Selección de poemas de Juan Gelman

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Selección de poemas de
Juan Gelman
David Mateu: Fertilidad. Técnica mixta. 80 x 80 cm
Madrugada
Jugos del cielo mojan la madrugada de la ciudad violenta.
Ella respira por nosotros.
Somos los que encendimos el amor para que dure,
para que sobreviva a toda soledad.
Hemos quemado el miedo, hemos mirado frente a frente al dolor
antes de merecer esta esperanza.
Hemos abierto las ventanas para darle mil rostros.
de Velorio del solo (1961)
51
“Gotán”
yo no escribí ese libro en todo caso
me golpeaban me sufrían
me sacaban palabras
yo no escribí ese libro entiéndanlo
así, estará mejor o muy peor
visto nomás que la poesía
gira en sus propios brazos nada
teniendo al fin que ver con ella
a ver testículos los míos vuelen
pero a ver si se dejan de doler
hay que dejarme solo furia
bajo mis capas de tabaco
Hay que dormirme el corazón
el dulce no da más
bestias de amor que me lo comen
yo nunca escribí libros
de Cólera buey (1971)
52
David Mateu: La otra cara. Óleo sobre lienzo. 100 x 73 cm
53
Descansos
¿bajo que árbol/sobre qué árbol/alrededor
de qué árbol/francisco urondo asoma/o es
el resplandor violeta de algún vientre de tigre
rugiendo en mi país?/¿estás paquito ahí o
en el temblor de esa mano que piensa
en todos tus haberes/pasión o dignidad?/
¿brillás en la mañana cantora/andás
en la sonrisa estruendo pólvora
que atacan cada día al enemigo? ¿volvieron
feroz a la alegría que caía de vos? ¿corajes
nacen de esa alegría? ¿o casa de que parten
los compañeros a luchar?/¿calor medio de la noche? ¿lámpara
en mitad de la dura amargura?/¿avisaste
que te ibas a morir?/;a caer mejor dicho alzándote
como lámpara en medio de la noche?/¿y a quién
dijiste que ibas a caer?/¿al viento al pulso al animal del pulso?/¿acaso
querías caer?/¿no me ibas a esperar acaso/no
esperábamos juntos la tormenta mejor/la borracha violeta/tigre/orilla
de que partías a luchar?/oh dulce
fuera tu muerte/combatiente que vieron
transportar la dulzura del mundo/rostro
desenvainado como
espada o fe/cucharita
revolviendo las sombras/ ¿te acordás
de la vida?/te acordás de la vida
desparramado otoño suave/caen
verbos de vos/balazos/tigres/lámparas/
partidas vientres cucharitas en mitad de la noche/mitad
pudriéndose en la patria/dándole
aroma resplandor/descansá en guerra/¿descansan
tus huesitos?/en guerra?/
¿en paz?/¿agüita?/¿nunca?
de Hechos (1980)
54
David Mateu: Iggdrassil. Óleo sobre lienzo. 100 x 73 cm
55
Si dulcemente
si dulcemente por tu cabeza pasaban las olas
del que se tiró al mar/¿qué pasa con los hermanitos
que entierraron?/¿hojitas les crecen de los dedos?/¿arbolitos/otoños
que los deshojan como mudos?/en silencio
los hermanitos hablan de la vez
que estuvieron a dostres dedos de la muerte/sonríen
recordando/aquel alivio sienten todavía
como si no hubieran morido/como si
paco brillara y rodolfo mirase
toda la olvidadera que solía arrastrar
colgándole del hombro/o haroldo hurgando su amargura (siempre)
sacase el as de espadas/puso su boca contra el viento/
aspiró vida/vidas/con sus ojos miró la terrible/
pero ahora están hablando de cuando
operaron con suerte/nadie mató/nadie fue muerto/el enemigo
fue burlado y un poco de la humillación general
se rescató/con corajes/con sueños/tendidos
en todos eso los compañeros/mudos/
deshuesándose en la noche de enero/
quietos por fin/solísimos/sin besos
56
David Mateu: Erección. Óleo sobre lienzo. 130 x 81 cm
57
Pensando sus huesitos
pensando sus huesitos cuando llueve/los compañeros
pisan la sombra/parten de la muerte/
circulan en la noche sensitiva/
oigo sus voces como rostros vivos
arder en la mitad de la batalla/
caer/subir/quejarse/ansiar amor
como otro amor mejor/están salidos
pero no sosegados/golpean la
puerta de esta prisión o entendimiento/
roque extiende su luz o dignidad/
pedro escribe en los muros de la sed/
claudia derrama su hermosura como
de claridad vestida/nada piden
para sí/van desnudos/sangran mundo/
callan de penas admirablemente/
esperan que empecemos otra vez
de Si dulcemente (1980)
58
David Mateu: Od mani padme hum. Óleo sobre lienzo. 65 x 81 cm
59
Otro tango
el monstruo de la razón engendra sueños/dijo/
hundió sus manos en la noche y las dejó acostaditas/
su voz adolescente
tenía ojeras donde empezaba el sueño/
cayó en combate un día de estos tiempos/
ese día las mujeres se enojaron con Dios/
con los pechos furiosos golpeaban contra los aujeritos
por donde julio se estaba yendo de aquí/
no para irse/abandonar/
sino porque sucede que hay que irse/
muchas veces pasa eso/
hermanas/manos/hay que irse/chan-chán/
algunos cuidan madres amargas en el patio/
otros pierden la voz/
otros duermen con camisas de fuego/
ese día las mujeres golpeaban con los pechos furiosos/
¿por qué tenías que morir?/
¿acaso la dulzura no te seguía como un buey?/
tenías una ventana en el pecho/
tu almita calentaba como un fuego pero él se murió/
también el jorge se murió y ninguna tibieza lo rodeaba/
¿dónde estabas/vos/mundo/o cierva/o astro que
brillás?/julio cayó con un sol en el cuerpo/
alrededor giran mujeres/pechan/furian/chan-chán/
vamos a hacer una mañana alta como una ventana/
los compañeros se asomarán/
verán los cielos no nacidos
donde colgaban astros para vidas más bellas/
de Hacia el sur (1982)
60
David Mateu: El árbol de la vida. Óleo sobre lienzo. 116 x 81 cm
61
Comentario XX
tomaron a un hombre y dijeron
lo echen de vos pero no muera/alzaron
el corazón de este hombre tirándolo
contra el mundo o dolor
y allí ardió por un rato
y se apagó y no resucitó como un perrito/o sea
que no movió la cola después
de su pelea con la noche/ni levantó la cara/
ni
ni
ni
ni
dijo adiós/ni fue verde/
escribió nada en el aire/
estalló como un árbol/
fue convertido en ámbar no/
ni hizo sombrita/ni le creció yerba/
ni le usaron un hueso para tocar la flauta/y
la única música que dio
fue su tristeza crepitando/
tristeza grande como un animal/
como tu ausencia/como cielo
donde los pájaros pasaban
temblando bajo el sol
de Comentarios (1982)
62
David Mateu: Descendido en la copa. Óleo sobre lienzo. 81 x 100 cm
63
XVI
cuando mi aya muridu
sintiré entudavía
il batideru
di tu saia nil vienti/
uno qui liyera istus versus
prieguntara: “¿cómu ansí?/
¿qui sintirás? ¿qui batideru?/
¿qui saia?7¿qui vienti?”/
li dixí qui cayara/
qui si sintara a la mesa cun mí/
qui biviera mi vinu/
qui scríviera istus versus:
“cuando mi aya muridu
sintiré entudavía
il batideru
di tu saia nil vienti”/
de Dibaxu (1994)
XVI // cuando esté muerto / oiré todavía / el temblor / de tu saya en el viento/ // alguien que leyó estos versos / preguntó: “¿cómo así?/ / ¿qué oirás? ¿qué temblor?/ / ¿qué saya?/¿qué viento?”/ // le dije que callara/ / que se sentara a mi
mesa/ / que bebiera mi vino/ / que escribiera estos versos: // “cuando esté muerto / oiré todavía / el temblor / de tu saya
en el viento”/
64
David Mateu: Corazón cristal de Gaia. Óleo sobre lienzo. 100 x 81 cm
65
Opinión
Los poemas escritos en
estado de frialdad tienen
una ventaja: están escritos
en estado de frialdad. El odio
del vecino no entra ahí, ni el vecino
atado a su odio y
se puede alabar las bellezas del paisaje.
Alabar es una palabra rara, lleva
del ala al bar donde
el estaño está mudo.
Los poemas sin sangre
tienen una ventaja:
no tienen sangre, ni
sacudones mortales o inmortales, ni
la imperfección, la suciedad
de todos. Eso cae y nada
perturba a la tierra.
A los poetas que practican esa visión y
sin duda escriben hermosos poemas,
habría que levantarles una estatua
ciega que no se vea.
Es bello su no estar.
Todo está bien afuera
de todo lo que está mal, intocado y
lejos de la escritura, lejos,
en un canto bajito.
de País que fue será (2004)
66
David Mateu: Memoria congelada. Óleo sobre lienzo. 81 x 100 cm
67
El pato salvaje
En medio de su olvido ocurre
la grandeza del mundo en la
fuga del pato salvaje.
Y cómo vuela la criatura, cómo
escribe trecho a trecho fuego
en la forma invisible
que apuesta contra él.
Eso es volar y los espacios
de lo que triste era, rocan
un todo pequeñito.
Ave pájaro que
cruzás el cielo como una ilusión
de lo que fue no sido
bajo el sol que no hace preguntas.
A Jorge Boccanera
68
David Mateu: Lurra. Técnica mixta. 75 x 60 cm
69
La extranjera
La extranjera no sabe
que mi sangre es su casa, que
todo pájaro suyo
sólo ahí puede cantar y abrir
alas de su verano y se alza
como una sed de mundo
que no se puede apagar.
El pájaro encendido cuida
los huecos de la pérdida como
joyas que fueron sin remedio.
Canta allí, loco de luz, no renuncia
a sus monstruos.
La hora de los dioses
junta los pies y ese camino
en llamas.
de Mundar (2007)
70
David Mateu: La morada del alma. Óleo sobre lienzo. 110 x 81 cm
71
Islas
A ver:
un hombre y una mujer
viven en una isla asediada.
Los rodea el océano donde
ardió el plumaje de un jilguero
en el hilo del
amor que canta
en la espesura del vacío.
El jilguero los nombra y son
inseparables de sus nombres.
Los cerca el mundo como
un animal sin luz y cruel.
La tierra lame heridas
que hablan con ojos hacia adentro
y caen con
astros detrás.
A ver:
un hombre y una mujer
muerden las
envolturas marinas
de lo que amaron.
de Mundar (2007)
72
David Mateu: Génesis. Óleo sobre lienzo. 89 x 130 cm
73
David Mateu: Ascensión. Óleo sobre lienzo. 73 x 100 cm
Paco
Apareció tu rostro en
una conversación. Yacías
en una conversación/ tu
fulgor brillaba en una
conversación. Habrás
hablado mucho con tu muerte,
dos peces en el mar
¿Qué hay por allí? ¿El puente de tu casa
donde pasaban ímpetus, sonora
la vida escrita en los
huesos de tu canción
¿Hay perros, hay olvido ya?
Los veranos cuidaron tu congoja.
Nos vemos.
de Mundar (2007)
74
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