron pruebas de
crecimiento en plántulas micorrizadas. Por el contrario, referente al registro de esporocarpos
de hongos ECM pertenecientes a especies y géneros conocidos que forman micorrizas, se
tienen registros de especies de Amanita, Boletus, Inocybe, Lactarius, Russula entre otros,
como se muestra en la Tabla 1. Teóricamente todas las especies incluidas en dicha tabla,
registradas con base en los esporocarpos bajo Coccoloba, forman ectomicorrizas con estas
plantas, pero aun no se han investigado los morfotipos en las raíces para confirmar la
interacción.
Es interesante destacar que en Ecuador, Tedersoo et al. (2010a) hace el reconocimiento de
ectomicorrizas asociadas a Coccoloba y con ayuda del espacio interno de transcripción (ITS,
por sus siglas en inglés, Internal Transcribed Spacer), dichos autores identifican a una
comunidad de hongos algo distinta en géneros a los arriba mencionados, solo Inocybe,
Russula y Lactarius en coincidencia. Reportaron Inocybe sambucina (Fr.) Quél., Russula
brevipes Peck, Lactarius glaucescens Crossl, L. edulis Verbeken & Buyck, Tomentella
stuposa (Link) Stalpers, T. botryoides (Schwein.) Bourdot & Galzin, T. sublilacina (Ellis &
6
Holw.) Wakef, T. ellisii (Sacc.) Jülich & Stalpers Thelephora caryophyllea (Schaeff.) Pers., T.
penicillata (Pers.) Fr. Clavulina cinerea (Bull.) J. Schröt., C. cristata (Holmsk.) J. Schröt,
Sebacina incrustans (Pers.) Tul. & C. Tul. y Tremellodendron pallidum (Schwein.) Burt.
Tabla 1. Especies de hongos ectomicorrizógenos asociados a Coccoloba y otras especies de plantas, registradas
con base en la presencia de esporocarpos.
Especies registradas en
Especies registradas con
Autor
Procedencia
asociaciones de Coccoloba y
Coccoloba uvifera
otras plantas
Miller et al.,
Puerto Rico, Mona y Amanita cystdiosa
Amanita antillana
2000
las Islas Guana
O.K.Mill. & Lodge
Dennis 2
Amanita arenicola O.K.Miller
Boletus ruborculus T.J.Baroni
5
& Lodge
Amanita microspora
Lactarius caribaeus
O.K.Miller
Pegler 3
Lactarius coccolobae
Lactarius ferrugineus
O.K Millers & Lodge
Pegler 4
Lactarius nebulosus Pegler
Russula littoralis Pegler
Guzmán
Bahamas, Barbados,
Scleroderma stellatum
(1970)
Florida, Puerto Rico
Berk.
y Malasia
Scleroderma bermudense
Coker
Kreisel, 1971
Cuba
Reid, 1997
Guzmán, 1983,
1986
Guzmán et al.
2004
Ortiz-Santana
et al. 2007
Trinidad y Tobago
México
Pegler 1983
Cuba
Belice y República
Dominicana
Boletus cubensis
Berk. &
Curtis
Xerocomus olivaceus
B.
Ortiz & T.J. Baroni
Inocybe littoralis
Pegler
Cantharellus cinnabarinus
(Schwein.) Schwein
Amanita aglutinata
(Berk. & Curt.) Murr.
Xerocomus hypoxanthus
Singer
Russula metechromatica
Singer
Boletus floridanus
(Singer) Murrill 1
Xerocomus guadalupae
(Singer & Fiard) Pegler 5
Amanita antillana 2,3,6
Amanita craseoderma
Bas 3,6
Xerocomus cuneipes
Pegler 5
Fistulinella gloeocarpa Pegler
2
Lactarius hygrophoroides
Berk. & Curt. 3
Russula brevipes
Peck 4
Russula martinica Pegler2,8,9,10
Russula cremeolilacina Pegler
2
Lactarius nebulosus Pegler2,3
Lactarius castaneibadius
Pegler 2,9
Lactarius murinipes
Pegler 5,7
Esporocarpos recolectados cerca de árboles de: 1: Coccoloba belizensis Standley, 2: Coccoloba diversifolia Jacq., 3:
Coccoloba pubescens L., 4: Coccoloba swartzii Moisn., 5: Coccoloba sp., 6: Haematoxylum campechianum L., 7:
Lonchocarpus sp., 8: Slonea dentata L., 9: Tabernaemontana citrifolia L., 10: Torrubia fragans (Dum.-Cours.) Standley.
7
OBJETIVOS
Objetivo general
 Contribuir al conocimiento de las especies hongos ectomicorrizógenos asociados a
Coccoloba uvifera de la comunidad La Ribera, Tampico Alto, Veracruz.
Objetivos particulares
 Caracterizar los morfotipos de las ectomicorrizas de Coccoloba uvifera.
 Identificar el micobionte con base en la región ITS ribosomal y su comparación con
las regiones codificadas disponibles en GenBank.
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HIPÓTESIS
 Los árboles de Coccoloba uvifera se asocian simbióticamente con diferentes especies
de hongos ectomicorrizógenos.

La diversidad de especies de hongos ECM expresada con base en la presencia de
esporocarpos, no necesariamente corresponde con las especies identificadas con base
en los morfotipos de las ectomicorrizas.
9
MICORRIZAS
Frank (1885) descubrió que determinados árboles adquieren nutrientes gracias a los micelios
que se encontraban próximos en el suelo y que ese micelio además se encontraba envolviendo
en forma de manto, parte de las raíces formando un órgano en donde los dos interactuantes
obtenían nutrientes a su favor, por lo cual lo consideró como una interacción simbiótica.
Acuñó el término micorriza para esta relación entre un hongo y las raíces de una planta. Más
recientemente se han hecho estudios fisiológicos donde se descubre que las plantas son
provistas de nitrógeno y fósforo, y que los hongos protegen a la planta de la desecación
(Duchesne et al., 1989), de la contaminación de metales pesados (Leyval et al., 1997; Shaw et
al., 1990), algunas especies de hongos ECM varían la tolerancia de las plantas ante
condiciones adversas (Lanyon & Heald, 1982; Samson & Fortin, 1986) y favorecen el
crecimiento en ambientes extremosos, como los suelos ácidos (Senior et al., 1993). También
determinan la diversidad de plantas, su variabilidad y productividad en los ecosistemas
(Koide & Dickie, 2002). Se considera a las asociaciones micorrízicas como cosmopolitas por
su presencia en diversos hábitats naturales terrestres y generalistas por el amplio número de
familias de plantas susceptibles de ser micorrizadas (Hernández-Cuevas, 2003). La presencia
de los hongos micorrizógenos en las plantas es considerada un carácter ancestral, ya que las
evidencias fósiles señalan que estos hongos fueron determinantes para que las plantas
colonizaran el medio terrestre al ayudar a resolver dos problemas: la desecación y los
sustratos escasos de nutrimentos. Los datos señalan la presencia de hifas y esporas fósiles en
rocas del Ordovícico (hace 46 millones de años), muy semejantes a los ejemplares actuales
del género Glomus que forman micorrizas arbusculares (Pirozynski & Malloch, 1975; Simon
et al., 1993; Redecker et al., 2000).
Smith y Read (1997) reconocen hasta siete diferentes tipos de micorrizas según su estructura,
forma del manto, entretejido de hifas y células de la raíz, así como la formación de
estructuras-accesorios. Un ejemplo de distintas micorrizas se muestran en el esquema de la
Figura 1 y un resumen comparativo de las principales estructuras de cada tipo se presenta en
la Tabla 2. A continuación se describen brevemente los siete tipos de micorrizas reconocidos
por Smith y Read (1997):
10
Figura 1. Esquema de cinco diferentes tipos de micorrizas vistas en corte transversal. Modificada de Selosse
& Le Tacon, 1998.
11
Arbuscular
Este tipo de micorriza también se conoce como endomicorriza, donde el hongo coloniza la
raíz y se introduce entre las células epidérmicas por medio del apresorio. En el interior de
la corteza, la hifa ramificada penetra la pared de la célula cortical y se diferencia dentro de
la célula vegetal para formar estructuras terminales altamente ramificadas conocidas como
arbúsculos. Los arbúsculos son estructuras que no atraviesan las membranas celulares de
la planta sino que la membrana invagina a los arbúsculos, formando un nuevo
compartimiento denominado interface arbuscular. (Harrison, 1997). Esta interface es el
sitio de intercambio de carbono y fosfato entre los simbiontes (Harrison, 1999).
Ericoide
Tipo de endomicorriza caracterizada porque el hongo penetra las células radicales, pero se
distingue porque la planta involucrada es generalmente del orden Ericales, aunque
también se ha observado en algunas briofitas (Andrade-Torres, 2010).
Orquideoide
Tipo de endomicorriza donde el hongo penetra las células radicales y forma estructuras
llamadas ovillos. Además se distingue porque únicamente se presentan en las orquídeas.
En este caso la planta es muy dependiente del hongo, ya que éste estimula la germinación
de sus semillas y el crecimiento inicial de la plántula. En su fase de plántulas las orquídeas
son aclorófilas y por tanto saprobias, por lo que dependen directamente de las
aportaciones de compuestos de carbono y nutrimentos que proporciona el hongo. Para
algunas especies de orquídeas esta dependencia se observa incluso en etapa adulta
(Andrade-Torres, 2010).
Ectomicorriza
Se caracteriza por tener un manto compuesto de hifas que envuelve la parte apical de la
raíz, haciendo ver a la raíz ensanchada con diferente ramificación, textura y/o color. El
manto puede variar extensamente en grosor, color y textura dependiendo de la
combinación particular del hongo-planta (Halling, 2001). Del manto a veces se desprenden
algunas hifas emergentes que pueden llegar a formar una red, esto es micelio externo que
incluye hifas absorbentes, cordones miceliales y rizomorfos (Brundrett et al., 1996), estos
últimos presentan una parte interna parecida a tubos que se especializan en transportar
nutrientes y agua desde largas distancias. El manto incrementa el área de la superficie
12
absorbente de la raíz y con frecuencia afecta la morfología de las raicillas (Halling, 2001).
Otra característica muy importante es la red de Hartig, que son las hifas que se encuentran
penetrando intercelularmente a la raíz y donde se lleva a cabo el intercambio de nutrientes.
Ectendomicorriza
Las ectendomicorrizas comparten características con las endo- y ectomicorrizas, ya que
presentan manto externo y red de Hartig como las ectomicorrizas, pero también penetran
las células corticales de la planta como en las endomicorrizas sólo que no existen
vesículas ni arbúsculos. En algunos casos no se forma el manto, pero siempre la red de
Hartig. (Peterson y Farquhar, 1994). Su distribución es restringida.
Arbutoide
Las micorrizas arbutoides tienen características compartidas con las ectendomicorrizas ya
que se observa que simultáneamente el hongo penetra las células radicales de la planta y
forma la red de Hartig. Generalmente los hongos que forman micorriza arbutoide son
capaces de formar ectomicorriza si interactúan con plantas del género Pinus (Peterson y
Farquhar, 1994).
Monotropoide
Es otro tipo de ectendomicorriza que se caracteriza por establecer relación con la familia
Monotropaceae (conformada por 10 géneros), esta familia se caracteriza porque sus
miembros son plantas aclorófilas por lo que dependen en gran medida del hongo asociado
para obtener nutrimentos. Las semillas de las plantas del género Monotropa son pequeñas
y presentan dificultades para germinar en ausencia de hongos asociados. Se ha observado
que el hongo es capaz de colonizar las raíces de árboles cercanos (principalmente Pinus y
Picea) y transportar nutrimentos desde el árbol a las plantas aclorófilas (Peterson y
Farquhar, 1994).
13
Tabla 2. Tabla comparativa de características morfológicas de micorrizas (traducido de Smith & Read, 1997).
Tipo
micorriza
de
Hifas septadas
Hifas aseptadas
Colonización
intracelular
Manto fúngico
Red de Hartig
Aclorofilicamente
Taxón
del
hongo **
Taxón de
planta***
la
+
+
-
+
-
+
-
Micorriza
Monotropoide
+
-
+
-
+
+
-
+
+
+/+
-(+)
-
Glomero
Bryo
Pterido
Gymno
Angio
Micorriza
Arbuscular
-
+
-
Micorriza
Orquideoide
+
-
+
+
+
+/+
+
+
-
-
-
-
+
-
-*
Basidio
Asco
(Glomero)
Basidio
Asco
Basidio
Basidio
Asco
Basidio
Angio
Gymno
Angio
Ericales
Monotropoideae
Ericales
Bryo
Orchidales
Ectomicorriza
Ectendomicorriza
Micorriza
Arbutoide
Micorriza
Ericoide
*Todas las orquídeas son aclorofílicas en la etapa temprana de plántulas. La mayoría de las orquídeas son verdes cuando
adultos. ** Los taxones fungícos son las abreviaciones de Glomeromycota, Ascomycota y Basidiomycota. *** Los taxones
de las plantas son Bryophyta, Pteridophyta, Gymnospermae y Angiospermae .
14
ÁREA DE ESTUDIO
Las colectas se realizaron en La Ribera, municipio Tampico Alto, Veracruz (Fig. 2). En la
zona litoral de esta localidad se encuentra una población de Coccoloba uvifera que cubre una
extensión moderadamente grande siendo un elemento dominante o co-dominante con C.
humboldtii Meissn. en algunas zonas a lo largo de la playa de Tampico Alto, registrando
coordenadas 22°06’36.28’’N 97°46’0.8.84’’O a una altitud de 1 m.s.n.m. El municipio limita
al norte con Pueblo Viejo, al este con el Golfo de México, al sur con Ozulama y al oeste con
Pánuco (http://www.altotampico.gob.mx).
La Ribera
Figura 2. Municipio de Tampico Alto y ubicación del sitio de muestreo. Escala 1: 250 000, modificado de
http://mapserver.inegi.org.mx/mgn2k/
15
MATERIAL Y MÉTODO
Muestreo de ectomicorrizas
Se efectuaron 2 visitas al área de estudio en octubre de 2010 y agosto de 2011, coincidiendo
con la época de lluvias, llevando a cabo recorridos al azar a lo largo del bosque de Coccoloba
uvifera (muestreo oportunista, O’ Dell et al., 2004). Con la ayuda de una navaja y/o una pala
de jardín se extrajo 10-15 cm3 de suelo para la obtención de raíces con ectomicorrizas
(Agerer, 1991). En total fueron tomadas 7 muestras de suelo para su limpieza, cada una se
envolvió en papel aluminio para su protección y trasporte en una hielera con geles
refrigerantes para mantenerlos frescos hasta su llegada al laboratorio.
Limpieza y caracterización de ectomicorrizas
Las muestras de suelo en el laboratorio se colocaron dentro de un cristalizador con agua,
eliminando el exceso de tierra y separando las raíces. Se tomaron porciones de raíces
colocándolas en cajas Petri con agua destilada, y con la ayuda de un microscopio
estereoscópico se separaron las puntas ectomicorrizadas, es decir, con algún tipo de
hinchamiento, cambio de coloración o un patrón de crecimiento definido reconocido como
morfotipo (Agerer, 1991). Los morfotipos se agruparon de acuerdo al tipo de ramificación,
coloración, textura, estructuras, etc. En una libreta de campo se registraron las características
distintivas de acuerdo al protocolo de Agerer (1991) y la guía de Ludwin-Maximilians (20042011). Una porción de micorriza se conservó en alcohol al 70% para su posterior estudio
microscópico, y otra se deshidrató en un deshidratador con flujo de aire a una temperatura
promedio de 35-45°C durante 2 a 3 días. No se dejó pasar más de un día para su
herborización, ya que esperar más tiempo para procesar la muestra puede afectar el análisis
molecular. El estudio microscópico se realizó sobre preparaciones de diferentes cortes de las
puntas micorrizadas y realizar la caracterización morfológica, toma de fotografías de hifas,
manto, red de Hartig etc. (Agerer, 1991; Ludwin-Maximilians, 2004-2011). Los cortes
longitudinales ayudaron a caracterizar la red de Hartig, el manto interno y externo, hifas
emergentes del manto, presencia de cistidios y la penetración de las hifas en las capas de
células de la raíz; de los cortes transversales se describe la apariencia del manto, los colores,
16
la red de Hartig, hifas emergentes, la forma de las hifas entre las células de la raíz, etc.; y el
desprendimiento del manto donde se observa el manto interno y externo, de lo cual se anota la
disposición de las hifas, la forma de las hifas terminales, cistidios y otros elementos.
Obtención de secuencias de ADN
La extracción de ADN de las ectomicorrizas se llevó a cabo usando el kit comercial
DNAeasy de Quiagen (Hilden, Alemania), siguiendo el protocolo que indica el kit. Después
de la extracción se hicieron varios corrimientos por electroforesis en un gel de agarosa al 1%
para observar el ADN, sin embargo en las ectomicorrizas puede haber tan pequeña cantidad
de muestra que no siempre fue abundante la concentración de material genético, por lo que
en tales casos se pasó directamente a la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Para la
PCR se usaron primers específicos de la región ITS del ADN ribosomal, para reconocer al
hongo que está participando en la interacción, en este caso, con las raíces de Coccoloba
uvifera (Morris et al., 2009; Gao y Yang, 2010; Tedersoo et al., 2010a). Todas las PCR’s se
llevaron a cabo en un termociclador BIORAD, con ciclos específicos de la región ITS, que
se muestran en la tabla 3. Para la PCR se preparó para un volumen de 25 μl con
concentraciones de 50mM MgCl2, 5mM de cada dNTP (Life Technologies, Eggestein,
Germany), 10μM de cada primer (Biomers, Ulm, Germany), 0.1μl de Taq Polimerasa (Life
Techhnologies) y 2.5 μl ADN de la extracción. Para obtener las secuencias se utilizaron los
primers ITS1F-NL4, ITS1F-ITS4, ITS1-ITS4, ITS3-ITS4, todos tienen diferentes
longitudes, aunque se dio preferencia a los fragmentos más largos, como ITS1F-NL4 e
ITS1F-ITS4. En ocasiones la combinación de primers no lograban la amplificación del ADN
de la muestra por lo que se usaban primers de fragmentos más cortos para completar toda la
región ITS (ver Figura 3). Los primers que se usaron en esta tesis han sido citados
específicamente para la región ITS en diversos organismos, tanto procariontes como
eucariontes, pero los primers ITS1F e ITS4 son exclusivos de estudios de hongos,
exceptuando a los Oomycetes (Manter & Vivanco, 2007). Se revisaron los productos de la
PCR en un gel de agarosa al 1% con transiluminador de rayos UV, y a partir de la intensidad
de la fluorescencia de la banda y la distancia que corrió, comparada con la escalera-control,
se calcularon los nanogramos por microlitro que se usarían para la reacción de
secuenciación. Las bandas que se obtuvieron en el gel, fueron cortadas y separadas en tubos
etiquetados (en algunos casos se usó directamente el producto de PCR para la purificación),
17
éstas fueron purificadas usando el kit de purificación de ADN Wizard purification system
(USB, USA). La purificación se hace para eliminar los restos de nucleótidos, MgCl2, etc.
usados para la PCR.
Tabla 3. Ciclos específicos del termociclador BIORAD, para la amplificación de la región
ITS (Montoya et al., 2010)
El ADN purificado se sometió a la reacción de secuencias con el kit de secuenciación Big
Dye, en ciclos específicos en el termociclador, para las reacciones de secuencias estándar
(Boreman & Hartin, 2000). De los productos de la purificación se hicieron varios lavados
con alcohol (isopropanol al 80% y etanol al 75%) hasta deshidratar la muestra y dejarla
totalmente seca. La lectura de las muestras se llevó a cabo en un secuenciador Automático
ABI PRISM 310 de un capilar, con polímero de acrilamida POP4, Applied Biosystems. Las
secuencias fueron estudiadas con ayuda de espectoferogramas del programa FinchTV 1.4.0
y editadas usando el programa Sequencher 4.1.4. Se compararon con las de mayor similitud
en GenBank (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/) usando la herramienta BLAST (Basic Local
Alignment Search Tool) (Altschul et al. 1997) y con ello reconocer el taxón en estudio.
También se compararon con las depositadas en la base de datos UNITE (http://unite.ut.ee/)
que es exclusiva de secuencias genómicas de hongos. De manera similar se obtuvo la región
ITS1–ITS2 de la raíz involucrada en la micorriza para reconocer el fitobionte usando los
primers ITS1 e ITS4.
18
Figura 3. Región ITS donde se señalan (en color gris) los primers que se utilizaron para la total amplificación
de la región espaciadora interna (Figura tomada de Martin & Rygiewicz, 2005). SSU (por sus siglas en inglés
Small SubUnit y que codifica para la región 18S) y LSU (Large SubUnit, que codifica para la región 25-28S).
Análisis filogenético
El análisis se realizó con las secuencias obtenidas y diversas secuencias tomadas de
GenBank, de los géneros: Amanita, Boletellus, Boletus, Cantharellus, Clavaria, Cortinarius,
Crepidotus, Galerina, Geastrum, Gomphidius, Gomphus, Hydnum, Inocybe, Lactarius,
Lycoperdon,
Phaeocollybia,
Phellinus,
Polyporus,
Ramaria,
Russula,
Sebacina,
Scleroderma y Thelephora, asegurando que se tratara de una secuencia codificadora de la
región ITS, donde la mayoría abarcaba parcialmente a la SSU y LSU. Las secuencias se
analizaron con el programa BioEdit Sequence Aligment Editor 7.0.5.3, se alinearon y se
creó el árbol filogenético con el programa MEGA 5.02. Los parámetros usados para el árbol
filogenético fueron con la herramienta “Prueba del árbol de máxima probabilidad” (Test
Maximum Likelihood Tree), método Bootstrap replicado 1000 veces, modelo Tamura-Nei.
19
RESULTADOS
En las siete muestras de suelo analizadas se reconocieron 12 diferentes morfotipos de
ectomicorrizas sobre las raíces de Coccoloba uvifera. Todos los morfotipos encontrados se
describieron adecuadamente pero sólo de dos de ellos se logró obtener completas sus
secuencias y son los morfotipos que se consideraron para describirlos en este trabajo, y son
presentados abajo. En la tabla 4 se resumen los resultados arrojados al efectuar la
comparación de las secuencias obtenidas con las depositadas en GenBank y UNITE al
utilizar la herramienta BLAST. Antes cabe mencionar, que en el recorrido efectuado en el
bosque de Coccoloba se obtuvieron tres muestras de basidiomas pertenecientes a dos
taxones del género Boletus los cuales no se lograron relacionar a una especie por la mala
representación de los especímenes. Es importante destacarlo ya que de las muestras de suelo
obtenidas alrededor de su estípite, ninguna correspondió con ese género. Como se muestra
en la tabla 4 una de ellas registrada como DR6B, con 99% de similitud se puede interpretar
como perteneciente a Scleroderma bermudense, mientras que otra DR1D con un porcentaje
de similitud 95% se agrupa con una micorriza de un taxón no identificado pero relacionado
con los teleforáceos. El resultado del análisis filogenético de las secuencias (Fig. 4) revela
que la ectomicorriza DR1D podría representar una especie de Tomentella o de Thelephora y
se soporta la interpretación de la ectomicorriza DR6B con Scleroderma bermudense.
Tabla 4. En esta tabla se sintetizan los resultados moleculares obtenidos de la comparación de las secuencias de
los morfotipos con las bibliotecas genómicas, agregando el porcentaje de similitud con secuencias de especies
depositadas en GenBank y UNITE.
ECM (No.
de registro)
Long. de
secuencia
(pb)
DR1D
447 pb
DR6B
20
471 pb
Taxón
Secuencia de ECM
no cultivada
IDEM
IDEM
Thelephora aislada
Thelephora terrestris
aislada
Tomentella cf.
sublilacina
Scleroderma
bermudense
S. polyrhizum
S. sinnamariense
Número de
acceso
%>
GenBank
%>
UNITE
C.
uvifera
FN557578
95%
95%

FN557577
FN557576
GU246993
95%
93%
91%
94%
93%
-



FJ809998
90%
-

AJ889982
90%
-

EU718118
99%
-

FM213349
93%

HQ687222
87%
92%
90%

Figura 4. Árbol filogenético realizado con la prueba Maximum Likelihood, método Bootstrap repeticiones de
1000 veces, modelo Tamurai-Nei. Las secuencias trabajadas se muestran encerradas en color rojo
21
DESCRIPCIÓN DE LAS ECTOMICORRIZAS
Tomentella/Thelephora (DR1D)
Fig. 5
Ectomicorriza de color negruzco la mayor parte, ápices ligeramente decolorados de color
café parduzcas, textura carbonosa. El aspecto en conjunto de su ramificación es irregular
pero se ramifica de forma pinada. Sus ápices están adelgazados, presenta hifas emergentes
delgadas, poco frecuentes, laxas. Reacción negativa al KOH. Manto no traslúcido de 1520 µm y sus hifas tienen de ancho de 4-6 µm. Manto externo de un color café negruzco,
pseudoparenquimatoso con células epidermoides a hifas dispuestas en forma perpendicular
a la superficie del manto con algunas hifas emergentes cilíndricas de pared delgada,
septadas con fíbulas, unas de estas hifas son hialinas mientras que otras presentan un color
café. Las hifas miden de ancho 1-4 µm. Manto interno pseudoparenquimatoso de células
epidermoides portando una red de hifas, estas hifas miden 6-12 x 8-10 µm. La red de
Hartig penetra en la primera capa de células corticales en 2 capas sin llegar a la
endodermis, con hifas redondas entre las células, es de tipo palmeada.
22
Figura 5. (A-C) Foto de ectomicorriza vista en microscopio estereoscópico. (D) Corte transversal donde se aprecia el
manto y la red de Hartig de la ECM, (E) Corte longitudinal donde se hace un acercamiento al acomodo del manto, y la
red de Hartig que es palmeada. (F) Células epidermoides del manto interno (G) Manto externo (H) Hifas emergentes
del manto externo. Escalas: A= 2 mm, B= 1 mm, C= 0.5 mm, D= 25 μm, E-H 10 μm
23
Scleroderma bermudense Coker (DR6B)
Fig. 6
Ectomicorriza de color blanquecina-blanca, con aspecto de ramificación piramidal pero se
ramifica de forma dicotómica, de aspecto fibrilosa-adpresa, con rizomorfos cilíndricosredondeados y se unen en un punto, con puntas redondeadas. Manto opaco, con
ramificaciones sinuosas, ligeramente tortuosas. Reacción negativa al KOH. El manto tiene
un color blanco a hialino o traslúcido, conformado por 7 a 11 capas de hifas, con un ancho
de 33-55 µm, y sus hifas miden de 3-8 µm de ancho. Manto externo plectenquimatoso
con hifas dispuestas en una red medianamente laxa, producida por la ramificación múltiple
de las hifas, de un color blanquecino a hialino. Presenta algunos cistidios ligeramente
clavados y con fíbulas, abundantes. Las hifas miden de ancho de 3-6 µm. Manto interno
pseudoparenquimatoso con células epidermoides, y con algunas zonas plectenquimatosas.
La red de Hartig penetra hasta la segunda capa de células corticales, de manera
periepidermal, de forma palmeada, con las hifas entre las células redondeadas. Rizomorfo
tiene un color amarillento a hialino, con partes refringentes. Compuesto de hifas cilíndricas
de pared delgada, septadas y con fíbulas, con hifas terminales redondeadas. Las hifas se
encuentran dispuestas de forma erecta y alargadas muy compactas. Presenta abundantes
cistidios ramificados muy agudos, y otros más escasos, clavados a ampliamente clavados,
de pared gruesa, lo que da la apariencia de que haya hifas globosas que compongan al
rizomorfo. Las hifas tienen un ancho de 2-5 µm.
24
Figura 6. (A-B) Fotos del microscopio estereoscópico donde se muestra ramificación, textura y color de la ECM.
(C) Corte transversal, se observa el manto. (D) Red de Hartig en un corte longitudinal. (E) Manto interno. (F)
Manto externo con un cistidio clavado. (G) Rizomorfo con dos tipos de cistidios. (H) Acercamiento de los
cistidios ramificados. Escalas: A= 1 mm, B= 0.5 mm, C= 25 µm, D-F= 10 µm, G= 25 µm, H= 10 µm.
25
DISCUSIÓN
Se habla de que la mayoría de las plantas vasculares han desarrollado una dependencia a los
hongos micorrizógenos por todos los beneficios (enzimas, auxinas, vitaminas, citocininas y
compuestos que incrementan el tamaño y longevidad de las raicillas, además de protección de
patógenos), que obtienen de su interacción (Trappe & Fogel, 1977). Tomando en cuenta la
diversidad de las plantas vasculares y que un solo individuo vegetal puede estar relacionado
con varias especies de hongos micorrizógenos, se han realizado estimaciones como la de
Brundret (2009) y Rinaldi et al. (2008) donde calculan que hay 20 a 25 mil especies de
hongos ectomicorrizógenos, de lo cual apenas conocemos la punta del iceberg.
La gran parte de los proyectos enfocados en conocer la diversidad de las ectomicorrizas en
México han sido llevados a cabo en las partes de zonas templadas donde abundan los bosques
de pino-encino, dejando rezagado el conocimiento de los hongos encontrados en zonas
tropicales. Nuestros resultados contribuyen en ese sentido al conocimiento de los micobiontes
asociados con Coccoloba uvifera como un primer intento por informar sobre su cortejo de
ectomicorrizógenos. Al menos dos especies Scleroderma bermudense y un representante de
Tomentella o Thelephora se encuentran en asociación micorrízica con plantas de Coccoloba
uvifera en la región de La Ribera, Veracruz. El hábitat de esta planta son los litorales y
presenta una amplia distribución en las costas del Pacífico, Golfo de México, Mar Caribe y
Océano Atlántico. Es conveniente explicar que la diversidad hipógea y epígea de los
macrohongos pueden no coincidir en términos de presencia debido a la propia biología de
esos organismos. El estudio taxonómico de los hongos en general depende en gran parte de
los esporocarpos que estos producen. Esto es un punto crucial en los estudios de diversidad
fúngica, puesto que al tratarse de organismos con producción de cuerpos fructíferos efímeros,
se puede o no encontrar en campo el cuerpo fructífero, además se depende del estado de
madurez en el que se encuentren, puesto que adicionalmente se pretende lograr colectas de
especímenes bien representados y en buen estado para su posterior estudio y preservación.
Los micelios la mayoría del tiempo están presente bajo el suelo sin mostrar cuerpo fructífero
y obedecen a cierta temperatura y humedad ambiental que se presenta mayormente en los
meses de junio a septiembre (en México, variando por regiones) y es indispensable conocer la
época del año en que cada especie fructifica. Smith & Read (2008) ya mencionaban que los
esporocarpos no siempre están presentes mientras el hongo esté formando ectomicorriza.
26
Lo anterior nos habla de la dificultad que se tiene para obtener las ECM con su cuerpo
fructífero, aunado a lo difícil que resulta trabajar con las secuencias de ADN particularmente
de las ectomicorrizas, muy probablemente por la cantidad del tejido a tratar. En los datos de
Tedersoo et al. (2010a) obtuvieron 105 secuencias exitosas de 111 ECM (94.6%), con la
misma metodología usada en este trabajo pero diseñaron primers específicamente para el
grupo Tomenteloide.
Es importante tener en cuenta que puede llegar a haber casos donde la secuencia del hongo
partícipe en la micorriza no se encuentre en GenBank y/o UNITE. Si se llegara a la
determinación de la especie a partir de la fructificación y la comparación de secuencias entre
la ectomicorriza y el esporocarpo teniendo toda la descripción junto con la de la ECM hay la
posibilidad de registrar una nueva especie de modo que se enriquezca la biblioteca genómica
del NCBI (National Center for Biotechnology Information) y el conocimiento de la
biodiversidad. En los casos en que la secuencia no tiene un gran porcentaje de afinidad con
los bancos genómicos, y no se tiene el cuerpo fructífero, la identificación se vuelve poco
probable. Y exactamente fue esto lo que pasó con los otros 9 morfotipos (sin contar los del
basidiomas de Boletus), no se obtuvo una amplificación completa o fragmentos de la región
ITS suficientemente largos como para poder determinar con qué especie de hongo se estaba
tratando. Además debe tenerse en cuenta que las secuencias encontradas en GenBank no
necesariamente están correctas y que sería preferible trabajar con secuencias ya publicadas en
revistas científicas.
Con un porcentaje relativamente alto uno de los morfotipos estudiado, DR1D, se agrupó con
el grupo de los teleforáceos. De las pruebas que se hicieron con el ADN de este morfotipo, se
logró la amplificación de la región ITS consiguiendo una secuencia ya editada con 447 pares
de bases. Al hacer uso del BLAST en GenBank y UNITE, la secuencia se identificó con un
porcentaje alto (95%) con hongos ectomicorrizógenos no caracterizados y con un porcentaje
igual o menor a 90% con los géneros Tomentella y Thelephora. Para justificar el parentesco
entre los taxones se llevó a cabo el análisis filogenético, tomando secuencias disponibles en
GenBank de diferentes especies de los géneros Tomentella y Thelephora. El árbol resultante
muestra que el hongo en la ectomicorriza DR1D filogenéticamente se relaciona en el clado de
los Thelephoraceae, conformado por miembros de Tomentella y Thelephora, sin embargo,
con la secuencias disponibles, no hay claras evidencias para asignarlo a un género o a una
especie. Los cuerpos fructíferos del grupo de los teleforáceos especialmente de Tomentella,
27
por su biología, son inconspicuos entre la hojarasca del suelo y poco probables de ser
encontrados. Resulta atractivo que se trata de micobiontes muy abundantes y diversos tanto en
comunidades de regiones árticas como tropicales (Dahlberg et al., 1997; Trowbridge &
Jumpponen, 2004; Haug et al., 2005). En cuanto al morfotipo aquí estudiado presenta muchas
de las características morfológicas y anatómicas típicas de una ECM perteneciente al género
Tomentella (Jakues & Erös-Honti, 2008), como color, textura, hifas emergentes, manto, etc.
lo que sugiere que la micorriza DR 1D pudiera pertenecer a este género
Para el caso de la secuencia obtenida de la micorriza DR6B se ubica con un porcentaje de
afinidad de un 99% con la secuencia correspondiente a Scleroderma bermudense (código
EU718118 en GenBank). El análisis filogenético apoya la identidad con un 91% en las mil
repeticiones del Bootsrap, este resultado junto con el porcentaje del BLAST con GenBank nos
permite interpretar nuestro material como S. bermudense y reconocer su ectomicorriza
asociada a Coccoloba uvifera. En los antecedentes ya se reportaba este hongo como posible
asociado a C. uvifera ya que en Bahamas, Barbados, Florida, Puerto Rico, las Bermudas, Islas
Vírgenes, Malasia y en el Caribe mexicano habían sido encontrados basidiomas cerca de C.
uvifera, sin embargo esta es la primera vez que se describe su ectomicorriza.
28
CONCLUSIONES
Se reconoció que Coccoloba uvifera se asocia a un hongo ectomicorrizógeno del grupo de los
teleforáceos, pero con la información molecular no se logró identificar la especie, en parte por
la falta del cuerpo fructífero y porque la secuencia comparada con las bases genómicas
(GenBank y UNITE) no nos arrojan alguna similitud confiable (>97%), por lo que podría
tratarse de una especie de Tomentella o Thelephora no secuenciada hasta el momento, un
registro nuevo para C. uvifera o incluso una especie nueva.
La tesis aporta la descripción de la ectomicorriza formada por Scleroderma bermudense
asociada a Coccoloba uvifera, la relación simbiótica estaba especulada con base en la
presencia de esporocarpos y aquí por vez primera se documenta su ectomicorriza. La especie
de Scleroderma se registra por primera vez para el estado de Veracruz ya que en México se
conocía de el Mar Caribe, Península de Yucatán y el estado de Guerrero (Guzmán et al.,
2004). Tanto para esta especie como para la de teleforáceo se espera en el futuro obtener
material fresco de los basidiomas. Los 10 morfotipos restantes que no se presentaron en esta
tesis a pesar de ya tener su caracterización y fotografías, siguen siendo estudiados
molecularmente con diferentes primers de la región ITS. Incluyendo los basidiomas del
género Boletus y sus probables ectomicorrizas.
Un último punto que debería ser considerado es que el tiempo destinado a la elaboración de
tesis por parte del nuevo sistema educativo (MEIF) es corto y al tratarse de trabajos
recepcionales sobre biología de organismos hay que recordar que éstos no están a disposición
de los estudios ni de tiempos impuestos, que de haberlo es probable que se hubieran podido
recuperar en campo fructificaciones y obtenido más resultados moleculares.
29
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