Monográfico_Mémora y Diario Médico_El duelo por la

Anuncio
Impreso por Grupomemora Serviciosfunerarios . Propiedad de Unidad Editorial. Prohibida su reprod
ESPECIAL
DIARIO MEDICO
DEL 25 AL 31 DE ENERO DE 2016
El duelo
por la
muerte de
pacientes
El duelo no es exclusivo
de familiares y amigos;
también lo sufren los
profesionales, un
hecho analizado en
2015 por Mémora y
'Diario Médico' en su
serie de debates
conjuntos en torno a
la atención al final
final de la vida.
02
DEL 25 AL 31 DE ENERO DE 2016
EL DUELO POR LA MUERTE
DE PACIENTES
ENTREVISTA FRANCESC TORRALBA,
ESPECIAL
director de la Cátedra Ethos de ética aplicada de la Universidad Ramón Llull
"TAMBIÉN SE REQUIERE COMPETENCIA ÉTICA"
Las filosofía, la religión, las tradiciones, la cultura, la política y las condiciones socioeconómicas influyen en la manera en
cómo el personal sanitario se enfrenta a la fase terminal y muerte de pacientes. Que lo hagan mejor requiere formación.
Emerge con fuerza
el denominado
principio de autonomía
moral, que se relaciona
con pensadores como
Immanuel Kant, pero
también con (...) John
Stuart Mill"
“
CARMEN FERNÁNDEZ
[email protected]
¿Qué pensadores han influido más en la
forma como los médicos se
han enfrentado a la muerte a lo largo de la historia?
RESPUESTA. La influencia
más decisiva se debe a Hipócrates, el primer teórico
de la medicina occidental,
en el siglo V antes de Cristo.
El denominado Juramento
Hipocrático ha tenido un influjo decisivo en la ética médica occidental. El principio
de no causar mal, de ser justo y de guardar confidencialidad son pilares fundamentales en la relación terapéutica. En la Modernidad, emerge con fuerza el
denominado principio de
autonomía moral, que se relaciona con pensadores
como Immanuel Kant, pero
también con pensadores
anglosajones como John
Stuart Mill.
P. ¿Cómo han influido las
diferentes religiones?
¿Hay diferencias entre
ellas en este particular?
R. Las tradiciones espirituales han influido decisivamente en las prácticas terapéuticas y en las formas de
cuidado. En Occidente, las
denominadas tradiciones
del Libro, Judaísmo, Cristianismo e Islam, han inspirado distintas formas de
concebir el acto terapéutico
y el acto de cuidar. El valor
de la hospitalidad, omnipresente en las tres, la atención
prioritaria a los más vulnerables y el principio de
caridad han influido decisivamente en el modo de atender a las personas y de respetar su dignidad. Muchas
instituciones sanitarias, sociales y educativas se han
inspirado en estos valores
de matriz religiosa. Estas
instituciones han sido y siguen siendo ámbitos de
acogida y de atención a los
colectivos más vulnerables
de la sociedad.
P. ¿Qué papel han tenido en
esto tradiciones y culturas? ¿Y el desarrollo social
y económico?
R. También existe una correlación entre el desarrollo social y económico y las prácPREGUNTA.
ticas terapéuticas. Cuanto
más desarrollo social y económico existe en un cuerpo social, mejores son las
instituciones dedicadas a la
cura del ser humano. Sin
embargo, el desarrollo tecnológico, farmacológico y
científico de las sociedades
no siempre ha sido paralelo
al progreso moral y espiritual de las mismas.
P. En la actualidad, ¿qué influjo ha tenido y tiene la
política y, en particular, las
polémicas en torno a la eutanasia en la manera como
la mayoría de profesionales afrontan la muerte?
R. El uso y manejo del concepto es muy equívoco. Fácilmente se utiliza el término sin una correcta definición del mismo. La polarización política tampoco ha
ayudado lo más mínimo a
pensar realmente lo que significa morir dignamente en
una sociedad hipertecno-
lógica. Con frecuencia se
ubica dentro del mismo
campo semántico a la eutanasia y a la voluntad de
morir dignamente y, sin embargo, todo ser humano aspira a vivir y a morir dignamente, pero ello no conlleva necesariamente la
aplicación de la eutanasia.
P. ¿La aparición de las especialidades médicas a partir
de finales del siglo XIX y
la progresiva tecnificación
de la asistencia supuso,
como parece, un cambio
radical en la manera de hacer frente a la muerte por
parte de los médicos?
R. José Ortega y Gasset ya
se refirió en los años treinta
del siglo pasado a la barbarie de la especialización.
No cabe duda de que el crecimiento exponencial de los
saberes es un dato positivo
de nuestras sociedades,
pero ello hace muy difícil
la interrelación de los mis-
mos y una visión global del
ser humano en su circunstancia. La colonización tecnológica de la vida también
es un hecho indiscutible en
las sociedades postmodernas. Como todo fenómeno
humano, el factor tecnológico es ambiguo, pues la tecnología ofrece extraordinarias posibilidades en el
campo terapéutico y en la
práctica del cuidar, pero
también presenta amenazas
que no pueden olvidarse,
como por ejemplo la deshumanización y la frialdad relacional, como ya apuntó en
su momento, el filósofo y
médico, Karl Jaspers.
P. ¿En qué momento empieza a verse la muerte como
un fracaso profesional?
R. Es difícil identificar el
punto de inflexión. Cuando
en el imaginario colectivo
estaba asumida la idea de la
condición mortal de todo
ser humano, la muerte no
era vista como un fracaso
profesional, sino como un
hecho necesario, como una
certidumbre. Sin embargo,
en nuestro imaginario colectivo, la muerte es un
tabú, porque la misma idea
de finitud no es aceptada
socialmente. Se parte de la
tesis de que todo es posible,
también desafiar la mortalidad y vencer la finitud; con
lo cual, el advenimiento de
la muerte se lee como un
fracaso y, si el médico no
puede detener el proceso, se
frustran las expectativas
del usuario.
P. ¿Qué implicó la profesionalización de la atención
sanitaria y la desaparición
de las monjas de los centros sanitarios?
R. La secularización de la
práctica del cuidar y del curar no es un fenómeno bala-
La polarización
política no ha
ayudado lo más mínimo
a pensar realmente lo
que significa morir
dignamente en una
sociedad
hipertecnológica."
“
dí. La profesionalización es
un proceso necesario para
garantizar la competencia
científica y técnica de los
cuidadores y de los terapeutas, pero además de esta
competencia se requiere la
Virtudes y cualidades difíciles de asumir improvisadamente
Francesc Torralba recuerda que
los sanitarios necesitan para
enfrentarse a la muerte de sus
pacientes de manera adecuada
"además de habilidades
comunicativas y sociales, hábitos
que son difíciles de asumir
improvisadamente". Habla de
virtudes y cualidades intangibles
que "permiten sobreponerse al
fondo emocional. Me refiero a la
audacia, a la tenacidad, a la
competencia ética, que tiene que ver con el talante,
con el ethos, con el modo de
tratar a las personas. En
este proceso de profesionalización no está garantizada la competencia ética,
tampoco la fuerza espiritual
para poder afrontar situaciones realmente complejas
y difíciles. Ese elemento
axiológico y espiritual propio del cuidado inspirado
en las tradiciones religiosas
debe ser reencontrado, de
nuevo, en un marco secularizado, para poder unir ambas competencias: la científica y la ética.
P. En la formación de los sanitarios, ¿qué importancia
tiene el aspecto humanístico de su labor y algo evidentemente tan básico
como es la atención al final
de la vida?
R. El ser humano es pluridimensional: biológico, psicológico, social y espiritual.
Una atención digna atiende globalmente todas las facetas y áreas del ser humano.
Decía el filósofo catalán
Jaume Balmes que para desarrollar correctamente una
prudencia, a la templanza, a la
compasión, a la discreción y,
especialmente, a la fortaleza.
Estas virtudes están ya presentes
en la obra de Hipócrates, y, sobre
todo, de Aristóteles".
profesión resulta esencial
conocer al destinatario. El
destinatario del profesional
sanitario son las personas,
los seres humanos de carne y hueso.
Cuanto mejor se conozca
la sustancia de que está hecha la condición humana,
mejor se podrá atender al
usuario. Las humanidades
ofrecen un mapa de la condición humana, una comprensión de la complejidad
inherente a todo ser humano. De ahí su relevancia en
el proceso formativo de los
profesionales terapeutas y
del cuidado.
DEL 25 AL 31 DE ENERO DE 2016
ESPACIOS DE APOYO, UN PUNTO
DE ENCUENTRO SOBRE EL PROCESO
FINAL DE VIDA PARA LAS FAMILIAS
Y LOS PROFESIONALES
Los Espacios de Apoyo son una iniciativa impulsada por Grupo Mémora en la que las clásicas oficinas de atención funeraria evolucionan
para convertirse en un punto de encuentro para familias y profesionales sobre todo lo relacionado con el proceso final de la vida. En
estos espacios se puede encontrar acompañamiento al duelo a través de grupos de apoyo, asesoramiento sobre servicios y productos
funerarios, talleres y charlas semanales, una biblioteca especializada y además cuenta con la presencia de una trabajadora social.
Uno de los pilares clave son las charlas
y talleres que se realizan cada semana
para promover herramientas que
permitan afrontar el proceso de duelo
y también potenciar un envejecimiento
saludable. Entre las temáticas cabe
destacar las que abordan cómo
superar la pérdida de un querido,
cuidar al cuidador, las demencias en
las personas mayores, cómo explicar
la muerte a niños y adolescentes, qué
es el duelo gestacional, afrontar la
muerte por suicidio, la gestión de las
emociones, acompañar en el proceso
final de vida, qué hacer ante una
defunción y un largo etcétera.
Otro de los servicios fundamentales
que ofrecen los Espacios de Apoyo
son los grupos de duelo sin coste
para los usuarios coordinados por
una psicóloga en los que participan
personas que han sufrido la pérdida
de un ser querido. El objetivo
es que las personas que acudan
cuenten con un espacio en el que
poder expresar sus emociones y
sentimientos y compartirlos con
los demás, al mismo tiempo podrán
aprender de las experiencias del
resto de personas que forman
parte del grupo. El gran objetivo es
normalizar lo que sienten.
LOS USUARIOS HABLAN:
CARMEN, USUARIA DEL GRUPO IRENE, USUARIA DEL GRUPO
DE DUELO DE VIUDAS
DE DUELO DE HIJOS Y
“Cuando pierdes a tu marido con 72 SUPERVIVIENTES DEL SUICIDIO
años, tu vida se parte por la mitad.
Teníamos muchos proyectos y se han
venido abajo todos. Necesitamos apoyo
y aquí todas nos damos muchos ánimos.
Cuando empecé a venir lo pasaba mal
porque empezar a recordar todo y me
costaba, sin embargo, ahora puedo
compartir mi experiencia con otras
personas que han vivido lo mismo que
yo y me siento bien cuando vengo. Hay
días cuando estoy de bajón y mis nietos
me dan ánimos, me dan una inyección
de vida. ¿Cómo no voy a luchar por
ellos? Tengo que seguir”.
JOSEP, USUARIO DEL GRUPO
DE DUELO DE HIJOS
“Cuando falleció mi padre me di cuenta de
que existía una realidad que me escondía
a mí mismo al pensar que la muerte no
llegaría. Por lo tanto, pensé que acudir a las
sesiones del Espacio de Apoyo podría ser
una salida al dolor interesante, y desde que
lo hice no me he perdido prácticamente
ninguna sesión. Tras su muerte he visto
que soy el siguiente en la cadena y tengo
que tener conciencia; así que he aprendido
a verlo como un hecho natural. Es cierto,
lo que más añoro de mi padre es poder
hablar con él; poder llegar a casa y decirle
un simple ¡hola!. Hay que aprovechar el
momentoporqueesloúnicoquetenemos”.
“Me encontraba muy hundida, acababa
de perder a mi madre y mi hermano
se había suicidado anteriormente.
Me quedé como si no tuviera nada,
pensando en todo momento en la gente
que me faltaba, sin darme cuenta que
tenía a mucha gente a mi alrededor.
Gracias a venir al Espacio de Apoyo
me di cuenta que me quedaba mucha
vida por delante, muchas cosas por
hacer y mucha gente por conocer. En
mi caso, he recuperado amigas, he ido a
buscarlas y les he pedido perdón: al no
estar dispuesta a abrirme, la gente se
había cansado de mí”.
ROSER, USUARIA DEL CICLO
DE CHARLAS Y TALLERES
“Todas
las
charlas
son
muy
interesantes y procuro asistir a todas.
Son temas muy variados y que a todos
nos pueden resultar útiles como por
ejemplo, cómo mantener en forma la
memoria o cómo explicar la muerte
a los niños. Aprendes y compartes
comentarios con otras personas pero
además te paras a pensar en temas que
desconocías o que tenías aparcados. Es
importante hablar de ello y afrontarlo
con serenidad. Es una realidad que
tenemos aquí día a día”.
ESPACIOS AMPLIOS,
CONFORTABLES
Y POLIVALENTES
El Espacio de Apoyo puede ser
utilizado por los propios vecinos
y las entidades locales como
punto de encuentro de diversas
actividades (charlas, talleres,
exposiciones, seminarios o cursos)
que no se limiten exclusivamente
al ámbito funerario.
902 231 132
www.memora.es - @GrupoMemora
Impreso por Grupomemora Serviciosfunerarios . Propiedad de Unidad Editorial. Prohibida su reprod
ESPECIAL
03
EL DUELO POR LA MUERTE
DE PACIENTES
04
DEL 25 AL 31 DE ENERO DE 2016
EL DUELO POR LA MUERTE
DE PACIENTES
ESPECIAL
EL FINAL DE LA VIDA NO ES ESTANDARIZABLE
DM
DM
Los debates de DIARIO MÉDICO y MÉMORA de 2015 han mostrado el valor de la inteligencia emocional, las voluntades
anticipadas, los servicios integrados y el apoyo de la familia en la atención individualizada al enfermo en fase terminal
De izda. a dcha., Emilio José Sanz Álvarez, bioético; María Die Trill, psicooncóloga; Josep Arimany Manso,
De izda. a dcha., Fernando Martínez Cuervo, Ana Orbegozo, Josep Maria Via, Maite Olaizola y Francesc
forense, y Marcos Gómez Sancho, paliativista, en el debate celebrado en Las Palmas de Gran Canaria.
Torralba posan junto al Palacio de Congresos y Auditorio Kursaal de San Sebastián, donde se celebró el debate de DIARIO MÉDICO y Mémora.
1º DEBATE HAY QUE INTEGRARLO EN LA RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE
2º DEBATE SE REQUIEREN EQUIPOS RESPETUOSOS Y BIEN FORMADOS
EL TESTAMENTO VITAL NO
ACABA DE CONSOLIDARSE
ATENDER LOS SENTIMIENTOS
CUANDO TODO TERMINA
El documento de voluntades anticipadas (o testamento vital, instrucciones
previas o manifestaciones
anticipadas) es un derecho
legal y una herramienta
más del paradigma de planificación y atención al final de la vida, pero su uso
es aún escaso en España,
según se vio en el primer
debate de Mémora y DIARIO
MÉDICO de 2015, celebrado
en Las Palmas de Gran canaria.
Se concluyó que falta
más divulgación entre la
población y proposición y
acompañamiento para realizarlo por parte de los sanitarios; integrarlo en la relación médico-paciente y
personalizarlo.
Participaron Josep Arimany, presidente de la Sociedad Catalana de Medicina Legal y Toxicología y director del Área de Praxis
del Colegio de Médicos de
Barcelona; María Die Trill,
psicooncóloga y profesora
asociada de la Universidad
Complutense de Madrid;
Marcos Gómez Sancho, presidente de la Comisión
Deontológica de la Organización Médica Colegial y
expresidente de la Sociedad
"Para una buena gestión de
las emociones en una situación de final de vida tienes
que tener formación. Es
algo básico. Todo profesional sanitario que se acerque a una persona y a una
familia en esta situación
tiene que tener una formación básica en cuanto al
manejo de las necesidades
emocionales". Así de clara
se mostró Maite Olaizola,
jefe del Servicio de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario Donostia,
en el último debate organizado por DIARIO MÉDICO
y Mémora, dentro de su serie de encuentros en torno
Española de Cuidados Paliativos, y Emilio Sanz Álvarez, bioético y catedrático
de Farmacología Clínica en
la Universidad de La Laguna, de Tenerife.
Según Gómez Sancho, "en
España la utilización por
parte de la población del
documento de voluntades
anticipadas es escaso, en
todos estos años sólo he
visto a un paciente con uno.
A lo largo del proceso asistencial vas hablando con el
En Estados Unidos lo
utilizan entre el 20 y el
35 por ciento de la
población, y en
España, el 0,2 por
ciento -en el registro
nacional hay 177.000
documentos (2014)enfermo, se establece una
relación de confianza, se
comentan los temas y se
apunta todo en la historia
clínica, que es como la caja
negra de los aviones. Por
eso nunca hemos tenido necesidad de recurrir a ningún papel de ningún tipo.
Quizá ese documento tenga
sentido para personas que
han sufrido un accidente
y han quedado en coma".
Aportó Gómez-Sancho estos datos: en Estados Unidos lo utilizan entre el 20
y el 35 por ciento de la población, y en España, el 0,2
por ciento -en el registro
nacional figuran unos
177.000
documentos
(2014)-".
Según Arimany, los modelos impresos que usan
las comunidades autónomas "son muy malos. Es
muy difícil hacer un documento de este tipo sólo poniendo cruces". Sugirió un
documento personalizado
acorde con las diferentes
patologías.
Debates paralelos en Ipokk
Los debates de Mémora y DM tiene réplica en la red
social de los profesionales sanitarios (21.200
inscritos) de DIARIO Médico y Correo Farmacéutico.
Más del 30 por ciento de los 80 profesionales que
participaron en la encuesta sobre la gestión de
emociones al final de la vida, cree que "un
profesional corre el riesgo de cruzarse de brazos
porque simplemente no hay nada más que hacer".
Casi un 60 por ciento considera que "la escucha
activa" es esencial para hacer una correcta gestión
de las emociones al final de la vida. Y un 39 por
ciento piensa que posee las habilidades suficientes
para gestionar bien emociones.
a la atención a enfermos
terminales.
En esta ocasión el debate
giró sobre la gestión de las
emociones al final de la
vida y se celebró en San Sebastián. Según expuso la
paliativista, "el paciente se
encuentra en una situación
tan vulnerable que todos
no podemos sentir y proyectar nuestras propias
sensaciones, sentimientos
y deseos. Hay que cuidar
mucho el respeto al otro y
Los valores de la
institución, junto con la
formación y los valores
del profesional,
marcan la diferencia
sobre cómo abordar la
gestión de las
emociones
es necesario tener una formación adecuada para saber cuándo intervenir. Esta
es la diferencia entre los
paliativistas y los que no
tienen esta formación".
En este mismo sentido se
manifestó Ana Orbegozo,
directora de Enfermería de
la Fundación Matia: "Los
equipos sanitarios que trabajamos con pacientes al fi-
nal de la vida y sus familias
no hemos recibido formación en ese ámbito y nos hemos encontrado con que
hemos tenido que aprender
por nuestra cuenta". Para
esta experta, "la Psicología
es la disciplina que nos ha
enseñado a integrar en
nuestros conocimientos sanitarios cómo manejar todos esos sentimientos".
Por su parte, Fernando
Martínez Cuervo, presidente de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica
y Gerontológica y miembro
del Consejo Asesor de Mémora, añadió que, "dentro
de los distintos niveles
asistenciales, los valores de
la institución, junto con la
formación y los valores del
profesional van a marcar la
diferencia sobre cómo
abordar la gestión de las
emociones al final de la
vida". Francesc Torralba, filósofo y teólogo de la Universidad Ramón Llull y
también asesor de Mémora,
sacó a colación que el profesional que se enfrenta a
una situación de este tipo
"tiene que haber trabajado
a fondo lo que se ha venido en denominar la inteligencia emocional".
ESPECIAL
05
EL DUELO POR LA MUERTE
DE PACIENTES
DEL 25 AL 31 DE ENERO DE 2016
3º DEBATE SOPORTE EN EL DOMICILIO COORDINADO CON AP Y HOSPITAL
Entre el 50 y el 60 por ciento de la población general
española muere en los hospitales de agudos, pero los
porcentajes varían en función de la edad: aumenta en
jóvenes mientras que, a partir de los 80 años de edad, el
fallecimiento se produce
mayoritariamente en residencias y domicilios. La
existencia de recursos específicos integrados y coordinados con la atención primaria y hospitalaria, la historia clínica compartida y la
gestión de casos son aspectos básicos para abordar
con éxito, tanto para los pacientes y sus familias como
para los profesionales y el
sistema sanitario, la muerte digna en casa, que es el
tema del tercer debate organizado en 2015 por DIARIO
MÉDICO y el Grupo Mémora, celebrado en la ciudad de
Gerona.
En esta ocasión participaron María Die Trill, psico-
oncóloga y miembro del
Consejo Asesor de Mémora; Xavier Gómez-Batiste,
director de la Cátedra de Paliativos de la Universidad de
Vic, asesor de la OMS en
este campo y miembro también del Consejo de Mémora, y Josep Capdevila, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria que
ejerce en el ámbito rural de
Gerona.
Gómez-Batiste explicó
que en lo tocante a este
asunto se da una variabilidad muy notable entre comunidades autónomas. "El
lugar de muerte depende,
fundamentalmente, de la
oferta de recursos: es el factor más determinante. Si no
hay ninguno -o la atención
domiciliaria tiene dificultades para dar respuesta a las
necesidades-, la gente muere en el hospital. Pero, si se
pone en marcha la atención
domiciliaria, tal y como hicimos en Vic en 1984, la ten-
dencia se invierte y la gente muere más en casa. Curiosamente, cuando se abrió
la Unidad de Cuidados Paliativos en el Hospital Sociosanitario de la Santa Cruz
de Vic, la gente volvió a morirse en el hospital, pero no
en el de agudos".
El tipo de patología también influye en el lugar de la
muerte, ya que no es lo mismo morir de cáncer que de
demencia, y la trayectoria
y el uso de recursos en los
últimos meses de vida son
el indicador más importante, a juicio de Gómez-Batiste.
Las diferencias entre el
ámbito rural y el urbano
también son destacables: en
el primero, la tendencia es a
morir en casa. "En el pueblo,
el apoyo de la familia es solidario siempre y se turnan
y cuidan a la persona terminal en casa", apuntó Capdevila.
Los factores que permiten
DM
RESPUESTA INTEGRADA PARA
MORIR DIGNAMENTE EN CASA
Xavier Gómez-Batiste, Josep Capdevila y María Die Trill, los expertos intervinientes en el debate sobre la
respuesta asistencial integrada para morir dignamente en el propio domicilio, posan con Josep Maria Via, tras
la sesión celebrada en la ciudad de Gerona.
Poder atender o no en
el domicilio depende
de la preferencia del
paciente, su problema
de salud, la capacidad
logística, emocional y
práctica de la familia y
la oferta de servicios
que pueda atenderse o no en
el domicilio son, según se
puso de relieve en el debate,
numerosos y de diferente
tipo: entre los individuales
destaca la preferencia del
paciente, el problema de salud que tenga, la capacidad
logística, emocional y práctica de cuidar de la familia y
la oferta de servicios.
Para Gómez-Batiste, la
oferta de atención domiciliaria debe ser preventiva y
responder con intensidad
los siete días de la semana y
las 24 horas del día, con un
equipo competente en colaboración con la atención
primaria. Además, debe de
haber flexibilidad y facilidad para que el paciente ingrese en el hospital.
Die Trill incidió en que las
preferencias del paciente
pueden coincidir o no con el
deseo de la familia, y Capdevila subrayó la importancia de que cuando el cuidador claudica o sufre una depresión derivada del cuidado de su pariente, éste pueda ser ingresado en un centro sociosanitario por el
periodo de un mes.
4º DEBATE TIENE QUE RESULTAR UNA AYUDA PARA EL EQUIPO MÉDICO
enfermo va a estar en su
casa y además nadie le
quiere tanto".
Pero para ello hay que enseñarles, tarea que corresponde a enfermeras y auxiliares, cuya labor docente es decisiva.
"Sabemos -añadió Marcos Gómez- que el hecho de
que los familiares cuiden a
su ser querido va a ayudarles en el duelo posterior. Les
va a quedar la sensación de
haber hecho todo lo que estaba en sus manos", ya que
una de las causas más frecuentes de sentimiento de
culpa postmortem es el no
haber hecho todo lo posible.
Si la familia es cuidadora,
dijo Ana Lima, presidenta
del Consejo General de Trabajo Social, "hay que prevenir la claudicación del
cuidador, su agotamiento y
agobio"; hay que cuidar
también a los cuidadores.
Desde su experiencia,
hizo hincapié en poner a la
persona en el centro de la
atención, dedicándole no
sólo terapias, sino teniendo en cuenta su red de relaciones a lo largo de su
vida. En este sentido, es clave un plan de cuidados que
tenga como punto fuerte la
reorganización familiar. "En
ocasiones, se nos plantea
mediar en esa reorganización, pues entran situaciones de lejanía, laborales o de
antipatías (...). Evitar todo
tipo de conflictos a la hora
de organizar ese plan hará
que el proceso final de la
vida sea menos duro", añadió Lima.
Francesc Torralba, catedrático de Ética de la Universidad Ramon Llull, de
Barcelona, abundó en esa
sobrecarga familiar : "La enfermedad es un episodio
biográfico que caotiza la
vida de una persona y de los
que están a su alrededor".
Desorienta al enfermo en todos los planos -somático,
Los ponentes que participaron en el debate celebrado en Sevilla: Marcos Gómez Sancho, Francesc Torralba, Esteban Fernández Hinojosa, Manuel Álvarez Romero, Ana Lima y Josep Maria Via.
Evitar todo tipo de
conflictos a la hora de
organizar el plan de
cuidados, en el que la
reorganización familiar
sea punto fuerte, hará
el proceso final de la
vida menos duro.
social, psicológico, espiritual-, y desestructura su entorno afectivo.
El hospital es en ocasiones otro obstáculo. Esteban
Fernández Hinojosa, inten-
sivista del Hospital Virgen
del Rocío, de Sevilla, describió una realidad hospitalocentrista cargada de pacientes ancianos, comórbidos y sin demasiadas perspectivas.
"Esto significa una prolongación de la estancia en
las UCI, conflictos con las
familias y ocultamiento de
la verdad", afirmó
Manuel Álvarez Romero,
internista y presidente de
las sociedades española y
andaluza de Medicina Psi-
cosomática, defendió que
"hay que velar por la autonomía y la dignidad de la
persona, con cariño y sentido común; no hacer nada
que no sea digno de esa persona, y ante los conflictos de
lealtades hay obligación de
asesorarnos, de resolver las
ambivalencias, evaluando la
biografía de esa persona, conociendo su pequeña historia clínica y el corte transversal: qué le pasa ahora y
qué problemas le preocupan y le rodean".
memora Serviciosfunerarios . Propiedad de Unidad Editorial. Prohibida su reproducción.
Ante un enfermo terminal,
la familia suele ser, aunque
no siempre, el mejor paliativo: le arropa, le limpia, le
acompaña y le consuela.
Médicos, enfermeras y auxiliares cumplen un papel importante, pero lógicamente
están menos implicados
emocionalmente y el tiempo
que dedican a ese paciente
es limitado por sus numerosas obligaciones. Como cuidadores del paciente, la familia forma parte esencial
del equipo terapéutico, según se concluyó en el cuarto debate de DIARIO MÉDICO y
Mémora de 2015 celebrado
en Sevilla.
Marcos Gómez Sancho, ex
presidente de la Sociedad
Española de Cuidados Paliativos y de la Comisión de
Deontología de la Organización Médica Colegial, defendió que los familiares "están
en condiciones de ser los
mejores cuidadores, porque
la mayor parte del tiempo el
DM
LOGRAR QUE LA FAMILIA SEA
CUIDADORA Y NO OBSTÁCULO
Impreso por Grupomemora Serviciosfunerarios . Propiedad de Unidad Editorial. Prohibida su reproducción.
06
DEL 25 AL 31 DE ENERO DE 2016
EL DUELO POR LA MUERTE
DE PACIENTES
ESPECIAL
EL FENÓMENO DEL DUELO DEL PROFESIONAL
Los profesionales sanitarios, especialmente los que trabajan en cuidados paliativos, se enfrentan con frecuencia a la
muerte de sus pacientes, lo que repercute en sus emociones. Son necesarias herramientas para afrontar el duelo.
KARLA ISLAS PIECK
[email protected]
Cuando muere un paciente, sus familiares y amigos
tienen que enfrentar el duelo y muchas veces -cada vez
más- los profesionales sanitarios les acompañan en ese
doloroso proceso. Sin embargo, no es común tomar
en cuenta que el propio médico, enfermera, psicólogo o
trabajador social que vivieron el proceso de cerca estén también afectados por
la pérdida.
Algunos de estos profesionales lo expresan entre
ellos -lo que puede resultar útil para sobrellevarlo
mejor- otros lo callan e incluso existe el riesgo de que
algunos busquen desarrollar una "coraza" para evitar
que les cause tristeza o les
pueda afectar en el desempeño de su trabajo.
La mayoría coinciden en
que el grado de afectación
por la muerte de un paciente depende del grado de
implicación en su atención,
así como de la similitud
entre sus situaciones vitales.
Las sesiones de grupo y
el apoyo psicológico, entre
otras, son herramientas
que pueden ser de utilidad
para ayudar a los traba-
jadores sanitarios a afrontar las pérdidas de una
mejor manera, aunque en
la práctica aún son muy
escasas. Será necesario intensificar también la investigación y formación en
este campo.
JAIME BOCETA médico de Familia en el
Hospital Virgen Macarena, en Sevilla.
JOSEP PARÍS Enfermero y director de
desarrollo corporativo en Mémora.
PACO GIL Coordinador de la Unidad de
Psicooncología del ICO Hospitalet.
CHELO PARDO Trabajadora social del
centro de salud La Jota, en Zaragoza.
LA MUERTE DE NIÑOS Y
JÓVENES, AGRAVANTE
EL DERECHO A LLORAR
FRENTE A LA FAMILIA
A MÁS IMPLICACIÓN,
MÁS EMOCIONES
EL CONTEXTO, RETO DEL
TRABAJADOR SOCIAL
Los médicos que trabajan en cuidados
paliativos, como es el caso de Jaime Boceta, médico de Familia de la Unidad de
Hospitalización Domiciliaria y Cuidados
Paliativos del Hospital Universitario Virgen Macarena (HUVM), en Sevilla, se enfrentan constantemente a la pérdida de
pacientes. Los duelos más duros son los
que aparecen tras la muerte de niños, personas jóvenes, o bien, enfermos que se
han atendido por un periodo prolongado de tiempo.
"También puede resultar mucho más
complicado afrontar
la
muerte de
un paciente que se
encuentra
en una situación vital similar
a la nuestra en un
determinado momento, ya
que es más
Resulta más difícil
probable
afrontar la muerte
que nos
de
un
paciente que
veamos reflejados en tiene una situación vital
su situa- similar a la nuestra".
ción y eso
nos afecte más personalmente", ha añadido este profesional.
Para él, uno de los riesgo que se corren en este campo de la medicina es que
los profesionales que están sometidos a
una sobrecarga de presión, ya sea asistencial o institucional, "se quemen", lo
que a veces se puede revertir en un distanciamiento excesivo con los pacientes
e incluso en mostrar actitudes negativas e inaceptables en la relación médicopaciente, como el sarcasmo o la burla.
Esto ocurre cuando "se acaba la capacidad de compasión y de conectar con los
enfermos desde sus propias emociones".
Cree que es fundamental disponer de herramientas adecuadas para que los profesionales puedan realizar estos duelos.
Los enfermeros son los que pasan más
tiempo al lado del paciente y la familia,
en especial en la etapa final de la vida. Es
por ello que estos profesionales pueden
verse especialmente afectados cuando
muere, ha explicado Josep París Giménez,
enfermero y director de desarrollo corporativo en Mémora.
"El hecho de estar permanentemente al
lado de la familia hace que se sumen los
problemas que están teniendo los propios
familiares para afrontar el duelo, además
de que en muchas ocasiones conocen mejor las situaciones
personales de todos ellos".
Esta situación
ocurre con
mayor intensidad
en los lugares en
los que están ingresados los
enfermos
La sociedad no
durante un
nos permite
periodo
evidenciar
que nos ha
prolongado de tiem- afectado la muerte y
po, como menos con la familia".
pueden ser
las residencias de personas mayores o los
centros sociosanitarios".
París destaca que un obstáculo añadido es que muchas veces los profesionales tienen que ocultar sus sentimientos
porque "la sociedad no nos permite evidenciar que nos ha afectado la muerte de
un paciente y menos delante de la familia, está mal visto y eso tiene que cambiar
ya que se trata de un sentimiento noble.
Tenemos que salir del armario, por así decirlo". A su juicio actualmente hay poca
formación sobre la atención al final de
la vida "y nula sobre cómo afrontar la
muerte de los pacientes y el propio duelo". Mémora está desarrollando un proyecto que lanzará en breve para atender
el duelo de los profesionales.
El trabajo cotidiano con pacientes terminales o con mal pronóstico, como es el
caso de muchos tipos de cáncer, puede suponer para los profesionales lo que se denomina "agotamiento por compasión", ha
explicado Paco Gil, coordinador de la Unidad de Psicooncología del Instituto Catalán de Oncología (ICO-Hospitalet), en Barcelona.
A su juicio, cuando un enfermo muere, en los profesionales que lo atendieron
se queda, "de manera consciente o inconsciente, una resonancia, un pensamiento,
una actitud, una
emoción".
Esto ocurre
con
más intensidad en
los casos
en los que
el profesional se ha
implicado
más, pero
también en
las situaciones que
La muerte de un
generan
paciente puede
más empadejar
una
resonancia,
tía, como
ocurre con un pensamiento o una
enfermos emoción".
de edad similar a la del trabajador o con una situación vital que le hace identificarse
de manera más intensa con la situación.
Uno de los retos que afrontan los psicooncólogos son los enfermos que piden sedación o limitar los esfuerzos terapéuticos "antes de tiempo". Es decir,
cuando tienen un buen control de los síntomas y no se espera una muerte inminente, pero que pierden las ganas de vivir. "A veces quieren dejar de ser una carga para sus cuidadores o están en un estado de desesperanza o pérdida del sentido de la vida y sólo quieren morirse ya".
Para estos profesionales, esta situación
puede resultar especialmente estresante,
y se enfrentan al reto de ayudar al enfermo a recuperar las ganas de vivir.
Para los trabajadores sociales, perder a
un paciente tiene un factor añadido, ya
que son quienes más y mejor suelen conocer su contexto social y familiar. En los
casos complicados, en los que la muerte
implica además problemas económicos,
sociales o familiares importantes, estos
trabajadores pueden verse más afectados
ya que, a diferencia del resto de sanitarios, puede seguir más tiempo vinculado a los deudores tras el deceso. Puede incidir, además de la muerte en sí, la situación personal de un enfermo, "por
ejemplo si
está aislado o si deja
a una persona absolutamente
sola, hay
muchas situaciones
que resultan agravantes", ha
detallado
Chelo Pardo, trabajadora soEs más dura la
cial
del
situación de un
centro de
paciente
aislado o que
salud La
Jota, en deja a una persona
Zaragoza.
absolutamente sola".
Las reuniones grupales con personas que están
pasando por una situación similar son
una herramienta que en muchas ocasiones ayuda a los afectados a afrontar mejor el duelo. En el caso de los profesionales, esto también puede resultar de utilidad, "es una intervención que no es para
todo el mundo, pero que muchas personas agradecen".
En su opinión, es necesario que se diseñen estrategias específicas en los hospitales y centros sanitarios para ayudar
a los profesionales a afrontar mejor sus
propios duelos; "necesitamos herramientas tanto de prevención como de intervención en los momentos críticos, ya que
un duelo mal llevado puede ser un punto de comienzo de muchos problemas".
“
“
“
“
ESPECIAL
07
EL DUELO POR LA MUERTE
DE PACIENTES
DEL 25 AL 31 DE ENERO DE 2016
UN INNOVADOR SERVICIO FUNERARIO PARA
DEJARLO TODO SOLUCIONADO EN VIDA
Electium de Grupo Mémora permite decidir cómo quiere que sea su despedida con el
compromiso de cumplir su voluntad cuando ya no esté.
Con el objetivo de que
podamos
decidir
sobre
nuestro
adiós,
Grupo
Mémora presenta Electium,
una nueva opción para
personas mayores de 70 años
que no disponen de un seguro
de decesos, que permite
dejar organizado y pagado
en vida el propio funeral. De
este modo, bajo el principio
de la previsión se evita que
las familias tengan que tomar
decisiones en unos momentos
tan difíciles y preocuparse
por las cuestiones funerarias.
Además,
la
planificación
permite pensar en todos los
detalles de la despedida, con
la posibilidad de personalizar
hasta el último detalle:
el lugar dónde se hará
ceremonia, si ésta debe de ser
religiosa o laica, la música, el
recordatorio, el mensaje a leer
en la despedida y si quiere ser
enterrado o incinerado.
LAS CLAVES
Igual que una persona puede realizar sus
voluntades anticipadas en materia de salud,
Electium recoge las voluntades en cuanto a
la despedida y con la garantía de saber que
todo se efectuará según lo ha previsto. Es un
servicio valioso para la familia ya que tiene
el sosiego de saber que todo se desarrolla
respetando los deseos de su ser querido.
TRANQUILIDAD
Electium es la posibilidad de dejar
solucionado en vida todas las cuestiones
relacionadas con el propio funeral. Para la
tranquilidad de uno mismo y pensando en
la tranquilidad de los suyos, ya que libera
a la familia de la toma de decisiones en un
momento delicado.
PERSONALIZACIÓN
La posibilidad de elegir todos y cada uno de
los detalles que han de conformar el propio
funeral: desde el lugar de la ceremonia,
el tipo de ceremonia, incineración o
inhumación y hasta la música, las flores y
los recordatorios.
ASISTENCIA MÉDICA PRIVADA
Electium ha lanzado recientemente
Vitae+. Ahora los clientes disponen de un
cuadro médico concertado con exclusivos
descuentos en todas las especialidades.
También ofrece atención médica telefónica
y on line.
memora Serviciosfunerarios . Propiedad de Unidad Editorial. Prohibida su reproducción.
EN PRIMERA PERSONA
VIRIATO, 83 AÑOS
PILAR, 72 AÑOS
“Tras la muerte de mi esposa, me
di cuenta de los inconvenientes
burocráticos que se generan alrededor
de una defunción. Por este motivo,
contraté Electium ya que no debemos
eludir este tipo de dificultades. La
verdad es que hay otra cuestión
de fondo: he querido ahorrarles
quebraderosdecabezaamisherederos,
así que he informado a mi hijo de todos
los detalles de mi funeral para que, una
vez llegue, solo tenga que presidir la
ceremonia. No deberá preocuparse
de nada más. También quiero destacar
que soy un gran amante del mundo
marítimo y, gracias a Electium, he
podido escoger una fotografía del mar
para el recordatorio”.
“No debe dar miedo acercarse a
Electium porque la muerte es un
hecho real como la vida misma. La
tranquilidad de dejarlo todo preparado
es muy importante y la seriedad y
profesionalidad de la compañía nos
dieron confianza desde el primer
momento. He podido conocer toda
la variedad de opciones en primera
persona: desde las flores, pasando por
los recordatorios, la capilla, la misa,
y hasta poder elegir un ataúd con
puntilla. Es muy importante no dejarles
a nuestros hijos la carga de preparar
nuestro propio funeral. Es un momento
muy crítico, en el que los nervios reinan,
y dejarles a cargo de esta problemática
sería un mal trago para ellos”.
ANTONIO Y ENCARNACIÓN,
79 Y 77 AÑOS
RESPECTIVAMENTE
“Estamos seguros de que hemos
realizado una elección adecuada a
nuestros gustos”, declara el matrimonio
conjuntamente. “Cuando optamos
por el servicio fue difícil tener que
pensar en un momento en el que ya
no existiremos y nuestros hijos, en un
principio, no querían que preparásemos
nuestro entierro antes de morir, pero
gracias a contratarlo ahora se sienten
más tranquilos. En la vida hay que
planificarlo todo. La muerte no es
nada extraordinario, pertenece a la
vida, estamos aquí de pasada. Estamos
orgullosos de haber organizado nuestro
funeral y nos gustaría que después de
la ceremonia se realizase una comida
familiar sin dramatismos, igual que
hacen en Francia. La libertad que nos
902 027 995
ha dado Electium nos ha permitido
escoger desde la incineración hasta las
canciones que queremos que suenen
como el My Way de Frank Sinatra”.
www.electium.es
EL DUELO POR LA MUERTE
DE PACIENTES
902 231 132
ESPECIAL
www.memora.es - @GrupoMemora
memora Serviciosfunerarios . Propiedad de Unidad Editorial. Prohibida su reproducción.
08
DEL 25 AL 31 DE ENERO DE 2016
Descargar