Voluntarios relatan el drama de Calais

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LATERCERA Sábado 8 de agosto de 2015
Mundo
[INMIGRACION] La ciudad francesa de Calais se ha convertido en
el nuevo foco de tensión de los migrantes en Europa: más de
3.000 ilegales residen a los pies del Eurotúnel esperando su turno
para cruzar a Reino Unido. Residentes y voluntarios cuentan a
La Tercera las condiciones en las que viven. Por María Paz Salas
Voluntarios relatan
el drama de Calais
E
l improvisado campamento “La Jungla”, en la ciudad
francesa de Calais,
nació por su cercanía con el Eurotúnel,
donde todas las noches cientos de inmigrantes intentan superar las medidas de seguridad y atravesar el Canal de la Mancha en busca de nuevas
oportunidades al otro lado del túnel:
en Reino Unido.
Es en Calais, al norte de Francia,
donde entre 3.000 y 5.000 inmigrantes sin papeles de distintas nacionalidades conviven en un improvisado campamento de un kilómetro de largo por 500 metros de
ancho. Con artículos recolectados
de distintos lugares, hombres y mujeres de Sudán, Eritrea, Afganistán,
Siria, Libia y otros países, intentan
levantar sus improvisados hogares
a las puertas del Eurotúnel.
La situación de Calais se ha convertido en un nuevo foco del drama
migratorio en Europa. Según el Alto
Comisionado de la ONU para los
Refugiados (Acnur), más de 225 mil
inmigrantes y refugiados llegaron a
la Unión Europea por el Mediterráneo en 2015, escapando principalmente de Africa y Medio Oriente.
Muchos de ellos van a parar a Calais,
considerado como una suerte de
“purgatorio”, antes de cruzar el túnel que los llevará a Reino Unido.
Pero el proceso no sólo es peligroso, sino que también cada vez
más difícil. Nueve personas han
muerto intentando cruzar por este
lugar desde comienzos de junio.
Incluso el gobierno británico está
analizando cerrar durante las noches el túnel si la situación se agrava aún más.
A pesar de que la seguridad aumenta día a día, muchos inmigrantes vuelven a intentarlo, colándose
PARA ENTENDER
Más de 225 mil inmigrantes han
llegado a Europa por el Mar
Mediterráneo, escapando de los
distintos conflictos en Medio
Oriente y Africa.
Entre 3.000 y 5.000
inmigrantes se han instalado
en la ciudad francesa de Calais,
para intentar cruzar el
Eurotúnel hacia Reino Unido.
Reino Unido representa un país
muy atractivo para los
inmigrantes africanos. Además
del idioma, viajan allí por sus
condiciones laborales.
en distintos vehículos. El 70% tiene
éxito, pero la vida en el campamento tampoco es fácil.
En “La Jungla” la organización
Médicos del Mundo ha sido testigo
de los principales problemas de
quienes esperan el cruce. Fue una de
las primeras ONG en notar que la situación iba camino a convertirse
en una crisis humanitaria. “La situación no ha mejorado desde hace varios meses. Las condiciones son muy
duras”, contó a La Tercera la coordinadora regional de Médicos del
Mundo en Calais, Isabelle Bruand.
Hace cinco semanas, la ONG tuvo
que abrir una pequeña clínica ambulante para atender las necesidades de los migrantes.
“Todos los días atendemos entre
60 y 90 inmigrantes para una consulta médica o cuidados de enfermería”, afirma. Los inmigrantes,
explica Bruand, vienen desde dis-
tintos países y culturas, pero la mayoría presenta problemas de salud
similares. Todos están relacionados con los intentos de cruzar el
Eurotúnel. “Tienen heridas en las
manos y en las piernas, por intentar escalar”, asegura.
Pero según explicó a este diario,
Philippe Wannesson, bloguero y
voluntario en “La Jungla”, los migrantes también están heridos porque todos los días “sufren de agresión policial por el intento de bloqueo para que no crucen la
frontera”.
Lo mismo opina Célia Demoor,
residente de Calais de 25 años quien
en su tiempo libre organiza a algunos vecinos para ayudar a los inmigrantes a través de su organización
United Voices for Migrants in Calais.
“Hay mucha violencia por parte de
la policía. Por supuesto la situación
a veces es difícil de manejar cuando son tantos, pero muchos quedan
heridos tratando de cruzar porque
es peligroso. Sin embargo, muchos
también son víctimas de la policía
que intenta prevenir que crucen”,
comentó.
Los inmigrantes también arrastran otras condiciones médicas
como problemas dermatológicos,
enfermedades respiratorias y problemas psicológicos.
“Esto es por la acumulación de
traumas que han vivido en sus países de origen, como en los viajes en
barco rumbo a Europa. Tratamos de
hacer distintas actividades para
ayudarlos”, explica Bruand.
El número de inmigrantes ha aumentado considerablemente en sólo
un año. “Desde que he tenido 17
años he seguido la situación de cerca. Pero estos últimos días he ido
bastante seguido al campamento. La
situación ha cambiado mucho en un
año. En este período los migrantes
han pasado de 400 a más de 3.000”,
explica Demoor.
“La Jungla”
Uno de los mayores problemas del
campamento es la higiene y la sanitización, explica Paul Duke, encargado de Comunicación de Solidarités International, otra de las organizaciones presentes en Calais.
Este organismo acudió por el llamado de Médicos del Mundo y está
trabajando en terreno con los inmigrantes. “En el campamento
sólo hay 26 escusados, es decir 115
personas por baño”, explica Duke
a La Tercera.
“Las condiciones sanitarias son
malas, el acceso al agua es limitado
y los mismos escusados son construidos con maderas por los propios
inmigrantes”, describe Demoor.
Otro gran problema es la falta de
alimentos. “Hay una sola comida
por día en los centros de apoyo,
para el resto de las comidas un migrante tiene que recorrer grandes
distancias”, dice Duke.
“Uno de los centros de ayuda está
a siete kilómetros de donde los inmigrantes tratan de cruzar, por lo
que, por ejemplo, si un día quieren
probar suerte para cruzar de noche, no volverán al centro por lo que
puede que no coman en un día completo”, explica Demoor.
Incluso según opina Wannesson,
las condiciones del campamento en
Calais son peores que la de los centros de refugiados en distintos países en conflicto.
“Mucha gente que vino de Africa
ha estado en campos de refugiados
en Chad o Darfur y las condiciones
de vida eran bastante mejores que
estas”, explica Wannesson.
Por lo mismo muchos de los voluntarios que colaboran en Calais se
muestran críticos de las medidas
adoptadas tanto por Francia como
Reino Unido para solucionar el pro-
blema migratorio. “Ellos no han respondido. Sólo han aumentado la seguridad para que los migrantes no
crucen, entonces cada vez es más difícil cruzar, lo que lleva a que ocurran más accidentes. En La Jungla
hay un problema humanitario urgente y no se está haciendo lo suficiente. Hay hombres, mujeres y niños que están en riesgo, sin ningún
tipo de protección”, opina Bruand.
“Están haciendo cada vez más difícil para las personas cruzar la frontera, hay más policías, tanto británicos como franceses, pero no están
solucionando lo que provocó todo
esto”, opina Wannesson. Para el primer ministro británico David Cameron, “al otro lado de la frontera hay
gente que está intentando entrar en
este país de forma ilegal, y aquí, en
Reino Unido, tenemos a conductores y veraneantes sufriendo las consecuencias”.
También la presencia de los migrantes ha causado tensiones con la
propia comunidad francesa de Calais. “La gente de Calais está cansada de la situación porque impacta en
la vida de la ciudad”, explica Demoor. La joven ha presenciado cómo el
tema ha dividido a sus propios vecinos y amigos.
“En general, hay personas que son
‘anti-migrantes’ incluso algunos
muestran violencia física y verbal.
También hay personas que sienten
empatía con ellos. Hay quienes ayudan todos los días y son voluntarios,
porque no quieren que estas personas vivan en estas condiciones”,
describe Demoor. De todas formas
los migrantes que llegan a Calais
han logrado una cierta rutina dentro de la precariedad. “Aún así organizan sus vidas. Hay una escuela,
tiendas y lugares de culto, como una
mezquita y una iglesia, totalmente
improvisadas. Algunos se quedan
aquí por meses”, señala Demoor.b
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