Universidad Nacional de Córdoba Facultad de Filosofía y Humanidades Escuela de Arte Cátedra: Arte Argentino y Latinoamericano Profesora Titular: María Dolores Moyano Pablo Scheibengraf Obra y contexto Emilse Barbosa Juan Paz Córdoba, 2009 1 > Indice Indice 2 - 1. Introducción 3 - 2. Desarrollo 4 Aspectos Formales 4 Relación con el contexto 6 - 3. Conclusión 8 - 4. Bibliografía 11 - 5. Apéndice 12 Obras 13 Currículum Vitae 16 Entrevista 19 Notas periodísticas 22 2 1. Introducción: Los lineamientos del presente trabajo monográfico responden a la consigna planteada por la Cátedra “Arte Argentino y Latinoamericano” de la Escuela de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba. El artista que hemos elegido para su desarrollo es Pablo Scheibengraf. Planteamos dos ejes centrales de investigación; el primero de actualización del trabajo monográfico anterior 1 , realizado por estudiantes de la ya mencionada cátedra, tomando como momentos históricos los años 1999 hasta la actualidad 2 . En este aspecto nuestro interés es indagar sobre los procesos y movimientos que surgieron dentro de la obra del artista, para lo cual proponemos abordarla teniendo en cuenta los distintos aspectos que la componen: la imagen, la acción, los procedimientos y el pensamiento del artista acerca de la misma. El segundo aspecto que proponemos es pensar la producción de Scheibengraf en las particularidades del contexto y su interacción con la escena artística tomando en cuenta el mercado y las relaciones con los demás actores (críticos, curadores, galerías de arte, coleccionistas, espectadores, docentes etc). Teniendo en cuenta lo que para Colombres seria necesario en Latinoamérica, lugar en donde “…la función… de las ciencias del arte (teoría y critica)”… sería la de situar al artista y su producción en un proceso histórico determinado, vincularlo a los valores (cambiantes no estables) que vertebran a su comunidad” 3 Para la presente investigación hemos obtenido material de diversas fuentes; notas periodísticas, textos de diferentes autores sobre la obra de Pablo Scheibengraf, entrevistas realizadas al artista y una serie de respuestas, brindadas por él, a nuevos interrogantes planteados para este trabajo. Este material, junto con imágenes de su obra reciente y su currículum acompañan esta monografía en apéndice aparte. 1 DIAZ, Lorena, MERILES, Luis Ángel, ROBLEDO, Irene Alejandra: “Pablo Sheibengraf, su Obra” Córdoba, 1999. 2 Nota: año 2009 3 COLOMBRES, Adolfo, ACHA Juan, ESCOBAR Ticio: Hacia una teoría americana del arte Bs As, Ediciones del Sol, 1991 pág. 9 3 2. Desarrollo: Aspectos formales y conceptuales En el último periodo, objeto de nuestra investigación, 1999 al 2009, comprendido 4 desde la obra de Pablo Sheibengraf, se configura netamente dentro de la abstracción. Su obra pierde los rastros de la figuración y dispone un espacio totalmente sensorial y autónomo, definido por una alta calidad en el manejo cromático. “Es en la pintura (abstracta) donde se deja de considerar justificada la necesidad de la representación (figurativa) y tiende a sustituirla por un lenguaje visual autónomo, dotado de sus propias significaciones…” 5 Pablo Scheinbengraf es ante todo pintor, trabaja con los mismos elementos sostenidamente; gouache, acuarelas u óleo sobre papel y telas, y la acción, elementos que adquieren significado en la preocupación sobre los propios sentidos que movilizan al artista a expresarse a través de la pintura. Así, convierte estos materiales en herramientas de espontaneidad, sensibilidad y casualidad, indicadores fundamentales en la materialización de la obra del artista. Pablo Sheibengraf habla de la pintura como " filosófica y cromática, en acción. Porque implica lo que siente y es, no lo que se está pensando…” 6 Esta preocupación sobre la pintura como medio y los procesos de conformación de la obra se traducen a través de “una manera de producir la casualidad con la intención de transmitir un estado interno o un sentimiento.” 7 Se podría decir que la casualidad y la sensibilidad del color son los temas principales en la obra. No pinta con bocetos previos y el tiempo de cada pintura es dilatado; capa 4 Para referencias anteriores de su obra consultar monografía: - base de datos: M / 759.982 54/ S 7, biblioteca de la Escuela de Artes de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la U.N.C. 5 CAPARDI, Daniel: “Estratos (*)” Anotaciones dispersas sobre el concepto de duración en la pintura, a propósito de la exhibición de un conjunto de obras de Pablo Scheibengraf, Córdoba, 2009. http://scheibengraf.blogspot.com/2008/10/el-rincn-del-bien-querer.html 6 Diario: LA VOZ DEL INTERIOR, Suplemento Cultura/ Nota artes visuales: Pintura de Acción, Cba, 2009. 7 Entrevista realizada a Pablo Scheibengraf por los autores del presente trabajo monográfico (adjunta en apéndice). 4 sobre capa, el proceso se convierte en una continua deriva, que constituye una búsqueda y un fin en sí mismo. Busca y provoca la perdida de control en el desarrollo de la pintura, y es aquí donde “se transfigura la relación sujeto-objeto. Donde uno se olvida de uno mismo hasta transformarse en un “objeto” de la situación, y es ahí donde la pintura se transforma en “sujeto” y se carga de la energía de uno mismo” 8 . El color y la composición son los dispositivos que contienen y manifiestan al sentimiento, producen “un alto grado de sensibilidad y emoción…el color expresa mi ser en su totalidad” 9 . El color posibilita la transmisión de los estados anímicos que a su vez se convierten en entes posibilitadores desde donde se entra en la acción. Si bien acentúa como punto de inflexión en su obra su experiencia de formación en Kassel (Alemania) 10 , en contacto con un contexto diferente, reconoce que Córdoba tiene una gran tradición pictórica, donde tuvo la suerte de tener buenos profesores, amigos y lugares donde ver y admirar la obra de los pintores del siglo XX, como es el caso de Pedone, Coutaret, Aguilera, Palamara y Reyna. Entre otros artistas que le interesan, tanto de la escena nacional como de la internacional, se pueden mencionar a: Olav Jensen, Brice Marden, Per kirkeby y Eduardo Stupía. A partir de su viaje a Alemania en donde estudia por un periodo de seis meses, Pablo Sheibengraf redefine su práctica artística, haciendo eje en la experimentación de la materia y en implementar conceptos que le permiten profundizar en la pintura. 8 Entrevista realizada a Pablo Scheibengraf por los autores del presente trabajo monográfico (adjunta en apéndice). 9 Extracto de la entrevista realizada a Pablo Scheibengraf por Natalia Elías, encargada de la comunicación y prensa de Artis Galería, en ocasión de la muestra “Lo que quiero”, realizada en la misma galería en el año 2009. http://exposicionesartis.blogspot.com/ 10 Pablo Scheinbengraf estudió un semestre en la Universidad de Artes Libres de Kassel, Alemania en el año 1997, bajo la dirección del profesor Norbert Rademacher. 5 Relación con el contexto A su regreso, hace contacto con la escena cordobesa y observa que “Córdoba no tenia una marcada tradición abstracta” 11 . En el año 2004, a través de una invitación para participar colectiva Caraffa que en realiza llamada 100 la el muestra Museo años 100 artistas 12 a partir de lo cual, considera que se le ha reconocido (en palabras del artista) “el lugar histórico que ocupa mi irrupción abstracta en la pintura cordobesa… rescatando y valorizando sobre todo la acción y el oficio de pintor, que históricamente tiene larga vigencia en Córdoba”. Ejerció por 5 años (a partir del 2001) el cargo de profesor adjunto en la Cátedra Pintura IV dictada en el último año de la Licenciatura en Pintura en la Escuela de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba. Donde profundiza su vinculación con el ámbito docente y de formación académica. Realizó exposiciones colectivas e individuales pasando por diferentes lugares oficiales y no oficiales, tanto de la escena cordobesa como de la porteña, museos y galerías, etc. Ciertas críticas hacen referencia a él como el “pintor cordobés de la paleta cálida” 13 , otras propuestas de carácter curatorial lo vinculan al paisaje, circunscribiendo su trabajo a las características tradicionales de la pintura cordobesa. Durante tres años (2006 - 2007 - 2008) trabajó en exclusividad con una galería privada de Buenos Aires 14 , que lo llevó a sostener un nivel y un caudal de producción diferente al que estaba acostumbrado. Realizando una muestra individual por año en esta galería, durante este periodo destina casi el total de su producción a tales efectos y focaliza su circulación a ámbitos más desarrollados en cuestiones de mercado. Aunque tuvo ciertas ventas de obra dentro de la provincia de Córdoba, fueron solo aisladas. Considera que el contexto local se encuentra en vías de desarrollo, al igual que la crítica, la tarea curatorial, la enseñanza y los ámbitos de formación cultural. 11 Entrevista realizada a Pablo Scheibengraf por los autores del presente trabajo monográfico (adjunta en apéndice). 12 Exposición organizada en el Museo Caraffa, por La Voz del Interior, Córdoba, 2004. 13 DE ARTEAGA, Alicia. Redacción del diario La Nación, edición del domingo 20 de agosto de 2006. http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=832838 14 Galería Marcos Espinosa, Buenos Aires, Argentina. 6 También observa en Córdoba la falta de una infraestructura necesaria para contener las producciones artísticas y cree fundamental la elaboración de redes que articulen y posibiliten un mercado local. A pesar de la falta de un contexto profesional, Sheibengraf habita Córdoba desde donde trabaja en su obra, no sin pensar muchas veces en la posibilidad de trasladarse a un centro de mayor importancia cultural, rescata del medio un interés genuino de los artistas a la hora de trabajar en su obra. Es así como producir en Córdoba “quizás se trate de la necesidad de defender las cosas en las que creemos por sobre las promesas de reconocimiento y retribución económica. Intentando dialogar con el lugar para generar una transmisión de sentidos que aporte y expanda a la escena y la obra al mismo tiempo.” 15 15 BRITOS, Luis: en Un Pequeño Deseo (sospechas, testigos y pistas confusas) “Un paraíso deseado desde el microclima cordobés”. Nº 2, Casa 13, Córdoba, 2008. 7 3. Conclusión: La obra de Pablo Sheibengraf nos hace reflexionar sobre los elementos que conforman el quehacer artístico, configurado por una pluralidad de dispositivos en donde la síntesis formal del “objeto” (en este caso la pintura) forma parte además de una serie de experiencias acumuladas en la formación del artista y en su contacto con los centros de legitimación. Su preocupación para producir, su motor, podría encontrarse “en lo personal, en lo intrínsico de su idiosincrasia” 16 y en la reflexión de cuestiones perceptuales y pictóricas a través de la acción, es decir, del proceso de construcción de la obra. Através de un recorrido por el campo artístico argentino y, particularmente el cordobés, es importante destacar la consagración de la tendencia abstracta en la escena modernista de la década de los ´50 y mediados de los ´60, y “el interés que despertaba esta orientación del arte argentino e internacional, en un amplio grupo de artistas que excedían los límites de Buenos Aires, portaestandarte en general de las propuestas renovadoras”. 17 La irrupción de la abstracción, el eclecticismo de estilos y los desarrollos neofigurativos pueden observarse, en los integrantes del “grupo de artistas modernos de Córdoba” 18 que fueron quienes propiciaron el advenimiento de los salones de Industrias Kaiser 19 a partir del ´58; antecedente directo para la realización de las Bienales Americanas de Arte 20 . Estos acontecimientos colocan a Córdoba en un lugar central en la consolidación del campo artístico argentino de la época. Por otro lado, teniendo en cuenta la formación, los procesos de aprendizaje, la maduración artística y los antecedentes e influencias que existen en la cimentación de la obra, rescatamos una reflexión que alumbra algunos indicadores en la transmisión de pensamiento de los espacios oficiales de formación (en este caso la escuela de artes de la UNC); “Si el valor está puesto en la individualización, el artista y el docente del área se ven exigidos en mostrar sus producciones no sólo como particulares sino como únicas. Esta búsqueda de diferenciación ha llevado, muchas veces, a la 16 consultar monografía: - base de datos: M / 759.982 54/ S 7, biblioteca de artes UNC. PERAZZO, Nelly: Marcelo Bonevardi, Obras 1948-1958, http://www.fundacionalon.org/publicaciones/Bonevardi_Alon.pdf 18 El Crítico Córdoba Iturburu llamó a este grupo de jóvenes –por analogía con el de Buenos Aires- “Grupo de Artistas Modernos de Córdoba”. Lo integraban Marcelo Bonevardi, Ronaldo De Juan, José De Monte, Alfio Grifasi, Raúl Cuquejo, Tito Miravet, Luis Saavedra, Raúl Pecker, Antonio Seguí y Pedro Pont Verges. 19 Empresa automotriz patrocinante, Industrias Kaiser Argentina. 20 También llamadas Bienales de Córdoba 0962, 1964, 1966 realizadas en los años 1962, 1964 y 1966 en Córdoba, Argentina. 17 8 negación del reconocimiento de un pasado mediato, local, nombrando en general modelos o Maestros lejanos (internacionales o globales), con legitimación 21 hegemónica” . Partiendo del relato de Scheibengraf podemos reflexionar sobre el valor que, por lo general, depositamos en las experiencias vivenciadas en contextos distantes que, por poseer una mayor infraestructura, parecieran brindar el contexto óptimo para encontrarle sentido a nuestras producciones y pensamientos artísticos. Así la producción en una escena periférica como la de Córdoba, puede hacernos pensar en una doble posibilidad: la de buscar una vinculación a un centro mayor de legitimación, o propiciarse de estrategias validas para lograr una visibilidad hacia adentro y hacia fuera, y producir frente a las condiciones particulares del contexto aún a riesgo de que “si un artista logra insertar su obra en la escena “real” (en Buenos Aires o en el exterior) se enfrenta a otro problema: ahora le hablara tangencialmente a su comunidad: su estar en cartel probablemente aumentará, pero muchas veces sin el referente de la obra, o de segunda mano.” 22 Pablo Sheinbengraf tuvo experiencias diversas en su vinculación con el contexto. Se formó en Córdoba pero toma como punto determinante en su maduración artística, su estadía en Kassel. Por otro lado su relación con la escena cordobesa estuvo también condicionada por cuestiones de circulación y mercado; como ya dijimos, durante los años 2005, 2006 y 2007 produjo en exclusividad para una Galería de Buenos Aires, lo que no le permitió mostrar en galerías de Córdoba. Sin embargo, desde el 2001 al 2006 ejerció la docencia en la Escuela de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba lo que lo vinculó directamente a la formación de nuevas generaciones de artistas, posibilitando dialogo y transmisión de contenidos. Tomando participación activa en la escena formativa de la ciudad y compartiendo durante esos años con sus colegas y alumnos parte del contenido conceptual de su obra. 21 ROCA Cristina, Irazusta Cecilia, docentes de la Escuela de Artes de la UNC , texto extraído del Simposio Desafíos que plantea la globalización en las artes visuales, “Maestros y discípulos en la globalización: algunas preguntas desde la Escuela de Artes de la U.N.C.” realizado en el 2º coloquio internacional de Arte Latinoamericano, Buenos Aires, 2008 http://www.untref.edu.ar/documentos/Simposio%20Artes%20Visuales.pdf 22 PAGOLA, Lila: “Hacer arte en córdoba: ¿estar en cartel= producir= existir?” en Parabrisas (a) proyecto editorial de Lucas Di Pascuale, pag 3, 1º edición 100 ejemplares, DocumenA/Escénicas, Córdoba, 2007. 9 En abril del 2009 realizó, después de algún tiempo, una exposición individual en una galería comercial de córdoba 23 . Este evento produjo un nuevo contacto con el espectador y del mismo se desprendieron nuevos diálogos con los distintos actores de la escena. Pablo Sheinbengraf es un referente en la pintura cordobesa. En algunos textos críticos y crónicas del medio se ha sabido reconocer el valor, la calidad y los aportes de su obra como así también el compromiso y el oficio de pintor. Aunque su producción tiene raíces en el informalismo europeo y en el expresionismo abstracto estadounidense, el contacto con el contexto en el que produce contagia su accionar de rasgos regionalistas, no solo en la conformación de su pensamiento visual, sino también en la manera en que su obra es leída. Sus movimientos dentro del circuito del arte parecen conjugar sus experiencias diversas, tanto nacionales, como internacionales. Movimientos que quizás indiquen ciertos parámetros a la hora de abordar y contextualizar su condición como artistaproductor de obra. 23 La muestra se llamó “Lo que quiero” y fue realizada en Artis Galeria, Córdoba, Argentina, en abril del 2009. 10 4. Bibliografía ACHA, Juan: “Hacia un pensamiento visual independiente”; en Hacia una teoría americana del arte. Ediciones del Sol, Buenos Aires. 1991. COLOMBRES, Adolfo: “Prólogo”; en Hacia una teoría americana del arte. Ediciones del Sol, Buenos Aires, 1991. ESCOBAR, Ticio: “el mito del arte y el mito del pueblo”. en Hacia una teoría americana del arte. Ediciones del Sol, Buenos Aires. 1991. Di PASCUALE, Lucas: Parabrisas (a).Ediciones DocumentA/Escénicas, Primera edición 100 ejemplares numerados, Córdoba, 2007. CASA 13: Un pequeño deseo (sospechas, testigos y pistas confusas). Número 2, Talleres Gráficos de Casa 13, Córdoba, 2008. 11 > 5. Apéndice 12 Obras “Campos de frutilla para siempre” gouache sobre papel 110 x 140cm 2009. 13 “El rincón del bien querer”, óleo sobre tela 140 x 170 cm. 2008 “verdenaranja”, gouache sobre papel 113 cm x 140 cm. 2009 14 “Narciso y goldmundo”, gouache sobre papel 113 cm x 140 cm 2009. “La ironía del sol”, gouache sobre papel 110 x 140cm 2009. 15 Curriculúm Vitae Pablo Scheibengraf www.pabloscheibengraf.com.ar Nace el 19 de noviembre de 1970, en Córdoba, Argentina. En 1997 termina los estudios en Licenciatura en Pintura en la Escuela de Bellas Artes de la U.N.C. En 1997, participa en Kassel, Alemania del proyecto EUARCA, patrocinado por el gobierno de esa ciudad para 16 jóvenes residentes en Europa, durante la exposición DOCUMENTA X. En el mismo año aprueba el examen de admisión y cursa el semestre de verano en la Escuela de Artes Libres de Kassel con el profesor Norbert Rademacher. Fue profesor adjunto en la Cátedra de pintura IV, en quinto año de la escuela de artes de la Universidad Nacional de Córdoba. 2009: “lo que quiero” muestra individual en Artis, Córdoba. 2008 2007 2006: Muestra individual galería Marcos Espinosa Capital Federal. 2005: Muestra: Muestra en Artis - Córdoba - Argentina Muestra Colectiva Arte en Córdoba Galería Zurbarán - Córdoba - Argentina 2003: Muestra colectiva en el Cabildo de Córdoba junto a Baena, Ferral, Grimberg, Longhini, y Montich . Muestra: “Arte de Córdoba” Museo Caraffa - Córdoba - Argentina2004: Muestra: “100 años de plástica en Códoba, 1904 - 2004 ” Museo Caraffa - Córdoba - Argentina 2000: Muestra colectiva Museo Chateau Carreras, Córdoba, Argentina. Muestra individual Teatro el Cíclope, Cba. 2001: Creador y Profesor Titular de “Estructura y análisis de Lenguaje Visual” y “Laboratorio 16 Visual Colegio Alemán, Cba. 2001-2002: Profesor Adjunto de la Licenciatura en Pintura, “Pintura IV” (Quinto Año), Escuela de Artes, Universidad Nacional de Córdoba 1999: Trabajo docente en Colegio Alemán de Cba, formación artístico-cultural 1998: Muestra individual en galería El Abasto 1893, Cba. Argentina. Muestra colectiva Museo Chateau Carreras, Córdoba. 1997: Muestra trabajo final de tesis de la Licenciatura en Pintura, teatro El Cuenco. Cba Muestra junto a Franz Bocchini (Italia) y Miro Nicz (Rep. Checa), Werkgalerie, Proyecto Euarca, Kassel-Alemania. Examen de ingreso y semestre de verano en la Universidad de Artes Libres de Kassel-Alemania en la clase del profesor Norbert Rademacher. Participación en la publicación “24 artistas jóvenes de Córdoba”. 1996: Asistente (junto a José Landoni) del escultor Horacio Suárez Serral, Córdoba. 1995: Muestra colectiva en “La Casona”. Municipalidad de Córdoba. 1994: Salón de pintura de Río Cuarto - Centro Cultural Trapalanga. Muestra de arte colectiva, galería “La Querencia”. Villa Allende, Córdoba. Primer premio, concurso de pintura del segundo congreso de hipertensión arterial. 17 1993: Muestra individual Palacio Aztoreca, Iquique-Chile. Salón Fortabat, premio “Joven Pintura Argentina”. Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires, Arg. 1992: Muestra junto a Di Pascuale, Galería de Artes de la U.N.C. Primer premio concurso de murales U.N.C. Muestra colectiva en Galería de Artes de la U.N.C. Segundo premio concurso de afiches de teatro para niños. Municipalidad de Córdoba. Poseen obras suyas colecciones privadas de Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Alemania, Italia y a las colecciones permanentes del Museo Macro de Rosario y del Museo Caraffa de Córdoba, Argentina. 18 Entrevista realizada a Pablo Sheibengraf por Emilse Barbosa y Juan Paz, Córdoba-2009 ¿Con que ideas y conceptos producís? SCH: Hay una idea fundamental y es la de no tener boceto previo con la intención de transmitir un estado interno o sentimiento. En los gouaches aparece la idea de estratos o capas superpuestas con mayor intensidad que en los óleos. Mi pintura se puede cruzar con la pintura zen, el art brut, el action painting. También busco siempre la manera de producir la casualidad como una forma perder el control sobre el desarrollo de la pintura. Hay desde siempre una relación sujeto – objeto con la pintura, investigado desde lo psicológico, de la cual, de una manera reducida y sintética puede decirse que en el momento de pintar uno debe tratar de olvidarse de uno mismo hasta el punto de transformarse en un “objeto” de la situación. Es ahí cuando la pintura se transforma en “sujeto” y se carga de la energía de uno mismo… cuando una pintura tiene “vida”. ¿Hubo cambios en la forma de abordar, pensar, sentir tu pintura? SCH: Si, sobre todo cuando empecé en Alemania a encontrar y trabajar a partir de conceptos que me sirvan para profundizar la pintura. Para mí es fundamental trabajar a partir de conceptos que sirvan como transporte hacia la profundidad del trabajo que uno va realizando, por supuesto que hay un momento que es necesario liberarse hasta de los conceptos para poder realizar la pintura. ¿Cuál pensás que es el límite de una pintura? SCH: Yo soy inmortal, eterno, y la pintura tal cual yo la concibo no tiene límites, ya que se trata de un acto básicamente espiritual. Ejemplo: pensar el silencio tiene límites, porque el pensamiento tiene límites. Sentir el silencio, percibirlo, no tiene límites ¿Cuáles son los artistas que te interesan? SCH: Olav Jensen, Brice Marden, Per kirkeby, Eduardo stupía. ¿Como es tu relación con el medio y el mercado? ¿Crees que existe la infraestructura adecuada para tu producción? SCH: Cuando volví en el 1998 volví a Argentina seguí trabajando con estas ideas y me dí cuenta que no había una tradición abstracta en Córdoba pero a pesar de eso seguí por ese camino y al tiempo me llamaron para participar de la muestra de la voz del interior en el 2004 que se llamó 100 años 100 artistas, yo creo porque desde la dirección del Caraffa entendían que yo era el pintor de mi generación que sin tener tradición abstracta respetaba y rescataba el valor por el oficio de la pintura que eso si es tradición en la pintura cordobesa. Quiero decir que a mí si me han reconocido el 19 lugar histórico que ocupa mi irrupción abstracta en el plano de la pintura cordobesa a partir 1998, pero los historiadores seguramente lo van a poder ubicar mejor. Ahora bien, por los últimos salones que he visto, estamos viviendo un momento bastante superfluo, de poca densidad, y no sé muy bien de que se trata pero en principio percibo una masturbación mental esnobista de ocasión. Son políticas culturales, no sé… es importante que cada uno lo piense y saque sus propias conclusiones. ¿Cómo seria tu lugar ideal de circulación? SCH: No tengo un lugar de circulación ideal pero veo la difusión como unas de las “patas” fundamentales para que la circulación sea posible. ¿Como se dio la relación con las personas que escribieron textos para tus muestras o sobre tu obra? SCH: El tema de elegir a alguien para que te escriba una crítica es todo un problema porque cuando un crítico te escribe es posible que te hagas enemigo de sus enemigos al instante es por eso que muchos artistas eligen a otro artista, o escriben su propia crítica, etc. La última crítica me la hizo Daniel Capardi que es un experto en arte de mitad del siglo 20 en adelante, realmente un erudito… que le gusta y entiende la pintura que hago, de todas maneras lo propuso el galerista Gustavo Limperis de ARTIS y yo acepté. ¿Escribís sobre tu producción? SCH: Bastante, es importante ir tomando notas de lo que uno va haciendo, pero en general soy más práctico que teórico. ¿Crees importante la crítica? cómo ves la critica o la escritura sobre arte en córdoba? SCH: Si, la crítica es siempre importante sobre todo cuando se entiende. En Córdoba, creo, estamos todavía en pañales con respecto a ese tema, pero creo que al igual que los curadores van a ir creciendo. ¿Como es tu internacionales? experiencia con los circuitos locales, nacionales e SCH: Nunca me he puesto ha pensar sobre mi experiencia en los diferentes circuitos pero no son pocas la veces que pienso en irme a vivir a un centro cultural de mayor importancia que Córdoba. Con respecto a la circulación de tu obra: Vimos algunas participaciones colectivas o grupales, pero si no nos equivocamos, hacia mucho que no mostrabas individualmente en córdoba. También recordamos estabas trabajando en exclusividad con un galerista/galería del exterior. Con respecto a esto, teniendo en cuenta también la 20 exposición que hiciste en Bs. As en /villa Borghese: - si Córdoba tiene particularidades que te hacen pensar en irte, o en quedarte, ¿cuales son? ...y hablando del contexto, vos fuiste profesor nuestro del 5to año de pintura y hubo algunas cosas en las correcciones que nos ayudaron a re-pensar la pintura. Dejando un poco de lado lo que pasó. La escuela de artes es un punto importante dentro del contexto artístico de nuestra ciudad del que vos fuiste parte. Y eso nos parece un punto importante, no solo por tu labor como docente, sino lo que ello implica: aportar infraestructura. Sin embargo, este aporte puede darse de distintas maneras y en distintos grados y ámbitos por ejemplo: haciendo una muestra, discutir una obra o simplemente hablar de arte con otra gente, ir a ver una muestra, etc. cosas que van un poco más allá de la producción/obra pero que tienen que ver con tu conformación y, en cierta medida, con tu legitimación como artista dentro de un contexto determinado. - ¿Cómo influye córdoba en tu profesión? - ¿Cómo influyó e influye córdoba en tu formación? SCH: Córdoba tiene particularidades que te hacen pensar en irte, a mí me ha pasado de escuchar cosas sobre mi trabajo que no me gustaron y me hicieron pensar que algo no está pasando en la educación. Cada vez hay más profesionales sin interés por la cultura en general o el arte plástico en particular. Son justamente ellos lo que podrían supuestamente “armar” una red, un mercado para que los artistas puedan vivir de su trabajo… sin embargo Córdoba tiene un movimiento cultural que por momentos pareciera “anormal” con respecto al mercado del arte… lo que hace pensar realmente el interés genuino de los artistas por producir su obra y ese es el motivo que más te contiene a la hora de elegir quedarte. En 2006, 2007, 2008 hice una muestra individual por año en Buenos Aires en una galería privada lo que significó que la cultura producida por mí en Córdoba se la “llevó” Buenos Aires. Esa galería mantenía un contrato conmigo y también eso significó un nivel de producción que no había tenido hasta entonces. Por otro lado dejé mucho como docente en la Universidad de Córdoba durante 5 años como profesor adjunto en el último año de la carrera de Pintura, pero a la hora de concursar públicamente el puesto, un jurado consideró que no estaba preparado para ocupar mi puesto y lo declararon desierto, por lo que no puedo decir que es un lugar de contención para mí la Escuela de Artes…inclusive me genera mucho dolor tener que ir por cualquier cosa a ese lugar. Córdoba tiene una gran tradición en pintura y tuve la suerte de tener buenos profesores, amigos y lugares donde ver seguido obra de los pintores del siglo 20, los cuales admiro mucho, caso Pedone, Coutaret, Aguilera, Palamara, Reyna…. Y muchos más. Es muy importante el impulso que tomó el arte los últimos años con el museo Caraffa y es un lugar donde continuamente uno se nutre de muestras de otros artistas. 21 Estratos (*) texto Daniel Capardi (*) Anotaciones dispersas sobre el concepto de duración en la pintura, a propósito de la exhibición de un conjunto de obras de Pablo Scheibengraf http://scheibengraf.blogspot.com/ La pintura es una especie resultante de la producción de arte, en la medida que muestra que es posible transformar la materia subjetiva bruta, en una identidad sofisticada y enérgica. Hace tiempo que las pinturas de Pablo Scheibengraf no se exhiben en conjunto. Esta exposición trata sobre su producción más reciente, gouaches sobre papel, que al considerar su soporte podrían tratarse de obras de pequeño formato, pero no. Un texto que intenta hablar de pintura (aún si se remite al trabajo en la pintura), y en este caso de una pintura que no tiene tema, se refiere a las últimas producciones que de esta naturaleza existieron. Es en la pintura (abstracta) donde se deja de considerar justificada la necesidad de la representación (figurativa) y tiende a sustituirla por un lenguaje visual autónomo, dotado de sus propias significaciones. El sentido de lo que “no se puede ver” o en ese quedarse fuera de la vista, o que “no encaja”, “no se acomoda”, o como “un extraño fuera de lugar” o también lo que pese a su llamativa presencia, “añade un tono de extraña ausencia”, son sus rasgos dominantes. Tomando en consideración el carácter singular, individual de cada obra, en relación a un contexto, -el muro, su soporte natural, o el espacio de la galería- abandonando toda iniciativa de relato, cada pieza parece atrapar a la otra, aun cuando se trata de constelaciones unitarias, para transformarla en otra mayor. La pintura es un conjunto de elementos diferenciados e irreductibles, articulados e interdependientes, por lo cual esa constelación adopta una figura precisa, un contenido y una consistencia. Para esto los medios utilizados por Scheibengraf tienen su propia tecnología con su historia, hallazgos y limitaciones. En este caso la pintura reproduce la dinámica de una causalidad entre los aportes de la innovación pasada y la expresión buscada. El gouache fue probablemente descubierto en el siglo XI, su opacidad estaba al servicio de ilustrar manuscritos. La elección del gouache es por tratarse de una acuarela opaca, que sin ser lo mismo, ambos procedimientos comparten un parecido desarrollo histórico. Tradicionalmente se le ha considerado un medio subsidiario del óleo o una versión “impura” de la acuarela. Su luminosidad no depende de la base o soporte, sino que su brillo está en la materia misma. Además, puede diluirse en agua, dándole una transparencia parecida a la de la acuarela. La palabra (gouache) es francesa y proviene de la traducción fonética del término inglés wash (lavado) o comúnmente conocida como aguada. Entre los rasgos que este material adopta en la pintura de Scheibengraf, se encuentra en primer termino el soporte elegido que es el papel. La aguada aparece aquí como uno de los procedimientos utilizados por el autor para generar la capa o layer, siendo la obra resultante de varias aplicaciones de materia que una vez seca (recordemos que es una pintura de rapido secado, exigiendo rápidas tomas de 22 decisiones sobre el soporte) es literalmente lavada, produciendo el efecto de la aguada. Luego sobrevienen correcciones durante la ejecución, como ligadas al movimiento de una búsqueda que es también búsqueda del devenir en el trabajo de la pintura. La distribución en el plano, utilizando tintas planas, de superficies cubrientes y transparentes resultado de la acción son restos o sedimentos de materia al provocar la aguada. En Scheibengraf el soporte es un punto de partida. De ahí que las sucesivas capas expandidas y lavadas permiten sucesivos ritornellos una vez terminada cada sesión. La aplicación del color por capas (al menos, una inferior y otra superior) constituye un procedimiento más antiguo, y se basa en la división del trabajo; en la capa inferior se obtenía especialmente el dibujo (la forma), el modelado con sus luces (el sombreado) y una ligera indicación del color. En la capa superior el artista se entrega directamente a la representación cromática. Pero en ese procedimiento, que para algunos pintores son instancias previsibles de un posible relato o la búsqueda de un tema que justifique la repetición, en Scheibengraf es una suerte de continua deriva, que constituye una búsqueda en sí misma. Desde la visión del espectador parecería que cada capa de materia produce una especie de eclipse en la visión, un efecto de ceguera transitoria que hace que sea posible afirmar, que frente a la pintura no ve nada, en su desorientación frente a lo inexperimentable, insondable o inexpresable. Lo que relaciona a estos trabajos con ciertas prácticas contemporáneas que adoptan una actitud respecto a la visualidad, retomando el término «antivisión», de crítica al potencial ilusorio de la imagen. Se podría decir que estas pinturas, consisten en formalizaciones del vacío y la nada, sitúan al espectador en el umbral de lo visible o lo apenas visible, o en el lugar de “ver lo que se da”. Daniel Capardi 23 24 Artistas Jóvenes de Córdoba Prólogo de Gabriel Gutnisky 1Arte una http://www.arteuna.com/PLASTICA/24artjovenes.htm Un grupo de artistas tan variado y heterogéneo como el presente, ha intentado poner en juego una estrategia particular para la difusión de su propia obra. Esta publicación es producto entonces de la forma en que hallaron de apoyarse mutuamente para trascender una realidad limitada que no acompaña, en la medida de las expectativas, la creciente producción de las nuevas generaciones de artistas cordobeses. No son todos, pero de alguna manera constituyen parte importante del emergente mediterráneo que, liberado a sus propias fuerzas, persiste en la necesidad de afirmación. Como presentación es exigua y parcial (se reproduce aquí una sola obra por cada uno de ellos), pero presentación al fin, sólo busca la oportunidad de legitimarse en la eventual atención que su destinatario le provea. A pesar de no haber participado en la selección de la nómina de estos artistas y aunque con muchos de ellos mantenga una especial vinculación y afinidad, reconozco que es difícil intentar una generalización que los englobe, tanto como una particularización que necesariamente seria tediosa de leer, por la extensión y variedad de dicha nómina. Porque lo integrantes de este grupo se desplazan desde el misterio de la reencarnación pictórica, hasta la devoción por la singular expectativa tecnológica de fin de siglo, pasando también por la adhesión a un carácter latente e indeterminado, que podemos definir como un fenómeno de contaminación y ósmosis. De hecho, todos ellos constituyen una afirmación de la variedad y relativismo artístico actual y muchos se abren al riesgo que genera la facultad de encontrar una conciencia en la diferencia. Pero ello no agrega demasiado a lo que ya conocemos del diagnóstico del arte de los 90´ y que, en esta tipificación abarcadora, obligadamente incluye a estos jóvenes artistas cordobeses. Podemos decir, sin embargo, que esta suerte de nomadismo entre el pensamiento y la materia, la intuición y la construcción, es para el grupo (o por lo menos para algunos de sus integrantes) una forma de actuar que lleva implícito la desconfianza hacia el culto monístico del arte. Pero también somos conscientes que aquellos menos interesados en interrogarse sobre el sistema, coinciden en sobrellevar una atención centrada en el proceso de entrecruzamiento entre las palabras y los fragmentos, sobre los modelos del tiempo, la trayectoria del desorden, la anexión de territorios o la confusión de géneros. Los mecanismos puestos en juego son tan dispares como diferentes son los integrantes de esta lista de artistas entre sí, pero podemos afirmar que se mueven a través de intuiciones, exploraciones y revelaciones, que muchas veces fijan e inventan puntos, y otras tantas se limitan a organizar signos, pero que todos ellos finalmente y en alguna medida, tienden a oxigenar las facultades perceptivas, indicando con la imagen otras imágenes. Indudablemente estos 24 jóvenes son personas capaces de estimular fenómenos y, como sabemos, un fenómeno termina por estimular a otro, siendo la inactividad el único límite de esta especie de reacción en cadena. Pero si de algo estamos convencidos, es de que el grupo se mantiene en plena producción, pese a constituirse 24 por artistas del interior de un país fuertemente centralizado y, consecuentemente, doblemente dependientes de los centros de legitimación. Una tan variada propuesta, llena además de aparentes contradicciones, de reivindicaciones y rescates, como la presente selección, nos impulsa a reconocer que todo orden (tanto el que reniega como el que reafirma) termina siendo contemporáneo de cualquier otro orden y en definitiva evidencia que todo problema se constituye en un arbitrio. Lo cual nos lleva a indicar que, especialmente teniendo en cuenta la juventud de estos artistas, es imposible dejar de pensar que el futuro, necesariamente, se arrastra corroborado por los aciertos y hasta por las desviaciones del presente. 2 LA REENCARNACIÓN PICTÓRICA En esta simplificada categorización, podemos indicar que GERMÁN WENDEL recupera la tradición pictórica cordobesa, convocando desde la mímesis hasta la reconcentración en los aspectos artesanales del oficio, en una citación de tipo nostálgica que apresa condicionantes y evidencias historicistas. Por otro lado, accediendo a un torturado gesto y la aspereza formal,CONCEPCIÓN ORDOÑEZ, PABLO SCHEIBENGRAF y MATEO ARGÜELLO PITT, " visceralizan " con distinta profundidad su marcado arrastre Neoexpresionista, evocando tanto lo irreproducible de una situación premonitoria, como el relato indirecto de la aislación y el anonimato contemporáneo. También en este " subgrupo ", la relación con la materia pictórica, alcanza en LUCAS DE PASCUALE un fuerte impacto autorreferencial, desde la propia viscosidad, brillo y relieve de sus trabajos. Cierta idea de rechazo a lo afectivo o sentimental, que NATALIA BLANCH explora reduciendo a la mínima expresión unos signos oscuramente vinculados a conceptos religiosos, en una poco complaciente manera de entender el gesto y el cromatismo pictórico. Finalmente los esgrafiados de EDGARDO QUINTANA, quien levanta el color para dar luz a unos dorados que conforman una retícula tangencialmente rudimentaria o primitivista. LA EXPECTATIVA TECNOLÓGICA Esta característica está representada aquí por una serie de procesos morfogéneticos que se inscriben en el marco del Neopositivismo Estético, desde el momento en que infieren una relación o vínculo entre el arte y la ciencia. Con diferente grado de inclusión, a veces recurren a desarrollos de tipo generativo para ordenar una información previa que, paradójicamente, tiene más afinidad con el conceptualismo que con la geometría. Tal es el caso de las investigaciones sobre la transposición de un signo gráfico a un signo pictórico, en las celdas de colores de los trabajos de CLAUDIO ZIPEROVICH. Pero esta " expectativa " también está presente en la compleja superposición de proceso fotográfico, ploteo y montaje, que lleva a cabo con enigmática subjetividad CARINA CAGNOLO. La digitalización, como una extensión del grabado pero también como la maximización del recurso multimedial, es asumida por JORGE CASTRO y LILA PAGOLA. Ésta última, aludiendo al proceso vital y al cuerpo humano, mediante una simbolización escueta que reduce las variables formales pero multiplica la interacción con el espectador, a través de la " manipulación infinita de imágenes " en un soporte tan versátil como el derivado del uso de ordenadores. Desplazado de centro de interés de los anteriores por una insoslayable preocupación en la 25 reproducción fotográfica, encontramos a FERNANDO CORTIGLIA quien aproxima su objetivo a las heridas y cicatrices de carnosas plantas, con inocultable afinidad con la propia carnalidad del cuerpo humano, hablándonos de la vulnerabilidad, del sometimiento y la indefensión. GABRIEL ORGE también sucumbe a " Tánatos" y lleva este sentido de laceración hasta su última consecuencia, señalándonos el irrenunciable proceso de desintegración orgánica, en las sucesivas imágenes de una cabeza de caballo en descomposición. RODRIGO FIERRO se aleja de este tipo de menciones, apostando su cámara para documentar un instante en la cotidianeidad de los habitantes de un sector fuertemente caracterizado de Córdoba como Barrio Güemes. Testimonio que parece recluirse en una reivindicación que refiere tanto al mito de Narciso como al claustrofóbico enfrentamiento con uno mismo, en la reflexión especular de HUGO AVETA y que en el caso de FACUNDO DI PASCUALE, parece incluir un corte sesgado por la necesidad de identidad e identificación. LA ANEXIÓN DE TERRITORIOS Los nucleados en esta categorización (que en realidad parece un común denominador de todo el grupo) ponen de manifiesto abiertamente la fuerte articulación de diferentes géneros. La obra de MIRIAM UBAID condensa el signo gráfico, una breve anotación pictórica, restos corpóreos y un iniciático avance hacia la espacialización (manifestada por su preocupación en la puesta de sus relieves), en una suerte de cleptomanía cultural que digiere aspectos predados de la realidad, además de los convocados por propia iniciativa. Una cuestión que también se verifica en los objetos de MARCELA GAMERO, quien utiliza la recuperación de objetos (en este caso rollos de papel encontrados en un escritorio abandonado) como señal de una situación única e irrepetible. Un rastreo arqueológico que invierte los términos, pues vincula el resto, el objeto desechado, etc., para dar cabida a las preguntas no del pasado sino del presente. Como lo entiende ALEJANDRA BREDESTON, quien termina por mencionar la maternidad desde una muñeca rota y un cordel, encerrados en un turbio recipiente. Pero también lo hace JUAN CARLOS DER HAIRABEDIAN, con una inefable construcción que opone drásticamente la idea de fatal determinismo con la tozuda resistencia de un ingenuo cochecito de madera. Esa oposición irónica prevalece, produciendo una situación de extrañamiento que también roza el trabajo de GUADALUPE GUZMÁN, sólo que en esta ocasión más tradicionalmente ligado con la gráfica. Un lenguaje omnipresente a la hora de reconocer la interpolación entre la historieta y el grabado, que PABLO SFERCO concreta mediante unos personajes paradigmáticos, o cuando GISELA ALEGRE recompone una trama con fragmentos de la reproducción parcial de un rostro cuya repetición, paradojalmente, nunca termina de concretarse de la misma manera. Concepto de parcialidad y fragmentación que necesariamente termina de vislumbrarse en la repetición prácticamente tautológica. Algo que también explora ALEJANDRA CAROSSO con sus carreteles y retazos zurcidos, abriendo el juego a la posibilidad de que esa repetición conceda un clisé fácilmente vinculable al género femenino. Arq. Gabriel Gutnisky DIRECTOR DE LA ESCUELA DE ARTES DE LA U.N.C. CRÍTICO DE ARTE DEL DIARIO LA VOZ DEL INTERIOR 26 > Pintura de acción [email protected] Jueves 23 de abril de 2009 Edición impresa | Suplemento Cultura | Nota Artes visuales “Lo que quiero”, muestra de Pablo Scheibengraf que explora la sensibilidad del color, abre mañana el ciclo de este año de la galería Artis. "Cuando ves una pintura abstracta y expresionista rápidamente el cuerpo te indica lo que siente", dice Pablo Scheibengraf, y en su caso, sabe que su pintura gusta por los colores. Se podría decir que es la sensibilidad del color el tema de su pintura. Después de varios años de no presentar una muestra individual en Córdoba, mañana a las 20, el artista inaugurará "Lo que quiero", en las salas de la galería Artis (Lima 909) de barrio General Paz. "Lo que quiero" reunirá su gouaches sobre papel, obra reciente de gran tamaño, como acostumbra el artista. La elección del material no es casual en Scheibengraf. Se relaciona directamente con el concepto del trabajo de la propia obra, una pintura de acción que puede expresar un estado de animo. Los cuadros de Pablo Scheibengraf no tienen boceto previo. Sus cuadros se dejan pintar y aparece lo que sería el resultado de esa acción que señala el artista, su modus operandi. No se llega a un cuadro de este tipo con un alto grado de especulación pictórica, destaca el artista. Aunque eso puede suceder, porque nada es absoluto, en este tipo de pintura aparece la casualidad, insiste. En la acción de pintar, Scheibengraf se aleja la especulación. "En la medida de lo posible, trato de que no haya eso, que salga naturalmente", sostiene. Para llegar a esa libertad, busca constantemente referencia de un color en otro y aplica ese otro color en base a lo que puso. "Eso es educativo, después intento que sea mas espontáneo y que esa especulación vaya quedando de lado", relata. Técnica para lo espontáneo. Es poco común encontrar esta técnica en obras de arte contemporáneo. "Gouache" es una palabra francesa que proviene de la traducción fonética del término ingles "wash" (lavado). El gouache se conoce comúnmente como aguada. El material es parecido a la témpera, se aplica sobre papel y se diferencia de la acuarela porque ésta trabaja con la luz que genera el blanco brillante del papel; en cambio en el gouache, el color está dado por la misma materia, y se adapta a trabajos mas espontáneos donde hay contrastes fuertes de color. El gouache es menos racional que la acuarela, si bien son materiales similares. La acuarela tiene menos carga y se hace mas transparente. La emoción del color. En las pinturas de Scheibengraf, el color es básicamente el sentimiento, el color está sentido. Como el dibujo no lo rige, su pintura no está dominada por la racionalidad. "El color para el artista implica un alto grado de sensibilidad y emoción, se podría decir que el color expresa su ser en su totalidad", afirma el artista. Pablo Scheibengraf habla de su obra como una "una pintura filosófica cromática en acción, porque implica lo que siente y es, no lo que está pensando". 27 Inspiración y misterio. El contacto con la naturaleza, lo que más moviliza al artista, dice Scheibengraf, es lo que más le impacta visualmente para trabajar los colores. "No necesito mucho más para expresar lo que esta sintiendo", dice, salvo su estado de ánimo. Utiliza los distintos estados como un modo de entrar en la acción, en la pintura. "Puedo estar triste, empezar un cuadro, y terminar muy alegre", cuenta como ejemplo de su teoría, en la que "siempre la emoción moviliza a la acción". El artista profundiza en la idea que inspira su sistema creativo: "Cuando te apropiás de una emoción, cualquiera sea, ésta te moviliza a una acción determinada, aunque no significa que en medio de la acción, las emociones y sentimientos cambien, o el estado interior cambie; sin embargo, la acción ya comenzó. En ese sentido el ser o la existencia es un misterio". La muestra "Lo que quiero" . La muestra de Pablo Scheibengraf inaugura mañana a las 20 en la galería Artis, Lima 909, barrio General Paz. Visitas: hasta el 15 de mayo, de lunes a viernes de 15 a 19, con entrada libre y gratuita. Perfil Pablo Scheibengraf nació en 1970. Estudió pintura en la Universidad Nacional de Córdoba y se especializó en la Escuela de Artes Libres de Kassel, Alemania. Desde 1992 participa en numerosas muestras colectivas en espacios como la Werkgalerie de Kassel, Centro Cultural Recoleta y el Museo Caraffa. Sus obras pertenecen a colecciones privadas de Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Alemania, Italia y las colecciones del Museo Macro de Rosario y del Museo Caraffa. 28 > El balance de un siglo Por Daniel Capardi. Diario La Nación. Noticias de Arte: anterior | siguiente Domingo 16 de mayo de 2004 | Publicado en edición impresa http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=601524 Como parte de la celebración del centenario de La Voz del Interior, en el Museo Caraffa de Córdoba se exhibe una atípica retrospectiva con inédito criterio curatorial Figura, de Lino Eneas Spilimbergo Proponer un relato que dé cuenta del arte de Córdoba a partir de un conjunto de obras realizadas en el lapso de cien años resulta bastante arduo a raíz del escaso desarrollo de la historiografía e investigación del arte local, así como el desconocimiento generalizado de los artistas por parte del público. A partir de una relectura de los períodos ya definidos por investigaciones precedentes, la exhibición avanza sobre la situación del arte local a través de un mapping o cartografía del siglo. El énfasis en el aspecto inmaterial de la exposición (esto es, la información que coexiste con las obras) es uno de sus propósitos centrales. Así, una de las decisiones tomadas a la hora de realizarla fue direccionarla hacia una nueva interpretación de las obras exhibidas, aproximándola al modelo de "exposición-búsqueda". En este sentido, el catálogo que acompaña la muestra constituye una pieza clave que se articula con el discurso desplegado en las salas. El recorrido de la exposición ha sido organizado a partir de la fragmentación en varios núcleos conceptuales. El primero de estos núcleos, que corresponde aproximadamente al período 1880-1918, incluye a los artistas que comienzan a esbozar un campo artístico local, como Honorio Mossi, Emilio Caraffa, Ricardo López Cabrera, Carlos Bazzini Barros y Emiliano Gómez Clara. Waldo Ansaldi se refiere en el catálogo a ese período subrayando la disyuntiva modernidad-modernización y ubica la experiencia cordobesa siguiendo la noción de "modernización provinciana", señalando la persistencia, incompleta y fragmentaria, de aquellas transformaciones que darían lugar a una conciencia cultural e intelectual modernas. El segundo bloque está planteado a partir de un género dominante en la pintura local: el paisaje. Circunscripto en este caso a las décadas del 20 al 50 (aunque, tal como plantea Antonio Oviedo en el catálogo, su desarrollo se extiende más allá de esos años) incluye a artistas como Guillermo Butler, Octavio Pinto, Manuel Coutaret, Olimpia Payer, José Malanca, Antonio Pedone, Onofrio Palamara y al propio Fernando Fader. En estos autores pueden verificarse abordajes diversos del género y también ciertos rasgos locales distintivos, como la persistencia de la imagen de la barranca, característica de la topografía cordobesa. Un tercer núcleo, que se superpone cronológicamente en algún punto con el anterior, reúne entre otros artistas, a José Cárrega Núñez, Ernesto Soneira, Egidio Cerrito, 29 Roberto Viola, Lino E. Spilimbergo, Horacio Suárez y Ernesto Farina. Indicadores como las becas provinciales de perfeccionamiento, la gravitación de ciertos desarrollos europeos (el Novecento, muy especialmente), la apertura de la Escuela de Artes de la Universidad y su impacto en la obra de estos artistas son analizados en el ensayo de Diana Wechsler. La actualización de los lenguajes, en función de una escena internacional coincide con el segmento comprendido entre los años 50 y mediados del 60. La irrupción de la abstracción, el eclectisimo de estilos, los desarrollos neofigurativos se reflejan en las obras de Ronaldo de Juan, Eduardo Bendersky, Manuel Reyna, Norberto Cresta, Eduardo Moisset, Carlos Peiteado, Miguel Ocampo, Pedro Pont Vergés, Antonio Seguí y Carlos Alonso. Respecto a esta etapa, María Cristina Rocca encauza su análisis haciendo foco en el papel desempeñado por salones y bienales, especialmente los organizados por Industrias Kaiser Argentina entre 1958 y 1966, en tanto paradigmas de lo que en sí misma es una institución: la modernidad. A este ensayo se suma el de Horacio Crespo, que avanza sobre la década del 70. El núcleo siguiente de la exposición, señalado temporalmente por el retorno democrático, plantea tópicos como las luchas de sentido y la existencia de clichés como mecanismos propios de olvido, que van desplazando la escena hacia lo tecnocultural y nuevas formas de hegemonía. Jorge Simes, Pablo Baena, Tulio Romano, Oscar Suárez, Roger Mantegani, Roque Fraticelli, Oscar Páez, Pablo Canedo y Raúl Díaz son algunos de los autores representativos de este segmento. Un último bloque aborda el delta de modos de producción que abarca desde los años 90 hasta el presente. Aparecen así la fotografía, el video, la performance y ciertas derivaciones del conceptualismo en RES, Ananké Asseff, José Pizarro, Marcelo Mercado, Pablo Scheibengraf y Natalia Blanch. Estos dos últimos bloques son abordados en el catálogo por el autor de esta nota. Teniendo en cuenta que el grabado y el dibujo se presentan dentro del arte de Córdoba como disciplinas subsidiarias de la hegemonía de la pintura, se propone en otro sector de la exposición una suerte de relato cronológico, sintético, de la gráfica local, tomando a autores que van desde Juan Kronfuss, Alberto Nicasio, Horacio Alvarez, hasta César Miranda, Luis Saavedra, Dalmacio Rojas, Fernando Allievi o Fabián Liguori. Se podría hablar aquí de una muestra en estado de "transición", estado coincidente con el del artista en su intento permanente de orientar su obra hacia la circunstancia local. En definitiva, el conjunto de obras y trabajos críticos reunidos podría considerarse como un umbral dentro de la muy precaria historiografía disponible acerca del extenso período abordado. Umbral inspirador de escalones sucesivos que sin duda aguardan ser transitados. (En el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio A. Caraffa, Córdoba, hasta el 30 de mayo de 2004.) 30 > Pintura en estado puro http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=832838 Por Alicia de Arteaga De la Redacción de LA NACION Con la muestra de Pablo Scheibengraf quedó inaugurada Villa Borghese, una nueva galería que cierra el circuito de un patio pompeyano con identidad cultural Noticias de Arte: anterior | siguiente Domingo 20 de agosto de 2006 | Publicado en edición impresa S/T. gouache sobre papel fibra de algodón de 300.gr Pablo Scheibengraf pasó el año último por Expotrastiendas. Su primer contacto con el público y el coleccionismo porteño fue coronado por halagos y compras, razón que fortaleció la decisión de Inés Díaz Echegaray y Marcos Espinosa de abrir Villa Borghese con la muestra del cordobés de la paleta cálida, donde se percibe la nerviosa acción de la mano que pinta sin ningún guión previo. Cordobés formado en Kassel, pequeño pueblo al norte de Alemania donde cada cinco años se realiza la más prestigiosa exposición de arte actual, Scheinbengraf deja que el color invada el papel, soporte en el que mejor expresa ese abandono al gesto sensible. "La tempera o gouache se adapta a una pintura espontánea, donde no existe idea previa; en la témpera, la luz del color esta dada por el mismo material, mientras que en la acuarela, la luz la da el blanco del papel. Scheibengraf incursiona en el óleo que le permite una mayor carga de materia, una mayor duración de la acción. La abstracción sensible del joven artista remite, especialmente cuando la paleta se tiñe de azul verdoso, a las obras tardías del gran Monet, momento en que el creador del impresionismo se aventura en la abstracción. A diferencia de Gerard Richter, prisionero de los límites y del tiempo de realización de una obra, Pablo S. sólo sigue el eje temático de la acción. La emoción de pintar en estado puro, como si este ejercicio de profundos ecos interiores pudiera no terminar jamás. (Villa Borghese, Uruguay 1223 PB 9) 31 > UNA MIRADA POSADA SOBRE EL PAISAJE por Verónica Molas Noviembre de 2006 http://www.artealdiaonline.com/Argentina/Periodico/140_Noviembre_2006/UNA_MIRADA_POSADA_SOB RE_EL_PAISAJE La muestra Arte de Córdoba en Buenos Aires que se exhibe en Imago (Fundación Osde), no puede eludir el peso del paisajismo en la historia de la pintura de esta provincia. La muestra Arte de Córdoba en Buenos Aires que se exhibe en Imago (Fundación Osde), no puede eludir el peso del paisajismo en la historia de la pintura de esta provincia. El paisaje como escenario o tema principal, con la barranca como paradigma (donde lo urbano y lo rural se definen y confunden), atraviesa gran parte del conjunto de 129 obras elegidas para mostrar el arte cordobés desde el patrimonio provincial. Una de las cualidades más interesantes de esta muestra curada por Daniel Capardi es que propone un recorrido muy similar al que el público podrá realizar el año próximo en el Palacio Ferreira que exhibirá alrededor de 300 obras cuando sea inaugurado como museo, aunque el volumen de la colección del Museo Caraffa (principal fuente de la muestra) supera las 1.000. Arte de Córdoba en Buenos Aires revela perlas de la colección oficial que rara vez o nunca se expusieron. Uno de estos hallazgos está constituido por las ocho grandes telas que sacan del confinamiento la singular y mágica visión del paisaje de Manuel Coutaret. Este rasgo, el de un relato que evidencia "el persistente espacio del paisaje" (haciendo hincapié en dos figuras claves como José Malanca y Fernando Fader, para seguir con otros autores como Ernesto Farina), opaca otros aspectos del arte local apenas insinuados (la pintura geométrica, por ejemplo). La compleja tarea de proponer una historia que comienza a fines del siglo 19 descuida los últimos 25 años, que por cercanía y mayor documentación, merecían mayor desarrollo. Del paisaje, la muestra ingresa a los años '50 y '60, con la "irrupción de las vanguardias" (la abstracción en Roberto Viola, Antonio Seguí, Pedro Pont Vergés, Marcelo Bonevardi) y las Bienales Americanas de Arte (pocas obras ilustran este fragmento vital en la historia del arte nacional). Entre este período y las llamadas "producciones de la posdictadura" (un subtítulo sólo cronológico) la muestra entra en un cono de sombras. Aparece una figura como Jorge Bonino y se quisiera saber más. Este señalamiento no echa por tierra la selección de las obras: el material que se exhibe es imperdible. Salvado este punto, hay que destacar el acierto de incorporar parte de una adquisición reciente del Estado provincial, la serie Manos anónimas de Carlos Alonso. Alonso significa para Córdoba un puente para entender el protagonismo del expresionismo en la pintura a partir de los '80, desde Roque Fraticelli. La muestra resalta este período en obras de Mario Grinberg, Ernesto Berra, Pablo Baena, y en la fotografía de Marcos López que retrata a los protagonistas de un movimiento que aún genera escuela en artistas como Pablo Scheibengraf en los '90, ubicado hacia el final del recorrido. La fotografía es el perfil sobresaliente en el último tramo, en obras de Adriana Bustos, Ananké Asseff, Hugo Aveta y Res. En el conjunto total se impone la pintura. Hay que reconocer que en la provincia la escultura dio grandes nombres, como en el grabado y el dibujo, un hecho que se pasó por alto aquí. Ni qué hablar, a lo largo de las últimas décadas, de la instalación, la performance y el video arte. Córdoba es potencia en pintura, pero es mucho más que eso en materia de artes visuales. 32