Santiago Calatrava: «Mis obras hasta ahora

Anuncio
43
EL MUNDO. JUEVES 7 DE FEBRERO DE 2013
EM2
Ciencia / 49
El Parlamento Europeo aprueba una reforma
para frenar la sobreexplotación pesquera
Comunicación / 62
La Vieja’l visillo de José Mota se
estrena esta noche en Telecinco
SANTIAGO CALATRAVA
Las arrugas del Palau de les Arts de Valencia, último episodio polémico del arquitecto
«Mis obras hasta ahora funcionan»
Santiago Calatrava, en el escenario del Palau de les Arts en 2005. / VICENT BOSCH
IRENE HDEZ. VELASCO / Roma
Corresponsal
A Santiago Calatrava hay que reconocerle una educación exquisita. El
arquitecto valenciano, objeto desde
hace semanas de numerosas críticas
en España y hasta de investigaciones judiciales a causa de las sumas
que ha cobrado por algunos de sus
proyectos, no perdió la compostura
cuando el martes por la tarde EL
MUNDO le preguntó por algunas de
las polémicas que le envuelven.
La entrevista tuvo lugar al concluir la multitudinaria conferencia
que Calatrava ofreció en los Museos Vaticanos, en la sala dedicada
al pintor Rafael. «No se me ocurre
un lugar mejor para esta lección
magistral. Calatrava, como Rafael,
es un clásico», le definía Antonio
Paolucci, el director de los Museos
Vaticanos, al tiempo que anunciaba que la Santa Sede dedicará en
breve una exposición a Calatrava
en el Braccio di Carlo Magno, en la
Plaza de San Pedro.
«Hace 40 años que
no vivo en España y
lo que ocurre allí lo
sigo por las noticias»
Pregunta.– Recientemente en
España ha habido muchas polémicas por sus obras. Hasta hay una
web que recoge lo que llama «las
pifias de Calatrava». ¿Le duele?
Respuesta.– No, para nada. Tengo cantidad de amigos en España,
es un país que quiero, es mi país.
Pasa a página 44
44
EL MUNDO. JUEVES 7 DE FEBRERO DE 2013
EM2 / CULTURA
S. CALATRAVA
G «La Ciudad de
las Artes refleja
la bondad de la
época que vivimos»
Viene de página 43
Al contrario: estoy enormememnte
agradecido a España y en especial a
Valencia. Hace 40 años que ya no vivo en España, me fui cuando tenía
22 años y he pasado toda mi vida
fuera, pero aún tengo el acento valenciano. Como decía Ortega y Gasset, uno es de donde ha hecho el preuniversitario.
P.– Para muchos, usted se ha convertido en el símbolo de la arquitectura del pelotazo...
R.– No, no. Creo que este tipo de
críticas no tienen mucho fundamento. Imagínese usted lo que significa
para Valencia la Ciudad de las Artes
y de las Ciencias. Era uno de los sitios más pobres y más decadentes de
todo el contexto urbano, y se ha convertido en la segunda atracción turística cultural de España después de
La Alhambra. Además, toda esa zona ha cambiado, aquello era la ruta
del bacalao y ahora es el sitio más vivible de la ciudad. Me molesta que
las críticas las haga gente que no ha
vivido el proceso. Éste es un proyecto que ha durado 20 años y que ha
pasado por una, dos, tres, cuatro, cinco administraciones diferentes, cinco Gobiernos distintos de la Generalitat valenciana, y no ha habido nunca ninguna polémica. Al revés: todo
el mundo ha estado contentísimo. El
de la Ciudad de las Artes y de las
Ciencias es un proyecto histórico que
refleja la bondad de la época que hemos vivido, en la que pasamos de la
España de la que yo me fui, en la que
todavía vivía Franco, a una España
democrática, que acogió los Juegos
Olímpicos, la Expo, que entró en el
Comunidad Europea, una España repleta de deportistas extraordinarios...
Y un reflejo pequeño, pero importante, son ese tipo de edificios.
P.– Tal vez las críticas se deben a
que es ahora, en plena crisis, cuando
han salido a la luz las cifras que ha
cobrado por algunos proyectos. Pienso por ejemplo en las Torres Calatrava para Valencia, tres rascacielos que
nunca se han llegado construir y por
cuyo proyecto habría cobrado usted
15 millones de euros...
R.– Los problemas a los que se enfrenta hoy el país son problemas graves, como el paro. La crisis, efectivamente, ha tenido un impacto enorme
y la capacidad de reacción del país
probablemente se ha visto limitada
por el paro. Supongo que es así, aunque hace unos 40 años que no vivo
en España y lo que allí ocurre lo sigo
como lo puede seguir un italiano y
un francés, a través de las noticias.
Pero insisto en que el trabajo que he
hecho en Valencia abarca 20 años y
que en ese tiempo me he encontrado
con distintas administraciones que
han sido enormemente entusiastas
en llevar a cabo un proyecto que yo
creo que es capital y que podría haberse terminado de realizar si la crisis no hubiera sido tan impactante.
El potencial que tiene esa zona es
enorme y queda mucho por hacer.
P.– En el cascarón del Palau de les
Arts de Valencia, su obra más emblematica de la Ciudad de las Artes y de
las Ciencias, inagurada hace siete
años y que ha costado 478 millones
de euros, están saliendo arrugas.
¿Cómo se lo explica?
R.– ¿Qué arrugas? No sé...
P.– Tengo aquí mismo varios artículos con fotos, se los muestro...
R.– No, no hace falta. Los proyectos están ahí desde hace mucho
tiempo y las cosas hasta ahora han
funcionado perfectamente. Hemos
hecho puentes, un museo, un planetario, un aparcamiento, una estación
de autobuses, hemos hecho el Palau
de les Arts, hemos hecho una escuela de perfecionamiento con la fundación Plácido Domingo que aún no ha
entrado en servicio pero que está ahí,
se ha urbanizado todo el cauce del
río... Se ha hecho muchísimo.
P.– ¿Nota usted la crisis?
R.– La gente vive demasiado obsesionada con la idea de la crisis como
concepto de vida. Los americanos,
que nos han enseñado muchas veces
a los europeos cómo hacer las cosas
y que además han rescatado a Europa de dos conflictos enormes, han
afrontado las crisis con una serenidad enorme. Piense usted lo que la
crisis del 29 significó para EEUU, y
piense que en esa época se construyeron obras magníficas para Nueva
York, auténticos monumentos cívicos: el Rockefeller Center, el Empire
State Building, el Puente de George
Washington... Hay muchas maneras
de escapar a estas situaciones que
son cíclicas y que se repiten. Una de
ellas es con coraje y no retrayéndose,
afrontando los problemas con la confianza de que se pueden superar.
P.– ¿Quiere decir que España debe-
PICA EN
VENECIA
El puente
que diseñó
para la
ciudad
italiana fue
objeto de
una gran
polémica.
/ REUTERS
– Al Palacio de las
Artes le están
saliendo arrugas...
– ¿Arrugas? No sé...
«El trabajo que hice
en Valencia abarca
20 años y varias
administraciones»
«No me llevé la
oficina de Valencia
a Suiza, la tengo allí
desde hace 32 años»
ría seguir invirtiendo en grandes
obras públicas?
R.– Imagínese usted lo que España ha hecho desde el punto de vista
de las infraestructuras, la cantidad
de kilómetros de autovías que se han
construido, de puentes, de estaciones, de líneas de alta velocidad... Las
obras de infraestructuras permanecen. Las obras de la Ciudad de las
Artes y de las Ciencias permenecen,
están ahí. Todas las obras, desde los
auditorios más insignificantes que se
hayan podido construir en cualquier
ciudad, están ahí y sirven. Hay que
mirar el futuro con esperanza.
P.– Hace unos meses cerró su oficina de Valencia, otra decisión que
ha desatado críticas visto que durante las últimas dos décadas ha facturado más de 750 millones de euros a
la Generalitat Valenciana... Y tam-
45
ELMUNDO. JUEVES 7 DE FEBRERO DE 2013
CULTURA / EM2
POLÉMICAS
Fallos y
facturas de
una ‘estrella’
sin galaxia
JAVIER BORRÀS / Valencia
ARRUGAS
Aspecto, ayer, de
la fachada del
Palacio de las
Artes de Valencia.
/ VICENT BOSCH
bién se le reprocha que haya trasladado a Suiza la sociedad de inversiones financieras por 31,7 millones de
euros que tenía en Madrid...
R.– No pensaba tener que dar explicaciones de estas cosas, pero se
las daré. Mi oficina de Suiza existe
desde hace 32 años, no me he llevado la oficina de Valencia a Suiza.
P.– Pero sí se ha llevado a Suiza
su sociedad Calatrava & Family Investments GmbH, que antes tenía
sede en Madrid y que desde noviembre está inscrita en el Registro
Mercantil de Zurich. Salió publicado en el Boletín Oficial del Estado.
R.– Sí, pero es una cuestión familiar y personal. No tiene nada que
ver con mi actividad laboral. Es un
fondo familiar, patrimonial. Ésas son
cosas personales, pero que además
se han hecho a la luz del día, siguiendo las reglas de nuestro país. Son cosas de poca significación. Y en lo que
se refiere a la oficina de Suiza, es mi
primera oficina. Empecé a trabajar
como profesional liberal en Suiza y
lo sigo haciendo. Además, estoy casado con una suiza y tengo cuatro hijos que han nacido todos en Zurich.
Los avatares de la vida de una persona discurren por ditirambos que uno
puede controlar hasta cierto punto,
mis circunstancias personales y familiares me llevaron a salir de España cuando tenía 21 años. Mi madre,
tal vez intuyendo eso, me envió con
13 y 14 años a estudiar fuera de España. Me siento muy próximo a España, comparto las inquietudes del
país, pero mi vida es la que es y mi
trabajo está en todas partes.
El pasado año, el Hermitage de
San Petersburgo dedicó a Santiago
Calatrava (Benimàmet, Valencia,
1951) la primera exposición del
centro sobre arquitectura contemporánea. El argumento: por «unir
la función con la belleza», por su
innovación a la hora «de unir arquitectura e ingeniería».
He aquí un buen ejemplo de su nivel profesional y mediático. Porque
el cartel de Calatrava es todavía sólido pero antes fue, durante años,
impecable. Y en Valencia supieron
aprovecharlo: le encomendaron trazar con arcos blancos el futuro de
Valencia. Eran otros tiempos. Ahora
la ciudad se resquebraja a la vez que
su reputación y su obra. Ascensión
y caída de un modelo de proyectar y
hacer política.
Todos los gobiernos confiaron
en él. Primero el socialista, que esbozó lo que más tarde sería la Ciudad de las Artes y las Ciencias, emblema de la Valencia del Siglo XXI;
y más tarde el popular, que lo convirtió en imagen de marca. Ha firmado tres puentes, una estación de
metro, un museo, una ópera, un
edificio multiusos, un cine y hasta
un jardín. En total, se estima que el
arquitecto ha recibido más de 100
millones de euros de los gobiernos
valencianos. Pero el coste de sus
obras se dispara un cero más arriba. Sólo el complejo de la Ciudad
de las Artes y las Ciencias supera
los 1.200 millones de euros; el Palacio de las Artes (teatro de ópera)
costó 382 millones; uno de los
puentes, casi 60 millones.
Su singular estética tuvo, de inicio, un efecto importante
PROYECTO
poniendo a Valencia en
FALLIDO
un mapa turístico hasta
entonces inexistente. El
Las Torres de
Calatrava
complejo de las artes y
fueron el
las ciencias es uno de los
principio
del fin
más visitados en España
del arquitecto
y la estampa creada ha
en Valencia.
servido, por ejemplo, paCuatro
ra que marcas comerciarascacielos por
cuya maqueta
les realicen anuncios puse pagó 15
blicitarios o celebren
millones.
conciertos. La Fórmula
1, además, también utiliza esta suerte de skyline futurista al estilo del Turning Torso de Malcomo reclamo. Pero las sombras, mo (también firmado por él) que se
centradas en el aspecto económico, quedaron en una maqueta valorada en 15 millones. El PSOE, adeestán ganando la batalla.
Primero, por los sobrecostes aso- más, pagó seis millones por el prociados a todas las obras. Sólo en la yecto inicial del complejo.
Segundo, por los problemas de
Ciudad de las Artes, la desviación
supera los 600 millones de euros. la mayoría de sus construcciones.
De sus beneficios finales se estima El Palacio de las Artes se inundó en
que al menos 17 millones corres- 2007 tras un temporal de lluvia y
ponden a trabajos no realizados. dos de sus salas tuvieron que ser
Un megaproyecto fallido fueron las modificadas por problemas de
Torres de Calatrava, tres edificios acústica y visibilidad; su estación
de metro tiene un elevado coste de
mantenimiento; el Ágora, un edificio sin uso concreto, está todavía
sin terminar a pesar de que ha costado 86 millones de euros. Ahora,
varios arquitectos critican que la
ópera sufre importantes problemas
en su fachada que podrían acabar
por desprender parte del edificio.
Pero más allá de sus fundamentos técnicos, el arquitecto tiene
también tiene otros frentes abiertos: fue imputado por el caso Pal-
ma Arena, un proyecto de Palacio
de Congresos en Castellón se paralizó tras la anulación judicial del
plan urbanístico, y ha tenido problemas similares de sobrecostes y
fallas con otros proyectos en distintos países: Israel (con el puente de
Jerusalén), Italia (sexto puente del
Gran Canal de Venecia), EEUU
(donde su proyecto de intercambiador en la Zona Cero fue calificado
de desorbitado e inejecutable)... Y
así, un suma y sigue espectacular.
Descargar