Temas marianos: 1. María la llena de gracia que

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Dime que te cuento y te diré que aprendes
Padre Marcelo Rivas Sánchez
www.diosbendice.org
Temas marianos: 1. María la llena de gracia que nos alcanzó
perdón.
María, dulce refugio de los pecadores,
cuando mi alma esté para dejar este mundo,
Madre mía, por el dolor que sentiste
asistiendo a vuestro Hijo que moría en la cruz,
asísteme también con tu misericordia.
Oración para la buena muerte de San Alfonso María de Ligorio.
María, esa niña hija de Joaquín y Ana, que se deja ver por Dios por su
gracia y amor. De eso tenemos un testigo al Ángel Gabriel, quien
reconociendo esta gracia saluda a la Virgen: No temas, María, porque has
hallado la gracia” (Lc 1, 30) Esto no quiere decir que
antes
de
este
encuentro no la tenía. Nada de eso. La Virgen estuvo siempre con Dios y la
gracia de Dios estaba en Ella.
Es normal que nos acerquemos a la Virgen María para que, si por
algún motivo, perdemos la gracia, en María la recobremos. En Ella un camino
que nos conduce a la salvación. Ella es Mediadora de paz entre Dios y los
hombres.
María es la gran esperanza de nosotros los pecadores. Bien dice San
Agustín: “Única esperanza de nosotros pecadores, ya que por su medio
esperamos la remisión de todos nuestros pecados” En Ella la gran
intercesión para recibir el perdón de nuestras faltas.
Isabel, su querida prima, entrada en años, al verla exclama: “Quién soy
para que me visite la madre de mi Señor” y desde ese momento y para
siempre “Desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones”
(Lc 1, 48) y de esta manera, todos han conseguido la vida de la gracia y la
gloria eterna.
María nos reconcilia con Dios. Es la maravilla para quienes siguen sus
huellas. De ahí que sea la abogada, por cuya intercesión, por los méritos de
Jesucristo, Dios perdona a todos los pecadores que a ella se encomiendan.
Por ejemplo cuanta gente atrapada en el pecado y sin poder escapar,
después de haber escuchado una predicación acerca del santo Rosario, su
vida ha cambiado para siempre y hacia Dios.
Entonces, en María se encuentra la esperanza para los pecadores.
Ellos, desatados de los lazos del Diablo, y cayendo a los pies de María,
ruegan su clemencia. Encontrando en Ella el mejor refugio. Faro luminoso
que rompe la oscuridad del pecado y nos conduce a puertos seguro.
Es María que, guardando todo en su corazón, abre sus brazos para dar
cabida a quienes arrepentidos se acercan para encontrar consuelo y perdón.
La misma que da la orden en aquella fiesta de las Bodas de Caná “Hagan lo
que él les diga” De ahí, que hay que tener decisión para marchar al
encuentro de quien es capaz de dar amor y guía para la senda de la
conversión.
Aunque haya muchos que se nieguen al regazo de María Virgen, Ella
continúa llamando e invitando. Lo hace en nombre del mismo sufrimiento
que padeció su propio Hijo. La pobreza de aquel helado establo, la huída
para Egipto antes de que Herodes le matara, sin dejar a un lado los dolores y
fatigas de aquella cruz tan cruel y desoladora.
De esa vida, ojos y manos que fueron testigos de tan grande dolor.
María se levanta, como estandarte vigoroso que siembra esperanzas y
sostiene letras de canciones de alabanzas. Por eso, y para siempre, cada
pecador en Ella encuentra abrigo y piedad.
María, seguirá siendo la Madre de la misericordia, que viviendo en su
gracia de amor divino, invita, en gran sentido de humildad para caer de
rodillas ante el sacramento de la confesión y hacer nacer, en arrepentimiento
vivo, la gracia de Dios que quiere la vida de sus hijos. Jamás la muerte,
siempre la felicidad.
María, madre de todos, ruega por nuestra conversión. Amén.
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@padrerivas
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