UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA UNIDAD XOCHIMILCO UAM-X TRONCO INTERDIVICIONAL MODULO: CONOCIMIENTO Y SOCIEDAD TRABAJO: INSECTICIDAS: COMPOTAMINETO AMBIENTAL DEL DDT Y LA DELTAMETRINA. NOMBRE: CRUZ CAMACHO BEATRIZ DOCENTE: GRUPO: TL-53 MEXICO D. F A 13 DE JULIO DE 2007 INDICE. . INTRODUCCION……………………………………………………………………1 .MARCO TEORICO INSECTCIDAS: COMPORTAMIENTO AMBIENTAL DEL DDT Y LA DELTAMETRINA……………………………………………………………………..2 1. ANTECEDENTES…………………………………………………………………3 1.1- COMO FUNCIONA EL MECANISMO DE TRANSMISION DEL PALUDISMO…………………………………………………………………………..3 1.2- DELTAMETRINA………………………………………………………………...4 1.3- DDT………………………………………………………………………………..5 1.4- ESCENARIO GENERAL DE EXPOSICIÓN…………………………………………………………………………..5 2.- INTERIORES……………………………………………………………………….5 2.1-COMPORTAMIENTO DE LOS INSECTCIDAS………………………….5, 6 2.2-ESCENARIO DE EXPOSICIÓN…………………………………………….......7 3.-SUELO……………………………………………………………………………....7 3.1- COMPORTAMIENTO DEL DDT EN EL SUELO…………………………7, 8 3.2-COMPORTAMIENTO DE LA DELTAMETRINA EN EL SUELO……………9 3.3-ESCENARIO DE LA EXPOSICIÓN……………………………………………10 4.-AIRE………………………………………………………………………………..10 4.1-COMPORTAMIENTO DE LOS INSECTICIDAS……………………………..10 5.-AGUA……………………………………………………………………………….11 5.1-COMPORTAMIENTO DEL DDT EN EL AGUA………………………………11 5.2-ESCENARIO DE EXPOSICIÓN……………………………………………….12 6.-SEDIMENTOS…………………………………………………………………….12 6.1-COMPORTAMIENTO DEL DDT EN SEDIMENTOS………………………..12 6.2-COMPORTAMIENTO DE LA DELTAMETRINA EN SEDIMENTOS………14 6.3-ESCENARIO DE EXPOSICIÓN……………………………………………….14 7.-BIOACUMULACIÓN………………………………………………………………14 7.2-BIOTA TERRESTRE Y DDT…………………………………………………...15 7.3-BIOACUMULACIÓN DE LA DELTAMETRINA……………………………….16 8.- ¿SE HA PROHIBIDO O RESTRINGIDO EL USO DEL DDT?.....................16 8.1-¿EN QUÉ PAÍSES Y EN QUÉ CONDICIONES SE USA AÚN EL DDT?...16 . PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA……………………………………………17 . HIPOTESIS…………………………………………………………………………17 . COMPROBACIÓN………………………………………………………………….18 . CONCLUSIONES………………………………………………………………….18 . BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………..19 INTRODUCCIÓN. Cada año mueren de paludismo de uno a tres millones de personas alrededor del mundo. El paludismo es un problema transfronterizo que afecta a casi todos los países tropicales. En Mesoamérica, más de 89 millones de personas viven en zonas ecológicamente apropiadas para la transmisión del paludismo, de las cuales 35% son zonas de alta endemicidad. Solamente una estrategia regional integrada permitirá hacer frente a los desafíos humanos y ambientales en las zonas propensas al paludismo. El DDT se ha usado extensamente como insecticida para el control de los vectores del paludismo y en la agricultura en México y América Central desde el decenio de 1950. Se usa para fumigar no solamente las viviendas sino también las superficies del agua con el fin de controlar los criaderos de mosquitos. Por desgracia, el DDT y sus metabolitos son compuestos tóxicos sumamente estables que persisten en el medio ambiente por muchos años y puede acumularse en los organismos vivos. LA DISTRIBUCIÓN DEL paludismo en la República Mexicana abarca casi todas las áreas subtropicales y costeras del Océano Pacífico y del Golfo de México. Desde sus niveles más bajos en los años sesenta, las tasas de prevalecía anual han presentado fluctuaciones indicativas de epidemias regionales y, desde 1980, una curva ascendente con un pico máximo en 1985 cuando se notificaron 133 735 casos con una tasa de 170.3 por 100 000 habitantes. Como resultado de la reactivación de las medidas de control, esta tendencia empezó a declinar en 1986, y en 1987 se notificaron 102 984 casos con una tasa de 125.9. El rociado intradomiciliar con insecticidas de acción residual ha sido la punta de lanza de las medidas de control. Estas actividades se efectúan en la mayor parte de las áreas palúdicas con diclorodifenyl tricloroethano (DDT), pero debido a la aparición de resistencia fisiológica y cambios en el comportamiento de los mosquitos, se há hecho necesario el empleo de otros insecticidas en varias regiones. El rociado intradomiciliar convencional es una operación no solamente costosa, también lenta, que impide en muchas ocasiones que sea implementadacon la oportunidad necesaria para el ataque de los vectores, que en el caso del paludismo se presentan en brotes estacionales. El objetivo de este estudio fue determinar la efectividad de dos insecticidas (DDT y deltametrina) aplicados intradomiciliarmente con máquinas de rociamiento espacial de bajo volumen (Bv) en el control de anofelinos. Con esta técnica, el tiempo de operación y la cantidad de insecticida depositada son menores a las empleadas con técnicas de rociado convencional, lo que permite rociar más casas en menor tiempo y optimizar los costos de aplicación. Estudios previos han demostrado la utilidad de estos insecticidas para el control de anofelinos cuando se aplican en forma convencional. La evaluación de la eficacia del rociado en ny se basó en la medida del efecto letal de los insecticidas en los anofelinos y la persistencia de este efecto y del efecto supresor en las densidades de los mosquitos en contacto directo con las superficies rociadas. Estos efectos y su influencia en el comportamiento de los mosquitos fueron medidos y comparados con los obtenidos en una localidad rociada con DDT MARCO TEÓRICO. INSECTICIDAS: EL COMPORTAMIENTO AMBIENTAL DEL DDT Y LA DELTAMETRINA Los insecticidas son agentes de origen químico o biológico que controlan insectos. El control puede resultar de matar al insecto o de alguna manera impedir que tenga un comportamiento considerado como destructivo. Los insecticidas pueden ser naturales o hechos por el humanos y son aplicados a las especies objetivos en multitud de formulaciones y sistemas de aplicación (aspersiones, cebos, difusión de liberación lenta, etc.). En años recientes, la ciencia de la biotecnología inclusive ha incorporado códigos para genes bacteriales de proteínas insecticidas en varias plantas de cultivo que causan la muerte a insectos que sin sospecharlo se alimentan de ellas. Desde hace tiempo, la resistencia dependiente de la variedad y el control biológico de los insectos se ha reconocido como medios para reducir el uso de los insecticidas. Ambos se han usado en forma amplia, pero no han logrado eliminar completamente el uso de los insecticidas. Se espera que la resistencia a insecticidas sea directamente afectada por la reemergencia de enfermedades infecciosas, y donde la resistencia no ha contribuido a la emergencia de enfermedades se espera que amenace el control de la enfermedad. Sin embargo, un cuidadoso análisis de la información reciente acerca de resistencia de vectores (por ejemplo, la base de datos de la OMS y los registros de los programas de control de enfermedades) muestran que el efecto de la resistencia de los esfuerzos del control son aún desconocidos. Muchos reportes de resistencia de especies vectoras están basados en un simple punto geográfico de un país y además información por años o décadas no actualizada. La investigación en cada problema de resistencia y su aplicación en el control de vectores no es práctica. Las medidas de control han sido seleccionadas para usarse, con frecuencia en momentos de emergencia. Aunque las alternativas para el control de vectores con insecticidas están disponibles, los problemas de resistencia a drogas (por ejemplo Encefalitis japonesa) hacen del control de vectores una opción importante. La reducción en la disponibilidad de insecticidas no registrados para su uso en salud pública. Especialmente en la época pasada, el costo de mantener ciertos compuestos en el mercado fue más alto que el que se recuperaba por su uso. En sumas a todo esto, el uso de insecticidas es también monitoreado y registrado por agencias reguladoras. La incidencia de los insectos y enfermedades en las viviendas es grave e intensa obligando al humano a la utilización masiva de insecticidas, incrementando los costos de producción solo sostenible por la alta rentabilidad de los mismos y produciendo alteraciones en los ecosistemas que deterioran el medio ambiente. Mediante este trabajo, se estudia la evolución de insecticidas a lo largo del tiempo en viviendas, en distintas zonas. De los resultados obtenidos se deduce que el humano no suele tener en cuenta la ecología de los insectos y enfermedades, para realizar los tratamientos. Igualmente se han desarrollado curvas de crecimiento poblacional de insectos y epidemiología de las enfermedades que permitirán el desarrollo de modelos de simulación en condiciones rurales poniendo en manos del humano una valiosa herramienta de planificación de los tratamientos, más acorde, para el desarrollo de los enemigos del medio ambiente. 1. ANTECEDENTES Desde el siglo pasado y hasta fines de los años 50’s, el paludismo fue una de las principales causas de muerte en México. Por ejemplo, en 1813 esta enfermedad mató al 20% de los habitantes de la Ciudad de México y en las décadas de los 30’s y de los 40’s se consolidó como la tercera causa de muerte en el país. En este escenario, surge el DDT, cuya aplicación en el Programa Antipalúdico se generalizó a partir de 1956. El éxito del DDT fue rotundo, de 41 mil casos de paludismo reportados en 1955, se bajó a 4 mil casos en 1960; en 1970 se relajó la campaña y los casos aumentaron a 57 mil, en 1978 con la campaña en pleno auge los casos disminuyeron a 19 mil. En la actualidad, el uso del DDT ha disminuido de forma importante y a partir de 1998, los insecticidas de selección para el control del paludismo son los piretroides y de entre ellos, destaca el empleo de la deltametrina. 1.1 COMO FUCIONA EL MECANISMO DE TRANSMISION DEL PALUDISMO. La transmisión del paludismo ocurre cuando los mosquitos migran a las casas: entran al atardecer, descansan ahí, y durante la noche aterrizan sobre los humanos y los pican para alimentarse. Al picar, el mosquito puede adquirir parásitos de paludismo e infectarse, o si ya está infectado, puede transmitirlo a otro ser humano. El DDT residual en las casas puede alterar esta secuencia del comportamiento del mosquito. La acción repelente del DDT puede evitar que un mosquito portador de paludismo entre a una casa; si a pesar de la acción repelente éste entra, entonces la acción irritante puede hacerlo salir antes de que pique; de fallar la acción irritante, entonces la toxicidad al contacto todavía puede matarlo. Sin embargo, para de veras entender cómo funciona el DDT, debemos pensar en términos de probabilidades. Asumamos que cada una de las tres acciones (repelente, irritante y tóxica) funciona a un 50% de su poder. Asumamos también que hay un universo de 100 mosquitos que entrarán a una casa si no se fumiga. De fumigarse la casa, 50% de los mosquitos no entrarán; eso nos deja 50 que sí entrarán. De estos 50, el 50% se sentirá irritado y saldrá de la casa sin picar a nadie; esto nos deja con sólo 25 mosquitos que se quedarán y picarán a alguien. De éstos, el 50% absorberá una dosis tóxica de DDT y morirá. Estudios de campo han demostrado que el DDT residual repele entre 95 y 97% de las principales especies de mosquitos transmisores del paludismo de las Américas. La acción repelente a menudo es tan fuerte en los experimentos de campo, que los investigadores ni siquiera pueden medir el impacto de las acciones irritantes y tóxicas del DDT. 1.2. DELTAMETRINA Los piretroides se desarrollaron tomando como modelo la estructura de las piretrinas naturales producidas por el crisantemo. En general podemos dividir a esta familia de insecticidas en dos grandes grupos: los piretroides tipo I que son aquellos que carecen de un grupo ciano (permetrina, tetrametrina, etc.) y los piretroides tipo II que contienen un grupo ciano en el alcohol 3-fenoxibenzoico (cispermetrina, fenvalerato, deltametrina, etc.). Además del grupo ciano, otra modificación importante es la presencia de elementos halógenos en la molécula. Asi, la deltametrina contiene dos atómos de bromo. La deltametrina es un piretroide insecticida que aniquila a los insectos por contacto directo o ingestión. Es utilizado en la agricultura y recientemente ha adquirido relevancia como insecticida de selección para el control de los mosquitos vectores en las áreas endémicas de paludismo. En el comercio se le encuentra en diversas presentaciones, entre otras: concentrados emulsionables, polvos humectables, gránulos, etc. Se sintetizó en 1974 y fue comercializada por primera vez en 1977. Desde 1980 hasta 1987, la deltametrina se utilizó solamente en el algodón; no obstante, después de esta etapa su empleo en otros cultivos se ha incrementado de forma notoria. En la actualidad casi la mitad de la deltametrina se continúa utilizando en algodón, una cuarta parte en frutas y hortalizas, un 20% en cereales y el resto en usos diversos como el control de insectos domésticos, campañas de salud pública, fumigación de bodegas, preservación de madera, etc. Se aprecia entonces que la deltametrina tiene una amplio espectro insecticida y por ello es considerado como uno de los piretroides más potentes; de hecho, es hasta tres veces más activo que otros piretroides. Como ya lo apuntamos, la estructura de la deltametrina se basa en la de las piretrinas naturales, por lo cual tiene la capacidad de paralizar al sistema nervioso de los insectos. Sin embargo, una de las ventajas de la deltametrina sobre las piretrinas naturales es su mayor estabilidad. Por ejemplo, no se degrada después de su almacenamiento por seis meses a 40°C, es estable al oxígeno atmosférico, pero bajo irradiación ultravioleta y a la luz solar, ocurre una isomerización cistrans, se rompe la unión ester y se produce una pérdida de los bromos. Es más estable en soluciones ácidas que en alcalina. La deltametrina es un compuesto lipofílico de alto peso molecular y baja volatilidad, por lo tanto, se utiliza para la aplicación en suelos porque prácticamente no se mueve a las fases gaseosas o acuosas. 1.3. DDT El DDT es un insecticida organoclorado cuyo principal uso actual es el control del paludismo a través del exterminio de los mosquitos vectores. En el pasado reciente también se empleaba en cultivos tan populares como el algodón; pero ahora, en este uso ha sido substituido por insecticidas menos persistentes. La síntesis química del DDT se logró a finales del siglo pasado; sin embargo, no fue sino hasta la segunda guerra mundial cuando se generalizó su uso como insecticida, en este caso, para el combate contra el tifo y el paludismo. Poco después, su aplicación se amplió al campo agrícola y ya para la década de los 60’s, el 80 % de la producción de DDT era empleada en el cultivo del algodón. 1.4. ESCENARIO GENERAL DE EXPOSICIÓN En el caso del DDT, se trata del DDT residual. Esto es, a pesar de que el insecticida ya no se está utilizando, debido a su alta persistencia, todavía podrá detectarse en los diferentes medios del ambiente. En cuanto a los piretroides, su permanente presencia también se dará. Ello debido a que su efecto antipalúdico implica la necesidad de mantener un efecto residual, efecto que se da precisamente por la presencia del piretroide. 2. INTERIORES. 2.1. COMPORTAMIENTO DE LOS INSECTICIDAS La deltametrina ahora, como el DDT antes, se aplica por rociado. En el interior de las viviendas la fumigación se da en las paredes y en los techos con una frecuencia de tres veces por año, sobre todo en las comunidades cuyos habitantes han presentado casos de paludismo. Las formulaciones que se han utilizado son polvos humectables y la dosis es de 25 mg/. En breve iniciará una estrategia diferente, donde el polvo humectable será aplicado por nebulización (la gota es más chica que en el caso del rociado). La nebulización permitirá una mayor distribución del insecticida por toda la vivienda, pero debido a que la vida media de la deltametrina es menor por este medio, las fumigaciones serán más frecuentes, cuatro veces por año. Independientemente del método de aplicación, una casa 2 promedio con una superficie de pared de 250 m requiere de un total de seis gramos de insecticida para cubrirla en su totalidad. El área de paludismo en México es una zona tropical donde abundan las comunidades indígenas y las zonas marginadas. Por ello, el tipo de vivienda es modesto, con paredes de diversos materiales (madera, barro, etc.) y piso que la mayoría de las veces es de tierra y en algunas ocasiones de cemento. El techo por lo general es de paja. La vivienda familiar puede comprender uno o dos cuartos. En este último caso, una habitación sirve para la preparación de los alimentos y otra se utiliza para el descanso de los miembros de la familia. Ambos son fumigados. La frecuencia de la aplicación permite un efecto residual de la deltametrina; es decir, aplicando la deltametrina cada cuatro meses se garantiza una concentración suficiente para que en las paredes haya actividad insecticida. Con esta frecuencia de fumigación, se permite el que la deltametrina esté permanentemente presente en las viviendas. Debido a que la aplicación es por fumigación, se esperaría que el primer medio de exposición fuera la presencia de la deltametrina en aire. No obstante, en estudios realizados en interiores, se ha mostrado que después de 6-12 horas de una nebulización automática, la concentración en aire decrece de manera dramática hasta niveles no detectables, bajo condiciones de ventilación. Considerando que las habitaciones fumigadas en áreas palúdicas, tienen excelente ventilación debido a la alta temperatura ambiental promedio, es de esperarse que la concentración en aire disminuya de manera importante horas después de la aplicación. Esto trae como consecuencia directa que la inhalación sea una vía de exposición importante solamente en los primeros momentos después de la fumigación. Por ejemplo, se ha descrito que después de una nebulización, el tiempo de seguridad para volver a entrar a un ambiente con deltametrina es de 10 horas. En las zonas palúdicas, los individuos vuelven entrar a las habitaciones fumigadas antes de una hora después de la operación. El efecto residual se presenta en las paredes y techo, lo cual se da por la adhesión del insecticida a los materiales. Además, la fumigación causa la contaminación del piso y entonces diversos escenarios pueden presentarse si éste es de tierra o de cemento. Los sujetos de mayor riesgo son el niño y la mujer ama de casa. El niño puede exponerse por la ingesta de suelo o bien, por la exposición dérmica a través del contacto directo con los materiales. La mujer ama de casa, se contaminaría sobre todo por la exposición dérmica. Recordemos que si bien la ropa de protección evita en un 95% la exposición al insecticida, los habitantes de las zonas tropicales de manera normal visten con ropa ligera y los niños no utilizan calzado alguno. En el caso de las viviendas con suelo de tierra, el insecticida depositado en el suelo no pasaría al aire. Por un lado, debido a que la deltametrina se adhiere fuertemente a la tierra (ver más adelante) y por otro, debido a que el compuesto es poco volátil. No obstante, en este escenario también hay que considerar una mayor probabilidad de exposición por ingesta, sobre todo en infantes que por su corta edad, tuvieren actividades a nivel piso y que entonces pudieren ingerir partículas de tierra. La exposición tendría mayor riesgo en los primeros días después de la fumigación. Por ejemplo, se ha demostrado que en interiores ventilados, la concentración de deltametrina decae un 50% en material foliar dos días después de su aplicación en interiores ventilados. En caso del suelo de cemento, se abre una incertidumbre, ya que, al no haber adhesión, podría darse el caso de que las partículas con deltametrina podrían estar más disponibles al contacto con los individuos. Las mayores diferencias del escenario del DDT con el de la deltametrina son su alta persistencia y su semivolatilidad. En el caso del organoclorado, la persistencia se mide en años y en el caso de la deltametrina se mide en meses. En un estudio efectuado en Alemania donde se aplicó DDT en interiores como preservador de madera, se encontró exposición infantil, al menos siete años después de la última aplicación. Es importante resaltar que la vida media del DDT en exteriores (tierra) es de 2 a más de 15 años. Asumiendo que la degradación en interiores podría ser más lenta, la persistencia del DDT al interior de las viviendas sería mayor. No obstante, podría ver alguna pérdida por volatilidad. 2.2. ESCENARIO DE EXPOSICIÓN Los individuos de las zonas palúdicas estarían expuestos de manera simultánea al DDT residual, a los metabolitos del DDT y a la deltametrina. La concentración del DDT y de sus metabolitos disminuiría gradualmente después de la última aplicación (que por ejemplo en Oaxaca fue a principios de 1998). En tanto, la concentración de la deltametrina sería mayor en las primeras dos semanas después de la fumigación y disminuiría rápidamente hasta que se diere la siguiente fumigación. Las rutas de exposición de mayor importancia serían: la ingesta de tierra (en el caso de las viviendas que tuvieren piso de este material), el contacto dérmico con el material contaminado con deltametrina (la vía dérmica no es una vía de exposición para el caso del DDT), la inhalación de la deltametrina en los períodos inmediatos a la fumigación y la inhalación del DDT residual que se pierda por volatilidad. Cuando la fumigación no se realiza con cuidado, una ruta de exposición podría ser la ingesta de alimento contaminado o la exposición a prendas de vestir impregnadas con el insecticida. 3. SUELO La concentración de los plaguicidas en el suelo puede ser disminuida por la fotólisis, por la hidrólisis, por la biodegradación, por la volatilidad y/o por el lavado del suelo debido a la presencia de corrientes de agua en épocas de lluvia. Como resultado de la degradación se pueden formar metabolitos, que en el caso de la deltametrina no serían tóxicos, pero que, en el caso del DDT sí lo serían. Por consiguiente, la desaparición de la deltametrina del suelo si implica un proceso de detoxificación, pero en el caso del DDT, su desaparición no necesariamente significa que la toxicidad disminuye y en consecuencia, en muestras de suelo debe analizarse, no solamente la concentración del DDT sino también la de sus metabolitos. 3.1. COMPORTAMIENTO DEL DDT EN EL SUELO De acuerdo al tiempo en que tardan en degradarse, los plaguicidas se dividen en grupos. Así, el DDT se identifica como un insecticida de alta persistencia (vida media mayor a 100 días); y por ejemplo, en algunos bosques su vida media llega a ser de 20 a 30 años. Afinidad por Suelos. La Agencia para las Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR) califica la afinidad de las sustancias por el suelo de acuerdo al parámetro Koc (coeficiente de adsorción). En esta calificación las sustancias con un Koc superior a 100 mil son las que se adsorben con mayor fuerza al suelo. El DDT tiene un Koc de 240 mil, el DDD lo tiene de 780 mil y el DDE supera a los tres con un Koc que es cinco veces superior al del DDD. Debido a su alta persistencia y en consecuencia directa de su biodegradación y afinidad por el suelo, es normal que en suelos tratados con el DDT, la concentración de éste vaya disminuyendo al tiempo de que la concentración de los metabolitos va incrementándose, sobre todo el DDE (sin embargo, ver el párrafo de volatilidad). Se han descrito algunos suelos que son particularmente resistentes a la degradación del DDT y en ellos, el cociente DDE/DDT es menor de lo normal. Fotólisis.Otro factor relacionado con la degradación es la fotólisis, pero este es un factor limitado a la superficie del suelo y en condiciones reales su importancia puede disminuir por la interacción que se establece entre el insecticida y las moléculas del suelo. Se ha postulado que el DDE podría formarse a partir de la fotooxidación del DDT. En los plaguicidas persistentes, la luz solar tendría el tiempo suficiente para actuar sobre las moléculas que estuvieren presentes en la superficie. Volatilidad. En cuanto a la volatilidad, la ATSDR ha categorizado a los compuestos volátiles en relación al valor de la Ley de Henry. De acuerdo a ello, el DDT y sus metabolitos serían compuestos de volatilidad moderada o semivolátiles. El DDT puede bajar su concentración en suelo por volatilidad. Por ejemplo, el DDT volatiliza de los suelos con una vida media de 100 días. Sin embargo, para el caso particular del DDT, hay que considerar que el DDD es cinco veces menos volátil que el DDT, en tanto el DDE es hasta ocho veces más volátil que el DDT. La volatilidad se incrementa con el aumento de temperatura. Con el paso del tiempo, y debido a su mayor volatilidad, la concentración del DDE en suelo tendería a ser menor que el DDT y entonces el cociente DDE/DDT sería menor que la unidad. Ello podría llevar a la falsa suposición de que el DDT se encuentra en mayores proporciones como resultado de una aplicación reciente. Biodegradación. La biodegradación del DDT recientemente ha recibido la atención de diversos estudiosos. Así, se ha reportado que en suelos inundados el DDT se transforma a DDD, con una degradación de 31 días en suelos de rico contenido orgánico. De hecho, el reporte demuestra que la cinética de degradación en este ambiente anaeróbico se incrementa con el contenido orgánico. Asimismo, el estudio prueba que la degradación aeróbica es mucho más lenta. El ambiente anaeróbico reduciría el potencial oxido-reductivo del suelo, que activaría a las bacterias anaeróbicas presentes en el medio, en tanto el mayor contenido orgánico facilitaría la actividad de dichas bacterias al actuar como receptores de los electrones o hidrógenos que resultarían de la función bacteriana. Es más, en condiciones anaeróbicas el incremento de DDD en el suelo aumenta el contenido bacteriano del suelo, aunque es capaz de inhibir enzimas tan importantes como la deshidrogenasa. Metabolitos, Isómeros y Enantiómeros. El DDT puede metabolizarse a varios metabolitos, entre otros, al DDD y al DDE. Los tres compuestos además pueden presentarse en los isómeros p,p'- y o,p'. Finalmente, el isómero o,p'-DDT es un compuesto quiral que puede presentarse en los enantiómeros (+) y (-). Los enantiómeros tienen las mismas propiedades fisicoquímicas pero son biodegradados de manera diferente, por lo cual se convierten en excelentes monitores de este fenómeno. Por ejemplo, en caso de una mezcla racémica recientemente aplicada, el cociente +/- sería de 1, pero después de una degradación bacteriana enantioselectiva, dicho cociente se podría incrementar o disminuir. La relación de enantiómeros se conservaría en el aire y así se puede seguir el destino de los metabolitos provenientes del suelo. No obstante lo anterior, existen suelos que no tienen degradación enantioselectiva. Un reporte de 17 suelos demostró enantioselectividad solamente en 11 suelos. Seis suelos fueron selectivos para el enantiómero (+) y cinco lo fueron para el (-). 3.2. COMPORTAMIENTO DE LA DELTAMETRINA EN EL SUELO La deltametrina se clasifica como un insecticida de persistencia moderada (vida media de 30-100 días), algunos autores señalan que su vida media promedio en suelo es de 35 a 42 días. Pero en condiciones aeróbicas llega hasta los 72 días. La temperatura óptima de degradación es de 25°C, la vida media se duplica a 40°C y a 10°C casi se cuadruplica. Afinidad por Suelos. La afinidad de la deltametrina por los suelos es alta y prácticamente puede considerarse un insecticida inmóvil. Por lo cual, los factores de amortiguamiento como la fotólisis y la biodegradación resultan especialmente importantes. Se ha descrito que en columnas de suelo, el 97% de la deltametrina permanece en los primeros 2.5 cm. de la columna y un 2% más entre los 2.5 y 5.0 cm. Pero es mas destacable el hecho de que en una columna de suelo arenoso, sujeta a extracción con agua equivalente a más de mil milímetros de lluvia, el 97% del insecticida se mantuvo en los primeros 2.5 cm. de la columna y solamente un 2% fue recuperado en el eluído. Es de esperarse que el porcentaje eluído fuere menor en una columna conteniendo suelos orgánicos. Fotólisis. Se ha demostrado que la fotodegradación de los piretroides es mas lenta en suelos orgánicos. No obstante, en áreas con un alto promedio de luz solar (como en las zonas tropicales), la fotólisis podría participar en la degradación. Tres rutas se postulan para la fotodegradación de la deltametrina: la isomerización, la ruptura del enlace ester y la dehalogenación (recordemos que el insecticida contiene átomos de bromo). Volatilidad. . De acuerdo a su presión de vapor (1.5 x10-8 mm Hg), la deltametrina sería un compuesto de baja volatilidad. Debido a lo cual, sería poco probable que la volatilidad fuere un factor de amortiguamiento para suelos contaminados con el insecticida. No obstante lo anterior, cuando la deltametrina se aplica por rociado, del 12% al 71% se pierde en las primeras 24 horas. Pese a ello, se ha postulado que la pérdida del insecticida rociado sobre el suelo podría deberse a la fotodegradación y no a la volatilidad. Considerando la presión de vapor, la volatilidad explicaría solamente el uno por ciento de la pérdida de deltametrina registrada experimentalmente. La vida media de las formulaciones de deltametrina que son rociadas es 2 a 4 veces menor que las formulaciones que incorporan al insecticida al suelo. Biodegradación. Es muy importante establecer que el tiempo de degradación depende, entre otros factores, de la presencia de microorganismos y del tipo de suelo. Así por ejemplo, un 48% de la deltametrina se degrada en presencia de microorganismos, en tanto en suelos estériles dicha degradación alcanza apenas el 3%. Por otro lado, la degradación fue más lenta en suelos orgánicos que en suelos minerales. Lo cual podría explicarse por una mayor interacción del insecticida con las partículas de los suelos orgánicos y de esta manera se generarían complejos resistentes al ataque de los microorganismos. La degradación es menor en condiciones anaeróbicas. Por lo cual, la ruta de degradación más importante sería la aeróbica que fundamentalmente sería una hidrólisis de la unión ester. Isomerización. Con respecto a la isomerización, hay que recordar que solamente un isómero de la deltametrina tiene actividad insecticida, por lo cual, cualquier acción que modificara al isómero original, como la fotodegradación o quizá alguna actividad microbiana, podría representar una menor toxicidad. 3.3. ESCENARIO DE EXPOSICIÓN La aplicación de los insecticidas en la parte externa de las paredes de las viviendas es la principal fuente de contaminación del suelo. Por ello, es de esperarse que la zona con mayor concentración sea la más próxima a las viviendas (sin embargo, para el caso particular del DDT, ver el siguiente párrafo). La volatilidad, la fotólisis y la biodegradación pueden aminorar la concentración de los insecticidas, pero debido a su alta afinidad por las moléculas del suelo, consideramos que en este escenario, el lavado del terreno en épocas de lluvias sería el principal factor de amortiguamiento. El arrastre de las partículas contaminadas por acción de las escorrentías, lavaría al suelo superficial (zona con mayor cantidad de DDT y de deltametrina). No obstante, ello también implica la dispersión de la contaminación. El agua acarrearía el material rico en insecticidas a otros puntos de la comunidad, entre los cuales están incluidos los arroyos. Un escenario extremo lo representan los huracanes. En la costa de Chiapas, por ejemplo, el huracán "Paulina" no solamente lavó el terreno, sino que auténticamente produjo inundaciones que al final, modificaron de manera radical la topografía de la zona afectada. El suelo superficial de las comunidades afectadas por el huracán, hoy en día formaría parte del sedimento marino. Debido a que el lavado del terreno es un fenómeno que se ha presentado todos los años en las zonas tropicales, es de esperarse que la concentración del DDT y de sus metabolitos haya disminuido rápidamente. A una velocidad mayor a la de su vida media. No obstante, esto no implica una disminución del riesgo. Como veremos en otras secciones, el lavado del DDT del suelo solamente significa el transporte del insecticida de un medio a otro; es decir, traspasa los puntos de exposición. El caso de la deltametrina es diferente, ya que, considerando su corta vida media, la aplicación será cada tres meses. Es decir, el frecuente rociado de la deltametrina permitiría la permanente presencia del insecticida. La degradación natural o el lavado del suelo por las corrientes de agua, podrían no ser factores suficientes para lograr la reducción de la concentración de la deltametrina. 4. AIRE 4.1. COMPORTAMIENTO DE LOS INSECTICIDAS Debido a que tanto el DDT como sus principales metabolitos tienen un valor de la -4 -5 3 constante de la ley de Henry de 10 / 10 atm-m mol, pueden considerarse compuestos semivolátiles. Por consiguiente, tienen la capacidad de transportarse por aire, tanto en la fase gaseosa como adsorbidos a partículas atmosféricas. En el aire, el DDT puede sufrir la fotólisis (degradación por la acción de la luz) y la fotodegradación (por interacción con radicales hidroxilo). A pesar de que en condiciones de laboratorio, ambos fenómenos son muy rápidos (por ejemplo, la fotodegradación tiene una vida media de dos días), en la realidad, los procesos deben ser más lentos, ya que el compartimiento aire participa en el transporte del DDT a grandes distancias. Una de las razones por las cuales la degradación atmosférica del DDT no se da con rapidez es su remoción, fuere por precipitación húmeda o seca. El DDT depositado en el suelo o en el agua se volatizaría y en la atmósfera, el isectcida adherido a partículas o en la fase gaseosa, se movería con las corrientes de aire, hasta ser depositado de nueva cuenta al suelo o a los cuerpos de agua, por la acción de la lluvia o por el peso de las partículas. Se ha demostrado que para algunos plaguicidas, las concentraciones en el aire son inversamente proporcionales a la altura, registrándose la mayor concentración en los primeros 50 m. No obstante, el DDT se ha registrado a concentraciones tan altas como 800 m. A solo tres años de la suspensión de su uso, los niveles en aire del DDT en zonas agrícolas tratadas ya habían caído en un 92%. El caso de la deltametrina es un poco diferente al del DDT ya que su volatilidad es menor; y en consecuencia, destaca más su afinidad por el suelo. Por ejemplo, 75 horas después de aplicado en suelo, se había perdido solamente el 52%. Aunado a lo anterior, la fotodegradación atmosférica de la deltametrina, ocasionada por su interacción con los radicales hidroxilo, es todavía más rápida que la del DDT (vida media de 10 horas). Por si ello no fuere suficiente, este insecticida se remueve con facilidad del compartimento aire por precipitación, húmeda o seca, ya que también puede existir en la fase gaseosa o adherido al material particulado del aire. En consecuencia, el transporte atmosférico de la deltametrina pudiera ser muy pobre. Por ejemplo, durante una aplicación aérea de deltametrina, las concentraciones registradas a tan solo cuatro kilómetros del punto de aplicación, fueron seis veces menores a las registradas en éste. Se ha demostrado que no existe una clara relación entre la concentración de algunos piretroides en muetras de suelo y su concentración en muestras de aire, colectadas en los mismos puntos de muestreo. 5. AGUA Tanto el DDT como la deltametrina, pueden arribar a los cuerpos de agua superficial, adsorbidos a partículas de suelo. Pueden llegar también, por la precipitación húmeda o seca de la atmósfera, por derrames accidentales y/o por la aplicación directa. En las regiones palúdicas, el escenario más común sería la contaminación de los cuerpos de agua por el suelo que llega a ellos, gracias a las corrientes superficiales generadas durante la temporada de lluvias. 5.1. COMPORTAMIENTO DEL DDT EN EL AGUA Los siguientes serían los factores que mas influyen en la desaparición del DDT y de sus metabolitos de los cuerpos de agua. Sedimentación. Una vez que el DDT hubo arribado a los cuerpos de agua, lo primero que debe tomarse en cuenta es su baja solubilidad en este medio. Por ejemplo, el DDT tiene una solubilidad en agua de 3.4 ppb; el DDD de 160 ppb; y el DDE de 120 ppb. Por consiguiente, uno de los primeros fenómenos que ocurren es la sedimentación del insecticida. Dicho fenómeno además, se facilita por su afinidad con las partículas de suelo. La sedimentación es entonces el principal mecanismo de amortiguación de los cuerpos de agua. Hidrólisis. No existen evidencias de que bajo condiciones normales, la hidrólisis sea un fenómeno determinante. Fotólisis. La fotólisis del DDT en soluciones acuosas es muy lenta, no obstante, existen sustancias que incrementan su cinética, hasta alcanzar una vida media de horas o a lo máximo, hasta seis días. Este fenómeno sería característico de la superficie. Volatilidad. En cuanto a la volatilidad, experimentos de laboratorio han mostrado que en doce días se pierde hasta un 50% del DDT, pero este porcentaje se redujo a cero cuando a la muestra de agua se le adicionó una muestra de sedimento. La vida media de volatilidad se ha estimado en 45 horas a 1.0 m de profundidad. Volatilidad. Este fenómeno se presenta solamente en la superficie del agua. Por ejemplo, después de una aplicación directa mediante fumigación efectuada en oscuridad y a una muestra de agua estéril, se demostró que la vida media de la deltametrina es de 2.5 horas y que 70% del material aplicado se perdió por volatilidad. En dicho estudio, la vida media de la deltametrina cuando fue inyectada al agua fue de dos días. El valor de la constante de la ley de Henry para la deltametrina en agua es de 95 torr L/mol, lo cual le confiere al insecticida una capacidad de volatilidad de baja a media desde el agua. 5.2. ESCENARIO DE EXPOSICIÓN Los individuos de las comunidades palúdicas podrían exponerse a los cuerpos de agua contaminados por los insecticidas a través de diversas rutas: (A) ingesta de agua; (B) contacto con el agua en actividades recreativas; (C) contacto durante actividades de limpieza (personal o lavado de ropa); (D) contacto con el agua en actividades de pesca o en la siembra de peces; y (E) contacto con el agua durante la preservación de áreas naturales (por ejemplo, en una comunidad palúdica observamos que la principal fuente de empleo era la preservación de un manglar, por lo cual, los habitantes tenían que realizar constantes limpiezas). El contacto con el agua podría generar la exposición dérmica a la deltametrina y/o la ingesta accidental de ambos insecticidas. 6. SEDIMENTOS Tanto el DDT como la deltametrina, tienen una alta afinidad por los sedimentos. En consecuencia, la unión a las partículas suspendidas y la propia sedimentación, son factores que disminuyen la concentración de los insecticidas en la fase soluble de los cuerpos de agua. 6.1. COMPORTAMIENTO DEL DDT EN SEDIMENTOS Los siguientes factores disminuyen la concentración del DDT y de sus metabolitos en los sedimentos. Transporte. Se ha demostrado que el DDT y sus metabolitos son capaces de moverse de un sitio a otro por la acción de las corrientes. El fenómeno de transporte de sedimentos causa que las moléculas de DDT se distribuyan a toda una región desde un punto de máxima contaminación. Aunado a lo anterior, el transporte desde los sedimentos hasta los cuerpos de agua se realiza mediante dos mecanismos: la difusión (desadsorción) y la suspensión de partículas. Un estudio efectuado en costas de California, demostró que la concentración de DDT va decreciendo desde los sedimentos hasta la superficie del cuerpo de agua, tanto en su forma soluble como adsorbido a las partículas suspendidas. Ello sería una prueba de que los sedimentos contaminados son fuente de contaminación para los cuerpos de agua y entre más cerca se esté de los sedimentos mayor será el riesgo. Debe recordarse que el DDT soluble o en partículas pequeñas está más biodisponible. En las profundidades, la concentración de DDT soluble es semejante a la concentración de DDT adherido a las partículas, pero en la superficie, la cantidad de DDT soluble es mayor a la del DDT particulado. Biodegradación. En condiciones de inundación, la degradación del DDT en suelos se incrementa de manera importante. Por lo tanto, se supone que la degradación del DDT en sedimentos es un fenómeno de suma importancia y además, ésta sería una degradación anaeróbica, cuyo resultado sería sobre todo, la formación del DDD. El DDD sigue una ruta adicional de degradación, en tanto el DDE es más resistente. No obstante, recientemente se ha logrado demostrar, en condiciones de laboratorio, una decloración del DDE. Estos experimentos que son excitantes, porque significarían que en la naturaleza existe una ruta de degradación para el DDE, han sido puestos en duda por otros autores debido a las condiciones en que fueron realizados los estudios. La racional que apoya el cuestionamiento, es que los datos reales aportan evidencia diferente a los resultados obtenidos en condiciones de laboratorio. Así, en un sitio marino cercano al área de Palos Verdes, California, en los Estados Unidos, el sedimento se contaminó con grandes cantidades de DDT y después de 20 años del evento, todavía las concentraciones del DDT y metabolitos se encuentran en magnitudes que pudieren ser tóxicas para los organismos bentónicos. Esta realidad se enfrenta a los estudios de laboratorio que demostraron la degradación del DDE, pero bajo condiciones diferentes. Una de las cuales se refiere a que la temperatura utilizada en el laboratorio fue mayor a la que normalmente se registra en el fondo del mar. Además, cuando en el estudio se incluyó sulfato en el medio (tal y como ocurre en la realidad), la degradación se obtuvo con una cinética más lenta. Al factorizar los resultados, se demuestra que las condiciones óptimas de degradación del DDE en el laboratorio dieron como resultado una degradación con vida media de 17 semanas, al incluir el sulfato la vida media se calcula en alrededor de tres años y si la temperatura baja es incluida en el modelo, entonces la vida media de biodegradación natural del DDE sería de seis años. Pero además, estos resultados no podrían aplicarse a todos los puntos de un mismo sitio contaminado. En Palos Verdes, la concentración de DDT y de sus metabolitos varía de un punto a otro. Otro factor que afectaría la cinética de degradación es la adsorción. Se ha demostrado con otros compuestos organoclorados, que la biodegradación disminuye de acuerdo a la capacidad de adsorción de los insecticidas a las partículas de sedimento. Dilución. Se ha demostrado que los suelos acarreados por las corrientes son capaces de diluir las concentraciones de DDE presentes en los sedimentos, pero al mismo tiempo, se incrementan las concentraciones del DDD. 6.2. COMPORTAMIENTO DE LA DELTAMETRINA EN SEDIMENTOS Transporte. Aunque no se encontraron reportes para el caso de la deltametrina, se ha demostrado que para el fenvalerato, otro insecticida piretroide, el movimiento vertical en los sedimentos depende del contenido orgánico. A un menor contenido orgánico, le corresponde una mayor saturación y por consiguiente, mayor movimiento vertical. Aunado a lo anterior, también se reporta una difusión hacia el agua, aunque la cantidad difundida es muy pequeña, solamente representa el 4% del material incluido en el sedimento. Biodegradación. La vida media de la deltametrina en los sedimentos podría ser muy corta ya que se ha reportado una reducción de más del 50% en cinco días. No obstante lo anterior, en una poza se encontró valores de 3-5 ng/g después de 306 días del tratamiento con el insecticida. Esto podría deberse a que la resistencia de la deltametrina para la degradación es mayor en ambientes anaeróbicos. 6.3. ESCENARIO DE EXPOSICIÓN La presencia de los insecticidas en los sedimentos tiene tres aspectos importantes, en cuanto a riesgo: (A) son fuente de contaminación para los cuerpos de agua; (B) son fuente de toxicidad para los organismos acuáticos, tanto a nivel de los sedimentos como de las partículas suspendidas; y (C) en condiciones de inundación los sedimentos pueden contaminar a los suelos impactados por el fenómeno. 7. BIOACUMULACIÓN La bioacumulación puede ser definida como aumento en la concentración de un químico en un organismo a través del tiempo, comparada con la concentración del mismo químico en el ambiente. Este fenómeno se da como resultado de un almacenamiento más rápido que la degradación. Algunos autores refieren bajo el término de bioconcentración al incremento del químico en un organismo sobre la cantidad del químico presente en forma disuelta en aire o en agua. En todo caso bajo el concepto de bioacumulación se incluye el de bioconcentración. En esta sección ambos conceptos se manejarán como sinónimos. Por su parte, la biomagnificación es la acumulación del químico a concentraciones mayores en un organismo que en su fuente alimenticia. El término describe el incremento de la concentración de los químicos a través de diversas transferencias tróficas. Así por ejemplo, en un sitio las concentraciones de DDT alcanzaron: en suelo 100 mg/Kg., en gusano de tierra 141 mg/kg. y en un petirrojo 444 mg/kg. La alta Kow también refleja la lipofilicidad del DDT. Esto implica que el insecticida y sus metabolitos son compuestos capaces de ser bioacumulados en los seres vivos. De hecho, el factor de bioconcentración del DDT para la trucha arcoiris es 51,335. Además, la bioacumulación y la persistencia del DDT, son factores que facilitan la biomagnificación del insecticida. 7.2. BIOTA TERRESTRE Y DDT Deben tomarse en cuenta los resultados obtenidos en plantas. Se sabe que a pesar de la alta afinidad del DDT por el suelo, el insecticida y sus metabolitos son biodisponibles para las plantas. Así, el arroz y el maíz pueden absorber DDT, aunque la mayor proporción queda en las raíces. En tanto en hierbas de estanques, el factor de bioacumulación de DDT puede llegar a valores tan altos como 6360. Con respecto a los isómeros, no es raro que las concentraciones de DDT sean superiores a las de DDE en suelo superficial. Lo anterior, como resultante de la mayor volatilidad del DDE (la presión de vapor del metabolito es ocho veces mayor a la del DDT). Así como la volatilidad solamente se da en la primera superficie del suelo, la fotodegradación también es particular a los primeros 0.15 mm de suelo. Ello implica que terminada la exposición, y con el paso del tiempo, habría más concentración de contaminantes después del medio centímetro de suelo, que en la superficie del mismo. Por otra parte, esta misma volatilidad del DDE, ocasiona su asociación a pastos y ello origina una mayor concentración de DDE en leche de vaca. Pero además, del pasto, la sola presencia del DDT en suelo ya es un riesgo para el ganado. Las vacas ingieren un promedio de suelo de 900 g/día, en tanto los borregos ingieren 45 g/día. Es claro que estos valores pueden disminuir si el ganado es alimentado artificialmente. La asociación con los pastos no es única, se ha demostrado que los compuestos semivolátiles, como el DDT y sus metabolitos, pueden acumularse en la superficie cerosa de la cutícula de las hojas. Aprovechando esta característica, recientemente se ha utilizado la concentración de contaminantes en las hojas en espina de los pinos para el monitoreo ambiental del DDT y sus metabolitos. En compuestos con un log. Kow > 5.0 el mecanismo más importante sería la volatilidad y la bioacumulación en plantas por el fenómeno de intercepción. Por el contrario, se ha demostrado una correlación inversa entre el log. Kow y el factor de bioconcentración (planta/suelo). La bioacumulación en plantas por medio de las raíces depende de la concentración del contaminante en el suelo, de la capacidad de movimiento de este contaminante a través del suelo y de la cinética de desaparición. La capacidad de movimiento podría verse disminuida por la afinidad con las partículas de suelo, pero en este caso, podría verse incrementada en caso de que a dicho suelo se le aplicara alguna sustancia que disminuyera la interacción entre los químicos y las partículas de suelo; un derrame de petróleo sería un ejemplo de lo anterior. En cuanto a la cinética de desaparición hay que tomar en cuenta los fenómenos de fotólisis, biodegradación, volatilidad, etc., los cuales ya fueron revisados en secciones anteriores. En cuanto al DDT en fauna terrestre la bioacumulación también es un fenómeno que debe considerarse como importante. 7.3. BIOACUMULACIÓN DE LA DELTAMETRINA La bioacumulación de la deltametrina no es muy importante por la corta vida media y la baja biodisponibilidad del insecticida (dada como consecuencia de su afinidad por las partículas de suelo). No obstante lo anterior, algunos peces llegan a factores de bioacumulaciónn de 972 en vísceras, 30 días después de la exposición. Valor que es alto en términos absolutos pero que en concentración es mínimo, ya que en dicho reporte se demostró que el 86% de la deltametrina había desaparecido a los 14 días. Existen plantas acuáticas que acumulan deltametrina pero rapidamente la eliminan. Por ejemplo, en un estanque experimental, donde la deltametrina fue aplicada a una concentración de 2.5 μg/L, las plantas acumularon hasta 1.0 ppm, pero dos semanas después el insecticida había desaparecido. 8. ¿Se ha prohibido o restringido el uso del DDT? Por el hecho de ser el DDT una sustancia con propiedades moderadamente tóxicas, persistente y bioacumulable; por sus efectos en peces y aves; por las evidencias de exposición humana a través de los alimentos y por los hallazgos que indican que la exposición continua al DDT puede ocasionar efectos crónicos en los seres humanos, diversos países han prohibido todos sus usos o los han restringido (4). 8.1 ¿En qué países y en qué condiciones se usa aún el DDT? Los países que se ven afectados por el paludismo han restringido la utilización del DDT a campañas sanitarias y sólo para el rociamiento intramuros de viviendas en zonas palúdicas, a fin de interrumpir la transmisión de la enfermedad. El costo de los programas de lucha contra el paludismo recae en las autoridades sanitarias, las cuales requieren proteger a millones de habitantes para evitar la mortalidad por este padecimiento, que aún se produce en altos índices en diversos países en desarrollo. Esta circunstancia ha limitado la sustitución del DDT por otros plaguicidas alternativos los cuales son de mayor precio o bien, requieren de un mayor número de aplicaciones por ser de vida media corta. En algunos países en desarrollo que optaron por reemplazar al DDT por otros plaguicidas, se ha observado con preocupación el repunte del paludismo, en muchas ocasiones al no poder mantener constantes las campañas antipalúdicas por falta de recursos o al no ser éstas suficientemente efectivas en interrumpir la transmisión del paludismo. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA En nuestra actualidad se han generado nuevos métodos para sustituir a los insecticidas, pero se plantea el siguiente enigma: ¿Por qué se debería suspender el uso del DDT y la Deltametrina? HIPOTESIS El DDT le ha causado grandes daños al hombre y al medio ambiente. Con el tiempo la mayor ventaja de este producto se transformó en su mayor problema. Su lenta degradación y por lo tanto, su mayor período de actividad tóxica - catorce años aproximadamente- facilita que esta molécula llegue intacta al hombre después de haber pasado por la siguiente cadena alimentaría: los vegetales desinfectados con estos insecticidas son ingeridos por las reses, quedando los residuos en sus tejidos grasos. Estos animales a su vez son ingeridos por el hombre, quien empieza a acumular las toxinas en el tejido adiposo y en la leche humana. Al examinar la intoxicación que producen estos plaguicidas en el hombre hay que distinguir aquella aguda de la crónica. La primera se produce cuando una persona inhala o absorbe a través de la piel una gran cantidad de esta sustancia de una sola vez. En estos casos el sujeto sufre una sobre excitabilidad del sistema nervioso, temblores, contracciones musculares, vómitos y convulsiones. La muerte puede llegar por un paro respiratorio. La intoxicación crónica es ocasionada cuando un individuo asimila pequeñas cantidades de residuos en forma sostenida por un largo intervalo de tiempo. En la primera investigación se dejó constancia que los residuos de plaguicidas clorados pueden, entre otras propiedades, actuar sobre las células productoras de anticuerpos, disminuyendo la respuesta inmunológica; interferir en la hidroxilación de la hormona masculina testosterona, ocasionando una baja en la producción de espermatozoides; actuar sobre el sistema nervioso, provocando una disminución en el sueño; tener acción generadora de cáncer, induciendo tumores hepáticos a las personas que tengan algún tipo de predisposición. Cualquier sujeto que acumule una gran cantidad de residuos en su tejido graso corre el riesgo de sufrir una intoxicación aguda, ante la eventualidad de una desnutrición o enfermedad que le hiciera bajar de peso en forma considerable. Tal circunstancia reduciría el volumen del tejido adiposo dejando a las toxinas correr libremente por el flujo sanguíneo. Los insecticidas alteran el equilibrio natural de la flora y la fauna, pero la real dimensión de los trastornos que genera su uso sin control es insospechado. Un dato ilustrativo de esta situación es la detección de residuos clorados en la grasa de los pingüinos antárticos. Como estas sustancias no son solubles en agua llegan al ecosistema antártico arrastradas por corrientes marinas, vientos o la misma cadena alimentaría de los seres marinos. Indirectamente, el ecosistema antártico está contaminado por al DDT que sale desde nuestros campos. Aproximadamente el 25% de DDT producido en la actualidad termina en el mar por arrastre de las aguas que lavan la tierra causando serios daños a peces, crustáceos y aves. Ejemplo de esto último es la comprobación de que el DDT afecta el metabolismo del calcio en las aves, lo que provoca el reblandecimiento de la cáscara del huevo, incidiendo negativamente en el nacimiento de los pichones. COMPROBACIÓN. Es verdad que el DDT causa grandes daños se han hecho estudios en seres humanos que han demostrado que mujeres que tenían cantidades elevadas de una forma de DDE en la leche materna fueron incapaces de lactar a sus bebés por el mismo período de tiempo que mujeres que tenían poco DDE en la leche. Otro estudio en seres humanos demostró que mujeres que tenían grandes cantidades de DDE en la leche tenían mayores posibilidades de tener bebés prematuros. En animales, la exposición breve a grandes cantidades de DDT en los alimentos afectó el sistema nervioso, mientras que la exposición prolongada a cantidades menores afectó el hígado. También en animales, la exposición breve a pequeñas cantidades de DDT o sus productos de degradación puede afectar adversamente la reproducción. CONCLUSIONES En resumen, sin el DDT, no hay esperanza verdadera de darle marcha atrás a las tendencias modernas en la propagación rural del paludismo. Al aumentar la tasa de casos en los países en vías de desarrollo, crecerá el riesgo de que esta enfermedad reaparezca en EU y otros países desarrollados. La estrategia mundial de la OMS para su control debe cambiar a una que le dé prioridad a medidas preventivas más efectivas, y la presión internacional parar el uso del DDT en la salud pública debe terminar. A si también el DDT a ocasionado daños en el medo ambiente y en la salud de todo ser vivo, por eso concluimos que es dañino. BIBLIOGRAFIA. 1- INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGIA “Lo que usted debe saber sobre el DDT y su uso en el combate al paludismo en México” www.ine.gob.mx 11 de julio de 2007 4:30 p.m. 2- INSTITUTO SCHILLER “ El DDT y el control del paludismo, pasado, presente y futuro” Donald Roberts www.shillerinstitute.org expuso en octubre de 2002 11 de julio de 2007 9:15 p.m. 3- INSTITUTO DE ECOLOGIA “ Programa de gestión ambiental de sustancias tóxicas de atención prioritaria” www.ine.gob.mx 13 de julio de 2007 12:00 p.m. 4- “En Chile comemos carne con DDT, Publicado en Revista Creces, octubre 1986. www.creces.d/new/index.