GONZALO DE LUIS OTERO Consultorio fiscal Asesor fiscal del Consejo General de Procuradores A lo largo de diversas entregas hemos tratado la cuestión de los gastos de la actividad (1), bien de una manera genérica, analizando los requisitos de fondo y forma, bien de una manera específica, al estudiar determinadas inversiones o gastos. Para este propósito, como no puede ser de otra forma, siempre nos hemos servido de la norma, de la doctrina, de la jurisprudencia y de los datos que recabamos de experiencias personales. Criterios de Hacienda sobre determinados gastos de la actividad A UNQUE la norma y los criterios de la Administración, cuanto menos en lo básico, no se han modificado sustancialmente, no por eso debemos dejar de estudiar las novedades que van surgiendo, siempre en el ánimo de divulgar las cuestiones del orden tributario que más nos afectan. Antes de nada, reiteramos los requisitos generales para que un gasto sea considerado como deducible, y es que debe de estar contabilizado, justificado mediante factura, debe ser real y debe estar correlacionado con los ingresos. Apoyándonos en consultas tributarias recientes, analizaremos los siguientes supuestos: Nº 89/Diciembre 2010 Seguro de responsabilidad civil 38 hh Consulta V1497-10 de la Dirección General de Tributos de 2/7/2010: la Administración considera que es deducible el seguro de responsabilidad civil obligatorio para el desarrollo de la actividad aunque el contribuyente hubiera cesado en la actividad. Indudablemente, el seguro es deducible. Sobra explicar que cumple todos los requisitos para ser considerado como tal. Sin embargo, surge la duda de si es deducible cuando ya Procuradores no se está ejerciendo la actividad. Se debe mantener el seguro cuando se aplica la jubilación con despacho en liquidación, pues existe actividad, y es oportuno hacerlo, aunque no exista actividad, durante unos años cuando se está jubilado por completo o habiendo cesado por cualquier otro motivo. En todos estos casos, el seguro será deducible en el IRPF. Ordenador adquirido y máster recibido antes del inicio de las actividades hh Consulta V1028-10 de la DGT de 17/05/2010: la acreditación de la intención de destinar el ordenador a la actividad podrá efectuarse por cualquiera de los medios de prueba admitidos en derecho. hh Consulta V0495-10 de la DGT de 15/03/2010 sobre la deducción como gasto por máster o cursos realizados antes de la actividad. Es habitual que los procuradores, antes del inicio de la actividad, es decir, antes de la jura y del alta en Hacienda como profesionales, adquieran bienes que estarán destinados al ejercicio y, sobre todo, que reciban cursos monográficos sobre la profesión. Estos gastos serán deducibles en el IRPF Cuotas colegiales hh Consulta V0491-10 de la DGT de 15/03/2010 sobre requisitos para considerar las cuotas colegiales como gasto deducible. Las cuotas colegiales son deducibles siempre y cuando exista la pertinente correlación entre el gasto y los ingresos que se obtienen por el ejercicio de la actividad. Evidentemente, en el caso de la Procura, se cumple siempre este requisito. La principal función de nuestros colegios y, por lo tanto, a donde van destinadas las cuotas, es la relativa a los actos de comunicación, que, lógicamente, son una de las razones de ser de la profesión. Además, los colegios de procuradores son de adscripción obligatoria, por lo que el gasto de su mantenimiento es necesario e intrínsecamente relacionado con los ingresos de los colegiados: sin pago de cuotas no hay colegio, sin colegio no hay ejercicio, sin ejercicio no hay ingresos. Desgraciadamente, estos argumentos, aun tan Gastos financieros hh Consulta V1712-09 de la DGT de 17/07/2009 sobre la deducción de gastos financieros. Es muy habitual que el procurador recurra a financiación externa para la adquisición de bienes tales como el propio despacho, los ordenadores o el mobiliario. Esta financiación se puede materializar de diversas maneras. Salvo alguna excepción, como son los préstamos ICO del Plan Avanza, que generan gasto de constitución pero no devengan intereses, todas las fórmulas de financiación que pensemos, sea préstamo hipotecario, préstamo personal o línea de crédito, generan unos intereses periódicos. Pues bien, como el resto de los gastos, los financieros tendrán el carácter de deducible cuando tengan una correlación con la obtención de los ingresos, siendo indiferente cómo se haya instrumentado el préstamo. La correlación con los ingresos no se establece directamente con el gasto fi­ nanciero, sino con los bienes ­adquiridos. Por lo tanto, si un ordenador es deducible, los intereses del préstamo para adquirirlo también son deducibles. El problema surge cuando se pide un préstamo para cubrir la necesidad de tesorería, es decir, cuando se pide para hacer frente a los gastos generales sin una aplicación concreta. Nos encontramos ante una cuestión de hecho. Ante el requerimiento de la Administración, primero habrá que demostrar la necesidad de tesorería para poder demostrar que el préstamo pedido está destinado a cubrir esa carencia. Un ejemplo de esta situación son las líneas de crédito. La mejor prueba para demostrar que están destinadas a la actividad es dedicarlas exclusivamente al pago de gastos del despacho y no para necesidades particulares. Adquisición de plaza de garaje afecta al despacho hh Consulta V1071-09 de la DGT de 12/05/2009 sobre la adquisición de una plaza de garaje para estacionar el vehículo mientras se desarrolla la actividad. Las ciudades son complicadas y el desplazamiento entre juzgados o par- tidos judiciales es evidente, por lo que necesitamos el vehículo para ejercer la profesión. Ya hemos tratado en más de una ocasión sobre la problemática de la deducción de los gastos por adquisición de vehículo y en ella nos mantenemos. Demostrar que es gasto deducible la amortización por compra o el alquiler de una plaza de garaje es una cuestión de hecho. Por lo pronto, hay que demostrar que está afecta al trabajo y que no cabe uso privado, lo que resulta casi imposible, pues si el mero hecho de que la plaza se encuentre cercana al lugar de trabajo o a los tribunales es un indicativo de su afectación, por otra parte este mismo hecho y el que la utilice el propio procurador, es para Hacienda razón suficiente para pensar que lo que se está haciendo es cubrir una necesidad personal, pero no profesional o, cuanto menos, no únicamente profesional. Es imposible deslindar en este caso lo profesional de lo personal y la Administración mantiene al respecto un criterio rigidísimo al no considerarlo, por lo general, como un gasto deducible. Consultorio fiscal evidentes, los tenemos que esgrimir de vez en cuando ante la Administración. Indemnización por daños de responsabilidad civil hh Consulta V0866-09 de la DGT de 23/04/2009 sobre indemnización de un arquitecto por responsabilidad civil. No es esta una cuestión compleja, pero conviene tenerla clara pues, no siendo habitual, sí es posible, aunque no deseable, que nos ocurra. La consulta versa sobre la indemnización que un arquitecto pacta con un cliente por vicios ocultos, pagando una cantidad determi­ nada y el importe de los gastos en que ha incurrido el cliente perjudicado. La Administración no discute que estos gastos sean deducibles si la situación está perfectamente justificada. Nos puede ocurrir la obligación de tener que pagar un perjuicio que no cubre o que no queremos que cubra el seguro de responsabilidad civil. Para ello, tenemos que instrumentar perfectamente el pacto con el cliente y los conceptos que se pagan. (1) Números de la revista donde se analizan los gastos de la actividad: 5359-60-62-63-81-87. Los procuradores interesados pueden consultarlos en la página web del Consejo General de Procuradores: www.cgpe.es. q Nº 89/Diciembre 2010 y en el IVA, pero para ello se deben de cumplir ciertos requisitos de orden formal y conceptual. En cuanto a la forma, el gasto debe estar justificado con factura y contabilizado. Además, el procurador, antes de la jura, debe de presentar por medio del modelo 036 una comunicación de que va a realizar operaciones y adquisiciones previas a la realización de servicios. En cuanto al fondo, se tienen que poder acreditar los elementos objetivos que confirmen que en el momento en que se devengó el gasto por compra de bienes o cursos, el procurador tenía la intención de destinarlos a la ­futura actividad, pudiendo serle exigida tal acreditación por la Administración por cualquiera de los medios de prueba admitidos en derecho. Aunque en estos dos ejemplos, a nuestro juicio, el gasto se justifica en sí mismo, lo que es importante es que el periodo transcurrido entre el gasto y su aplicación efectiva sea razonable. Por ejemplo, difícilmente podemos considerar gasto el coste de la enseñanza o la compra de un ordenador cuando se era estudiante. De hecho, el gasto que supone la universidad no es deducible, aunque ser licenciado sea un requisito para el ejercicio. Procuradores 39