Como apoyar a los niños

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Como apoyar a los niños
Explicar el tratamiento contra el cáncer a los niños puede ser difícil, pues es casi
imposible mantener un diagnóstico de cáncer en secreto. Es importante ayudar a los
niños a lidiar con los cambios que se generan al incorporar la enfermedad y tratamiento a su vida cotidiana.
La percepción de los niños
Los niños a menudo se imaginan lo peor si no se les dice qué es lo que está pasando:
Ven a un miembro de su familia más cansado y que se enferma demasiado, por lo que
pueden llegar a pensar que ya no los quieren o que son responsables de su enfermedad, pues están muy pendientes de los sentimientos de los demás.
A menudo los niños escuchan a los adultos hablar sobre temas que no son apropiados para ellos, sin embargo cuando perciben que se les está ocultando algo buscan
formas de escuchar sin que los adultos lo noten, además de prestar especial atención
a la comunicación no verbal entre los grandes. Incluso sin haber escuchado o visto
algo, es probable que perciban cuando algo no anda bien en casa.
¿Qué pasa si son visibles los efectos secundarios?
Cuando el tratamiento contra el cáncer empieza, puede que los niños noten efectos
secundarios como cansancio, cambios de peso, caída del cabello o vómitos. Ven que
la persona ha enfermado y puede que piensen que va a morir, lo que los llevará a
suponer que otros en la familia también se enfermarán. No saber lo que está pasando
o cómo sobrellevarlo puede ser una experiencia difícil para el niño.
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¿Qué les debo informarles?
Lo que se dice al niño depende de su edad, personalidad y de lo que el adulto sepa
sobre el cáncer. Se debe establecer un límite de información para no abrumar al niño
y no ser muy ambiguo para evitar ocasionarle incertidumbre. El objetivo es decir la
verdad de una forma que les permita prepararse para lo que se avecina en sus vidas.
¿Cómo sobrellevar con ellos el tratamiento?
Es importante saber que cuando alguien está muy enfermo, podría ser que dicha persona y sus seres queridos sientan enojo, tristeza o temor. Es importante que el niño
comprenda que el paciente no podrá hacer las cosas que solía hacer con la misma
frecuencia. Algunos menores reaccionan retrayéndose para evitar que sus problemas sean una “carga” para sus padres y otros se comportan mal para llamar la atención de los adultos.
El comportamiento negativo debe ser atendido
Es probable que el niño se altere al conocer lo que está pasando con el paciente de
cáncer, sin embargo no se debe olvidar de la importancia de su buen comportamiento. Es importante tratar de seguir con las rutinas básicas tanto como sea posible para
fomentar la disciplina en ellos y propiciar un ambiente de honestidad y sinceridad
para que se sientan libres de expresar sus emociones.
¿El niño realmente comprende lo que le estoy diciendo?
Los niños pequeños requieren una información más breve y menos detallada que la
que se proporciona a los niños más grandes. Se pueden emplear cuentos o juguetes
para ejemplificar lo que se está diciendo y designar una hora durante el día para contestar sus dudas. Posiblemente los niños, especialmente los menores de 12 años, se
sentirán culpables o temerosos de haber causado esta enfermedad, se les deberá
asegurar que nada de lo que hayan pensado o deseado, dicho o hecho ha causado el
cáncer.
¿Qué hago si cambia el comportamiento del niño?
El mal comportamiento, la preocupación constante, estar involucrado en peleas,
tener trastornos del sueño y la falta de concentración pueden ser señales de que no
está lidiando bien con los cambios que se están dando. Si parece que un niño tiene
algún problema, puede que se deba a algo más grave que una reacción normal de tristeza ante la enfermedad.
Se requiere de ayuda profesional si el niño muestra o expresa:
•Enojo, tristeza o disgusto constante
•Intranquilidad
•Querer hacerse daño
•Cambios en su estado de ánimo
•Cambios en su desempeño escolar
•Presenta poco apetito
•Falta de energía
•Menos interés en las actividades
•Problemas para concentrarse
•Dificultades para dormir,
•Parece estar distraído y llora mucho
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¿Qué les debo informarles?
Lo que se dice al niño depende de su edad, personalidad y de lo que el adulto sepa
sobre el cáncer. Se debe establecer un límite de información para no abrumar al niño
y no ser muy ambiguo para evitar ocasionarle incertidumbre. El objetivo es decir la
verdad de una forma que les permita prepararse para lo que se avecina en sus vidas.
¿Cómo sobrellevar con ellos el tratamiento?
Es importante saber que cuando alguien está muy enfermo, podría ser que dicha persona y sus seres queridos sientan enojo, tristeza o temor. Es importante que el niño
comprenda que el paciente no podrá hacer las cosas que solía hacer con la misma
frecuencia. Algunos menores reaccionan retrayéndose para evitar que sus problemas sean una “carga” para sus padres y otros se comportan mal para llamar la atención de los adultos.
El comportamiento negativo debe ser atendido
Es probable que el niño se altere al conocer lo que está pasando con el paciente de
cáncer, sin embargo no se debe olvidar de la importancia de su buen comportamiento. Es importante tratar de seguir con las rutinas básicas tanto como sea posible para
fomentar la disciplina en ellos y propiciar un ambiente de honestidad y sinceridad
para que se sientan libres de expresar sus emociones.
¿El niño realmente comprende lo que le estoy diciendo?
Los niños pequeños requieren una información más breve y menos detallada que la
que se proporciona a los niños más grandes. Se pueden emplear cuentos o juguetes
para ejemplificar lo que se está diciendo y designar una hora durante el día para contestar sus dudas. Posiblemente los niños, especialmente los menores de 12 años, se
sentirán culpables o temerosos de haber causado esta enfermedad, se les deberá
asegurar que nada de lo que hayan pensado o deseado, dicho o hecho ha causado el
cáncer.
¿Qué hago si cambia el comportamiento del niño?
El mal comportamiento, la preocupación constante, estar involucrado en peleas,
tener trastornos del sueño y la falta de concentración pueden ser señales de que no
está lidiando bien con los cambios que se están dando. Si parece que un niño tiene
algún problema, puede que se deba a algo más grave que una reacción normal de tristeza ante la enfermedad.
Se requiere de ayuda profesional si el niño muestra o expresa:
•Enojo, tristeza o disgusto constante
•Intranquilidad
•Querer hacerse daño
•Cambios en su estado de ánimo
•Cambios en su desempeño escolar
•Presenta poco apetito
•Falta de energía
•Menos interés en las actividades
•Problemas para concentrarse
•Dificultades para dormir,
•Parece estar distraído y llora mucho
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¿Puedo esperar que el niño siga como antes?
Independientemente de cuánto se desee que la vida continúe como lo era antes, es
inevitable que cambiará tras un diagnóstico de cáncer. Sin embargo, las personas
aprenden a vivir con el cáncer, e incluso a ser mejores. El reto es aprender cómo
sobrellevar los cambios y el estrés en formas que sean las más adecuadas para la
familia del paciente. Una de las mejores formas de lograr que las cosas vuelvan a la
normalidad es sentarse y hablar con cada uno para saber cómo están sobrellevando
la situación. Juntos podrán planear cómo manejar los cambios en las rutinas familiares. Establecer una hora habitual para las reuniones familiares puede ser buena idea.
Es importante permitir que los menores soliciten reuniones familiares cuando lo
necesiten, pues a través de ellas se pueden conocer sus sentimientos y opiniones.
¿Cómo se puede ayudar a los niños?
Algunas familias son afortunadas de contar con una gran red de personas dispuestas
a ayudar, pues el cáncer es una enfermedad de gran magnitud que en cualquier familia tendrá un gran impacto. Es importante no tratar de lidiar con la enfermedad por sí
solo.
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