San Ireneo de Lyon - Autores Catolicos

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LOS PADRES DE LA IGLESIA
San Ireneo de Lyon
F a s c í c u l o
S a n
I r e n e o
X I I I
d e
L y o n
M o n t e G r a n d e
2 0 0 9
Los Padres Controversistas
No apologistas, sino controversistas se definen los Padres de la Iglesia que han tomado la pluma
para combatir las doctrinas erróneas, de las interpretaciones equivocadas de las herejías (herejía =
haieresis = elección = parcialización de la verdad). Las corrientes heréticas más importantes se pueden
resumir en el docetismo1 durante el siglo II y el gnosticismo2 en los siglos II y III.
Ireneo de Lyon, el hombre de la tradición
Ireneo es el representante más destacado de la reacción ortodoxa contra los gnósticos y uno de los
Padres más importantes de los tres primeros siglos, considerándolo además, el teólogo más relevante del
siglo II.
No se sabe la fecha exacta de su nacimiento, pero fue probablemente entre los años 140 y 160. Su
ciudad natal está en el Asia Menor, y posiblemente es Esmirna, puesto que, en su carta a un presbítero
romano llamado Florino, le comunica que en su primera juventud había escuchado los sermones del
obispo Policarpo de Esmirna (155), con quien aprendió la doctrina cristiana, y es a través de Policarpo
que Ireneo queda conectado con la era Apostólica y su tradición.
En el año 177 y siendo presbítero, la comunidad de Lyon lo envía a Roma como embajador de paz
ante el Papa Eleuterio (189) con el objetivo de mediar en una controversia relacionada con el
montanismo 3. En esos momentos los cristianos de Lyon sufrían una gran persecución en manos del
emperador Marco Aurelio Antonino (121–180), la cual provocó cuarenta víctimas y el encarcelamiento
del obispo de la ciudad. A su regreso a Lyon, el obispo Potino ya había muerto mártir e Ireneo es
nombrado
su
sucesor
(178–195).
Más tarde, cuando el Papa Víctor I (199) excomulgó a los obispos asiáticos con motivo de un
desacuerdo acerca de la Pascua, Ireneo escribió a algunos de ellos y al mismo Papa Víctor, exhortándolos
a hacer las paces; finalmente tuvo éxito en su cometido, haciendo honor a su nombre, que significa «El
amante de la paz».
A partir de ese incidente desaparece toda huella acerca de su vida; ni siquiera se sabe de manera
fehaciente la fecha de su muerte. Sin embargo, San Jerónimo (420) y Gregorio de Tours (594) lo
presentan como mártir hacia el año 202.
“Gloria de Dios es un hombre viviente, y la vida del hombre es ver a Dios”
San Ireneo
Su lucha contra el gnosticismo
Además de la administración de su diócesis, Ireneo se dedicó a la tarea de combatir las herejías
gnósticas4 por medio de extensos escritos. En ellos hace una excelente refutación y un análisis crítico de
las fantásticas especulaciones de las doctrinas gnósticas. Supo combinar un conocimiento vasto de las
fuentes con la seriedad moral y el entusiasmo religioso. De sus numerosos escritos, ha sobrevivido la
primera gran obra antignóstica titulada “Desenmascaramiento y derrocamiento de la pretendida pero
falsa gnosis” o también conocido como “Contra las herejías”, la cual fue distribuida en cinco libros,
publicados aproximadamente durante el transcurso del año 180.
1
Docetismo: del verbo griego “dokein” que significa “apariencia”, pues éstos afirmaban que la humanidad de Cristo había sido
solamente aparente.
2
Teología de desunión, la cual enfrenta al antiguo testamento contra el nuevo testamento.
3
Los montanistas predicaban la renuncia total de los cristianos al mundo, el cual era concebido como lugar de perdición, además,
esperaban de un momento a otro el fin de todas las cosas.
4
Desviaciones de la doctrina cristiana, que se presentaban bajo la forma de gnosis o sabiduría superior de los misterios de la fe.
2
Mujer con hemorragias es sanada al tocar el manto de Jesús
(Marcos 5, 25-34).Fresco de la catacumba de los santos Marcelino y Pedro.
Principios del siglo IV.
Frente al gnosticismo, la unidad es el elemento central del pensamiento de Ireneo: en el
principio fue la creación, después la redención, y ahora los hombres esperan la segunda venida, una única
tensión hacia la completa restauración del hombre en Cristo, por medio de su “deificación” en la visión
beatifica5.
Ireneo establece tres reglas para luchar contra el gnosticismo:
Apoyarse en el Antiguo y Nuevo Testamentos.
Eliminar los ritos falsos y creer en la historicidad de Jesús.
La apostolicidad: sucesión apostólica e importancia de la iglesia de Roma.
Los garantes de la autenticidad de la predicación evangélica son solamente los obispos,
herederos y continuadores de la misión de los apóstoles y custodios de la tradición por ellos
inaugurada.
No cabe exagerar la importancia de Ireneo, el cual, sin ser un teólogo muy personal, es un testigo
fiel de la tradición, que bebe en sus fuentes auténticas, y que la expresa en fórmulas vigorosas y
originales; a las especulaciones demoledoras de los gnósticos opone la firmeza de su sentido cristiano, de
su sentido de Cristo y de la obra de nuestra salvación.
5
Del latín: “beatificus”, que imparte gran felicidad. Es el conocimiento inmediato de Dios que gozan en el cielo los espíritus
angélicos y las almas de los justos.
3
“Demostración de la predicación apostólica”
Esta obra se encuentra redactada como una carta a un amigo. Es un tratado apologético, exposición
del Credo como una historia de la salvación, que consta de una introducción, dos partes y una conclusión:
Introducción (capítulos 1 a 3): motivos de composición de la obra.
Primera parte (capítulos 4 a 42): explica la esencia de la fe cristiana mediante un desarrollo
de la historia de la salvación desde Adán hasta Cristo: Trinidad, creación, caída, encarnación y
redención.
Segunda Parte (capítulos 49 a 97): esgrime pruebas sobre la verdad de la revelación cristiana
(parte apologética).
En la Conclusión exhorta a la coherencia en la fe.
La teología de Ireneo
Además de controversista, Ireneo merece ser llamado el fundador de la teología cristiana, pues es el
primero que formuló la doctrina cristiana en términos dogmáticos, caracterizándose por el valor que da a
la Tradición.
Podemos decir que las dos grandes líneas de la teología de Ireneo son:
Su gran preocupación por la unidad de la fe y la unidad de la Iglesia; ante la división
introducida por los gnósticos, Ireneo contrapone la unidad, como criterio de verdad.
El tema de la recapitulación de todas las cosas en Cristo; Él es quien logra la unidad,
recapitulando todas las cosas en sí desde el principio.
Hace una auténtica teología de la historia al mencionar la unidad de Dios y de Cristo, luego el
plan divino de salvación realizado en la Iglesia y por fin el retorno de la unión del hombre con Dios.
Trinidad: explica claramente la presencia de la Trinidad en el Antiguo Testamento: Tres Personas
en un sólo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra...” (Génesis 1, 26), lo dice el Padre al Hijo y al Espíritu
Santo (Ireneo los llama alegóricamente “las manos de Dios”). Asimismo, insiste en la “monarquía
divina”, Cristo y el Espíritu Santo actúan en el Antiguo Testamento junto con el Padre.
Figura central de un fresco compuesto por un
total de tres escenas, la cual representa una
mujer con un velo sobre su cabeza que se
encuentra en posición orante (símbolo del alma
que vive ya en la paz divina).
Cubículo Velatio de las catacumbas de Priscilla
(segunda mita del siglo III).
Se cree que las escenas pertenecen a la vida de
una mujer sepultada allí. Una de las escenas
mostraría su matrimonio, otra la condición de
madre y la central la misma mujer en el cielo.
4
Cristología: sobre la generación del Hijo por el Padre, Ireneo dice que es inenarrable e inexplicable,
sino solamente por el Padre, que engendró, y el Hijo, que fue engendrado. Además, se expresa con estas
palabras al intentar comprender la relación entre el Padre y el Hijo: “Dios se ha manifestado por el Hijo
que está en el Padre y tiene en sí al Padre”.
Toda la teología de Ireneo se centra en la “teoría de la recapitulación” que toma de San Pablo y
desarrolla. En Cristo se da una nueva creación de la humanidad; todo queda restaurado y renovado; se
recupera la imagen y semejanza con Dios perdida por el pecado de Adán; se destruye la muerte y el
adversario.
“Las cosas que perecieron tenían carne y sangre. Porque el Señor, tomando el limo de la tierra,
plasmó al hombre. Y en su favor se realizó toda la obra de la venida del Señor. Por eso quiso Él tomar
carne y sangre, a fin de recapitular en sí mismo, no otra obra cualquiera, sino la misma obra original del
Padre, buscando precisamente lo que se había perdido.” – (Contra las herejías - Libro 5, 14, 2).
Mariología: Ireneo desarrolla el paralelismo Eva–María establecido por Justino. Eva y María,
ambas vírgenes, están relacionadas: Eva hizo un nudo con su desobediencia y su incredulidad, María
desata el nudo con su obediencia y su fe.
“Y si la primera (Eva) desobedeció a Dios, la segunda (María), en cambio, consintió en obedecer a
Dios, a fin de que la Virgen María pudiera ser abogada de la virgen Eva. Y así como la raza humana
quedó vinculada a la muerte por causa de una virgen, de igual manera es liberada por una virgen; la
desobediencia de una virgen ha sido compensada por la obediencia de otra virgen.” – (Contra las
herejías - Libro 5, 19, 1)
María es la nueva Eva, la madre de los vivientes (maternidad universal de María), Ireneo la llama
“el seno de la humanidad” recapitulada en Cristo. Habla del nacimiento de Cristo como “del ser puro
que abrió con toda pureza el puro seno que regenera a los hombres en Dios” – (Contra las herejías Libro 4, 33, 11).
Eclesiología6: nuevamente, de la teoría de la recapitulación, surge la idea de Cristo como Cabeza
de la Iglesia que atrae hacia sí todas las cosas, y perpetúa mediante ella su obra de renovación hasta el fin
del mundo.
Explica cómo la inmutabilidad de la doctrina recibida de los Apóstoles, que es la norma de fe, se
mantiene a causa de la sucesión apostólica ininterrumpida en las iglesias fundadas por ellos. Los
gnósticos carecen de esta garantía de la fe.
Primado de Roma: Ireneo manifiesta una profunda admiración y devoción hacia la Iglesia de
Roma, fundada sobre la autoridad de los apóstoles Pedro y Pablo:
“Porque, a causa de su más poderosa autoridad de fundación, es preciso que concuerden con esta
Iglesia todas las iglesias, es decir, los fieles que están en todas partes, ya que en ella se ha conservado
siempre la tradición apostólica por (los fieles) que son en todas partes.”
Eucaristía: cree firmemente en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, que se produce por la
invocación de Dios sobre el pan y el vino. También cree en que la resurrección de la carne se debe a la
influencia del Cuerpo y Sangre de Cristo en la carne de quienes los recibieron. Cree en el carácter
sacrificial de la Eucaristía, que es el sacrificio profetizado en el libro de Malaquías del Antiguo
Testamento.
Escritura: afirma que la Escritura (grafé) —así llama a los escritos del Nuevo Testamento— ha de
ser leída y recibida en la Iglesia.
Asimismo, explica el origen de los Evangelios: Mateo, hebreo; Marcos, recogiendo la doctrina de
Pedro; Lucas, la de Pablo; y finalmente Juan redacta su Evangelio en Éfeso.
Ireneo señala que hay exactamente cuatro evangelios, ni más ni menos:
“Los Evangelios no pueden ser ni menos ni más de cuatro; porque son cuatro las regiones del
mundo en que habitamos, y cuatro los principales vientos de la tierra, y la Iglesia ha sido diseminada
sobre toda la tierra; y columna y fundamento de la Iglesia son el Evangelio y el Espíritu de vida; por ello
6
La eclesiología es la parte de la teología cristiana que dedica su estudio al papel que desempeña la Iglesia como una comunidad
o entidad orgánica, y a la comprensión de lo que "Iglesia" significa: su papel en la salvación, su origen, su relación con el
Jesucristo histórico, su disciplina, su destino y su liderazgo.
5
cuatro son las columnas en las cuales se funda lo incorruptible y dan vida a los hombres. Porque, como
el artista de todas las cosas es el Verbo, que se sienta sobre los querubines y contiene en sí todas las
cosas, nos ha dado a nosotros un Evangelio en cuatro formas, compenetrado de un solo Espíritu.” –
(Contra las herejías - Libro 3, 11, 8).
Antropología: siguiendo la idea platónica, admite una triple estructura del hombre: cuerpo, alma y
espíritu. A veces se refiere al espíritu como recibido del mismo Espíritu de Dios, y necesario para que la
naturaleza humana esté verdaderamente completa:
“Todo el mundo admitirá que estamos compuestos de un cuerpo tomado de la tierra y de un alma
que recibe de Dios su espíritu.”.
Soteriología7: todo el eje de la soteriología de Ireneo es que el hombre tiene necesidad de redención
y es capaz de ella. El hombre se salva en la Iglesia por los sacramentos, que son el punto culmine de la
recapitulación en Cristo.
Menciona que por el Bautismo la persona humana nace nuevamente para Dios. En este contexto,
Ireneo habla del bautismo de los niños, siendo el primer autor que hace referencia a este hecho en la
literatura cristiana antigua:
“Vino en persona a salvar a todos —es decir, a todos los que por Él nacen nuevamente para Dios—,
recién nacidos, niños, adolescentes, jóvenes y adultos.” (Contra las herejías - Libro 2, 22, 4).
7
El término soteriología se deriva de la voz griega "soter" que quiere decir salvador. Es pues, la Soteriología aquella división de la
Teología General que trata de la obra principal de Cristo, es decir, la redención obrada por su Sacrificio.
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