Wildfire Smoke and Ash: Health Effects and Strategies

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El humo y las cenizas de los incendios forestales: efectos en la salud y
estrategias para reducir los riesgos
El humo de los incendios forestales es una mezcla de gases y de finas partículas
que se desprenden de árboles ardientes y de otros componentes de las plantas.
Después de un incendio forestal, la inhalación de humo y cenizas puede generar
riesgos para la salud. Por parte del público en general surge la preocupación de
que las personas puedan correr mayor riesgo de contraer cáncer o que a largo
plazo se produzcan otros impactos sobre la salud, debido a la exposición al
humo de los incendios forestales. En general, el riesgo a largo plazo generado
por una exposición reducida al humo es bastante bajo. Los problemas de salud
relacionados con el humo dependen de muchos factores, entre ellos:
• el nivel y la duración de la exposición al humo;
• la edad de la persona;
• la susceptibilidad de la persona, que incluye la presencia o ausencia de
enfermedades pulmonares o cardiovasculares preexistentes.
La exposición al monóxido de carbono (un gas incoloro e inodoro que se
encuentra en el humo) durante un incendio forestal no representa una amenaza
significativa, excepto para algunas personas sensibles y para los bomberos que
se encuentran cerca de la línea de fuego. La mayoría de los adultos y de los
niños sanos se recuperará rápidamente de la exposición al humo y no sufrirá
efectos a largo plazo, pero algunas poblaciones más sensibles pueden
experimentar síntomas a corto plazo y síntomas crónicos más severos.
Efectos en la salud por el humo y las cenizas de los incendios forestales
Se considera que la principal amenaza a la salud pública por una exposición
reducida al humo proviene de las partículas en suspensión. Las partículas finas
se relacionan con el agravamiento de enfermedades respiratorias y
cardiovasculares preexistentes. Los signos de que el humo puede estar
afectando a una persona incluyen:
• tos;
• ardor en la garganta;
• irritación de los senos paranasales;
• falta de aire;
• dolor torácico;
• dolor de cabeza;
• irritación ocular;
• nariz que moquea;
• exacerbación del asma.
Las personas que tienen enfermedades pulmonares o cardiovasculares crónicas
pueden presentar uno o más de los siguientes síntomas luego de la exposición
al humo:
• falta de aire;
• opresión torácica;
• dolor de tórax, cuello, hombro o brazo;
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•
•
•
palpitaciones;
fatiga inusual;
mareos.
Las personas mayores y los niños también pueden ser especialmente sensibles
a los efectos de la exposición al humo. Las personas de la tercera edad pueden
verse más afectadas, ya que las defensas del tracto respiratorio pueden
disminuir con la edad. Lo niños son más sensibles, ya que sus pulmones aún
están en desarrollo, pasan más tiempo al aire libre e inhalan más aire por libra
de peso corporal.
Las cenizas de los incendios forestales pueden acumularse en las superficies
interiores y exteriores. Pueden irritar la piel, la nariz y la garganta. Las cenizas,
al ser inhaladas, pueden causar tos, así como empeorar los síntomas
respiratorios.
Siempre consulte a su médico en caso de sentir dolor en el tórax, opresión
torácica, falta de aire o mucho cansancio.
Estrategias para reducir los efectos del humo y de las cenizas de los incendios
forestales
• Quédese adentro, con las ventanas y las puertas cerradas. Los aires
acondicionados de las casas pueden encenderse en la posición
"Recircular". Asegúrese de que el filtro de la caldera se cambie a
intervalos apropiados.
• Cuando viaje en automóvil, mantenga cerradas las ventanas y las
entradas de aire. Puede encender el aire acondicionado, utilizando la
recirculación de aire para reducir la cantidad de aire que ingresa al
automóvil desde el exterior.
• Disminuya las actividades para reducir la dosis de contaminantes del aire
que inhala.
• Disminuya otras fuentes de contaminación de interiores (humo de
cigarrillo, gas, propano, estufas de leña y calderas).
• Los sistemas adicionales de habitaciones o de filtración de aire centrales
pueden ayudar a eliminar las partículas transportadas por aire, pero
necesitan filtrar el área adecuadamente. Recuerde que algunos
purificadores electrónicos de aire y los “filtros” generadores de ozono
pueden generar peligrosas cantidades de ozono y no eliminar los
contaminantes del aire peligrosos.
• Las personas con enfermedades preexistentes y las poblaciones
sensibles deben buscar un refugio “con aire puro”, el cual puede estar en
su propio hogar, en la casa de algún familiar o en un refugio con aire puro
provisto por la comunidad.
• Antes de quitar las cenizas, evite esparcirlas en el aire, humedeciendo
primero las superficies cubiertas. No utilice sopladores de hojas ni
aspiradoras para líquidos y sólidos.
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•
•
•
Lave toda fruta o verdura de su propia huerta antes de consumirla.
Al manipular las cenizas use guantes, camisas de manga larga y
pantalones largos, a fin de evitar el contacto con la piel.
No permita que los niños ni los animales jueguen en las cenizas.
Uso de máscaras de protección
• En general, no confíe en la protección de las máscaras antipolvo. Las
máscaras de papel “ajustables” o “antipolvo” que se encuentran
comúnmente en las ferreterías están diseñadas para atrapar partículas
grandes como el aserrín, no pequeñas partículas de humo.
• Los pañuelos (húmedos o secos) ofrecen poca protección.
• Los barbijos están diseñados para filtrar el aire que se exhala por la boca
y no proporcionan un buen sellado como para evitar la inhalación de
pequeñas partículas.
• El uso de máscaras puede ser perjudicial ya que le da a los usuarios una
falsa sensación de seguridad que los lleva a aumentar la actividad física y
el tiempo al aire libre, provocando mayores exposiciones.
• Se puede utilizar una máscara (OSHA N95) equipada para reducir la
exposición al humo, a menos que interfiera con la respiración.
Puntos importantes que deben recordarse en caso de humo provocado por un
incendio forestal:
• Quédese adentro, con las ventanas y las puertas cerradas.
• Utilice el modo de reciclado o recirculación de los aires acondicionados
del hogar o del automóvil.
• Evite cocinar o pasar la aspiradora, ya que ambas acciones pueden
aumentar la cantidad de contaminantes en interiores.
• Evite realizar actividades o ejercicio físico.
• Si padece asma, siga su plan de acción para dicha enfermedad.
• Tenga a mano medicamentos para cinco días como mínimo
• Póngase en contacto con su médico en caso de sentir dolor u opresión
torácica, falta de aire o mucho cansancio.
• Beba abundante agua para mantener húmedas las vías respiratorias.
• Por lo general, las máscaras antipolvo son poco efectivas para el filtrado
de las partículas peligrosas que hay en el humo.
Recursos
• Hoja informativa sobre seguridad contra incendios:
www.bt.cdc.gov/disasters/
• El humo de los incendios forestales - Una guía para funcionarios de salud
pública: www.oehha.ca.gov/air/risk_assess/wildfirev8.pdf
• De qué manera el humo de los incendios puede afectar su salud:
www.epa.gov/air
• El humo de los incendios forestales y su salud:
www.nps/archive/zion/Fire/SmokeHealth.htm
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•
Limpieza segura de las cenizas:
www.calepa.ca.gov/Disaster/Documents/FireAsh.pdf
Índice de calidad del aire - Guía sobre la calidad del aire y su salud:
www.airnow.gov/index.cfm?action=aqibroch.aqi#2
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