ELEGANCIA MEZCLADA CON FORTALEZA MENTAL Y FÍSICA

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ALEMANIA
ELEGANCIA MEZCLADA CON
FORTALEZA MENTAL Y FÍSICA
La selección que
dirige Löw lleva
mucho tiempo
acaparando los
elogios de todo
el mundo, pero
aún no ha dado
un golpe sobre
la mesa. Puede
hacerlo en Brasil
ÓSCAR GARCÍA /
L
leva buscando su gran momento desde el Campeonato de Europa 2008 de Austria-Suiza y vuelve a ser la gran
alternativa al título con el permiso de España y Brasil. Desde la
mencionada Eurocopa, esta generación de jugadores ha ganado en
madurez y experiencia, sin perder
el fútbol atractivo que invitó a posar sobre ella los ojos de todo el
planeta. En el Mundial de
2010 (Sudáfrica) y en la
Eurocopa de 2012 (Polonia
y Ucrania), el tope de Alemania estuvo en las semifinales. Ahora, el conjunto dirigido por Joachim Löw está
obligado a dar un paso adelante, un golpe en la mesa,
a demostrar que puede seguir coleccionando elogios,
que esta filosofía implantada por su técnico desde
que llegó a la selección es
el camino correcto para llegar a los títulos. Sólo queda
recoger la cosecha.
Alemania reúne a muchos de los grandes talentos del fútbol europeo y
mundial, y la habilidad de
Joachim Löw ha sido saber
mezclarlos y ponerlos al servicio
del colectivo. La combinación resultante es una selección poderosa, cuyo fútbol entra por los ojos
con las misma facilidad con la que
Neuer
Hummels
Mertesacker
Lahm
Kroos
Schweinsteiger
Özil
Müller
Klose
derrota rivales. Su juego de pase,
de toque, tan elegante como efectivo, convive con naturalidad con
la for taleza mental y física que
nunca abandona a Alemania.
Kroos, Müller, Özil, Reus, Götze... con tantos kilos de talento es
imposible que una selección juegue mal al fútbol, pero tampoco
es fácil mezclar tantos ingredientes y que la cosa funcione.
Pero Alemania no es sólo un
abanico de mediocentros y mediapuntas creativos. En la
por tería, en defensa y en
ataque también atesora
mucha calidad. Es contundente atrás y mortal delante. Tiene jugadores jóvenes
con mucha hambre y jugadores veteranos con una
Schmeizer
dilatada experiencia internacional.
La base de la selección
de Alemania son los dos
equipos más poderosos
de la Bundesliga: el Bayern
Múnich y el Borussia DorReus
tmund. El papel de ambos
en las últimas temporadas
en la Liga de Campeones
es el reflejo de su selección. Son muy buenos, casi
siempre llegan lejos en la
competición y nadie les
quiere tener como rivales. El momento cumbre que demuestra el
potencial de la Bundesliga fue la
final de la Champions que les enfrentó en 2013.
UN CAMINO PLÁCIDO PARA
LLEGAR A BRASIL 2014
La selección de Alemania apenas encontró oposición en su
camino hacia el Mundial de
Brasil. En la fase de clasificación terminó primera de grupo,
con un balance de nueve victorias, un empate y ninguna derrota. La Suecia de Ibrahimovic
fue su principal adversario en
el grupo.
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 LO MEJOR
Los fundamentos técnicos y la calidad individual de todos sus
jugadores. Son tan peligrosos en el uno contra uno como en el
once contra once. Magia pura en sus botas. Posee muchos jugadores capaces de sacar petróleo de la nada y de decidir el partido en cuanto su rival tiene el mínimo despiste.
 LO PEOR
La agresividad... bien entendida. Algunos de sus jugadores quizá sean un poco fríos. “Les falta sangre” dirían algunos. Dejan
jugar demasiado al rival, sin apenas recurrir a las llamadas faltas
tácticas. Alemania, históricamente, siempre causó miedo por su
fortaleza física y a veces... dureza defensiva.
SELECCIONADOR: JOACHIM LÖW
En su figura se resume lo que es la actual selección de Alemania. Elegante, moderno, enérgico y eficaz. Ha efectuado con
mucha inteligencia y acierto la transición en un equipo que bajo
su mando siempre ha estado entre los cuatro mejores en todos
los campeonatos que ha disputado. Considerado como uno de
los entrenadores de élite del mundo, se le alaba su buen gusto
futbolístico, además de su habilidad táctica. A la tradicional solidez del combinado alemán le ha puesto un envoltorio atractivo,
el juego de pase y combinaciones de balón largas. El resultado
es inmejorable, pero necesita dar un golpe sobre la mesa para
alcanzar la consagración definitiva. Ganar el Campeonato del
Mundo de Brasil le situaría en la cima.