pedralba: de los años 40 hasta principios de los 50

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PEDRALBA:
DE LOS AÑOS 40
HASTA PRINCIPIOS DE LOS 50
Para comenzar este relato, citaré en primer lugar algo que me resulta de lo más
importante...
El agua del río era potable y muy buena, el ir a trabajar a la huerta, suponía no
tener que llevar agua para beber. Todos los regueros tenían buen agua,
exceptuando la acequia del remolino ya que las casas desaguaban en ella.
Había muchos pajaricos, gorriones, cagarneras, navateros, pajaricas, tordos etc.
Yendo a la "Caña Enza" después de subir la rocha del Mazcán siempre salían
bandadas de pajaricos en las que iban miles.
En primavera, en el barranco Chiva no cesaba en croar de las ranas.
Desde donde se juntan las calles Vereda y San Miguel, donde actualmente está
la fuente de las escuelas, carretera arriba pasando el cementerio, la orilla de
la carretera estaba llena de garberas de jarmientos las cuales daban el servicio
que hoy nos dan las bombonas de butano, fuego en invierno y guisar todo el
año.
Eran pocas las casas que tenían agua potable, eso si, había una fuente en la
plaza, tres abrevaderos para las caballerías y varias fuentes por todo el
pueblo. En muchas viviendas, sólo tenían dos puntos de luz, uno en la
planta baja y otro en la cambra, generalmente tenían colocado lo que
llamábamos el "subi y baja" que servía para poder recorrer la luz unos
metros, donde fuese conveniente, también se recurría al candil. Las
mujeres, para fregar iban a la acequia y para lavar también, aunque
mayoritariamente la colada se hacía en el barranco Chiva y en el lavadero público.
Se vivía mucho el ambiente de superación, que sí fulano ha hecho "no se cuantos"
hoyos, que si el otro ha labrado "que se yo" cuantas anegadas.
El término, sólo tenía de huerta el “Llano Blay", “Chorret", "Huerta casa",
"Rambla los Pérez", "El llano", "Remolino", “Balsa el duque", “La huerta de
arriba" ,"Dinamis", y la “Plana” por esas fechas pasó a ser de regadío,
el resto era secano. Prioritariamente era viña, trigo, cebada, garroferas y
oliveras. La "Huerta casa" era como el mercado de cada casa, patatas,
pimientos, tomates, cebollas, bledas, ajos, habas, bajocas, bajocón y un largo
etc de hortalizas. Referiendonos al arbolado de frutales había una grán
variedad, perales, manzanos, nogales, melocotoneros, cascabeles, prunas,
pruñones, mangranas...nunca se trataban y la fruta era de primera calidad.
Respecto a la viña, además de ganar grandes premios con sus vinos,
podemos presumir de tener una variedad autóctona "Planta de Pedralba" la
cual era apreciada tanto en mesa como en copa por paladares exquisitos, ya que
tenía un dulce y abundante caldo y muy poca brisa.
FIESTAS DE SAN ANTON, i i QUE FIESTAS !!
Cambiando de tema, propondré las fiestas de San Antón de antaño, se
vivían de una manera muy especial, todo el mundo colaboraba y por mucho
que intente describir como se sentía Pedralba ante tal evento, siempre me
quedaré corto, aquello sólo puede revivirse volviendo al pasado.
Pocos días antes de las fiestas, muchas de las fachadas se emblanquinaban con
cal, dos o tres días antes los hornos se llenaban de los manjares que
preparaban nuestras madres y abuelas, pastas cuyo sabor era inolvidable...
no llego a adivinar si era por lo deliciosas que resultaban o porque hasta al año
siguiente no volveríamos a probarlas... mientras esto ocurría, nuestros
labradores programaban para la víspera de San Antón los trabajos de sus fincas
para así madrugando poder tener la faena hecha y estar lo mas pronto posible
en las casas, ya que eran las únicas vacaciones de las que disfrutaban los
agricultores.
Refiriéndonos al deporte, Pedralba ha tenido grandes corredores pedestres los
cuales, días antes de San Antón, se entrenaban con ganas para conseguir
ese premio tan ansiado, un pollo, para poder celebrarlo en una comilona con
todo el grupo de amigos, y de estas experiencias han salido grandes corredores.
Las carreras de burros, con sacos, hombres y mujeres de todas las edades, se
hacían en el camino del Pino, siempre amenizadas por un clarinete y una caja.
Como no había coches, se cortaba la carretera y se llenaba todo de gente para
poder disfrutar de las fiestas. Para la entrá de vaquillas, las calles del recorrido
se cerraban con los carros y no con barreras, y siempre estaban rebosantes de
gente. Hacían una prueba en la plaza, la cual la cerraban entre los amigos y
familiares, después, antes de yantar había baile en el casino, también antes y
después de cenar a la vez que cine y serenatas, pasacalles, procesiones,
donzaineros, partidas de frontón, futbol, toro embolao, bendición de animales,
cordás, tracas, misa en honor a nuestro patrón, en fin que era un no parar
durante todo el día...venían dos turroneras a vender a la plaza y aunque les
parezca mentira, los críos nos pasábamos largos minutos solamente mirando, ya
que lo que parece ahora una simple jarra de higos secos, era algo importante en
cualquier casa.
Para recoger fondos para las fiestas, entre otras actividades, la más destacada era
la de dejar suelto por el pueblo un puerquecico "el puerquecico de San Antón",
vender tiricas y rifarlo.
Las gentes de fuera acudían a nuestro querido pueblo con sus carros para disfrutar
de estos días, los actos siempre estaban repletos de público.
El recuerdo de esta fiesta tan entrañable me devuelve a la realidad, viendo que
en estos tiempos....no creo que vuelvan a vivirse como se vivieron en el
pasado.
CULTURALMENTE HABLANDO...
Además de una buena banda de música que por esos años ganó varios premios
en certámenes además del primer premio en Lliria, y el coro de la iglesia, había
dos y a veces tres grupos de teatro, que para no ser profesionales se
alimentaron de muchos aplausos y algunos éxitos.
Los músicos jóvenes, acostumbraban algunas noches en la madrugada a salir
tocando bonitas serenatas a sus novias, amigas...
Pedralba fue el municipio que inventó el festival musical “A Torna Día", lo
cual significa, que no teniendo dinero para pagar ninguna banda, con los
carros iban los músicos a otros pueblos ofreciendo su música a cambio de un
festival en nuestro pueblo a cargo de las bandas de los pueblos anteriormente
visitados.
De este festival musical, nacieron las actuales y populares fiestas de verano,
donde destacábamos las cabalgatas con cantidad y calidad en sus carrozas, tanto
es así que muchos pueblos esperaban el fin de nuestra cabalgata para recoger
las carrozas y lucirlas en sus pueblos mucho más grandes y con más habitantes
que el nuestro. Todas las calles del pueblo y digo TODAS se engalanaban con
gusto y mucha dedicación.
También, por la virgen de Agosto, había costumbre de ir a pasar dos jornadas
de día y noche al monte con los carros, donde iban hombres, mujeres, niños,
ancianos y amigos.
Respecto a nuestras mujeres, cabe destacar como lucían con gracia y salero
A pesar del calor sofocante del pleno agosto esos trajes de valenciana
durante la mañana y toda la tarde, dudo que alguna Pedralbina no haya lucido
como entonces se hacía ese traje tan bonito y que tan hermosas les hacia ser.
Cuando comenzaba el frío solía hacerse en todas las casas la matanza, el
cerdo se mataba en casa y se sacaba a la calle para socarrarlo, los hombres lo
descarnaban, las mujeres elaboraban los embutidos y los niños iban a ver si
podían coger mientras socarraban al animal, alguna pezuña y si no tenían
compromiso, recoger la vejiga a la cual llamábamos "bufa" para hincharla y
jugar con ella a modo de balón.
Cuando los labradores llevaban las panojas a casa, los vecinos se enterab an y
sin que avisaran, por la noche acudían a la casa a pelarlas, si a alguien al
pelarla le salía una panoja de color rojo, tenía que besar a todos los del
corro y los demás, dejarse besar. Cuando se terminaba la faena, antes de ir a
dormir, el dueño de la cosecha invitaba a los demás a boniatos torraós,
cacaos, carabaza...
También hablando de juegos de los niños, solían estar en las calles del
pueblo jugando a la banda la ceba o a la banda de los callejones, a los
cartones con tellas, al palmo y medio, a los chavos, con cañas para saltar, arcos
y flechas, tiradores, al frontón en cualquier pared, al Fútbol en cualquier calle
o en la trilladora... El balón muchas veces lo hacían los críos con trapos o
trozos de sacos de ir a la garrofa o con la mencionada bufa de cerdo, los niños
más pequeños les solían hacer cuando habían sandias, un farol con dibujos y
salían a las calles con los padres cantando
por la noche: El sereno tiene un perro que se le llaman Capitán y a las once de
la noche se le come todo el pan!!.
La víspera del primer domingo de mayo por la noche, los jóvenes escribían
versos en las paredes de sus amigas, novias, o futuras parejas, actividad que se
descartó cuando algún personaje en vez de alagar se dedicó a faltar.
En estas mismas fechas se salía de la iglesia de madrugada hasta que se hacia
de día cantando la "Aurora" acompañados de unos pocos músicos. La noche
del 31 de Octubre al 1 de Noviembre, nos inculcaban el miedo, esa era la noche
de las almas y nos contaban anécdotas siempre de miedo.
Por otra parte, la sociedad musical, siempre corta de dinero, para celebrar Santa
Cecilia si alguna vez caía domingo la pasaban a día laborable con el fin de no
quitar la velada de cine del domingo, haciendo una sesión de cine como fin de
fiesta a cargo de los músicos y la entrada se anunciaba como "Cárcamo y
levadura", es decir una entrada servía para un hombre y una mujer.
Respecto a Semana Santa, los días que estaba prohibido tocar las campanas se
tocaba la "matraca" ese nombres es el que yo oía decir y también decía. La
matraca, era un artilugio de madera con varios martillos también de madera
colocados arriba del campanario que al hacerlo rodar hacia golpear los
martillos en la madera y producía su sonido tan característico. La primera
vez que se tocaban las campanas después de la resurrección de Cristo, era un
volteo y los críos del pueblo estábamos con un palo cada uno pegando en el
suelo y cantando una canción que si no mal recuerdo comenzaba así... La
pau de Deu anabem a jugar San pere, San Pau con el trico-trico-trau!! Y así
sucesivamente hasta que empezaban a sonar las campanas, entonces, nos
íbamos a pegar palos a las puertas de las casas mientras las mujeres nos
esperaban con las escobas para evitar que lo hiciésemos.
Los días de Pascua por la tarde, los chicos sacaban el carro y las chicas
ponían la merienda para pasar la tarde en el campo, al volver todas las
cuadrillas acudían a la plaza y jugaban al corro, cantaban y bailaban
canciones corno la de... fulanito está en el baile, que lo baile que lo baile y si
no quiere bailar que lo saquen que lo saquen!! Salga usted que le quiero ver
bailar saltar y brincar con las piernas al aire!! Con lo bien que lo hace la moza
déjala sola, sola en el baile!! Y otra como...ya venimos ya venimos de la
cueva Colomera!! De comernos los pasteles y dejarnos la merienda...y así
muchas otras más.
Los domingos por la tarde, los paseos de la gente joven eran desde correos
pasando por la plaza y hasta la calle quemá ir y volver, y por las noches los
chicos alargaban estos paseos hasta la calle de la acequia mientras iban cantando,
entonces los vecinos estaban atentos para oír sus serenatas.
También hemos de destacar nuestro equipo de fútbol, el cual era un equipo muy
bueno que destacaba en la contorná.
Hablando de los niños, donde hoy se encuentra la guardería María Pla,
antiguamente llamado Asilo, estaba regido por monjas a las cuales se les
llevaban a los chiquillos y chiquillas que aún no tenían edad escolar y una vez
alcanzaban la edad para ir al colegio, los niños iban a una clase y las niñas a
otra.
Cuando se celebraban los bautizos, los niños y niñas del pueblo, acudían al
evento ya que el padrino tiraba caramelos por la calle haciendo el recorrido de
la casa a la iglesia y de la iglesia a la casa.
Imagínense que ahora desapareciesen todos los coches de Pedralba menos el
de la fabrica de tejidos, auto de los sacristanes y el de la fabrica de
harina, el auto del molinero... pues así estábamos entonces solo que con unos
cuantos carros más! Y por supuesto las carreteras sin asfaltar.
También es de destacar la formalidad y puntualidad de las personas en aquel
entonces, donde se cumplía con lo que se había quedado y la palabra tenía todo
el valor,
Todavía recuerdo el día de Sn Isidro en el casino, que se repartía vino y mistela
sin cobrar...y me parece que no se… si se escaparía algún crío sin haberse
emborrachao por esas fechas.
NUESTRAS MUJERES
Pedralba siempre presumió de la belleza de sus mujeres, de sus largas
melenas rizadas que era la moda del momento y sus batas o faldas, todas las
mañanas barrían y arrujiaban la fachada de su calle y que conste que entonces
todas las calles eran de tierra!!
Por la mañana, mientras hacían las labores de la casa se las oía cantar con mucha
gracia.
Ellas eran las panaderas dos veces por semana, iban al horno amasaban su pan
y allí lo cocían, y también iban a la huerta casa a coger lo necesario para la
comida.
Las ropas de los chiquillos y de los hombres, no como ahora que te esgarras
una miajica lo tiras y te compras otra cosa, ellas sabían remendarlo de tal
forma que siempre sabían donde cortar y donde empalmar.
Recordaré como dije al principio que al no tener agua potable en las casas,
cogían la colada y se iban hasta el barranco Chiva, otras en la calle de la
acequia o en el lavadero público y se pasaban largas horas lavando, tanto es
así que salían de sus casas con comida y una vez juntas todas las mujeres
disfrutaban de las conversaciones y algún que otro cántico, en fin, ellas
decían que lo pasaban muy bien.
Las ancianas de entonces, que eran más jóvenes que las de ahora...siempre iban
de luto, con un pañuelo negro la cabeza y sin boca postiza .
NUESTROS HOMBRES

Los hombres siempre con pelo corto y pantalón y los mas mayores con faja en
vez de cinturón, se dedicaban a la agricultura que era lo único que había en el
pueblo, y cuando salían hacia el monte, la carretera estaba llena de
carros , los cuales iban solos y los hombres iban caminando juntos dándose
conversación.
Generalmente los que labraban pasaban gran parte de la jornada cantando,
jornada cuya duración era desde por la mañana muy temprano hasta cuando se
ponía el sol.
El amor propio y las ganas de superación generaban una realidad muy dura,
cuando se estaba en el campo haciendo faenas en equipo como bien podía ser
arrancar viñas en las que había que arrancar el cepo, hacer hoyos para plantar
la nueva, donde cada hombre iba por una tira...por ejemplo, el hombre con
más poderío siempre iba por delante de los demás gustoso de ser el primero,
sin embargo, el que por lo que fuese iba más rezagado pasaba un día
digamos, avergonzado y echando la hiel para poder estar a la altura, también
ocurría algo semejante cuando se hacía el vino en el pueblo y los hombres
"trescolaban" (llevar el vino desde el cubo donde se hacía hasta la bodega
donde lo guardaban ) cuando el hombre que iba primero tenía cerca por detrás
a otros jóvenes era una situación embarazosa, porque significaba que no daba
marcha y aún era más bochornoso porque esta actividad se daba por dentro del
pueblo y no daba gusto que se vieran estas situaciones. Cuando la uva ya estaba
lista para ser prensada, los labradores la pisaban con las típicas esparteñas para
así obtener el mosto, que tras su almacenaje en barriles especiales, daría lugar
a ese vino que tanta fama dio a nuestro querido pueblo.
Los hombres mayores que ya no trabajaban, igual que las mujeres, sin boca
postiza se iban al raser del huerto de la higuera, huerto que linda por la
parte de atrás con el frontón de la Sociedad Musical La Popular, con esparto a
charrar y fascar.
Debemos tener en cuenta que la faena del labrador de antaño era mucho más
dura que la de hoy en día, ya que ahora disponemos de maquinarias que nos
facilitan el trabajo y han desaparecido las labores como por ejemplo de
atorar, hoyar, trescolar, segar hierba (la alfalfa), trigo y otras muchas más.
Los jóvenes, para disponer de algo de dinero para poder ir al cine, cuando alguno
de los amigos tenía ocasión de segar un campo de hierba el domingo iban en
cuadrilla y se repartían el jornal.
Aunque parezca una menudez hoy en día, uno de los mayores adelantos en el
invierno para los labradores, fue dejar de lado las albarcas y poder tener unas
botas y calcetines, así evitábamos las quebrazas que tanto dolor nos producían.
Por hacer una referencia, todos los años la balsa de la tejería por invierno se
helaba, no era el frío de hoy en día.
Otra cosa que mencionar, era "La Dula", era un pastor, el Tío Zapata, que
tocaba un fuerte sonido con una caracola para avisar a la gente que iba a
sacar a las cabras y se las llevaba a pasturar para todo el día. Cuando
llegaba la tarde, a última hora, los dueños de las cabras salían a recoger
cada cual su animal, era prácticamente fijo que en todas las casas hubiesen
animales para el consumo propio, conejos, gallinas, pollos... en invierno en
cualquier casa, en la acera veías al sol un jaulón con la llueca y la llocá.
ORDEN PUBLICO
Teníamos cuartel de la guardia civil y el ayuntamiento disponía de dos
guardias rurales con carabina y prismáticos, que se encargaban de cuidar del
término de Pedralba todos los días. Por las noches había dos serenos, cada uno
con un punchón, algo parecido a una lanza, y pasaban toda la noche vigilando
el pueblo mientras cantaban las horas de la noche "Ave María purísima las dos
y media sereno", también eran el despertador del pueblo, si querías levantarte a
las tres de la madrugada, sólo tenías que dibujar con carbón en el suelo tres
rayas y ellos ya se encargaban de despertarte. Los serenos también eran los
enterradores y cuidadores del cementerio, también llamado por los mayores el
hunsal, vaya que eran polivalentes!
Como la noche tenía al sereno, el día tenía al alguacil, que entre otras cosas
recorría el pueblo echando el bando en los puntos señalados, con su corneta
anunciaba ,e1 bando, si soplaba tres veces se trataba de un bando desde la
alcaldía. y si solo sonaba la corneta dos veces era para el resto de bandos,
COSTUMBRES DE ANTAÑO
En el pueblo, prácticamente no habían pisos, mayoritariamente eran casas y
esto daba lugar, a cuando venía el buen tiempo, los chiquillos y chiquillas
salían a la calle cantando: "Salvao, salvao, sardina y pescao, chiquillos salir
que yo ya he cenao, y el que no quiera salir que se vaya a dormir" esto se
cantaba pero no se ajustaba a la realidad, porque cuando se encendían las
luces del pueblo los padres de los críos y las crias daban orden de volver a
casa, y entonces es cuando se cenaba.
Como todas las casas solían tener las cosechas en casa, las ratas siempre
estaban al acecho y en la mayoría de las casas se solia tener un gato.
Otro detalle es cuando, un recién nacido no se le da mama, las madres van a
comprar los productos a la farmacia... pero antes en la vaquería del loso, había
una vaca destinada para los biberones de los recién nacidos así esos bebés,
tomaban todos los días la leche del mismo animal para que no hubiesen
variaciones, por cierto hay que agradecer a la gentileza de la vaquería de los
Rasos ya que la mejor vaca que tenían era la que daba la leche para las
criaturas.
Debido a que el combustible siempre era el fuego y la leña de vez en cuando
solía haber algún accidente tipo la quema de un cuarto, de una chimenea, de
donde se tiraba la ceniza.,.y en el momento ocurría, sonaba la campana del
aviso del fuego y todo el pueblo acudía al lugar con un pozal lleno de agua.
Cuando era la época de la trilla los chiquillos solían ir a la era para que les
dejasen subir a los trillos.
La edad de ir a escuela según las leyes era hasta los 14 años, pero siempre que
le salía un jornal al chiquillo coger olivas, arrascar trigo.., era primero que ir
al colegio y antes de los 14 años abandonaban el colegio la gran mayoría.
Gracias a la loma, muchos se ganaban la vida, haciendo carbón, ramucha
para los hornos, cama pino aunque estaba prohibido por los forestales,
fornilla para los hornos de Manises, esparto para fascar y vender la cuerda,
buscar revollones, buscar baquetas...
Un recuerdo del río que tengo era el de que las mujeres tenían que nadar del
pontón hacia arriba generalmente en el parral, y los hombres del pontón hacia
abajo, generalmente en la piedra pomero.
Yendo de Pedralba hacia Villarnarchante, al llegar al puente viejo y sin
cruzarlo, había una casa con planta baja y la cambra, lugar que servia en el
pueblo corno centro de acogida para las gentes que venían y no tenían
donde quedarse, en el pueblo se le conocía como el Hospital.
Los bares eran muy poco frecuentados, ya que los labradores solían almorzar
y yantar en la finca y más si el terreno se situaba "Del puente p'allá", incluso
llegando a pasar la noche en las tierras más alejadas para hacer dos jornadas más
largas. La gente acudía más a hablar a la plaza que al bar.
Teníamos las fuente de la zorra, la fuente de la salud, la fuente de la saló y la
fuente de la canaleta y por todo el termino varios pocicos, estos se llenaban
con el agua de la lluvia, estos pozos los hacían los labradores cavando en el
suelo y poniéndole un gorro de piedras,
Los jóvenes hacían el servicio militar y después de sortearles el destino y antes
de irse a la mili, salían tres días: viernes, sábado y domingo, acompañados por
unos músicos a pedir por el pueblo comida, aceite, dinero, vaya, los que les
dieran... estaban obligados a cantar todos los quintos por lo menos una jota
valenciana y hubieron algunos que como no sabían cantar jotas, cantaban una
canción que hoy ya apenas se conoce y decía así: Cuervo! Cuervo! carnicero!
Cortando carne se corta un dedo! Ha dicho mi abuela! Que toques la ciruela! Y
si no la tocas bien! Que te den! Que te den! Con el rabo la sartén!! Viva la
casita los cuervos!! , y como anécdota les contaré que el más viejo de la quinta
era dentro de los quintos el alcalde y el más joven el alguacil.
En aquellos entonces, había muchas riadas, y solía estropearse el campo de
futbol, entonces, futbolistas y no futbolistas acudían a arreglarlo, por
supuesto sin cobrar, así funcionaban las cosas en el pueblo.
Durante el verano, después del calor, todos los vecinos incluidos los niños salían
a la calle a tomar la fresca hasta las horas que les daba la gana, no había
coches que molestasen ni coches a los que molestar.
A estas alturas, ya habíamos pasado del 1940 y pico al 1950 donde el señor
Don Alberto Martín Manzano nos dedicó un himno a las Pedralbinas y
Pedralbinos, a nuestro querido pueblo. Gracias Don Alberto.
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