PANALES DEL CHICO - Hemeroteca Digital

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GEDEOU es el periódico de menos circulación de España
EX-T3ipTitc^d^ 2L Cortes pop p/Iadrid
SEMANARIO SATÍRICO
SE m i U IOS JUEVES
DIEZ CEATI.flOS el número
ADUINISTnAClÓN
Faencairal, 23) primeTO
Ar^o IV
PRECIOS DE -^USCIIIPCWJÍ ••
Madrid, trimestra
Afio
Pro\ inciiis y Purtuga], HOmaí-tro
Extranjero y UtlrBtnar,a¡lo
Númorg atrasado
25 ejemplares
Madrid 18 de. Agosto de 1898
PANALES DEL CHICO
GEDEÍJS KODEIZO.—íMireu
ustedes lo ¿¿ue acabA de hacer!
l,50posetat.
6
—
4
16
0,23
1,5D
—
—
—
—*
NúM. 1 4 5
0EDEON
•"conducta. Aquí, para ser algo, para obtener protecno salgáis con acrimODÍa8:
dejadle mandar y hacer
ción ó ayuda del Uobierus, para tigurar en las cor¡pues ya no hemos de perder
poraciones municipales ó provinciales, se necesita
las colonias!
ser carlista. iSi siéndolo, ó además de serlo, se apoda
(BUSCANDO UNA PARTIDA)"
Y
en cambio las gentes finas
uno
liberal,
entonces
ya
puede
contar
con
calzarse
Vitoria 14 Agosto.
amigas de don Germán,
sin guerras... j sin marinas
Querido Calíaez: He incurrido en tan inmensa la Alcaldía de Vitoria, la presidencia de la Diputación, el Obispado ¡que sé yo! lo que quiera y cuan¡oh, qué bien colocarán
equiVüCHcióu, que me pregunto todo aBUbtado si to quiera.
sus harinas!
iiaürebiuo ¿o miuibtru«iu haberlo. Í!,llo es que me
El pueblo es hermoso: sus calles son anchas, recvine al Norte a bubcar uua partida, y éeta ka apatas, limpias: sus paseos frondosos y bien cuidados;
(ARREGLO DEL DIIO DE «LA DIVA.)
ruciJo hacia Castellón y daudu vivas a la república, sus alguaciles usan el frac á todo trote, y además,
gnio muy verosímil y l6};ico eu un país como aquél iiog vifuriauos les llaman ministros. Da gusto ver á UN MINISTBBIAL. —Amigo soy de don Germán.
—Amigo soy de Puigcerver.
tminenlemente carliata.
'J^Villaverde seguido del ministro que el Ayuutamien- O T R O .
UNO.
—Servirle es hoy mi único afán.
, De verdad te digo, ¡olí, eximio Calínez!, que tales 7 to lia puesto galantemente a sus órdenes. ¡Parece Er,
EL OTRO.
—Sarvirle es mi único placer.
cosas pasan en lispaña que ya no me asomura que r^que va á celebrar Consejo! Y apropósito de aquel KL U.NO.
—Yü compro trigo y vendo pan
contiuue el ministerio llamado liberal liacieudo i füistinguido liombre público, sabrás, Calínez, que
i por (lermau!
nuestras delicias, y que Moret, el agradador de to-f ígienao este pueblo modelo de liouradez y siendo en KL OTBO.
—Yo cobro bien del exterior
üOB los begismunüüs yanquis, el liombro de la paz '¿j yj JQ\^Q acción nada común, al poco tiompo de
¡si señorl
—Es don Germán todo un barbián.
á toda cosía ^ó de enpai ^ jti.¡,u'iuio que diría su granI instalarse Viliaverde en su hotel visitaron éste unos EL UNO.
—López es hombre de valor.
Cüambelan Aguilera;, unja iiaceise el deudeiioso r cacos. ¿Irían buscándole la tlorenliua'f Fuese este ú EL OTRO.
—.\ ambos juramos amor fiel
con la presideuoia de Xa cumisióu uiix.ta, y Ueclare otro su pro^jósito, es lo cierto que por aprovechar de Los DOS.
junto a la calle del Candil.
que no se puede tolerar que ius listados Üuidus nos algún modo la \ isila, se llevaron los llamadores ó
Ss hallaba alli Moya (Miguel)
impongan cuando quieran y como quieran las re- timbres exteriores del hotel. ¡Ves tú, Calínez, en
que el juramento pudo oil,
formas de l'^Uipinas.
cuanto el silvelismo arraiga en una población ya EL UNO.
—Ya don Germán es mi santón.
¡Terrible caso, efectivamente, porque él no prediestá hecha prácticamente la selección de los tim- EL OTRO.
—Y ya es el mío Puigcerver,
có y planteó la autonomía cubana, smo porque nos bres! ¡Qué fecundo en resultados, que rápido en be- AMBOS.
—íjué hermosa regeneración
vamos á hacer.
la imponían con vivo apremio los yanquis, esos mis- neficios es el programa político de D. Pacol
¡Qué paisl
mos a quienes hoy niega-(a buena ñora) derecho
Aquí, amigo mío, como en casi toda España, lo
¡Oh placerl
para inmiscuirse en la'gobernación de nuestras co- que más vale es el pueblo. Distingüese la clase popara Gamazo y Puigcerver.
lunias. Ketu D. Segismundo, querido Oalinez, da pular vitoriana por su cultura y por su amor al traEsta es úciento y raya á los políticos mas desatinados. ¡Felibajo. Los artistas, como aquí se llaman, son gente
ua nación
ces nuestros abuelos que se murieron sin presentirlo!
que se merece á Capdepón.
muy simpática y trabajadora, amante de la instrucEn habienPero, en Üu, üejemusle con sus sueños de heredar ción y chiflada por la música. Uan formado un ordo monís,
la jefatura del partido liberal cuando ya no exista feón, victorioso ya en varios certámenes, y desde
¡oh, qué bendito es el país!
(y será en brevej ese partido, y hablemos de cosas que se organizó esa sociedad coral, todos los vitoY si alguien osa aquí chistar,
rianos están con la boca abierta. Los orfeonistas,
más amenas y entretenidas.
se le amordaza y á callar.
iQuiores que á la vez te descubra y te describa porque tienen que abrirla para cantar, y sus oyenfVánse le» Aoi bailando la gigaj
Vilorta, este pueblo, patria de Becerro de Beugoa, tes, porque se la abre el entusiasmo. ¡Cuántas grar
que tieue hoy la dicua de albergarme entre sus mu- cías nay que dar á Dios dé que exista un pueblo en
<Ya derrotado en Pavía
ros? Pues aili van el descubrimiento y la descripción España que abra la boca y no sea para bostezar ó
el rey de Francia decía,
maldecir
á
sus
gobernantes!
Apunta
el
caso
miená guisa de despedida á esta ciudad, pues en breve
en medio de su dolor:
—Se ha perdido, madre mía,
Saldré por lo mus abrupto de las montañas próximas tras yo termino esta larga y desaliñada epístola,
anunciándote
que
mis
planes
respecto
á
la
busca
de
todo,
menos el honor. >
en busca de mi partida, bstoy ya en relaciones meBato
leyó ayer Auñín.
tálicas con un cabecilla de la^pasada guerra, el cual la partida van á sufrir en su ejecución cierto retrapidió después un listín,
me ha prometido lanzarse al campo si Capdepóu le so. Acaban de comunicarme la grata nueva de que
conteniendo su dolor,
envía un salvo conducto. Logrado el regium exequá- viene á Vitoria D. Paco, el propio D. Paco, el legíy dijo al cabo y al fin:
timo
dueño
de
la
legitima
florentina!
¿Cómo
he
de
tur del ministro del Orden Público, mi cabecilla
—Que traigan el aietntor.
Carlista se dirigirá al frente de trece hombres y un abandonar yo esta población cuando D. Paco llega á
ella?
Ademas,
se
le
prepara
un
banquete,
servido
ex-subsecretariu por estos vericuetos gritando ¡ Viva
Ye se reciben de Cuba
la república!, porque según parece este es el grito seguramente por ministros de frac. ¡El sueño del
cablegramas y correos:
silvelismo
y
de
Blasco!
Nada,
me
quedo
al
banquete
ya escribe Domingo Blanco
que el (iooieruo ha pueslo de moda para las sublede los ministros silvelistos. Tardaré más tiempo en
y otros Blancos y otros negros:
vaciones con marchwno. Mientras llega el dichoso sentarme
en
la
alta
Cámara,
pero
no
me
importa;
y ya podemos decir
momento en que pueda comunicarte la aparición de Kocambole me solicita y atrae. ¿Cómo sustraerse al
a los parientes y deudos
mi partida (y digo mia, porque nuestro dinero nos imán de su daga? En mi próxima carta te relataré
por el cable:—«Vaya, vaya,
cuesta, a mi y ai Liobiernoj, te hablaré de Vitoria el banquete y te transmitiré las declaraciones de
*n« aUgro dé vvrit bueno, •
con la mayor amenidad posible.
Las Cámaras insulares
fray Francisco de Agreda!
Pon la mano abierta^ ügúrate que su palma es
y los ministros pequeños,
obras de don Segismundo
una llanura: pues en ti centro de esa llanura ó de
Pienso avisar á los cacos que visitaron el hotel
deben de estar muy contentos:
csu paima esia Vitoria. Los dedos de tu manóse de Viliaverde buscando la floreutina, que quien la
rqué bien cobraran ahora
le antojarán carlistas al Uubierno, y puesto que trae es don Paco, y que se la busquen. ¡Oh, qué vida
sus pingües apuntamientos!
^a tienes «Vitoria eii la mano», que es titulo muy de emociones! Te abraza tu amigo
Gálvez se marchará á Holguín
upropósito para uua guia; permíteme, Calínez, que
GEDBÓN,
y serii un Gal vez completo:
te meta en la capital de Álava, por la calle de ia
Oovin volverá a Chicago
& criar y engordar cerdos.
Lbtacion. Lo primero que te encuentras hacia la
Cuanto al marqués de Montoro
derecha, es al uuque de iioruachuelos, un gobernase tornará cu Mou becerro.
dor recien estrenado, y del cual sólo se sabe que
¿Y Qiberga? Pues tan tiesa...
cuando se mira al espejo, aunque no vaya por atún.
¡uf!
me equivoco: tan tieso.
El señor don francisco Pí y Margall
Va á ver al duque. Caprepon le ha obsequiado en esá quien este calor terrible arredra
tas postrimerías con el gobierno civil de Álava, proporque el lioiubre no es nada tropical,
Se lamenta amargamente
viueía demasiado cuica pura que en tiempos normasalió a^er para Pied.a.
nuestro colega el Heraldo
les.la gobernara un duque, pero no tan pequeña
No me parece mal,
de que, perdida ya Cuba,
cuando en ella residimos Viliaverde, Dato y ^o. Kl
porque muy justo hallo
no han de venir aquí indianos.
que se arrime á la cola del caballo
duque, pues, ha venido por nosotros, y nosotros,
Tenga paciencia el Heraldo
el jefe del partido federal:
recordando el viva favorito de aquellos benditísimos
y consuélese al pensar
para
nadie
es,
se&ures,
un
misterio
que no habrá indianos que vuelven,
milicianos nacionales bisabuelos del nieto de tíagasque Pí y Margall dará en un monasterio,
pero habrá indianos qua van.
ta, no nos hartamos de gritar ¡Viva el duque! Con
contemplando cascadas y cascadas...
esto y mirarse al espejo, vestido de uniforme, está
y si Dios no lo evita
el duque recien estrenado por los alaveses, satisfe(y si lo evita Dios hará muy mal)
chísimo. Además, anda siempre por la población
el señor don Francisco Pi y Margall
ha de quedarse allí... de estalactita.
con las cuatro personas que hay a^ui para recibir y
acompañar á todos los hombres públicos; esas cuaNobles castellanos, fieles
tro personas no han venido al mundo con otro objey de don Germán amigos
to. jb.1 verano es la estación de más grandes ocupaya habréis visto en los papelee
ciones^ En invierno, como no cae ni por casualidad
que hay otra vez aranceles
un cooapicuo, las conservan entre nieve.
de los trigos.
¿Quüi quiénes mandan aquí? me pregunturás seguHace días que en Consejo
ramente, pues no ignoro tu afición á saber siempre
quedó la cosa dispuesta:
don Germán es perro viejo
quien manda. Pues aquí mandan los carlistas siemy hombre de tanto despejo
pre (^ue quieren, y los liberales las pocas veces que
como Cuesta. (1)
aquéllos les dejan. Actualmente se hallan los partiLo anunciaron los periódicos,
darios de D. Carlos en vena de mandar y los liberalo olieron varios señores,
les no tienen más remedio que obedecer y aguantarcompraron á precios módicos
se. Por fortuna, tienen un periódico muy bien rey como hombres previsores
dactado, que se Uama Za Libertad, y esos infelices
y metódicos,
acapararon frumento
liberales se consuelan del predominio carlista, preA perro flaco, todas son pulgas, dice el refrán.
que luego venderán caro,
guntando á la criada ¿han traído La Libertad? ^vino
Mas para buscarles la pulgaa al Oobiemo, no hay
ganando un ciento por ciento
ya La Libertad? ¿no nos han repartida todavía La
necesidad
de meternos en camisa de once varas pory el noble público jclarol
Libertad? Con esto se les llena la boca de libertad y
que él no las usa, y mucho menos ahora, no forman¡tan contento!
ya pueden seguir los carcas haciendo mangas y cado Aguilera parte del Gabinete.
Y aun querrá algún mequetrefe
pirotes, líl gustazo de esperar ansiosamente La
Sin metemos en interioridades, sabemos que las
promover un rih-rafe
Libertad no se lo quita nadie. Con eso y con cobrar
pulgas existen, porque hoy se dice que D. Práxedes
que á Gamazo ofenda y befe
¡y no le querrán de jefe
el cup4Íu, los liberaJes vitorianos viven casi dichotiene malas pulgas y mañana que D. G«rmto tiene
ni eu Jetafü!
sos, paes he de decirte eia conhauza que una gran
la receta para matarlas callando, y al otro día, á la
Políticos on Bi^raz
parte de eUps BOU Uoerales como era republicano
salida del Consejo, nos preguntemostodos: ¿Qué bi8abe<l que quien hace hoy esto
Beceno de fiengoa ¡por tener un alias! Justo es concho le habrá picado al duque, á Puigcerver, á Aumañana sera capaz
sigoar también que no toda la culpa de ese platonisñín, ó al propio D. Vicente que lleva Xa carga de Ulde hacer otro presupuesto
mo lea corresponde. Aquel infausto hombre público
tramar y no la siente.
de la paz.
que murió e s Santa Águeda dio en*proteger la cauExisten, pues, las pulgas del ministerio, 7 cada
Y si jefe llega á ser
sa carlista en estas proviuciai), y Sagasta, que nos
ministro tiene su manera de matar pulgas.
w ;ef«ftui4q «s (wiova» peqr, proBigue tao torpe
(1) Y 3«>ti«go, nay se&or y triguera BH««tf9.
Cartas de
Cedeón
Í
COSAS DEL CHICO DE GEDEO.V
LAS PULGAS DEL MINISTERIO
&EDBON
Pana las noches en continua vigilia; desvelado y
nervioso no hace más que dar vueltas en la cama,
inclinándose unas veces del lado de la libertad y
otras del lado de la mesilla de no'íhe. Las picaduras
del insecto le dejan en la piel señales de un rojo vivo
como si el lápiz de la censura aca:bara de afilarse en
los lomos del presidente.
Dicen que Mac Kinley ha pasado tres meses en
vela, trabajando en los asuntos de la guerra con España.
Lo mismo que D. PrSxedes.
El tampoco puede pegar los ojos pensando en la
guerra.
Kn la guerra que le dan las pulgas.
El ministro de Estado tambión las padece.
Unos dicen que las coja con los botines blancos,
otros que las pulgas del duque son lo más refinado
y sibarítico en clase de pulgas, porque despreciando
la sangre roja, acuden a la sangre azul.
De todos modos, el duque no ha podido atrapar
ninguna.
Hay que cazarlas al vuelo, y á eso no ha llegado
todavía el señor ministro de Estado .
Bizco se ha quedado, según dicen, al ver los saltos que pegan las pulgas en su departamento. ¡Ahí
es nada! Desde el tratado de Utrecht hasta el protocolo de Washington. ¡Vaya un Salto y vaya un par
de pícnduras!
Groizard no ha de ser menos que sus compañeros.
También es atacado por los insectos, mas el no los
nota. Y eso que es el notario mayor del reino
En cambio Puigcerver ha sabido sacar partido de
la plaga.
Ya tiene una colección de pulgas domesticadas
que dá gozo, y por supuesto, hay que mirarlas con
lentes.
En vez de sacar agua de un pozo, arrastrar un coche y hacer todas esas habilidades de las pulgas sabias, estas de Hacienda saben saltar por la vía de
apremio, recaudan contribuciones, cobran los recargos y levantan roncha en la más dura piel de contribuyente.
El ministro de la Guerra es de los más sensibles
á la^ picaduras. Así lo ha manifestado en los últimos Consejos rascándose á más no poder y afirmando que urge el planteamiento de la cuestión de confianza.
A lo cual le contestaron, dejándole que se rascase:
—Pero ¿todavía quiere usted más confianza'?
Auñín sufre la comezón que le corresponde; pero
en cierto modo está satisfecho al lidiar con enemigos de su talla.
Ya se tutea con dos ó tres y ha conseguido de
ellas que no le piquen más que en el presupuesto
del material.
La otra tarde, mientras estaba liando pitillos, se
reía Auñóu de muy buena gana.
—¡Qué contentos estamos, señor ministro!—le
dijo Calínez;—será por la.paz.
—No señor; me río de esa pulga que se ha metido
entre el tabaco y no hace mas que estornudar.
—Pues no hay que asombrarse, y dispense V. E.
la confianza. Aquí, donde usted y otros han llegado
á ministros, ¿por qué hemos de extrañ:ir que las
pulgas tomen rapé?
El más inquieto, nervioso y azorado en estas circunstancias es D. Trinitario el de Gobernación.
Busca por aquí, busca por allá, suda la gota gorda
y se fatiga é inquieta en vano.
—Pero Capdepón—le dice don Práxedes—¿todavía
no ha atrapado usted á esa pulga?
—Imposible, don Práxedes, imposible; tan pronto
aparece en la pechera, como salta al faldón, como se
me introduce en medio del Maestrazgo.
A Gamazo le respetan las pulgas como si fueran
de Boecillo.
A lo sumo se atreven á picarle alguna carambola
sobre la mesa de billar, y las que lo hacen bien son
contratadas enseguida para picar en Valladolid en
las corridas de feria. ¡Que tanto puede don Germán
en Castilla!
Malas lenguas afirman que Gamazo piensa introducir en España una nueva raza de pulgas.
A diferencia de las actuales, que levantan ron-cha, las pulgas de don Germán producirán granos.
En cuanto al ministerio de ultramar, allí ya no
queda sangre ni sitio más que para una pulga.
Es una pulga sabia que procede sin duda del
tiempo de I*abié.
Con la mayor gallardía, sin el menor esfuerzo y á
los sones de la marcha de Cádiz, arrastra por encima
de una mesa todo el imperio colonial español.
El actual ministro del ramo (de oliva) piensa llevar este espectáculo á París el mes que viene.
SUELTOS DE RELLENO
El empeíador Guillermo II se ha caído de uu caballo.
D. Práxedes, que no hace caso de altísimos ejemplos, sigue obstinado en no caer de su burro.
Le necesita para votar la paz.
y al pedir billete para entrar en las Cortes, dirá
lo del baturro:
—Déme usté un billete hasta la Paz pa el burro.
—^Bueno; ¿y para usted?
—Yo iré amontau.
Creemos muy conveniente recordar á D. Práxedes
liuestra ya famosa profecía que tanto gustó, aunque
nos esté mal el decirlo, sobre todo á los |mdividuoB
de la familia de D. Práxedes, y que estaba concebida
en estos términos:
La Qlmpresa. según discurro,
tremenda y difícil es,
¡oh, don Práxedes cazurro!
pues, si caen usted y el burro,
se rompen seis peronés.
Eso, sin contar los de Capdepón
1). Emilio Castelar, mientras sigue pensando en
la famosa carta, que no ha de escribir, ¿ya pura qué?,
se deja leer La Corres y El Imparcial por algúu efebo
liberto suyo.
Ayer leía el efebo un suelto de los de mayor circulación de España, con los siguientes título y subtítulo (¡Adiós subtítulo!—como le dijo una chula al
duque de Almodóvar, iintes Sánchez y Gutiérrez):
¿QL'É ES'EtLOV
HOMBRES ARMADOS Y CARABINEROS
Y al oir D. Emilio la primera parte del subtitulo,
cayó en brazos de su efebo, diciendo con olímpica
satisfacción:
—¡Yo creí que no había hombres armados! ¿Dónde vivirán esos desgraciados?
*
Silvelaha llegado á Madrid.
Se encontró con Pidal y se entabló ó se entableró
entre ambos el siguiente diálogo:
—D. Alejandro, ¿ve usted esas nubes que hay en
el horizonte?
—Las veo, D. Francisco; ¿qué significan?
—Pues que dentro de unos días va á hacer un
Tieiiipo ú otro.
—¡No lo quiera Dios!
El ministro de Ultramar ha manifestado violentos
deseos de abandonar el Ministerio y el uniforme de
ojos, porque dice que para lo que hay que ver le
basta con los suyos.
Tiene razón el Sr. Romero Girón.
Así como así, á él no le faltan prendas de ropa.
Porque suponemos que no habrá olvido el famoso
manteo de Algete.
GEDEÓN MORENO
Jackson Capuz ha dejado
de dirigir El-dorack>.
La medida e» acertada
¡no ha estado allí casi nada
y yá lo ha resquebrajado!
Jackson Capuz, ya calculo
qne aunque eres nuestro Catulo,
no hahrás encontrado modo
de vivir con disimulo,
allí, do se easeña... todo.
Pues según me han anunciado,
un esteta se ha encargado
de esa dirección preciada,
y aquello no es Jíl-dorado:
aquello es ya La-dm ada.
viendo en Colón Los pilUtes
cierto señor me decía:
—Qne me devuelvan los cuartos,
porque esto es una engañifa,
—¿Porqué?
— Porque no se entienden
las alusiones políticas.
«D
—¿Qué huv de Las de farandiUf
—Anteanoche las vi yo
—¿Y qué es la obra? '
—Ks un bulo,
'
y "annas al íiombro
Los individuos de la comisión mixta que ha de
reunirse en París, se llamarán «comisarios'\
Comisarios de paz, en contraposición á los comisarios de guerra que ya conocíamos.
Y para ejercer aquel cargo diplomático, suenan
ya los nombres de Montero Ríos, Maura, Moret,
Méndez Vigo, Merry del Veal...
•
Como se ve, predomina la M grande.
Creo que es el Diario de Barcelona el que se lamenta de que la paz haya tenido que aceptarse en
tales condiciones y sin regateos.
La falta de regateo es lo que más preocupa al colega.
Es natural.
Eso ha venido á herir sus sentimientos de español
y sus aficiones de catalán.
La raza de los grandes descubridoresj no se ha
extinguido.
Por desgracia nuestra.
Se ha descubierto en Cádiz otra especie de toxpiru. Acaba de descubrirse en Madrid un nuevo motor
para la navegación, y se ha probado con éxito en un
puerto español una barca lanzatorpedos.
De otras maravillas lUÜbpales da cuenta 1» «lé»
nioa científica, que acabamdl de leer en un 4lwle.
¿Q«é nos importa, pues, la pérdida lo que descubrieron Colón, Magallanes y demás?
Tenemos descubridores de sobra.
Verdad que éstos nonos regalan mundos nuevos.
Se traen solamente una maleta llena de baratijas.
i«m
Noticia sospechosa:
• Como prueba de lo abundante que ha sido la cosecha de
trig-o en la comarca navarra, basta decir que en los mercados
se ofrecen partidas de trigo á liJ reales fanefi^a, sin qui- uudir
las acepte. >
Con que partida en Navarra ¡y de trigo!
En cuanto lo sepa Capdepón las hace harina.
Un comisario:
• Kl fabricante de ojos artificiales 8r. I.aiseca saldrá de Madrid el .') de Septiembre.•
Y'a sé para qué.
Para unirse en París á la comisión española encargada de arreglar lo de Cnparrota.
Nadie como el Sr. Laiseea para repetir á todas
horas y en todos los tonos:
—¡A lo que estamos, tuerta!
Telegrama de Barcelona:
«Muchos comerciante* tratan de fletar buques para enviar
víveres á Cuba, aprovechando o] cese del bloqueo. •
¡A Cuba! ¡á Cuba, señores! ¡El último viaje!
Hay que apurar la colilla, puesto que ya no hin
riesgo de quemarse los dedos.
Leo en un diario:
• El señor ministro de la Guerra tiene ya hecha una list;:
de candidatos para las comisiones que en Cuba y Puerto Rii i.
han de entender en cuanto se relacione con la evacuación •
Mucho nos complace que el autor de la lista hay;;
sido precisamente el ministro de la Guerra.
Porque lo que hace falta para esa cargo es gente suya.
Vamos; gente de correa.
Cumplimientos excusados:
«El general Blanco ha enviado su dimisión al gobierno d(
Madrid..
Ya; ¿para qué?
Un colega, desenvolviendo el tema del día;
• Esa paz. la más triste para la nación desde la de [>trucht
en l"il3. es, además, en extremo difícil d»coaoeitar v j/recisar. >
Que la coucierte el maestro Val verde.
El que concertó la melodía de la marcha de C'ddii...
¡Lagarto! ¡lagarto!
tmi
Buitres judíos:
• Cartas de Londres que tenemos é la vista, díceiMioa que )a
casa Rotschild ha hecho saber al gobieruo español sus buena.-- •
disposiciones, una vex pactada la paz, para realizar el empréstito de Almadén.'
Almadén... Almadén.
La verdad es que eso es lo único que nos resta
por dar.
El alma.
tím
—Escucha, Gedeón y oye lo que dice esto periódico, hablando de política.
—Empieza.
—Leo:
«Se han confirmado las noticias que ayer publicamos acerca
de la disparidad de opiniones reinante en el seno del Gobierno. >
—Muy bien,, pero ¿qué viene á ser eso del .seño
del Gobierno?»
—Pues,eso es... ¿cómo te lo explicaría yo? eso del
seno del Gobierno... mira... ¿tú has oído'hablar del
«seno de Abraham?'
—¡Ya lo creo!
—Bueno; pues una cosa así..
Los yanquis han levantado el bloqueo de Cuba.
Además nan restablecido por completo las comunicaciones con España.
Y nos han dado toda clase de facilidades, dicicndonoB además por mediación dePembajador francés;
—Nada, nada; ¡como si estuvieran ustedes en su
casa!
COLECCIONES DE GEDEÓN
Se hallan de venta en la Administración de
este periódico, Fuencarral, 23, 1."
Precios, sin rebina
Aííos 1895 T 1896, unidos en un tomo; ei
rústica, 8 pesetas; en pasta, 9 pesetas.
ASO 1897: en rústica, 7 pesetas; en pasts
8 peset.1.3.
lap. d« n . SltANO, Arce d* Bast* María, S.
QUIROMANCIA DE LA PAZ
$\mm
US EFElüiÉRiDES
AGOSTO
¿)/fl20.—IS'TS..—Gcurva un hnrroroso incendio en la
18S8.—Com¡eB7.aii á ainirlir IDH rrimeraB
•b,PHi:ln6 p'irn npn^'jir e] fuo^'O,
iJítf^l.—í 151.—5í.iiertí t i einpermlor D. AIÜUÍÍO sép, Imo189S.—I.ioai'ss líivnF! rleclnrn, qjjo qi]íeii
ktv iDiierfn nquí uo CB el téplimo,
sino el Fexto.
2Jia22.—ISn.—^Inere en Roíi el ríirriennl Ctpneros.
18£8.—Níí muere en Et-]i!iñn'aiiii{.i'ii] Cisneri'S. y<i'ro HÍpiíen IOK nirrl-nnJes,
Z)ifl 33.—18^.—Loe cnrlii-infi <ii.' I» Si'O tíu Urfrel coTDÍei)7an los IrnloK pnrn rtndii'Be
á las fuer/ns liVernles.
1898.—Los cnvÜEifna de varina pnrtes
vuelven ñ los tratos y ioa lil éra•
les ú loBtrotes.
Z)¿d,34.—ISIS.—Lofl francepcB levnnfaij el sitio de
, Cádiz y emprendenln. mnrcliíi.
1898.—La rnarelin de Cádiz leynnfa el sitio de toda Efipinia y viii'lve A BU
• orifímnl, qiienúti noBfibeinos siea
frnnccc, ilnlinno 6 tudesco.
Z)ííí 25.-^1873.—lia nombrado preaidenle did Oobierrin TC|iii''Mr.niio do Eapaño,
D. Emilio CMBtebir.
1898.—F.l propio D. Emilio bmpipza d
íigururseque le noinl:rnn otra vez
y anda por «hí con el ojo más
nbíerío!
Dia S6.—1313-.—NfiBíiá ^Tl estp din el ray de Castilla,
D. Alfonso XI,' r! Jnt^licinro.
1898.—Pei;fioen en Cnefilln. en Arnp-rfn. en
AudnhicÍJi, pn Caf aliifin. y en todxs
Jas domya rcpionps y ex Indias de
Eppfiiiflj loB jueticióroa T la justit-in.,
Dio, S?.—1590 —Muere el ponlíflcé Sixto V. auc en
suFi mocedftdes luó guardador de
cerdos1898.—Lofl pnnrcintloTeBy el gflnndo empiezan fí ri'jrse de pspns,., y da
, todo el vf'-io mundo.
Zífa55.—I810.--Nn.ce en Vicli T). .Taime Bnlmcs,
autnr de la Fi!asofia fandamfíUal
T de m criterio.
1898.—-í^rensa "O.-PrñxpdeB Mateo Sapnaín en niiqnií-ír wi pncn do filosofía,
Bunqife no Foa íiiDrinmp-nial. y en
cnmprfirqe im criterio linvalifo.
Di<t 5S.~I362.—D. P,.drn T de Caf^lilla entra triunfnlmeníp pn '"alnln^ud.
1898,—El maei^lrn Brttón entra en P1 mifimo nieldn preiniiilniído p e r l a
Dnlorpp, y le eiivían ü la jntn.
MODISMO DE AÜTUALIMD
^/J2 5Í?»*—1870.—Ln8 franceses son dercoíadoB en
Sed^n.
1898.—Aquí no paliemos si Sedán <5 Setrmnn.
Í;¿a52.—1724.-^11111^^^ el rcv P . t.uifl I.
l^a.-i-Aqní no queda pnra un remedio
un JuiB (oro): de otros luiaes si
iajTi pero no BD cotizan.
PREGUNTAS SUELTAS
¿ C a a r d o p i e n s a D. Pri:xeiies r e u n i r laa Cortos?
Cunlquierdín.
Cuando la pnseuíi caiga .en víerneB.
Cimndo Snu Juíin Inje el .dedoCuinido dé peras el olmo.
Cuando Ifi rana rríe ptlo,
FI din menoH pensado.
El 30 de Fi'brero.
l'll din del juicio por la,tnrde.
La semuna que no tenga juyvee.
¿Quién les ppsa á usleflíe el p a c ?
A Sngnsta se le pesi Mac Kinley,
A S ílvela, ^1a^^ínez Campos,
A Kom ero, Wejier.
A OasteliíT, el amípo que cpté do t a m o ,
A D. Carlnr^ . el relojero de Lucerna.
AMoret, Crib erpa. ,
A Gram azo, nadie. El se lo pesa y él se Jo vende,
¿Cueles s T á u los ffec'os del a r r a i s i l - l o ?
Que ya no battrá tiros, , por lo menofl en el trnnvía de. Madrid, donde va ¡í inaugurarse la traccídil
eléctrica.
QLIB será ripcomifadn como contrallando de guerra
]a cfirnliinii de Amliropío de la "Utonomía,
Que no Bepodrii en Gnl n ni 1irnv al lílnnco.
Quono sé podrá hacer uso do las armas de España.
Qiie se proliibe el UPO dp]-^aMe en la falle do Bavilln. por respeto á la Equitativa de loa Estados
Uüidoa.
¿Quiénes eerftti los cinco de l a ^omlsíAn?
E n paz... y jugando
rrolT-lilemente los cincodedos de la mano, en Ifl
forma píiniientp:
El pii'írnr, para que Fe lo chupe el Sr, Sagasta.
El índice, pnra B'sfmlítrnos enn el Í\QAC\.
El do corcKón 1 arri tenerle síein^ire derecho, auH"
qui; tiB erifif'jnrí los riumñs.
F.l antiInV. pnrn que nos quiten los anillos.
Y el meñique para macarnos el oído d e s p u é s " "
^abor entregado hasta la cerilla.
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