Cambios: salir de la zona de confort Nuestra realidad, o al menos la percepción que tenemos de ella, basada en lo que hemos evidenciado durante años, nos permite ver el mundo bajo ciertas perspectivas, y adaptarnos a determinadas condiciones. Tanto así, que llegamos por naturaleza a estados de comodidad (confort) e incomodidad, ya sea física o mentalmente, con respecto a las situaciones que vivimos a diario. Es importante destacar que nuestra naturaleza humana nos acondiciona para intentar en todo momento evitar las amenazas que puedan atentar contra nuestra existencia, y por esta razón, buscamos siempre acercarnos al placer, y alejarnos del displacer. Por lo que de manera inconsciente, estamos buscando en todo momento, permanecer dentro de algo llamado “nuestra zona de confort“. Esto implica que busquemos la comodidad, y evitemos la fatiga de hacer cosas nuevas o vivir experiencias desconocidas. El miedo es el principal factor que nos afecta a la hora de querer expandir, o salir de nuestra zona de confort, por genética, le tenemos miedo a lo desconocido. Ahora bien, esto no significa que permanecer dentro de nuestra zona de confort esté mal. Sin embargo, si alguna vez quieres superar tus expectativas y llegar a mejorar de manera asombrosa, sin duda, tendrás que expandir tu zona de confort, para lo que tendrás que salir de ella y adaptarte a nuevas vivencias. La zona de confort, es el conjunto de límites que nos impiden avanzar. Cuando superamos estos límites, ampliamos nuestra perspectiva, y logramos alcanzar nuevos horizontes. Esto aplica diferente para cada persona en específico, pero a continuación encontrarás algunos consejos generales, que te permitirán salir de tu zona de confort exitosamente y con ello, superar tus propias expectativas. La zona de confort es un estado mental Aquellos elementos que te rodean y que consideras parte de tu comodidad, son percibidos de esa manera, gracias a tus ideas y a tu mente. Lo que a ti te parece cómodo, a otros quizás les aterrorice. En ocasiones, permanecer dentro de un estado mental cómodo, puede convertirse en algo rutinario, aburrido y sin mencionar, que nos evita significativamente obtener progreso alguno. Perder el miedo a salir de nuestra zona de confort, empieza desde dentro. Desde nuestros pensamientos, ideas y sentimientos. Comprender que todo lo que percibimos no es más que una interpretación que nos entrega nuestro cerebro del universo, nos permite ver de manera diferente las cosas, y quizás, después de todo, ese miedo que tenemos de emprender y tomar acción en nuestras vidas, no sea más que un producto de nuestra imaginación. Los límites los pones tú Debes confiar plenamente en ti mismo y saber que todo aquello que te limita física y emocionalmente, lo hace porque tú has decidido (inconscientemente) que así sea. Eres tú mismo quien define tus alcances. Eres tú mismo quien construye las barreras para evitar el progreso y alejarse de peligros (mayoritariamente imaginarios). En este orden de ideas, lo ideal al querer salir de tu zona de confort, es autoevaluarte, ponderar tus pensamientos más significativos y cuestionarte: ¿Son nuestros prejuicios una realidad o solo son parte de lo que imaginamos que podría ser? ¿Cómo podrían reaccionar los demás ante cierto cambio de actitud u omisión? ¿Realmente a los demás les importa si mi vida cambia o en ocasiones les atribuyo mucho más de lo que deberían? Fácilmente descubrirás si tus miedos son reales, o son sencillamente imaginarios, y en caso de ser reales, tu refugio podrá estar, en aquellas personas que hayan superados los obstáculos a los que ahora te enfrentas. Crea nuevos hábitos, experimenta Salir de tu zona de confort, no significará otra cosa, que no sea hacer algo nuevo. Experimentar y tener curiosidad en todo momento te ayudará a expandir tus límites. Recuerda que al ser tus límites netamente mentales, expandirlos será cuestión de tiempo. Todo lo que hacemos en nuestra vida es un hábito. Crear hábitos vitales que nos permitan salir de nuestra zona de confort es sencillo mediante la Persistencia Planeada. Intenta cada día, hacer algo nuevo. Prueba tomar diferentes caminos, visitar diferentes lugares, hablar con personas distintas o realizar tareas de formas alternativas. Esto poco a poco te acondicionará para aceptar el cambio y lo nuevo. Con el tiempo, podrás ser muy poco resistente a la novedad, y con ello, el impacto del éxito que logres será increíble. Recuerda que las grandes playas, están formadas por pequeños granos de arena. Empieza hoy mismo a aportar a tu vida, estos granitos de arena que te permitirán desarrollarte personalmente y que finalmente te llevarán un paso más allá. Nunca desistas Si haces algo nuevo y adaptas ciertas actividades a tu vida que se encuentren fuera de tu zona de confort, estas quedarán incluidas en dicha zona. Por lo que al parecer, salir de nuestra zona de confort parece un ciclo infinito. Es importante entonces tener en cuenta que solo la persistencia nos permitirá expandir nuestra zona de confort, y que el éxito es un camino, no un punto de llegada. Desistir en la mitad del camino, significa tirar a la basura todos los logros anteriores. Perseverar en cambio, demuestra de qué estamos hechos y mejora nuestras vidas sobre manera. El objetivo final de salir de nuestra zona de confort, en ocasiones, es simplemente mejorar. Ser una mejor persona, un mejor ser humano, ayudar a otros y mejorar el mundo. Vivir es cambiar El cambio es inevitable en nuestras vidas. Estemos conscientes o no, queramos aceptarlo o no, las cosas y la gente cambian. Ante estos cambios, nuestra forma "normal" de reaccionar (a la que estamos acostumbrados) ya no nos es útil, por lo que necesitamos buscar una nueva opción. Cambiar significa modificar nuestra conducta o forma de pensar ante una nueva situación. Aun sin darnos cuenta, lo que vamos viviendo va modificando nuestro carácter. Algunos aspectos se fortalecen, otros se debilitan y surgen nuevas conductas, formas de pensar, etc. "Yo soy así y así he sido siempre", "es muy difícil cambiar". Son comentarios que escuchamos con mucha frecuencia. Pero si analizas tu forma de actuar en estos momentos y la comparas con la de hace 10 o 20 años, seguramente notarás la diferencia en muchos aspectos. El cambio nos da miedo, porque: 1) No sabemos cómo manejar situaciones nuevas o diferentes. 2) Puede provocar algún tipo de pérdida, ya sea física, moral, emocional, etc. 3) Podemos equivocarnos y ser criticados por los demás y/o por nosotros mismos. 4) La falta de control que sentimos. Esto generalmente nos angustia. El cambio y tu carácter Cada persona responde de manera distinta ante los cambios. De hecho, podemos actuar de cierta manera ante una situación nueva y de forma completamente diferente ante otra similar. Ante el cambio, podemos: 1. Resistirnos abiertamente, atacándolo. 2. Aceptarlo aparentemente, pero tratando de boicotearlo. Por ejemplo: llegando tarde, no escuchando lo que nos dicen, se nos "olvida" lo que tenemos que hacer, etc. 3. Aceptarlo, pero con una actitud de víctimas, "sufriéndolo". 4. Aceptarlo con una visión positiva. Esto significa: Recordar que nosotros podemos elegir la actitud que queremos tomar frente a él. Reconocer nuestros miedos o preocupaciones para analizarlos y descartarlos o para resolverlos. Recurrir a nuestras habilidades y fortalezas para examinar los posibles obstáculos y solucionarlos. Tener presente que siempre podemos aprender y siempre podemos progresar. ¿Cuál es tú manera de enfrentarlo? La manera de enfrentar el cambio, depende, en gran parte de nuestra autoestima. Cuando nos sentimos seguros y capaces, vemos el cambio como un reto o una motivación positiva. Cuando nos sentimos incapaces o poco valiosos, el cambio nos disgusta e incluso nos asusta. Nuestra manera de enfrentar el cambio depende de lo que aprendimos durante la infancia o ante ciertas situaciones dolorosas. Pero siempre podemos aprender a enfrentarlo de manera positiva, aprendiendo de él y mejorando nuestra vida. Lo importante es no tenerle miedo y modificar las ideas y creencias falsas y nuestra forma de pensar equivocada, que han mantenido ese miedo. Extraído de: http://www.sebascelis.com/como-salir-de-tu-zona-de-confort/ http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/miedo-al-cambio.html