RECORDANDO A HIROSHIMA Y NAGASAKI RECORDANDO A

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9 DE AUGOSTO DE 2015 – UNDÉCIMO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS (B)
RECORDANDO A HIROSHIMA Y NAGASAKI
9 DE AUGOSTO DE 2015 – UNDÉCIMO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS (B)
RECORDANDO A HIROSHIMA Y NAGASAKI
Esta semana la comunidad internacional conmemora el 70 aniversario de los
bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki. En agosto de 1945, al final
de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos lanzó las dos primeras bombas
atómicas del mundo, matando de 129,000 a 246,000 personas. La primera bomba,
“Little Boy”, fue lanzada el 6 de agosto en la ciudad japonesa de Hiroshima, y la
segunda, “Fat Man”, fue lanzada el 9 de agosto en la ciudad japonesa de Nagasaki.
Esta semana la comunidad internacional conmemora el 70 aniversario de los
bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki. En agosto de 1945, al final de la
Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos lanzó las dos primeras bombas atómicas
del mundo, matando de 129,000 a 246,000 personas. La primera bomba, “Little
Boy”, fue lanzada el 6 de agosto en la ciudad japonesa de Hiroshima, y la segunda,
“Fat Man”, fue lanzada el 9 de agosto en la ciudad japonesa de Nagasaki.
En Hiroshima, la explosión inmediata acabó con 90% de la ciudad (5 millas
cuadradas), y mató a 80.000 ciudadanos en el impacto; sin embargo, este golpe
devastador no condujo a la rendición japonesa. Tres días después de que “Little
Boy” fuera lanzada sobre Hiroshima, “Fat Man” descendió sobre Nagasaki.
Aunque “Fat Man” era una bomba más fuerte que “Little Boy”, la bomba no
alcanzó su objetivo, causando que la destrucción se limitara a 2,6 millas cuadradas
a diferencia de las 5 millas cuadradas destruidas en Hiroshima. Incluso años
después de estas dos explosiones, Hiroshima y Nagasaki experimentaron enormes
pérdidas debido a envenenamiento por radiación.
En Hiroshima, la explosión inmediata acabó con 90% de la ciudad (5 millas
cuadradas), y mató a 80.000 ciudadanos en el impacto; sin embargo, este golpe
devastador no condujo a la rendición japonesa. Tres días después de que “Little
Boy” fuera lanzada sobre Hiroshima, “Fat Man” descendió sobre Nagasaki. Aunque
“Fat Man” era una bomba más fuerte que “Little Boy”, la bomba no alcanzó su
objetivo, causando que la destrucción se limitara a 2,6 millas cuadradas a diferencia
de las 5 millas cuadradas destruidas en Hiroshima. Incluso años después de estas
dos explosiones, Hiroshima y Nagasaki experimentaron enormes pérdidas debido a
envenenamiento por radiación.
Más de la mitad de Hiroshima fue reconstruida tras el ataque en 1945, aunque una
sección, Peace Memorial Park, quedó reservada para siempre como recuerdo de
la destrucción de la Segunda Guerra Mundial. Cada año, el 6 de agosto, miles de
personas se reúnen en este parque para participar en varios servicios religiosos que
conmemoran el bombardeo.
Antes y después del bombardeo de Hiroshima, 1945
Más de la mitad de Hiroshima fue reconstruida tras el ataque en 1945, aunque una
sección, Peace Memorial Park, quedó reservada para siempre como recuerdo de
la destrucción de la Segunda Guerra Mundial. Cada año, el 6 de agosto, miles de
personas se reúnen en este parque para participar en varios servicios religiosos que
conmemoran el bombardeo.
Antes y después del bombardeo de Hiroshima, 1945
Debido a una resolución de la Convención General en 1997, la Iglesia
Episcopal expresa su pesar al pueblo japonés por el bombardeo de Hiroshima
y Nagasaki. Hoy en día, Hiroshima y Nagasaki, finalmente tienen los niveles
de radiación que coinciden con los del resto del mundo; sin embargo, el
recuerdo doloroso de los bombardeos atómicos vivirá mucho más tiempo. Los
episcopales deben seguir recordando este acontecimiento histórico trágico
mediante la promoción de la reconciliación y el recuerdo.
Debido a una resolución de la Convención General en 1997, la Iglesia
Episcopal expresa su pesar al pueblo japonés por el bombardeo de Hiroshima
y Nagasaki. Hoy en día, Hiroshima y Nagasaki, finalmente tienen los niveles
de radiación que coinciden con los del resto del mundo; sin embargo, el
recuerdo doloroso de los bombardeos atómicos vivirá mucho más tiempo. Los
episcopales deben seguir recordando este acontecimiento histórico trágico
mediante la promoción de la reconciliación y el recuerdo.
Oración de la Diócesis Anglicana de Leicester por Hiroshima:
Oración de la Diócesis Anglicana de Leicester por Hiroshima:
Dios, que eres el Padre de todas las familias de la tierra,
y pides a las naciones que vivan en paz y unidad.
Recordamos con tristeza la devastadora destrucción y muerte
desatadas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.
Oramos por la gente de Japón,
y todos aquellos cuyas vidas están desfiguradas por la guerra.
Oramos por nosotros mismos,
los a menudo irreflexivos mayordomos de los poderes del universo.
Transfigura las vidas y ciudades marcadas por el conflicto
mediante la revelación de tu gloria
y ayúdanos con tus eternas energías
a avanzar en tu propósito soberano de paz.
Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo,
nuestra luz y salvación. Amén.
Dios, que eres el Padre de todas las familias de la tierra,
y pides a las naciones que vivan en paz y unidad.
Recordamos con tristeza la devastadora destrucción y muerte
desatadas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.
Oramos por la gente de Japón,
y todos aquellos cuyas vidas están desfiguradas por la guerra.
Oramos por nosotros mismos,
los a menudo irreflexivos mayordomos de los poderes del universo.
Transfigura las vidas y ciudades marcadas por el conflicto
mediante la revelación de tu gloria
y ayúdanos con tus eternas energías
a avanzar en tu propósito soberano de paz.
Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo,
nuestra luz y salvación. Amén.
Copyright © 2015 Sociedad Misionera Doméstica y Extranjera | episcopaldigitalnetwork.com/stw-es
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