protocolo sobre el testamento y funeral bahá`í

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PROTOCOLO SOBRE EL TESTAMENTO Y FUNERAL BAHÁ’Í
---documento preparado por la Asamblea Espiritual Nacional de los Bahá’ís de España--“A toda persona se le ha impuesto la obligación de escribir testamento. El testador debe encabezar el documento
con el adorno del Más Grande Nombre (1), dar fe en él de la unicidad de Dios en la Aurora de Su Revelación (2),
y hacer mención, según desee, de lo que es loable (3), a fin de que sea un testimonio para él en los reinos de la
Revelación y la Creación y un tesoro en manos de su Señor, el Supremo Protector, el Fiel.” (Bahá'u'lláh, El
Kitáb-i-Aqdas)
“La ejecución de las disposiciones testamentarias causa alegría al espíritu del difunto en el Reino de Abhá.” (De
una carta escrita en nombre de Shoghi Effendi)
(1): “Encabezar el documento con el adorno del Más Grande Nombre”: El testamento debe ir
encabezado con el adorno del Más Grande Nombre.
“El Más Grande Nombre de Dios puede asumir varias formas, todas ellas basadas en la palabra “Bahá”. Los
bahá’ís de Oriente suelen cumplir esta intimación del Aqdas encabezando el testamento con frases como “Oh
Tú, Gloria del Todoglorioso”, “En el nombre de Dios, el Todoglorioso”, o “Él es el Todoglorioso” y otras
parecidas.” (Notas del Kitáb-i-Aqdas )
(2): “Dar fe en él de la unicidad de Dios en la Aurora de Su Revelación”:
Seguidamente, recordando que este testamento espiritual es un testimonio ante Dios y los demás, debe atestiguar
su creencia en Dios y que esta creencia le lleva a reconocer a Bahá’u’lláh como Su Manifestación para esta época.
Véase el siguiente texto de referencia: “El primer deber prescrito por Dios a Sus siervos es el reconocimiento de
Aquel que es la Aurora de Su Revelación y la Fuente de Sus leyes, Quien representa a la Deidad tanto en el Reino
de Su Causa como en el mundo de la creación”. (Bahá'u'lláh, El Kitáb-i-Aqdas)
(3): “Y hacer mención, según desee, de lo que es loable”:
En esta parte, el propósito es que el creyente si lo desea mencione todo lo que le dicte su corazón (conciencia),
recordando que ‘lo que es loable’ es la mención de Dios. Además puede establecer las buenas acciones que desea
que se realicen en su nombre.
(4): Especificar en el testamento, que se desea un funeral bahá’í:
“Se les aconseja encarecidamente a los amigos hacer testamentos que especifiquen que ellos desean que sus
funerales sean realizados bajo los auspicios de la Fe Bahá’í o, por lo menos, en conformidad con sus
requerimientos; y deben hacer saber esto a la Asamblea Espiritual Local y a sus parientes mientras aún viven. De
esta manera, es muy posible que se puedan lograr acuerdos con los parientes no bahá’ís antes de que suceda el
fallecimiento.” (La Casa Universal de Justicia)
(5): Mencionar en el testamento, el tiempo máximo del traslado del cuerpo del fallecido:
El cuerpo no debe trasladarse a más de una hora de viaje desde el lugar del fallecimiento y por esto cada
creyente debería mencionarlo en su testamento.
“Está prohibido para vosotros transportar el cuerpo del difunto a una distancia mayor de una hora de la ciudad.
Antes bien, debe ser enterrado, con radiante serenidad y esplendor, en un lugar cercano”. (Bahá'u'lláh, El Kitáb-iAqdas)
(6): El cuerpo debe ser enterrado:
Se debe mencionar en el testamento que el cuerpo debe ser inhumado. La inhumación se refiere a que el cuerpo
debe ser enterrado.
“Los amigos… (deben) ser alentados a hacer todo lo posible para que se aseguren de tener una inhumación
acorde con la ley bahá’í”. (La Casa Universal de Justicia)
(7): Prohibición de la incineración del cuerpo del difunto:
La incineración está prohibida en la Fe bahá’í y cada creyente debería mencionar en su testamento que no debe
ser incinerado.
“El siente que, en vista de lo dicho por ‘Abdu’l-Bahá contra la cremación (incineración), se debe urgir en forma
insistente a los amigos, como acto de fe, que dejen establecido que sus restos no deben ser cremados. Bahá’u’lláh
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ha dejado asentado como una ley, en el Aqdas, la forma bahá’í de entierro, y ésta es tan bella, apropiada e
investida de dignidad, que ningún creyente debería privarse de ella.” (De una carta escrita en nombre de Shoghi
Effendi)
(8) Tampoco el cuerpo debe ser embalsamado
De acuerdo con las enseñanzas bahá'ís, parece claro que el cuerpo no debe ser embalsamado. (De una carta
escrita de parte del Guardián a un creyente, con fecha 2 abril 1955, citada en Bahá'í National Revew, nº 122
septiembre 1986)
(9) Ofrecer el cuerpo o partes de él a la ciencia
No hay nada en las Enseñanzas que esté en contra de ofrecer nuestro cuerpo para la ciencia médica. Lo único
que debemos estipular es que no deseamos ser incinerados, puesto que ello está en contra de la ley bahá'í.
Al igual que mucha gente que hace sus arreglos para ofrecer su cuerpo a la ciencia médica para la investigación, él
sugiere que usted indague o bien a través de algún amigo abogado o por medio de algún hospital, cómo puede
usted hacerlo, y después redacte las disposiciones necesarias en su testamento, estipulando que usted desea que
su cuerpo, una vez muerto, sea empleado para el servicio de la humanidad, y que, por ser bahá'í, pide que sus
restos no sean incinerados, ni que se trasladen a más de una hora de camino del lugar en el que usted haya
fallecido.(De una carta escrita de parte del Guardián a un creyente el 22 de marzo de 1957, citada en Directrices
del Guardián nº42)
(10): Autoridad plena del testador sobre sus bienes:
Bahá'u'lláh afirma que, al redactar el testamento, "La persona goza de autoridad plena sobre sus bienes", ya que
Dios ha permitido al individuo "proceder de la manera como desee con lo que Él le ha concedido."
No obstante, hay que recordar que actualmente estas y otras disposiciones de la ley bahá’í están limitadas por
las leyes civiles del país y habrá que examinar la legislación vigente.
(11): No acumular riquezas en un punto:
“….aunque se permite que el bahá’í disponga de su riqueza en su testamento según su deseo, empero, al escribir
su testamento, éste se halla moral y conscientemente obligado a tener siempre presente la necesidad de respetar
el principio de Bahá’u’lláh relativo a la función social de la riqueza, y la necesidad consiguiente de evitar su
concentración y acumulación excesiva en unos pocos individuos o grupos de individuos.” (De una carta escrita
en nombre de Shoghi Effendi)
(12) Acudir a un abogado o notario a la hora de redactar el testamento
La ley civil en relación con la confección de los testamentos es a veces bastante compleja. Es, por consiguiente,
muy aconsejable para un individuo consultar un abogado cuando haga su testamento para asegurarse de que su
intención no es anulable por algún posible quebranto de los requisitos de la ley en la elaboración o ejecución del
testamento. Es también muy deseable para un bahá'í dar pasos durante su vida para asegurarse que su testamento
determine un funeral de acuerdo con la ley bahá'í y que sus restos no sean incinerados.
(13) Las Asambleas no deben ser nombradas ejecutoras de un testamento
Si un creyente expresara el deseo de hacer un legado a una asamblea espiritual local o nacional, ustedes pueden
proporcionar información sobre el nombre y dirección correcta de tal institución, y ustedes son libres de
informar a quien preguntó que ni la asamblea espiritual local ni la asamblea espiritual nacional deben ser
nombradas ejecutoras de un testamento.(Carta de la Casa Universal de Justicia a la Asamblea Espiritual Nacional
de los bahá'ís de las Islas Hawai, el 14 de enero de 1971. Citada en Lights of Guidance 2ª Ed. nº 632)
(14): Gastos de entierro, deudas y Huqúqu’lláh:
“La partición (el reparto) de la herencia podrá efectuarse sólo después de que se haya pagado el Huqúqu'lláh, se
hayan saldado las deudas -si las hubiere-, se hayan cubierto los gastos del funeral y entierro, y se haya dispuesto lo
necesario para que el difunto sea transportado a su última morada con dignidad y honor. Así lo ha ordenado
Quien es el Señor del principio y del fin”. (Bahá'u'lláh, El Kitáb-i-Aqdas)
Bahá'u'lláh señala que el orden de precedencia en el pago de estos gastos es como sigue: 1º (primero) los costes
del funeral y entierro; 2º (segundo), la reparación de las deudas del difunto; y 3º (tercero), la satisfacción del
Huqúqu'lláh.
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(15): Volver el rostro del difunto hacia el Qiblih:
“Los difuntos deben enterrarse con su rostro vuelto hacia el Qiblih.” (De una carta escrita en nombre de Shoghi
Effendi)
Nota: colocar el cuerpo con los pies apuntando hacia el Qiblih.
(16): Anillo sepulcral para la mano del difunto:
El anillo debe emplease para los que han llegado a la edad de la madurez (15 años). En sus dedos debe colocarse
un anillo con la inscripción “De Dios vine y a Él vuelvo, desprendido de todo salvo de Él, aferrándome a Su
Nombre, el Misericordioso, el Compasivo.” (Bahá'u'lláh, El Kitab-i-Aqdas)
“La colocación del anillo sepulcral en los muertos no tiene otro significado que el de enfatizar nuestra profunda
convicción de que nuestras almas vienen de nuestro Creador y que a Él retornan, ya que en Él creemos y
confiamos.”(De una carta escrita en nombre de Shoghi Effendi)
(17): Preparación del cuerpo y ataúd:
“El Señor ha decretado, además, que el difunto sea envuelto en cinco sudarios de seda o algodón (blanco). Para
aquellos cuyos medios sean limitados baste un sudario de uno u otro tejido.” (Bahá'u'lláh, El Kitab-i-Aqdas)
“El Señor ha decretado que los muertos sean enterrados en ataúdes de cristal, de piedra dura y resistente, o de
madera a la vez fina y durable…” (Bahá'u'lláh, El Kitab-i-Aqdas)
Pregunta: El Báb nos ha dicho que sepultemos a los muertos en seda -si es posible- dentro de ataúdes de cristal.
¿Por qué?
Respuesta: “Porque el cuerpo, aunque polvo ya, ¡fue alguna vez enaltecido por el alma inmortal del hombre!”
(De una carta escrita en nombre de Shoghi Effendi)
Aunque el Kitáb-i-Aqdás ordena que el cuerpo sea envuelto en un sudario, no hay nada en los Escritos que
defina cómo debe hacerse el amortajamiento. En cuanto a envolver el cuerpo en las cinco piezas del sudario, los
amigos están libres de usar su propio criterio sobre el asunto hasta que la Casa de Justicia pueda decidir legislar
sobre ello. En una carta fechada el 1 de julio de 1943 dirigida a un creyente individual, el amado Guardián
declaró que si no es posible disponer de las cinco piezas, está permitido usar una pieza, ya sea de seda o de
algodón.
No se ha encontrado ningún texto permitiendo vendar el cadáver en vez de envolverlo en un sudario. (De una
carta fechada el 10 de abril de 1989 escrita de parte de la Casa Universal de Justicia a un creyente. Publicada
Bahá'í Journal Octubre 1989)
(18): Símbolos en las lápidas:
“No hay ninguna razón para que la palabra “Bahá’í” no deba aparecer en el centro de una estrella de nueve
puntas en la lápida sepulcral…, pero el emblema del anillo y el Más Grande Nombre no deben ser usados sobre
las sepulturas bahá’ís. No está prohibido, sino que es impropio.” (De una carta escrita en nombre de Shoghi
Effendi)
“Con respecto a su pregunta sobre el uso del Más Grande nombre en las lápidas de bahá’ís o no bahá’ís, el
Guardián considera que éste es demasiado sagrado como para ser expuesto en tal sitio de uso general, y los
amigos no debieran usarlo en sus lápidas. Pueden usar citas de las Escrituras, si lo desean, pero no el Más Grande
Nombre.” (De una carta escrita en nombre de Shoghi Effendi)
(19): Oración para los difuntos:
La oración para los muertos debe ser recitada en el funeral para los que han llegado a la edad de la madurez (15
años).
“La oración para el funeral es la única oración bahá’í obligatoria que debe recitarse en congregación; debe ser
recitada por un creyente mientras todos los presentes permanecen de pie. No hay necesidad de volverse al Qiblih
cuando se recita esta oración.” (Casa Universal de Justicia, Sinopsis y Codificación de las Leyes y Ordenanzas del
Kitáb-i-Aqdas)
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