La educación formal en el ámbito cooperativo: La aportación de la Universidad Autónoma de Querétaro Dra. Graciela Lara Gómez1 Dra. Amalia Rico Hernandez2 Resumen A partir de una aproximación teórica a la educación cooperativa y formal se plantea la pregunta de investigación ¿Cuál ha sido la aportación de la UAQ a la educación formal en el ámbito cooperativo? Se presenta la experiencia de dos programas universitarios únicos en México, que son impartidos a través de la Facultad de Contaduría y Administración; el primero con nivel técnico fue creado en 1986 y el segundo en el que se otorga el título de licenciatura fue autorizado en abril de 2008. La importancia y necesidad de la educación con énfasis en el cooperativismo y la economía social se hace patente, a través de la inserción de sus egresados en importantes cooperativas, en la enseñanza del tema y en la gestión de empresas de corte social. Palabras clave: licenciatura, técnico superior, empresa social, cooperativas. 1 Doctora en Estudios Organizacionales, es profesora-investigadora de tiempo completo de la Universidad Autónoma de Querétaro. cultiva la línea de investigación: Organizaciones del sector social y modelos emergentes de desarrollo en el cuerpo académico “organización y desarrollo” 2 Doctora en Administración, es profesora-investigadora de tiempo completo de la Universidad Autónoma de Querétaro. cultiva la línea de investigación: Organizaciones del sector social y modelos emergentes de desarrollo en el cuerpo académico “organización y desarrollo” Introducción El rol de la UAQ se ha consolidado institucionalmente como al ser reconocida como una institución educativa de calidad, que se manifiesta por su expansión académica en todo el Estado, la excelencia en la docencia, el avance en la investigación, la extensión universitaria y en general por los resultados obtenidos en los últimos años. La UAQ tiene la responsabilidad de ser formadora de profesionales capaces de contribuir al desarrollo de la nación y al mismo tiempo ser agentes de cambio en una sociedad que reclama un mayor bienestar. Ello implica el compromiso de generar opciones en todas las áreas del conocimiento donde se apoye el desarrollo cultural, social, político y económico de la Entidad. La creación de programas académicos en cooperativismo y economía social, cumple con una función social específica, que surge de la dinámica impuesta por la relación entre los medios de producción y la organización. La sinergia entre la organización públicas privadas y sociales con los factores de producción y la sociedad, dan sustento al carácter práctico que se fundamenta en demandas sociales, es decir responde a los requerimientos de los actores sociales, que condicionan las estructuras económicas, financieras, políticas y jurídicas del país. La iniciativa responde a la necesidad de potenciar las capacidades locales en el plano de Economía Social, Solidaria y el Cooperativismo, dado que el Estado y en general el país requiere de la formación de personas propositivas, que generen ideas innovadoras en el campo del sector social de la economía. Algunas consideraciones teóricas en torno a la educación y la cooperación Para Drucker (1993) el recurso básico en toda sociedad, es y seguirá siendo el conocimiento. Esta posición es compartida por la ACI Américas (n.d.) donde se considera al conocimiento intelectual como un recurso intangible para toda organización, donde la creación de riqueza está basada en la acción mental que incluye la pericia, la inteligencia, la agilidad, la imaginación, las relaciones, los contactos, la innovación, entre otros de igual importancia. La ACI ha propuesto en su quinto principio: Educación, formación e información, que: “Las cooperativas brindan educación y entrenamiento a sus miembros, a sus dirigentes electos, gerentes y empleados, de tal forma que contribuyan eficazmente al desarrollo de sus cooperativas. Las cooperativas informan al público en general particularmente a jóvenes y creadores de opinión- acerca de la naturaleza y beneficios del cooperativismo” (ACI, 2009). Por su parte, Bertossi (2006) menciona que: “La educación cooperativa consiste en la adquisición del hábito, de la pericia y la pertinencia de pensar, ver, juzgar, actuar y evaluar de acuerdo con los principios cooperativos y su marco axiológico”. En este sentido Martin (2005) considera que el cooperativismo se identifica con el hombre, ya que es de él que proviene, se realiza, se despliega y se inscribe en los hechos. Destaca la importancia de la educación, afirmando que constituye un proceso de humanización que permite el desarrollo de numerosas posibilidades humanas. La educación es el camino para lograr la transformación personal y social, es el acto de liberación por excelencia, considera que la educación cooperativa debe cultivar talentos, valores y capacidades personales en una perspectiva comunitaria a largo plazo y sus actividades deben vincularse a los principios filosóficos humanistas que defiende. Señala también, que el éxito o fracaso de una cooperativa dependerá del cuidado que se haya puesto en la educación de los miembros, dice al respecto: “Creer en la educación cooperativa es creer que es necesario formar una persona (un cooperativista) ilustrada y convencida, más que formar un técnico o un gestor de las cooperativas. No puede existir movimiento cooperativo sin cooperativas sólidas y bien estructuradas; no puede haber cooperativas sólidas y estructuradas sin cooperativistas ilustrados y convencidos. No puede haber cooperativistas ilustrados y convencidos sin una educación cooperativa formal o informal.” Martin (2005: 71). Por su parte, Arboleda y Lopera (2006) opinan que la educación cooperativa debe abarcar la educación sistemática o formal, la educación específica, masiva o informal. Consideran que la educación sistemática es una tarea que tiene el sistema educativo, y debe incluir desde los niveles básicos hasta los niveles técnicos. Considerando que la ACI señala como una actividad inherente a las cooperativas: proporcionar educación a sus miembros, se retoma la posición de Arboleda y Lopera, en cuanto que la educación formal debe ser parte de ella. Es precisamente la educación sistemática, la que interesa en el estudio; por lo que se retoma la definición que ofrece la UNESCO para el concepto ‘educación formal’. En principio el organismo señala que en la educación formal se incluye la educación inicial o educación ordinaria escolar y universitaria, la que es definida como sigue: “Es la educación impartida en el sistema de escuelas, facultades, universidades y demás instituciones de educación formal que constituyen una “escalera” de educación de tiempo completo para niños y jóvenes, que suele comenzar entre los cinco y siete años y continuar hasta los 20 ó 25. En algunos países las secciones superiores de esta “escalera” están constituidas por programas organizados de trabajo a medio tiempo y participación a medio tiempo en el sistema ordinario escolar y universitario: estos programas se denominan “sistema dual” o con términos equivalentes en los respectivos países.”(INEGI, 2009) De tal definición se desprende que en el sistema de educación formal, queda incluido el universitario, donde se desarrollan programas escolarizados como los que ofrece la UAQ. La aportación de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) El Plan Institucional de Desarrollo (PIDE 2007-2012), concibe en su misión:”impartir educación universitaria de calidad, en sus distintas modalidades en los niveles medio superior y superior; formar profesionales competitivos al servicio de la sociedad; llevar a cabo investigación humanística, científica y tecnológica, generadora de bienestar y progreso en su ámbito de influencia; difundir y extender los avances del humanismo, la ciencia, la tecnología y el arte, contribuir en un ambiente de participación responsable, apertura, libertad, respeto y critica propositiva al desarrollo, al logro de nuevas y mejores formas de vida y convivencia humana” (p.12). ¿Cuál ha sido la aportación de la UAQ a la educación formal en el ámbito cooperativo? Es la pregunta de investigación que guía el trabajo, donde es evidente la decidida colaboración de la Facultad de Contaduría y Administración que ofrece dos programas con los que se atiende la demanda de educación que se presenta en el tercer sector de la economía, las Empresas Sociales, que incluye a: las Cooperativas, organizaciones no gubernamentales y en general por organizaciones fundadas en la filosofía de empresas de naturaleza social y solidaria. En sus programas se retoman áreas interdisciplinarias en la que convergen conceptos de la economía, la administración, el derecho, las finanzas y la investigación. Este enfoque disciplinario promueve la formación integral de técnicos y licenciados con un perfil humanista y empresarial, capaces de abordar los complejos problemas que surgen en el sector social de la economía y cuya resolución ofrece una atractiva gama de posibilidades para atacar frontalmente, las grandes brechas sociales a partir de la creación de emprendimientos sociales. Para la preparación de ambos programas se consideró seguir cuatro vertientes: a) Competencias (genérica y especificas de las áreas temáticas); b) Enfoques de enseñanza, aprendizaje y evaluación de estas competencias; c) Créditos programáticos; y d) Calidad de los programas. La primera línea identifica competencias compartidas, que pueden ser consideradas como importantes. Las competencias genéricas son aquellas que se relacionan con las áreas temáticas y estas están relacionadas con alguna disciplina y que son las que confieren consistencia a un programa especifico. En la segunda línea se proponen una serie de materiales que permitan visualizar cuales serán los métodos enseñanza, aprendizaje y evaluación más eficaces para el logro de los resultados del aprendizaje y las competencias identificadas. La tercera línea tiene que ver con los créditos académicos. La cuarta línea se enfoca a la calidad del diseño curricular basado en competencias. Los programas Técnico Superior en Administración de Empresas Cooperativas, es un programa que inicio en el año de 1986, en el proyecto original la duración del programa era de tres años y se pretendía que era posible integrar una escuela o facultad dedicada al estudio de la doctrina cooperativa con una visión inclinada a la sociología; al poco tiempo y por la inquietud de sus estudiantes, que deseaban concluir estudios en el nivel licenciatura, la carrera se adicionó a las que ya impartía la Facultad de Contaduría y Administración, dándole un énfasis en los negocios y ofreciendo a los alumnos que al concluir la carrera técnica, tendrían acceso directo a la carrera de Licenciado en Administración, lo que daba mayor atractivo a los estudios en cooperativismo. Actualmente, la carrera se imparte en dos años, consta de 193 créditos en un plan semestral. El perfil de ingreso de los estudiantes se basa en los siguientes puntos (Oferta educativa, 2009): Conocimientos básicos de matemáticas, estadística, derecho y sociología Habilidades: numéricas y abstractas y de pensamiento crítico para diagnosticar y resolver problemas; saber comunicarse oralmente y por escrito; trabajo en equipo y manejo de grupos interdisciplinarios; liderazgo Características deseables: Compromiso y sensibilidad hacia los intereses de la sociedad; compromiso con el desarrollo sustentable del país y mayor justicia social en sus comunidades; facilidad y habilidad en el trato personal para el logro del trabajo de persuasión, colectivo y participativo; disponibilidad para desarrollar su práctica profesional en el ámbito rural y urbano e interés por el conocimiento interdisciplinario para poder integrarlo en sus propias aspiraciones. Al concluir la carrera el estudiante tendrá un perfil de egreso sólido para ser contratado por cualquier tipo de empresa particularmente las del sector social. El perfil se describe a continuación (Oferta educativa, 2009 a): El alumno contará con los conocimientos administrativos, contables, financieros y de tecnologías de la información requeridos para la operación, comercialización y toma de decisiones en la gestión de negocios sociales que generen valor. Asimismo, será capaz de manejar y aplicar teorías del desarrollo social y legislación jurídica en la materia para la efectiva administración de las entidades sociales. Capacidad para dirigir con iniciativa y liderazgo a equipos multidisciplinarios siempre con un alto espíritu de servicio ante la sociedad. Los alumnos que estudian la carrera en el nivel técnico podrán continuar sus estudios estudiando el programa que otorga el título de Licenciado en Gestión y Desarrollo de Empresas Sociales, que fue creado el 24 de abril de 2008 y cuya duración total es de cuatro años, con un valor en créditos en su plan de estudios de 399 en un plan semestral (Oferta educativa, 2009 a). El perfil de ingreso de los prospectos a estudiar la licenciatura es: Responsabilidad social con sentido solidario. Espíritu creativo y dinámico. Liderazgo. Facilidad y habilidad en el trato personal para el logro del trabajo de persuasión, colectivo y participativo. Capacidad para la toma de decisiones. Análisis y actitud crítica ante la realidad local, regional y nacional. Disposición para ayudar a sus semejantes. Disponibilidad para desarrollar su práctica profesional en el ámbito rural y urbano. Interés por el conocimiento interdisciplinario para poder integrarlos en sus propias aspiraciones, en función de un beneficio social para el bienestar de la comunidad. Al concluir sus estudios el egresado deberá poseer el siguiente perfil: Haber cursado y aprobados los ocho semestres de la Licenciatura en Gestión y Desarrollo de Empresas Sociales. Efectuar el Servicio Social Obligatorio que consta de 480 horas; este lo deberá realizar a partir del séptimo semestre. Haber cubierto de 325 créditos. Comprobar el manejo avanzado de los paquetes de Office: Word, Excel y PowerPoint) y el dominio de un segundo idioma Crear un nuevo modelo educativo que busque la satisfacción real de las necesidades económicas, sociales y culturales de la población. Atenderá las necesidades de las empresas del sector social; al mismo tiempo, se pretende que tanto el estudiante como el egresado encuentren en el cooperativismo una alternativa de desarrollo en lo individual, lo familiar y en la sociedad, generando un crecimiento económico con un perfil humano y sobre la base de la ayuda mutua, el respeto, la igualdad y la solidaridad de los individuos. Su campo de trabajo se ha definido como sigue: Realizará actividades de promoción, constitución, administración y consolidación de empresas cooperativas y del sector social de la economía, podrán desempeñarse en niveles profesionales como gerentes de empresas en entidades públicas o privadas, en la docencia y la investigación, así como en la generación de proyectos productivos que permitan generar fuentes de empleo y contribuyan a elevar los niveles de vida de la población. Su formación profesional con vocación de servicio, compromiso social definido y orientado hacia la promoción, constitución, administración y consolidación de empresas, bajo la orientación de los principios y valores del cooperativismo. Pueden ser agentes de cambio, contribuyendo con sus conocimientos, habilidades y actitudes, a generar mejores niveles de vida (Oferta educativa, 2009 a). Conclusiones: Es necesario que las universidades participen activamente en la problemática de la sociedad, crear programas en cooperativismo y economía social o solidaria, es un buen inicio para proponer las tan necesarias soluciones. Además es importante que desde el gobierno se pongan en marcha políticas educativas tendientes a la incorporación de la educación en cooperativismo y solidaridad en los programas de educación formal, que no solamente deban incluirse en programas universitarios sino en todos los niveles educativos desde la educación primaria. La Universidad Autónoma de Querétaro ha venido participando de manera seria en la solución de los problemas que aquejan a la comunidad, promoviendo estudios e investigación en torno al sector social de la economía. Hasta el momento la UAQ sigue siendo pionera en la creación de programas de este tipo. Referencias bibliográficas: ACI-Américas (n.d.). ¿Qué es la alianza Cooperativa Internacional (ACI)?. Obtenido el 20 de septiembre, 2007. Disponible en: http://www2.aciamericas.coop/spip/article.php3?id_article=9. ACI (2009). Quinto principio. http://www.aciamericas.coop/spip.php?article93. Disponible Fecha de consulta: en: 24 de septiembre de 2009. Arboleda Á. O. L. y Lopera G. L. D. (2006). Evolución del proceso de enseñanza – aprendizaje de la cooperación y la solidaridad: concepciones y prácticas en organizaciones de economía solidaria de la ciudad de Medellín. Universitaria Luis Amigó. Medellín. Berotossi R. F. (Octubre, 2006). Educación Cooperativa: propuestas. En Observatorio de la Economía Latinoamericana. Núm. 68. Obtenido el 21 de jun., 2007. Disponible en:http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/ar/ Drucker P. (1993). La sociedad Postcapitalista. Sudamericana. Buenos Aires. INEGI (2009). ¿Qué es educación formal? Disponible en: http://www2.inegi.gob.mx/estestint/ficha.asp?idf=1230. Fecha de consulta: 24 de septiembre de 2009. Oferta educativa (2009 a). Licenciado en Gestión y Desarrollo de empresas Sociales. Disponible http://www.uaq.mx/ofertaeducativa/cp/licenciado_gestion_desarrollo.html. de consulta: 23 de septiembre de 2009. en: Fecha Oferta educativa (2009). Técnico superior en administración de empresas cooperativa. Disponible en: http://www.uaq.mx/ofertaeducativa/cp/empresas_cooperativas.html. Fecha de consulta: 23 de septiembre de 2009. PIDE (2007). PLAN INSTITUCIONAL DE DESARROLLO 2007-2012. Documento interno de la Universidad Autónoma de Querétaro.