Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Apuntes del devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” 1 Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” INTRODUCCIÓN El tema de estos breves devocionales viene de mi propio “peregrinaje” por la Palabra de Dios. Hace años, cuando comencé a leer la Biblia anualmente, innumerables eran mis críticas de los israelitas. Pero, Dios va guiándonos en sus caminos y nos lleva a nosotros al desierto para transformarnos y enseñarnos. Cada año, en mi lectura del Pentateuco me veo más identificada con los hijos de Israel. Me encuentro delante del Señor, pidiéndole perdón y dándole profundo agradecimiento por su gracia y su tierna paciencia para con este peregrino. Muchas son las lecciones relevantes que se puede sacar de los años que los israelitas pasaron en el desierto. Este documento es solamente una sencilla recopilación de los apuntes y las reflexiones en los tiempos devocionales durante la primera semana de clases del Seminario Evangélico de Caracas (marzo, 2014). Quisiera aquí agradecerle a la Profesora Flor María Villoria quien hizo el devocional del martes en la mañana: La lección de la lealtad (pp. 7‐8). ¡Muchas gracias! Cuando se cita la Biblia, si no se refiere a otra traducción específica, la cita es de la Versión Reina Valera de 1960. 11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. 12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. I Corintios 10:11‐13 Caracas, Venezuela marzo, 2014 Profesora Laura Smith Dirección de Bienestar Estudiantil Seminario Evangélico de Caracas 2 Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” Deut. 8:2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. 3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. (véase también: I Corintios 10:1‐12) Esta semana, estamos observando a los israelitas durante sus años en el desierto para poder vernos a nosotros mismos cómo Dios nos ve y dejar que Él obre profundamente en nuestro ser por medio de su Palabra y el poder de Su Espíritu Santo. 1. La lección de la dependencia (Éxodo 16:10‐35) Contexto Exodo 16:1‐9 (Desierto de Sin; aproximadamente un mes y medio después del Éxodo). En el ambiente hostil del desierto, no hay dónde conseguir comida. Los israelitas tienen que aprender que el Éxodo trae libertad, no independencia ni autosuficiencia. Dios es su única esperanza. La Provisión en el Camino 16:13‐18: la provisión según la necesidad Éx. 16:4 Y Jehová dijo a Moisés: He Dios manda según la necesidad de cada familia, suficiente para aquí yo os haré llover pan del cielo; y el cada día pero no tanto para poder guardarlo y administrarlo ellos pueblo saldrá, y recogerá diariamente por mucho tiempo. la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. 16:19‐20: la confianza tiene que ser en Él, no en el maná El maná ere una lección para los israelitas, estaban aprendiendo a depender del Él día tras día. Así se desarrolla la relación, se conoce a Dios. No sabemos cuántos se preguntaron esa primera semana: ¿y si no hay maná mañana? ¿y si Dios no provee? ¿No nos sería más fácil recibir todo de una vez y manejarlo nosotros? El maná era diario‐‐Dios estaba cultivando el sentido de dependencia, el reconocimiento de Él como el único sustento suficiente. 16:21‐26: cuando la obediencia pareciera poner en riesgo la provisión Se puede imaginar la preocupación de muchos cuando se acercaba el séptimo día. Ya habían visto el que maná se echaba a perder dentro de 24 horas, ¿y ahora? 16:27‐30: La vanidad de la desobediencia (el actuar ”por si acaso” cuando Éx. 16:27 Y aconteció que Dios ha mostrado otro modelo) algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no Ellos estaban confiando en su experiencia, y no en el Señor y Su hallaron. Palabra—sus expectativas se limitaban a su experiencia. Así, algunos salieron a recoger el día de reposo. Encontraron lo que Dios ya les había dicho. 3 Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” 16:31‐34: Testimonio de la provisión de Dios. Dios conoce al pueblo y sabe lo importante que es recordarles de su provisión. En el arca, el maná no se echa a perder porque Dios lo conserva como recordatorio de la dependencia del Pueblo. 16:35 y Josué 5:12: la forma de la provisión cambia pero la relación de dependencia sigue Éx. 16:35 Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, Jos. 5:12 Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que hasta que llegaron a los límites comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año. de la tierra de Canaán. Dios obra de diferentes maneras en diferentes momentos. Quizás la segunda generación se acostumbrara al maná como algo automático sin pensar mucho en Dios quien lo mandaba sin fallar. Ahora, iban a tener que profundizar su sentido de dependencia en el Señor en un nuevo contexto. La lección de la dependencia: aplicación 1. La tentación: pensar que ‐‐que nuestra vida integral depende de lo que nosotros hagamos. Dios nos hizo responsables (obediencia) y dependientes de Él. 2. El “desierto” nos puede ayudar reconocer en quién estamos confiando. 3. Si confiamos en nuestros esfuerzos, no encontraremos nada; nos agotaremos buscando la provisión de Dios bajo nuestras condiciones. 4. La madurez espiritual no lleva a la independencia, sino a una dependencia radical en toda área de nuestra vida. 5. ¡Dios quiere una relación continua con nosotros! Reflexión en oración Según este pasaje, ¿qué agrada a Dios? ¿Qué quiere enseñarme Dios de este pasaje en este momento de mi vida? 4 Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” Deut. 8:2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. 3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. (véase también: I Corintios 10:1‐12) Esta semana, estamos observando a los israelitas durante sus años en el desierto para poder vernos a nosotros mismos cómo Dios nos ve y dejar que Él obre profundamente en nuestro ser por medio de su Palabra y el poder de Su Espíritu Santo. 2. La lección de la confianza (Éxodo 17:1‐7) Contexto La transición del Éxodo 16 al 17 no nos indica el tiempo transcurrido. ¿Cuánto tiempo pasó entre la primera provisión del maná y este evento? ¿Cuántos días habían comido maná? Habían visto milagros poderosos. Estaban viviendo un milagro diario. El día que falló el agua, ellos habían desayunado maná. Cuando falla el agua 17:1: La obediencia los había llevado adonde no podían encontrar agua. 17:2‐3 ¿Cuál es su reacción en el momento? Cuestionan los propósitos de Dios. Por la situación, piensan que Dios (y Moisés) los sacó de Egipto para matarlos. 17:4‐6 ¿Qué hace Moisés? Reconoce que él mismo no puede resolver el problema. Lleva el problema a Dios. (La “vara” es un recordatorio del milagro del Nilo y por extensión, todos los milagros que Dios había hecho en Egipto) Moisés obedece a Dios. (Nota: aunque es cierto que la piedra sedimentaria puede contener reservas de agua que se puede liberar golpeando la roca, la cantidad de agua que sale aquí es milagrosa. Dios responde en abundancia.) 5 Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” 17:7 El género narrativo hebreo pocas veces describe con detalles las emociones y los pensamientos de los personajes. Frecuentemente nos indica los sentimientos o las actitudes de alguien por medio de lo que se dice o se hace. En este caso, los versículos 17:3 y 7 nos enseñan mucho acerca de las actitudes del pueblo en ese momento. 8 No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, El salmo 95:8‐9 describe el mismo acontecimiento. Los Como en el día de Masah en el desierto, dos nombres atribuidos al sitio reflejan cómo los 1 9 Donde me tentaron vuestros padres, israelitas desafiaban a Dios. Me probaron, y vieron mis obras. Salm. 95:8‐ 9 Meriba: rencilla, querella, conflicto Masah: prueba Los israelitas ponen a Moisés a prueba, pero realmente están desafiando a Dios. Dios conoce su necesidad y les provee el agua, respaldando a Moisés delante de ellos. La conclusión describe claramente cuál era el mayor problema en ese momento. No era la falta de agua sino el cuestionamiento de la fidelidad de Dios: ¿Está o no está el Señor con nosotros? La lección de la confianza: aplicación ¿Cómo respondemos en una crisis? ¿Cuál es nuestra actitud hacia Dios en medio de la necesidad? El título de esta reflexión no es la lección “de la querella” sino “de la confianza”. ¿Confiamos en los propósitos de Dios aun cuando se seca el agua? ¿Confiamos en su presencia en medio del desierto? 1. La obediencia a Dios puede llevarnos a situaciones muy difíciles las cuales son oportunidades de conocer mejor a Dios. 2. Existe el peligro de olvidar lo que Dios ha hecho en el pasado cuando enfrentamos un nuevo desafío. Si no recordamos la presencia y la obra de Dios en nuestras vidas, podremos caer en la desesperación, comenzando a cuestionar a Dios y sus propósitos para con nosotros. 3. El Señor está con nosotros. Reflexión en oración Según este pasaje, ¿qué agrada a Dios? ¿Qué quiere enseñarme Dios de este pasaje en este momento de mi vida? 1 h¡DbyîrVm…w h™D;sAm 6 Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” Deut. 8:2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. 3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. Esta semana, estamos observando a los israelitas durante sus años en el desierto para poder vernos a nosotros mismos cómo Dios nos ve y dejar que Él obre profundamente en nuestro ser por medio de su Palabra y el poder de Su Espíritu Santo. (véase también: I Corintios 10:1‐12) 3. La lección de la lealtad: Éxodo 322 Contexto Moisés había subido al “monte de Dios” (Monte Sinaí o Monte de Horeb) a recibir de Jehová las “tablas de piedra, y la ley, y mandamientos” que servirían para enseñar a Su pueblo. Moisés se hizo acompañar por Josué y dejó encargado del pueblo a Aarón y Hur (Éx. 24.12‐14). Durante cuarenta días (“cuarenta días y cuarenta noches”) Moisés permaneció en ese lugar recibiendo de Dios diversas instrucciones (ofrendas, construcción del tabernáculo y su mobiliario, el Arca, los sacerdotes, etc.). Todo esto se pude leer en Éxodo, capítulos 24 al 31. Inquieto por la tardanza de Moisés, pues no sabía qué le podía haber sucedido, el pueblo le pidió a Aarón que le hiciera “dioses que vayan delante de nosotros”, es decir, que los guiaran. Entonces Aarón fabricó un becerro con el oro que pudo recolectar del pueblo. Cuando los israelitas vieron el becerro de oro, lo llamaron “dioses “ y le atribuyeron su liberación de Egipto. Aarón también edificó un altar frente al becerro y decretó la celebración de una “fiesta para Jehová”, lo cual se celebró un día después (Éx. 32.1‐6). En esta actividad los encontró Moisés a su regreso del Monte. Éxodo 32.7‐10: La reacción de Dios ante la idolatría 32.7. Dios lo ve todo porque es Omnipresente Moisés y Dios están en el Monte Sinaí. Mientras que Moisés no puede ver lo que estaba sucediendo, Dios sí podía ver cada detalle de la idolatría de Su pueblo. 32.8. Dios no acepta adoración compartida Aunque Dios sabe todo con anticipación, Él debe sentir tristeza y decepción cuando su pueblo le falla. Habiendo hecho grandes cosas por su amado pueblo, era lógico esperar agradecimiento y lealtad. Llama la atención que no usa su acostumbrada expresión “mi pueblo” y que utiliza el término “pronto” Podemos parafrasear Sus palabras de la siguiente manera:. ¡Qué rápido olvidaron todo! Qué pronto se corrompieron, se apartaron del camino, se hicieron un ídolo, lo adoraron, le atribuyeron las obras maravillosas y poderosas que yo realicé, y, para colmo, me celebraron fiesta frente a esa imagen. 32.9. Dios es lo que ha dicho que es y hace lo que ha dicho que hará Dios ve obstinación y rebeldía en el comportamiento de su pueblo (pueblo de “dura cerviz”). Él espera que Su pueblo crea en Él y confíe en Él porque se ha revelado de muchas maneras, en obras portentosas y en palabras. Pero a los israelitas, acostumbrados a la idolatría en Egipto, habituados a dioses con “rostros”, les resulta difícil confiar en algo que no sea perceptible con sus sentidos físicos 32.10. Dios no se mantiene indiferente al pecado 2 Profesora Flor María Villoria. 7 Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” Dios quiere lealtad absoluta. Por eso se llena de ira cuando su pueblo comete pecado de idolatría. Cuando Moisés, estando en el Monte, conoce la situación que se estaba desarrollando, intercede ante Dios para que no consuma al pueblo, como Él había dicho que haría. Básicamente, los argumentos que utiliza tienen que ver con Su especial relación con Israel y con Sus promesas de multiplicar el pueblo y de darle la tierra de Canaán (Se puede leer en Éxodo 32.11‐16). Después que Dios desiste de sus propósitos, Moisés inicia el retorno. Éxodo 32.17‐22: La reacción humana ante la idolatría 32.17‐20. Es necesaria la destrucción de los ídolos Cuando hay suficiente madurez espiritual y una buena relación con Dios, la idolatría produce dolor e indignación. Con estos sentimientos, Moisés rompió las tablas que Dios había hecho y escrito con sus dedos, como señal de violación del pacto. También destruyó el becerro de oro que había sido adorado en una fiesta “para Jehová”. 32.21‐22. Es intolerable la permisividad de la idolatría No puede haber neutralidad frente a la idolatría; por encima de todo debe prevalecer la sujeción a la voluntad de Dios, la lealtad a Dios y al pacto. Aarón, el líder encargado, actuó negligentemente y luego quiso evadir su responsabilidad. Moisés lo responsabilizó de traer y permitir el pecado del pueblo. Es muy importante la actitud y el ejemplo del liderazgo. El pecado del pueblo trajo consecuencias. Aparentemente, murieron todos los que persistieron en su rebeldía. Pero, en su misericordia, Dios atendió las oraciones de Moisés, quien calificó el pecado cometido por los israelitas como “un gran pecado”, y así se lo hizo saber al pueblo; también lo confesó ante Dios y rogó su perdón. Y Dios prosiguió con su decisión de llevar al pueblo a la tierra que le había prometido (se puede leer enÉx. 32.23‐ 35). Posteriormente, el pacto fue renovado. La lección de lealtad: aplicación 1. Dios condujo a su pueblo durante 40 años por el desierto y permitió situaciones que Le permitieran observar sus reacciones y conocer lo que había en su corazón. ¿Nos verá Dios a nosotros como tercos y rebeldes? “¿Hasta cuando no querrán guardar mis mandamientos y mis leyes?” (Ëx. 16.28). ¿Dios dirá eso de nosotros? 2. Cuando Dios no responde como queremos y con la rapidez que esperamos, podemos impacientarnos y hacer cosas que ofenden a Dios, cosas que Él ha prohibido y que aborrece. 3. Necesitamos identificar y destruir nuestros “becerros de oro”. No podemos ser permisivos ni tolerantes porque ello refleja una condición espiritual deficiente. Dios quiere lealtad absoluta y no comparte con nada ni nadie el lugar que le corresponde en nuestros corazones. 4. 5. Debemos asegurarnos de que tenemos la imagen correcta de Dios y necesitamos confiar plenamente en Su amor, en la veracidad de Sus promesas, en Su fidelidad, en Su cuidado permanente. Él sí conoce lo que es mejor para nosotros y cuál es el mejor tiempo para todo. Nuestra confianza y lealtad a Dios no debe depender de lo que vemos o de lo que dejamos de ver; debe depender de lo que Dios ha dicho y hecho. Reflexión en oración Según los pasajes estudiados, ¿qué agrada a Dios? ¿Qué quiere enseñarme Dios de este pasaje, en este momento de mi vida? 8 Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” Deut. 8:2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. 3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. (véase también: I Corintios 10:1‐12) Esta semana, estamos observando a los israelitas durante sus años en el desierto para poder vernos a nosotros mismos cómo Dios nos ve y dejar que Él obre profundamente en nuestro ser por medio de su Palabra y el poder de Su Espíritu Santo. 4. La lección de la generosidad (Éxodo 35:20‐29; 36: 2‐7) ¿Cómo se construye un tabernáculo en el desierto? Cuando Salomón construyó el Templo, David había conseguido los materiales de las naciones alrededor de Israel. Salomón siguió el intercambio comercial con los fenicios y otros. En los días de Moisés, no existían tales fuentes. Estaban en el desierto. ¿Cómo se construye un tabernáculo en el desierto? Contexto: el mandato de Dios Éxodo 35:4‐5ss Primero, Dios les pide ofrendas de bienes. Éx. 35:4 Y habló Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que Jehová ha mandado: 5 Tomad de entre vosotros ofrenda para Jehová; todo generoso de corazón la traerá a Jehová; oro, plata, bronce, … Esta ofrenda es voluntaria. Dios les había dado leyes sobre los sacrificios y las ofrendas, pero esta ofrenda era diferente. Se describe a la persona que dé como “generosa de corazón.” Éxodo 35:10ss También, Dios les pide ofrendas de talentos, capacidades: “todo sabio de corazón.” En estos dos capítulos (35‐36), se resalta la generosidad y la espontaneidad de dar de corazón. Sin ellas, no se podía construir el tabernáculo. Cuando el Pueblo de Dios se propone a honrar al Señor Éxodo 35:21 21 Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, con ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de reunión y para toda su obra, y para las sagradas vestiduras. ¿Cómo se construye un tabernáculo en el desierto? 1. La manera En este pasaje, varias frases en castellano traducen palabras hebreas de una misma raiz: nadab. La idea básica es de dar voluntariamente de buena voluntad. 9 Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” El texto bíblico resalta que el Pueblo se propone a dar lo que tiene. Quizás mucha de esa riqueza fuera del botín llevado de Egipto. Seguramente, no había dónde en el desierto conseguir tales cosas. Donarlas era dejar de poseerlas. No les iba a ser posible conseguir semejantes cosas de nuevo. 2. La clase de ofrendas: toda clase Estas ofrendas era voluntarias y eran para el Señor. Éxodo 35:22 Vinieron así hombres como mujeres, todos los voluntarios de corazón, y La descripción que vemos en Éxodo 35:22‐35 incluye una trajeron cadenas y zarcillos, anillos y variedad de ofrendas, todas necesarias para la construcción del brazaletes y toda clase de joyas de oro; y Tabernáculo. todos presentaban ofrenda de oro a Jehová. Éx. 36:2 Y Moisés llamó a Bezaleel y a La descripción también incluye a diferentes clases de persona, Aholiab y a todo varón sabio de hombres y mujeres. Algunos llevaron bienes, otros trabajan en la corazón, en cuyo corazón había puesto obra. (Por ejemplo, Ex. 36:2) Jehová sabiduría, todo hombre a quien su corazón le movió a venir a la obra para trabajar en ella. 3. La abundancia de las ofrendas (Éxodo 36:3‐7) La generosidad del pueblo sobrepasó la necesidad del momento. Es decir, en este caso Dios provee en abundancia a través de su pueblo. La lección de la generosidad: aplicación El texto bíblico es muy honesto en cuanto a los hijos de Israel y sus actitudes durante su peregrinaje en el desierto. En otros momentos, sus actitudes y acciones no cumplían con la voluntad de Dios. Eran seres humanos como nosotros. Lo que leemos aquí nos hace reflexionar. Dios pide una ofrenda totalmente voluntaria para construir el Tabernáculo según su diseño. Moisés no manipula al pueblo, no exige que todos den. Ellos dan libremente y con el propósito de llevar a cabo la obra de Dios. Dan de sus bienes y de sus talentos. Ningún individuo tuvo suficiente para hacer el trabajo. Moisés no pudo hacerlo solo. Fue un trabajo de la comunidad (congregación). Fue un trabajo según la voluntad y el diseño de Dios. ¿Cómo se construye un tabernáculo en el desierto? ¿Estamos dispuestos a trabajar juntos? ¿Según el diseño de Dios? ¿Tenemos un corazón “de buena voluntad” para llevar a cabo la obra de Dios? ¿Somos generosos de corazón? ¿Reconocemos que el trabajo es de la comunidad y no de una sola persona? Reflexión en oración Según este pasaje, ¿qué agrada a Dios? ¿Qué quiere enseñarme Dios de este pasaje en este momento de mi vida? 10 Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” Deut. 8:2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. 3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. (véase también: I Corintios 10:1‐12) Esta semana, estamos observando a los israelitas durante sus años en el desierto para poder vernos a nosotros mismos cómo Dios nos ve y dejar que Él obre profundamente en nuestro ser por medio de su Palabra y el poder de Su Espíritu Santo. 5. La lección de la fe (Números 13:26‐14:11) Contexto Resumen de Números 13:1‐25: Dios manda a Moisés a enviar los doce espías a reconocer la tierra. Da sus instrucciones explícitas. Ellos obedecen y después de cuarenta días, regresan con sus informes y una muestra del fruto de la tierra. El propósito de Dios era darles la tierra: era parte de la promesa a Abraham. La promesa fue renovada en el llamado de Moisés y repetida en el establecimiento del pacto en el desierto. Dios había dado su Palabra. Éx. 6:4 También establecí mi pacto con ellos, de darles la tierra de Canaán, la tierra en que fueron forasteros, y en la cual habitaron. Lev. 25:38 Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para daros la tierra de Canaán, para ser vuestro Dios. El pasaje: ¿a quién temes? Los doce espías vieron la misma tierra con sus riquezas y con sus habitantes. Diez medían a los gigantes y las ciudades según su propia capacidad y sacaron sus conclusiones. Dos medían a los mismos gigantes a la luz del poder de Dios y sacaron sus conclusiones. La diferencia los lleva a diferentes actitudes y acciones aunque han visto el mismo peligro y la misma bendición. Las palabras de los diez reflejan su temor y los lleva aun a la exageración. 13:32 Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. 33 También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos. Los diez comunican su miedo al pueblo, sus temores se contagian y el pueblo los sigue. 14:1 Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. 2 Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! 3 ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? 14:4 Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto. 11 Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” Estudiando la vida de Israel en el desierto, se puede ver que tuvieron miedo de Dios pero no lo honraban, no lo temían. No confiaban en su palabra teniendo la presencia del Señor con ellos. Así que cuando oyeron de los gigantes, el mayor miedo ganó y los llevó a la rebelión. El miedo los motivó y los llevó a la acción. ¿Cómo respondieron los que sí, temían (honabran) a Dios? …. 6 Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, 7 y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. 8 Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. 9 Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis. 14:8 Josué y Caleb, midiendo el desafío a la luz del Señor, tenían otra perspectiva. Nunca negaron la presencia de los gigantes sino habaron con fe en Dios como dijeron en 14:9 “nosotros los comeremos como pan…con nosotros está Jehová”. Cuando los israelitas llegaron a sentirse mal por el juicio de Dios que Moisés les anunció, decidieron tomar la batalla en sus propias manos, el resultado fue desastroso porque Dios no les había mandado a pelear. (14:39‐45). El juicio de Dios dejó a toda esa generación muerta en el desierto, con la excepción de Josué y Caleb. Vemos esta historia reflejada en la palabras de Moisés a la siguiente generación: Deuteronomio 31:6 Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará. 31:7 Y llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar. 8 Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides. Aplicación: la lección de la fe Cuando vamos a comenzar algo nuevo, ¿vemos a los “gigantes” a la luz del Dios grande y temible o los vemos a la luz de nuestros temores? El temor a cualquier cosa o persona que no sea Dios, sin el temor verdadero al Señor, nos puede llevar a la rebelión contra Dios. (Temor al Señor=honra, reverencia, obediencia) La falta de fe puede ser contagiosa. No vivimos solos. ¿Nuestra manera de vivir lleva a otros a confiar en Dios o les aumenta el miedo y la angustia? Reflexión en oración Según este pasaje, ¿qué agrada a Dios? ¿Qué quiere enseñarme Dios de este pasaje en este momento de mi vida? 12 Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” Deut. 8:2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. 3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. Esta semana, estamos observando a los israelitas durante sus años en el desierto para poder vernos a nosotros mismos cómo Dios nos ve y dejar que Él obre profundamente en nuestro ser por medio de su Palabra y el poder de Su Espíritu Santo. (véase también: I Corintios 10:1‐12) 6. La lección de la gratitud (Números 11:4‐10, 18‐23, 31‐34) Contexto Saliendo del desierto del Sinaí, los israelitas se encuentran en una parte del desierto más inhóspito. Hacía tiempo que comían maná cada día como la provisión milagrosa de Dios. Así que el contexto aquí no es de vida y muerte por falta de sustento. El problema es otro… Cuando nos cansamos de la provisión de Dios: Números 11:4‐6 Núm. 11:4 Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne! 5 Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; 6 y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos. En el desierto de Sin cuando Dios mandó por primera vez el maná, la queja del pueblo había sido por no tener qué comer pero ahora es porque se han cansado de la fiel provisión de Dios Salm. 78:24 E hizo llover sobre ellos maná para que comiesen, Y les dio trigo de los cielos. √Los extranjeros hacen los primeros comentarios pero el texto claramente atribuye a los israelitas el llanto que sube delante de Moisés 25 Pan de nobles comió el hombre; Les envió comida hasta saciarles. y de Dios. 26 Movió el solano en el cielo, Vemos como la queja es contagiosa y llega a los hogares. (11:10). Y trajo con su poder el viento sur, 27 E hizo llover sobre ellos carne como polvo, √Su queja se caracteriza por la nostalgia: anhelan la esclavitud de Como arena del mar, aves que vuelan. Egipto. 28 Las hizo caer en medio del campamento, No hay ninguna referencia a todo lo que Dios había hecho para Alrededor de sus tiendas. 29 Comieron, y se saciaron; sacarlos de tal esclavitud y hacer de ellos una nación. Es como Les cumplió, pues, su deseo. no hubiera hecho nada. 30 No habían quitado de sí su anhelo, Aún estaba la comida en su boca, El milagro del maná se convierte en algo ordinario, rutinario. 31 Cuando vino sobre ellos el furor de Dios, E hizo morir a los más robustos de ellos, Como juicio, Dios les da lo que piden en sobreabundancia. El Y derribó a los escogidos de Israel. resultado es la muerte de muchos de ellos. El 11:34 lo describe 32 Con todo esto, pecaron aún, Y no dieron crédito a sus maravillas. así: Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot‐hataava, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso. La palabra “ta’avah” aparece en el 11:4. La Reina Valera la traduce: vivo deseo. La Nueva Versión Internacional la traduce: apetito voraz. Esta palabra es la segunda parte del nombre que le ponen al lugar, después de “sepulturas.” 13 Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” Vemos algo muy parecido en tiempos de la segunda generación en el desierto. El maná ya no les parece una bendición sino un fastidio. “El pan de nobles” (véase el Salmo 78:25) les parece algo despreciable. Núm. 21:4 ¶ Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. 5 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. 6 Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. “…nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano…” (Reina Valera) “…estamos hartos de esta pésima comida! “ (Nueva Versión Internacional) ¡Qué triste comentario! Refleja una relación con Dios por interés que se tambalea en medio de las dificultades y no agradece el cuidado de Dios en medio de las pruebas. En ambas generaciones, la queja del pueblo trae el juicio de Dios sobre ellos porque refleja la falta de gratitud que caracteriza su relación con Dios. En ambos casos se manifiesta la misericordia de Dios en medio del juicio. Dios no abandona a su Pueblo en el desierto; no deja de enviar el maná que es el necesario sustento diario de ellos. Aplicación: la lección de la gratitud La queja del pueblo de Dios puede reflejar el hecho de que el pueblo no está identificado con los propósitos de Dios sino con sus propios intereses. A veces queremos todo lo que Dios nos puede dar según nuestros deseos, pero sin intimidad con Él. La queja es contagiosa. ¿Reconocemos la provisión de Dios en nuestra vida diaria? ¿Somos realmente agradecidos por el cuidado de Dios? ¿Se caracteriza nuestra conversación por el agradecimiento o por la queja? Reflexión en oración Según este pasaje, ¿qué agrada a Dios? ¿Qué quiere enseñarme Dios de este pasaje en este momento de mi vida? 14 Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” Deut. 8:2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. 3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. Esta semana, estamos observando a los israelitas durante sus años en el desierto para poder vernos a nosotros mismos cómo Dios nos ve y dejar que Él obre profundamente en nuestro ser por medio de su Palabra y el poder de Su Espíritu Santo. (véase también: I Corintios 10:1‐12) 7. La lección de la obediencia (Números 20:1‐13) Contexto Este pasaje marca el comienzo de la última etapa del peregrinaje en el desierto; ya queda poco tiempo antes de la entrada en la Tierra Prometida. Están de nuevo en el desierto de Zin, en Cades. Allí muere María, la hermana de Aarón y Moisés. Una vez más, el pueblo comienza a quejarse por la falta de agua. La queja se convierte rápidamente en rebelión contra Moisés y Aarón y en contra del Señor. Cuando Moisés y Aarón buscan al Señor, su gloria los cubre y Dios les da instrucciones. Dios disciplina a sus hijos En este relato, Dios dice a Moisés que: 1. tome la vara 2. reúna al Pueblo 3. hable a la roca Núm. 20:10 Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña? 11 Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias. Moisés, después de reunir al Pueblo, les habla con rabia y frustración (no habla a la peña sino al Pueblo) y luego golpea la roca dos veces. El personaje central en el 20:10‐11 debería haber sido Dios, pero la rabia y la desobediencia de Moisés toman en lugar central. En su misericordia, Dios les da agua en abundancia pero, ahora el Señor tiene que tratar con sus líderes quienes han desobedecido sus órdenes. 12 Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado. 13 Estas son las aguas de la rencilla, por las cuales contendieron los hijos de Israel con Jehová, y él se santificó en ellos. La primera cosa que Dios les dice es: por cuanto no creísteis en mí… El concepto bíblico de la fe no separa la confianza en Dios de la obediencia. La fe lleva a la obediencia. Desobedecer a Dios, entonces, es no creer. La Biblia afirma que Moisés tenía una relación íntima con Dios. Así que aquí no es un asunto de no creer en la existencia de Dios o en su poder, sino de desobedecer su Palabra y así deshonrarlo delante de todo el Pueblo. La segunda cosa que Dios le dice a Moisés y Aarón es: para santificarme delante de los hijos de Israel. Aquí vemos el propósito de creer (obedecer) en este pasaje: honrar a Dios delante de un Pueblo rebelde. No honraron a Dios delante de su Pueblo. En su actitud, sus palabras y sus acciones, Moisés no glorificó a Dios . 15 Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” La tercera cosa que Dios les dice es la consecuencia de su pecado: por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado. Se incluye a Aarón en el juicio aunque el texto bíblico no nos dice explícitamente cuál era su papel en ese momento. El juicio les es sumamente fuerte: después de cuarenta años de guiar al Pueblo de Dios hacia la Tierra Prometida, no entrará ni Aarón ni Moisés. Un poco más adelante en la historia, Moisés cuenta cómo él pidió que Dios cambiara su juicio pero la respuesta de Dios era negativa y era final. Deut. 3:23 Y oré a Jehová en aquel tiempo, diciendo: 24 Señor Jehová, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza, y tu mano poderosa; porque ¿qué dios hay en el cielo ni en la tierra que haga obras y proezas como las tuyas? 25 Pase yo, te ruego, y vea aquella tierra buena que está más allá del Jordán, aquel buen monte, y el Líbano. 26 Pero Jehová se había enojado contra mí a causa de vosotros, por lo cual no me escuchó; y me dijo Jehová: Basta, no me hables más de este asunto. 27 Sube a la cumbre del Pisga y alza tus ojos al oeste, y al norte, y al sur, y al este, y mira con tus propios ojos; porque no pasarás el Jordán. 28 Y manda a Josué, y anímalo, y fortalécelo; porque él ha de pasar delante de este pueblo, y él les hará heredar la tierra que verás. Moisés finalmente acepta el juicio de Dios Deut. 34:4 Y le dijo Jehová: Esta es la tierra de que juré a y obedece al Señor, muere fuera de la Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré. Tierra Prometida pero muere en plena Te he permitido verla con tus ojos, mas no pasarás allá. 5 Y comunión con Dios. murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová. 6 Y lo enterró en el valle, en la El pueblo rebelde pudo ver a su líder tierra de Moab, enfrente de Bet‐peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy. obediente y sumiso a la disciplina de Dios. Aplicación: la lección de la obediencia 1. Creer en Dios incluye la obediencia. 2. No vivimos aislados de otras personas; nuestro pecado puede llevar consecuencias más allá de nosotros mismos. Si somos líderes, tenemos mayor responsabilidad. 1Cor. 10:11 Y estas cosas les acontecieron 3. Aun la persona quien ama a Dios y tiene una relación íntima como ejemplo, y están escritas para con Él puede fallar en algún momento. amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. 12 4. Aceptar la disciplina de Dios trae mayores bendiciones Así que, el que piensa estar firme, mire porque que no caiga. 13 No os ha sobrevenido 4.1 permite que crezcamos en nuestra relación con Él ninguna tentación que no sea humana; 4.2 sirve de testimonio a otros pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 16 Reflexión en oración Según este pasaje, ¿qué agrada a Dios? ¿Qué quiere enseñarme Dios de este pasaje en este momento de mi vida? Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” 8. La lección del desierto (conclusión) (Deut. 8:1‐17) Contexto Los hijos de Israel están en los campos de Moab, ya listos para entrar en la Tierra Prometida. La segunda generación bajo el liderazgo de Josué va a entrar. El libro de Deuteronomio contiene las últimas palabras de Moisés dirigidas al pueblo, resumiendo los años en el desierto. Libres, pero no Independientes Deut. 8:1‐10: lecciones de vida el desierto La liberación de la esclavitud no era para formar a un pueblo independiente y autosuficiente sino para formar a un pueblo consciente de su dependencia de Dios. Los propósitos del desierto (8:2‐3) Deut. 8:16 que te sustentó con 1. para probarte, para saber lo que había en tu corazón (8:2) maná en el desierto, comida que tus padres no habían “Afligirte” podría ser traducido como “humillarte.” Se repite varias conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre veces en el pasaje, siempre con el fin de hacerle bien al pueblo como hacerte bien; se afirma en Deut. 8:16. Dios estaba cultivando en su pueblo un reconocmiento de dependencia y una vida de obediencia en el desierto, ambiente perfecto para enseñar los límites del poder humano. 2. para hacerte saber que el pan no es suficiente si no existe una relación con el Dios verdadero (8:3) La manera de mandar el maná les enseñaba del cuidado diario de Dios quien no falla. Si estaban abiertos a verlo, el desierto producía en ellos un sentido profundo de su necesidad de Dios para poder vivir. El que da el pan es más importante que el pan. (Lamentablemente, ya hemos visto que muchas veces no vieron más allá del pan físico.) 3. para enseñarte como hijo amado a honrar, obedecer y confiar en tu Padre 8:5 Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su Dios estaba cultivando un sentido de dependencia, formando un pueblo que hijo, así Jehová tu Dios te dependía del Dios viviente, que lo honraba en su estilo de vida. castiga. 6 Guardarás, pues, los mandamientos Una observación : no terminaría la dependencia en Dios llegando a Canaán, de Jehová tu Dios, sino tomaría otra forma. andando en sus caminos, y Éxodo 16:35 Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta temiéndole. que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán. Josué 5:12 Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año. Ahora, Dios quien mandaba el maná iba a mandar la lluvia, el sol, y lo necesario para la cosecha. (Ellos iban a trabajar, pero al final, la cosecha era bendición de Dios.) 17 Seminario Evangélico de Caracas Semestre A‐2014 Devocional: 17‐20 de marzo de 2014 “Retratos desde el desierto: lecciones de vida para el peregrino” Deut. 8:11‐17: el peligro de olvidar En el umbral de la nueva vida en la tierra prometida, Moisés les advierte de un gran peligro: el peligro de olvidar las lecciones aprendidas en el desierto. Es un tema que se repite a través de todo el libro de Deuteronomio. Saliendo del desierto, se iban a encontrar con el peligro de olvidar las lecciones del desierto y creer la mentira de la autosuficiencia. …14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de 3 Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de En el desierto “grande y terrible” en su gran necesidad casa de servidumbre; 15 que te hizo caminar por un Dios les había enseñado la humildad. En la austeridad desierto grande y espantoso, lleno de serpientes del desierto habían sido probados. Ahora, iban a ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no enfrentar la tentación de olvidar esto, cayendo en el había agua, y él te sacó agua de la roca del orgullo. La abundancia también les iba a probar. pedernal;… 17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. Las palabras de Moisés los llaman a 1. recordar las lecciones de su historia 2. reconocer al Señor en su nueva vida, acordándose de las obras de Dios en su pasado. La advertencia se cierra con una amonestación contundente: la posesión de la Tierra Prometida era una de las bendiciones del pacto y acondicionada a la fidelidad del Pueblo en su relación con Dios. Si llegaban a olvidar al Señor, perderían la tierra (Deut. 8:19‐20). Deut. 30:19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; 20 amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar. Aplicación: la lección del desierto A veces Dios nos lleva por el desierto para enseñarnos que tenemos un Dios en quien podemos confiar. Somos verdaderamente libres cuando aceptamos que fuimos creados para depender de nuestro Creador. La dependencia de Dios no es por una sola etapa de nuestra vida, sino para toda la vida y siempre. Debemos estar conscientes del peligro de pensar que nosotros mismos hayamos logrado algo con nuestros talentos y habilidades, independientemente de Dios. ¡Cuidémonos del peligro de convertirnos en nuestros propios dioses! La madurez espiritual no lleva a la independencia, sino a una dependencia radical. ¡Que no olvidemos las lecciones del desierto! Reflexión en oración Según este pasaje, ¿qué agrada a Dios? ¿Qué quiere enseñarme Dios de este pasaje en este momento de mi vida? 3 Deuterononio 1:19. 18