Inaugurado el ferrocarril de Liverpool a Manchester Era la consagración de George Stephenson, un humildísimo obrero mecánico hijo de un bombero. George, que no aprendió a leer hasta los 20 años, fue el primero en comprender las posibilidades de la utilización de la presión del vapor de agua. A principios de siglo ya se habían realizado experiencias en el manejo de la alta presión, y sobre esta base desarrolló la Blucher, primera locomotora, que funcionó en una mina de carbón en 1814. En los 10 años siguientes, Stephenson construyó catorce locomotoras más para distintas minas de hulla. Todavía no se había pensado en utilizarlas para el transporte de pasajeros. Recién en 1825 se había inaugurado el primer ferrocarril con viajeros, que se construyó bajo la vigilancia de Stephenson. Sin embargo las locomotoras, todavía muy lentas, se seguían utilizando mayormente en las minas, mientras que los vagones de pasajeros rodaban sobre carriles arrastrados por caballos. En 1821 Stephenson creó la primera fábrica del mundo dedicada exclusivamente a la construcción de locomotoras. La línea de Liverpool a Manchester, la primera que transportó pasajeros entre dos ciudades, le fue encargada después de famosas discusiones parlamentarias. Stephenson comenzó los trabajos en 1826. Debió improvisar soluciones para todo, porque no existía ningún modelo. Construyó túneles, estaciones, señales, estableció el modo de alimentación de las máquinas y la circulación nocturna. Antes de la inauguración, la compañía dudaba todavía sobre la utilización de locomotoras, y abrió un concurso para elegir una de estas máquinas. Ganó la "Rocket", construida en la fábrica de Stephenson por su hijo Robert, que era un brillante ingeniero.