Memoria de grado completa - Centro Psicológico y Psiquiátrico

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UNIVERSIDAD CENTRAL
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
Cómo aman las diferentes estructuras de personalidad: el amor en los
neuróticos, limítrofes y psicóticos.
(Memoria de Licenciatura para optar al Grado de Licenciado en Psicología)
Profesor Guía: Alex Droppelmann Petrinovic
Mónica Macarena González Castro
SANTIACO- CHILE
2008
ÍNDICE
1. RESUMEN ...................................................................................................................... 3
2. INTRODUCCIÓN ........................................................................................................... 4
3. CLASIFICACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS DE PERSONALIDAD......................... 9
3.1. Estructura de Personalidad Neurótica ......................................................................... 9
3.2. Estructura de Personalidad Limítrofe ....................................................................... 14
3.3. Estructura de Personalidad Psicótica ........................................................................ 19
4. EL AMOR Y SUS FASES ............................................................................................ 24
4.1. Satisfacción Parcial ................................................................................................... 24
4.2. Preenamoramiento..................................................................................................... 26
4.3. Enamoramiento ......................................................................................................... 29
4.4. Amor sexual estable .................................................................................................. 32
5. ¿CÓMO AMAN LAS DIFERENTES ESTRUCTURAS DE PERSONALIDAD Y
CÓMO SE DESENVUELVEN EN LAS DIFERENTES FASES DEL AMOR? ............ 38
5.1. El Amor de los Neuróticos........................................................................................ 38
5.2. El Amor de los Limítrofes ........................................................................................ 41
5.3. El Amor de los Psicóticos ......................................................................................... 43
5.4. Cuadro resumen sobre: ¿Cómo aman las tres estructuras? ....................................... 45
6. EL AMOR EN EL SIGLO XXI, UNA PERSPECTIVA
SOCIO – PSICOANALÍTICA .......................................................................................... 46
7. ANÁLISIS DE CASOS................................................................................................. 56
7.1. Hamlet: Un caso de neurosis obsesiva. ..................................................................... 56
7.2. Casanova: Un caso de amor limítrofe. ...................................................................... 62
7.3. Un amor posible: Un caso de erotomanía ................................................................. 66
8. CONCLUSIONES......................................................................................................... 73
9. REFERENCIAS ............................................................................................................ 76
10. ANEXOS ..................................................................................................................... 78
2
1. RESUMEN
El presente trabajo estudia, desde un enfoque Psicoanalítico y socio-psicoanalítico, el
amor de los neuróticos, limítrofes y psicóticos. Para conocer cómo aman, se describen las
características de personalidad más importantes de cada estructura. Posteriormente se
revisan las diferentes fases del amor para hipotetizar: que los neuróticos pueden alcanzar
la fase de amor sexual estable, los limítrofes se desenvuelven entre las fases de preenamoramiento y enamoramiento y los psicóticos quedarán imposibilitados para amar.
Por otro lado se plantea que la tendencia actual es a: Amar de un modo más cercano a lo
limítrofe.
ABSTRACT
This work studies love in nuerotics, borderline and psychotic subjects from a
psicoanalytical and socio-psycoanalytical approach. To understand the way each of them
love, the most important personality characteristcs are described for each structure. Later
the different phases in love are studied for the basis of the hypothesis: that neurotics can
reach the stable phase of sexual love, borderline subjects fall between pre-love and love
stages and psychotics are unable to love at all. Furthermore this work proposes that the
current trend is love in a way similar to a borderline subject.
3
2. INTRODUCCIÓN
El amor, resulta ser un tema interesante a investigar, debido a su gran envergadura
en los últimos tiempos, pues sociólogos y psicoanalistas, motivados en el área social, han
escrito sobre: el amor en tiempos de soledad, el amor desechable, líquido, frágil y del
amor en decadencia. La sociedad avanza a pasos agigantados, los seres humanos corren
detrás, en un intento por alcanzarla, por adaptarse a ella, olvidándose de quiénes son, a
dónde van y qué quieren. La vida parece tan rápida que pasa por delante de ellos sin
percatarse que están perdiendo parte de su identidad al intentar adaptarse a las demandas
de esta sociedad.
¿Quién no se ha enamorado alguna vez y ha soñado con ese amor para toda la vida?,
¿porqué hay personas que habiéndose enamorado, una o varias veces, no han conseguido
alcanzar una relación sexual estable?, ¿a qué se debe la falta de interés por comprometerse
y proyectarse? y ¿qué factores influyen en la manera de vincularse? son algunas de las
interrogantes que se pretenden responder en el transcurso del presente estudio.
Considerando que la sociedad actual ha influido enormemente en las formas de
relacionarse y vincularse que tienen hoy los individuos surgen las siguientes inquietudes:
¿de qué manera la globalización a influido en los actuales estilos de relaciones de pareja?,
¿las formas de amar han cambiado?, ¿cómo ama el ser humano en la hipermodernidad? y
¿cederán todas las estructuras a la adaptación de las exigencias de la sociedad?.
4
Por otra parte, hoy han surgido nuevos términos como el ponceo, el sobajeo y más
recientemente el dogging1 y a medida que pasa el tiempo son aceptados e interiorizados
por la sociedad, ¿ésta realidad influirá directamente, sobre las expectativas que tienen las
personas cuando inician una relación de pareja?, ya que hoy es sabido y aceptado que una
relación no durará mucho. Este panorama es similar a lo ocurrido hace algunos años atrás,
cuando surgieron las cirugías estéticas, al comienzo como una solución a problemas
físicos, meramente usado para requerimientos médicos, hoy es utilizado principalmente
por estética y actualmente es la alternativa más demandada en la población. Pero lo que
llama la atención es que adolescentes menores de edad se sometan a este tipo de cirugías,
¿hasta dónde los individuos se adaptan a la sociedad? o ¿se trata de una imposibilidad
para poner límites?.
Para responder a lo anteriormente señalado, según autores como Kernberg y
Gabbard, primero se describirán las características más relevantes de las estructuras de la
personalidad: neurótica, limítrofe y psicótica. Para establecer ¿qué relación existe entre la
estructura y el tipo de relación de pareja que se puede lograr?, ¿cuál de las tres estructuras
tienen más recursos psíquicos para alcanzar el amor sexual estable y por el contrario, por
qué otras no lo logran?. De a cuerdo a lo anterior nace la pregunta que guiará la presente
investigación: ¿cómo aman las diferentes estructuras: el amor de los neuróticos, limítrofes
y psicóticos?
En primer lugar la estructura neurótica se caracteriza por poseer un sentido de
identidad integrado; un juicio de realidad conservado, y el uso de defensas centradas en la
represión en conjunto con otras operaciones de alto nivel. Por el contrario en las
1
Práctica conocida como tener sexo en público.
5
estructuras limítrofe y psicótica predominan las operaciones defensivas primitivas
centradas en la escisión; la prueba de realidad se encuentra conservada en la organización
limítrofe, pero gravemente deteriorada en la psicótica y por último el sentido de identidad
se presenta difuso en los límites y gravemente alterada en los psicóticos (Kernberg, 1987).
Las relaciones de objeto propuestas por Kernberg se clasifican en tres niveles: el
nivel superior de organización se caracteriza porque pueden establecer vínculos bastante
profundos y estables, son capaces de experimentar culpa, duelo y una amplia gama de
respuestas afectivas; en cambio el nivel intermedio establece vínculos parciales,
marcadamente ambivalentes y conflictivos, y finalmente el nivel inferior de las relaciones
objetales son definidas en dos polos: gratificantes/amenazadoras o buenas/malas, siendo
incapaces de sentir empatía por los objetos en su totalidad (1989).
Además se pretende plantear en cuáles de las fases, del camino del enamoramiento
al amor sexual estable, se desenvuelve cada estructura, según lo propuesto por autores
como Capponi y Spivancow, dicho camino considera cuatro etapas: satisfacción parcial,
pre-enamoramiento, enamoramiento y amor sexual estable. La primera fase de
satisfacción parcial se caracteriza porque aún no ha surgido la expectativa, la sensación de
carencia y la consiguiente búsqueda de otros. Lo que una vez ocurrido se instala la fase de
pre-enamoramiento, donde devienen las primeras manifestaciones que lo van separando
de sus padres, se despiertan nuevas inquietudes, surgiendo los primeros conflictos que
irán marcando diferencias y que le harán perder la satisfacción afectiva casi plena que
sentía en su infancia durante el período de latencia; a lo cual se suma el decaimiento de la
idealización de las figuras parentales. Una vez encontrado el objeto de su deseo se
enamora, ya que el otro cumple todos los requisitos que han sido impuestos por la
6
idealización. Este período de enamoramiento dura algunos años y para lograr la fase de
amor sexual estable, requiere de una transformación o reencantamiento, aterrizar las
expectativas y flexibilizar la idealización. Cada una de las etapas será estudiada de
acuerdo a cuatro elementos fundamentales de la relación: proyectos y compromisos,
comunicación, contención y vida sexual (Capponi, 2003).
A partir de lo anteriormente mencionado se planteará qué fases del amor pueden
alcanzar los neuróticos, limítrofes y psicóticos. A priori se considera que la estructura
neurótica tendrá más recursos psíquicos para alcanzar la fase de amor sexual estable; la
limítrofe permanecería fijada entre las fases de pre-enamoramiento y enamoramiento y la
psicótica quedaría inhabilitada para amar, ya que se trata más bien de un amor muerto
según lo propuesto por Jacques-Alain Miller, el año 2006.
Por otra parte, ¿qué sucede con el amor en la actualidad?, ¿cómo ama la sociedad
moderna?, ¿se ama realmente, es enamoramiento o como dice Zygmunt Bauman se trata
de
un amor líquido sin compromiso, con el riesgo de ser desechado en cualquier
momento a expensas del otro?, ¿de ser así, porqué se teme al compromiso?, ¿se vive en
una época en la cual, solo se desea gozar y disfrutar? o ¿será que hoy la sociedad se
encuentra en búsqueda de los orígenes del amor y de integrar ese amor romántico con el
goce pleno de una relación sexual?. Si las formas de amar propias de los tiempos
modernos, parecen ir acordes a sus demandas, se podría suponer que se incentiva a amar
de un modo más cercano a la estructura limítrofe. El sociólogo Zygmunt Bauman en su
obra Amor Líquido del año 2005, plantea que hombres y mujeres se encuentran
desesperados al sentirse frágilmente descartables y abandonados a sus propios recursos,
siempre ávidos de la seguridad de la unión y de una mano servicial con la que puedan
7
contar en los malos momentos, es decir, desesperados por relacionarse. Sin embargo
desconfían del estar relacionados para siempre, temen que ese estado pueda convertirse en
una carga y ocasionar tensiones que no se sienten capaces ni deseosos de soportar.
Por último, con el fin de favorecer una comprensión más acuciosa sobre cómo aman
las diferentes estructuras, se abordan los análisis de tres casos. Para la estructura neurótica
será Hamlet, para la limítrofe Casanova y para la psicosis un caso de Amor Posible2 .
El aporte de la investigación consiste en comprender la manifestación y dinámica
del amor en las diferentes estructuras de personalidad, para ayudar a predecir el modo de
relacionarse y el desenlace que pudiera tener en una relación de pareja. Por otro lado
resulta muy atrayente investigar sobre el amor y la influencia que la globalización ha
tenido sobre el, tomando en cuenta que es un tema en el cual no se ha investigado lo
suficiente. Posiblemente porque permanece en el inconsciente colectivo, generando una
falta de conciencia en la sociedad, que le impide abordarlo de manera crítica y reflexiva.
Por ello las pretensiones de este trabajo, son continuar investigaciones en la misma línea,
entregando una mirada reflexiva sobre un tema tan esencial en la vida de todo ser
humano, el amor.
2
Extraído del libro reciente de Jacques-Alain Miller, titulado El Amor en las Psicosis.
8
3. CLASIFICACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS DE PERSONALIDAD
A continuación se describen las principales características de cada organización de
la personalidad: neurótica, limítrofe y psicótica. Esta diferenciación nosológica, permitirá,
a posteriori, plantear cómo se desenvuelve cada una de las estructuras en sus relaciones
amor. (Ver anexo 1 y 2).
3.1. Estructura de Personalidad Neurótica
En estos pacientes la prueba de identidad se destaca por su solidez y buen nivel de
integración, esto lo podemos observar en su capacidad para definir de forma precisa y sin
contradicciones, tanto el si mismo como otros significantes. Lo que será posible en la
medida que logre incorporar las imágenes buenas y malas del si mismo y de otros que le
rodean, permitiendo su aceptación y comprensión. (Kernberg, 1987).
Por otra parte la prueba de realidad se define como conservada, es decir puede
diferenciar entre lo intrapsíquico de los orígenes externos y la capacidad para evaluar
objetivamente el contenido de nuestro propio afecto, conducta y pensamiento en términos
de normas sociales ordinarias. También se reconoce por la ausencia de alucinaciones y
delirios; afectos, emociones, pensamientos o conducta inapropiados y la capacidad de
empatizar con otros (Kernberg, 1987).
9
En cuanto a los mecanismos de defensa, se basan en la represión3 y otros
mecanismos avanzados o de alto nivel, tales como: la formación reactiva4,
intelectualización y racionalización que serán definidos más adelante. Los cuales protegen
al yo de la ansiedad vinculada a conflictos intrapsíquicos que se vuelven intolerables,
eliminándolos de la conciencia. (Kernberg, 1987).
Por otra parte el desarrollo del superyó se define como relativamente bien integrado,
aunque severo y punitivo, además de duro y perfeccionista, a causa del origen sádico de
sus precursores. También se describe como la capacidad de los individuos para conservar
la honestidad social y experimentar un sentido apropiado de culpa y responsabilidad
moral en las relaciones con otras personas (Kernberg, 1987).
Otro aspecto a analizar es el desarrollo instintivo de estos pacientes, en el cual
prevalecen las tendencias genitales. Además la organización neurótica se caracteriza por
poseer una fortaleza del yo manifestado en tres características principales: la capacidad
para tolerar la ansiedad, de controlar los impulsos y de sublimación. La tolerancia a la
ansiedad se refiere al grado en que el paciente puede sostener una carga de tensión mayor
a la que en forma habitual experimenta, sin desarrollar síntomas aumentados o conducta
generalmente regresiva; en cambio el control de impulsos se refiere al grado en que el
paciente puede experimentar fuertes deseos instintivos o emociones, sin tener que actuar
3
Definido por rechazar y mantener en el inconsciente representaciones (pensamientos, imágenes y/o
recuerdos) ligadas a una pulsión (Laplanche, 1996).
4
Consiste en mantener una actitud psicológica opuesta al deseo reprimido, por ejemplo el pudor que se opone
a tendencias exhibicionistas (Laplanche, 1996).
10
sobre ellas de inmediato y por último la capacidad de sublimación5 (Kernberg, 1987 y
1989).
Con respecto a las relaciones objetales de estos pacientes, estas se caracterizan por
la estabilidad y profundidad de sus vínculos con otros cercanos, ya que son capaces de
manifestar empatía, entendimiento y mantener o preservar una relación duradera, a pesar
de ser invadidos por el conflicto, ambivalencia o la frustración (Kernberg, 1987). Estos
pacientes, logran una constancia objetal alrededor de los tres años de edad, lo que les
permite tener un concepto bastante claro y sólido de su madre y de si mismo. Por lo tanto,
al vivir experiencias de ausencia, abandono y separación serán capaces de tolerarlas de
mejor modo, ya que han logrado integrar una imagen tranquilizadora de su madre. Sus
relaciones interpersonales se destacan por ser saludables y de verdadera preocupación por
los demás, muy diferente a las personalidades narcisistas que solo se preocupan de si
mismos (Gabbard, 2006).
Los pacientes con una organización neurótica son capaces de hacer una valoración
más realista del objeto de amor con una idealización más atenuada pero humanamente
más profunda. La capacidad que ellos tienen para enamorarse y mantener dicho vínculo
amoroso depende en gran medida de la superación de las inhibiciones sexuales en el
contexto de solución de los conflictos edípicos (Kernberg, 1989).
En cuanto a la capacidad de amar de estos sujetos, Kernberg sostiene que solo los
pacientes relativamente normales, es decir que han podido resolver conflictos edípicos,
inhibiciones sexuales, integrar objetos parciales formando relaciones totales, solucionar
5
Derivar la pulsión hacia un nuevo fin, no sexual, que apunte hacia objetos socialmente valorados
(Laplanche, 1996).
11
conflictos pregenitales sobre la agresión y la capacidad de tolerar la ambivalencia entre
amor y odio hacia los objetos de amor, son capaces de enamorarse y de convertir un
acercamiento apasionado en una relación amorosa estable. Señala además que la ternura,
consecuencia de lo anterior, es uno de los requisitos esenciales en la capacidad para
establecer un vínculo amoroso maduro y que da lugar a la capacidad de pleno goce genital
(1989).
Si bien hay características comunes en las distintas personalidades de la estructura
neurótica, también hay diferencias entre los estilos de personalidad correspondientes a la
misma. Por ejemplo y a modo general, los pacientes con un estilo de personalidad
obsesivo se definen, como estando en una constante lucha contra la dependencia y
cualquier vínculo que implique en algún modo depender de los demás. Por lo tanto estos
pacientes tienen grandes conflictos en la esfera de sus relaciones íntimas, ya que
inevitablemente las relaciones conllevan a sentimientos de cuidado, lo que amenaza el
control que hasta el momento ha logrando en ésta esfera (Gabbard, 2006).
Por otra parte, los sujetos que padecen de un trastorno obsesivo compulsivo, se
encuentran en constante búsqueda de la perfección, ya que ellos creen que es la única
forma de obtener la aprobación y reconocimiento que en su niñez no obtuvieron. Además
se esmeran y realizan extraordinarios esfuerzos en el trabajo o cualquier área de sus vidas,
porque creen que nunca hacen el esfuerzo suficiente que los haga merecedores de la
apreciación, cariño y reconocimiento de los demás. El modo que tienen para controlar sus
emociones y todo a su alrededor es la razón y la lógica, y en el intento por aislar sus
emociones se vuelven fríos, calculadores, rígidos y dogmáticos, lo que al momento de
12
entablar una relación de amor trae muchas dificultades, pues también quieren controlar
este sentimiento, terminado solos y sin compañía (Gabbard, 2006).
Por otro lado los sujetos con un estilo evitativo, anhelan establecer relaciones
interpersonales cercanas, pero al mismo tiempo son temerosos de ellas, porque temen ser
humillados, rechazados y dañados. A diferencia de los sujetos con estilos dependientes
que son incapaces de tomar decisiones por ellos mismos, son inusualmente sumisos, están
siempre en necesidad de resguardo y tienden a elegir a un compañero que sepa entregarle
apoyo y cuidado (Gabbard, 2006).
A modo de conclusión, la dificultad que tienen los neuróticos, es que les resulta
difícil conectarse con su deseo. Por ejemplo cuando una mujer deja de ser el objeto de
deseo de su marido e hijos, retorna la pregunta por su propio deseo y en la medida que no
pueda articularlo, recibe y se somete nuevamente a la demanda del otro, ofreciéndose
como objeto y quedando postergados en tanto sujeto, como en su deseo. Cuando esto
ocurre sufre depresiones sintomáticas, hay duelo, duelo patológico, surge la sensación de
pesantez, ya que ha sido tomado por la neurosis, en cambio cuando se articula su deseo
siente cuando baila, vuela, vive y el cuerpo ya no pesa. (Ramos, 2006).
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3.2. Estructura de Personalidad Limítrofe
El paciente limítrofe se caracteriza por poseer una difusión de identidad, apreciable
en rasgos como poseer un concepto pobremente integrado de si-mismo y a la vez de los
otros que le rodean. Lo cual le llevará a tener experiencias subjetivas de vacío crónico;
conductas contradictorias ya que se confunde y enreda, no logrando una definición clara
al no poder integrar de modo significativo los aspectos buenos y malos de si y los otros en
un solo concepto. De este modo los demás serán definidos a través de percepciones
huecas, insípidas y empobrecidas. El proceso descrito anteriormente se relaciona con el
mecanismo de escisión, que consiste en separar o dividir los aspectos positivos y
negativos como una forma de proteger al amor y la bondad de ser contaminados por el
odio y la maldad. Por otra parte la prueba de realidad se encuentra conservada, sin
embargo pueden ocurrir alteraciones, como es el caso de pacientes histriónicas que al
exagerar sus emociones distorsionan la realidad (Kernberg, 1987).
Sus mecanismos de defensa están basados en operaciones defensivas primitivas,
centradas en
la escisión, tales como: idealización primitiva, tipos de proyección
primitiva, negación6, omnipotencia y devaluación, los cuales son definidos más adelante.
La interpretación de estos mecanismos ayudan a integrar al yo y mejora el funcionamiento
inmediato del paciente y una mejor adaptación social aunque solo transitoriamente
(Kernberg, 1987).
En cuanto al desarrollo del Superyó este se define menos integrado, pero aun más
punitivo o sádico. Por lo tanto estos sujetos se caracterizan por poseen altos grados de
6
Consiste en rehusar la realidad de una situación traumatizante (Laplanche, 1996).
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deshonestidad omnipresente en las relaciones humanas y por una falta de interés y
responsabilidad en todos los intercambios humanos, lo cual indicaría claramente una
conducta antisocial presente. Por otro lado las representaciones de los objetos son
primitivas, sádicas e idealizadas, no posee grado de culpa normal ni se identifica con
valores éticos (Kernberg, 1987).
El desarrollo instintivo de la organización limítrofe se caracteriza por puntos de
regresión y fijación pregenitales, sobre todo orales, aunque se haya llegado a la etapa
genital del desarrollo sexual. Ocurriendo en la adultez y en sus relaciones íntimas gran
condensación de conflictos genitales y pregenitales (Kernberg, 1989).
La formación del Yo se encuentra debilitada, es decir el sujeto no puede tolerar
niveles elevados de ansiedad, manifestando síntomas aumentados o conducta
generalmente regresiva; por otro lado carece de control de impulsos expresado en fuertes
deseos de actuar sobre ellos y finalmente no posee la capacidad de sublimación no
logrando comprometerse con valores que van más allá de su propio interés (Kernberg,
1987).
Por otro lado, las relaciones objetales se caracterizan por una percepción altamente
distorsionada, contradictoria, vacía, caótica y ambivalente de los demás. Cuando el
concepto de otros se ve contaminado por elementos negativos es muy probable que
deseche sus relaciones y mantenga aquellas que conserven su investidura de buenos,
ideales y perfectos aunque sea por un corto período de tiempo. Pero si llegan a integrar los
elementos contaminantes y mantener vínculos a largo plazo, quedará la sensación de
insatisfacción y la posibilidad de desechar el vínculo en cualquier momento (Kernberg,
1987).
15
En pacientes limítrofes sin características narcisistas, es frecuente el enamoramiento
de tipo patológico, caracterizado por un vínculo amoroso muy intenso, algo más estable
que los amoríos pasajeros. Estas características son propias de mujeres con un estilo de
personalidad infantil y de organización fronteriza, que se aferran con desesperación a
hombres idealizados de una manera muy primitiva e irreal (Kernberg, 1989).
Los pacientes limítrofes tienden a mantener relaciones individuales con
características uno a uno y exclusivas, para evitar el riesgo de pérdida y abandono.
Aunque por un lado aseguran la relación, también se activan una serie de ansiedades
gemelares, ya que teme en su fantasía perder su identidad al fusionarse con la otra
persona. Para evitar ser abandonados, ellos pueden recurrir a gestos suicidas, esperando
que la persona con quien tienen una relación no los dejen y les ayuden. Las ideas de
abandono superan la fantasía, llegando a ser delirantes y fuera de la realidad (Gabbar,
2006).
De los estilos de personalidad propios de la estructura limítrofe se encuentran los
sujetos narcisistas, definidos por la incapacidad que tienen para amar, porque utilizan a
los otros a beneficio propio, desechándolos cuando logran sus objetivos. Es decir cuando
la otra persona comienza a hacer demandas respecto a sus propias necesidades, el sujeto
narcisista termina la relación, porque pierde sentido al no se centrarse en si mismo y
porque el otro ya no le es útil para mantener su propia autoestima (Gabbard, 2006).
Las personalidades narcisistas se desenvuelven en fases de enamoramientos
pasajeros y excitación sexual transitoria, muchos de ellos llevan una vida vacía de
relaciones objetales significativas e incluso de enamoramientos fugaces. Pasando en
soledad gran parte de su vida, reemplazando las relaciones sexuales por fantasías
16
masturbatorias y quedando fijados en zonas erógenas escindidas como: pechos, nalgas,
penes y vaginas; causado por la incapacidad de establecer una relación objetal total
(kernberg, 1989). Lo que ocurre en las persona narcisistas, dice Aguirre es que a mayor
desenfreno en la búsqueda de la satisfacción pulsional se llega a desembocar en la
destrucción de todo objeto de amor (2006).
Por otra parte los sujetos con estilo antisocial establecen relaciones superficiales,
que se viven dentro de un marco de completa irresponsabilidad y sin consideración por los
sentimientos de los otros. Por ejemplo cuando son confrontados con su conducta
antisocial responden con auto-rectitud, aludiendo que sus víctimas merecían lo que
obtuvieron, considerando como una opción más el mentir y evitar cualquier
responsabilidad por sus conductas. Además carecen del sentido de responsabilidad,
reaccionando con rechazo frente a ésta, no reconocen sus problemas ni lo atribuyen a
alguna causa interna, reflejado en la falta de esfuerzo para justificar moralmente o
racionalizar su conducta antisocial, sino todo lo contrario lo externalizan (Gabbard, 2006).
Por otro lado, las pacientes histéricas saludables son referidas a través de una
variedad de nombres como: buenas, fálicas y verdaderas, acá se denominará al grupo más
saludable de esta vertiente como trastorno histérico de la personalidad y al grupo más
perturbado como trastorno histriónico de la personalidad. Los rasgos conductuales
comunes a ambos trastornos son: emocionalidad lábil y superficial, búsqueda de atención,
perturbación
en
el
funcionamiento
sexual,
dependencia,
desamparo
y
la
autodramatización, aunque son más típicas de las pacientes histriónicas que las histéricas
(Gabbard, 2006).
17
Algunas de las características que diferencian a ambos cuadros son las siguientes: la
personalidad histriónica es más florida que la histérica, virtualmente en todos los sentidos;
mayor labilidad afectiva, mayor impulsividad, y una sexualidad más abierta o liberal, es
decir la sexualidad de ellos llega a ser tan directa y tan poco modulada que puede
bloquear a los miembros del sexo opuesto, además de muy demandante y exhibicionista al
querer ser el centro de atención en todo. Debido a que a quedado fijada en un nivel más
primitivo de relaciones de objeto caracterizadas por adherencia, masoquismo y paranoia
(Gabbard, 2006).
Por el contraste la personalidad histérica, es mucho más sutil en su dramatismo,
exhibicionismo y su sensualidad puede ser expresada de modo más tímido y
comprometida. Existe un grupo dentro de las personalidades histéricas que no manifiestan
dramatismo ni exhibicionismo, estas pacientes permanecen apartadas, constrictivas,
tímidas, en incluso vergonzosas en el encuentro interpersonal, en extremo calladas,
quietas y totalmente inhibidas en su conducta e interacción, pudiendo lograr relaciones de
objeto totales maduras (Gabbard, 2006).
Las pacientes histéricas pueden tolerar la separación de su objeto de amor, aun
cuando identifican esa área como conflictiva. En cambio, a las pacientes histriónicas les
genera mucha angustia de separación, cuando están apartadas de sus objetos de amor
(Gabbard, 2006).
18
3.3. Estructura de Personalidad Psicótica
En pacientes con esta organización, la prueba de identidad se encuentra alterada,
entendida como una refusión, gran unión y una simbiosis, entre las representaciones de simismo y los demás. En consecuencia no es capaz de diferenciar objetivamente aspectos
de la realidad externa de la interna, dando lugar a una alteración grave de la prueba de
realidad, manifestada en delirios o alucinaciones (Kernberg, 1987).
Los mecanismos de defensa son principalmente primitivos, centrados en la escisión,
el cual protege al yo de los conflictos manteniendo separadas las experiencias
contradictorias de si mismo y de los demás significantes. De este modo se previene y
controla la ansiedad relacionada con estos conflictos, pero a costo de debilitar el
funcionamiento del yo, reduciendo la capacidad adaptativa y flexibilidad en su vida. Los
mecanismos primitivos son los siguientes: idealización primitiva, identificación
proyectiva, negación, omnipotencia y devaluación que corresponden a organizaciones
límites de la personalidad, pero con otras funciones. Por ejemplo si ha pacientes
psicóticos se les interpreta el uso de ciertos mecanismos de defensa les genera mayor
regresión en su funcionar, contrario a lo ocurrido en estructuras limítrofes en quienes
lograría estabilizar su yo (Kernberg, 1987).
El desarrollo del superyó se describe como gravemente sádico. Por otro lado el
desarrollo instintivo se define por una condensación patológica de las tendencias genitales
y pregenitales, con predominio de la agresión pregenital. Y por último las manifestaciones
específicas de la debilidad del yo corresponden a la ausencia de los procesos primarios, es
19
decir la incapacidad de poder hacer metáfora. Si la prueba de realidad e identidad se
encuentran gravemente alteradas, las relaciones de objeto se presentan del mismo modo,
debido a que sus vínculos objetales son parciales inclinados a una falta de objeto, es decir
se caracterizan por la incapacidad de mantener el concepto de una persona a pesar de la
frustración y hostilidad de la relación, generando relaciones poco gratificantes o
amenazadoras (Kernberg, 1989).
De los estilos de personalidad se encuentran los pacientes paranoide, caracterizados
por manifestar un pensamiento y sentimiento escindidos y proyectados al mundo externo,
dando cuenta de la alteración de su juicio de realidad. Su pensamiento se caracteriza por
una constante búsqueda de significados ocultos, pistas y claves que encubren la verdad
sobre la primera impresión de un hecho, circunstancia o persona. Frente a esta conducta
de alerta constante, el sujeto es incapaz de relajarse, pues se encuentra bajo un estado de
ansiedad y preocupación constantes. Por otro lado es muy difícil hacerlos cambiar de
parecer, ya que su pensamiento carece de flexibilidad, y si se intenta, seguramente
también desconfiará de ello (Gabbard, 2006).
El mecanismo de defensa, sobre el que se basan estos sujetos, es el de escisión, a
través del cual separa los sentimientos de amor y odio que siente hacia un mismo objeto,
con el fin de evitar que el objeto odiado destruya al objeto amado. Para disminuir la
ansiedad que le provoca el temor a destruir el objeto amado, tiende a proyectar la maldad
escindida en el exterior, quedando en el rol de víctima (Gabbard, 2006).
Otros mecanismos de defensa básicos de estilos paranoides son la proyección y la
identificación proyectiva. La proyección consiste en sustituir una amenaza interna por otra
externa, colocándola en otros; en cambio la identificación proyectiva es un poco más
20
avanzada, incluso patológica y distorsionadora de la realidad, ya que controla a las
personas del ambiente atribuyéndoles realmente la intención que ha creado en su mente.
Otra forma de proyección, es la erotomanía que proyecta en el otro el deseo de ser
amada(o) constituyendo un delirio. La baja autoestima de estos sujetos les lleva a
desarrollar una aguda sensibilidad con respecto a asuntos de poder y rango,
preocupándose excesivamente que personas con autoridad abusen de su poder al intentar
humillarlos y someterlos (Gabbard, 2006).
En cuanto a sus relaciones amorosas, éstas son percibidas como peligrosas e
inestables, producto de la inconstancia objetal que los caracteriza. Para mantener una
relación construye fantasías de conexión concreta y mágica con los objetos, es decir
imponen a las relaciones requisitos extremos en términos de uno u otro, vale decir o el
objeto de su atención esta pensando siempre en ellos o les es indiferente, lo que a su vez
da cuenta del mecanismo de escisión que se encuentra a la base. De este modo será
imposible que pacientes de un estilo de personalidad paranoide logren una relación, sana,
satisfactoria y estable, ninguna relación es percibida como duradera, sino todo lo
contrario, la percepción es únicamente del momento. La desconfianza provoca que
establezcan este tipo de relaciones esperando que la otra persona cometa un error que
confirme sus sospechas (Gabbard, 2006).
Por otro lado, los pacientes con estilo de personalidad esquizoide y esquizotípico se
caracterizan principalmente por la necesidad que tienen de estar solos, es como si
estuviesen por sobre los márgenes de la sociedad, porque no comparten con ella, dando la
impresión que solo existen ellos y con eso basta. Pueden ser ridiculizados y etiquetados
como bichos raros, chiflados o inadaptados, o por el contrario provocar sentimientos de
21
lástima y deseos de ayudarles, en consecuencia son aislados de la sociedad y por la
sociedad, habiendo en ellos el deseo de aislarse y de estar en soledad (Gabbard, 2006).
Quizás el término soledad no es precisamente el que los identifique, porque soledad
se refiere a un estado necesario para la formación de la identidad, la realización del
individuo, la creatividad y la introspección y desde este punto algo transitorio, lo cual no
se da en estos pacientes, porque su necesidad de soledad es permanente. A diferencia de
este concepto se encuentra en ellos el de desolación, definido como un sentimiento de
inadecuación, de enorme inseguridad e invisibilidad (Aramoni, 2008).
Las relaciones objetales de estos sujetos se definen por la falta básica, a causa de
inadecuados cuidados maternos en la infancia, es decir cuando era niño percibió a su
madre como rechazante, provocando que se apartara del mundo por el miedo a ser
abandonado otra vez, generando en él un aumento en su necesidad y deseo de relacionarse
hasta llegar a ser insaciable. Llegando a temer que su voracidad devore al otro con quien
se relaciona y quede solo otra vez, por eso que decide alejarse para no destruir al otro.
Esta conducta vacilante entre el temor de ahuyentar a los otros debido a su voracidad y
por otro lado el temor de que los otros los asfixien y consuman, lo llevan a percibir las
relaciones como peligrosas y en consecuencia son evitadas. Estableciendo un vínculo
ambivalente, que se aferra y rechaza a la vez (Gabbard, 2006)
En sus relaciones de amor tienden a la fusión y simbiosis con el otro, corriendo el
riesgo de perder la propia identidad y destruir al otro. Pero el esquizoide no acepta
someterse a esta simbiosis y se retira, como alternativa para comunicarse con su
verdadero Self en vez de sacrificar su autenticidad y someterse a un falso Self. (Gabbard,
2006). Por lo tanto el paciente esquizoide tenderá a guardar sus demostraciones de amor
22
dentro de si mismo porque dicho amor es tan preciado y valioso como para separarse de él
y por otro lado mantendrá encerrado su amor porque sentirá que es demasiado peligroso
como para descargarlo a sus objetos. Por eso estos pacientes evitan el contacto social, para
no ser dañados o dañar, pero ante todo porque siente en lo más profundo que no debe
amar ni ser amado. Las estrategias que tiene para evitar el contacto social, no siempre son
pasivas, por el contrario el único modo para mantener alejados a los objetos es de forma
activa, utilizando medios agresivos y violentos contra los demás a través de peleas o
actitudes rudas, induciendo a que le odien, sustituyendo su amor por odio, sin embargo en
lo más profundo de ellos anhelan amar y ser amados (Fairbairn, 2001).
23
4. EL AMOR Y SUS FASES
A continuación se describen las diferentes fases del amor, que van a permitir
plantear, desde la teoría, en cual de ellas se desenvuelven las diferentes estructuras de
personalidad que anteriormente fueron analizadas. Dichas fases son estudiadas desde un
enfoque evolutivo, por ejemplo la fase de satisfacción parcial corresponde a la preadolescencia, la de pre-enamoramiento a la adolescencia, la de enamoramiento a la
adultez joven y la de amor sexual estable a la adultez. Sin embargo en esta investigación
se consideran aplicables a cualquier edad. (Ver anexo 3).
4.1. Satisfacción Parcial
Capponi el año 2003, señala que en esta etapa, los proyectos y compromisos son
bien definidos y estructurados, ya que han sido dados y entregados por la sociedad y los
padres. El menor a los doce años acepta que debe preocuparse de estudiar y aprender
alguna profesión u oficio que le permita trabajar en el futuro. Y en caso de presentarse
conflictos serios, el menor confía en el buen juicio de sus padres para resolverlos, por lo
tanto no debe esforzarse por encontrar soluciones, aunque más adelante los cuestionará y
abriendo paso a sus propios caminos.
Por otro lado la comunicación se vive con un profundo deseo de estar en comunión
con quienes se ha creado un vínculo íntimo de mucha confianza. Al comienzo es
manifestado hacia sus padres para luego cobrar protagonismo en sus hermanos, amigos y
24
también grupos de pertenencia con quienes haya logrado el grado de intimidad necesario
que le permita entrar en comunión. Lo que se desea comunicar tiene relación con
acontecimientos del mundo externo, ya que las emociones y sentimientos internos aún son
difíciles de poner en palabras. El joven aun no ha desarrollado la capacidad de
identificación, empatía y de intuición sobre las necesidades del otro, por lo tanto la
comunicación intuitiva aun no se ha desarrollado y si bien la comunicación paraverbal
aun no se consolida, poco a poco ocupará un rol más definido en sus interacciones
(Capponi, 2003).
En cuanto a la contención ésta deviene principalmente de sus padres, sin que él los
contenga a ellos, le transmiten la sensación de incondicionalidad y de que ocupa siempre
un espacio en la mente de ellos, en el fondo le ayudan a que construya él mismo su
capacidad de contención. Posteriormente la contención entregada por los padres se vuelve
insuficiente, entonces recurre a los profesores, abuelos, hermanos mayores y algunos
amigos, pero llegada la pubertad nace la necesidad de ser contenido por otro, pues los
grupos también se vuelven insuficientes (Capponi, 2003).
En este período, dice Capponi el año 2003, la vida sexual se caracteriza por un
estado de latencia, al estar interesado en actividades como, amistades, deporte y juegos. Si
bien el deseo sexual no está ausente, no demanda energías psíquicas importantes. Los
enamoramientos platónicos son parciales porque no cumplen con el criterio esencial del
enamoramiento, que es la ruptura con el pasado para construir junto a otro un mundo
nuevo, son más bien pseudoenamoramientos. Sin embargo, al entrar a la pubertad
experimentará grandes cambios hormonales, que harán despertar el erotismo, produciendo
25
un estado psicológico de tal magnitud que dará paso al deseo de construir algo propio
junto al amado, así surge la etapa de pre-enamoramiento. (Ver anexo 4).
4.2. Preenamoramiento
Esta etapa coincide con la entrada a la adolescencia, aquí los proyectos y
compromisos propuestos por los padres se vuelven insuficientes y menos convincentes.
De este modo se rebela frente a idealización de las figuras paternas, dando paso a la
necesidad de construir los propios. Rebelarse ante los padres, requiere de un proceso de
duelo, que le permita dejar a un lado la seguridad ofrecida por ellos y de tolerar la
ansiedad y que provocaría este estado (Capponi, 2003).
Por otra parte la comunicación con los padres, hermanos y pares va perdiendo
sentido volviéndose insuficiente. Surgiendo la necesidad de abrir nuevos caminos y
formas de relacionarse con el mundo, a lo cual favorece el desarrollo hormonal propio de
la edad. El gran sentimiento de carencia característico de esta etapa, da paso a un estado
de permanente búsqueda pero de forma tan dramática e intensa que afecta
emocionalmente al joven, quien solo puede comunicarse mediante el cuerpo y expresiones
para-verbales (Capponi, 2003). Este sentimiento de intranquilidad que define esta etapa
llevará más adelante a que se enamore y busque compañía, pero ¿de qué se enamoran?
Ramos el año 2006 menciona que es diferente para hombres y mujeres, que las mujeres se
enamoran de la poesía, de lo que les dice, de la palabra, en cambio los hombres se
enamoran de la belleza del atractivo físico. En el terreno del amor al hombre le basta con
26
su goce, este lo cubre todo y cuando lo cubre todo no comprende nada del amor, y en la
mujer su goce no marcha, sin el decir, sin la palabra.
Para el adolescente es muy importante su apariencia física, expresión corporal,
verbal, su tono de voz, mirada, moda, estilos, actitudes, conductas, en el fondo todo lo
relacionado con la comunicación para-verbal, ya que por medio de ella expresa sus
emociones y sentimientos. Su manejo y conocimientos sobre el lenguaje corporal, hace
que desarrolle un sentido especial para descifrar la comunicación corporal de los otros,
reconociendo inmediatamente a alguien por su modo de caminar y moverse; aunque
también puede equivocarse, porque a esa edad tienden a proyectar mucho de si en los
demás (Capponi, 2003).
El inevitable distanciamiento con los padres provoca que la contención ya no
provenga de ellos, dejando al adolescente sin los recursos de contención que poseía hasta
entonces. Por consiguiente surgen inquietudes existenciales como preguntas sobre el
sentido de la vida y su propia existencia, sin embargo el adolescente no sabe cómo
responder a sus necesidades e inquietudes, se encuentra en un estado de constante
búsqueda de respuestas y de contención. El joven se rebela contra los límites impuestos
por la sociedad y sus padres, surgiendo la sensación de carencia de normas. En la primera
fase, los padres tienen la misión de preparar al joven, para que éste pueda contenerse el
futuro por sí mismo, proporcionándole a través de su contención, un especial grado de
tolerancia a la frustración (Capponi, 2003).
Por otro lado, en esta fase los vínculos son transitorios, hay tendencia al
desplazamiento y a la sustitución de personas; sumado a esto surge la irrupción de deseos
27
y necesidades que provienen de la biología por medio del cambio hormonal propio de la
edad, generando un estado de completa insatisfacción e intranquilidad (Capponi, 2003).
Finalmente la vida sexual gatillada por las hormonas y acentuada por el duelo de la
separación de los padres, despierta fuertes fantasías de fusión, de invasión, de transgresión
y elementos de idealización a la figura del sexo opuesto. La sexualidad se vive
principalmente en la fantasía pudiendo ir acompañada de masturbación, imaginando
contactos físicos, besos y caricias e incluso penetración, pero aun en forma cautelosa y
tímida. Las fantasías de transgresión se manifiestan en la ilusión de encontrar parejas de
acceso imposible o prohibido, como también conductas sexuales percibidas bajo una
carga de prohibición paterna y materna. El deseo erótico, aun tiende a vivirse como una
necesidad centrada en asegurar la identidad del propio sexo, con dificultades para
identificarse con el sexo opuesto. La fase de preenamoramiento se vive con grandes
oscilaciones entre idealización y desilusión (Capponi, 2003). (Ver anexo 5).
Esta fase podría equivaler al concepto de Eros, definido como un estado
emocionalmente intenso en busca de una relación psicológicamente íntima y abierta tanto
como una apasionadamente expresivo. El amante erótico tiende a idealizar al tipo de
persona que ella o él desean para formar una pareja e intentará conseguir una relación
íntima cuando la encuentre (Neto, 2007). Por otro lado, otro factor muy importante a la
hora de enamorarse, es el atractivo físico, el cual influye bastante a la hora de iniciar una
relación y mantenerla a través del tiempo, por supuesto complementado con la intimidad,
la pasión, el compromiso e idealización (Sangrador, 2007).
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4.3. Enamoramiento
Una vez cuestionados los caminos propuestos por sus padres, el adolescente crea
sus proyectos y compromisos que también definirán su identidad, coincidiendo con los
ideales de un tercero. De este modo los enamorados formarán sus propios proyectos que
le darán constancia y permanencia a la pareja. La característica principal del estado de
enamoramiento es la tendencia a la idealización y minimización de las limitaciones, los
conflictos y las imperfecciones (Capponi, 2003).
La idealización se manifiesta, cuando el adolescente considera al otro como alguien
que brinda protección ante el peligro e incondicionalidad, satisface carencias materiales,
ofrece apoyo y contención en momentos difíciles, por lo tanto es visto como la persona
más maravillosa del mundo. Ante este panorama la persona resulta ser muy atractiva y
deseada, surgiendo la aspiración de unirse al el/ella y de prolongarse en la historia, a
través de hijos que representen sus genes y estilo de vida. Otro modo de manifestar la
idealización, es cuando la pareja busca, crea o se une a proyectos solidarios de gran
idealización, como puede ser: construir una sociedad mejor, donde predomine el amor y la
bondad, por sobre la destrucción, el odio y el egoísmo (Capponi, 2003).
Aquí los proyectos y compromisos traspasan el presente en vistas al futuro, el deseo
de proyectarse puede ir desde adoptar ideales, doctrinas, posiciones políticas o perseguir
la voluntad de Dios. Los enamorados se sienten libres para llevar a cabo su propio
proyecto y realizar el destino que han trazado desde aquel encuentro con ese otro que
llenó de sentido la propia vida (Capponi, 2003).
29
En este estado de enamoramiento Capponi propone, el año 2003, que el adolescente
desea construir una vida propia con el ser amado y para lograrlo necesita volver a su
pasado y reinterpretar todo lo que ha pasado a la luz de este nuevo encuentro.
Incorporando y dando nuevo sentido a los viejos traumas, amores y dolores en este nuevo
proyecto, recorrido con el otro para construir una historia común y así proyectarse a partir
de cimientos sólidos garantizados por la común identidad en el tiempo.
Por otro lado la comunicación se vive plenamente con el ser amado, en forma de
comunión, ya que el enamorado quiere contarle todo lo que ha acontecido y quiere saber
todo sobre su pareja; habiendo una necesidad de comunicarle el pasado, presente y hasta
futuro para que lo haga parte de su propia vida y viceversa. Generando un vínculo cargado
de sentimientos y emociones, de erotización, ternura y cariño. Se comunican y vivencian
las buenas y malas noticias con intensos sentimientos y emociones. Haciendo que los
enamorados funcionen en base a dos mecanismos opuestos, por un lado la idealización y
por otro la devaluación (Capponi, 2003). La idealización en esta fase es más primitiva, no
tolera las imperfecciones, es más sensorial, se tiende a agotar con la rutina y la
cotidianeidad, está muy vinculada a las sensaciones de control, triunfo y aspectos
narcisistas (Kernberg, 1995).
Otra característica del estado de enamoramiento es la capacidad de comunicación
intuitiva de los enamorados. El enamorado está alerta a todos los signos que expresa su
amado, logrando incluso adelantarse al deseo inconsciente del otro y sorprenderlo,
colmando y satisfaciendo necesidades que ni él reconocería en sí mismo, este último es
conocido como el mecanismo de identificación proyectiva, es decir el sujeto pone en el
otro lo que él necesita o requiere. El vínculo que se desarrolla entre los enamorados es
30
sumamente gratificante, tranquilizador y al mismo tiempo, en extremo, protector,
grandioso e idealizado (Capponi, 2003).
Si antes el adolescente se sentía inmerso en un estado de disconformidad ahora vive
una experiencia de liberación al sentirse comprendido, apoyado, aceptado y por supuesto
contenido en plenitud. Es como si el enamorado hiciera renacer al adolescente cautivo de
sus cadenas y estado de disconformidad, llegando a ocupar en sus pensamientos la mayor
parte de su tiempo (Capponi, 2003).
El deseo, la necesidad y el atractivo que el otro despierta no es parcial, sino
absoluto, pues se ama cada detalle, incluso sus defectos por el solo hecho de pertenecer al
ser amado, esto permite un estado de contención muy particular, porque se tiene la
sensación de ser reconocido plenamente por el otro. Esta experiencia entrega la seguridad
de ser insustituibles, únicos y especiales para nuestro amado. Sin embargo este
sentimiento genera un estado de fragilidad y amenaza, ya que la posibilidad de perder a
alguien tan exclusivo anuncia el riesgo de un duelo al extremo desgarrador (Capponi,
2003).
En cuanto al último aspecto a analizar, la vida sexual, Capponi en el año 2003
menciona que la etapa de enamoramiento entrega la posibilidad de elaborar el deseo
erótico para transformarlo en amor sexual maduro. Primando el deseo erótico, la
gratificación sensorial y el placer sexual. (Ver anexo, 6).
Todo esto da a la pareja un matiz de intenso romanticismo, de gratificación casi
sublime, donde todo lo sexual está teñido de solamente sentimientos ideales y
maravillosos. En este período las variables de la sexualidad más vinculadas con la
agresión, como la invasión, la transgresión y la incorporación de elementos perverso
31
polimorfos se encuentran menos elaboradas. Por otro lado, el entusiasmo y plenitud
característicos de esta edad favorece las identificaciones con el sexo opuesto. La
idealización protege a la pareja de las dificultades que puedan surgir en el encuentro
sexual, dando espacio a la comprensión, la identificación mutua, es decir la empatía, por
sobre los instintos sexuales (Capponi, 2003).
Por otro lado Spivanvow el año 2005, llama esta etapa como: Enamoramiento
fundante o inicial. Definida como transitoria, de atracción fulminante e intensa
idealización. La llama fundante porque considera que toda relación para haber alcanzado
la fase de amor maduro o estable debe haber pasado por esta fase previamente.
4.4. Amor sexual estable
Esta última fase, del camino del enamoramiento al amor sexual estable, se
caracteriza porque los proyectos y compromisos son más reales, ya que ha decaído la
idealización intensa, que va acompañada de la negación de las limitaciones e
imperfecciones, dando paso a una relación más realista, que considera la totalidad de la
realidad propia del amor sexual estable. Ahora, en pareja, los proyectos pasan a ser
comunes, por sobre los individuales, aunque sin dejar de lado sus propios intereses.
Debiendo resolver una serie de aspectos vitales para subsistir como: la alimentación,
vivienda, vestimenta, salud, recursos para entretenciones, cursos o perfeccionamientos
laborales y otros placeres. Para satisfacer todas estas necesidades, es importante contar
32
con el apoyo de la pareja, para desempeñarse en un trabajo que le sea agradable y no sólo
porque provea de recursos (Capponi, 2003).
Pero uno de los proyectos con más fuerza que caracteriza a esta etapa es la
procreación, el nacimiento de un hijo, mediante el cual la pareja se prolongue más allá de
su propia vida. Por otro lado, la idealización que investía los proyectos sociales acá cobra
sentido volviéndose más real, formando parte de grupos sociales, reunidos en torno a
ideologías, doctrinas o preferencias políticas (Capponi, 2003).
En la fase de amor sexual estable, la pareja busca un sentido de trascendencia, en la
cual adquiera valor más allá de la vida y lo puramente material, concreto e inmanente
(Capponi, 2003). Además construyen y crean una moral común, en donde los ideales de
ambos se combinan para crear una estructura conjunta de valores, la cual se va elaborando
y modificando a lo largo de los años en un conjunto de valores que consiguen la adhesión
de la pareja y que al mismo tiempo le sirve como límites ante el resto de la sociedad
(Kernberg, 1995).
En cuanto a la comunicación, descrita por Capponi hacia el año 2003, señala: si en
el enamoramiento la comunicación era simbiótica y fusional, en el amor sexual estable la
comunicación estará marcada por el deseo de conocer al otro como alguien distinto de
uno. Y también por exponerse al otro como un ser con identidad propia, causando
gratificación el contacto íntimo con alguien diferente y no la relación simbiótica propia
del enamoramiento. En esta etapa la idealización ha decaído, por lo tanto el sujeto es
capaz de incorporar elementos de amor y odio y por otro lado es capaz de tolerar la
separación del otro permitiendo observarlo de modo más objetivo.
33
La comunicación entonces, se vive en torno a anécdotas, búsqueda de soluciones,
problemas personales, para hacer sentir a la pareja como parte de sí mismo. Por lo tanto
la comunicación de contenidos está al servicio de ampliar la mirada sobre el mundo y
enriquecer los horizontes de la pareja y aunque pierda su intensidad, permanece vigente al
utilizarla como medio para atraer a la pareja, mediante el cuidado de la apariencia
personal, peso, ropa, formas de acercamiento y contacto físico. También está presente la
comunicación paraverbal, que mediante una mirada, una sonrisa, un tenue levantamiento
de cejas, la proximidad, el tono de voz, la respiración o tan solo una caricia, el sujeto
puede descubrir estados de ánimo y emocionales, de simpatía, indiferencia, incomodidad,
amor o rabia en el otro. Y por último la comunicación intuitiva, si bien no está presente
con la intensidad e importancia con la que se da en el enamoramiento, acá se aboca a
aspectos mucho más profundos y sustanciales, dedicando más esfuerzo, paciencia y
trabajo (Capponi, 2003).
En esta etapa la pareja recuerda con orgullo su pasado y lo trae permanentemente al
presente, lo que da una sensación de continuidad y solidez a la relación, tales como
momentos románticos de entrega mutua total. De este modo, la pareja va creando, a
través del tiempo, una especie de leyenda, se conmueven al mirar fotografías, videos u oír
una música que recuerde bellos momentos (Capponi, 2003).
Otro aspecto, es la contención mutua, desarrollada por Capponi, durante el año
2003, aquí se menciona que; en esta etapa se va desarrollando una capacidad de contener
al otro en el sentido de tenerlo dentro de su mente. El instrumento para contener son los
celos, en el sentido del cuidado, de la diligencia y el esmero, puesto que esto lleva al
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cónyuge a renovarse siempre, mantener una vigilancia respetuosa, sin exponer a su pareja
a situaciones límites que puedan arriesgar la lealtad.
Y finalmente la vida sexual, Kernberg hacia el año 1995, menciona que aquí es
elaborado el deseo erótico propio de la fase de enamoramiento, proveniente de la
excitación sexual, para luego transformarse en amor sexual maduro.
Kernberg y Capponi coinciden en que el deseo erótico, se elabora durante la fase de
enamoramiento, que implica un nivel de complejización mayor, pero aun posee elementos
de idealización y negación de elementos agresivos. En la fase de amor sexual maduro, la
idealización es más flexible, tolera la imperfección se vincula más con aspectos internos
de la persona, que solo con sus formas sensoriales, es decir, encuentra bello aspectos que
pueden ser difíciles de comprender, por ejemplo en recuerdos vividos con el otro (1995,
2003).
En la fase de amor sexual estable, la sexualidad se vive como una experiencia
sublime de entrega mutua y de consagración para, después recobrar su autonomía. Siendo
posible señalar que en esta fase se viven con gran intensidad los aspectos propios del
enamoramiento, aunque con un aspecto ilusorio, debido a la presencia de mecanismos de
idealización, negación y escisión. En conclusión esta fase consiste en el desprendimiento
del narcisismo propio para amar a otro (Capponi, 2003), (Ver anexo 7).
Como bien dice Kernberg, la experiencia de amor sexual maduro da intensidad,
consolidación y renovación a las relaciones amorosas, a través de toda la vida. Puesto que
la relación
entre excitación del deseo erótico y el goce sexual están directamente
relacionados con la calidad de vida y del futuro de una relación (1995),
35
Spivancow llama a esta etapa como: pos-enamoramiento considerando que si la
pareja perdura más allá del enamoramiento y luego del desenamoramiento se hablaría de
la fase de pos-enamoramiento: en esta fase surgen funcionamientos de autonomía y
diferenciación, disminuye la pasión, cobrando protagonismo el principio de realidad y las
fantasías de la realidad narcisística, se considera espacio para el desencuentro, aceptación
mutua de la distancia y de la no coincidencia, de la no posesividad. Pero deja en claro que
el amor del que se habla es difícil, porque implica gran elaboración de la frustración, del
placer postergado y desarrollo del proceso secundario. Por otra parte menciona que en
esta fase se transita entre las fases de enamoramiento y desenamoramiento, siendo esta
última más conocida como crisis (2005).
Otros dos aspectos importantes para definir el desarrollo de una relación de amor
estable son, por un lado el empuje regresivo hacia una fusión con el objeto amado, la
búsqueda aunque sea transitoria de una simbiosis deseada en una relación ideal con la
madre; y por otro lado la tendencia progresiva a la consolidación de las diferencias entre
las representaciones del Self y el objeto y más tarde a la integración de representaciones
totalmente buenas y totalmente malas. Esta última integración permite pasar desde objetos
parciales a objetos totales, lo cual a su vez marca el inicio de la capacidad para
preocuparse del otro y por ende la ternura es una expresión de esa preocupación por el
objeto de amor (Kernberg, 1995).
De acuerdo a las fases del amor descritas anteriormente, se pretende es comprender
el proceso dinámico que va desde que las personas se enamoran irracionalmente de otro,
hasta que deciden libremente comprometerse y construir una relación de calidad, que
satisfaga todas sus necesidades y requerimientos.
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A modo de resumen, se entiende que el tránsito por cada una da las fases, va de la
mano no solo con la maduración biológica, sino también psicológica. Esto explica que
personas que hayan pasado por las cuatro fases del desarrollo biológico, no
necesariamente habrán madurado psicológicamente lo suficiente como para ahcanzar la
fase de amor sexual estable. De ser así quedarán fijadas en etapas previas, como
enamoramiento, pre-enamoramiento o satisfacción parcial. Las características de cada
persona, que determinarán cómo se desenvuelvan con sus relaciones de parejas, no solo
corresponden a los cuatro elementos analizados en este capítulo, sino también incluye las
características estructurales revisadas en el capítulo anterior.
De la particularidad de cada una de las estructuras de personalidad y las fases del
amor, se puede hipotetizar en qué fases se desenvuelven cada una de ellas. En un primer
acercamiento la estructura neurótica, sería capaz de alcanzar la fase de amor estable; la
estructura limítrofe transitaría entre las fases de enamoramiento y satisfacción parcial y
por último la estructura psicótica quedaría imposibilitada para amar. Estos planteamientos
serán revisados en profundidad en el capítulo siguiente que trata sobre cómo aman las
diferentes estructuras de personalidad.
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5. ¿CÓMO AMAN LAS DIFERENTES ESTRUCTURAS DE PERSONALIDAD Y
CÓMO SE DESENVUELVEN EN LAS DIFERENTES FASES DEL AMOR?
Con el fin de responder a la presente interrogante, desde una elaboración más
personal, se tomará en cuenta todas las variables analizadas y revisadas hasta el momento,
en tanto características de personalidad y fases del amor.
5.1. El Amor de los Neuróticos
Dentro de las características relacionadas con su manera de amar, en encuentra la
constancia objetal, que funciona permitiéndoles integrar en un solo concepto los aspectos
positivos y negativos de la persona amada. Por otro lado al desaparecer la fase de
enamoramiento, para transitar a una de amor sexual estable, se flexibiliza el mecanismo de
idealización haciendo posible observar no solo las virtudes de la otra persona, sino también
sus defectos. De este modo la persona no se siente defraudada, ni engañada, ya que
comprende que las personas no son perfectas, cometen errores y tienen defectos como
todos, generando un sentimiento de amor más real y profundo, no disminuyendo la pasión,
sino todo lo contrario intensificándola.
Por otro lado el sentido de identidad integrado de estos sujetos, posibilita que
mantengan un concepto claro y definido de su pareja, de si mismo y de otros. Además al ser
capaces de manifestar empatía, entendimiento en sus relaciones y tolerar experiencias de
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abandono, ausencia o separación, tendrán la capacidad para comprender a su pareja en caso
de conflictos, dentro de una vivencia segura y tranquila.
Del mismo modo la prueba de realidad conservada, permitirá que ante una
dificultad amorosa, puedan hacer una evaluación objetiva de los hechos y no caer, por
ejemplo en un pensamiento mágico, como el de los histriónicos que tienden a exagerar y a
distorsionar la realidad. Debido a que pueden diferenciar aspectos internos de los externos,
se comparten las responsabilidades más allá de buscar un culpable, logrando enfrentar
juntos las dificultades y superarlas
Además poseen tres características muy importantes que se juegan en una relación
de amor de pareja en caso de pasar por un período de crisis, constantes peleas y
discusiones, que pueden llevar al término de la relación. La primera variable en juego es
la capacidad de tolerar la ansiedad, inevitablemente los conflictos de parejas conllevan a
situaciones muy estresantes, con altos grados de ansiedad, ya que si hay un conflicto es
porque no logran entenderse y de momento no saben como hacerlo, por lo tanto la
capacidad que tengan para tolerar dicha ansiedad será decisiva para su futuro. Estos
sujetos logran integrar las discusiones como parte de la relación y de la vida, pudiendo
responsabilizarse y haciendo frente a estos temas como adultos y no adquiriendo actitudes
infantiles como una forma de evitación. Por otro lado el control de impulsos les permitirá
pensar antes de actuar, conversar, comunicarse, reflexionar pudiendo llegar a acuerdos, en
vez de caer en la rutina de decir terminamos, realizar un actino out y marcharse cada vez
que haya un problema. Finalmente la capacidad de sublimación les permitirá
comprometerse con un sentido de trascendencia junto a su pareja, y a través de la
creatividad no se vean envueltos en la rutina y conflictos.
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Sobre el amor y las fases descritas principalmente por Capponi, se mencionan que:
son capaces de proyectarse, imaginar un futuro, trabajar para lograrlo, planificarlo,
organizarlo y más aún en una relación de amor dichos proyectos son compartidos,
uniendo a la pareja en un proyecto en común. Para lograrlo es necesario asumir ciertos
niveles de compromisos con las metas y con la persona amada, porque el compromiso da
permanencia en el tiempo, de lo contrario los planes no perdurarán y quedaran solo ideas
que nunca se concretan. Por otro lado la comunicación se vive profundamente e
íntimamente con la pareja, pudiendo lograr el grado de contacto emocional ideal en una
relación de amor, que los lleve a una relación satisfactoria y muy probablemente a una
relación de amor estable, manteniendo la identidad propia y la diferenciación en la
relación. Otro aspecto es la contención, definido por la capacidad que esta estructura tiene
para tolerar altos niveles de ansiedad y angustia, y en caso de que la pareja realice una
demanda, éste pueda contenerla. Y por último la vida sexual en la fase de amor sexual
estable, se vive como una experiencia sublime de entrega mutua, sin disminuir la pasión.
Finalmente y por todo lo analizado anteriormente, se menciona como hipótesis
teórica, que las personas de estructura neurótica pueden alcanzar la fase de amor sexual
estable, que corresponde a la última fase del amor descrita por Capponi.
Sobre el amor en el siglo XXI; el amor pensado de esta forma, parece ir en
extinción, hoy las relaciones no se viven con compromiso, sino todo lo contrario son
desechables, líquidas, aunque todavía hay personas que continúan creyendo en el amor,
ese amor que se preocupa por la otra persona, por lo que siente, qué piensa y en lo que al
otro le importa, tratándole como sujeto y no como objeto a beneficio propio.
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5.2. El Amor de los Limítrofes
Los sujetos con esta estructura se caracterizan por una difusión de identidad, ya que
no logran una definición clara y sin contradicciones de sí mismo y de su pareja. Siendo
incapaces de hacer una definición objetiva y realista que permanezca en el tiempo.
Mantener una relación con estos sujetos es muy cansador y degastador, porque la pareja
tiene que estar en constantes explicaciones y esfuerzos para que no termine la relación o
para que no cometa un acting out o convencerlo de que no lo abandonará. Se puede
terminar una relación, porque la pareja se siente sobrepasada, incomprendida, cansada o
porque el paciente limítrofe tenderá a desechar las relaciones cuando son contaminadas
por elementos negativos.
Por ejemplo las personalidades narcisistas desechan sus relaciones cuando
consiguen lo que quieren, es decir: que su pareja les preste toda su atención, las halague
como una forma de subir su autoestima, por eso que en general sus relaciones tienden a
ser cortas, terminando cuando el otro empieza a hacer demandas y la relación ya no se
centra en ellos.
Sobre en qué fases se desenvuelven las personas de estructura limítrofe, es posible
decir que tenderán más hacia una fase de pre-enamoramiento y menos a una de
enamoramiento, considerando que circulan entre ambas fases.
En cuanto a sus proyectos y compromisos; ellos encuentran sus propios proyectos y
buscan a otro con quien compartirlos, pero ese otro debe cumplir con una seria de
características, buenas, idealizadas, de lo contrario es descartada. La pareja debe cumplir
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con todas las exigencias que él le impone, solo así podrá tener una relación de pareja. Así
crea un proyecto que pueda compartir con su amado(a), le dará constancia y permanencia
a la pareja, pero en general no resulta porque esta estructura no es capaz de proyectarse,
hacer planes a futuro, planificar y menos junto a un otro.
La comunicación tiende a la simbiosis y a la fusión, porque al comunicarle todo a su
partner, pasado, presente y futuro, temen perder su identidad. Como dice Capponi aquí los
vínculos son más bien transitorios abiertos al desplazamiento y a la sustitución de
personas, del mismo modo se describe a las relaciones en la sociedad posmoderna; se
teme al compromiso por eso que no se asumen relaciones a largo plazo, limitándose a
relaciones pasajeras, transitorias y fugaces, a lo cual se referirá en el capítulo siguiente. Su
comunicación intuitiva es nula, ya que está preocupado de solucionar sus propias
ansiedades, entonces no va a poder intuir lo que el otro necesita, porque solo piensa en si
mismo. Como las personas limítrofes se basan en la idealización y minimización de los
aspectos negativos, el problema va a surgir cuando el otro, al transcurrir el tiempo juntos,
comience a ver los defecto del otro, entonces el limítrofe desechará la relación porque se
ha tornado conflictiva.
La capacidad de contención es considerada como un elemento caótico, debido a la
incapacidad de contener a otros, porque a penas puede contenerse a si mismo. Por otra
parte la vida sexual de estos sujetos se vive en torno al deseo erótico, pudiendo ser
satisfactoria, lo cual no asegura que la relación en si lo sea.
Con respecto al amor en el siglo XXI, hoy existe una tendencia a amar de una forma
más cercana a lo limítrofe, según las diferentes características de la sociedad que se
analizaran en profundidad en el capítulo siguiente.
42
En particular los sujetos con estructura limítrofe no toleran pasar por fases de desenamoramiento, porque al funcionar en base a la idealización creen que la relación debe
ser perfecta, por lo tanto al percatarse de los defectos de su pareja se decepcionan,
desechando la relación y descartando este proceso como parte del amor.. Estos sujetos
tienden a mantener relaciones basadas en el enamoramiento y cuando el amor entra en una
crisis o a la fase siguiente de desenamoramiento desertan de la relación, empezando otra
nuevamente, de manera que es muy poco probable que puedan establecer relaciones de
pareja a largo plazo.
5.3. El Amor de los Psicóticos
Las personas de estructura psicótica establecen relaciones de pareja poco
gratificantes o amenazadoras, ya que al tender a la fusión y la simbiosis temen que el otro
les robe su identidad y deje de ser él mismo, provocando graves sentimientos de
inseguridad y angustia.
Debido a que la prueba de realidad está alterada, no podrá evaluar de modo objetivo
los acontecimientos, cayendo en los delirios erotomaniacos, sin distinguir qué pertenece a
la realidad o a la fantasía.
Otro aspecto importante que influye en sus relaciones de pareja es la incapacidad
para integrar el amor y el odio; los aspectos positivos y negativos de las personas, debido
a que sus relaciones objetales tienden a ser parciales y más cercanas a la ausencia de
objeto. Para evitar caer en contradicciones y conflictos psíquicos estos pacientes utilizan
43
el mecanismo de escisión, separando lo bueno de lo malo, conservando las relaciones
totalmente buenas y separándose de las totalmente malas.
Sus proyectos y compromisos, son impuestos por la sociedad, se comportan como
niños, por la falta del padre, requieren de uno aportado por la sociedad, como un
psiquiatra, terapeuta o familiar. Se tratan de proyectos concretos sin trascendencia o
mucho sentido.
Sobre la contención, carecen de todo sentido de contenerse a si mismos y a los
demás, necesitando de la contención de sus padres o de alguna figura externa, de lo
contrario entran en conflicto, experimentando altos niveles de ansiedad y angustia.
Vida sexual en estos sujetos es bastante complicada, se puede vivir en el delirio, la
promiscuidad y la erotomanía. Hoy en el siglo XXI, a través de los medios de
comunicación la sociedad tiene más conocimiento de estas formas de amar desde la
psicosis, hoy se sabe más sobre los asesinatos pasionales, formas de perversión, de un
padre con sus hijas.
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5.4. Cuadro resumen sobre: ¿Cómo aman las tres estructuras?
Categorías de
análisis
Fortaleza del Yo
Neurótica
Limítrofe
Psicótica
A
B
M. B
Realidad
A
B
M. B
Identidad
A
B
M. B
Defensas
A
B
M.B
Categorías
Espaciales
Se proyecta
Dificultades para
proyectarse
No se proyecta
Registros
Simbólico
Imaginario
Real
Objeto Total
Objeto Parcial
Conflictivo
Objeto parcial v/s
sin Objeto
Contención
A
B
M.B
Comunicación
A
B
M. B
Proyectos
A
B
M.B
Vida Sexual
A
B
M. B
Operación edípica
*Verdrängung
*Verleilung
*Verwerfung
Capacidad de
Amar
Posible
Con dificultad
Imposible
R.O.
Simbología:
A: Alto
B: Bajo
MB: Muy bajo
* Ver
referenciales
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6. EL AMOR EN EL SIGLO XXI, UNA PERSPECTIVA
SOCIO – PSICOANALÍTICA
Para analizar la dimensión del amor en el siglo XXI, es preciso partir por
caracterizar esta sociedad que ha influido sobre la tendencia general de relacionarse,
vincularse y de amar que hoy tienen los individuos. Gavlovski parte señalando que la
cultura posmoderna, ha influido profundamente sobre la mente de los hombres, surgiendo
en ellos una sensación de vacío, falta de sentido en la vida, pérdida de expectativas,
incremento del narcisismo y la búsqueda de puro placer (2008).
Por otro lado Bauman caracteriza a la modernidad como una cultura de consumo, en
donde los productos están listos para su uso inmediato, las soluciones son rápidas, la
satisfacción es instantánea, los resultados no requieren esfuerzos prolongados, las recetas
son infalibles, los seguros cubren todo riesgo y las garantías consideran la devolución del
dinero. Por eso, la promesa que hace el mundo de aprender el arte de amar, mediante
relaciones de bolsillo, virtuales, desechables y sin compromiso, resulta falsa y engañosa,
ya que ofrecen un servicio como si se tratara de cualquier otra mercancía. Sin embargo su
oferta seduce y atrae, porque supone deseo sin espera y de esfuerzo sin sudor, pero a pesar
de este tentado ofrecimiento no se asegura la felicidad ni el escabullirse del verdadero
amor (2005).
Dice Lipovestky citado en Carlisky el año 2000, que en la cultura del narcisismo, se
experimenta el proceso de despersonalización del individualismo contemporáneo,
consistente en que cada uno se encierra en su propio espacio y se ocupa cuidadosamente
de si mismo. Es una cultura desprovista de solidaridad, en ella los vínculos, la amistad, la
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pareja, la familia, están poco comprometidos. La sexualidad se hace más libre pero sin
profundidad, y los lazos afectivos son menos estables, se multiplica el consumo, la regla
de pasarla bien y mantener la imagen.
Otra característica definitoria de la posmodernidad es que, ya no se trata de avanzar,
el tiempo no se concibe como dirigido hacia el futuro, los sujetos ya no se proyectan. Esta
característica primordial del sujeto posmoderno, se relaciona con la incapacidad que
tienen los pacientes de estructura limítrofe, para proyectarse y comprometerse con un
futuro más allá del día a día, ya sea solo o junto a un otro. Esta sociedad está obsesionada
por el deseo de olvidar, evitar la frustración y no recordar, entonces la cultura se entrega
al demonio de la velocidad y por eso se olvida tan fácilmente de si misma (Gavlovski,
2008). Un ejemplo muy típico de este panorama es; cuando se olvidan rápidamente las
noticias trágicas o encubren una noticia grave, como puede ser el robo al fisco, con otra
noticia totalmente diferente, por ejemplo con una de la farándula.
Del mismo modo que Bauman, Carlisky refiere que la sociedad crea las condiciones
para que los sujetos adquieran las características de mercancía, puesto que surge cuando la
sociedad pone en él esa significación. De hecho el poder de decisión que un paciente
adquiere de su inconsciente, en un análisis, constituye de por sí una mercancía de gran
valor. Si los tratamientos psicoanalíticos permiten al sujeto reflexionar y ser más
conscientes de si mismos y de su entorno, adquiriendo una visión crítica de ella, entonces
ellos constituyen una amenaza contra los principios que imparte esta sociedad. Del mismo
modo, si la sociedad provoca que el hombre posmoderno tienda a una exacerbación del
individualismo, negando la necesidad y la demanda del otro y por ende a eliminar la
frustración y el sufrimiento, en realidad lo que ocurre es una oposición de parte de la
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sociedad, al ejercicio del psicoanálisis, porque constituye un riesgo para la supervivencia
de la posmodernidad a costa de la supervivencia de los sujetos (Carlisky, 2000).
Esta cultura llamada del anti- insight, incluye por una parte el deseo de no desear y
por otra el deseo de no recordar, pensar, ni proyectar, como ya se mencionó
anteriormente. Lo cual va acompañado de una cordialidad light y por una indiferencia que
puede confundirse con tolerancia hacia el pensamiento ajeno (Carlisky, 2000).
Por otra parte Carlisky propone el año 2000, que la cultura posmoderna erosiona la
constancia objetal, por lo tanto los individuos de esta sociedad mantienen vínculos
parciales, lo cual a su vez es característico de las estructuras límites de la personalidad.
Como psicoanalistas se busca la constancia objetal que conserve el vínculo paciente –
analista, pero el contexto opuesto no lo favorece, ya que hoy predominan los vínculos
transitorios, esto constituye otra razón en la disputa psicoanálisis y sociedad actual
(Carlisky, 2000).
De este modo Aramoni señala el 2008, que el sujeto hipermoderno se define por la
inexistencia del otro, vive o está en una situación de desorientación. La desorientación es
como estar sin brújula, o es como llevar una vida en que todo puede ser, no hay fines,
metas ni proyectos y además la vulnerabilidad de los lazos sociales, genera un estado de
desprotección que deja al sujeto a merced de su mundo pulsional. El estar sin brújula, está
condicionado por una pérdida de los puntos de referencia que deja al sujeto a merced del
desamparo y la soledad. El punto de referencia al que se refiere es al de la función
paterna, de hecho hoy se es testigo de la gran falta y ausencia paterna que se vive. Es un
momento caracterizado por los sentimientos de inseguridad, de estar en riesgo, donde se
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producen rupturas de los vínculos sociales, hay grandes dificultades para encontrar una
significación a lo que aqueja.
Además, hoy en día, peligra lo íntimo, peligra la subjetividad, por ello se quiere
conservar la lógica de lo íntimo porque de ella depende la existencia de la subjetividad.
Lo hipermoderno se define por cuerpos insaciables en busca de objetos para completarse,
es decir, si obtiene lo que quiere y reconocimiento, es a precio de volverse un objeto para
el otro (Aramoni, 2008). Esto último, está en estrecha relación con la neurosis, ya que se
caracteriza por la gran dificultad que tiene para conectarse con su propio deseo y dejar de
ser el objeto de deseo de los demás.
Moise el año 2007 señala antes que Aramoni, que nunca antes se había dado una
invasión de la vida privada mayor que la de esta época. Lo cual se explica porque en la
sociedad actual funciona fuertemente la envidia, que parece aborrecer las diferencias y
para controlar que no las hubiera, todo debe ser público. También se refiere al sentimiento
de pertenencia, basado en la necesidad de estar incluido en un vínculo, ya que pertenecer
es sentirse sostenido y sujetado, además entrega permanencia y estabilidad. Formar parte
de un conjunto, estar en la mente del otro, se relaciona con el estar vivo, en cambio no
pertenecer, estar fuera de un vínculo, es como estar fuera del mundo del yo y del si
mismo. La sensación de no pertenecer invadiría al yo y se expandiría como ansiedad de
no ser, de no tener. Hoy la sociedad debe enfrentar ser testigo impotente del creciente
problema social de desamparo y soledad que trae el problema de no pertenencia. Es muy
probable que debido a eso, hoy en día hayan surgido una gran variedad de tribus urbanas,
como una forma de sentirse parte y perteneciente de algo.
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Los individuos que necesita esta sociedad para subsistir son aquellos que son
grandes consumidores cuyos gustos están estandarizados y puedan ser fácilmente
influidos por su entorno. Pero además que tengan la capacidad de ver a los otros como
cosas u objetos que se pueden cambiar cuando dejen de ser útiles o servibles (Colina,
2008). Lo anterior también es una de las características de la organización limítrofe, más
cercano al estilo narcisista ya que éste considera y trata a los otros como objetos parciales,
utilizándolos a su beneficio propio.
Por otro lado, hoy han surgido nuevas patologías llamadas de consumo como las
adicciones, la bulimia y la anorexia; las patologías del vacío como la depresión, droga,
suicidio y formas de auto-agresión localizadas en el cuerpo (Colina, 2008).
Por consiguiente, las actuales tendencias y estilos de convivencia oscilan entre el
aislamiento y el consumismo, el sentimiento angustioso de soledad se intenta abatir a
través de relaciones pasajeras, superficiales, liberales y encuentros casuales. En las
relaciones cotidianas laborales y sociales no se encuentra mucho amor ni mucho odio, hay
más bien una amistad superficial, una amistad sutil: por si me sirves más tarde y una
equidad más que superficial, una equidad que consiste en yo te doy si tú me das. Estas
características de las relaciones sociales modernas implican un decremento de habilidades
sociales como la capacidad de ponerse en el lugar del otro y tratar de entenderlo, es decir
la empatía o la capacidad de enfrentar y resolver conflictos a través de la comunicación,
por lo tanto aumentan el narcisismo y la enajenación y estas, a su vez, la soledad. (Colina,
2008).
Hoy es bastante frecuente encontrar a dos personas que dicen estar enamoradas,
pero no sienten amor por nadie más que por ellos mismos. En realidad es más una
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manifestación de egoísmo, en que dos seres se identifican el uno con el otro y resuelven el
problema de la separatividad convirtiendo al individuo aislado en dos. Tienen la vivencia
de superarlo,
siendo que están separados del resto de la humanidad, siguen así,
enajenados de si mismos, resultando de su experiencia de unión nada más que una ilusión
(Fromm, 1986).
La sociedad está compuesta por individuos líquidos modernos, cuyo centro de
atención son las relaciones caracterizadas por intensos y profundos sentimientos de
ambivalencia, ya que, por una parte hombres y mujeres se encuentran desesperados al
sentirse fácilmente descartables y abandonados a sus propios recursos y por otra están
ávidos de la seguridad de la unión y de una mano servicial con la que puedan contar en los
momentos difíciles. Es decir, están desesperados por relacionarse, aunque desconfíen todo
el tiempo de estarlo, particularmente de estarlo para siempre, porque temen que ese estado
pueda convertirse en una carga y ocasionar tensiones que no se sientan capaces ni
deseosos de soportar ya que pueden limitar severamente la libertad que necesitan, para
paradójicamente, relacionarse. El ser humano nunca está satisfecho y si sus relaciones son
verdaderamente satisfactorias y plenas, suele surgir una sensación de exceso y rechazo
(Bauman, 2005).
Algunos de los tipos de relaciones que hoy existen, como un modo de controlar el
temor de estar atado a una relación y perder la libertad, son: las relaciones de bolsillo tan
cotizadas por estos días. Este tipo de relaciones puede sacarse en caso de necesidad y por
el contrario pueden volver a sepultarse en las profundidades del bolsillo cuando han
expirado y no resultan necesarias (Bauman, 2005).
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En consecuencia, en este mundo en que comprometerse con el futuro es tan
imposible como ofensivo, una alternativa para no comprometerse es darse un tiempo, lo
cual resulta ser una de las vías más utilizadas hoy en día, que en general ocurre cuando uno
de los dos sigue enganchado y por el contrario la otra parte no, se siente inseguro o no
quiere ver comprometida su libertad y la otra alternativa es comprometerse a medias
(Bauman, 2005).
Del mismo modo, otro término que se utiliza para nombrar a las relaciones del
mundo moderno es el de parejas semi-adosadas, que han hecho estallar la sofocante
burbuja de la pareja y que se destacan por hacen las cosas a su gusto. Se trata de parejas de
tiempo parcial, aborrecen la idea de compartir la casa y prefieren conservar separadas las
viviendas, las cuentas bancarias y los círculos de amigos y compartir su tiempo y espacio
cuando tienen ganas, pero no en caso contrario (Bauman, 2005).
Otra forma de establecer relaciones de pareja en la modernidad líquida, corresponde
a la red virtual, según lo propuesto por Bauman este tipo de relaciones, a diferencia de las
verdaderas relaciones, se caracterizan por ser de de fácil acceso y salida, parecen sensatas e
higiénicas, fáciles de usar y amistosas y principalmente desechables ya que uno siempre
puede apretar la tecla delete (2005). Sobre el mismo tema Aramoni más recientemente
empatiza con Bauman, al decir que el amor aparece como una realidad virtual, inodoro,
incolora e insípida, ocurre a través de una pantalla, donde puede estar dieciocho horas
conectado, puede tener las relaciones virtuales que desee, hacer conexiones con personas de
todo el planeta y enamorarse perdidamente de cualquier interlocutor. Enamorarse hoy
parece ser muy sencillo solo necesito marcar un número, meter una clave y aparecen en la
pantalla una serie de alternativas amorosas con sujetos de todo el mundo metidos en un chat
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buscando desesperadamente un interlocutor que les diga que no están solos, que tienen
muchas cosas en común, que son simpáticas, inteligentes, que piensan lo mismo y que están
hechos el uno para el otro, como dice Bauman, desesperados por relacionarse. Sorprende de
sobremanera la velocidad con que se vive, ¿qué pasó con las feromonas, con el cortejo, el
olor y el coqueteo, la torpeza del acercamiento, la mano sudada y el primer beso?, ¿eso
también pertenece a la prehistoria? (2008).
Los seres humanos líquidos suelen optar por alguno de los modos de relaciones
anteriormente señalados y tienen claro que las relaciones a largo plazo imposibilitan
cualquier modo de relación libre, abierta o de bolsillo (Bauman, 2005).
En consecuencia es posible decir que la definición clásica del amor hasta que la
muerte nos separe, está definitivamente pasada de moda, ha expirado su fecha de
vencimiento y a sido desplazado por la reconocidamente temporaria cohabitación del tipo
veremos como funciona, de tiempo parcial y flexible. La desaparición de esa idea,
inevitablemente implica la simplificación de las pruebas que esa experiencia debe superar
para ser considerada como amor, cuando en realidad está muy lejos de serlo, ya que se
satisface meramente el deseo o las ganas. Justamente esta característica de satisfacer el
deseo corresponde a las estructuras de personalidad limítrofes. Que hoy en día las
personas puedan tener varias relaciones a lo largo de su vida, no significa que haya más
personas que cumplan los requisitos para ser objetos de ese amor, sino que los estándares
ahora son más bajos y en consecuencia el conjunto de experiencias definido como amor se
ha ampliado enormemente. Llegando, incluso a nombrar las relaciones de una noche
como hacer el amor. Debido a lo cual, da la impresión de que el amor es una destreza que
se puede aprender y que su experticia y dominio aumenta con la cantidad de experiencias,
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sin embargo se trata meramente de una ilusión, pues la clase de destreza que se aprende es
la de terminar rápidamente una relación, para volver a empezar otra nuevamente, salir
ileso de ellas con pocas heridas profundas y sin cuidados especiales que eviten los daños
colaterales,
más que componer o reparar los daños que una relación puede dejar
(Bauman, 2005).
Por un lado el deseo es el anhelo de consumir, de absorber, devorar, ingerir y
aniquilar y después de satisfacerlo llega el momento de deshacerse de los desechos. Por el
otro el amor es el deseo de querer y preservar el objeto querido, el amor implica el
impulso de proteger, nutrir, dar refugio y también de acariciar y mimar o de proteger
celosamente. Amar significa estar al servicio, estar a disposición, esperando órdenes, pero
también puede significar la expropiación y confiscación de toda responsabilidad. Si el
deseo ansía consumir, el amor ansía poseer (Bauman, 2005).
Los amantes o enamorados deben elegir entre el amor y el deseo. Pues la
integración de ambas no resulta fácil, implica un trabajo arduo y comprometido que los
individuos líquidos no están dispuestos a asumir. Ellos no desean ningún tipo de
compromiso a ningún tipo de costo. Sin embargo en el mundo líquido moderno donde se
median estos encuentros románticos o fogosos, predomina el deseo o formas de
enamoramientos. En cuanto al deseo, éste necesita tiempo para germinar, crecer y
madurar, pero éste tiempo, cada vez se vuelve más y más largo, difícil de alcanzar. En el
caso de las parejas, y especialmente de las parejas sexuales, hoy se prefiere satisfacer las
ganas en vez de un deseo, implica dejar la puerta abierta a otras posibilidades románticas
y que a su vez pueden ser más satisfactorias que las primeras (Bauman, 2005).
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El compromiso implica mucho más que el resultado de otras cosas, como el grado
de satisfacción que nos provoca la relación, si es una alternativa viable y si la posibilidad
de perderla, significará una gran pérdida, tanto emocional, de tiempo e incluso gastos.
Aunque las promesas de compromiso no aseguran el buen porvenir de una relación, por lo
tanto comprometerse a medias o con una relación que no significa nada a largo plazo, es
un arma de doble filo, pues no solo la persona que así lo decidió puede desertar de la
relación o embarcarse definitivamente, si no el otro también tiene en su poder dichas
armas. La conciencia sobre que el otro puede decidirlo, aumenta más su inseguridad lo
que puede llegar a ser casi insoportable. Cuando las personas se enmarcan en una relación
de pareja, se ven sometidos a conflictos, situaciones tensionantes que deben solucionar,
pero no saben cómo hacerlo y la inseguridad que les genera, hace más difícil ver la salida.
Entonces parece que la única salida es salir realmente y no intentar reparar los daños
(Bauman, 2005).
Estas relaciones se caracterizan por poseer intenciones muy modestas, es decir: no
se hacen promesas, ni declaraciones, cuando existen, no son solemnes, ni están
acompañadas por música, ni manos entrelazadas, casi nunca hay una congregación o
testigos, uno pide menos y se conforma con menos, y por lo tanto, hay una hipoteca
menor por pagar. Por lo tanto crear una relación a largo plazo no es su prioridad, ya que lo
único que queda es la experiencia de haber sido abandonado a la propia compañía, sin
nadie con quien contar que nos acaricie, consuele y de una mano, es atemorizante y
espantoso (Bauman, 2005).
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7. ANÁLISIS DE CASOS.
7.1. Hamlet: Un caso de neurosis obsesiva.
La tragedia comienza, como dirá Aramoni, con la disputa entre dos hermanos, en la
cual uno da muerte al otro apropiándose no solo del reinado sino también de su esposa e
hijo. Se desata entonces una historia basada en la venganza, de ese hijo al querer dar muerte
a su tío llamado Claudio y ahora padrastro. El padre de Hamlet, encarnado en un fantasma,
le pide a su hijo que vengue su muerte, y como dirá Miller más recientemente en el 2006, el
neurótico padece en la medida que el fantasma los endeuda. Llama la atención que en la
conversación ambos están de acuerdo que a quien se debe castigar es al cuñado y no a la
reina, sorprende la forma en que la consideran: ellos creen que la madre ha sido una
persona seducida, engañada como si se tratara de una niña incapaz de defenderse y de
razonar (2003).
Si Edipo es incesto, Hamlet es la ausencia de castración. ¿qué pasa entonces cuando
no hubo, cuando falto? ¿algo sustituye la ausencia?. Podríamos decir que cuando falto el
padre o cuando su figura fue tan frágil, tan ausente, tan borrosa como en el caso del
obsesivo, cuando la metáfora paterna estuvo pero fue en extremo fallida, su lugar, es
ocupado por la voz lejana de un fantasma. La duda obsesiva podría ser planteada entonces,
con la inquietante pregunta, ¿existió o no existió mi padre? o bien ¿la metáfora paterna
existió, pero está en fuga? (Gorn, 1995) como dice Aramoni la imagen del padre es tan
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distorsionada que cree y no cree, debe poner a prueba, es por tanto, un fantasma que hay
que atravesar (2003).
Gorn y Polo coinciden en que: en Hamlet hay una dificultad para la constitución
misma del deseo, o para alcanzar el objeto de deseo, lo cual tiene que ver con el duelo, es
decir, con la castración, por lo cual es necesario que algo deba perderse para vivir ese
duelo. Cuando el deseo se presenta, Hamlet sale a buscarlo y se encuentra con su padre
fantasma que le encomienda cumplir con su deseo, que es más bien el propio, del cual no es
plenamente consciente (1995 y 2007). Una de las características de las neurosis es
precisamente la dificultad que ellos tienen para conectarse con su deseo y dejar de ser
objeto de deseo de los otros, por ejemplo Hamlet se limita a cumplir el deseo del padre, sin
tener claro si también constituye su deseo.
Pero este joven talentoso, lleno de virtudes mencionará Aramoni, más adelante en el
año 2003, no realiza nada durante su vida, todo su quehacer se reduce a criticar el nuevo
matrimonio de su madre, el poco interés por el duelo, por la venganza de su padre y la
sexualidad que la reina ejerce con su tío. Hamlet es una persona que desperdicia su
juventud, mal empleando de una forma impresionante su tiempo, pues lo dilapida sin usarlo
para algo realmente importante; toda su energía y tiempo lo dedica a una venganza que
nunca se lleva a cabo (Aramoni, 2003). Desperdicia su tiempo, porque tiene dificultades
con su goce, necesitando de un aparato de contención para resolver problemas como la
cuestión del goce, este goce que no se vive más que en el pensamiento (Aramoni, 1999). La
necesidad de un aparato de contención se traduce en la incapacidad para contenerse él
mismo y entregar contención a otros, por ejemplo cuando Ofelia le da a entender que ella le
ama y lo confronta con sus sentimientos hacia ella, primero no sabe identificar su verdadero
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deseo y no sabe cómo contener lo que ella le entrega. Ante lo cual Hamlet no tiene más
remedio que impulsarla a que ingrese a un convento haciéndole creer que no siente nada
por ella y menos que la ama.
Estos individuos, viven la vida como si no fuera de ellos, como actuada, pues viven
para cumplir una promesa, obedecer una orden, luchar contra sentimientos de culpa, es
decir viven como se debería vivir pero no como se quiere vivir. Como Hamlet que vive
para cumplir la promesa que ha hecho a su padre de vengar su muerte, esto a causa de lo
difícil que les resulta contactarse con su deseo y llevarlo a la acción (Aramoni, 1999). La
forma de vida que lleva Hamlet también se relaciona con la incapacidad de plantear sus
propios proyectos a futuro, algo muy distinto a vivir para cumplir la promesa de otros o
vivir en función de los proyectos de otros. Se entiende que al no tener metas propias,
tampoco hay un futuro, algo porqué vivir, por eso la historia de Hamlet se desenvuelve en
torno a la muerte, además de no tener una relación de amor que lo salve de la muerte y le de
vida.
Hay dos mujeres en la vida de Hamlet su madre y Ofelia una joven a quien le da
entender que le ama. La mujer para el obsesivo es la que tiene que estar enclaustrada en su
pureza o de lo contrario, si es atractiva o le inquieta tiene que repudiarla, guardarla, alejarla.
Si ella promete brillar, si de pronto ella irradia el brillo fálico cae ante Hamlet como un ser
deshonrado, esto es lo que sucede con Ofelia, la impulsa hasta que ella ingresa a un
convento (Gorn, 1995). Hamlet es principalmente improductivo, superdotado, tímido
sexual, ligado de forma irreductible a su madre e incapaz de llevar una vida sexual con una
mujer a la que decía amar, porque nunca se lo dijo, él lo sentía pero nunca se atrevió a
confesarlo, ya que los neuróticos se caracterizan por dedicar mucho tiempo a pensar ¿cómo
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se lo dirá? y si ¿se lo dirá o no?, pues lo hace de una manera intelectual, académica,
racionalizando todo pensamiento como un mecanismo de defensa ante la perturbación, una
forma típica de los neuróticos; pero no se declara de forma simple, sencilla, elemental como
lo haría cualquier joven de su edad. Sus reacciones frente a las emociones, el amor, la
sexualidad son caóticas y presumiblemente infantiles, inmaduras, erráticas; por lo cual no
vive su sexualidad plenamente, no ha elaborado el deseo erótico como algo satisfactorio y
saludable. La relación con su madre es bastante cruda, él exige o anhela que su madre sea
célibe, virgen , lo que lo molesta enormemente es que en ausencia de su padre ella deba ser
para él solo y no es así., además de ser una madre leal, digna, amorosa, fiel y pura, por lo
tanto idealiza a su madre como también lo hace con Ofelia (Aramoni, 2003).
Debido a que los pacientes neuróticos tienen mucha dificultad para enfrentar la
verdad, reprimen, como un mecanismo de defensa de esta organización (Aramoni, 1999).
Otra característica de los neuróticos obsesivos es que son pésimos investigadores –
experimentadores, ya que con una sola experiencia mal vivida establece una generalización
absoluta, una ley sin excepciones y lo que es peor apuesta a su futuro, su alegría y su
productividad (1999). Además siempre están en la lucha entre el deber y el trabajo frente al
placer y la creatividad, debido a que de niños les han tratado como una persona madura
(Aramoni, 2000).
Parece que los neuróticos viven en el pasado. Muchos neuróticos detienen el reloj y
continúan siendo niños, por ejemplo detienen el reloj psicológico el que marca la
maduración espiritual y emocional de un individuo, es decir detienen lo que les llevará a ser
objetivos, a razonar a producir utilizando sus potencialidades diversas; sexuales, entre otras
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a amar (Aramoni, 2000). Como Hamlet que no creció no se transformó en adulto,
quedándose en la imagen de niño contenido que ama a su madre, la ama eternamente, ya
que hay algo de la falta en cuanto a la prohibición del incesto.
Por otra parte, en la neurosis como en Hamlet la sexualidad no se realiza nunca, se
lleva a cabo en forma extemporánea, anacrónica, de modo heterodoxo o extravagante,
permanece siendo niño en cuanto a su sexualidad, y por ende disiente y choca en el modo
sexual de los adultos, manifestado en el horror de que su madre mantenga relaciones
sexuales satisfactorias con su tío. O bien puede postergar la sexualidad por inseguridad,
temor o sentimientos de culpa; la pospone y la deja para una mejor oportunidad (Aramoni
2000).
Si una persona normal en que su tiempo es algo establecido, al contraer un
compromiso con otra persona anormal, como puede ser un neurótico obsesivo, cuyo tiempo
es caótico, porque su tiempo no importa, no sirve, entonces ese compromiso se vuelve una
especie de construcción delirante, que no va a realizarse en absoluto, yendo directamente al
fracaso (Aramoni, 2003)
Hamlet era un enamorado de su madre, la ama más que a su padre, ama a una mujer
a la que nunca ha mostrado más afecto que como niño o como joven pero nunca como
hombre. El aspiraba que el morir su padre, su madre permaneciera totalmente casta y
dedicada a su único hijo que la amaba y quienes vivirían el uno para el otro. Al final la
madre es la única beneficiada, se queda con un nuevo esposo, enamorado, sensual y quizá
hasta mejor sexualmente, no se ausenta, ella gana todo y Hamlet pierde todo incluso manda
a una mujer al convento como forma de racionalizar los asuntos carnales. (Aramoni, 2003).
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Hamlet idealiza a su madre, colocándola en una imagen totalmente perfecta, ideal; algo hay
acá sobre la falta de la inscripción de la ley.
A modo de resumen es necesario señalar por qué este caso es un ejemplo del amor
en la neurosis, más específicamente de una neurosis baja, es decir, cercano a lo limítrofe.
Primero porque presenta la dificultad típica de la neurosis de conectarse con su deseo al
seguir siendo el objeto de deseo del otro, en este caso de su padre, quien le encomienda que
vengue su muerte y por otro lado cuando no es capaz de hacerse cargo de los sentimientos
que sentía por Ofelia, dejándola ir sin descubrir que sentía amor por ella.
En cuanto a su capacidad para a amar, Hamlet no posee la capacidad de contenerse a
si mismo y menos de contener a otro, por ejemplo cuando Ofelia se declara insinuándole
que le gusta, éste no sabe qué hacer y lo único que le queda es tratarla mal para obligarla a
que se enclaustre en un convento. Además no posee ni proyectos ni metas propias a largo
plazo que le den sentido a su vida y ganas de vivir. En cuanto a su vida sexual, es como si
estuviera en la fase de latencia, no hay elaboración de su deseo, lo reprime como también
racionaliza sus verdaderos sentimientos hacia Ofelia, quedándose en el pensamiento ¿se lo
diré o no se lo diré?, ¿cómo se lo diré?, como mecanismos de defensa neuróticos ante la
angustia sentida. Esta dificultad de amar en Hamlet se observa claramente en el fracaso que
tiene en sus relaciones amorosas, quedándose fijado a su madre idealizándola como la única
mujer perfecta que merece total admiración, ésta idealización que es un mecanismo de
defensa propia de la estructura limítrofe. El análisis de Hamlet se entiende como una
neurosis baja, a causa de la presencia de los mecanismos de idealización y devaluación que
están a la base, los cuales son más típicos de estructuras limítrofes de la personalidad.
61
7.2. Casanova: Un caso de amor limítrofe.
Este personaje libertino insolente y jugador impenitente, se burla de las leyes y de
los límites comúnmente impartidos a los hombres, solo deja de apostar cuando ya no tiene
nada. Demasiado libre para obedecer, demasiado insolente para plegarse, demasiado vivo
para permanecer en su lugar, dirá Casanova: Cultivar los placeres de mis sentidos fue en
toda mi vida mi principal ocupación. Casanova es el hombre de todas las felicidades,
organizador de cenas, fiestas, bufonadas, orgías, excesos, consagra su vida a lo inútil y su
existencia entera no conduce a ninguna parte. Esta incapacidad para proyectarse es una de
las características principales de las personas limítrofes. Le gustaba cambiar su imagen,
jugar con las máscaras, pues ellas representan la incertidumbre y posibilidad de cambios
súbitos. Reconocido como comediante, por su capacidad para envolver a las mujeres. Lo
esencial de él es la impostura y la ilegitimidad. Este jugador empedernido no guarda nada,
escapa de las leyes, de lo real, del querer humano, transgrede los límites. Nuevamente la
perspectiva del mañana no tiene importancia, viviendo en el presente sin pasado, presente
que no existe, sino en su actualidad misma (Maier, 2004).
Por tanto Casanova se instala en un mundo de entre dos, entre el mundo de la
comedia y el mundo común, pero este entre dos también representa a las mujeres. Las
mujeres que son de un fuerte anclaje social les produce temor, manteniendo distancia de
ella y las mujeres del pueblo, sufrientes, abandonadas, son a quienes conquista y seduce.
Estar entre dos mundos, representa la ambivalencia, la posibilidad de que todo puede
cambiar, llegando incluso a la ambigüedad del sexo. Este libertino detesta las coordenadas
62
fijas y los caminos marcados, también está entre dos nombres, se llama Casanova, pero se
hace llamar Seingalt, hasta los nombres son intercambiables. Este acto ¿puede ser una
forma de separar a la persona del personaje? (Maier, 2004). Estar entre dos mundos, entre
dos tipos de mujeres y entre dos nombres, refleja el uso del mecanismo de defensa de
escisión que está a la base, el cual es propio de las estructuras limítrofes de la personalidad.
Por otro lado estar en contra de la ley y de las normas representa la dificultad que los
limítrofes tienen para incorporarla.
Casanova vive en un mundo de ambigüedades, la cual va necesariamente de la
mano de la sospecha, por eso que cuando llega una amante diciendo que esta embarazada
de él, su primera reacción será dudar, de modo que nunca se hace padre de nadie, siendo la
paternidad para él solo una cuestión del azar, solo algunas veces cuando sus hijos son
iguales a él, acepta su paternidad, pero sin asumir ninguna responsabilidad. Hombre
superficial, desde su infancia, este hombre se ofrece como fruto del azar, nacido
fortuitamente, es abandonado por sus padres, que no se ocupan de él confiando su
educación a otros. La madre de Casanova está marcada por un rasgo negativo, sombrío,
esta mujer de corazón seco que no se interesa por su hijo no está asociada a ningún
recuerdo placentero (Maier, 2004).
Quién encana la figura del padre en Casanova no es su padre biológico, sino un
hombre veneciano Bragadin, es él quien le enseña a jugar, devela a Casanova las reglas del
juego, del azar, pero de todos modos este señor tampoco encarna la ley para Casanova.
Porque de hecho sus enseñanzas están por fuera de la ley, al aprender todo de él lo despoja,
dejándolo a un lado una vez que aprendió todo lo necesario (Maier, 2004).
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Este libertino cree que todo le está permitido, él es inocente y tan desvergonzado
que nunca se arrepiente porque nunca siente culpa. La barrera del incesto no existe, el padre
no está prohibido a su hija, incluso dice que no debiera haber diferencias entre un padre y
su amante, señala textualmente: nunca pude concebir como un padre podía amar
tiernamente a su hija encantadora sin haberse acostado al menos una vez con ella; de hecho
consuma el incesto con su hija, dejándola embarazada (Maier, 2004). Este antecedente hace
pensar que Casanova, un ejemplo de lo limítrofe, toma el lugar de lo perverso, al no haber
incorporado la prohibición del incesto, manteniendo relaciones sexuales con sus hijas.
Casanova intenta salvar a las mujeres que ama, las alienta a casarse con otro,
diciéndoles: ese bello hombre refinado, joven y rico te ama, creí ver que te placía y deseoso
de verte feliz y no sujeto a los caprichos de la fortuna quiero hacerte considerar de lejos una
suerte feliz. Contrariamente a Don Juan que desvía a las mujeres de su camino, Casanova
intenta asegurar a sus compañeras un futuro apacible, una situación estable, las acomoda y
podría decirse que las ubica. No deja de reiterar la misma historia: salvar mujeres, hacerse
abandonar, hacerse rechazar por las autoridades y fugarse (Maier, 2004).
Casanova ama a todas las mujeres sin exclusividad, está al servicio de ellas,
Casanova es el objeto de las mujeres, siempre objeto nunca sujeto. La mayoría de las
mujeres con que se cruza son pobres, desterradas, no se resiste a las lágrimas de aquellas
que son desgraciadas, socorre a las que sufren. Salvar la situación de las mujeres no basta,
pues las salva amándolas, amar y salvar es uno. Al hacerse objeto al servicio de las mujeres
y de su placer, Casanova les impide a ellas convertirse en objeto de goce, se deja abandonar
por las mujeres que ama, porque las ama. Opta sin duda por el goce en vez de la felicidad,
que implique formar una vida a largo plazo con una de sus amadas, lo cual es característico
64
de las estructuras limítrofes. La premisa de Casanova es: te amo siempre que te pruebe mi
deseo, te haga el amor, con entusiasmo y siempre que me abandones. Hace enrojecer a los
demás pero él se jacta de no ruborizarse de rechazar toda emoción. Y su ley es: no hay
mujer en el mundo que pueda resistirse a los cuidados constantes y a todas las atenciones
de un hombre que quiere enamorarla. Pero hay una mujer que viene a interrumpir ese ciclo,
llamada Charpillon, vendrá a trastornar las certezas de Casanova quien es cruelmente
castigado por esta mujer, además abusa sacándole dinero y burlándose de él sin consentir
nunca en volverse su amante. Esta es la primera vez que Casanova se encuentra
confrontado con el deseo del Otro. Entonces depone las armas y se vuelve prudente y
abandona sus ropas suntuosas; solo entonces envejece aquel que hasta el alba de sus
cuarenta años había vivido el tiempo de una eterna juventud (Maier, 2004).
A modo de conclusión, es posible señalar que Casanova ama desde lo limítrofe,
entrecruzándose con lo perverso por lo siguiente: Al dividir el mundo en dos, incluso
dividir las mujeres y sus nombres, utiliza el mecanismo de defensa de escisión, mecanismo
a la base de la estructura limítrofe.
Por otra parte Casanova no tiene ley, para él no hay norma, lo cual se explica por la
no incorporación de la ley, por la ausencia de la figura paterna. No tener ley puede llegar al
extremo de incluso mantener relaciones sexuales con sus hijas, por lo cual es posible
plantear que aquí Casanova se entrecruza con lo perverso, entendiendo que lo perverso en
Lacan equivale a la estructura limítrofe en Kernberg. Por otro lado no asume
responsabilidades ni como padre, ni amante, ni hombre, haciéndose abandonar antes de que
sus mujeres le demanden tiempo, atención, exclusividad, estabilidad. Pero además se hace
65
abandonar por la incapacidad para contener a otros, lo cual puede deberse a la ausencia de
atención y contención de la figura materna en su infancia.
Otra característica de su incapacidad para amar es que Casanova no se proyecta,
siendo esta la principalmente característica de la estructura limítrofe, vive el presente sin
futuro incluso sin pasado, por eso que las relaciones no tienen futuro, duran lo que dura una
relación sexual, para luego hacerse abandonar por ellas. En cuanto a su sexualidad se queda
en el deseo erótico, en el goce, la satisfacción, el placer, no pudiendo incorporar la parte
amor, ternura y responsabilidad por el otro.
7.3. Un amor posible: Un caso de erotomanía
Fernández, al igual que Miller señalan que es posible que el psicótico establezca una
relación amorosa, caracterizada por la abolición de él como sujeto, pero en realidad se trata
de un amor muerto (2001 y 2006). El siguiente caso se trata sobre el amor erotomaniaco,
como una forma de lograr cierta estabilización en un psicótico, por medio de la escritura a
ese ser amado. El presente caso a analizar fue tomado del libro de Jacques-Alain Miller
sobre El Amor en la Psicosis; consiste en una mujer de cuarenta y siete años, cuyo inició
psicótico se remonta a sus 20 años, se desempeña como maestra, lo cual tuvo un importante
papel en sus estabilizaciones. Las primeras manifestaciones fueron de naturaleza paranoica,
con intensidad variable en períodos más o menos prolongados de silencio. Por un lado
presenta una forma de erotomanía7, la cual pudo disminuir su angustia persecutoria; por
7
Ilusión delirante de ser amado o delirio pasional amoroso, (Laplanche, 1996).
66
otro, la certeza de ser amada y la respuesta sin fallas a su demanda lograron oponerse al
retorno de un goce localizado en perseguidores dispuestos a matarla (Miller, 2006).
Sobre algunos antecedentes familiares, es importante mencionar que el padre tiene
una manera muy particular de responder a las demandas de amor de su hija, por ejemplo
una vez que le escribió una carta, él se la devolvió con correcciones de ortografía. Debido a
este hecho sufrió durante años el temor a que sus alumnos o maestros se percataran de su
falta de ortografía. Otro momento en el que demanda el amor de su padre fue cuando sufrió
una descompensación, le pidió que la abrazara y él la bofeteó. Las actitudes del padre dan
cuenta de la presencia de un super yo gravemente sádico, propio de la organización
psicótica. También tuvo delirios respecto a los deseos incestuosos que creía que su padre
tenía con ella. En cuanto a la relación con su madre señala que es bastante dominante e
intrusiva, no la deja ser. La madre califica a su padre de siniestro acusándolo de haberlas
dejado en la calle, le da asco y cuando muere ninguna de las dos siente su ausencia, porque
refieren que era como un mueble (Miller, 2006).
Al comienzo, el cuadro psicótico se presenta con delirios persecutorios, que
consisten en el deseo que tienen los otros, de matarla, tanto de parte de la Comunidad
Europea como de sus amigos de la juventud con quienes había mantenido relaciones
sexuales y su analista (Miller, 2006).
En el transcurso de la terapia, la paciente mantiene dos relaciones amorosas
importantes; la primera la recuerda con dolor y la segunda con amor. La primera surge al
poco tiempo del inicio de su psicosis, con un hombre mayor, militar, de ideología fascista, a
quien conoció por intermedio de su madre. Viajan juntos a Alemania donde solían pasar
encerrados horas en un cuarto de hotel, en el que ella debía seguir con mucha atención las
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explicaciones de tácticas militares que él le explicaba en un pizarrón. La paciente recuerda
esta época con mucho dolor, debido al carácter dominante del sujeto al tratar de imponer
ideas que a ella le parecían extrañas y sin sentido (Miller, 2006).
En cambio la segunda relación tiene un desarrollo mucho más extenso y diferente
porque aquí se manifiesta el delirio erotomaniaco. A los dieciocho años conoce a un
funcionario que le trataba muy bien, de quien se enamora y tiene la certeza de que él está
enamorado de ella aludiendo a que le trata muy distinto que a las demás mujeres, porque no
la hacía esperar y la atendía con premura y diligencia. Después por mucho tiempo continúa
creyendo que él seguía enamorado de ella, sin embargo nunca iniciaron una relación
amorosa, sino todo lo contrario, ambos mantenían relaciones sexuales con distintas
personas. Las relaciones sexuales que mantuvo con diferentes y numerosos amantes,
causaron la transformación de ellos en sujetos perseguidores que querían matarla o mostrar
públicamente las fotografías pornográficas que le habían tomado. De allí surgen altos
niveles de angustia asociados a las relaciones sexuales, pero que a la vez seguía
manteniendo como una forma de calmarse. Cuando el terapeuta al hacerle notar ésta
situación se decide a suspender hasta el día de hoy las relaciones sexuales, a excepción de
las que mantenía con su amado. Como señala Fernández, el exceso constituye una de las
características del amor en la psicosis, pues no es bella sin exceso o cuando no se ama
demasiado no se ama en verdad, nunca es suficiente. Lo sublime en la psicosis es morir por
amor, antes de desaparecer (2001).
Luego de ocho años de conocerse inician una vida sexual que durará
aproximadamente cinco años, la cual califica como no perturbadora. La paciente define a
este hombre como sin ningún olor, sumamente limpio, que nunca se quitaba toda la ropa y
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con quien el contacto era puramente oral y no vaginal, mantener relaciones con él era una
forma de limpiar toda la suciedad que tenía por haber estado con otros hombres. Sin lugar a
duda que este hombre era homosexual, lo cual se le informa a la paciente, pero ella no
presta mayor importancia al hecho (Miller, 2006). En este caso se adquiere un sentido de
existencia y de identidad, por medio del amor del otro, recobra importancia el nombre
propio. Así la persona se nombra a si misma como la amada de… recobrando su propia
identificación. (Fernández, 2001).
El delirio erotómano consiste en mensajes que recibe de él por intermedio de las
ventanas de la casa del sujeto, según se encuentren abiertas, semiabiertas o cerradas se
interpretarán como muy felices, felices o poco felices, también inventa una clasificación
sobre las diferentes ventanas, destinadas a responder sobre diversos temas. El circuito de
demandas y respuestas que se configuraron en torno a este delirio se interrumpe cuando las
ventanas dejan de moverse. Entonces ella frecuenta el café al que solía ir con él, creyendo
que todos saben que ellos están casados pero es un secreto. Estos aspectos más allá de
describir su delirio también forman algunos de los canales que Marcela encuentra para
alimentar su amor (Miller, 2006). El psicótico ama en su delirio, como a si mismo, este
amor – pasión nos pone en el terreno de la psicosis. Para constituirnos como sujetos, todos
necesitamos un nombre propio, que opere como una marca y que nos localice en un lugar
del amor del otro. Aquí en la psicosis, sin el amor del otro, pareciera que no tiene prueba de
su existencia. Por lo cual el delirio erotómano constituye una alternativa para nombrase y
darse un lugar en el amor del otro (Fernández, 2001).
La erotomanía consiste en un delirio del ser amado o delirio pasional amoroso,
encuadrado dentro de la paranoia. Y dentro de algunas de sus características, se encuentran:
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la creencia que el amante o sujeto de su delirio no puede ser feliz sin ella, por lo que se
establecen conversaciones indirectas con el objeto; el objeto no puede tener valor sin ella,
este amor es conocido por todos y suscita simpatía universal. El amor erotómano es un
amor inútil, la paranoia se expresa en la insistencia y asedio hacia la persona que
corresponde su amor, con cartas de amor, llamados telefónicos, mensajes, entre otros
(Fernández, 2001).
La psicoterapia ha beneficiado a la paciente porque puede distinguir entre lo que es
una persecución y mensajes que recibe de él, por lo tanto cuando son delirios ella toma sus
medicamentos. Hoy en día se desempeña como bibliotecaria, ya no tiene relaciones con
hombres y menos relaciones sexuales, duplicó su peso llegando a pesar ciento veinte kilos.
Su delirio erotómano sigue intacto y silencioso, solo habla de él si se le pide que lo haga,
sigue siendo amada y nada permite suponer que dejará de hacerlo. (Miller, 2006).
Los delirios que se presentan en este caso, hace posible situarse dentro del territorio
psicótico, pues al enfrentarse a un padre demasiado real y las ideas persecutorias de que
quieren matarla dan cuenta de la falta que existe en la inscripción de lo simbólico. En este
caso se puede apreciar que la erotomanía presentada más que una ilusión, es una
certidumbre, por lo tanto la paciente ha encontrado una relación pacificadora con un amor
inalterable (Miller, 2006).
Otras manifestaciones del amor psicótico son: Cuando el amor o alguna
construcción relativa al amor tienen un rol importante para la cura. Así se observó en el
caso de un niño psicótico de seis años. El primer signo de su cura por el amor, surge de la
propia iniciativa de Amador; un día el niño elige al Berenguer, su terapeuta, como su
acompañante privilegiado. Después de un tiempo, Berenguer decide quedarse en su
70
escritorio y decide que si Amador quiere salir con él tendrá que ir hasta allá, lo cual resulta
ser efectivo, pues el niño comienza a ir. Así fue convirtiendo las visitas a su despacho como
algo querido por él. Entonces Amador se relaciona de otra forma con su terapeuta, le mira
sonriendo, con una gran intensidad y sosteniendo la mirada sin ningún pudor, ante lo cual
es el terapeuta quien debía introducir la cuota de pudor que faltaba. La apariencia de niña
que tenía Amador, era una forma de identificarse con un objeto de goce para el otro.
Amador le mira constantemente y fijamente, colocándose muy cerca, coloca su cara frente
a él, dando lugar para que Amador le dijera: dame un beso, la negativa del terapeuta ha ser
ningún tipo de destinatario de su amor, fue muy eficaz. Además de las respuestas amorosas
también tenía manifestaciones sexuales hacia las cuidadoras, queriendo tocar sus pechos.
Con respecto a lo anteriormente señalado, es posible decir que hay un viraje, desde la
agresividad que manifestaba como golpearse y después situar el registro del amor; al
pedirle un beso a Berenguer y perseguir a las mujeres de la institución queriendo tocar sus
pechos (Miller, 2002).
Con respecto al tema del amor en este caso, se puede decir que hay algo del orden
de un exceso, como también se señalo anteriormente en Fernández. La lógica es: el otro
sobra, siempre es más – más, no hay menos, constantemente hay que sacar al otro del
campo, hay que agredirlo, porque sobra. Por lo tanto no se podría hablar de un amor, sino
de un amor muerto, en el cual hay un vacío en el amor, cuando alguien llega hay que salir o
sacar al otro que viene a constituir el exceso. Se podría decir que hay cierta dificultad para
incorporar el amor cuando, no se ha sido instituido en el lugar del falo por la madre, como
ocurrió en este caso. En este caso se trata de un amor inventado, cuando les dice a las
educadoras te amo y hay ahí un esfuerzo por construir una cierta ficción que regule algo de
71
este goce, de este amor mortífero, en el que él estaba puesto con respecto a su madre, ya
que si él se ve como una niña es porque su madre manifiesta cierto rechazo hacia la
masculinidad. Pero en su juego de seducción pasa de ser la niña que ama a ser el macho que
ama y así se comporta como los hombres que acaban matando a sus mujeres, ya que se
manifestaba con agresividad y exigencia, pues cuando las educadoras rechazaban sus
insinuaciones se enojaba y las insultaba. A modo de resumen cuando forma la torre de
almohadas y hace un agujero en la tierra dice me caigo, en el fondo lo que cae es la niña.
Pero no sabemos con certeza cuánto ha caído realmente esta niña y cuál será el destino de
esa niña en la vida sexual de ese chico (Miller, 2002).
A modo de conclusión se puede decir que el amor en la psicosis se describe como
un amor muerto. Por otra parte las formas más frecuentes de amor en las psicosis son la
erotomanía y los delirios. El exceso constituye una forma dentro del amor, porque el otro
siempre sobra, siempre es más, nunca es menos. Por lo tanto es muy difícil que el psicótico,
ame de verdad, ame al otro como sujeto y se instaure a si mismo como sujeto. Esta
incapacidad de amar se explica por: la ausencia de objeto, es decir la incapacidad para tratar
a los otros y a si mismos como sujetos objeto de deseo; por la ausencia de proyección; por
el juicio de realidad alterado, el cual da lugar a manifestar sus relaciones en el delirio, como
es el presente caso de delirio erotomaniaco. Sin embargo, el amor cumple una función
estabilizadora, ya que al ubicar el deseo o la pulsión en otro parece que adquiriera cierta
identidad, como es el caso en que se nombra la amada de… Por lo tanto, si bien no pueden
amar, el amor contribuye en la estabilización de los psicóticos.
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8. CONCLUSIONES
Mediante el análisis realizado y la doctrina recopilada de autores como; Kernberg,
Gabbar, Capponi y Spivancow, se ha llegado a la conclusión que los neuróticos pueden
alcanzar la fase de amor sexual estable, debido a que han podido integrar un objeto total,
además de establecer un sentido de identidad definido, un juicio de realidad conservado,
un super yo integrado, la utilización de mecanismos de defensa de alto nivel y
principalmente por la capacidad que tienen de proyectarse.
Este mismo estudio llevó a concluir que los limítrofes se desenvuelven entre las
fases de preenamoramiento y de enamoramiento, ya que su estructura no le permite amar
de una forma sana y satisfactoria, como pueden hacerlo los neuróticos; puesto que apenas
alcanza una relación de objeto parcial conflictiva-ambivalente y tienen dificultad para
proyectarse.
En la última organización de la personalidad nos encontramos con la falta de
límites, propia de los psicóticos, lo cual los lleva a la incapacidad de amar, porque hay
una ausencia tanto del objeto como en su capacidad de proyectarse. Además que
presentan alterados tanto el juicio de realidad como de identidad.
De acuerdo a lo analizado sobre el amor en el siglo XXI, en general corresponde a
la estructura limítrofe, más cercana al estilo narcisista de personalidad. Puesto que el
amor, en esta época se define por: Una sensación de vacío, falta de sentido en la vida,
pérdida de expectativas, incremento del narcisismo, necesidad de satisfacción inmediata,
vínculos poco comprometidos sin profundidad, vínculos parciales, pérdida de identidad,
falta de proyección y sensación de ambivalencia.
73
Por otra parte, existe divergencia sobre considerar a la pérdida de la identidad,
causada por la globalización, como un aspecto negativo. Ya que se podría considera como
una ventaja, en el sentido de adquirir la habilidad para comportarnos o adaptarnos a las
diferentes situaciones. Las personas necesitan y usan diferentes identidades adecuadas a
cada contexto, claro que habría una identidad central, pero en el fondo no nos
comportamos igual con todas las personas, sino más bien nos adaptamos a cada una de
ellas y a su contexto.
Además es posible discutir sobre las diferentes formas de relacionarse que hoy
existen; relaciones homosexuales, abiertas, semi-adosadas, por Internet y de bolsillo. Ya
que más allá de una visión negativa, se pueden entender como una cierta adecuación a un
momento histórico y una capacidad del ser humano a no reincidir en los patrones
familiares tradicionales.
Sin embargo se sabe que no toda adaptación dinámica debe considerarse como
índice de salud mental, ya que si apoyamos la condición de que una sociedad es sana
porque funciona, porque los individuos que la conforman se adaptan a ella, entonces
tendríamos que afirmar la premisa ilógica de que se es sano o que goza de salud mental
aquel individuo que se adapta y funciona a pesar del alto índice de homicidios, secuestros
y contaminación o justificar el que se asesine, secuestre o contamine es el resultado de su
capacidad de adaptación y por lo tanto un indicador de salud.
74
Se sugiere continuar una investigación que estudie los diferentes estilos de
personalidad en las parejas, con el fin de establecer cuáles son las que más se avienen. O
por otro lado analizar los estilos de personalidades de parejas que llevan varios años
juntos, para plantear qué características o variables influyen en lograr una relación de
pareja satisfactoria y estable.
Será que hoy estamos en busca del amor, porque estamos agobiados y cansados de
tanto placer y goce.
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77
10. ANEXOS
Anexo 1. Diferenciación de la Organización de la Personalidad, según Otto Kernberg en
su libro “Trastornos Graves de la Personalidad”, del año 1987.
Criterios
estructurales
Integración de la
Identidad
Operaciones
defensivas
Prueba de
realidad
Neurótico
Límite
Psicótico
Representaciones del si mismo y de los
objetos precisamante delimitados
Difusión de identidad: aspectos
contradictorios del si mismo y de los demás
pobremente integrados y mantenidos aparte.
Identidad integrada:
Las representaciones
imágenes contradicho)
del si mismo y de los
rias del sí mismo y de
objetos están delimitalos demás integradas
dos pobremente, o de
en concepciones
otro modo hay una
comprensivas.
identidad de delirio.
Represión y defensas
Principalmente defensas de escisión y de bade alto nivel: formajo nivel: idealización primitiva, identificacición reactiva, aislaón proyectiva, negación, omnipotencia,
devamiento, anulación,
luación.
racionalización,
intelectualización.
Las defensas protegen al paciente del conflicto Las defensas protegen
intrapsiquíco. La interpretación mejora el
al paciente de la
funcionamiento.
Desintegración y de la
fusión sí-mismo/
objeto.
La interpretación conduce a la regresión.
La capacidad de prueba de realidad se preserva: diferenciación del sí-mismo del no-simismo, lo intrapsíquico de los orígenes externos de las percepciones y estímulos.
Ocurren alteraciones en relación con la realidad. Y en los sentimientos de realidad.
Existe capacidad para
La capacidad de prueevaluar al sí mismo y
ba de realidad se piera los demás en forma
de.
realista y con profundidad.
78
Anexo 2: Clasificación Psicoanalítica de la patología del carácter, realizada por Otto
Kernberg en su libro “La Teoría de las relaciones objetales y el Psicoanálisis clínico” del
año 1989.
Características
estructurales
Respecto del
desarrollo instintivo
Respecto del
desarrollo del
Superyó
Respecto de las
operaciones
defensivas del yo
Respecto de las
vicisitudes de las
relaciones objetales
internalizadas.
Nivel Superior de
organización de
patología del
carácter
Prevalecen las
tendencias genitales
Nivel intermedio de
organización de la
patología del
carácter
Predominio de los
puntos de regresión
y fijación
pregenitales.
Nivel inferior de la
organización de la
patología del
carácter.
Condensación
patológica de las
tendencias genitales
y pregenitales, con
predominio de la
agresión pregenital.
Superyó más o
menos bien
Superyó menos
estructurado, aunque integrado, aun más
excesivamente
punitivo (sádico).
severo y punitivo,
duro y perfeccionista
La integración del
superyó es mínima.
Predominio de
precursores sádicos.
Represión
Escisión
Escisión
Vínculos objetales
bastante profundos y
estables. Es capaz de
sentir culpa, duelo y
una amplia gama de
respuestas afectivas.
Las relaciones
objetales suelen ser
más conflictivas y
ambivalentes.
Los vínculos
objetales son
parciales, no ha
llegado a la
constancia objetal.
Incapaces de sentir
empatía, culpa o
preocupación.
Los vínculos
objetales son
parciales, no ha
llegado a la
constancia objetal.
Incapaces de sentir
empatía, culpa o
preocupación.
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Anexo 3: Etapas del camino del enamoramiento al amor sexual estable, según plantea
Ricardo Capponi en su libro “El amor después del amor”, en el año 2003.
Características
de cada etapa.
Etapa de
satisfacción
parcial
Bien definidos y
estructurados.
Son entregados
por los padres.
Etapa de
preenamoramie
nto
Genera sus
propios
proyectos y
compromisos.
Pues cuestiona
los dados por
sus padres.
Etapa de
enamoramiento
Etapa del amor
sexual estable
Búsqueda de un
otro con quien
coincido y
complemento
mis proyectos.
Son más reales:
Proyectos materiales, tener
hijos, inserción
grupal, búsqueda de un sentido
trascendencia y
moral común.
Comunicación
Padres,
hermanos,
amigos y grupos
de pertenencia
Con el sexo
opuesto.
Duelo de los
vínculos
familiares.
Con el
enamorado, se
comunican
Con el amado.
pasado, presente
y hasta futuro.
Contención
Principalmente
de sus padres,
hermanos
mayores,
amigos, abuelos
y profesores.
Vínculos
transitorios.
Intranquilidad,
insatisfacción,
búsqueda,
ansiedad y caos.
Después del
caos llega, la
felicidad y
tranquilidad que
solo entrega el
enamorado.
Del amado, pero
en el sentido de
contener al otro
dentro de si
(mente).
Vida Sexual
Latencia.
Enamoramiento
s platónicos son
parciales
Despertar del
deseo sexual
gatillado por las
hormonas.
Elaboración del
deseo erótico.
Amor sexual
maduro.
Proyectos y
compromisos
80
Anexo 4: Fase de satisfacción parcial
Proyectos y
compromisos
Definidos, claros
estructurados,
Impuestos por los
padres y la sociedad
( estudiar, trabajar)
De haber problemas
confía en el buen
juicio de sus padres
Comunicación
Contención
Vida sexual
Con quienes haya
creado un vínculo
íntimo de mucha
confianza.
Proviene de sus
padres, sin que él los
contenga a ellos.
También de amigos.
Período de latencia,
interesado en juegos,
pasatiempos, amigos
del mismo sexo.
Comunica hechos
del mundo externo y
no de su mundo
interno.
Le ayudan a
significar su vida,
encontrar sus metas,
establecen normas,
son incondicionales.
Los cambios
hormonales de la
pubertad despiertan
el erotismo y
excitación sexual.
Capacidad de
empatía no
desarrollada.
En la pubertad
buscará contención
en otro.
Anexo 5: Fase de pre-enamoramiento
Proyectos y
compromisos
Cae la idealización
de los padres, se
revela y los
cuestiona.
Comunicación
No proviene de los
padres ni familia,
Este estado de
carencia hace que
esté en permanente
Proceso de duelo por búsqueda de sus
la separación con sus propios intereses.
padres. Genera
mucha ansiedad y
A través del lenguaje
angustia
corporal, llegando a
interpretar estados
Surgen necesidades
internos en otros,
y expectativas de
proyectando mucho
crear sus propios
de sí en los demás.
proyectos, planes
Contención
Vida sexual
No proviene de sus
padres.
Estado de constante
búsqueda de
respuestas (sentido
de la vida) y de
contención
(necesidades y
angustias)
Excitación sexual
proveniente del
desarrollo hormonal
y más el duelo
paterno generan
fantasías de
invasión, fusión
trasgresión, e
idealización del sexo
opuesto.
Sensación de
carencia de normas
Los vínculos son
transitorios con
tendencia al
desplazamiento y la
sustitución de
Personas.
En general la
sexualidad tiende a
vivirse en la fantasía,
acompañada de
masturbación.
81
Anexo 6: Fase de enamoramiento
Proyectos y
compromisos
Son propios,
coinciden y se
complementan con
los proyectos y
compromisos del
otro. Y darán
constancia y
permanencia a la
pareja.
Idealización de la
pareja
Comunicación
En forma de
comunión.
Necesidad de saber
todo acerca de su
pareja y viceversa,
deseo de conocer su
pasado.
Comunicación
intuitiva, predice los
deseos del otro para
satisfacerlos.
Contención
Vida sexual
Luego del estado de
insatisfacción, el
otro es capaz de
tranquilizar, cuidar y
contener.
El deseo erótico
puede ser elaborado
para llegar a ser
amor sexual maduro.
Idealización y
La pareja se contiene devaluación
mutuamente
impiden integrar
llegando a ocupar la amor y odio.
mayor parte de sus
La vida sexual se
pensamientos.
vive con un intenso
romanticismo.
Anexo 7: Fase de amor sexual estable
Proyectos y
compromisos
a) Proyectos
materiales:
- Alimentación,
- Vivienda
- Abrigo
- Salud
- Placeres,
- Cursos, estudios.
b) Tener hijos
c) Inserción grupal y
social
d) Búsqueda de
trascendencia.
e) Moral común
Comunicación
a) De contenidos:
ayuda a conocer y
entretiene.
b) Paraverbal: a
través de la
expresión corporal,
proximidad, tono de
voz, sonrisa, mirada,
movimientos
modo de caminar
expresiones faciales
una caricia
c) Intuitiva: Predecir
los deseos y
necesidades del
otro.
Contención
Vida sexual
Contener al otro
dentro de sí (mente)
Se elabora el deseo
erótico, propio de la
fase de
enamoramiento, para
luego ser “amor
sexual maduro”: Una
experiencia sublime
de entrega mutua
Capacidad de
contener las
proyecciones que el
otro hace de uno y
asumir esa inmensa
carga afectiva, sin
caer en una actitud
agresivo-destructiva
Capacidad de
escuchar, tolerar
observar y acoger las
descargas agresivas.
Se integra amor y
odio, puesto que las
idealizaciones se
vuelven más
flexible.
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