Conferencia: Dra. García de Fanelli

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Conferencia de Ana María García de Fanelli1
Me voy a referir a cómo ha sido, desde mi perspectiva, el avance del uso del método
comparado, del enfoque comparado de la educación superior, y con especial énfasis en
la educación superior de Argentina y de América Latina, para eso voy a empezar
haciendo algunos señalamientos sobre cual ha sido su impacto en lo que podríamos
llamar el plano más estrictamente académico. En segundo lugar, el plano del diseño de
las políticas públicas y la gestión dentro de las universidades, y finalmente voy a
concluir con algunas reflexiones sobre lo que podríamos llamar un buen y un mal uso de
estas metodologías en todos estos niveles previos que menciono.
En el plano académico, si bien es cierto, que la educación comparada no está muy
presente en las mallas curriculares de los planes de estudio en general de las
licenciaturas, quizás en educación, es muy interesante ver, cómo de la mano de la
expansión de los posgrados, en particular en el caso argentino,
pero también en
América Latina y sobre todo a través de maestrías en el campo educativo, en el campo
de la gestión, o de la política, siempre se empezó a incorporar alguna materia de
educación superior comparada, o educación comparada en general, es decir comienza a
haber un reconocimiento mucho más explícito de esto en la propia incorporación de las
mallas curriculares. Del mismo modo, creo que los propios docentes, como enfocan
cada uno de sus cursos, es casi inevitable que para abordar, por ejemplo temáticas del
campo de la gestión o planificación, que uno incorpore el enfoque comparado dentro de
los propios planes en cada una de estas materias en particular, y finalmente, también en
el plano de la formación creo que cada vez tenemos tesis que uno de los métodos
importantes de abordaje comienza a ser la metodología comparada, y este es uno de los
1
Investigadora del CONICET y del CEDES, es profesora en la Universidad de Buenos Aires, de la
Universidad Nacional de Tres de Febrero, entre otras universidades argentinas
aspectos que subrayaría dentro de los avances que han ocurrido en los últimos años, por
lo menos en el plano de la educación superior que es el ámbito de mi desarrollo.
En el campo de la investigación también observamos que hay dos estilos diferentes de
educación superior comparada, que se ha dado también en América Latina, en un caso
a partir de un tema en particular se unen esfuerzos de redes de investigadores para tratar
ese tema dentro de las distintas perspectivas en función de cada uno de los países que
integra el estudio comparado, o quizás lo que es más común, se utiliza el estudio de
caso dentro de una red más amplia de investigaciones sobre la temática de educación
superior: Es decir,
la investigación sobre educación superior se hace a través de
expertos nacionales de cada uno de los países, sobre discusiones previas de dimensiones
analíticas o una matriz de dimensiones analíticas, que permita efectivamente realizar
este estudio comparado. Estos serían los avance que observo en el caso de la educación
superior comparada en América Latina en lo que hace al plano académico. Quizás el
plano más visible sea el del diseño y formulación general de las políticas públicas, y en
el caso también de la planificación universitaria. En este sentido, debemos señalar el rol
de los organismos internacionales, pues creo que hay algunas diferencias importantes
entre ellos, ya que algunos han tratado de generar una serie de información que sea de
utilidad en términos de un conocimiento mayor de América Latina, por ejemplo
IESALC, produciendo distinto tipo de trabajos comparativos o estudios de casos en
cada uno de estos países, y en otros casos, como se señaló antes, el Banco Mundial o el
BID, pero en particular el Banco Mundial, han generado una producción muy
importante de información sobre una serie de casos. El tema interesante en este tipo de
estudios es que las conclusiones son siempre iguales independientemente de la riqueza y
la complejidad que tiene dentro del mismo texto, en donde efectivamente los análisis
suelen ser interesantes, abordan una cantidad de datos y una bibliografía importante,
pero donde el déficit suele ser el no aprovechar en toda su dimensión, desde lo
relacional y lo complejo que tiene cada uno de los casos que se analizan.
Por otro lado, uno observa en el plano de las políticas, un uso cada vez mayor del
estudio de otros casos a fin sacar ideas para el diseño de las políticas, tratando de
obtener lo que inglés se llama “lessons”, que obviamente son lecciones, pero ahora
todos los artículos terminan con lecciones, que sacamos de las experiencias
internacionales. Yo misma hago bastante uso de este tipo de práctica para mirar
políticas diferentes que son factibles en distintas dimensiones del campo de la
educación superior, y que han sido muy enriquecedoras siempre y cuando se atengan a
analizar en forma concreta la complejidad que tiene cada uno de estos casos en cada uno
de los países. El periodismo también hace mucho uso de esta metodología, a veces en
forma descuidada, de casos exitosos, por ahí se trata de un país de seis, siete millones de
habitantes con un coeficiente de Gini muy bajo, o sea con una buena distribución del
ingreso, y con una serie de condiciones que hacen a la estructura económica y social de
esos países, que de ningún modo puede ser el análisis separado de ese recorte, este
contexto empírico, ya no ideológico; un recorte meramente empírico de la realidad del
conjunto e indicadores que ilustran bien como se ubica este caso en ese contexto
particular. Y finalmente, del campo de la planificación y de la administración, la
evaluación; esto ha venido de la mano de la extrema complejidad que tienen nuestros
sistemas de educación superior hoy,
que hace que sea creciente la actividad de
evaluación, de mejorar la gestión de los sistemas educativos, siendo una preocupación
constante elaborar indicadores para ello.
Recientemente, he analizado el trabajo
realizado por un investigador holandés sobre este tema, dónde comenta la experiencia
europea y lo difícil que es acordar sobre indicadores, y esto tiene mucho que ver con
este tema de la naturaleza del método comparativo y la dificultad, ya
incluso
cuantitativa de poder llegar a ponerse de acuerdo en el plano de la comunidad
económica y la comunidad europea en general, sobre cuales serán los indicadores que
les servirán para poder diseñar un contexto común y poder diseñar en qué medida se
está cumpliendo con ciertos objetivos prefijados en las distintas reuniones de
concertación que han atravesado hasta este momento. Pero sin duda este es un camino
que estamos transitando y que necesariamente hay que ir transitando, que tiene que ver
con acordar algunos indicadores, tanto de carácter cuantitativo como cualitativo, que
nos permitan elaborar procesos cada vez más transparentes, más útiles, en términos de
calidad, de acreditación de carreras, en términos de ponernos comparativamente con un
marco común en detectar los principales problemas que estos países tienen.
Voy a concluir brevemente, señalando de todo esto que dije, cuales serían algunos usos
buenos y malos de lo que mi experiencia en el campo de la educación superior, hasta el
momento me indica, sobre este uso del método comparativo. Pienso que el método
comparativo sirve por sobre todo para formular hipótesis, es un mecanismo heurístico
sumamente importante en que uno a partir del contraste de la realidad de países
diversos, con estructuras complejas diversas, puede elaborar hipótesis y también puede
de algún modo, encontrar soluciones probables a cierto tipo de problemas educativos, y
digo soluciones probables, obviamente contextualizadas alrededor de esa estructura
social, económica, educativa, de cada uno de los países.
¿Cuáles serían algunos malos usos? A veces, un problema que tiene el uso de la
educación comparada supone esta idea de la mejor práctica, entonces se toma algún
país exitoso sacándolo totalmente fuera del contexto de su trayectoria histórica, de su
estructura económica y social, y se lo coloca como modelo a imitar, esto suele ser
nefasto. Por ejemplo, en el caso de Argentina, cómo este país ha logrado efectivamente
salir de su crisis y que a los pocos años se halla logrado un éxito impresionante en el
campo educativo, olvidando una serie de cuestiones de este contexto económico, social
y político que permitieron esto, y que además no es comparable, a veces se comparan
países de seis millones de habitantes con otros de 250 millones. Evidentemente que este
tipo de comparaciones desde el punto de vista estrictamente metodológico, carecen de
sentido. Hay otros usos, esta idea de los recuadros, es decir, ilustrativos, el caso me
ilustra y con forma muy pormenorizada se detalla las condiciones del caso, en realidad
a veces es interesante pero no hay un enfoque analítico detrás, y por tanto ese caso
queda en lo anecdótico, en el recuadro que puede hacer una lectura agradable pero que
no sirve desde el punto de vista analítico para sacar conclusiones útiles. Y después hay
otro uso, esto yo creo que no es ni bueno ni malo, sino que es lo que se realiza
normalmente, y es que cuando uno quiere implantar una política educativa, uno utiliza
el método comparativo como mecanismo de persuasión. Normalmente si un argentino
dice algo que está bien no se le reconoce el principio de autoridad que si traemos a
algún inglés, algún francés, italiano, españoles, etc, que nos digan cómo hay que hacer
las cosas, y entonces obviamente el principio de autoridad juega con mucha fuerza.
Normalmente también hay un uso del método comparativo como principio de
persuasión, buscando en esta idea del principio de autoridad de lo externo, de lo que
aparentemente puede ser o no exitoso, generar un consenso alrededor de las políticas.
Esta es una práctica que no creo que sea buena ni mala porque a veces es necesaria,
quizás el problema es el defecto de la propia sociedad que necesita que venga alguien de
afuera para decir que hay que hacer tal cosa y por eso está bien, pero la realidad termina
funcionando así, y por tanto creo que a veces está bien que en la política pública se
utilice este mecanismo porque suele ser un mecanismo exitoso, al menos para quitar un
poco la discusión del plano estrictamente local y llevarlo a un plano más general. Sin ir
más lejos, Sarmiento en última instancia para formar todo nuestro sistema educativo se
fue a Estados Unidos, incluso trajo algunas maestras desde allí e implantó un sistema
que era exitoso en ese país, que en este caso lo hizo en forma bastante inteligente, de
modo tal que rindió efectivamente sus frutos. Entonces, todo este tipo de prácticas no
hay que verlas del punto de vista negativo, todo depende de con qué criterio se realizan
y si efectivamente están bien meditadas en términos de tratar de captar lo mejor de
todos estos sistemas y que puedan ser efectivamente exitosos en el plano local.
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