UNIVERSIDAD DEL TURABO Escuela de Ciencias Sociales y Humanas APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA POSITIVA PARA LA PREVENCIÓN DE TRASTORNOS EN LA CONDUCTA HUMANA por Caroline Rodríguez Mercado DISERTACIÓN Presentada como requisito para la Obtención del Grado de Doctor en Consejería Psicológica Gurabo, Puerto Rico mayo, 2012 UNIVERSIDAD DEL TURABO CERTIFICACIÓN DE APROBACIÓN DE DISERTACIÓN La disertación de Caroline Rodríguez Mercado fue revisada y aprobada por los miembros del Comité de Disertación. El formulario de Cumplimiento de Requisitos Académicos Doctorales con las firmas de los miembros del comité se encuentra depositado en el Registrador y en el Centro de Estudios Doctorales de la Universidad del Turabo. MIEMBROS DEL COMITÉ DE DISERTACIÓN Dra. María L. Villeneuve Román, PhD Sistema Universitario Ana G. Méndez Directora Dra. María del C. Santos Gómez, PhD Universidad del Turabo Miembro Dra. Vidamaris Zayas Velázquez, PsyD Universidad del Turabo Miembro ©Copyright, 2012 Caroline Rodríguez Mercado. Derechos reservados APPLICATION OF POSITIVE PSYCHOLOGY IN THE PREVENTION OF HUMAN BEHAVIOR DISORDERS by Caroline Rodríguez Mercado Dr. María L. Villeneuve Román Thesis Committee Director The problem researched consisted of exploring and analyzing the application of Positive Psychology in the prevention of human behavior disorders through various studies conducted in several countries, including Puerto Rico. The conceptual framework used stemmed from the model developed by Martin Seligman (2002), who developed the concept of Positive Psychology, and Fredrickson, author of Broaden and Build Theory of Positive Emotions. Both authors are devoted to the scientific study of the optimal functioning of the human being in order to counteract the effect of negative emotions and facilitate preventive interventions or interventions centered in the development of well-being and mental health. However, the effects of psychology have traditionally been considered and framed remedially, within the practice of psychological illnesses, without regard for the study of the positive characteristics that contribute to human well-being (Vera Poseck, 2006). The applied research design stemmed from meta-analysis (Jenick, 1989). Therefore, a sample of 23 studies carried out between 1990 and 2011 in the United States, Spain and Puerto Rico was reviewed. According to the results of the critical analysis, 10,118 residents of the United States, Spain and Puerto Rico, of various ages and genders, participated in research studies that included application of Positive iv Psychology in the treatment of behavior disorders linked to emotional/mental health related conflicts. It was shown that the Positive Psychology model was mostly applied to conditions of depression, anxiety, eating disorders, aggressiveness, substance abuse, social dysfunction and negative emotions. This research consensus shows that Positive Psychology is useful to prevent the conditions treated. On the other hand, the results contribute to corroborate those put forth by Martin Seligman (2002) and the benefits of the Broaden and Build Theory of Positive Emotions developed by Fredrickson (2000), as they allow the person to adapt well to difficult situations and life crises. The recommendations presented include promoting that the Positive Psychology’s paradigm be taught to psychologists and other health professionals, and that they be trained in it, know its application and the ongoing research. v DEDICATORIA Le dedico este trabajo académico a mi familia, mis amigos y todas aquellas personas que creyeron en mí. También, a todos los profesionales psicólogos que diariamente contribuyen en el bienestar psicológico y desarrollo óptimo de las personas y la sociedad puertorriqueña. Este éxito es producto de la determinación de trabajar en lo que creo y la fe que me sostiene, “…es pues la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve…” (Hebreos 11:1). vi AGRADECIMIENTOS En primer lugar, doy gracias a la vida, a mi señor por permitirme disfrutar de salud, vitalidad para el logro de esta meta y haberme mantenido con pie firme rodeándome de seres humanos maravillosos y seres de luz que me apoyaron siempre. Agradezco a mi amiga y colega la Dra. María Colton, por servir de motivación inicial para dar comienzo a esta aventura. A mis ángeles guardianes (mami y papi), mis hermanos, mis tres bellas sobrinas y abuelos por acompañarme y creer en mí; particularmente a ti Irene por tu optimismo y apoyo incondicional. Gracias Javier por la compañía, el espacio, el respeto y tu apoyo en esta empresa. Gracias Yolanda por tu generosidad y disposición en todo momento. Finalmente, al Comité de disertación, la Dra. María Villenueve, por su honesta, incondicional y trasparente participación durante el proceso. Ha sido para mi un ser de luz dirigiéndome con su basta sabiduría para ser hoy más competente en mi profesión. Agradezco además, a la Dra. María del C. Santos y a la Dra. Vidamaris Zayas por la aportación de su tiempo, recomendaciones y apoyo académico. La persistencia, la motivación, el compromiso y la dedicación con la que realicé este trabajo fue posible gracias a los que en mi creyeron y fueron testigos de mi desarrollo profesional. Los quiero. vii TABLA DE CONTENIDO Página LISTA DE TABLAS………………………………………………………………… x CAPÍTULO I: INTRODUCCIÓN Antecedentes…………………………………………………………………………. 1 Planteamiento del problema…………………………………………………………. 5 Objetivo y justificación de estudio.…………………………………………………. 6 Pregunta de investigación…………………………………………………………… 10 Marco conceptual…………………………………………………………………… 10 Revisión de la literatura…………………………………………………………….. 13 Definición de términos y variable (fenómeno)……………………………………... 28 CAPÍTULO II: MÉTODO Introducción………………………………………………………………………… 31 Diseño de investigación………………………………………….............................. 31 Descripción de la población y selección de la muestra…………………………….. 32 Descripción del instrumento de investigación………………………………………32 Proceso de validación………………………………………………………………32 Procedimiento……………………………………………………………………….33 Análisis cualitativo y cuantitativo.………………………………………………….34 CAPÍTULO III: RESULTADOS Introducción……………………………………………………................................35 Estudios realizados en los Estados Unidos………………………………………….35 viii Página Estudios realizados en España………………………………………………………50 Estudios realizados en Puerto Rico…………………………………………………59 CAPITULO IV: DISCUSIÓN Introducción…………………………………………………………………………71 Análisis crítico de acuerdo con la pregunta investigativa…………………………..72 Conclusiones……………………………………………………………………….. 89 Recomendaciones……………………………………………………………………90 Limitaciones…………………………………………………………………………92 REFERENCIAS…………………………………………………............................. 93 ix LISTA DE TABLAS Página Tabla 1. Resumen de resultados de estudios analizados en los Estados Unidos de Norteamérica …………………………………………………………………72 2. Resumen de resultados de estudios analizados en España …………………...78 3. Resumen de resultados de estudios analizados en Puerto Rico ………………81 4. Metanálisis: Resumen de hallazgos por país y del total ……………………..84 x CAPÍTULO I INTRODUCCIÓN Antecedentes La psicología es una ciencia que en los últimos 60 años ha centrado su atención e intervención primaria en los problemas que emergen del ser humano. A su vez, en intervenciones preventivas donde se dé énfasis a promover el bienestar de las personas y desarrollar aquellas capacidades que le permitan su crecimiento y de ésta forma disfrutar de una mejor calidad de vida. El mantener un estado de salud física o mental no debe consistir únicamente en carecer de enfermedades o trastornos, sino en disfrutar de una serie de capacidades y recursos que permitan resistir las adversidades y crear condiciones que permitan el máximo desarrollo del individuo (Almedon, y Glandon, 2007; Vázquez, y Hervás, 2008). Actualmente, la sociedad puertorriqueña enfrenta situaciones sociales estresantes y conflictivas tales como: violencia, drogadicción, alcoholismo, suicidio y trastornos mentales, entre otros, que afectan la calidad de vida y el bienestar general de los puertorriqueños (Asociación de Piscología de Puerto Rico, 2008). Martorelli y Mustaca, (2004) plantean que en la realidad de la vida cotidiana de la persona los acontecimientos estresantes, ansiógenos y conflictivos surgen, por lo regular, de las situaciones y dinámicas que habitualmente o inesperadamente están expuestos y enfrentan. Por consiguiente, es necesario que el ser humano conozca una serie de recursos y desarrolle una serie de destrezas para afrontar las situaciones estresantes y conflictivas. Martínez Martínez, (2006) señala que es importante que los seres humanos conozcan y reconozcan aspectos tales como: los rasgos de personalidad, las fortalezas y virtudes positivas que poseen como condición indispensables para enfrentar los cambios y situaciones adversas 1 a la que están expuestos en su vida diaria a los efectos de que logren una adaptación psicológica saludable que habrá de reflejarse en una mejor calidad de vida. La Psicología Positiva como parte de la profesión del psicólogo es una visión reciente de nueva aparición que busca comprender, a través de la investigación científica, los procesos que subyacen en las cualidades y emociones positivas del ser humano que han sido ignoradas por mucho tiempo en esta disciplina. El interés en la aplicación de la Psicología Positiva es aportar nuevos conocimientos acerca de la ‘psique’ humana; no sólo para ayudar a resolver los problemas de salud mental que adolecen a los individuos, sino también para alcanzar una mejor calidad de vida y bienestar sin apartarse de la más rigurosa metodología científica propia de toda ciencia de la salud. De esta forma aporta al desarrollo de investigaciones y conocimientos en relación a cualidades como el optimismo, la felicidad y la inteligencia emocional. A su vez, representa un nuevo punto que complementa los enfoques teóricos, conceptuales y modelos de la Psicología existente (Vera Poseck, 2006). En la Psicología Positiva se atiende y se valora, desde la perspectiva del pasado, presente y futuro las experiencias subjetivas, el bienestar y la satisfacción, la esperanza y el optimismo, la fluidez (flow) y la felicidad. A nivel individual, mediante la aplicación del paradigma psicológico positivo se focaliza en aquellos rasgos en el individuo positivos tales como: la capacidad de amar, la vocación, la valentía, las destrezas, la sensibilidad estética, la perseverancia, la capacidad de perdonar, la originalidad, la orientación hacia el futuro, la espiritualidad, el talento y la sabiduría. A su vez, en el nivel grupal se hace énfasis en las virtudes cívicas y en los valores establecidos en las instituciones que mueven a las personas a ser mejores ciudadanos/as vinculadas con la responsabilidad, la 2 capacidad de nutrir (nurturancé), el altruismo, el civismo, la moderación, la tolerancia y la ética de trabajo (Seligman y Csikszentmihalyi, 2000). Seligman Martin, Lee Duckworth y Steen, (2005) plantean que en la Psicología Positiva se considera que una persona que presenta el mayor número de síntomas psicopatológicos, además de sus preocupaciones y tristezas, tiene el deseo de aliviar el sufrimiento. De acuerdo con los autores, esta persona también busca la satisfacción y la alegría y, de igual forma, pretende tener una vida llena de significado y propósito. No obstante, señalan que alcanzar un estado de satisfacción y alegría, así como una vida con significado y propósito no se logra de forma automática sólo con remover el sufrimiento. Indican que es necesario promover emociones positivas y que la reorganización del carácter puede ayudar en aliviar el sufrimiento, enmendar la raíz de sus causas y descubrir o redescubrir el significado y propósito en su vida directa o indirectamente. Por otra parte, Seligman Martin y Csikszentmihalyi, (2000) mencionan que desde los años 90, el interés por la prevención de trastornos emocionales y enfermedades mentales contribuyó al desarrollo de la Psicología Positiva. Los autores han expresado que en los últimos cincuenta años los psicólogos/as han internalizado y aprendido que el enfoque médico patológico no ha ayudado significativamente a la Psicología como disciplina a desarrollar modelos efectivos para la prevención de enfermedades mentales, de violencia y de abuso de sustancias entre otros trastornos en la conducta. Por el contrario, los mayores adelantos en el campo de la prevención se han dado como resultados de las investigaciones dirigidas a desarrollar las competencias profesionales necesarias y no en corregir deficiencias. Los autores aluden a que las investigaciones en el tema de la prevención han demostrado que existen fortalezas en las personas que sirven de amortiguadores contra la enfermedad mental. Entre estas fortalezas mencionaron la 3 valentía, la orientación hacia el futuro, el optimismo, las destrezas interpersonales, la fe, la ética de trabajo, la esperanza, la honestidad y la capacidad de introspección que conduce a las personas a tener una mejor participación ciudadana. Las publicaciones de Seligman Martin y Csikszentmihalyi, (2000) acerca de la Psicología Positiva, destacan cuatro cualidades positivas de la personalidad con las que se trabaja terapéuticamente al aplicar este paradigma. Estas cualidades son las siguientes: 1) el bienestar subjetivo, 2) el optimismo, 3) la felicidad y, 4) la auto-determinación. El término bienestar subjetivo se refiere a lo que las personas piensan y en cómo se sienten respecto a sus vidas. En otras palabras, este término refiere a conclusiones cognitivas y afectivas a las que llegan cuando evalúan su existencia y que conducen a las cualidades que las personas usualmente identifican como optimismo, felicidad y autodeterminación. De acuerdo con las autoridades de la Academia Estadounidense de Médicos de Familia (2006) las personas emocionalmente sanas tienen control de sus pensamientos, sus sentimientos y sus comportamientos. Además, se sienten bien consigo mismas y tienen buenas relaciones interpersonales; lo cual les permite enfocar y dirigir los problemas hacia una nueva o mejor perspectiva. Martin y Boeck, (2003) refieren a que las emociones se han estudiado principalmente por el papel adaptativo que han ocupado a través de la evolución del ser humano. A estos efectos, las emociones son las que promueven la activación que proporciona la energía necesaria para responder rápidamente a un estímulo que redunda en el bienestar físico o psicológico en la persona y que permite la supervivencia. No obstante, en los últimos años también se ha descubierto que las emociones pueden ser perjudiciales para la salud porque influyen de forma adversa en las enfermedades perdiendo, en este sentido, su valor adaptativo. 4 Finalmente, en el presente siglo 21, se empieza a aceptar que los trastornos psicológicos leves o intensos pueden causar enfermedades en el organismo del ser humano. Este vínculo, entre las emociones y la salud fisiológica, va mucho más allá de que las emociones negativas puedan hacer más vulnerables a las personas a contraer una enfermedad que afecte el organismo o que otras emociones positivas favorezcan la recuperación de una dolencia a nivel fisiológico. De modo que, el enfoque de la Psicología Positiva trae consigo todo un cambio en la intervención y el tratamiento de enfermedades que atentan contra la salud física a los efectos de que se consideran los factores psicológicos de la persona enferma, para así intervenir sus emociones con el objetivo de mejorar su salud de forma integral; física y emocional (Prada, 2005). Planteamiento del problema El ser humano desde que nace es sometido a presiones de diversa naturaleza; unas son de origen intrínseco, otras ambientales y con frecuencia conflictivas e incompatibles entre sí (Ríos, 2004). Keyes (2001) plantea que existen personas que, aunque no están mentalmente enfermas no disfrutan del bienestar emocional, psicológico o social adecuado por ser poco o ninguno. El autor categorizó a estas personas como ‘humanos lángüidos’. A su vez, categorizó como ‘humanos florecientes’ a aquellas personas que se distinguen por tener niveles elevados de bienestar emocional y social. Según el autor, estas personas demuestran tener la capacidad y la habilidad de resolver sus conflictos y de autorealizarse como individuo en la vida realizándose a nivel personal y social. De acuerdo con los últimos datos provistos por las autoridades de la Agencia para la Administración de Salud en Puerto Rico fueron contabilizados 273 suicidios durante el año 2008. También, se informó que para el 2004 había un total de 134,835 pacientes atendidos por trastornos de salud mental. Estos datos aluden a trastornos por conceptos 5 de conductas antisociales, uso de drogas, alcohol, conducta suicida e incidentes violentos. Por otra parte, según plantea Lebrón-Sanz (2004), los cambios políticos, históricos, sociales y económicos por los que ha atravesado la sociedad puertorriqueña afectan el desarrollo y la estabilidad emocional de las personas. Seligman Martin y Csikszentmihalyi (2000) refieren que el modelo médico y patológico adoptado durante años para atender los trastornos psicológicos y enfermedades de naturaleza fisiológica en el ser humano ha sido incapaz de acercarse a la prevención del trastorno mental. Según los autores, la perspectiva reduccionista que propicia ambos modelos ha convertido a la Psicología en una ‘ciencia de la victimología’ al centrarse en el diagnóstico, en curar el sufrimiento de los individuos sin incluir la prevención y potenciar las fortalezas en las personas. La problemática que conlleva la falta de prevención de trastornos psicológicos y físicos en la salud por profesionales de la salud genera la preocupación e interés de investigar el tema de la prevención de la salud emocional, mental y física desde la perspectiva de la Psicología Positiva. Es a estos efectos que el problema de investigación consistió en explorar y analizar a través de diferentes estudios realizados en distintos países, incluyendo a Puerto Rico, la aplicación de la Psicología Positiva para la prevención de trastornos en la conducta humana. Objetivo y justificación de estudio En los últimos años el proceso de investigación en la Psicología ha evolucionado hacia el estudio analítico de aspectos dirigidos a la prevención que a condiciones de tipo patológico que tradicionalmente se estudiaban (Vera-Villaroel y Guerrero, 2003; Simonton, y Baumeister, 2005). Autores como Seligman Martin y Csikszentmihalyi (2000) aseguran que uno de los retos para la Psicología en los próximos años será investigar los aspectos positivos de la experiencia humana, entender y fortalecer aquellos 6 factores que permiten la prosperidad de los individuos, comunidades y sociedades para mejorar la calidad de vida y también prevenir la patología que surge de condiciones de vida adversas. Por consiguiente, surge la nueva e innovadora visión que se ha categorizado como Psicología Positiva. Cabe destacar que, el objetivo de la Psicología Positiva es catalizar el cambio de paradigma en la Psicología para focalizar en el desarrollo de las fortalezas en las personas. A estos efectos, la principal tarea del psicólogo/a que adopta este enfoque es la prevención mediante el estudio en la persona de cómo adquiere y ha desarrollado las fortalezas y virtudes como el elemento fundamental para la prevención de los llamados desórdenes mentales (Seligman Martin y Christopher, 2000). Por cuanto, el objetivo en esta investigación está dirigido a proveer información actualizada respecto a la aplicación de la Psicología Positiva para la prevención de trastornos en la conducta humana. A su vez, se tiene como objetivo, ofrecer recomendaciones que permitan viabilizar la aplicación práctica de la Psicología Positiva en el proceso de intervención del psicólogo/a al ofrecer un servicio de ayuda psicológica. Los objetivos de investigación propuestos cumplen con el propósito de explorar la aplicación de la Psicología Positiva ante la problemática que representa entender y prevenir trastornos en la conducta humana. Es importante explorar y tener conocimiento de cuáles son las características que propician el que algunas personas posean un funcionamiento más saludable y una mejor adaptación en momentos de adversidad. También se cumple con el conocer y comprender qué aspectos son importantes desarrollar en el ser humano para lograr fortalecer el bienestar emocional en la persona. A estos efectos, es necesario el desarrollo y el uso de nuevas aproximaciones y estrategias 7 para lograr mejores resultados en cuanto a salud mental se refiere (Keyes y López, 2002; Costa y López, 2006). El paradigma que se plantea a través de la Psicología Positiva permite reconocer que el ser humano tiene una gran capacidad para adaptarse y encontrar sentido a las experiencias traumáticas más terribles; capacidad que ha sido ignorada por la Psicología tradicional durante muchos años (Park, 1998; Davidson, 2002). De aquí la necesidad de reconceptualizar la experiencia traumática desde un modelo de intervención más saludable fundamentado en la aplicación de métodos positivos de prevención al considerar la habilidad natural de los individuos de afrontar, resistir e incluso aprender y crecer en las situaciones más adversas (Calhoun y Tedeschi, 1999; Paton, Smith, Violanti y Eräen, 2000; Stuhlmiller y Dunning, 2000; Gist y Woodall, 2000; Bartone, 2000; Pérez-Sales y Vázquez, 2003). De acuerdo con Hernández Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio (2006) toda investigación es justificable por sus aportaciones en términos de conveniencia, relevancia social, las implicaciones prácticas que tienen los resultados, la metodología que se utiliza y por su valor teórico. En este aspecto, el estudio y análisis de la aplicación de la Psicología Positiva para la prevención de trastornos en la conducta humana cumple con cada uno de los aspectos identificados por los autores. En términos de la conveniencia, los resultados de este estudio proveen nueva información desde la perspectiva de un análisis objetivo y crítico de diferentes investigaciones que fueron llevadas a cabo en diferentes países por distintos autores acerca de la implementación de programas de Psicología Positiva que redunda en la prevención de trastornos adversos en la conducta humana. De igual forma, a través de los resultados de este estudio se presentan y se sugieren estrategias que pueden ser desarrolladas en intervenciones 8 dirigidas a fortalecer el servicio de ayuda psicológica que ofrece el psicólogo/a en el escenario profesional. Los resultados obtenidos en la investigación son importantes por su relevancia social, en la medida que benefician a los ciudadanos dadas las implicaciones prácticas en términos de las nuevas estrategias que pueden ser incorporadas en la práctica profesional del psicólogo/a. Por otra parte, este estudio aporta a la comunidad científica del país y de cualquier otro que se interese en realizar un estudio similar al poder ser reproducido. Además, a través de este estudio se integran los resultados de investigaciones que han sido realizadas en distintos países, lo cual provee a la comunidad científica un panorama amplio acerca de la aplicación de la Psicología Positiva para el desarrollo del bienestar emocional del ser humano. Los resultados de esta investigación tienen un valor teórico al ofrecer datos actualizados que contribuyen a la literatura y al desarrollo de nuevos paradigmas. Los mismos le proveen la oportunidad al psicólogo/a el entender las causas que conducen a una persona a responder de manera más saludable que otra. A la vez, le permite reconocer y considerar la importancia que representan las fortalezas del carácter de un ser humano para facilitar y lograr una vida con mayor sentido de la felicidad y bienestar psicológico aún en la adversidad. De esta forma, los psicólogos/as podrán tener la oportunidad de incorporar en sus intervenciones la aplicación de estrategias para ayudar a mejorar la calidad de vida y prevenir la aparición de trastornos o patologías que afectan la conducta humana. Por otra parte, los profesionales de la salud mental también podrán facilitar el desarrollo de diversas características en las personas que le permitan vivir más plenamente; redirigiéndoles hacia un camino más adecuado que los conducirá al bienestar psicológico esperado. Finalmente, estos resultados podrán ser utilizados por las 9 autoridades educativas universitarias para el diseño de currículos educativos que permitan la capacitación de profesionales; así como desarrollar orientaciones y adiestramientos para otros profesionales vinculados con esta temática. Pregunta de investigación La investigación formal requiere, de acuerdo con el método científico, desarrollar preguntas de investigación e hipótesis según corresponda al diseño del estudio (Hernández Sampieri, Fernández Collado, Baptista Lucio, 2006; Villeneuve Román, 2004). A estos efectos, en este estudio se ha formulado una pregunta para dirigir el proceso investigativo según requerido en diseños de investigación de corte analítico a los efectos de explorar, mediante la revisión documental, un fenómeno particular. La pregunta de investigación es la siguiente: 1. ¿Cuál ha sido la aplicación de la Psicología Positiva para la prevención de trastornos en la conducta del ser humano en diferentes países y Puerto Rico? Marco conceptual El marco conceptual al cual se acoge este estudio responde al modelo desarrollado por Seligman Martin (2002) y Fredrickson (2000). Seligman Martin (2002), considerado como uno de los fundadores de la Psicología Positiva, dispuso la forma de estructurar la investigación en este campo a los efectos de proyectarla hacia el futuro. Según el autor las tres vías fundamentales a través de las cuales se puede iniciar el camino de la felicidad son las siguientes: 1. La Vida Placentera (emociones positivas). Esta vía busca aumentar las emociones positivas del pasado, en el presente y del futuro. Es el nivel más superficial de felicidad y el de más corta duración. Esta visión se remonta a la filosofía practicada por los Epicúreos respecto a lograr la ‘Buena Vida’. Este concepto se refiere al bienestar 10 producto del disfrutar de la comida, del sexo, de la bebida o de una buena película, como explica Seligman. Se trata de aprender a disfrutar de los placeres de la vida y desarrollar métodos para disfrutarlos mejor, compartirlos con los demás, describirlos, recordarlos y utilizar técnicas de meditación para estar más conscientes de ellos. 2. La ‘Vida Buena’ o Involucrarse con compromiso. Refiere al nivel intermedio de felicidad propuesto por Aristóteles que llamaba eudaimonía. Se trata de la felicidad que surge cuando la persona disfruta haciendo algo y siente que se es bueno o incluso talentoso. Para alcanzar esta felicidad intrínseca es necesario identificar cuáles son las habilidades o talentos que se tienen y encontrar dónde utilizarlos de una manera comprometida; reconstruyendo la propia vida al ponerlos en práctica. Así se logra, no sólo un gozo transitorio sino la sensación de que el tiempo se ha detenido al estar tan absortos en lo que se hace. Según Seligman Martin (2002), la ‘Vida Buena’ no es esa vida pasada, de pensar y sentir, sino de sentirse en armonía con el ‘ser’ y el ‘hacer’. 3. La Vida con Sentido o Significado. Representa un estado superior de felicidad y es más duradero. Se trata de utilizar las habilidades y virtudes que se tiene y ponerlas al servicio de alguna causa donde la persona se siente más grande y trasciende más allá de si mismo. Es algo más que pasarlo bien o estar narcisistamente satisfecho con lo que se hace bien. Refiere a encontrar aquello que realmente motiva en la vida como para desear aportar algo al mundo. De acuerdo con el autor, la búsqueda de placer no tiene ninguna relación con la cantidad de satisfacción en la vida. Sin embargo, la búsqueda de compromiso y significado en la vida guardan una gran relación. El placer tendría algún valor cuando el significado, el compromiso y el placer se combinan produciendo sentimientos positivos profundos como algo mas allá que la suma de las partes; es lo que denominó ‘la vida llena/completa’. 11 Las tres vías, según Seligman Martin (2002), no son ni exclusivas ni exhaustivas. En otras palabras, se pueden perseguir diversos objetivos en el camino de la felicidad y recorrerse desde distintos lugares. Señala el autor, sin menospreciar el valor que tiene la experimentación de emociones positivas en cualquier momento del ciclo vital, que el desarrollo de la vida buena comprometida y de la vida con sentido y significado para la construcción del bienestar es lo de mayor importancia. El autor destaca además, el estudio de la naturaleza de la eficacia del funcionamiento del ser humano, centrando su atención en los potenciales, motivos y capacidades que hacen la vida de las personas mejor adaptadas en las circunstancias de la vida (Vázquez y Hervás, 2008). Por otra parte, aunque apenas existen modelos que den cuenta del papel que tienen las emociones positivas en el funcionamiento psicológico de las personas, Fredrickson (2001) centró su modelo de Ampliación y Construcción de las Emociones Positivas en función de la salud y el bienestar. Este modelo surge como una respuesta a la visión tradicional de que las emociones están unidas a patrones específicos de acción. Así, por ejemplo, el miedo está vinculado a la urgencia de escapar y la ira con la tendencia a atacar, entre otros. Estos patrones se han conservado por su determinante valor supervivencial. Sin embargo, las emociones positivas no demuestran patrones tan definidos. De hecho, la autora señala que los patrones que se detallan en la literatura acerca de las emociones son bastante inespecíficos como por ejemplo: el gozo ha sido vinculado con la activación sin propósito, el interés con el atender y la satisfacción con la inactividad. Fredrickson (2001) afirma que las emociones positivas comparten la capacidad de ampliar los repertorios de pensamiento-acción de las personas, facilitando el desarrollo de recursos personales de todo tipo; desde físicos (ej. destrezas físicas, salud y longetividad) 12 e intelectuales (ej. conocimiento y complejidad intelectual), hasta sociales (amistad, apoyo y redes sociales) y psicológicos (ej. resiliencia, optimismo y creatividad). De modo que, desde el punto de vista de la evolución en términos de supervivencia, señala que un patrón de conducta que responde a obtener seguridad y llenar una necesidad son los momentos más adecuados para construir nuevos recursos explorando, jugando, ampliando, experimentando e integrando emociones positivas. El ampliar los repertorios de pensamiento-acción para la conducta es un factor importante para una buena adaptación; sin embargo ésta no es la única aportación de las emociones positivas. Según Fredrickson, las emociones positivas tienen la capacidad de contrarrestar el efecto de emociones negativas persistentes. Revisión de la literatura Historia e implicaciones en la práctica de la Psicología Positiva La Psicología Positiva está presente desde hace miles de años cuando líderes, filósofos y religiosos discutieron en sus trabajos aspectos relacionados con las virtudes, la felicidad y el concepto de buena sociedad. A estos efectos, al mencionar el concepto de la felicidad, se hace referencia a la perspectiva hedónica y la perspectiva clásica de la ‘eudaimonía’. La perspectiva hedónica se centra en la felicidad y se considera como una orientación utilitarista. Según esta idea, las ganancias o pérdidas de la felicidad son casi siempre temporales porque la persona tiende a regresar tarde o temprano a su punto de origen o de referencia; esto es, a su estado de ánimo habitual (Vázquez y Hervás, 2008). En la teoría hedonista se señala que la calidad de vida es la cantidad de buenos momentos menos la cantidad de malos momentos (Seligman Martin, 2002). La perspectiva ‘eudaimonía’, por el contrario, considera los valores que provienen de una perspectiva filosófica/antropológica histórica según mencionan Duckworth, Steen 13 y Seligman (2005). En otras palabras, la misma se focaliza en que la persona se hace cargo responsablemente del proceso histórico/personal para generar sus proyectos de vida que realzan y que provienen del self (Little, Philips y Salmela-Aro, 2007). De acuerdo con Martínez Martínez (2006), Ryff y Keyes (1995) el bienestar psicológico pleno corresponde a la perspectiva de la ‘eudaimonía’ al considerar el dominio del entorno, la autonomía y el crecimiento personal necesario para encontrar una vida con sentido, la autoaceptación y las relaciones positivas con los demás. En la actualidad del siglo XXI, la Psicología Positiva consiste en llevar a cabo una investigación empírica de la sabiduría del pasado (Fernández Ríos, 2008). El interés científico se dirige hacia el estudio de los mecanismos psicológicos de los recursos o las virtudes que, en un contexto sociomaterial, contribuyen al desarrollo del funcionamiento óptimo en el individuo, grupos, organizaciones y sociedades (Fernández Ríos, 2008). Sin embargo, cabe destacar que la Psicología Positiva fue mencionada por primera vez como tal por Maslow (1954) en su libro titulado Motivación y Personalidad cuando indicó que la ciencia de la psicología ha tenido más éxito en el estudio de los aspectos negativos que en aquellos positivos en el ser humano. Según el planteamiento de este autor, la Psicología como disciplina ha restringido el estudio de las virtudes, del potencial humano y de las aspiraciones alcanzables del ser humano. No obstante, los primeros pasos en la aplicación del concepto de la Psicología Positiva fueron dados en el 1998 por Seligman Martin, quien para esta fecha fuese el presidente de la American Psychological Association. Seligman Martin (2002) desarrolló una teoría conocida como Indefensión Adquirida durante los años 70. El autor se convirtió en portavoz del concepto de Psicología Positiva dado que propuso potenciar las fortalezas humanas para contrarrestar 14 los efectos nocivos que generan las situaciones adversas en el estado de ánimo, emocional y físico de la persona. La perspectiva conceptual propuesta en el modelo está centrada en el estudio del bienestar y en promover una concepción más positiva de la especie humana. El mensaje que se trasmite es cónsono con la Psicología Positiva, en cuanto a recordar que la Psicología no sólo versa acerca de arreglar o mejorar lo que está mal, sino que también debe dirigirse a identificar las fortalezas y virtudes de las personas para lograr una mejor calidad de vida; un mayor bienestar. Esta perspectiva tiene como objetivo realzar los recursos intra e interpersonales para favorecer el desarrollo óptimo de los seres humanos, grupos, organizaciones y sociedades. Seligman Martin y Csikszentmihalyi (2000) hicieron referencia de que, antes de la Segunda Guerra Mundial la Psicología, como disciplina, tenía tres misiones. En la actualidad estas misiones se relacionan con el desarrollo de estudios para avanzar el conocimiento y el tratamiento de enfermedades mentales, hacer la vida de la persona más plena e identificar y fortalecer el talento del que dispone la persona. Sin embargo, los autores indicaron que de estas tres misiones sólo se han hecho grandes avances en el tratamiento de las enfermedades mentales. En cuanto a las otras dos misiones relacionadas con identificar y fomentar el desarrollo del talento para mejorar la vida de las personas, incluyendo a personas excepcionales como las categorizadas como ‘genios’, han sido completamente olvidados. Mencionó Seligman Martin (1998) que una de las posibles causas para este olvido ha sido la incorporación de la Psicología como ciencia desde la perspectiva del modelo médico. Por otra parte, los efectos de la Segunda Guerra Mundial entre el personal militar hicieron necesario el atender las enfermedades mentales generadas como resultado del conflicto bélico. Por consiguiente, quedó relegado a un segundo plano el estudio de 15 los procesos ‘normales’. De aquí en adelante la Psicología como disciplina, ha conservado y aplicado la perspectiva que postula el modelo médico dentro de una visión conservadora y tradicional que se fundamenta en que la ausencia de enfermedad o su alivio es suficiente para alcanzar la felicidad o un grado óptimo de funcionamiento. Expone Seligman Martin (2000) que, a pesar de aplicar el modelo médico en la Psicología contemporánea por décadas, han existido elementos de la Psicología Positiva en la práctica psicoterapéutica. A tales efectos, el mejor ejemplo de cómo los humanistas han aportado a la Psicología Positiva ha sido la Terapia Centrada en el Cliente, desarrollada por Rogers (1951). Esta terapia se fundamenta en lograr u obtener un funcionamiento óptimo y total en la vida. Por cuanto, la Psicología Positiva surge con el objetivo de investigar acerca de las fortalezas y virtudes humanas y los efectos que éstas tienen en las vidas de las personas y en las sociedades en que viven (Cuadra y Florenzano, 2003). La Psicología Positiva se enmarca dentro de la tradición del modelo de la competencia orientado a la prevención primaria pre activa universal. A través de este concepto se adopta una perspectiva constructivista, humanista y esperanzadora de la teoría y la práctica a los efectos de prevenir una gran cantidad de trastornos emocionales y de reorientar la Psicología en las dos vertientes o misiones que han sido relegadas: hacer más fuertes y productivas a las personas ‘normales’ para lograr una vida plena y fortalecer y elevar el potencial humano (Janoff-Bulman, 1992; McAdams y Pals, 2006; Seligman Martin y Csikszentmihalyi, 2000; Seligman, Steen, Park y Peterson, 2005). Martínez Martínez (2006), Peterson y Seligman (2004) concurren en que al aplicar la Psicología Positiva existe una línea de investigación centrada en las fortalezas y virtudes que favorecen el crecimiento humano. Esta línea de investigación, permite 16 cultivar los mejores rasgos del carácter y plantearse la necesidad de crear instrumentos empíricos para analizar y evaluar las intervenciones terapéuticas. A estos efectos, Seligman Martin (2002) refiere en su libro titulado La Auténtica Felicidad que el sentirse bien proviene del compromiso, las fortalezas y virtudes que nutren al ser humano para lograr una vida auténtica. Para este autor, la ‘Vida Buena’se logra al utilizar las fortalezas cada día con el fin de producir la auténtica felicidad y abundantes recompensas. En este sentido señala que en la Psicología Positiva se encuentran tres pilares: 1) el estudio de la emoción positiva, 2) el estudio de los rasgos positivos tales como: las fortalezas y virtudes, habilidades como la inteligencia, el atletismo y, por último, 3) el estudio de las instituciones positivas tales como: la democracia, las familias unidas y la libertad de información en las que se apoyan las virtudes que, a su vez, sustentan las emociones positivas (Seligman Martin, 2000). Martínez Martínez (2006) en su artículo, El estudio científico de las fortalezas trascendentales desde la psicología positiva, hace referencia de que las fortalezas constituyen el principio fundamental de la condición humana y que una actividad congruente con ellas representa un importante camino hacia una vida psicológicamente óptima. Por otro lado, Vera Poseck (2006) indica que, de acuerdo con Peterson y Seligman (2004), las fortalezas son aquellas capacidades que pueden adquirirse a través de la voluntad; las cuales representan rasgos de personalidad. Añade ésta que, según los autores, estos rasgos han sido considerados como los aspectos psicológicos que definen las virtudes y como aquellas formas distinguibles en las que se manifiesta una virtud. En este aspecto, en específico, se indica que las virtudes son las características centrales y que han sido identificadas por los filósofos morales y pensadores religiosos como valores. Al respecto, señala Martínez Martínez (2006) que el análisis de las virtudes en distintas 17 sociedades, culturas y épocas históricas dieron lugar a un consenso del cual surgen los seis valores universales llamados: sabiduría, valentía, humanidad, justicia, templanza y trascendencia. Cabe destacar que el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (American Psychiatric Association, 2000) es un ejemplo para el análisis de valores o virtudes. En éste se ha propuesto la creación de un esquema de clasificación de las virtudes y fortalezas para facilitar el desarrollo de estrategias de intervención. Esta clasificación es un intento para sistematizar el estudio de las virtudes y fortalezas que demarca el campo de estudio. Luego de definirse una serie de criterios para discernir aquéllas características humanas que se considerarían fortalezas o no, se incluyeron las seis virtudes las cuales comprenden 24 fortalezas. A tales efectos, Peterson y Seligman, (2004) desarrollaron un Manual titulado, Character Strengths and Virtues: A handbook and classification donde describen las características de cada fortaleza por cada uno de los seis valores universales. A continuación se describen lo seis valores universales: 1. Sabiduría y conocimiento. Incluye fortalezas tales como: creatividad, curiosidad, mentalidad abierta, amor por el conocimiento y perspectiva. 2. Valor. Comprende valentía, perseverancia, vitalidad y autenticidad. 3. Humanidad. Figuran fortalezas como: amabilidad, inteligencia social y amor. 4. Justicia. Refiere a la capacidad de trabajar en equipo, equidad y liderazgo. 5. Templanza. Incluye la autorregulación, la prudencia, el perdón y la modestia. 6. Trascendencia. Incluye la apreciación de la belleza y la excelencia, gratitud, esperanza, humor y espiritualidad. Wulkmir (1967) plantea que la emoción es una respuesta inmediata del organismo que le informa del grado en que un estímulo o situación le es o no favorable. De modo 18 que, cuando la situación parece favorecer su supervivencia, la persona experimenta una emoción positiva (alegría, satisfacción, deseo, paz, entre otros). Por el contrario, cuando el estímulo, situación, amenaza su supervivencia, la persona experimenta una emoción negativa (tristeza, desilusión, pena, angustia, entre otros). Por consiguiente, indicó el autor que los organismos vivos disponen del mecanismo de la emoción para orientarse, a modo de brújula, para cada situación, en su lucha por la supervivencia. La emoción es un estado afectivo que el ser humano experimenta, es una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia. Las emociones tienen la función de adaptar el organismo a lo que le rodea. Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y más o menos pasajeras. Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta (PsicoActiva, 2003). En todas las épocas los filósofos, médicos y psicólogos/as han buscado explicaciones para conocer el modo en cómo funciona la razón, el origen y los efectos de las emociones (Martin y Boeck, 2003). Esta búsqueda a través del tiempo ha ido acumulando pruebas anatómicas que demuestran que el hecho de sentir, pensar y decidir presupone un trabajo en el que participan conjuntamente el cerebro emocional y el cerebro racional. Los neurólogos, en específico, han dado fin a la creencia secular del dualismo cartesiano entre el cuerpo y el alma y, entre la razón y las emociones demostrando que pensar y sentir forman una unidad inseparable (Martin y Boeck, 2003). La experiencia de una emoción en los seres humanos generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias acerca del mundo. Estas experiencias se utilizan para valorar una situación e influye el modo en que la persona percibe cada 19 situación concreta. Según los autores Cosmides y Tooby (2000), así como Lazarus (1991), López Shane y Snyder (2009) las emociones involucran sentimientos subjetivos que incluyen la atención, la cognición, la expresión facial, cambios hormonales y cardiovasculares. Menciona Vera Poseck (2006) que la tendencia natural a estudiar aquello que amenaza el bienestar del ser humano ha llevado a centrar el interés en aquellas emociones que ayudan a hacerle frente a peligros o problemas inminentes. La idea principal de muchas teorías acerca de las emociones es la conexión de las mismas a una tendencia específica de acción. Plantean Martin y Boeck (2003) que Charles Darwin en el 1872 estableció una relación entre las experiencias emocionales y los componentes biológicos en su libro La expresión de las emociones en el hombre y en los animales. Según estos autores, Darwin intentó demostrar que existen esquemas más importantes de comportamientos congénitos para las emociones tales como: la alegría, la indignación, el miedo, la tristeza y observó que determinadas emociones desencadenan reacciones anímicas y psicológicas parecidas en todas las personas. Seligman Martiny Csikszentmihalyi (2000) consideran que las investigaciones se han enfocado en estudiar las emociones negativas con el fin de lograr entender y mejorar los problemas psicológicos en la persona. De acuerdo con Fredrickson (2003) existen varias razones que explican por qué los científicos se ocupan por entender aquello que aflige a las personas. En este sentido menciona, en primer lugar, que éstos se guían por el tácito deseo de mitigar o suprimir aquello que afecta el bienestar de la humanidad. En segundo lugar, las emociones positivas son menos que las negativas y son mucho más difícil diferenciarlas unas de otras. No obstante, es mucho más fácil distinguir entre la tristeza y el miedo que discriminar entre el buen humor y la satisfacción moral. En tercer 20 lugar, no es posible excluir cierto grado de prejuicio en términos de que para una buena parte de la comunidad científica el estudiar la alegría o el buen humor es considerado como algo ‘superficial’ e incluso ‘frívolo’. En síntesis, según la autora, es más fácil explicar por qué existen emociones negativas que explicar la logística que pueda existir detrás de las emociones positivas. Por ejemplo, indica que entender que el miedo, la ira y el asco (entre otros) tienen funciones orientadas hacia la preservación y la supervivencia del cuerpo humano es relativamente más sencillo que entender las causas y el origen de la serenidad o de la alegría. Fredrickson, para el año 1998, desarrolló la teoría que llamó Ampliación y Construcción de las Emociones Positivas (The Broaden and Build Theory of Positive Emotions - TACEP). La autora postuló que tales emociones positivas conducen a un repertorio extenso de pensamientos y acciones que ayudan a construir recursos que contribuyen al éxito en el futuro. López Shaney Snyder (2009) concuerdan con lo planteado por Fredickson (1998) de que las emociones negativas están dirigidas a proveer una respuesta rápida ante alguna situación de inseguridad y amenaza en particular y que, por el contrario, las emociones positivas ocurren en situaciones seguras y controlables dirigidas a lograr una ganancia a través de los recursos físicos, intelectuales, psicológicos y sociales que les prepara para enfrentar tiempos futuros más difíciles y de crisis. Manon Martínez (2006) indica que según Fredrickson, el concepto de ‘Ampliación’ en las emociones positivas representa un repertorio momentáneo de pensamientos-acciones y que el experimentar las emociones positivas construye recursos personales, duraderos en las personas para superar las experiencias negativas. Por ejemplo, la alegría, ánima a la persona a jugar en el sentido amplio de la palabra, a 21 empujar los límites y a ser creativos. A su vez, según señalado por Frijda (1986), permite el desarrollo de destrezas físicas (fuerza, resiliencia-resistencia, precisión) de habilidades psicológicas e intelectuales (comprensión de normas, memoria, autocontrol) y de destrezas sociales necesarias para el establecimiento de relaciones de amistad y de apoyo. Todas estas habilidades y destrezas, añaden López Shane y Snyder (2009), contribuyen al logro de una ‘Vida Buena’y placentera. Vaughan (2004) por su parte planteó que el optimismo forma parte de las emociones positivas en la medida que la persona valora favorablemente toda circunstancia o posibilidad. La autora menciona que el término optimismo procede de la palabra latina optimus, que significa ‘mejor’ y fue utilizado por el filosofo Leibniz en su tratado la Teodicea en 1710 para indicar que el mundo real que emerge del interior de la persona en un momento dado es el mejor de todos los mundos posibles. Para Leibniz, resulta ser el auténtico mundo; un mundo que potencia el bienestar y el sentido autónomo en la persona. Vaughan (2004) comenta al respecto que, la sensación interna que genera el sentido de autonomía, confianza en sí mismo y de una personalidad estable promueve las auténticas fortalezas que poseerán las personas optimistas con las cuales desarrollarán las ilusiones que los mantendrán en pie cuando las situaciones se agraven. A la luz de éstas interpretaciones acerca de lo que significa el optimismo según el diccionario inglés Oxford, se define este concepto como una disposición para esperar lo mejor o ver el lado positivo de las cosas. El estudio del optimismo como recurso psicológico surge de la reformulación de la teoría de la Indefensión Aprendida (Abramson, Seligman y Teasdale,1978). En la misma se postula la existencia de dos estilos explicativos: el optimista y el pesimista. De acuerdo con Peterson y Seligman (1984) el estilo pesimista explica las respuestas en el 22 afrontamiento de los eventos negativos que les suceden a las personas en la vida cotidiana en el que se le atribuye a una causa interna, estable en el tiempo y con un efecto global en su vida. El estilo optimista refiere a la tendencia de explicar sucesos malos como resultado de una causa externa inestable en el tiempo y específica de una situación que le afecta. Autores como Petersony Ávila (1995), Peterson y Seligman, Yarko, Martin y Friedman (1998) y Kamen y Seligman (1987) sugieren que el optimismo en las personas contribuye a predecir una mejor salud general, que la persona esté menos vulnerable a las enfermedades físicas, que el Sistema Inmunológico funcione mejor y que la tasa de mortalidad sea menor. De acuerdo con Vazquez y Hervás (2008) el pesimismo ocasiona todo lo contrario a lo expuesto por los autores de referencia. Seligman Martin (2006) plantea que esta virtud puede ser aprendida desde la niñez y que se debe enseñar a los niños a pensar de forma adaptativa y positiva para hacerle frente al futuro. En este aspecto se genera lo que ha sido identificado como resiliencia. El concepto de resiliencia como parte de las emociones positivas generadas en el ser humano es definido por Grotberg (2006) como: “… la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, aprender de ellas, superarlas e inclusive, ser trasformados por éstas” (p.18). Para esta autora, la resiliencia se activa cuando el ser humano experimenta una adversidad que necesita ser enfrentada y superada. Manon Martínez (2006) señala que la Psicología como una ciencia sistemática que inició a finales del siglo 19 y comienzos del siglo 20, existía el interés en estudiar procesos de adaptación al ambiente. Este interés se evidencia en las teorías que han sido desarrolladas como la selección natural hasta la psicología analítica del ego. Añade la autora que posteriormente los conceptos de motivación, competencia y autoeficacia se 23 enfocaron en los aspectos positivos de la adaptación durante el proceso del desarrollo en la persona. En la década del 70, indica la autora, emerge en la psicología el estudio sistemático del concepto de resiliencia en niños que están expuestos y/o confrontan problemas y psicopatologías. Los funcionarios de la Organización Mundial de la salud (1998), conocida como WHO por sus siglas en inglés, sugieren la necesidad de adoptar medidas encaminadas a impedir que se produzcan deficiencias físicas, mentales y sensoriales o cuando se han producido, tengan consecuencias negativas en aspectos físicos, psicológicos y sociales. A estos efectos, a pesar de que el tratamiento para la prevención no está claramente definido, los funcionarios de la OMS distinguen la conceptualización clásica de la prevención en tres niveles: 1. Prevención primaria, cuyo objetivo es reducir la aparición del trastorno (incidencia). 2. Prevención secundaria, cuyo objetivo es detectar lo más precozmente posible la aparición de un trastorno y disminuir su efecto. 3. Prevención terciaria, que hace referencia a las intervenciones encaminadas a disminuir las repercusiones negativas de la enfermedad una vez desarrollada y su rehabilitación. En 1994, las autoridades en el Instituto de Medicina de los Estados Unidos decidieron adoptar el concepto de prevención a las estrategias destinadas a evitar el desarrollo de un trastorno. Por cuanto, propusieron una nueva clasificación, la cual se agrupa en dos categorías fundamentales: 1. Intervenciones preventivas universales dirigidas a toda la población. 2. Intervenciones específicas dirigidas a un área, que a su vez, pueden ser de dos tipos: 24 intervenciones preventivas selectivas, dirigidas a grupos de la población cuyo riesgo de desarrollar el trastorno psiquiátrico es significativamente mayor al promedio de la población en general e intervenciones preventivas indicadas, dirigidas a individuos con riesgo de presentar síntomas, pero que no alcanzan a cumplir los criterios de trastorno mental. La segunda clasificación tuvo una mejor acogida en la medida que permite distinguir entre prevención (evitar un trastorno) y otras formas de intervención (una vez que el trastorno ya se ha presentado). No obstante, existen algunas controversias para su aplicación. Por ejemplo, aún no está claro cuándo la prevención corresponde a evitar un episodio de un trastorno, ya sea un primer episodio o uno posterior; lo cual restringiría excesivamente el concepto. Este tema es particularmente relevante para los programas de prevención con una población adulta, donde las probabilidades de que hayan existido episodios previos ha sido alta. Sin embargo, en niños y adolescentes esta distinción no es tan relevante y es más probable que la prevención de un episodio coincida con la de un primer episodio (Gillham, Shatté y Freres, 2000). La prevención, como parte del modelo de Psicología Positiva, está orientada a que el ser humano logre un estilo de vida saludable para evitar las enfermedades físicas y mentales; contrario a esperar sufrir la enfermedad para adoptar las acciones correctivas con estilos de vida diferentes. La prevención de la enfermedad, del trastorno o el desajuste antes de que ocurra resultaría en una sociedad con una mejor calidad de vida. (Seligman Martin y Csikszentmihalyi, 2000). La aplicación de la Psicología Positiva ha sido definida por las autoras Linley y Joseph (2004), como: “… las aplicaciones de las investigaciones de la Psicología Positiva en la facilitación del funcionamiento óptimo de las personas a un nivel 25 individual, grupal, organizacional, comunitario en la sociedad” (p.4). De acuerdo con las autoras la Psicología Positiva ha trascendido en la práctica a otros escenarios en los que se incluyen la Psicología Clínica, la Consejería, la Psicoterapia, la Educación y la Enseñanza, la Psicología Forense y la Industrial/Organizacional. La aplicación de la Psicología Positiva para cada uno de estos escenarios, según las autoras, son los siguientes: 1. La Psicología Clínica, Consejería psicológica y la Psicoterapia. Entre las técnicas terapéuticas más utilizadas por los profesionales que ejercen en el área Clínica, la Consejería y la Psicoterapia se encuentra la Terapia Centrada en el Cliente propuesta por Rogers (1951) en la cual se trabaja con las motivaciones del cliente para lograr su óptimo funcionamiento. Otro procedimiento para trabajar con algunos grupos de personas es la Terapia del Bienestar desarrollada por Fava, Rafavanelli, Cazzaro, Conti y Grandi en 1998; Ruini y Fava en 2004. Este proceso de terapia es efectivo en pacientes con algún trastorno afectivo. Cada sección terapéutica es de 30 a 50 minutos en los que se busca que la persona desarrolle control ambiental, crecimiento personal, propósito en la vida, autonomía, auto-aceptación y relaciones positivas con los demás (Ruini y Fava, 2004). Por otro lado, la Terapia de Atención (Mindfulness) es una de las técnicas que ha sido reconocida para mejorar la autoconciencia. La misma ha demostrado ser muy efectiva en poblaciones con condiciones clínicas, como también en poblaciones no clínicas a los efectos de que permite que la persona seleccione opciones más informadas y deliberadas (Grossman, Niemann, Schmidt y Walach, 2004). La Terapia de Calidad de utilizadas por los terapeutas con el objetivo de ayudar a sus clientes a sentirse más felices. Un ejemplo de esta terapia es el del modelo denominado por sus siglas en inglés como CASIO. Este modelo consiste de cuatro componentes que proveen un sistema dirigido a 26 que las personas piensen acerca de áreas particulares de su vida. De modo que, la persona analiza y reflexiona acerca de las circunstancias o características, actitudes relacionadas, su percepción e interpretación, estándares de desempeño e importancia en cuanto a lo que considera son sus dificultades. Esta técnica dirige a la persona a valorar y examinar la importancia de algún área y dirige a la persona a examinar otras áreas de su vida. 2. La Educación y la Enseñanza. La Psicología Positiva es aplicada a través de la literatura escolar y en publicaciones especializadas de educación entre las que se encuentran las revistas: School Psychology Quarterly presentada en el 2003 y Psychology in the Schools desarrollada en el 2004. Clonan, Chafouleas, McDougal y Riley Tillman (2004) señalan que la visión de la Psicología Positiva en el escenario educativo se concentra en áreas de orientación para la prevención o reducción del estrés, la consulta por medio de un currículo o proveedores de servicio y el desarrollo de competencias académicas, mediante la enseñanza de experiencias e interacciones positivas entre pares. 3. La Psicología Forense. En las pasadas dos décadas ha aumentado evidencia empírica que sugiere que el criminal reincidente podría ser reducido a ofensor rehabilitado como resultado de recibir un castigo únicamente (Andrews y Bonta, 1998). No obstante, Ward (2002), Ward y Mann (2004) han desarrollado el Modelo de la ‘Vida Buena’ el cual se enfoca en el bienestar del ser humano e ubica la rehabilitación en un acercamiento más constructivo, fundamentado en las fortalezas y las capacidades de la persona. Desde esta perspectiva, la rehabilitación podrá ofrecer al ofensor un entendimiento concreto de cómo podría vivir realmente una ‘Vida Buena’ de forma beneficiosa y plena. 4. La Psicología Industrial/Organizacional. La aplicación de la Psicología 27 Positiva en el escenario del trabajo incluye el modelo de Liderazgo Trasformador. A estos efectos, se motiva a los empleados a generar o ampliar sus metas animándolos a pensar de manera autónoma y se les reta para que establezcan diferentes maneras para hacer las cosas. Además, se incluye el desarrollo del concepto de compromiso hacia un trabajo en particular en el empleado. Este concepto es definido como: compromiso racional (conducido por metas tales como recompensa económica o desarrollo profesional) y compromiso emocional (guiado por una profunda creencia en los valores del trabajo). Stair (2005) argumentó que la aplicación de la Psicología Positiva puede crear altos niveles de compromiso emocional, un desempeño individual y conductas discrecionales positivas que propician como resultado, la productividad y lucratividad organizacional. Definición de términos y variable (fenómeno) En todo estudio se mencionan términos que se definen conceptualmente para descifrar y clarificar su aplicación en la investigación que se realiza. A su vez, se definen las variables las cuales representan el fenómeno objeto de análisis para indicar, igualmente, en qué consisten y cómo se recopila la información requerida (Hernández Sampieri, Fernández Collado, Baptista Lucio, 2006; Villeneuve Román, 2004). Los términos y las variables en este estudio se presentan consecutivamente a continuación: Términos 1. Salud mental. Estado de equilibrio psíquico de las funciones de percepción e interpretación de las sensaciones propias (Sanz-Lebrón, 2004). 2. Conducta desadaptada. Actos que realiza una persona que va en detrimento del propio individuo y/o de su grupo (Coleman, Butchery Carson, 1988). 28 3. Conducta adaptativa. Rendimiento típico de las actividades cotidianas que se requiere para lograr la suficiencia personal y social (Sparrow, Balla y Cicchetti, 1984). 4. Conducta desviada. Conducta que se aleja considerablemente de aquella que se considera la norma o el promedio (Coleman, Butcher y Carson, 1988). 5. Conducta de ajuste. Conducta por medio de la cual el individuo intenta tratar con el estrés y satisfacer sus necesidades, incluyendo los refuerzos para mantener una relación de armonía con el ambiente (Coleman, Butcher y Carson, 1988). 6. Enfermedad mental. Estado de la personalidad donde su conducta es estadísticamente infrecuente, viola normas de la sociedad o presenta un funcionamiento perjudicial (Research y Education Association, 2003). 7. Trastorno mental. Síndrome o un patrón psicológico de significancia clínica, que suele aparecer vinculado a un malestar o una discapacidad (Recuperado el 2 de junio de 2010 en http://deficición.de/trastorno-mental/). 8. Emociones positivas. Síntomas de un funcionamiento óptimo que contribuyen esencialmente al bienestar y la felicidad (López Shane, Snyder, 2009). 9. Hedonismo. Refiere a la conducta de búsqueda del placer (Seligman Martin, 2002). 10. Eudaimonía. Hace referencia al sentido, la autorrealización y crecimiento personal y define bienestar en términos del grado en que una persona alcanza un funcionamiento pleno. Es el desarrollo del potencial humano (Vázquez y Hervás, 2008). 11. Virtudes. Proviene del latín virtus, que corresponde al griego areté. Se llama virtud a las cualidades buenas, firmes y estables de la persona, que perfeccionan su inteligencia y su voluntad. Las virtudes disponen a conocer mejor la verdad y a realizar, cada vez con más libertad y gozo, acciones excelentes para alcanzar la plenitud como persona (Fernández Ríos, 2008). 29 Variable (fenómeno) 1. Psicología Positiva. Concepto que estudia científicamente las experiencias positivas y los rasgos individuales positivos, además de las instituciones que facilitan su desarrollo. Es un campo concerniente al bienestar y el funcionamiento óptimo del ser humano. El propósito es ampliar el foco de la Psicología Clínica más allá del sufrimiento y su consecuente alivio (Seligman Martin, Lee Duckworth y Stean, 2005). En este estudio se analiza la aplicación de este concepto a través de la revisión de investigaciones realizadas en diferentes países y Puerto Rico que han utilizado la Psicología Positiva como parte de su procedimiento para analizar su efecto en la conducta humana. 2. Prevención. De acuerdo con las autoridades en la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1998) se refiere a la adaptación de medidas encaminadas a impedir que se produzcan deficiencias físicas, mentales y sensoriales (prevención primaria) o, impedir que las deficiencias, cuando se han producido, tengan consecuencias físicas, psicológicas y sociales negativas. En este estudio se refiere al efecto de estrategias, actividades y/o terapias utilizadas para anticipar o impedir condiciones negativas que puedan afectar a la persona física, social y/o psicológicamente. Esta información se obtiene y se analiza a través de la revisión documental de investigaciones realizadas en diferentes países y Puerto Rico en las que se ha utilizado el concepto de Psicología Positiva. 30 CAPÍTULO II MÉTODO Introducción La actividad investigativa requiere, según lo establece el método científico, definir el proceso a ser implementado para llevar a cabo el estudio. A estos efectos, el problema de investigación consistió en explorar y analizar a través de diferentes estudios realizados en distintos países, incluyendo a Puerto Rico, la aplicación de la Psicología Positiva para la prevención de trastornos en la conducta humana. La pregunta de investigación formulada está dirigida a conocer, ¿Cuál ha sido la aplicación de la Psicología Positiva para la prevención de trastornos en la conducta del ser humano en diferentes países y Puerto Rico? De modo que, en este capítulo se describe el diseño de investigación, la selección de la población y la muestra. También se describe en qué consiste el instrumento para recopilar datos e información, validación de la información, procedimiento a seguir para localizar e identificar la información requerida y el tipo de análisis para la interpretación y presentación de resultados. Diseño de investigación El diseño de investigación para realizar este estudio responde al meta-análisis. Por cuanto, el proceso metodológico del meta-análisis se fundamenta en la revisión y análisis de los hallazgos de distintos estudios a los fines de integrar datos que ofrezcan nuevos resultados, mayor conocimiento y evidencia científica. El meta-análisis fue descrito por el epidemiólogo clínico y bioestadístico Jenicek (1989) como una evaluación y análisis cualitativo y cuantitativo mediante el cual se logra la síntesis y la integración estructurada de información que se obtiene de los resultados médicos de diferentes fuentes informativas o de estudios independientes acerca de un mismo tema. 31 Descripción de la población y selección de la muestra La población en este estudio resultan ser los documentos de investigaciones presentados en las revistas profesionales, informes de estudios no publicados, tesinas, tesis de maestría y doctorado de diferentes países y Puerto Rico que fueron realizados utilizando el concepto de Psicología Positiva. Dada la amplitud y el alcance en términos de países y los años cuando fueron realizados los estudios, se seleccionó intencionalmente una muestra de la población de interés (Villeneuve Román, 2004). A estos efectos se localizaron estudios realizados en los Estados Unidos, España y Puerto Rico. El criterio de la selección de los países fue el acceso y la disponibilidad de la información de investigaciones realizadas que utilizaron el concepto de la Psicología Positiva a partir del año 1990 al 2011. Descripción del instrumento de investigación El instrumento para recopilar la información y los datos específicos para este estudio fue la libreta de anotaciones o bitácora (Hernández Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio, 2006). En este instrumento fue resumida la información de cada investigación seleccionada que formó parte del meta-análisis. En específico, se anotó la referencia del autor, año, título del estudio, lugar donde se llevó a cabo, participantes, detalles metodológicos, resultados, conclusiones y recomendaciones respecto a los hallazgos vinculados con al aplicación de la Psicología Positiva. Proceso de validación La técnica para la validar la información que se obtiene mediante la revisión de diferentes fuentes documentales se conoce como triangulación de datos (Denzin, 1978). 32 La triangulación de información cumple con el objetivo de explorar, analizar y establecer credibilidad de la misma. Por consiguiente, presupone su confiabilidad (Hernández Sampieri, et al., 2006). Arias Valencia (1999) indica que el modelo de triangulación de datos es una técnica que fue utilizada originalmente en los círculos de la navegación que consistió en anotar múltiples puntos de referencias para localizar una posición desconocida. La autora refiere que Campbell y Fiske en 1959 fueron los autores a quienes se les atribuyó el ser los primeros en aplicar la triangulación de datos a la investigación. De acuerdo con la técnica de triangulación de datos, la información en un mismo tema se corrobora a través de tres fuentes o medios diferentes. En este contexto, los resultados cuantitativos y cualitativos deben converger y llegar a conclusiones similares; razón por la cual se busca la convergencia como punto crucial para el análisis (Lowe y Ryan-Wenger, 1992). En este estudio, las tres estrategias utilizadas para recopilar los datos incluyó: 1) la revisión de la literatura que ha sido publicada en libros de texto, revistas profesionales e informes en el tema de la Psicología Positiva pertinentes, 2) investigaciones publicadas en revistas profesionales llevadas a cabo en Estados Unidos, España y Puerto Rico y, 3) estudios de grado, tesinas y/o tesis de maestría y/o doctorales, presentados en las instituciones universitarias en Puerto Rico que se encuentran en las bibliotecas del país y de universidades en los Estados Unidos y España que se encuentran incluidas en el sistema electrónico o Internet. Procedimiento El procedimiento para localizar e identificar la información pertinente al tema de la aplicación de la Psicología Positiva incluyó una serie de actividades, las cuales representó el plan de trabajo. A estos efectos, se procedió a acceder información a través 33 de medios electrónicos tales como: Academic Search Complete, Medline, PsycArticles y Eric Education Resource Information Center. A su vez, se visitaron distintas bibliotecas tales como: la Universidad de Puerto Rico, Universidad Interamericana (Recinto Metropolitano), Universidad Metropolitana (Recintos de Cupey y del Turabo) y la Universidad Carlos Albizu. Por cuanto, se estableció un calendario en el cual se programó cada actividad por etapas. En síntesis, el procedimiento incluyó lo siguiente: 1. Revisión de la literatura 2. Identificación de investigaciones y estudios de grado: tesinas y tesis de maestría y de doctorado. 3. Resumen y análisis de información. 4. Redacción de resultados. Análisis cualitativo y cuantitativo En la interpretación de la información se aplicó el análisis de contenido (Berelson, 1971). Este análisis permitió la descripción objetiva, sistemática y crítica del contenido de la información y los datos de las investigaciones revisadas. En términos cuantitativos se procedió a ordenar cronológicamente por fechas, frecuencias y otras medidas de base numérica en tablas y/o gráficas, según fue requerido, a los efectos de establecer tendencias, perfiles y/o comparaciones. A partir de este análisis se contestó la pregunta de investigación y el problema planteado. 34 CAPÍTULO III RESULTADOS Introducción El problema investigado estuvo dirigido a explorar y analizar a través de diferentes estudios realizados en distintos países, incluyendo Puerto Rico la aplicación de la Psicología Positiva para la prevención de trastornos en la conducta humana. A estos efectos, y a la luz de la revisión documentada, los resultados del análisis de contenido realizado incluye la presentación de un total de 22 estudios que fueron llevados a cabo entre los años 1990 al año 2011 en el tema de la Psicología Positiva en los Estados Unidos, España y Puerto Rico por ser países con el mayor acceso y disponibilidad para obtener la información requerida. El análisis de cada estudio realizado en los países de referencia responde a la pregunta de investigación formulada. La pregunta lee como sigue: ¿Cuál ha sido la aplicación de la Psicología Positiva para la prevención de trastornos en la conducta del ser humano en diferentes países y Puerto Rico? A continuación se presentan consecutivamente los estudios llevados a cabo en los Estados Unidos, España y Puerto Rico. Estos estudios han sido organizados, según el país en que fueron llevados a cabo y por orden cronológico; esto es, del estudio más antiguo o cercano al año 1990 al más reciente año 2011. Estudios realizados en los Estados Unidos Deaner, Stephanie, McConatha y Jasmin (1993), llevaron a cabo un estudio titulado, The relation of humor to depression and personality. Este estudio tuvo como propósito corroborar la hipótesis de que el humor aumenta psicológica y fisiológicamente los índices para lidiar con situaciones que provocan ansiedad. 35 La muestra de participantes fue de 129 personas quienes fueron seleccionados de acuerdo con niveles de sentido de humor elevado o bajo según el Situational Humor Response Questionnarie. A estos efectos, la muestra seleccionada incluyó de estudiantes subgraduados de la Universidad de Allegheny, PA. El procedimiento llevado cabo para comprobar la hipótesis consistió de hacerles creer que recibirían una descarga eléctrica en doce minutos. La muestra de participantes se dividió en un grupo experimental y dos grupos control. El grupo experimental se expuso a estímulos humorísticos, un grupo control se expuso a estímulos sin humor y el otro grupo control no recibió ningún estímulo. Las variables dependientes fueron las medidas repetidas de ansiedad autoinformadas (ritmo cardíaco y sonrisas). Los resultados demostraron que la ansiedad había aumentado en el período anticipatorio como el investigador predijo. La interacción entre la condición de humor y el tiempo de espera para recibir la descarga eléctrica indicó que los participantes evidenciaron puntuaciones bajas de ansiedad y estrés mientras esperaban la descarga. El análisis del investigador comprobó la hipótesis establecida y concluyó que mientras mayor el sentido de humor aparentemente menor es la ansiedad experimentada. El autor señaló que históricamente el humor ha ocupado un rol importante en el campo de la salud mental y el hecho de que las personas usualmente se sientan mejor cuando ríen sugiere la posibilidad de que el humor tenga propiedades terapéuticas. En este aspecto, el estudio no alude directamente al enfoque de la Psicología Positiva, no obstante, su relevancia en la Psicología Positiva es análogo a la virtud de la trascendencia la cual menciona el rasgo del humor como recurso para afrontar los problemas demostrando su efecto positivo como alternativa terapéutica, además de adaptarse al modelo de ampliación y la construcción que propuso la autora 36 Fredickson en el año 2001 donde la ampliación de repertorio de pensamientos y acciones del individuo fomenta la construcción de recursos en el futuro. Fredrickson, Tugade, Waugh y Larking (2003) realizaron un estudio titulado, What good are positive emotions in crisis? A prospective study of resilience and emotions following the terrorist attacks on the United States on september 11th, 2001. El mismo estuvo dirigido a conocer si las emociones positivas eran elementos críticos y activos dentro del rasgo de la resiliencia, de acuerdo con el modelo de Fredickson desarrollado para el 2001, conocido como Ampliación y Construcción de las Emociones Positivas (The Broaden and Build Theory of Positive Emotions). Las dos hipótesis del estudio leen como sigue: 1) las personas resilientes están protegidas de la depresión por las emociones positivas y, 2) las personas resilientes prosperan mediante las emociones positivas. El objetivo del estudio fue evaluar la existencia de síntomas traumáticos en los 46 estudiantes participantes antes y después de los eventos terroristas acontecidos. La muestra de este estudio quedó constituida por 46 estudiantes universitarios graduados de la Universidad de Michigan de un total de 133 estudiantes que habían participado de un estudio anterior acerca de las emociones y la resiliencia entre los meses de marzo y junio del año 2001 previo a los acontecimientos terroristas del 11 de septiembre del 2001. La información en el estudio acerca de la presencia de los síntomas traumáticos en los participantes después de vivenciar los ataques terroristas fue obtenida a través de los siguientes instrumentos: 1. A modified single-item Affect Grid desarrollada por Rusell, Weiss y Mendelsohn en el 1989. 37 2. Preguntas vinculadas a los problemas y estresores que hubiesen experimentado desde el evento del ataque terrorista de septiembre 11 de 2011 para describir brevemente el (los) problema(s) en sus propias palabras. 3. Escala del Significado Positivo diseñada por Tugade y Fredickson en 2002. 4. Escala Diferencial de las Emociones de Izard’s del 1977, añadiéndose ocho emociones positivas discretas desarrolladas por las autoras Shiota y Keltner en 2002. 5. Escala de medida de depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos -CES-D diseñado por Radloff en el 1977. 6. Se incluyeron los Cuestionarios utilizados en el estudio anterior relacionados con la satisfacción de la vida, el optimismo y la tranquilidad, tales como: Escala de egoresiliencia desarrollada en el 1996 por J. Block y Kremen’s, Inventario de cinco factores NEO (versión corta) desarrollada por Costa and McCrae’s en el 1992, Escala de satisfacción con la vida (SWLS) de Diener, Emmons, Larsen y Griffin del 1985 y, la Prueba de Orientación de la vida (LOT) de Scheirer y Carver del 1985. El estudio se inició el 23 de septiembre de 2001, doce días después de los ataques terroristas con el 89% (n= 41) de los participantes, mientras que el 11% (n= 5) restante fueron examinados entre 37 y 56 días después de los ataques (entre octubre 18 y noviembre 6). El análisis demostró que las emociones positivas tales como la gratitud, el interés y el amor habían estado presentes en los participantes antes y después de vivenciar el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001. Ésto implicó una relación positiva entre el rasgo de resiliencia (capacidad de recuperación) antes de los eventos y después de los eventos traumáticos que les permitió superar síntomas depresivos y, por otra parte, el crecimiento de los recursos psicológicos que les ayudaron a generar fuerzas para salir y seguir adelante. Estos resultados corroboraron las dos hipótesis establecidas. 38 De acuerdo con los investigadores aunque el 72% de la muestra del estudio reveló haber experimentado sentimientos de coraje, tristeza y miedo durante los días y semanas después de los ataques terroristas también informaron haber tenido experiencias frecuentes de gratitud, interés y amor. A tales efectos, los autores del estudio sugirieron que las emociones positivas fueron elementos de vital importancia para ayudar a estas personas resilientes a manejar el trauma emocional derivado de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 acontecidos en Nueva York, Estados Unidos. Los investigadores concluyeron además, que la presencia de las emociones positivas en eventos traumáticos apoyó el modelo propuesto acerca de la Ampliación y Construcción de las Emociones Positivas según presentada por Fredickson en el año 2001. Según los autores, los modelos de estrés y coping apoyan y fortalecen los esfuerzos en cuanto a la importancia que tienen las emociones positivas. Las emociones positivas tales como el agradecimiento, el interés y el amor demuestran proveer experiencias más placenteras y subjetivas que las emociones negativas tales como el coraje, el miedo y la ansiedad. Los investigadores sugieren que en la medida que las emociones positivas reduzcan la atención en las emociones negativas permite que la persona se relaje y pueda manejar situaciones adversas. Por tal razón, los autores consideraron que la presencia de las emociones positivas durante la crisis ocasionada por los eventos y ataques terroristas produjo un efecto saludable en los participantes con rasgos resilientes. Esto sustenta su valor en las personas como parte de las emociones positivas generadas en el ser humano para trasformar las circunstancias estresantes de posibles desastres a oportunidades de crecimiento. Steck, Abrams y Phelps (2004) de la Universidad del Estado de Nueva York en Buffalo, publicaron un artículo titulado, Positive psychology in the prevention of eating 39 disorders como resultado del análisis de tres estudios que fueron realizados en el año 1999 en Nueva York. Este análisis los investigadores deseaban conocer si los tres pilares que aplica la Psicología Positiva tales como el bienestar subjetivo, los rasgos individuales constructivos y las instituciones positivas (familias unidas, democracias, libertad de información) contribuía o no a realzar fortalezas personales, además de prevenir conductas asociadas a desordenes alimentarios. Los primeros dos estudios analizados responden al bienestar subjetivo y rasgos individuales constructivos. El tercer estudio analizado responde a las instituciones positivas. El primer estudio analizado por los autores títulado, Prevention of eating disorders: Identification of predictor variables, fueron evaluadas cuatro áreas del autoconcepto (físico, social, la competencia y la académica). La participación en este estudio consistió de 830 féminas de procedencia caucásica y de un nivel socioeconómico promedio. Las mismas asistían a los grados académicos de sexto a duodécimo de una escuela suburbana del distrito de Western en Nueva York. En la recopilación de los datos se utilizaron dos medidas: la Escala Multidimensional de Autoconcepto de Bracken diseñada en 1992 y el Inventario de desordenes Alimentarios-2 de Garner desarrollado en 1991. Los resultados del estudio sugirieron que el apoyo y reconocimiento de atributos relacionados con la apariencia física aumentaba en esta población el sentido de poder individual y personal. De esta forma se lograría una menor internalización o aceptación del ideal delgado conducente al deseo de adelgazar. Los investigadores identificaron que la autoestima es un aspecto considerado como uno de los valores de la Psicología Positiva y que había demostrado una correlación significativa de ocurrencia en síntomas asociados a desordenes alimentarios. 40 El segundo estudio analizado por los autores fue, The efficacy of a school-based eating disorder prevention program: Building physical self-esteem and personal competences. En este estudio participó una muestra de 1,441 féminas, estudiantes de escuela intermedia, superior y estudiantes universitarios. Las metas del estudio estuvieron dirigidas a reducir la internalización de influencias socioculturales, así como también aumentar la autoestima hacia el aspecto físico, aumentar la competencia personal y la adopción de métodos apropiados para el control de peso. El programa incluyó sesiones de discusiones grupales acerca de la solución de problemas, ejercicios cooperativos y la participación activa de los participantes. La metodología utilizada fue diseñada para desarrollar el bienestar, fortalecer el ego y las competencias así como atenuar las presiones socioculturales conocidas como promotoras en los desordenes alimenticios conductuales. Se utilizaron tres intervenciones enfocadas en reducir el efecto de las imágenes mediante la interrupción de los procesos comparativos sociales. Los procedimientos fueron los siguientes: Intervención de la Belleza Artificial, Realidades Genéticas, Belleza Artificial y Realidades Genéticas. De acuerdo a los resultados, los investigadores en términos generales, evidenciaron que el programa había sido efectivo en aminorar algunos factores de riesgo, además de aumentar los factores de protección tales como la autoestima y la competencia social. El tercer estudio analizado por los autores lo fue Issues of self-image among overweight African-American and Caucasian adolescente girls: A quialitative study. La muestra de participantes fue de 341 féminas de décimo grado de tres escuelas superior en Jerusalén. El estudio involucró la participación de maestros quienes fueron facilitadores en el programa de prevención. El programa estuvo dirigido a desarrollar normas y 41 esquemas positivos en las niñas y en el ambiente escolar. Los resultados de este programa demostraron una modificación en los patrones alimentarios, siendo estos más saludables y regulares, además de una disminución en síntomas de desordenes alimentarios. Por otra parte, el estudio también demostró una correlación positiva entre las mujeres que mejoraron sus patrones de alimentación y las influencias positivas de sus padres, contrario aquellas mujeres que reportaron influencias parentales negativas. Los investigadores exhortaron a que todo profesional de salud mental debería considerar los tres pilares de la psicología positiva (bienestar subjetivo, los rasgos individuales constructivos y las instituciones positivas-familias unidas, democracias, libertad de información) por su impacto saludable en la prevención de desordenes alimentarios. La psicología positiva, trabaja conectando a las personas con sus propias fortalezas y recursos existentes en su entorno, con el fin de aprender nuevas y mejores formas de vivir. De esta forma se rescatan los recursos positivos del individuo más que analizar lo negativo. Harris, Luskin, Norman, Standard, Bruning, Evams y Thoresen (2006) desde la Universidad de Stanford en Estados Unidos, realizaron un estudio titulado, Effects of a group forgiveness intervention on forgiveness, perceiveid stress, and trait-anger. Este estudio tuvo como objetivo evaluar los efectos de un programa de intervención fundamentado en el perdón. La muestra seleccionada consistió de 259 adultos, de los cuales 160 fueron féminas y 99 fueron varones, todos con una edad promedio de 42 años. Estos participantes debían haber atrevesado por alguna experiencia interpersonal dolorosa y que aún experimentasen emociones negativas al respecto. El grupo experimental fue compuesto por 134 personas y el grupo control se compuso de 125 personas. El grupo experimental se clasificó según el género y por grupos de 8 a 12 42 personas; quienes participaron de seis sesiones de 90 minutos cada una durante seis semanas. Finalizadas las sesiones se establecieron medidas para la primera evaluación relacionada con los aspectos de ofensa-perdón específico, perdón-situaciones nuevas probables y variables psicosociales relacionadas a la salud tales como, el estrés percibido y rasgos de coraje. Luego de cuatro meses éstos aspectos fueron evaluados por segunda vez. El programa de adiestramiento dispuso de alternativas para el manejo de la rumiación negativa (pensamiento negativo intrusivo) y la reducción de respuestas psicológicas y fisiológicas asociadas a los sentimientos de coraje y heridas emocionales asociadas a los sentimientos de culpa y a la conducta de no perdonar. Por otra parte, se propuso ayudar a los participantes a ser más responsables en la manera de responder hacia aspectos de su vida y a establecer relaciones interpersonales futuras más saludables. En términos generales, los resultados del estudio demostraron que la intervención redujo los pensamientos y los sentimientos negativos acerca del objeto de transgresión dos a tres veces más efectivamente que el grupo control. Se produjo además, un aumento significativo en los pensamientos y los sentimientos positivos hacia el transgresor. Por otra parte, el perdón demostró ser una característica autoeficaz para generar nuevas situaciones, el estrés percibido y los rasgos de coraje. De acuerdo con los hallazgos del estudio se refuerza lo propuesto por la Psicología Positiva a los efectos que evidencia que el perdón de las ofensas produce una serie de cambios beneficiosos en el interior de la persona; siendo esta cualidad una de las virtudes que forjan las fortalezas personales del individuo. 43 Reed y Enright (2006) de la Universidad de Wisconsin-Madison en Estados Unidos llevaron a cabo un estudio titulado, The effects of forgiveness therapy on depression, anxiety, and posttraumatic stress for women after spousal emotional abuse. Los investigadores compararon la aplicación de la terapia del perdón con tratamientos alternos tales como; la validación de coraje, la asertividad y la construcción de destrezas interpersonales. La muestra consistió de 20 mujeres, quienes fueron evaluadas y distribuidas entre el grupo experimental y el grupo control. Los criterios de selección de la muestra requerían que las participantes hubiesen sido abusadas emocionalmente por sus parejas y estuviesen separadas permanentemente de éstas por un período de dos o más años. La duración del tratamiento promedio fue de ocho meses aproximadamente. El grupo que participó en el tratamiento de la terapia del perdón había experimentando una mejoría significativamente mayor en los síntomas de depresión, los rasgos de ansiedad, los síntomas de estrés postraumático, la autoestima, el acto de perdonar, enviromental mastery y finding meaning in suffering cuando se comparó con el grupo control que habían participado de los tratamientos alternos (la validación de coraje, la asertividad y la construcción de destrezas interpersonales). De acuerdo con lo hallazgos, se concluyó que la aplicación de la terapia del perdón tiene un efecto positivo en la recuperación psicológica y emocional de mujeres abusadas. Se encontró que, luego de la terapia del perdón la mujer puede comprometerse y apoyar causas sociales positivas más que enfocarse en la justicia social y/o venganza. Así mismo señalan que los participantes del estudio al finalizar el mismo demostraron intereses en estudiar y trabajar en escenarios sociales y legales en beneficio de la causa. Finalmente, para estos investigadores lo hallazgos del estudio sugieren que el perdón 44 puede tener un efecto general en la regulación emocional, reducir la ansiedad, la depresión, aumentar la autoestima y toma de decisiones saludables. Toussaint y Friedman (2008) llevaron a cabo un estudio en Estados Unidos dirigido a examinar la relación del perdón y la gratitud en el bienestar. El estudio lo titularon, Forgiveness, gratitude and well-being: The mediating role of affect and beliefs. Los propósitos de la investigación fueron, conocer cómo éstas dos características ayudaban e impactaba de forma positiva y prosocial a las personas, así como también examinar cómo el perdón y la gratitud estaban asociadas a cambios positivos en las creencias cognitivas. Por otra parte, examinaron cómo estos cambios podrían explicar las asociaciones entre el perdón, la gratitud y el bienestar. La muestra seleccionada para el estudio fue de 72 pacientes ambulatorios, de los cuales 35 fueron féminas y 37 fueron varones. Todos residentes del área de los suburbios de Filadelfia quienes se encontraban atravesando alguna situación estresante y presentaban dificultades en su estabilidad emocional diaria. Se utilizaron varias medidas para evaluar las variables de estudio. Para evaluar la medida de bienestar se utilizaron las siguientes escalas; The Bradburn Affect Balance Scale, The Fordyce Happiness Scale, The Satisfaction with Life Scale (SWLS). La medida del afecto fue evaluado con la Escala de Afecto de Friedman del 1998; la medida de creencias fue evaluada con la Escala de Creencias de Friedman del 1993; la medida del Perdón fue evaluado con las escalas Heartland Forgiveness Scale (HFS) de Thompson et al. en 2005 y Transgression Related Interpersonal Motivations Inventory (TRIM) de McCullough et al. en 1998 y, finalmente la medida de gratitud fue evaluada con Gratitude Questionaire-6 (GQ-6) de McCullough et al. en 2002 y Gratitude Resentment and Appreciation test-Short Form (GRAT). 45 Los resultados demostraron una asociación de un nivel moderado a fuerte entre las variables del perdón y la gratitud, mientras que las variables de la gratitud y el bienestar demostraron estar asociadas en un nivel más fuerte y consistente. Estos hallazgos, según los autores, respaldan las investigaciones de otros autores tales como: Sastre et al. en 2003; Maltby et al. en 2005, Emmons y McCullough 2003, McCullough et al. en 2002. Los investigadores señalan en términos generales, que los resultados del estudio sugieren que el perdón, la gratitud y el bienestar están asociados positivamente entre sí. A su vez, aunque las conexiones entre la gratitud y el bienestar resultaran ser de mayor magnitud y consistencia, las conexiones entre el perdón, al menos en su estudio, resultaron ser de tamaño proporcionado suficiente como para captar la atención de los clínicos. Además, sugirieron que debido al crecimiento e interés de las intervenciones positivas para aumentar y fortalecer el bienestar del ser humano era importante considerar estas cualidades en las técnicas y ejercicios dentro de las intervenciones en la psicoterapia por parte de los psicólogos con este enfoque terapéutico. Los autores plantearon en su estudio que el perdón y la gratitud eran características psicológicas positivas que estaban asociadas al bienestar. Sin y Lyubomirsky (2009) de la Universidad de California en Riverside realizaron un estudio titulado, Intervenciones de psicología positiva para aumentar el bienestar y aliviar los síntomas depresivos: Un metaanálisis afín con la práctica profesional. Ente los objetivos del estudio estaba publicar de forma integrada, los resultados de una series de investigaciones realizadas acerca la efectividad general de las Intervenciones con Psicología Positiva (IPP) con el propósito de proveer dirección a los 46 psicólogos clínicos respecto al manejo de métodos de tratamiento aplicando la Psicología Positiva (IPP). Las investigaciones analizadas incluyeron intervenciones terapéuticas donde se aplicó la Psicología Positiva en áreas relacionadas, por ejemplo, mindfulness, terapia de análisis de la vida, terapia del perdón; de modo que no fueron analizadas todas las áreas que atiende este enfoque. Los criterios utilizados para seleccionar los estudios que se incluyeron en el metaanálisis fueron los siguientes: 1. El cohorte de tiempo de los estudios seleccionados fluctuó entre los años 1977 y 2008 en el idioma inglés solamente. 2. Ser un estudio empírico de una intervención, terapia o actividad cuyo fin primario fuera aumentar los sentimientos, los comportamientos y las cogniciones positivas, no mejorar patologías o corregir pensamientos negativos o patrones de comportamiento inadaptados. 3. Incluir mediciones previas y posteriores a la intervención de Well Being (WB) o depresión (según la definición que figura en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders-IV-TR; American Psychiatric Association, 2000). 4. Contar con un grupo comparativo, por ejemplo, un grupo de control sin tratamiento, de control neutral, tratado con placebo o con el tratamiento usual. 5. Proveer un tamaño del efecto (o información para calcular un tamaño del efecto) en relación con la fortaleza y dirección de la diferencia entre el resultado del grupo sujeto a la IPP y el grupo comparativo. Las investigadoras analizaron un total de 74 estudios con una muestra total de 4, 266 participantes entre las edades de 17 años o menos, hasta la edad 60 años o más. 47 Las intervenciones de Psicología Positiva aplicadas en el metaanálisis fueron: 1) Mindfulness, 2) Positive writing, 3) Hope therapy, 4) Positive reminiscence, 5) Life review therapy, 6) Gratitude, 7) Well-being therapy, 8) Cognitive behavior therapy, 9) Fordyce’s happiness program, 10) Forgiveness, 11) Cultivating sacred moments, 12) Life coaching/goals, 13) Self-Management, 14) Discussing beliefs, 15) Rehearsal of positive Statement, 16) Discussing beliefs, 16) Kindness, 17) Optimism or Gratitude, 18) Goals, 19) Counting Kindnesses, 20) Positive psychotherapy, 21) Personal strength activities, 22) Meditation, 23) Life Coaching y, 24) Goals training. La información de cada estudio fue codificada por medio de moderadores tales como: el estado depresivo de los participantes (depresivo-no depresivo), la selección de participación en las intervenciones positivas (no autoseleccionado o autoseleccionado), el formato de intervención (grupal, auto administrado e individual), la duración de la intervención (menos de 4 semanas a más de 12 semanas) y el tipo de grupo comparativo (grupo control, grupo neutral, placebo o tratamiento usual). Los resultados, en general, demostraron que las IPP fueron significativamente más efectivas que los grupos comparativos para aumentar el bienestar y disminuir la depresión. A su vez, se evidenció que las intervenciones con Psicología Positiva con el enfoque de la Psicología Positiva aumentan el bienestar y disminuyen los síntomas depresivos. A través del análisis se logró identificar varios factores que influyen e la efectividad de las intervenciones con Psicología Positiva. Estos factores fueron los siguientes: el estado depresivo, la autoselección, la edad de los participantes, la modalidad de intervención y la duración de las intervenciones. Wahl-Thouin (2011) publicó un estudio titulado, Los efectos de entrenamiento de la Psicología Positiva para un grupo de equipo de un hogar de jóvenes desertores (The 48 effects of Positive Psychology trainning for group home staff on runaway youths). Fue realizado desde Walden University Minneapolis, Minnesota. Este estudio apoyó las implicaciones positivas de la Psicología Positiva en el cambio social de la conducta. El propósito del mismo fue examinar cuantitativamente la relación entre el adiestramiento de Psicología Positiva ofrecido a personas que trabajaban en instituciones juveniles con el porciento de jóvenes que huían de estas instituciones (youths running away). El procedimiento del estudio consistió en ofrecer un adiestramiento centrado en los conceptos y principios de la Psicología Positiva; en especial, en técnicas específicas obtenidas del centro de Psicología Positiva en la Universidad de Pennsylvania y el libro del autor Seligman Martin. A través de este adiestramiento se esperaba ayudar al personal de las instituciones juveniles a que desarrollaran relaciones saludables con los jóvenes y, a su vez, que pudieran ofrecerles la oportunidad de romper el ciclo de violencia, el abuso, la negligencia, la indigencia o el abuso de sustancia. Por consiguiente, se esperaba aceptar la hipótesis de que el adiestramiento provisto en Psicología Positiva influía y afectaría al disminuir o eliminar el porciento de jóvenes que huyen de las instituciones juveniles. El diseño de investigación utilizado fue pre-experimental. La muestra de participantes consistió de un total de 27 técnicos de salud conductual (behavioral health technicians). De este total 18 eran varones y 9 eran féminas seleccionados de una agencia de servicios a la familia en Tucson, Arizona y del Centro de Psicología Positiva en la Universidad de Pennsylvania. A los fines de establecer la comparación para medir el efecto del adiestramiento se comparó el porciento de huidas antes y después del adiestramiento provisto a los empleados. 49 El resultado del estudio confirmó que las huidas de jóvenes disminuyeron luego de que los empleados recibieron el adiestramiento en Psicología Positiva. Además se observó una disminución estadísticamente significativa en el porciento de conducta agresiva. Los hallazgos condujeron al investigador a concluir que las técnicas aplicadas en el adiestramiento de la Piscología Positiva ayudaron a disminuir las ocurrencias entre los jóvenes a huir de las instituciones juveniles y de exhibir conductas violentas. Este autor planteó que estos resultados fueron consistentes con el constructo teórico de la Psicología Positiva por lo cual se rechazó la hipótesis nula. Finalmente, concluyó que, adiestrar para aplicar la Psicología Positiva favoreció y ayudó a los adolescentes problemáticos a que desarrollaran destrezas para tomar control de sus vidas y el ambiente, aspectos que para ellos casi siempre suele ser caótico. Añadió que para contribuir en una vida saludable y de calidad es necesaria la aplicación de lo que postula la Psicología Positiva; enfocarse en las fortalezas de la persona, la comunidad y los factores ambientales. Los resultados respaldan lo postulado por la Psicología Positiva acerca de la importancia de las instituciones positivas para la prevención de desarrollo de condiciones psicológicas y emocionales. Estudios realizados en España Vázquez, Cervellón, Pérez-Sales, Vidales y Gaborit (2005) realizaron un estudio titulado, Positive emotions in earthquake survivors in El Salvador llevado a cabo desde la Universidad de Complutense, Escuela de Psicología en Madrid, España. Los investigadores sostuvieron que las emociones positivas y las destrezas positivas (ambos recursos psicológicos) eran variables beneficiosas y elementos importantes en las 50 personas para protegerse de condiciones psicológicas traumáticas ante situaciones inesperadas como los terremotos, otros desastres naturales y catástrofes como la guerra. En este estudio se diseñó un Programa de intervención para analizar la existencia de las emociones positivas y las destrezas positivas de personas ubicadas en dos de los más grandes refugios en el Salvador llamados el Cafetalón y Santa Gertrudis luego de enfrentar en el año 2001 dos terremotos que habían ocasionado daños que afectaron a más de 50,000 personas y donde murieron 1,100 personas. Luego de tres meses de haber ocurrido el primer terremoto fue seleccionado aleatoriamente una muestra de 115 sobrevivientes. Éstos fueron agrupados por género en ambos refugios. La edad de la muestra fluctúo desde los 18 a 72 años; siendo el 48 de los participantes varones y el 67 féminas. Los datos fueron recopilados mediante un proceso de entrevista semiestructurada de grupo focal, conocida como Community Cohesion Interview –CCI desarrollada por Pérez-Sales en el 2001. Las preguntas incluidas en la entrevista focal estuvieron relacionadas con el hedonismo, la(s) emoción(es) y eudamonia o crecimiento de potencial humano. De acuerdo con los resultados del estudio desde la perspectiva de las emociones positivas se encontró que 36 de los participantes había interpretado el evento como una causa natural, mientras que el 79 informó que había sucedido como consecuencia de un castigo de Dios y por la conducta destructiva del ser humano, además de la pérdida de respeto, la ausencia de oración y la violencia. De un total de 115 refugiados, 100 (88%) de los entrevistados juzgó sus creencias religiosas como recursos muy útiles (positivas) para manejar la situación. 51 Por otra parte, los resultados relacionados a la percepción de los participantes con respecto a la eficacia de la autorregulación emocional señalaron que el 68% de la muestra consideró que tenían algún mecanismo personal para manejar los momentos de ansiedad y tristeza. El 42% de los participantes indicó que utilizaban más frecuentemente como mecanismo la oración con un 42%, el 14% indicó salir a caminar, el 7% señaló visitar amigos o familiares, el 6% mencionó mantenerse ocupados y el 5% indicó controlar sus pensamientos. También se demostró que el 63% de los refugiados habían podido recordar algún momento de felicidad durante los tres meses posterior al evento. Este indicador, señalaron los investigadores, sugería que a pesar todas las circunstancias dolorosas y adversas vividas pudieron experimentar emociones positivas. En cuanto al desarrollo de destrezas positivas, el 66% de los refugiados señalaron haber tenido experiencias de aprendizaje positivo, tales como: el crecimiento de destrezas personales (30%), la valoración de las relaciones humanas (17%), las reflexiones existenciales (12%) y el aprendizaje instrumental (5%). Además, en relación a las respuestas asociadas con su visión del futuro se encontró que el 64% de los refugiados expresaron haberse sentido más preparados para manejar eventos similares en el futuro, el 55% consideró que estarían mejor, el 20% prefirió enfocarse en el presente y el 31% consideró que mediante la oración era posible prevenir acontecimientos catastróficos futuros. En síntesis, se concluyó que la mayoría de las víctimas informaron haber aprendido aspectos positivos de la experiencia. Los autores consideraron la importancia de que las víctimas no solo se esfuercen en reconceptualizar la crisis para desarrollar nuevas destrezas, sino que también, desarrollasen un sentido de control y autoseguridad; aspectos que podrían ayudarlos a prevenir el estrés psicológico. 52 Sánchez Hernández y Méndez Carrillo (2009) realizaron un estudio titulado, El optimismo como factor protector de la depresión infantil y adolescente. Este estudio se fundamentó en la perspectiva teórica del optimismo acerca de la característica disposicional, la misma establece que la persona posee una predisposición generalizada a esperar resultados positivos aunque atraviesen por momentos difíciles. También establece que el estilo explicativo representado en el modelo de Indefensión Aprendida, que las expectativas acerca de los acontecimientos futuros están estrechamente relacionados con la explicación de los acontecimientos pasados. El objetivo del estudio fue analizar la función del estilo explicativo optimista como factor protector de la depresión infantil y de la adolescencia. También se examinó las diferencias de género y edad del optimismo en la depresión. Las hipótesis generales establecidas buscaban corroborar la relación positiva del estilo explicativo optimista en la depresión y su sintomatología; así como las diferencias por edades y el género en los síntomas depresivos. La muestra de participación del estudio fue de 172 estudiantes escolares de 5to y 6to de nivel primaria, siendo el 108 féminas y un 64 varones con un nivel socioeconómico de clase media alta. Los participantes fueron reclutados en un colegio de la ciudad de Murcia. La recopilación de datos se llevó a cabo mediante el Cuestionario de Estilo Atribucional para Niños –CASQ desarrollado por Seligman, Reivich, Jaycox y Gillham en el 2005; la Escala de Depresión Infantil del Centro de Estudios Epidemiológicos- CES-DC, versión modificada por Seligman, Reivich, Jaycox y Gillham en el 2005 de la escala original de Weissman, Orvaschel y Padian del 1980. Los resultados del estudio confirmaron las hipótesis planteadas. A tales efectos, la relación con el estilo explicativo general optimista con la sintomatología depresiva 53 indicó que a más optimismo menos síntomas de depresión y que menos optimismo mayores eran los síntomas de depresión. Por otro lado, la teoría de la desesperanza se relacionó positivamente con los síntomas de depresión. Los estudiantes de 5to y 6to de nivel primaria que demostraron tener un estilo explicativo optimista presentaron menos sintomatología depresiva. Según indicaron los investigadores los resultados de su estudio eran consistentes y análogos a los resultados de otras investigaciones previamente realizadas. A estos efectos, plantearon la importancia en la aplicación de los principios de la Psicología Positiva, para fomentar las cualidades, competencias y capacidades en niños y adolescentes con el fin de aumentar la satisfacción personal, llevar una vida más plena y de servir como factores protectores de los trastornos psicológicos y de la salud en general; así como el mejorar la eficacia de las técnicas de intervención psicológicas utilizadas tradicionalmente. Manos, Sebastián, Mateos y Bueno (2009) llevaron a cabo un estudio titulado, Resultados de una intervención multicomponencial psicosocial para mujeres con una etapa temprana de cáncer de seno. El mismo consistió de la implementación de un programa el cual incluyó todas las modalidades de intervención psicosocial que habían demostrado ser beneficiosas. Participó una muestra de 188 mujeres seleccionadas del Departamento de Obstetras y Ginecológico de La Paz Hospital en Madrid, España, que habían sido operadas de cáncer del seno (non-metastastic breast cancer surgery) entre las edades de 25 a 70 años. El diseño del programa combinó intervenciones educativas, cognitivas, conductuales y de apoyo social. Se organizaron 14 sesiones semanales con una duración de dos horas cada una abarcando cinco unidades temáticas: 1) la preparación a la quimioterapia, 2) la educación de salud, 3) la imagen corporal, 4) el manejo de estrés, 54 5) las destrezas de manejo (las destrezas de comunicación y establecimiento de metas). Las medidas incluidas en el estudio fueron: adaptación en español de la Escala de Calidad de Vida (EORTC) introducida por la Organización Europea para la Investigación y Tratamiento del Cáncer (se añadió 51 ítems en siete de los factores que correspondían a la misma cantidad de dominio de vida) y la Escala de Ajuste Mental para Cáncer (MAC). Como parte de los procedimientos del estudio consistió de una entrevista individual a cada participante luego de haber pasado por el proceso de cirugía y antes de haber sido dada de alta del hospital. De igual forma se estableció el grupo que recibió el programa (grupo experimental) y el grupo que no participó del programa al no consentir el Programa de Intervención Psicosocial el cual fue ofrecido en el hospital durante ocho años consecutivos en distintos períodos de tiempo. Los investigadores encontraron que los resultados del estudio habían demostrado que el Programa de Intervención Psicosocial fue significativamente efectivo en mejorar la calidad de vida de las pacientes al comparar las medidas iniciales de la evaluación pre tratamiento y con las medidas del grupo control. También se encontró que la intervención había aumentado el deseo de luchar, la esperanza, el optimismo y se redujo la ansiedad por la preocupación, como también el estilo de manejo de problema en los participantes. Según los investigadores estos cambios perseveraron durante seis meses posterior al estudio. Marrero Quevedo y Carballeira Abella (2010) realizaron un estudio titulado, El papel de optimismo y del apoyo social en el bienestar subjetivo. Este estudio fue llevado a cabo en Tenerife, Islas Canarias en España donde se analizó conjuntamente los diversos indicadores de bienestar. El objetivo del estudio fue analizar conjuntamente los diversos indicadores del bienestar, con el objetivo de estudiar si el optimismo y el apoyo 55 social incidían de manera similar o diferencial en cada una de ellas. El estudio fue uno trasversal y se llevó a cabo con una muestra de conveniencia compuesta de 477 personas entre 18 y 66 años, mayormente estudiantes de Psicología y de Relaciones Laborales de la Universidad de La Laguna. Esta muestra representó el 61% del total de la población de este sector de estudiantes universitarios. Los componentes del bienestar evaluados en el estudio fueron: 1) la satisfacción en áreas específicas como; la pareja, el trabajo/estudios, la salud y el ocio, 2) la satisfacción vital, 3) las emociones positivas, 4) las emociones negativas y el ajuste psicológico. El optimismo disposicional fue medido mediante la prueba de Orientación Vital Revisado (LOT-R), mientras que el apoyo social fue mediante el Social Support Questionnaire (SSQ-6). En la recopilación de los datos en el estudio se realizó mediante seis instrumentos: la entrevista semiestructurada, la Prueba de Orientación Vital Revisado (LOT-R), el Symptom Checklist 90-R (SCL-90-R), la Satisfaction with Life Scale (SWLS), la Positive and Negative Affect Schedules (PANAS) y el Social Support Questionnaire (SSQ-6). Los resultados demostraron que el optimismo se relacionó con la mayoría de los indicadores de bienestar subjetivo. En otras palabras, las personas optimistas demostraron estar mejor ajustadas psicológicamente, mayor satisfacción con la vida tales como la pareja y la salud, más emociones positivas y menos negativas en sus vidas. Por otra parte, las personas con mayor percepción de apoyo social demostraron estar más satisfechas con su vida, su pareja, además de presentar más ajuste psicológico y más emociones positivas que negativas. El análisis del efecto conjunto del optimismo y del apoyo social en el bienestar, demostró que las personas con optimismo y apoyo elevado experimentaban más 56 emociones positivas, mayor satisfacción con el ocio y con la vida, menos emociones negativas, menos depresión y menos sensibilidad interpersonal que las personas optimistas con escaso apoyo social. Al analizar la capacidad del optimismo y del apoyo social para predecir el bienestar subjetivo se encontró que estos factores apenas predijeron la satisfacción en las áreas específicas, sin embargo, predijo cerca de un 30% de la varianza de la satisfacción vital, un 20% del ajuste psicológico y alrededor de un 14% de la varianza de las emociones positivas y emociones negativas. De acuerdo con los resultados aunque el optimismo demostró guardar mayor relación con los indicadores de bienestar, en general, los investigadores avalaron la importancia del optimismo y del apoyo social en los distintos indicadores de bienestar subjetivo. Según los investigadores es importante desarrollar investigaciones futuras para poder precisar y profundizar acerca del significado de los distintos componentes del bienestar, además de explorar qué otros factores vinculados al optimismo y el apoyo social podrían incidir en el mismo. Remor, Amorós-Gómez y Carrobles (2010) de la Universidad Autónoma de Madrid en España llevaron a cabo una investigación titulada, Eficacia de un programa manualizado de intervención en grupo para la potenciación de las fortalezas y recursos psicológicos. La investigación tuvo como propósito evaluar la eficacia de un programa manualizado de intervención grupal para la potenciación de las fortalezas y recursos psicológicos (RP). Siguiendo una metodología cuasiexperimental la intervención se aplicó a tres muestras distintas para un total de 60 participantes. La primera muestra se constituyó de estudiantes madrileños (n=22), la segunda muestra fueron españoles adultos con esclerosis múltiple (n=14) y la tercera muestra estuvo compuesta por estudiantes 57 universitarios salvadoreños de Centro América (n=24) compuesta por españoles saludables salvadoreños con una intervención-post con grupo cuasi control. Las variables de estudio para conocer la efectividad del programa fueron: estado de ánimo, recursos psicológicos, estrés, optimismo, satisfacción con la vida, depresión, ansiedad-insomnio, disfunción social, síntomas somáticos, quejas de salud. El Programa de Intervención consistió de 10 sesiones periódicas llevadas a cabo semanalmente con una duración de 90 minutos. Mediante la aplicación de técnicas cognitivas y conductuales el programa se centró en la enseñanza de habilidades que favorecían el aprendizaje y la potenciación de los recursos psicológicos, tales como; la comunicación asertiva, la empatía, el optimismo y el afrontamiento positivo, el perdón y la gratitud, la vitalidad y el entusiasmo. Las sesiones acerca del estado de ánimo fueron evaluadas al inicio y al final de las mismas mediante una escala visual analógica. También se evaluó los recursos psicológicos al inicio del programa, al final del mismo y en el seguimiento, para examinar el efecto de la intervención. Como medidas de resultado también se incluyeron indicadores de estrés, malestar físico y síntomas somáticos, indicadores de salud mental y satisfacción con la vida. Los resultados del estudio aunque presentaron algunas variaciones de acuerdo con las características de cada grupo muestral, reflejaron que el efecto del estado de ánimo de cada sesión del programa fue uniforme para todas. Se obtuvo la potenciación de los recursos psicológicos, de entre los cuales se destacó el optimismo, el sentido de humor, la capacidad de solucionar problemas y del autocontrol. El programa logró además disminuir el estrés percibido, de la depresión, de los síntomas somáticos y de las quejas subjetivas de malestar físico. 58 Según los autores en términos generales, los resultados indicaron un efecto positivo del programa en el estado de ánimo de los particpantes en cada sesión para las tres muestras, además de haber logrado la potenciación de recursos psicológicos. A tales efectos, avalaron la eficacia del programa manualizado recomendado su aplicación en contextos donde se quiera aumentar los recursos psicológicos. Las técnicas aplicadas en estos estudio apoyan la importancia de los recursos psicológicos propuestos por la Psicología Positiva para llevar una vida más plena y feliz. Esto sugiere que el ser humano debe ser encaminado hacia intevenciones psicológicas preventivas mediante la aplicación de elementos constructivos y potenciadores de las capacidades positivas propuestas por la Psicología Positiva. Estudios realizados en Puerto Rico Velázquez Colombia, Sáez Santiago y Rosselló (1999) realizaron un estudio exploratorio titulado Coping strategies and depression in Puerto Rican adolescents: An exploratory study. El estudio tuvo dos objetivos: identificar las estrategias de manejo utilizadas por un grupo de adolescentes puertorriqueños y explorar la relación entre las estrategias de manejo y los síntomas de depresión. El método del estudio incluyó una muestra de 51 estudiantes de varias escuelas de la zona metropolitana en Puerto Rico. La muestra consistió de 32 féminas y 19 varones entre las edades de 13 y 20 años de edad. Se administraron tres instrumentos para lograr los objetivos del estudio. Estos fueron: el Inventario de Depresión Kovacs (CDI), Adolescent Coping Orientation for Problem Experiences (A-COPE) desarrollada por Peterson y McCubben en el año 1981 y una planilla informativa para obtener la información sociodemográfica de la muestra de participantes. 59 Luego de obtener la información y el consentimiento previo de la muestra se procedió a la administración de los instrumentos antes mencionados de forma grupal durante el período escolar. Los resultados demostraron que el 47% de los participantes no manifestaron síntomas depresivos. Sin embargo, el 37% de estos adolescentes manifestaron síntomas moderados y el 20% evidenció síntomas severos. En términos de la aplicación de estrategias para el manejo positivo y negativo, utilizaron en general estrategias de manejo positivo. La diferencia de las puntuaciones entre los participantes de ambos géneros no fue significativa. No obstante, se encontró una tendencia en los varones a utilizar estrategias de manejo negativo al compararse con las participantes féminas. Los adolescentes que no presentaron síntomas depresivos versus los adolescentes que si presentaban síntomas depresivos moderados utilizaban estrategias de manejo positivo, tales como; compartir con la familia, relacionarse con amigos y actividades sociales, búsqueda de apoyo social y percepción positiva hacia las situaciones de la vida. A su vez, los resultados demostraron que entre los adolescentes participantes existian sentimientos asociados con actitudes de competencia, buena autoestima y que participaron de momentos de diversión. Al llevar a cabo un análisis correlacional entre A-COPE y CDI para examinar la relación entre las estrategias de manejo y la depresión, los autores encontraron que a mayor utilización de estrategias de manejo con connotaciones positivas, más baja la incidencia de síntomas depresivos. A su vez, se identificó una relación inversa de las estrategias de manejo negativas con los síntomas de depresión, es decir, que las estrategias de manejo negativas estaban asociados a los síntomas depresivos. Con relación a la correlación entre A-COPE y la depresión para el total de la muestra se 60 encontró una relación significativa inversa con la depresión, en otras palabras la presencia de depresión estaba acompañada de estrategias de manejo negativas. Los autores para determinar el valor predictivo de las estrategias positivas y negativas en la depresión realizaron un análisis de regresión múltiple. Este análisis sugirió que estas estrategias podrían servir de predictores de cambio en la sintomatología depresiva de adolescentes puertorriqueños. Sin embargo, consideraron que estos resultados deberían ser interpretados con precaución porque los valores predictores de las estrategias eran bajos. Los autores concluyeron que el desarrollo de las estrategias de manejo efectivas deberían ser consideradas como reductoras de los síntomas depresivos. Por tal razón, recomendaron la integración de las mismas en el tratamiento de adolescentes con depresión. De esta forma se ampliaría el repertorio de estrategias para desarrollar un mayor sentido de competencia en los momentos de adversidad. Quintero Cartagena (2002) llevó a cabo un estudio en Puerto Rico el cual tituló, El humor como estrategia psicoterapéutica para el manejo de la depresión y la ansiedad. Según la autora a través de utilizar el humor en la práctica psicoterapéutica se logra alcanzar beneficios terapéuticos que le facilitan al cliente el manejo de situaciones y cambios significativos en su filosofía de vida. El propósito de su investigación fue examinar y analizar la aplicación y los beneficios del uso del humor en la práctica psicoterapéutica para la disminución de síntomas de depresión y ansiedad. El procedimiento llevado a cabo por la autora consistió en la revisión documental de artículos y estudios realizados por otros autores. De esta forma la autora analizó el concepto del humor enmarcado desde una perspectiva histórica filosófica. Además analizó el humor como un proceso cognitivo-afectivo señalando la influencia de éste en 61 los sentimientos y actos de las personas. Finalmente, identificó las implicaciones de su aplicación en el proceso psicoterapéutico particularmente en los trastornos de depresión y de ansiedad, mediante el proceso cognitivo-afectivo de la Terapia Racional Emotiva. A su vez, señaló que su intención en el análisis es aportar seriedad al concepto del humor dentro de la terapia psicológica. La autora en su artículo señaló que en la actualidad los estudios y trabajos identificados a través de la literatura han encontrado que el uso del humor ayuda en diferentes formas al proceso psicoterapéutico. La autora cita algunos autores que han llevado a cabo estudios y trabajos este tema, entre estos autores menciona a Navas, 2001, Risco, 2001, Rodríguez, 2001, García, 1999 y Pappatera, 1996. Por otra parte, mencionó al teórico Albert Ellis creador de la Terapia Racional Emotiva y quien para la década de los 50 integró el uso del humor como técnica terapéutica, obteniendo resultados favorables y aceptación por parte de su clientela. Según esta autora Ellis sugirió el uso del humor como técnica psicoterapéutica ajustada desde un enfoque cognitivo-afectivo para trabajar estados de ansiedad y depresión en los clientes. Otros profesionales creadores de técnicas terapéuticas que han realizado la integración de los conceptos de terapia y humor mencionado por la autora lo son Frank Farrelly mediante su Terapia Provocativa y Walter O’Connell con su Teoría Natural High Theory. La autora señala que a finales del siglo XX mayores han sido las contribuciones en la literatura, la atención y el interés al concepto del humor, en el campo de la psicología era este tema dentro y fuera de Estados Unidos. Por otro lado, la autora hizo referencia de investigaciones llevadas a cabo en Puerto Rico. A estos efectos, indicó que Pappaterra en el año 1996 realizó un estudio mediante el cual analizó puertorriqueños 62 respecto al uso del humor en la terapia. La autora encuestó a 341 psicólogos licenciados en Puerto Rico. Entre las condiciones incluidas en el estudio para la aplicación del uso del humor se encontraban los trastornos depresivos, trastornos de ansiedad. Los resultados del estudio evidenciaron que el 94% de los participantes consideraron que el humor era una técnica eficaz en el proceso psicoterapéutico porque ayudaba a establecer rapport, reducir la tensión del proceso y tratar temas dolorosos. A su vez se encontró que el 92% de los psicólogos participantes no consideró que el uso del humor le restara seriedad al proceso y trabajo como terapeuta. Otro estudio mencionado por la autora fue el de los autores Abel y Maxwell llevado a cabo en el 2002. El estudio tuvo como propósito conocer la influencia del humor en los sentimientos y en la ansiedad. Participaron 203 estudiantes de primer año de psicología, los cuales fueron expuestos a videos humorísticos que sirvieron de estímulo durante la intervención. Los resultados del estudio demostraron que el humor contribuyó a que disminuyase la ansiedad; evidenciando su efecto positivo. Por consiguiente a la luz de los resualtdos la autora destacó la importancia y el beneficio de añadir estrategias relacionadas al humor desde una perspectiva cognitiva-conductual en desórdenes de ansiedad y depresión, porque éstos se caracterizan por pensamientos e ideas de carácter irracional, derrotistas, absolutistas y exageradas. De igual forma, hizo hincapié en la continuidad del estudio del humor como estrategia psicoterapéutica con el fin de fortalecer la seriedad y validez de su aplicación por profesionales de la psicología. Scharron del Río (2005) llevó a cabo un estudio en Puerto Rico títulado, Spirituality, psychology and depressive symptoms: Translation, adaptation, and evaluation of the psychometric properties of three self-report spirituality, instruments and their relationship to depressive symptoms in Puerto Rican college. El propósito de 63 este estudio consistió en la traducción, adaptación y validación de manera preliminar de tres instrumentos acerca de la espiritualidad: Spiritual Assessment Inventory, Spiritual Well-Being Scale y Spiritual Trascendence Index. Se examinó además la relación de estos con la sintomatología depresiva. La muestra del estudio fue seleccionada por disponibilidad y consistió de 286 estudiantes de bachillerato provenientes de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, con una edad promedio de 21, siendo el 73% mujeres. Los resultados demostraron una correlación significativa de las subescalas de cada instrumento con la sintomatología depresiva, sugiriendo que a mayor creencia en la trascendencia y que a mayor bienestar espiritual, menor la presencia de sintomatología depresiva. También se encontró que mientras más inestable y decepcionante era la percepción de la relación con un Poder Superior, se evidenciaba que los síntomas depresivos eran mayores. A su vez, se encontró que los tres instrumentos y sus respectivas subescalas correlacionaron significativamente con los instrumentos que midieron felicidad, optimismo y la calidad de vida o el bienestar subjetivo. Rodríguez y Cando (2005) llevaron a cabo un estudio titulado, Depresión, desesperanza y espiritualidad en una muestra gerontológica probabilística del área geográfica de San Juan. El objetivo de su estudio fue corroborar las hipótesis de que existía una relación significativa entre el bienestar espiritual con la depresión y la desesperanza en feligreses de diferentes denominaciones eclesiásticas del área metropolitana. Fueron seleccionados para el estudio 413 personas de edad avanzada entre los 65 y 95 años de edad, de los cuales el 55% fueron mujeres y 46% hombres. En la recopilación de los datos e información se implementaron cinco instrumentos de medición: la Hoja de Consentimiento, la Planilla Sociodemográfica, la Escala de 64 Bienestar Espiritual (SWBS) traducida al español por Kay Bruce y Ted Stagner en 1994, el Inventario de Depresión Beck (BDI-II) y la Escala de Desesperanza de Beck (BHS). De acuerdo con el análisis de datos se evidenció que no existían síntomas depresivos y que la desesperanza entre la muestra de participantes era la misma. De manera que fueron corroborados las hipótesis en términos de que mientras mayor era el bienestar espiritual menos eran los síntomas de depresión y desesperanza entre los participantes. Los investigadores señalaron que el mantener niveles adecuados de bienestar espiritual y el asistir a servicios religiosos de forma regular puede beneficiar a la población anciana como un factor protector ante la depresión y la desesperanza. También se evidenció que a mejor calidad de vida y salud mental menor eran los síntomas de depresión y desesperanza. Pérez López (2008) de la Universidad Interamericana, Recinto Metropolitano de la Escuela de Educación llevó a cabo un estudio el cual tituló, El manejo de la pérdida y el duelo y las prácticas religiosas o espirituales en adultos puertorriqueños: Implicaciones para la integración de una estrategia espiritual en consejería. Este estudio tuvo como propósito conocer, describir y entender la experiencia de pérdida y el significado que le adscribían un grupo de adultos puertorriqueños a la espiritualidad y la religión en el manejo de pérdida y duelo. La muestra de participantes fue de 10 adultos mayores de 25 años de edad quienes habían enfrentado una pérdida por la muerte de un ser querido en un período de uno a tres años y quienes presentaban una capacidad para comunicarse de manera clara y concisa. El enfoque del estudio fue uno fenomenológico. La información se obtuvo mediante un proceso de entrevista profunda. Los resultados obtenidos por la narrativa de los participantes demostraron que las creencias y prácticas espirituales y religiosas 65 pueden mejorar la calidad de vida de las personas que batallan y se enfrentan con los efectos negativos de sus vidas estresantes, además de servir de recurso importante de afrontamiento para mitigar el efecto negativo del estrés. Este resultado, según la autora fue consistente con la literatura relacionada. Los resultados indicaron además, que los participantes que incluían la espiritualidad en sus experiencias de vida sentían paz, tranquilidad y fortaleza. Uno de los aspectos más importantes identificados en el análisis del estudio fue el deseo expresado de los participantes en continuar luchando para superar la pérdida y seguir viviendo. En términos generales, la investigadora apoyó en su estudio lo propuesto en la revisión de literatura acerca de los beneficios de la espiritualidad, considerando esta fortaleza una alternativa de ayuda en la práctica de la consejería, porque ofrece al cliente la oportunidad de desarrollar una autoestima saludable que le proporcione sentido de pertenencia, confianza, esperanza, seguridad y aliento. Lugo Préstamo (2008) realizó un estudio titulado, La relación entre la espiritualidad, el apoyo social y la presentación de síntomas de depresión en una muestra de estudiantes universitarios en proceso de duelo. La investigación el cual tuvo como propósito conocer la relación que existía entre la espiritualidad y el apoyo social, en estudiantes universitarios que atravesaban un proceso de duelo y quienes presentaban sintomatología depresiva. Este estudio se consideró pionero al investigar la relación entre la espiritualidad, el apoyo social y el proceso de duelo en Puerto Rico. El estudio se realizó en una institución universitaria del área Sur de Puerto Rico con una muestra seleccionada por disponibilidad de 350 estudiantes universitarios del nivel de bachillerato en proceso de duelo mayores de 18 años de edad. Doscientos treinta 66 y ocho (238) de la muestra fueron féminas, un 87% estaban solteros, el 99% fueron ciudadanos americanos y el 72% practicaba el catolicismo como religión. Los instrumentos utilizados fueron: la Hoja de Consentimiento Informado, el Cuestionario de Datos Sociodemográficos, el Inventario de Evaluación Espiritual, el Cuestionario de Apoyo Social (CAS-7) y el Inventario de Depresión Beck (EDB-II) versión traducida en español. Para determinar la relación existente entre la espiritualidad y la presentación de síntomas de depresión, el apoyo social y la presentación de síntomas de depresión y la espiritualidad y el apoyo social. En el análisis de los datos se utilizó la estadística correlacional momento producto de Pearson, a los efectos de comprobar las tres hipótesis: 1) si existía relación de la espiritualidad y la presentación de síntomas de depresión en una muestra de estudiantes universitarios que atraviesan un proceso de duelo; 2) si existía relación entre el apoyo social y la presentación de síntomas depresivos; 3) si existía relación entre el apoyo social y la espiritualidad entre una muestra de estudiantes universitarios que atravesaban proceso de duelo. Los hallazgos del estudio evidenciaron la existencia de una relación estadísticamente moderada entre la espiritualidad y la presentación de síntomas de depresión en la muestra de estudiantes universitarios; por lo que los autores rechazaron las hipótesis de investigación. Por otro lado, una correlación negativa indicó que ha mayor espiritualidad menor la presentación de síntomas de depresión en la muestra de estudiantes universitarios que atravesaban un proceso de duelo. Esto fue respaldado por el alto porcentaje de apoyo espiritual y ayuda recibida de Dios indicado por los estudiantes universitarios que presentaron síntomas de depresión mínimos. Por consiguiente, este dato según el investigador estableció que existía relación entre la 67 espiritualidad y la presentación de síntomas de depresión en la muestra de estudiantes universitarios que atravesaban un proceso de duelo. Por otra parte, cuando se investigó cuáles fueron las técnicas espirituales utilizadas por los estudiantes durante el proceso de duelo los mismos indicaron que la más utilizada fue la oración y luego la meditación. A la luz de estos hallazgos se recomendó que una alternativa para trabajar el proceso de duelo fuera la oración y que, a su vez, ésta sirviera como factor protector y de ayuda para que la persona no presentase altos niveles de depresión. Los hallazgos revelaron que existía una relación moderada entre el apoyo social y la presentación de síntomas de depresión en la muestra de estudiantes universitarios por lo que se aceptó la hipótesis alterna, implicando que existía una correlación estadística altamente significativa en este grupo. Así mismo, la mayoría de los estudiantes universitarios en el proceso de duelo informaron haber recibido apoyo social especialmente de los familiares y los amigos demostrando una sintomatología depresiva mínima en el proceso de duelo. El estudio demostró una correlación significativamente alta entre el apoyo social y la espiritualidad. La gran mayoría de los participantes del estudio consideró que la espiritualidad era un aspecto importante en sus vidas. También se encontró que la oración y la meditación fueron técnicas útiles para reincorporar en la terapia, además del apoyo de la familia y de los amigos que también se identificaron como elementos de vital importancia dentro del proceso de duelo. La investigadora recomendó que el profesional de ayuda debía considerar las necesidades, las creencias y los valores espirituales del paciente a los efectos de apoyar dentro de la dimensión espiritual la creencia en un ser superior supremo o Dios. Esta investigación se vincula con los 68 principios de la psicología positiva en el aspecto de la importancia de la espiritualidad como recurso emocional ya que se considera esta variable parte de las fortalezas que permiten a la persona conectarse con algo más elevado, amplio y permanente lo cual provee un propósito a su existencia. Quiñones-Berrios (2010) realizaron un estudio titulado, La espiritualidad en el desarrollo personal y profesional de un grupo de estudiantes de medicina en Puerto Rico. El objetivo del estudio fue analizar los hallazgos obtenidos de una investigación a los efectos de conocer el significado que los estudiantes de medicina le adscribían a la espiritualidad en su vida personal y su práctica médica. El estudio seleccionado fue llevado a cabo en el año 2007 en 125 escuelas acreditadas en los Estados Unidos y Puerto Rico por el Liaison Committee on Medical Education (LCME). De estas escuelas sólo cinco ofrecieron cursos de espiritualidad y alrededor de 50 incluyeron el tema en algunos cursos o dentro de varios tópicos a través de su currículo por considerar que el aspecto de la espiritualidad tenía un efecto positivo en la recuperación y prevención de enfermedades y que, según planteaban los miembros del Colegio Americano de Médicos, los médicos tenían la responsabilidad de atender en todas sus dimensiones la condición del paciente, incluyendo aspectos psicológicos, espirituales y existenciales. De acuerdo con el análisis, la muestra que participó fue de 20 estudiantes de medicina de diferentes denominaciones religiosas (10 mujeres y 10 hombres). De este total, diez cursaba el primer año, tres del segundo, tres del tercer año y cuatro el cuarto año de estudios. La recopilación de datos se llevó a cabo mediante un proceso de la entrevista individual semi-estructurada. 69 Los resultados del análisis realizado demostraron que los participantes habían considerado la espiritualidad una dimensión importante para sus vidas y para el tratamiento médico de sus pacientes. A su vez, habían indicado que la integración de la espiritualidad al tratamiento médico debía hacerse según fuese solicitado por el paciente de forma respetuosa a las creencias y cultura de éstos. Además, los estudiantes de medicina participantes señalaron la importancia de tener las destrezas necesarias para poder hacer esa integración, considerando como vía su educación en la medicina, ejercicios de autosugestión tales como: la meditación y el estudio de libros sagrados, entre otros recursos. Entre las conclusiones del estudio, las investigadoras indicaron que su investigación destacó que las experiencias compartidas de los estudiantes participantes permitían valorar y dar importancia a la espiritualidad y a la religión en sus vidas y en su carrera médica. 70 CAPÍTULO IV DISCUSIÓN Introducción A la luz de los resultados se discuten los hallazgos de este estudio. Los mismos son producto del análisis crítico y ponderado de la revisión documental de una muestra de investigaciones realizadas desde la década del 90 hasta el 2011. El análisis llevado a cabo estuvo dirigido a ofrecer respuesta al problema investigado. El mismo consistió en explorar y analizar a través de diferentes estudios realizados en distintos países, incluyendo Puerto Rico, la aplicación de la Psicología Positiva para la prevención de trastornos en la conducta humana. Esta investigación se fundamenta en los planteamientos de Seligman Martin (2002) acerca del Modelo de las Tres Vías y Fredickson (2000) respecto al Modelo de Pensamiento –Acción de emociones utilizadas en la aplicación de la Psicología Positiva. Según Seligman Martin, las tres vías para lograr el camino de la felicidad incluyen el desarrollo de la Vida Placentera (emociones positivas), la ‘Vida Buena’ o Involucrarse Comprometidamente, que se refiere a la puesta en práctica cotidiana las fortalezas personales con el fin de tener experiencias óptimas, y la Vida con Sentido o Significado la cual abarca el sentido vital y el desarrollo de objetivos que van más allá de uno mismo. Fredickson, establece mediante el Modelo de Ampliación y Construcción de las Emociones Positivas que las emociones positivas ocupan un lugar muy importante en el funcionamiento psicológico de las personas. A partir de aquí, se presenta el análisis crítico de acuerdo con la pregunta de investigación, las conclusiones, recomendaciones y limitaciones del estudio. 71 Análisis crítico de acuerdo con la pregunta investigativa En este estudio se formuló una pregunta de investigación. La misma lee como sigue: ¿Cuál ha sido la aplicación de la Psicología Positiva para la prevención de trastornos en la conducta del ser humano en diferentes países y Puerto Rico? A los efectos de ofrecer una respuesta a esta interrogante, fue revisada una muestra de 23 investigaciones. De éstas, once fueron realizadas en los Estados Unidos de Norteamérica, cinco en España y siete en Puerto Rico; todas en el tema de la aplicación de la Psicología Positiva. Entre los 23 estudios, se contabilizó un total de 10,118 participantes en los que se incluyeron a hombres y mujeres. De acuerdo con los datos, los procedimientos utilizados relacionados con los conceptos de la Psicología Positiva fueron aplicados a niños, adolescentes, jóvenes, adultos y viejos. La Tabla 1 describe los hallazgos del análisis de estudios realizados en los Estados Unidos de Norteamérica. Tabla 1 Resumen de resultados de estudios analizados en los Estados Unidos de Norteamérica Estados Unidos Autor/Año Deaner, Stephanie, McConatha y Jasmin 1993 Tema de estudio The relation of humor to depression and personality Participantes Género F M Ambos -- -129 Fredickson, Tugade Waugh y Larking 2003 What good are positive emotions in crisis? A prospective study of resilience and emotions following the terrorist attacks on the United States on September 11th, 2001. 28 18 Steck. Abrams y Phelps 2004 Positive Psychology in the prevention of eating disorders 2,612 Prevention of eating disorder: Identification of predictor variables The efficacy of a school-based eating disorder prevention program: Building physical selfesteem and personal competences. 72 Condición tratada Técnicas aplicadas de Psicología Positiva Depresión, Ansiedad-Estrés Humor, risa Síntomas traumáticos Desordenes alimentarios Emociones positivas: gratitud, interés, amor y resiliencia Bienestar subjetivo, rasgos constructivos, instituciones positivas, autoestima, competencia personal Tabla 1 continuación Resumen de resultados de estudios analizados en los estados Unidos de Norteamérica Estados Unidos Autor/Año Tema de estudio Particpantes Género F M Ambos Condición tratada Técnicas aplicadas de Psicología Positiva Issues of self-image among overweight African-American and Caucasian adolscent girls:A quality study. Harris, Luskin, Norman, Standard, Evams y Thoresen, 2006 Reed y Enright 2006 Toussaint y Friedman 2008 Sin, N. L. y Lyubomirsky, S. 2009 Wahl-Thouin, T. L. 2011 Total Effects of a group forgiveness intervention on forgiveness, perceived stress, and trait-anger 160 The effects of forgiveness therapy on depression, anxiety, and posttraumatic stress for women after spousal emotional abuse 20 Forgiveness, Gratitude and Well-Being: The Mediating Role of Affect and Beliefs 35 37 Intervenciones de psicología positiva para aumentar el bienestar y aliviar los síntomas depresivos: Un metaanálisis afín con la práctica profesional -- -- Los efectos de entrenamiento de la PP para un grupo de equipo de un hogar de jóvenes desertores 9 2,864 99 Ansiedad-Estrés, Depresión Perdón, pensamientos positivos y autoestima Depresión, Ansiedad, Estrés, Pobre autoestima Perdón y autoestima Estrés 4266 18 Gratitud, perdón, bienestar Depresión Mindfulness positive writing, hope therapy, positive reminiscence, life review therapy, gratitud, terapia del bienestar, terapia cognitiva conductual, programa de felicidad de Fordyce, perdón, cultivando momentos sagrados, life coaching/goals, auto manejo, discutiendo las creencias, repetición de oraciones positivas, amabilidad, counting kindnesses, optimismo, terapia de metas, psicoterapia positiva, actividades de fortalecimiento personal, meditación, life coaching, entrenamiento de metas. Agresividad, Abuso sustancias, Negligencia Emociones positivas 172 4,395 Del análisis se desprende que en las investigaciones realizadas en los Estados Unidos de Norteamérica aplican procedimientos vinculados con el paradigma de la Psicología Positiva para la prevención y el tratamiento de trastornos en la conducta 73 humana. Las condiciones de salud, emocional/mental, que abarcaron estos estudios fueron: la depresión, la ansiedad -estrés, síntomas traumáticos, desórdenes alimentarios, baja autoestima, agresividad, abuso de sustancias y negligencia. Los once estudios analizados y llevados a cabo en los Estados Unidos de Norteamérica fueron realizados entre los años 1993 al 2011. Del análisis se desprende una participación de 7,431 personas de ambos géneros, hombres y mujeres. De esta muestra de la población 2846 pertenece al género femenino, 172 al masculino y 6,149 personas no fueron identificados por su género. Los procedimientos aplicados de la Psicología Positiva estuvieron relacionados en desarrollar e identificar rasgos y/o atributos personales de los participantes asociados a las emociones positivas y fortalezas. Entre éstas se identificaron los siguientes: la trascendencia (humor, optimismo, gratitud, espiritualidad y esperanza), humanidad (amor), templanza (perdón y autorregulación), sabiduría (mindfulness), resiliencia, autoestima, competencia personal y pensamientos positivos. Cabe señalar que las emociones positivas son aquellas que incluyen sentimientos subjetivos que atienden el principal aspecto cognitivo y emocional generando sensaciones placenteras en el individuo (López Shane y Snyder, 2009). Estas emociones abarcan todo aquel sentimiento y cognición en el individuo que le produzca bienestar, de modo que, los procedimientos y técnicas aplicadas en los estudios, en términos generales respondieron al principio subjetivo que promueve sensaciones placenteras. La aplicación de los procedimientos y estrategias fundamentadas en los principios de Psicología Positiva demostraron su eficacia para mejorar los síntomas asociados a las condiciones tratadas. Estos hallazgos respondieron y apoyaron lo postulado por Seligman Martin (2002). El autor establece la importancia que tiene el promover 74 métodos positivos de prevención para el desarrollo y fortalecimiento de rasgos y características para que perduren en la persona en función de las seis virtudes (sabiduría, coraje, humanidad, justicia, templanza y trascendencia) que, a su vez, incluyen las 24 fortalezas para lograr el camino a la felicidad mediante una vida más placentera, comprometida y con sentido. De igual forma, los hallazgos analizados respondieron al postulado que establece el Modelo de Ampliación de Pensamiento-Acción de las emociones desarrollado por Fredickson (2001). El Modelo se fundamenta en el papel que ocupan las emociones positivas para el desarrollo de las fortalezas y recursos personales de todo tipo que ayudan a los individuos el afrontar, resistir, aprender y crecer de las situaciones adversas. De acuerdo con el análisis las técnicas más utilizadas para las condiciones tratadas fueron aquellas asociadas al desarrollo de las emociones positivas, seguido por la aplicación de técnicas para el desarrollo de fortalezas asociadas a la virtud de trascendencia (gratitud, espiritualidad, humor, optimismo, meditación y esperanza) y templanza (perdón y autoregulamiento). Las técnicas de menor aplicación fueron aquellas asociadas con la virtud de la humanidad (amor) y la sabiduría (mindfulness). No obstante, su aplicación en mayor o menor grado resultó ser eficaz para la prevención y tratamiento de las condiciones tratadas. Las emociones positivas resultaron ser elementos de prevención y disminución de síntomas asociadas a condiciones de depresión, ansiedad, desordenes alimentarios, agresividad, abuso de sustancias y negligencia conductual. En este aspecto, Seligman Martin (2002), enfatiza la utilidad de las emociones positivas para lidiar con los momentos adversos de la vida. Para este autor, las emociones positivas hacen que las emociones negativas se desvanezcan rápidamente. Por su parte, Fredickson (2000; 2001) postula que la ampliación de 75 repertorios de pensamiento positivo generan la acción que el individuo necesita para manejar adecuadamente las situaciones del diario vivir y llevar una vida más plena. Investigadores como Harris et al. (2006), Reed y Enright (2006), Toussaint y Friedman (2008), Sin y Lyumbormisky (2009), en sus investigaciones señalaron que la aplicación de técnicas relacionadas con la Psicología Positiva fomentaron la virtud de la templanza mediante la aplicación de procedimientos y estrategias dirigidas al perdón y autorregulación emocional para el manejo y prevención de la depresión y la ansiedad. De acuerdo con los autores la existencia de esta virtud ayudó a aliviar los síntomas y el malestar en los participantes. Por consiguiente, se demostró que era beneficioso porque se logró disminuir en algunos participantes sentimientos negativos asociados a resentimientos hacia transgresores dado que experimentaron sentimientos positivos como la benevolencia y la amabilidad, que ayudaron a la disminución de los síntomas de depresión y ansiedad originados por el sentimiento de resentimiento y venganza. Estos resultados apoyan la aplicación de intervenciones que incluyen el perdón a los fines de propiciar estilo positivo de afrontamiento respecto al dolor y la ofensa en la víctima; reorientando el estado emocional de uno negativo a uno positivo. En este sentido, las intervenciones dirigidas al perdón ayudan a resolver en la persona aquellas experiencias terribles e injustas para ésta (Vázquez y Hervás, 2008). La aplicación de las estrategias y procedimientos que se promueven en la Psicología Positiva para desarrollar de fortalezas vinculadas a la virtud de la trascendencia en los estudios analizados fueron el uso del humor, la gratitud, la esperanza y la espiritualidad. El desarrollo de estas demostraron su importancia para el tratamiento y la prevención de condiciones como la depresión, la ansiedad, síntomas 76 traumáticos y estrés (Deaner et al., 1993; Fredickson et al., 2003; Toussaint y Friedman, 2008; Sin y Lyumbormisky, 2009). En términos de la aplicación de las estrategias dirigidas a desarrollar la fortaleza del amor respondiendo a la virtud de la humanidad se encontró que resultaron ser eficaces para el manejo de síntomas traumáticos, según se evidenció en el estudio de Fredickson et al. (2003) acerca de desarrollar, ampliar y construir emociones positivas en la persona afectada. El análisis de los estudios de Deaner, et. al. (1993); Steck, et. al. (2004); Harris et al. (2006); Reed y Enright (2006); Toussaint y Friedman (2008); Sin y Lyubomirsky (2009); y Wahl-Thouin (2011), señalan los beneficios de las emociones positivas tales como la resiliencia, la gratitud, el interés y el amor para el desarrollo y tratamiento de síntomas traumáticos y otros desordenes psicológicos como: la depresión, la ansiedad, la conducta agresiva y los trastornos alimentarios. También se señala los beneficios del optimismo, el humor, como factores de protección contra condiciones tales como la depresión y la ansiedad según fue demostrado en el estudio de Deaner et al. (1993) y Sin y Lyubomirsky (2009). Por otra parte, en los estudios de Fredickson, et al. (2003b); Toussaint y Friedman (2008), se señaló que el perdón y la gratitud eran eficaces para la prevención y el manejo de síntomas de ansiedad, depresión y síntomas traumáticos. En síntesis, a partir de los hallazgos en la muestra de las investigaciones analizadas en los Estados Unidos se corrobora la eficacia e importancia de la aplicación de la Psicología Positiva en la prevención y tratamiento de desordenes psicológicos. Estos resultados son cónsonos con lo postulado por autores como Seligman Martin y Fredickson quienes han señalado que mientras más emociones positivas experimenta el ser humano y cultive las fortalezas y las virtudes personales tales como el optimismo, el amor, la gratitud, la espiritualidad, el perdón y la resiliencia mayor es el bienestar 77 psicológico que genera. Por consiguiente, lo beneficios positivos luego de aplicar un proceso terapéutico fundamentado en los conceptos de la Psicología Positiva facilita el manejo de condiciones y situaciones adversas por las que atraviesa el individuo, disminuye o prevee el que surjan otras condiciones psicológicas o trastornos emocionales. La muestra de investigaciones vinculadas con la utilización de los conceptos de Psicología Positiva en España estuvo constituida por cinco estudios en total. La Tabla 2 resume los resultados del análisis de las investigaciones llevadas en cabo en este país. Tabla 2 Resumen de resultados de estudios analizados en España España Autor/Año Tema de estudio Participantes Género F M Ambos Condición tratada Vázquez, Cervellón, PérezSales, Vidales y Gaborit 2005 Positive emotions in earthquake survivors in El Salvador 67 Condiciones psicológicas: Estrés psicológico-ansiedad Síntomas traumáticos Emociones positivas, destrezas positivas Sánchez Hernández y Méndez Carrillo, 2009 El optimismo como factor protector de la depresión infantil y adolescente 108 Depresión Optimismo, bienestar psicológico Manos, Sebastián, Mateos y Bueno 2009 Resultados de una intervención multicomponencial psicosocial para mujeres con una etapa temprana de cáncer en seno 188 Estrés- Pobre ansiedad, Autoestima, Estilo de afrontamiento Esperanza, optimismo Marrero Quevedo y Carballeira Abella 2010 El papel de optimismo y del apoyo social en el bienestar subjetivo --- --- 477 Emociones negativas Depresión Bienestar subjetivo, emociones positivas, optimismo Remor, Amorós- Gómez, M., y Carrobes 2010 Eficacia de un programa manualizado de intervención en grupo para la potenciación de las fortalezas y recursos psicológicos. --- --- 60 Depresión, AnsiedadEstrés, Síntomas somáticos, Disfunción social. Optimismo, humor, capacidad solucionar problemas, afrontamiento positivo, perdón, gratitud, entusiasmo, vitalidad, empatía. 363 112 537 Total 48 78 Técnica aplicada de Psicología Positiva 64 Los estudios llevados a cabo en España abarcaron los años 2004 al 2010. Del análisis se desprende una participación de 1,012 personas de ambos géneros, hombres y mujeres. De este total, 363 pertenece al género femenino, 112 al género masculino y 537 no indicaron el género. Las condiciones de salud, emocional/mental, que abarcaron estos estudios fueron: estrés-ansiedad psicológica, depresión, pobre autoestima, estilo de afrontamiento, disfunción social, y somatización. Los procedimientos y técnicas aplicadas de la Psicología Positiva estuvieron dirigidos al desarrollo e identificación de emociones positivas y fortalezas personales tales como: destrezas positivas, bienestar psicológico y subjetivo, capacidad para solucionar problemas, el afrontamiento positivo, el entusiasmo y el desarrollo de virtudes. Entre las virtudes estudiadas se identificó la trascendencia con el uso del optimismo, la esperanza, la gratitud; y la virtud de la templanza con el uso del perdón. Estos resultados avalaron la importancia de aplicar estrategias encaminadas hacia el desarrollo de competencias psicológicas y fortalezas emocionales intra e interpersonales en los seres humanos para reducir y prevenir eficazmente los problemas clínicos o síntomas de una persona, mejorando de esta forma significativamente su vida. En términos generales, el análisis de los hallazgos de los resultados de las investigaciones evidenció que la presencia de fortalezas personales como la espiritualidad, gratitud, perdón, vitalidad, empatía y resiliencia (destrezas sociales, bienestar psicológico, capacidad para solucionar problemas y afrontamiento positivo) ayudan al tratamiento y prevención de condiciones tales como la depresión, la ansiedad, síntomas traumáticos, disfunción social, emociones negativas, autoestima y estilo de afrontamiento negativo. 79 La aplicación de los procedimientos utilizados para el desarrollo de fortalezas personales para mejorar y prevenir de las condiciones tratadas en las investigaciones realizadas en España apoyan los principios que postula la Psicología Positiva propuestos por Seligman Martin y Fredickson acerca de los beneficios de las fortalezas, las virtudes y las emociones positivas para el bienestar psicológico y la felicidad dado el rol adaptativo que se logra para que la persona reinterprete su realidad. Una vez más se demuestra que las variables de personalidad como la espiritualidad, gratitud, perdón, vitalidad, empatía y resiliencia pueden ayudar a afrontar eficazmente las adversidades y mantener un buen ajuste psicológico, minimizando el riesgo de padecer trastornos en la conducta según lo exponen Seligman Martin y Fredickson en sus respectivas teorías. En términos generales, el modelo de las tres vías postula que existen tres caminos que conducen hacia una felicidad pasajera o una felicidad permanente. La vida placentera por un lado, marcada por la búsqueda de gratificaciones y emociones positivas, la buena vida dirigida a emplear las fortalezas y recursos personales hacia gratificaciones autenticas y la vida con significado la cual para este autor es la que posee el rasgo adicional de poner al servicio de los demás aquellas fortalezas personales con el fin de experimentar la trascendencia. Vivir estas tres vidas es vivir una vida plena (Seligman Martin, 2002). El marco teórico propuesto por Seligman Martin propone además que el bienestar del ser humano y el éxito en la vida proceden del desarrollo y el ejercicio de las fortalezas personales. Y que son estas fortalezas y virtudes las que sirven en los momentos malos y buenos de la vida. Los resultados de los estudios evidencian como las virtudes y las fortalezas personales ayudan en la recuperación de las condiciones tratadas y la prevención de condiciones psicológicas. 80 Las investigaciones realizadas en Puerto Rico vinculadas con la utilización de los conceptos de Psicología Positiva estuvo constituida por nueve estudios en total. La tabla 3 resume los resultados del ánalisis de las investigaciones llevadas en cabo en este país. Tabla 3 Resumen de resultados de estudios analizados en Puerto Rico Puerto Rico Autor/Año Tema de estudio Participantes Género F M Ambos Velázquez Colombia, Saéz Santiago y Roselló 1999 Coping strategies and depression in Puerto Rican adolescents: An exploratory study. 32 Quintero Cartagena, 2002 El humor como estrategia psicoterapéutica para el manejo de la depresión y la ansiedad. -- Scharron del Río 2005 Rodríguez y Cando 2005 Pérez López 2008 Lugo Préstamo 2008 Quiñones-Berríos 2010 Total Spirituality, psychology and depressive symptoms: Translation, adaptation, and evaluation of the psychometric properties of three self-report spirituality, instruments and their relationship to depressive symptoms in Puerto Rican college. 544 Depresión Optimismo, destrezas sociales, recreación, apoyo social, diversión, sentido de competencia. Depresión, Ansiedad Optimismo, destrezas sociales, recreación, apoyo social, diversión, sentido de competencia. 78 Depresión Trascendencia, espiritualidad, optimismo, bienestar subjetivo, calidad de vida 227 El manejo de la pérdida y el duelo y las prácticas religiosas en adultos puertorriqueños: Implicaciones para la integración de una estrategia espiritual en la consejería. -- La espiritualidad en el desarrollo personal y profesional de un grupo de estudiantes de medicina en Puerto Rico. -- Técnicas aplicadas de Psicología Positiva Humor 208 Depresión, desesperanza y espiritualidad en una muestra probabilística del área geográfica de San Juan. La relación entre la espiritualidad, el apoyo social y la presentación de síntomas de depresión en una muestra de estudiantes universitarios en proceso de duelo. 19 Condición tratada 186 Depresión Espiritualidad -- 10 Manejo de pérdida (duelo), Estrés. Espiritualidad, Autoestima 238 112 Espiritualidad, apoyo social Depresión 10 10 715 405 Bienestar psicológico Salud física 555 81 Espiritualidad Los estudios llevados a cabo en Puerto Rico abarcaron los años 1999 al 2010 con una muestra de 1,675 personas de ambos géneros. De este total, 715 indicaron que pertenecen al género femenino, 405 pertenece al género masculino y 555 no fue identificado por género. Las condiciones tratadas fueron depresión, la ansiedad, el duelo, la salud física y el bienestar psicológico. Los procedimientos y técnicas aplicadas fueron el optimismo, el humor, destrezas sociales, la recreación, el apoyo social, la diversión, sentido de competencia, la espiritualidad, el bienestar subjetivo, calidad de vida y la autoestima. La aplicación de éstas se fundamentó en la importancia del desarrollo de las fortalezas y virtudes personales las cuales funcionan como barreras protectoras de las condiciones psicológicas, además de haber demostrado su importancia para llevar una vida de bienestar pleno y duradero. Un análisis de los estudios de los autores Velázquez Colombia, et al. (1999); Quintero Cartagena (2002); Scharron del Río (2005); Rodríguez y Cando (2005); y Lugo Préstamo (2008), señalan que las condición más recurrente de estudio fue la depresión, mientras que los estudios de Quintero Cartagena (2002); Pérez López (2008) señalan la ansiedad y el estrés como la segunda condición tratada de mayor aplicación. Por otra parte, el estudio Pérez López (2008) demostró que la condición tratada de menor aplicación fue el duelo y en el estudio de Quiñones-Berríos (2010) lo fue el bienestar psicológico y la salud física. La espiritualidad fue la estrategia de aplicación de la Psicología Positiva de mayor uso para las condiciones tratadas en los estudios de Scharron del Río (2005), Rodríguez y Cando (2005), Pérez López (2008) y Lugo (2008), Quiñones-Berríos (2007). Las emociones positivas estuvieron presentes y estrategias de la Psicología Positiva mediante el uso de destrezas sociales, la recreación, el apoyo social, la diversión, el bienestar subjetivo, la autoestima, la calidad de vida, el apoyo social, 82 según lo señala los estudios de Velázquez Colombia et al. (1999), Scharron del Río (2005), Pérez López (2008) y Lugo Préstamo (2008). Entre otras medidas aplicadas fueron el optimismo y el humor (Velázquez Colombia et al.,1999; Quintero Cartagena, 2002 y Scharron del Río, 2005). A la luz de estos hallazgos se identificó que la trascendencia fue la medida más aplicada de la Psicología Positiva. Se demostró que su desarrollo como fortaleza y virtud personal contribuye al tratamiento y la prevención de condiciones psicológicas. En ella se identifica espiritualidad como elemento predominante para el manejo y la prevención de condiciones tales como la depresión, el manejo de pérdida (duelo), el bienestar psicológico y bienestar físico. Este valor también demostró, según el estudio de Camacho en el año 2005, tener el apoyo de los psicólogos en su práctica debido a las cualidades positivas que tiene la espiritualidad para que el individuo pueda encontrar paz interior, experimente seguridad, libertad, satisfacción y optimismo en su vida. En síntesis, del análisis de los resultados de las investigaciones llevadas a acabo en Puerto Rico se evidencia que las condiciones tratadas fueron la depresión, la ansiedad, el manejo de pérdida (duelo), el estrés el bienestar psicológico y bienestar físico. Por otra parte, los procedimientos aplicados para el tratamiento y prevención de tales condiciones apoyados en los principios de la Psicología Positiva; en específico: el optimismo, el humor, la espiritualidad, las emociones positivas con la aplicación de calidad de vida, destrezas sociales, sentido de competencia, apoyo social y recreación. Todos éstos responden a la virtud de la trascendencia y las emociones positivas; destacándose la espiritualidad para el manejo de condiciones como la depresión y la ansiedad. La Tabla 4 resume el análisis de los resultados de las investigaciones llevadas a cabo en los tres países de referencia. 83 Tabla 4 Metanálisis: Resumen de hallazgos por país y del total País Total de participantes Condición tratada Técnicas aplicadas de PP Estados Unidos n= 7,431 Depresión, ansiedad, duelo, estrés, Trascendencia: Gratitud, desordenes alimentarios, baja espiritualidad, humor, optimismo, autoestima, agresividad, abuso de meditación, esperanza. sustancias. Templanza: Perdón, autoregulamiento Humanidad: Amor Emociones positivas: Resiliencia, autoestima Sabiduría: Mindfulness España n= 1,012 Depresión, estrés, síntomas Trascendencia: Espiritualidad, traumáticos, ansiedad, síntomas gratitud somáticos, disfunción social, estilo Templanza: Perdón de afrontamiento, emociones Valentía: Vitalidad negativas. Humanidad: Empatía Emociones positivas: Resiliencia, destrezas sociales, bienestar psicológico, capacidad para solucionar problemas, afrontamiento positivo. Puerto Rico n= 1,675 Depresión, ansiedad, manejo de pérdida (duelo), estrés, bienestar Trascendencia: Optimismo, humor, psicológico y bienestar físico. espiritualidad Emociones Positivas: Calidad de vida, destrezas sociales, sentido de competencia, apoyo social, recreación. Total n= 10,118 1. Depresión, ansiedad (estrés, Trascendencia síntomas traumáticos, duelo, baja Emociones positivas autoestima). Templanza 2. Desordenes alimentarios, Humanidad bienestar físico, agresividad, abuso Sabiduría de sustancias, disfunción social, emociones negativas. De acuerdo con el análisis producto de los 23 estudios llevados a cabo entre los años de 1990 al 2011 en los Estados Unidos de Norteamérica, España y Puerto Rico se evidenció un total de 10,118 personas de diferentes edades y géneros. Los procedimientos utilizados en las investigaciones analizadas incluyeron la aplicación 84 de los conceptos de la Psicología Positiva; así como el reconocimiento y desarrollo de virtudes tales como: la trascendencia, la templanza, la humanidad, el valor (valentía) y la sabiduría. Entre éstos, la muestra mayor fue de Estados Unidos de Norteamérica con 7,431 participantes, le sigue Puerto Rico con 1,675 y luego España con una muestra menor de 1,012 participantes. Las condiciones tratadas en los tres países fueron: la depresión, la ansiedad (estrés, síntomas traumáticos, duelo, pobre autoestima), desordenes alimentarios, bienestar físico, agresividad, abuso de sustancias, disfunción social y emociones negativas. Entre estas condiciones las más tratadas fueron la depresión y la ansiedad. Las estrategias más utilizadas en los tres países respondieron a la virtud de la trascendencia con la aplicación del uso de la espiritualidad, el humor, el optimismo, la meditación, la esperanza y las emociones positivas con el uso de la calidad de vida, las destrezas sociales, el sentido de competencia, el apoyo social y la recreación. En general, las técnicas aplicadas para el tratamiento de las condiciones analizadas en los estudios estuvieron dirigidas a desarrollar las virtudes consideradas por la Psicología Positiva como características centrales y rasgos de personalidad importantes para el alcance de la felicidad duradera y, a su vez, la prevención de trastornos de salud mental. Las virtudes trabajadas en los estudios fueron la trascendencia, la templanza, la humanidad, el valor (valentía) y la sabiduría. De igual forma, se identificó la aplicación de técnicas enfocadas al desarrollo de emociones positivas las cuales han sido destacadas y consideradas también en los principios de la Psicología Positiva y los planteamientos de la teoría de Fredickson (2000) conocida como Ampliación y Construcción de las Emociones Positivas la cual 85 establece la importancia del ser humano en experimentar emociones positivas para llevar una vida psicológicamente óptima. Las técnicas aplicadas que respondieron al desarrollo de la virtud de trascendencia se enfocaron en las fortalezas tales como la gratitud, la espiritualidad, el humor, el optimismo, la meditación y la esperanza; para el desarrollo de la virtud de templanza se enfatizaron en las fortalezas del perdón y la autorregulación; para el desarrollo de la virtud de la humanidad se destacaron las fortalezas del amor y la empatía; para el desarrollo de la virtud de la valentía se enfocaron en la fortaleza de la vitalidad; las técnicas y estrategias para el desarrollo de las emociones positivas destacaron la aplicación de la resiliencia, destrezas sociales, autoestima, bienestar psicológico, destrezas de solución de problemas, estilos de afrontamiento positivo, apoyo social, calidad de vida, sentido de competencia y recreación. En los Estados Unidos de Norteamérica el análisis de los once estudios reveló que las condiciones más tratadas fue la depresión seguido de la ansiedad. Otras condiciones tratadas incluidas fueron desordenes alimentarios, la baja autoestima, la agresividad y el abuso de sustancias. Las estrategias más aplicadas en los estudios de este país que respondieron a los principios de la Psicología Positiva se enfocaron en primer lugar en la virtud de trascendencia distinguiéndose la fortaleza de la espiritualidad seguido de la gratitud. En segundo lugar, se identificó como estrategia de mayor aplicación las emociones positivas con el rasgo de la resiliencia seguido de la autoestima. Otras estrategias aplicadas se enfocaron en la virtud de templanza con el uso de del perdón, seguido del autoregulamiento, la virtud de la humanidad con la fortaleza de amor y la virtud de la sabiduría con la fortaleza de mindfulness. Por otra parte, el análisis de los cinco estudios llevados a cabo en España reveló que las condiciones más tratadas fueron la depresión y la ansiedad. Otras 86 condiciones tratadas fueron síntomas somáticos, disfunción social, emociones y estilos de afrontamiento. Las estrategias de mayor aplicación respondieron a la virtud de trascendencia distinguiéndose el uso de la espiritualidad seguido de gratitud y las emociones positivas con el uso de la resiliencia unida a las destrezas sociales, bienestar psicológico, destrezas solución de problemas y afrontamiento positivo. Otras estrategias aplicadas se enfocaron en la virtud de templanza con el perdón, valor con la vitalidad y humanidad con empatía. El análisis de los siete estudios llevados a cabo en Puerto Rico demostraron que las condiciones más tratadas fueron la depresión y la ansiedad. Otras condiciones tratadas fueron el manejo de pérdida, el bienestar psicológico y bienestar físico. Las estrategias de mayor aplicación respondieron a la virtud de trascendencia con el uso de espiritualidad seguido del optimismo, el humor y la aplicación de emociones positivas con el uso de la calidad de vida, destrezas sociales, sentido de competencia, apoyo social y la recreación. Los estudios analizados respondieron a la definición de las autoras Linley y Joseph en el 2004 acerca de la aplicación de la Psicología Positiva la cual consiste en la aplicación de investigaciones de la Psicología Positiva para facilitar el funcionamiento óptimo de las individuos. Concurrentemente, los hallazgos concuerdan con los postulados de la Psicología Positiva propuesto por Seligman Martin (2002) vinculados con el desarrollo y refuerzo de las seis virtudes universales denominadas: sabiduría, valor, humanidad, justicia, templanza y trascendencia que a su vez, están dirigidas al desarrollo de 24 fortalezas mediante una serie de intervenciones. Según Martínez Martínez (2006) estas fortalezas constituyen el principio fundamental de la condición humana para lograr la armonía y congruencia con ellas representa una vida psicológicamente óptima. 87 Los hallazgos concuerdan con la teoría postulada por Fredickson (2000), conocida como Ampliación y Construcción de las Emociones Positivas la cual postula que experimentar emociones positivas construye recursos personales, duraderos en la vida de las personas para superar experiencias negativas que a su vez, contribuyen al logro de una vida buena y placentera. También los hallazgos respaldan lo postulado por la Psicología Positiva acerca de la importancia y el efecto positivo de trabajar con estrategias que puedan promover un funcionamiento óptimo a lo largo de la vida de los seres humanos, así como trabajar para la prevención y el tratamiento de condiciones psicológicas. Las estrategias utilizadas en los estudios comprendieron cinco de las seis virtudes incluyendo en estas once fortalezas y recursos personales (gratitud, la espiritualidad, el humor, el optimismo, la meditación, la esperanza, el perdón, la autorregulación, el amor, el mindfulness, la vitalidad y la empatía). Aunque estas fortalezas se consideran emociones positivas, se identificaron además, emociones positivas relacionadas a características de resiliencia, autoestima positiva, calidad de vida, destrezas sociales, bienestar psicológico, capacidad de solucionar problemas, afrontamiento positivo, sentido de competencia, autonomía, apoyo social y recreación. Todos estos demostraron ser eficaces en el tratamiento y la prevención de las condiciones tratadas, destacándose las estrategias asociadas a la virtud de la trascendencia con la aplicación de las fortalezas de la espiritualidad, esperanza, humor, y gratitud. Fredickson (2001) establece que experimentar emociones positivas amplia un repertorio de recursos intelectuales, físicos y sociales que permiten acrecentar nuevas reservas a las cuales el ser humano puede recurrir de presentársele alguna amenaza o una oportunidad. El análisis de los hallazgos de este estudio favoreció al rasgo de la 88 resiliencia como recurso psicológico más presente en las condiciones tratadas. Esto confirma lo postulado por Grotberg en el 2006 cuando define el concepto como “… la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, aprender de ellas, superarlas e inclusive, ser trasformadas por éstas” (p.18). De modo que, los resultados responden a la pregunta de investigación por consiguiente, al problema objeto de estudio en cuanto a que las emociones positivas ayudan a la prevención y el tratamiento de las condiciones tratadas como la depresión, la ansiedad, desordenes alimentarios, bienestar físico, agresividad, abuso de sustancias, disfunción social y emociones negativas. Conclusiones Las conclusiones en la investigación corresponden al consenso que evidencian lo hallazgos o resultados luego del análisis de los datos. Por cuanto, las conclusiones producto del consenso investigativo de este estudio se presenta a continuación. 1. La aplicación de la Psicología Positiva ayuda a prevenir las condiciones psicológicas tratadas tales como; la depresión, la ansiedad, desordenes alimentarios, bienestar físico, agresividad, abuso de sustancias, disfunción social y emociones negativas. Por cuanto, se confirma lo postulado por Seligman Martin (2000) acerca de la importancia de promocionar la salud y el bienestar de las personas para prevenir y tratar condiciones psicológicas y trastornos emocionales. 2. A través de este estudio se corrobora que la teoría postulada por el autor Seligman Martin (2002) acerca de las Tres Vías de la felicidad y el estudio de las fortalezas y virtudes humanas naturales han demostrado su valor científico toda vez que su aplicación en la vida de las personas evidenciaron una adaptación exitosa en la mayoría de las circunstancias de sus vidas. 89 3. La aplicación de la Psicología Positiva permite reforzar, realzar y fortalecer los recursos intra e interpersonal para favorecer el desarrollo óptimo del ser humano, grupos, organizaciones y sociedades. De esta forma su aplicación hace más fuerte y productivas a las personas porque les dirige a lograr una vida plena, además de fortalecer el potencial humano. 4. El estudio científico de las fortalezas y virtudes humanas (recursos psicológicos) que postula la Psicología Positiva permite que el ser humano con mayor o menor grado de condiciones psicológicas o condiciones emocionales afronte y supere momentos de adversidad. 5. El modelo de Pensamiento-Acción de emociones desarrollado por Fredickson (2000) en función de la salud y el bienestar demuestra que su aplicación permite el desarrollo de recursos personales de todo tipo; desde físicos e intelectuales, sociales y psicológicos. Por consiguiente, la experimentación de emociones positivas es un factor importante en la buena adaptación de situaciones difíciles y crisis en la vida del ser humano. Recomendaciones De igual forma que toda investigación se logra establecer las conclusiones, se plantean una serie de recomendaciones. Las recomendaciones representan sugerencias a ser realizadas en el futuro. Las mismas son las siguientes: 1. Diseñar e implementar intervenciones utilizando como marco de referencia la Psicología Positiva para el tratamiento de la salud mental y social. 2. Implantar en la enseñanza universitaria a nivel graduado y entre profesionales en el campo de la salud la aplicación de la Psicología Positiva con el propósito de 90 promover un modelo de tratamiento fundamentado en destacar las emociones positivas para ayudar a las personas con problemas de salud mental o condiciones emocionales que les permita afrontar las situaciones difíciles, facilitar y potenciar el disfrute de una vida mas saludable. 3. Desarrollar estudios científicos en Puerto Rico que permitan establecer la válidez y confiabilidad de la aplicación de este nuevo paradigma como tratamiento. 4. Promover la enseñanza de la Psicología Positiva en los Programas universitarios de Psicología mediante el desarrollo e implantación de currículos y/o adiestramientos que capaciten al estudiante graduado en Psicología hacia adquisición de técnicas y estrategias de tratamiento de acuerdo con los planteamientos de la Psicología Positiva como parte de su preparación. 5. Promover la investigación, la enseñanza y aplicación de la Psicología Positiva a otras áreas relacionadas con el comportamiento humano, con el mundo social y la calidad de vida. 6. Promover la capacitación y reflexión entre los profesionales del campo de la salud conducente a un cambio de paradigma de la psicología tradicional (modelo médico) al paradigma del bienestar y prevención que se plantea a través de la Psicología Positiva. 7. Promover el que se incluya en la práctica profesional psicológica técnicas y estrategias de la Psicología Positiva con el fin de realzar las fortalezas personales y no las debilidades de la persona. 8. Publicar artículos acerca de los beneficios del desarrollo de recursos psicológicos (fortalezas, virtudes personales y emociones positivas) en el ser humano según la literatura científica de la Psicología Positiva para el afrontamiento de situaciones difíciles y crisis en la vida del ser humano. 91 9. Promover el desarrollo de talleres de educación continua acerca de la aplicación de la Psicología Positiva en el ámbito profesional del campo de la salud, así como charlas a instituciones educativas y organizacionales para fomentar la conciencia acerca de la importancia y los beneficios de estos aspectos en el bienestar del ser humano a nivel psicológico, físico, educativo, social y laboral. 10. Desarrollar instrumentos confiables y útiles en la investigación para ayudar a identificar los factores que fortalecen el bienestar emocional y psicológico de las personas con el fin fomentar el desarrollo de estrategias y métodos para enfrentar positivamente situaciones adversas en la vida de los seres humanos. Limitaciones Es menester indicar que en toda investigación existen limitaciones. En este estudio, la mayor limitación fue la representatividad del número de estudios seleccionados como muestra dado a que la misma sólo abarcó poblaciones de Estados Unidos de Norteamérica, España y Puerto Rico y se excluyeron a otros países. A estos efectos, se dificultó la generalización de los resultados a la población mundial. Por otra parte, no se logró encontrar en la literatura revisada suficientes estudios en el tema analizado en Puerto Rico que avalaran lo propuesto por el enfoque de la Psicología Positiva directamente. 92 REFERENCIAS Abramson, L.Y., Seligman, M.E.P. & Teasdale, J.D. 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