Señor Presidente, Señor Secretario General, señoras y señores

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Señor Presidente, Señor Secretario General, señoras y señores:
Como Presidente de la República del Paraguay, tengo el alto honor de
ocupar esta privilegiada tribuna del debate mundial, para
pronunciarme sobre temas que hacen a mi país y a la realidad del
mundo de hoy.
Saludo con especial consideración al Presidente de esta Asamblea,
Embajador JOHN ASHE, como al Secretario General de la Organización
de las Naciones Unidas BAN KI-MOON, valorando su trabajo que
busca alcanzar los nobles objetivos que nos vinculan, y contribuyendo
con su gestión a la legitimidad de las Naciones Unidas, garantizando
la cooperación multilateral y la plena vigencia del Estado de Derecho
Internacional.
Señor Presidente:
Hace poco más de un mes he asumido la Presidencia de la República
del Paraguay. Ha sido la culminación de un proceso electoral ejemplar
que tuvo su máxima expresión el 21 de abril del año en curso, en que
el pueblo paraguayo concurrió a las urnas libremente para ejercer un
derecho constitucional y con todas las garantías para elegir a sus
autoridades, con resultados incuestionables. Misiones de observación
electoral de diversas organizaciones regionales, continentales y de las
propias Naciones Unidas, han estado presentes y certificaron la
legalidad, legitimidad y transparencia de las elecciones y su proceso,
en las que la voluntad popular me ha honrado con la máxima
dignidad de la República.
Estos eventos también han constituido la conclusión de la prolongada
transición democrática del Paraguay. Por segunda vez en toda
nuestra historia, y de forma consecutiva, se ha producido la
transferencia del Poder Ejecutivo de un signo político a otro, con
pleno respeto del marco constitucional. Este no es un dato menor en
nuestros 202 años de vida independiente y marca realmente el inicio
de una nueva etapa histórica, que se abre con los mejores auspicios
en mi Patria.
La institucionalidad republicana, la construcción de consensos, el
fortalecimiento del sistema democrático, el respeto irrestricto de los
derechos humanos, de la libertad de prensa y de expresión, son
bases fundamentales de mi Gobierno, que espera constituirse en un
ejemplo de patriotismo, honradez, inclusión y eficiencia, con la
capacidad necesaria para impulsar definitivamente al Paraguay hacia
su destino de grandeza.
Señor Presidente:
El pueblo paraguayo espera hace tiempo un gran gobierno. Aspiro
estar a la altura de este gran compromiso que ubica a mi país en el
escenario mundial, donde anhelamos destacarnos por garantizar a
propios y extraños UN PAIS DE OPORTUNIDADES.
Como alguien dijera, EL PARAGUAY ES UNO DE LOS TESOROS MEJOR
GUARDADOS DE AMERICA LATINA.
Existen fundadas razones para esperar un futuro promisorio para el
Paraguay.
He instalado como prioridad de mi Gobierno LA LUCHA CONTRA LA
POBREZA. Es incomprensible que con las riquezas de mi Patria,
tengamos la cantidad de pobres que tenemos. No daremos tregua en
ese combate de reducir todo lo posible y en el menor tiempo los
índices de pobreza con que recibimos la administración. Esto va a
cambiar, y no por el camino del asistencialismo sino por la vía de la
dignificación humana.
La inversión social ocupa un primerísimo lugar en la agenda del
Gobierno. Por esa senda va el nuevo rumbo que tratamos de
implementar en el país. Esta inversión es para que la gente, para que
viva en dignidad y sea el motor de nuestro desarrollo. Mejor aún,
para que el bienestar general del pueblo sea el sólido cimiento de
nuestra democracia.
Otro compromiso de mi gobierno es TOLERANCIA CERO con la
CORRUPCION y FIN DE LA IMPUNIDAD. En este desafío, esperamos el
acompañamiento firme del Poder Judicial y del Ministerio Público.
Señor Presidente:
La economía del Paraguay presenta cifras envidiables. Somos el único
país de la región que no ha variado su signo monetario, el GUARANI,
desde su instauración en el año 1943. Las cifras macroeconómicas
son más que alentadoras.
Paraguay es un país claramente elegible para las inversiones. La
naturaleza ha dotado a mi Patria de un clima envidiable, de más de 90
ríos, de tierra abundante y fértil, de energía limpia y renovable
generada por tres centrales hidroeléctricas, una de ellas, ACARAY,
enteramente paraguaya, además de ITAIPU y YACYRETA que
pertenecen al Paraguay en condominio con el Brasil y con la
Argentina, respectivamente. Estas últimas están entre las
hidroeléctricas más grandes del mundo.
Tenemos una de las reservas de agua más importantes del planeta, el
ACUIFERO GUARANI que yace en parte importante en territorio
paraguayo.
Independientemente de las ventajas de la naturaleza, de la energía
limpia, renovable y
abundante, tenemos una población
mayoritariamente joven donde más del 75% tiene menos de 30 años,
un sistema impositivo favorable a la inversión y un crecimiento
económico claramente superior a las cifras de la región.
Mi Gobierno está comprometido en ofrecer SEGURIDAD JURIDICA,
reglas claras y transparentes, así como seguridad física para las
personas y sus bienes.
Hoy podemos ofrecer como país un cuadro de ponderable
reactivación económica y de focalización en la eficiencia,
transparencia y confiabilidad en la administración pública.
Hace pocas semanas he asistido en la sede del Poder Legislativo, a la
firma de un ACUERDO POR PARAGUAY, en virtud del cual los Partidos
Políticos con representación parlamentaria y otras instituciones de la
sociedad nos hemos comprometido en acuerdos programáticos,
planes de trabajo conjunto y acompañamiento que fortalezca la
gobernabilidad y la realización de obras materiales y espirituales en
beneficio del pueblo. Buscamos de esta manera la preservación del
interés general frente al particular, gracias al instrumento principal de
la democracia, que es el diálogo. Juntos asumimos la responsabilidad
de consagrar definitivamente al Paraguay como UN PAIS DE
OPORTUNIDADES PARA TODOS.
Luego de visitar recientemente países de Europa y América, pienso
en el gran compromiso que significa para nosotros, la visión que se
tiene desde afuera hacia mi país. He comprobado con satisfacción el
respeto, la ponderación y el interés hacia el Paraguay y sus enormes
potencialidades. A nosotros los paraguayos nos corresponde aportar
la seriedad y la previsibilidad, así como a los Poderes del Estado,
brindar la seguridad jurídica indispensable para el postergado
despegue del Paraguay.
Quiero puntualizar el compromiso de mi gobierno con la defensa y
promoción de los Derechos Humanos, que en el Paraguay tienen
pleno reconocimiento constitucional. Esta posición la adoptamos por
genuina convicción, siendo además mi país signatario respetuoso de
calificados documentos internacionales en la materia.
Señor Presidente:
Las demandas de los países sin litoral marítimo, como es el caso del
Paraguay,
deben
ser
adecuadamente
atendidas.
Independientemente a ello, mi Gobierno está empeñado en revertir
la desventaja de su mediterraneidad, convirtiendo nuestra posición
geográfica en una ventaja en comunicaciones, logística,
infraestructura que conecte zonas y regiones del mundo a través del
territorio paraguayo. Así como una antigua diferencia en una cuestión
de límites entre Paraguay y Brasil generó finalmente lo que es hoy
ITAIPU, convirtiendo un problema en una majestuosa obra de
integración y desarrollo,
aspiramos que nuestra posición
mediterránea en el corazón de América Latina sirva como punto de
conexión favorable y de desarrollo para el Paraguay y sus vecinos.
Señor Presidente:
En el plano mundial, no puedo dejar de mencionar las turbulencias
que agitan el tiempo que vivimos. Crisis económicas, desastres
financieros, guerras intestinas, uso de armas de destrucción masiva,
nublan el horizonte de grandes regiones del planeta. Lo que ocurre en
Siria es preocupación de todos y nuestra Organización debe jugar un
rol preponderante en la solución definitiva del conflicto que afecta a
ese país. En ese sentido, mi país hace un llamado de apoyo a la
implementación del Acuerdo Marco alcanzado entre los Estados
Unidos de América y la Federación Rusa.
Con satisfacción mi Gobierno ha observado que la República de China
(Taiwán) ha logrado una mayor presencia en las Agencias
Especializadas y mecanismos de la Organización de las Naciones
Unidas, gracias a un apoyo internacional sólido y un acercamiento
entre ambas partes del Estrecho de Taiwán. En adelante, mi Gobierno
seguirá incentivando la interacción positiva de los dos lados del
Estrecho de Taiwán, en el ámbito internacional.
Señor Presidente:
Se imponen más que nunca la serenidad y la firmeza de las naciones y
de los organismos con posibilidades de ayudar a la resolución de los
conflictos.
Paraguay apuesta por la paz, el diálogo, el desarrollo en armonía con
las demás naciones del mundo y por una integración con respeto al
Estado de Derecho, a la dignidad de las naciones y a las asimetrías.
La integración es un fenómeno que en ésta era global ya no se
detiene. Paraguay entiende
y promueve la integración
en
condiciones de igualdad, como un factor de inserción al plano
supranacional, pero en condiciones justas, con miras a un destino
común, no como simple cortejo de potencias, ni como convidado de
piedra en foros globales donde se discute el destino de los pueblos.
En la realidad integrada de hoy, el aporte paraguayo es esencial y está
vinculado de manera indisoluble con nuestra dignidad como Nación
libre, independiente y soberana, con las premisas del derecho de
autodeterminación de los pueblos, los principios de no intervención y
de igualdad jurídica entre los Estados.
El verdadero destino del pueblo paraguayo es el de una Nación
próspera, con paz social, libertad, justicia e igualdad. Mi gestión de
gobierno está orientada a generar y fortalecer para todos los
paraguayos y para los extranjeros que elijan mi tierra, un ambiente
acorde con las ilimitadas OPORTUNIDADES que ofrece mi país.
Así como comprobé que mi pueblo no quiere ni pide limosna sino
OPORTUNIDAD de dignificarse a través del trabajo, a través del
estudio, así también el Paraguay se presenta hoy ante el mundo como
un PAIS DE OPORTUNIDADES para invertir y prosperar, con seguridad,
formalidad, seriedad y previsibilidad.
No quiero omitir en esta ocasión una referencia a una cuestión clave.
LA EDUCACION.
El discurso político tradicional ha desgastado sensiblemente ciertas
ideas centrales que desde mi Gobierno me propongo tornar, de una
vez por todas, realidad. Mucho se ha hablado de la necesidad de
educación, seguridad y salud, pero poco se ha hecho al respecto. La
transformación cuantitativa y cualitativa de la EDUCACION en el
Paraguay, es una premisa fundamental de mi Gobierno.
El gran cambio que va a operarse en el Paraguay y la amplia ventana
para las OPORTUNIDADES dependen, hoy más que nunca, de un
sistema educativo eficiente e incluyente. Las instituciones de
enseñanza pública están llamadas a replantear su rol en la sociedad y
asumir un protagonismo sin precedentes como semillero de líderes
para un Nuevo Paraguay, con mano de obra calificada para el
presente milenio, en un mundo conectado donde quien más sabe,
más conoce y tiene más habilidades, cuenta con mayores y mejores
oportunidades de trabajo, de bienestar y de realización personal.
Los países que supieron antes y apostaron decididamente a la
EDUCACION, están orgullosos de sus resultados. Hay una relación
clara y directa entre educación y desarrollo.
Entonces, la clave es la EDUCACION. La cuestión radica en la calidad
de la formación y es la llave para escapar de la prisión geopolítica, del
rezago, de la falta de oportunidades. Por eso, las nuevas reglas que
dominan el mundo, son para mi país como una salida al mar del
desarrollo.
Señor Presidente:
En esta primera oportunidad de hablar ante Ustedes y ante el mundo
como Presidente de la República del Paraguay, les presento el NUEVO
RUMBO que el pueblo paraguayo ha elegido con su voto libre y
soberano el pasado 21 de abril.
Vengo de una Nación cuyos hijos han dado a la historia proezas y
sacrificios que han llegado a la última extremidad, como la decisión
del supremo sacrificio de nuestro Héroe Máximo, el Mariscal
Presidente de la República Francisco Solano López, de entregar su
vida empuñando su espada y combatiendo al frente de sus últimos
soldados, antes que ver a su Patria humillada.
He asumido la decisión de consagrarme al servicio del Paraguay y a
generar el verdadero cambio que reclama mi Patria que es el retorno
a la senda del verdadero destino paraguayo de vivir en paz, desarrollo
y modernidad, y de crecer en armonía con todas las naciones del
mundo, principalmente con nuestros vecinos.
Les aseguro que mi Patria es un lugar muy generoso y atractivo. Les
invito a conocer mejor al Paraguay, a descubrir el tesoro que palpita
en el corazón de América y que se dispone a reeditar las páginas más
gloriosas de su historia, hoy en la paz, el desarrollo económico y
social, y conectado al mundo de la era global, con su dignidad y
disposición de recibir a todos quienes decidan compartir nuestro gran
destino.
Los Jefes de Estado somos pasajeros en el Gobierno. La historia nos
juzgará por lo que hicimos en favor de nuestros pueblos y nos
reclamará con justicia lo que dejamos de hacer. Para honrar la
confianza y la esperanza, mi decisión es comprometerme
íntegramente al servicio de mi Patria y hacer todo lo necesario para
su grandeza y prosperidad.
El Paraguay considera hoy más que nunca dar el mayor impulso al
proceso de negociación entre Israel y Palestina, que permitan llegar
a una paz duradera, de tal modo que Israel y Palestina convivan uno
al lado del otro con fronteras seguras y en paz
Y antes de terminar quiero hacer una última reflexión, mis más
sinceras condolencias al pueblo de Kenia por las víctimas del atentado
terrorista que condenamos enérgicamente.
Muchísimas Gracias
Y que Dios bendiga a todos.
Mr. President, Mr. Secretary-General, ladies and gentlemen,
As President of the Republic of Paraguay, I have the honor to speak in
this distinguished forum of global debate to address current issues,
relevant to my country and to the world as a whole.
I wish to extend a special greeting to the President of this
Assembly, Ambassador JOHN ASHE, as well as to the SecretaryGeneral, BAN KI-MOON, in appreciation of their work towards
attaining the noble objectives that unite us. Through their efforts,
they contribute to the legitimacy of the United Nations and guarantee
multilateral cooperation and the validity of the international Rule of
Law.
Mr. President,
It has been less than a month since I took office as President of the
Republic of Paraguay, after an exemplary electoral process that
culminated on April 21 of this year, when the Paraguayan people
freely exercised their guaranteed constitutional rights to elect their
authorities, with irrefutable results. Observer Missions from the
United Nations and from a number of regional and hemispheric
organizations were present and certified the legality, legitimacy and
transparency of the elections and the electoral process, in which the
will of the people honored me with the highest national distinction.
These events also represent the conclusion of a long transition
towards democracy in Paraguay. For the second consecutive time in
our history, Executive authority alternated from one political party to
another, thoroughly respecting the constitutional framework. This is
no small achievement in our 202 years of independence, signaling the
true beginnings of new and auspicious times for my Nation.
Republican institutionalism, consensus building, strengthening
democracy, unconditional respect for Human Rights and freedom of
speech and of the press are the cornerstones of my Government, that
aims at becoming an example of patriotism, honesty, inclusion and
efficiency, with the necessary ability to definitively steer Paraguay
towards its grand destiny.
Mr. President,
The Paraguayan people have hoped for a truly great government for a
long time. I expect to fulfill these expectations and to improve my
country’s position in the global stage, where we long to excel in
assuring A LAND OF OPORTUNITY for Paraguayans and foreigners
alike.
As was once said: PARAGUAY IS ONE OF THE BEST HIDDEN
TREASURES OF LATIN AMERICA.
Paraguay has well founded reasons to hope for a promising future.
I have set POVERTY ALLEVIATION as a priority in my Government. It is
incomprehensible that a nation so rich in resources has so many poor.
No quarter will be given in the fight to reduce our poverty indicators
as much as possible and in the shortest timeframe. Things are going
to improve, and not merely through assistance, but also by ensuring
human dignity.
Social investment is at the forefront of my Administration’s agenda.
This is the path in the new direction that we seek to travel in my
country. This investment will be for the people, so that they may live
in a dignified fashion and become the engines of our development;
and so that the general welfare of the people may become the firm
basis of our democracy.
Another commitment undertaken by my Government is ZERO
TOLERANCE FOR CORRUPTION AND THE END OF IMPUNITY. This is a
challenge that we hope to face with the firm support of the Judiciary
and the Attorney General’s Office.
Mr. President,
Paraguay’s economy presents privileged statistics. We are the only
country in the region that has not changed its currency, the GUARANI,
issued in 1943. Paraguay’s macroeconomic indicators are more than
encouraging.
Paraguay is clearly a suitable country for investments. Nature has
endowed my country with an enviable climate, with more than 90
rivers, with abundant and fertile soil, with clean and renewable
energy generated by three hydroelectric power plants. The first,
ACARAY, entirely Paraguayan, as well as ITAIPU and YACYRETA coowned respectively with Brazil and Argentina. These last two are
among the largest hydroelectric power plants in the world.
We have one of the largest freshwater reserves in the world, the
GUARANI AQUIFER, a great part of which lies beneath Paraguayan
territory.
Apart from the advantages of nature and of abundant, clean and
renewable energy, the majority of Paraguay’s population is young,
with over 75 per cent under age 30. Paraguay’s tax system is
favorable to investment and the country’s economic growth
indicators are clearly above the regional median.
My Government is committed to ensuring LEGAL SECURITY, with clear
and transparent rules to safeguard the people and their property.
Today we present a country with substantial economic improvement,
focused on efficiency, transparency and a reliable public
administration.
Only a few weeks ago I signed an AGREEMENT FOR PARAGUAY in our
Congress, by which the Political Parties with legislative
representation, as well as other institutions in our society made a
framework commitment to work together and oversee the
strengthening of governance and the fulfillment of material and
spiritual goals for the people’s welfare. In this manner we seek to
advance the general good over that of the individual, through
dialogue, the main instrument of democracy. Together we assume
the responsibility of ensuring A COUNTRY OF OPPORTUNITY FOR ALL.
After recently visiting countries in Europe and the Americas, I reflect
on the great challenge posed by the perception of my country beyond
its borders. I have witnessed with satisfaction how Paraguay, and its
potential, are respected and admired. Just as it is our responsibility as
Paraguayans to build foreseeability and reliability, it is the obligation
of all branches of Government to foster legal security, indispensable
to Paraguay’s overdue advancement.
I would like to underline my Government’s commitment to the
defense and promotion of Human Rights, fully recognized in the
Constitution of the Republic of Paraguay. We assume this posture out
of genuine conviction, although my country is also a respectful
signatory of recognized international instruments in this field.
Mr. President,
The special needs of landlocked developing countries, like Paraguay,
must be adequately addressed. My Government is also determined to
overcome the disadvantages posed by our geographic condition,
instead, making our location a tool to enhance communications,
logistics and infrastructure to connect global regions through
Paraguay. In a similar manner that an old border dispute between
Paraguay and Brazil finally gave way to what today is ITAIPU,
transforming a problem into a majestic work of integration and
development; we hope that our landlocked condition in the heart of
South America will serve as a development hub for Paraguay and its
neighbors.
Mr. President,
I cannot avoid mentioning the global upheavals that mark our times.
Economic and financial crises, civil strife and the use of weapons of
mass destruction cloud the horizon all over the planet. The events in
Syria are a concern to all of us and our Organization must play a
preeminent role towards the definitive solution to this conflict. In this
regard, my country calls for supporting the implementation of the
Framework Agreement between the United States and the Russian
Federation.
My Government has observed with satisfaction that the Republic of
China (Taiwan) has increased its presence in Specialized Agencies and
bodies within the United Nations Organization thanks to strong
international support and rapprochement between the parties on
both sides of the Taiwan Strait. My Administration will continue to
encourage this positive interaction.
Mr. President,
Serenity and determination among nations as well as the
organizations entrusted to foster conflict resolution are more
necessary than ever.
Paraguay encourages peace, dialogue and harmonious global
development, along with integration that is respectful of the Rule of
Law, national dignity and asymmetries.
Integration is a global phenomenon that cannot be detained.
Paraguay understands and promotes integration on an equal basis, as
a means for supranational insertion, under fair conditions, towards a
common objective. Integration should take place not by courting
regional Powers, nor as a silent guest in global fora that discuss the
future of our peoples.
Paraguay’s contribution is essential in today’s integrated reality and is
intrinsically linked to our dignity as a free Nation, sovereign and
independent, under the premise of the right to self-determination
and the principles of nonintervention and the sovereign equality of
States.
The true destiny of Paraguay is to become a prosperous Nation, living
in peace, with liberty, justice and equality. My Administration is
geared toward creating and strengthening an environment suited to
the unlimited OPPORTUNITIES that my country offers for Paraguayans
and foreigners alike.
My country asks for OPPORTUNITIES to achieve progress in a dignified
manner, not for hand-outs; to work and study and truly become a
LAND OF OPPORTUNITY, of investment and prosperity, with security,
formality, reliability and foreseeability.
I cannot fail to mention a key issue: EDUCATION.
Traditional political discourse has significantly undermined certain
core ideas that my Administration intends to definitively turn into
reality. Much has been said about the need for education, security
and health, but little has actually been done in this regard. Improving
EDUCATION in Paraguay, in terms of quantity and quality, is a
fundamental premise of my Government.
Today more than ever before, the great change that must take place
in Paraguay and the opening of windows of OPPORTUNITY depend on
an efficient and inclusive educational system. Public learning
institutions should rethink their role in society and assume an
unprecedented role as a breeding ground for leaders of a New
Paraguay, with a skilled workforce adapted to this millennium, in an
interconnected world where those who possess more knowledge and
have more abilities are more likely to find better work opportunities
for their wellbeing and personal advancement.
Those countries that at the outset emphasized EDUCATION are proud
of their results. There is a clear and direct relationship between
education and development.
EDUCATION is the key. The central issue is the quality of learning as a
means of overcoming the geopolitical constraint of backwardness and
a lack of opportunity. The new rules that govern the world therefore
represent an access to the ocean of development for my country.
Mr. President,
Here, speaking before you and the world for the first time as
President of the Republic of Paraguay, I present to you the NEW
DIRECTION that the Paraguayan people have freely and sovereignly
chosen this past April 21.
I belong to a Nation whose children have contributed to history with
their prowess and boundless sacrifice, such as the supreme decision
taken by our Greatest Hero, Francisco Solano Lopez, Field Marshal
and President of the Republic, to give his life, sword in hand, fighting
on the frontlines with his last soldiers, rather than seeing his Nation
humiliated.
I have decided to devote myself to the service of Paraguay and to
bring about the real change that my country demands; to return to
the true path of our destiny; to live in peace, progress and modernity;
and to coexist in harmony with all nations, particularly with our
neighbors.
I assure you that my country is generous and appealing. I invite you to
learn more about Paraguay, to discover the treasure that pulses in
the heart of South America and that intends to rewrite the most
glorious page in its history, in peace, with social and economic
development, directly connected to a globalized world, with dignity,
eager to welcome all those who wish to share our grand destiny.
We Heads of State and Government are momentary. History will
judge us for what we did for our peoples and will sternly hold us
accountable for what we failed to do. In order to honor the trust and
hope of my people, I have decided to commit myself wholly to the
service of my country and to do all that is necessary for its greatness
and prosperity.
Thank you very much.
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