kobie_21_HALLAZGOS DE HACHAS PULIMENTADAS EN LA

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KOBIE (Serie Paleoantropología), Bilbao
Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia
N. 0 XXI, 1994
HALLAZGOS DE HACHAS PULIMENTADAS EN LA LORA
(BURGOS)
Jacinto Campillo Cueva (*)
RESUMEN
Damos a conocer 5 hachas pulimentadas inéditas y localizadas en la comarca de La Lora (Burgos). Tres de ellas proceden de
Valdeajos y están asociadas a un yacimiento arqueológico aún por excavar.
RESUME
Nous faisons connaitre 5 haches polies inédites localisées dans la contrée de La Lora (province de Burgos). Trois proviennent
de Valdeajos et elles sont associées avec un gisement archéologique afouiller.
LABURPENA
La Lora (Burgos) eskualdean aurkitu diran labandutako 5 aizkora ezezagun ezagutarazten doguz. Euretariko hiru Valdeajosekoak dira, oraindik bilaketarik egin ez daneko ikerleku batekoak.
(*)
Petronila Casado n.0 22. BURGOS.
JACINTO CAMPILLO CUEVA
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1.- INTRODUCCION
La comarca burgalesa de La Lora, separada de la capital
por unos 50 km., se halla emplazada en el extremo NO de la
provincia rayando con Cantabria y con el enclave palentino
de Berzosilla. Si bien su forma resulta bastante irregular, aunque tendente al triángulo, su perímetro está perfectamente
delimitado por profundos valles fluviales excavados por el
Ebro -Valderredible y cañón del Ebro hasta Valdelateja-, por
su afluente el Rudrón -valle del Rudrón- y por el arroyo
Mundilla -valle de Valdelucio-.
La actual constitución geomorfológica de los páramos
loriegos data del período cretácico, hecho que explica el
dominio de las rocas calcáreas y, por consiguiente, la abundancia de fenómenos cársticos. Salvo raras excepciones
-hondonadas y vaguadas interiores- la fisonomía del terreno
es predominantemente tabular con sinclinales colgados formando altiplanicies que enrasan a unos 1.000 m. de altitud
sobre el nivel del mar y cuyo origen hay que buscar en la
superficie de erosión finipontiense. Como consecuencia de la
elevada altura, el clima es muy crudo durante todo el año y la
red hidrográfica queda reducida a arroyos de curso intermitente. La vegetación transicional y los cultivos se rarifican en
virtud de tales rigores y de la pobreza de sus suelos, delgados
y pedregosos. Ante tales contrariedades físicas, el establecimiento humano en la comarca debió ser tardío y esporádico
hasta la Edad Media.
La hostilidad de los factores geográficos hicieron de La
Lora una tierra pobre y olvidada. Aunque en el siglo XX el
éxodo rural no haya sido tan sangrante como era de esperar,
sin embargo, ni el cultivo de la patata de siembra ni el hallazgo de petróleo han contribuido al ansiado impulso que sacara
a la comarca de su atonía tradicional. Aunque la mejora de la
red de comunicaciones por carretera ha roto su aislamiento, el
acceso hasta la paramera no resulta aún demasiado cómodo
por ninguno de los tres ramales que conducen a ella desde
San Felices del Rudrón, Basconcillos del Trozo o Polientes.
Este panorama tan desolador existía igualmente en el campo de la prehistoria. Hasta la publicación de la carta arqueológica del ex-partido judicial de Sedano, La Lora podía considerarse como un auténtico desierto arqueológico. Sin embargo, el incremento de las prospecciones ha proporcionado tal
enriquecimiento que aspira a su equiparación con el resto de
las tierras aledañas en cuanto al número y calidad de sus
sepulcros megalíticos, despoblados y necrópolis altomedievales, pero sobre todo en cuanto a hallazgos de hachas pulimentadas se refiere. Si bien hasta 1984 sólo se habían publicado
los ejemplares de San Felices (1) y Tubilla del Agua (2),
(1)
(2)
OSABA, B. (1959): Nuevos yacimientos arqueológicos en la
provincia de Burgos, BIFG, 172, p. 131.
CAMPILLO, J. y RAMIREZ, M. M. (1984): Descubrimiento de
una necrópolis altomedieval en Tubilla del Agua (Burgos),
KOBIE, 14, p. 208.
BOHIGAS, R., CAMPILLO, J. y CHURRUCA. J. A. (1984):
Carta arqueológica de la provincia de Burgos. Partidos judiciales de Sedano y Villarcayo, KOBIE, 14. p. 24.
ambos situados en el valle del Rudrón, muy pronto las respuestas dadas por los alcaldes al cuestionario arqueológico
provincial permitieron tener noticias de otros descubrimientos
análogos realizados en Covanera y Moradillo del Castillo,
asimismo localizados en la periferia de La Lora (3). Fue
entonces cuando, por primera vez, se aludió al hallazgo de
hachas en Valdeajos (4). Poco después, CIDAD (5) notificaba
la existencia, entre los vecinos del lugar, de 3 ó 4 piezas similares. A partir de esas fechas, un nuevo reconocimiento de la
zona ha permitido incorporar otras novedades al respecto.
11.- CATALOGO
A) Valdeajos
1) Hacha de basalto negruzco de planta trapezoidal, tendente al triángulo, y de lados rectilíneos convergentes.
Mide 105 mm. de longitud, 45 mm. de anchura máxima por 45 mm. de cuerda y 28 mm. de grosor máximo. Tiene un perfil abombado debido al engrosamiento medial de una de sus caras y es de sección rectangular con aristas suavemente tratadas salvo en las proximidades del bisel que adquieren mayor viveza. El
amplio biselado es doble, prácticamente simétrico y
biconvexo, presentando un filo curvilíneo de escasa
curvatura. El talón es bastante rectilíneo aunque algo
alterado por efecto del martilleo. Tanto las caras, de
marcada convexidad, como los lados se encuentran
completamente recubiertos de un fino pulimento que
ha redondeado planos excepto las aristas laterales
situadas en las proximidades del corte. Su conservación es buena, presentando únicamente ciertos desperfectos, al parecer antiguos, en las zonas laterales y
faciales más cercanas al talón. En el resto de la superficie se observa alguna picadura producto de la alteración de la roca (6) (Lám. 1, n. 9 1 y Fot. 1).
2) Hacha de basalto, recubierto por una pátina marrón
oscura, de forma ovalada y de lados convexos. Mide
BOHIGAS, R., CAMPILLO, J. y CHURRUCA. J. A. (1984):
Carta arqueológica de la provincia de Burgos. Partidos judiciales de Sedano y Villarcayo, KOBIE, 14. p. 24. Desconocemos
sus actuales paraderos ya que todos los esfuerzos encaminados a
su localización han resultado estériles.
(4) IBIDEM.
(5) CIDAD, J. (1988): Sargentes de la Lora (Guía histórico-artística del Municipio), Burgos, p. 75 y fotografía sin reseña.
(6) Esta pieza fue encontrada hace años por Joaquín Ruiz Merino,
vecino de Valdeajos, en el término de Cubillo. Apareció junto a
una antigua chabola destruida por el brabán al romper un ejido.
El descubridor, que la conserva en su casa, nos ofreció toda clase
de facilidades para su estudio. En el mismo sitio se recogió una
punta de lanza de hierro que guarda Ceferino Hidalgo a quien
asimismo agradecemos, junto con su familia, el excelente trato
dispensado en todo momento. A estos hallazgos hay que sumar
los fragmentos de cerámica elaborada a mano recogidos en las
inmediaciones de la Fuente de Cubillo. La identificación del
material utilizado en la fabricación de esta hacha así como de las
restantes es obra de Ramón Rogero.
(3)
HALLAZGOS DE HACHAS PULIMENTADAS EN LA LORA (BURGOS)
5
:1
Lárn. I.
Hachas de La Lora: Valdeajos (n. 0 1, 2 y 3) y Ayoluengo (n. 2 4 y 5).
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JACINTO CAMPILLO CUEVA
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simétrico aunque esté mellado y haya perdido una
parte considerable del mismo. El talón es redondeado
y presenta dos desconchados recientes. La pieza, de
tonos gris-blancuzcos, se halla cubierta por una pátina
marrón oscura. Está totalmente pulimentada, salvo en
los desperfectos, si bien la alteración de la roca en
algunas zonas le confiere una textura rugosa. Su conservación es regular ya que una porción lateral cercana al filo, parte del corte y las zonas central e inferior
de una de las caras se han perdido ya desde época
remota. A ello se añade las múltiples huellas o raspaduras que cubren las superficies y que son debidas a
labores agrícolas recientes (8) (Lám. 1, n.º 3 y Fot. 2).
B) Ayoluengo
1)
Fot. l.
3)
Hacha de ofita de forma oblonga y de lados convexos
convergentes. Mide 105 mm. de longitud, 54 mm. de
anchura máxima por 30 mm. de cuerda y 32 mm. de
grosor máximo. Tiene un perfil grueso y una sección
marcadamente ovalados. El bisel, poco destacado y
desarrollado, es doble, simétrico y biconvexo, presentando un filo curvilíneo de poca curvatura y asimismo
simétrico con algún pequeño desperfecto. El talón es
rectilíneo aunque estrecho y con extremos redondeados. Redondeamiento que igualmente es evidente en
los lados y caras, totalmente pulimentados y desprovistos de aristas. Apenas presenta deterioros, salvo
unos hoyuelos sin importancia, pero sí marcadas líneas de veteado marrón vinoso y manchas blanquecinas
y parduscas que destacan sobre el tono verdoso predominante (9) (Lám. 1, n.º 4 y Fot. 3).
2) Hacha de ofita de forma oblonga con un lado convexo
y el otro casi rectilíneo pero con extremos convexos.
Mide 130 mm. de longitud, 60 mm. de anchura máxima por 55 mm. de cuerda y 37,5 mm. de grosor máximo. Tiene un perfil grueso y ovalado así como su sección, desprovista de aristas. El biselado es doble, algo
asimétrico y biconvexo, presentando un filo curvilíneo, casi recto, poco desarrollado y con algún pequeño desperfecto. El talón es reducido -15 mm. de
ancho- y apuntado. Tanto las caras -de marcada convexidad- como los laterales se hallan en gran medida
pulimentados aunque hay zonas en que la alteración
de la roca lo ha destruido para dar paso a fuertes rugosidades donde pueden aflorar motas o manchas de
color terroso frente al verde azulado predominante.
Entre una de sus caras y un lado se aloja una cavidad
Hacha pulimentada de Cubillo (Valdeajos).
90 mm. de longitud, 44 mm. de anchura máxima por
36 mm. de cuerda y 27 mm. de grosor máximo. Tiene
un espeso perfil y sección ovales. El bisel, bastante
desarrollado, es doble, oblicuo y convexo, presentando un filo curvilíneo y poco marcado, asimismo simétrico. El talón es redondeado y algo deteriorado como
consecuencia de una martillada antigua. Las superficies de la pieza son convexas y sin aristas y se hallan
cubiertas de rugosidades debidas a la propia alteración
de los componentes minerales que integran la roca,
por ello son escasos los espacios en que aparece el
pulimento. En una de sus caras lleva dos pequeñas
huellas recientes, realizadas por la reja del arado (7)
(Lám. 1, n.º 2 y Fot. 2).
Hacha de basalto de forma oblonga y lados convexos.
Mide 122 mm. de longitud, 50 mm. de anchura máxima por 35 mm. de cuerda y 35 mm. de grosor máximo. Dispone de un perfil grueso, especialmente en la
mitad superior, y sección ovalada. Presenta doble
biselado, bastante marcado, con una cara oblicua y
otra convexa pero muy alterada a causa de un desportillado antiguo. El corte es curvilíneo y probablemente
(8)
(9)
(7)
Fue descubierta asimismo por Joaquín Ruiz Merino en el pago
de Cubillo y donada a su hijo Joaquín Ruiz Ruiz que la conserva
en su domicilio de Burgos. Vaya también para él nuestra gratitud.
Idem. Además de las hachas, se han hallado en Valdeajos otros
utensilios líticos pulimentados como un machacador redondeado
de piedra basáltica que posee Joaquín Ruiz Ruiz y otros que no
hemos podido ver.
Fue descubierta en una finca situada a media ladera en el pago
de El Berezal por Domingo Hidalgo, vecino de Ayoluengo;
quien la conserva y a quien mostramos nuestro agradecimiento.
La prospección del lugar no ha deparado material arqueológico
alguno.
HALLAZGOS DE HACHAS PULIMENTADAS EN LA LORA (BURGOS)
Fot. 2.
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Hachas pulimentadas de Cubillo (Valdeajos).
longitudinal de bastante amplitud y completamente
pulimentada, donde aparecen varias grietas alargadas
de origen natural (10) (Lám. I, n.º 5 y Fot. 4).
III.- CONSIDERACIONES FINALES
A tenor de las informaciones recabadas de entre el vecindario, la mayoría de los objetos líticos han sido hallados
recientemente en las tierras labrantías, casi siempre en el
momento de realizarse la recogida de la patata. Sin embargo,
un vecino de Valdeajos conserva varias hachas pulimentadas
(4 ó 5, según sus referencias) legadas por sus mayores y ocultas entre la viguería del tejado de su casa. Aunque esta circunstancia impide conocer el lugar exacto de su procedencia,
permite, por el contrario, entrever la pervivencia de una práctica ancestral que con el devenir del tiempo ha quedado desprovista de la prístina función protectora inherente a las piedras de rayo.
En virtud de las procedencias, cabe distinguir dos núcleos
dentro del ámbito loriego: Valdeajos y Ayoluengo. Es el primero, sin ningún género de dudas, el más interesante y uno
de los más prometedores focos burgaleses en lo referente a
este tipo de utensilios. A juzgar por los datos proporcionados
(1 O) Fue hallada en un erial del pago de Los Llanos por Fernando
Hidalgo, natural de Ayoluengo quien la guarda en su casa de
Burgos. Agradecemos al descubridor las atenciones dispensadas.
por los habitantes del lugar hay indicios sobre poco más de
una decena de ejemplares que, en general, aún obran en poder
de sus descubridores o de familiares, salvo una pieza que fue
vendida. Aunque la actitud de todos ellos ha sido afable, en
ocasiones el acceso a alguna colección particular ha sido parcial o incluso infructuoso por lo que el estudio no puede ser
exhaustivo. Con todo, el número de hallazgos debe ser mayor
pues quedan por interrogar varios vecinos cuyo testimonio
bien pudiera añadir nuevos aportes y también porque el desconocimiento, por parte de los lugareños, de tales piezas ha
propiciado su desinterés por las mismas. La mayoría de los
descubrimientos del núcleo se han producido en el término de
Cubillo, en tomo a unos antiguos humedales hoy desecados;
sin embargo, no debieron formar un conjunto puesto que aparecieron dispersos en un círculo de 2 km. Por otro lado, en las
inmediaciones del pueblo se descubrió hace años otra hacha
cuyo paradero ignoramos (11 ). Aunque a primera vista parecen responder a objetos descontextualizados, las procedentes
de aquel pago bien pudieran estar en relación con estructuras
megalíticas próximas, y dada su abundancia, nos permiten
(11) Según nos han asegurado, esta pieza era de pequeñas dimensiones, de forma triangular y trabajada en un tipo de "sílex" ligeramente rosado y veteado. Fue hallada casualmente al cavar una
huerta, junto a un manantial que nace en una ladera situada al
norte del pueblo. El descubridor, Joaquín Ruiz Merino, Ja vendió
a un coleccionista de Polientes junto con un "amuleto" de piedra
que igualmente apareció en el mismo paraje.
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Fot. 3.
JACINTO CAMPILLO CUEVA
Hacha pulimentada de El Berezal (Ayoluengo).
aventurar la existencia en tales parajes de un yacimiento en
gran medida contemporáneo (12).
De momento, el núcleo de Ayoluengo tiene menor relevancia ya que sólo cuenta con dos ejemplares encontrados en los
pagos de El Berezal y de Los Llanos. Según el testimonio de
sus descubridores, ambas piezas se hallaron fuera de contexto
arqueológico, aunque es muy probable que en el yacimiento
de Los Llanos pudieran descubrirse otros vestigios similares.
A pesar de su importancia numérica dentro del conjunto de
los hallazgos arqueológicos, las hachas pulimentadas apenas
han suscitado interés entre los prehistoriadores burgaleses
debido casi siempre a su carácter descontextualizado. Por ello
su incorporación a los catálogos de las cartas arqueológicas
provinciales ha sido marginal, relegándose a apartados secun-
(12) Diario de Burgos, 23-VII-1985. Además de este monumento
dolménico existen otras estructuras megalíticas en los términos
municipales de Valdeajos, Lorilla y Sargentes (Piedrahfta, El
Somo, Lora, ... ). El hallazgo de algunos fragmentos de cerámica
a mano en las fincas próximas a la Fuente de Cubillo permite
establecer, a la espera de materiales más elocuentes, esta posible
conexión. El lugar fue reocupado posteriormente en la Edad del
Hierro a juzgar por los hallazgos metálicos descubiertos, especialmente puntas de lanza, y perduró hasta la Edad Media
(MARTINEZ DIEZ, G. (1987): Pueblos y alfoces burgaleses de
la repoblación, Valladolid, p. 66.
Fot. 4.
Hacha pulimentada de Los Llanos (Ayoluengo).
darios, lo cual no garantizaba su equiparación al resto de
yacimientos. En la mayoría de los casos se limitaban a constatar el tipo de hallazgo omitiendo el nombre del término, el
material, las medidas, la descripción de la pieza, etc. Esta
infravaloración no favoreció la prospección de los parajes con
vistas a la identificación de otra clase de restos arqueológicos
susceptibles de asociación ni tan siquiera permitió la recogida
de información oral acerca de las circunstancias que envolvieron su descubrimiento.
La nota común a todas estas hachas es que han sido halladas en superficie y hasta la fecha no han aparecido asociadas
a otros elementos culturales de datación indiscutible que permitiesen fecharlas con mayor precisión. Por ello es arriesgado
encuadrarlas en un determinado período debido sobre todo a
la enorme perduración cronológica de estos instrumentos que
va desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce. Sin embargo,
su estudio tipológico y las analogías morfológicas con otros
ejemplares afines hallados en dólmenes próximos permiten
situarlas provisionalmente dentro del desarrollo del megalitismo local (13). A pesar de todo, es necesaria la realización de
excavaciones arqueológicas en esta clase de yacimientos a fin
(13) CAMPILLO, J. (1984): Hacia una sistematización de/fenómeno
dolménico en el NW burgalés, KOBIE, 14, p. 163.
HALLAZGOS DE HACHAS PULIMENTADAS EN LA LORA (BURGOS)
de establecer mayores precisiones culturales y asimismo
potenciar el interés por este tipo de manifestaciones líticas.
La totalidad de los ejemplares catalogados responden al
modelo de hacha y sus funciones debieron ser muy variadas
(14). Aunque la utilización de algunas (Ayoluengo) sería
escasa, dado el perfecto estado de conservación; otras
(Valdeajos), en cambio, muestran numerosos desperfectos y
desgastes inherentes a un uso prolongado.
Los materiales en que fueron realizadas no son muy variados predominando el basalto (Valdeajos) y la ofita
(Ayoluengo) que, aunque son rocas relativamente abundantes,
(14) DELIBES, G. (1974): Contribución al estudio de las funciones
del hacha pulimentada, Zephyrus, XXV, pp. 151-154. PIELDESRUISSEAUX, J. L. (1989): Instrumental prehistórico:
Formas.fabricación, utilización, Barcelona, pp. 156-171.
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parecen de procedencia alóctona por lo que su presencia debe
relacionarse con intercambios comerciales y culturales realizados con áreas más alejadas (15) si bien el estado actual de
nuestros conocimientos sobre el tema impide mayor claridad.
Así pues, La Lora debió gozar durante el IV milenio a. C.
de unas condiciones climáticas más favorables que las actuales, hecho que hizo posible el tránsito y asentamiento de
poblaciones seminómadas dedicadas al pastoreo que, para
obtener un sustento subsidiario, tuvieron que talar los bosques y cultivar la mejor tierra con ayuda de las hachas pulimentadas.
(15) URIBARRI ANGULO, J. L. (1975): El fenómeno megalítico
burgalés, Publicaciones de la Institución Fernán González,
Burgos, p. 67.
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