El camino hacia el libro electrónico Por Ricardo Eíto Brun LA EDICIÓN EN FORMATO DIGITAL nos acompaña desde hace años. Primero la tecnología cd-rom y posteriormente la difusión de internet impulsaron en gran medida las técnicas de publicación electrónica, permitiéndonos familiarizarnos con un nuevo medio para distribuir y acceder a la información. A día de hoy son manifiestas tanto sus ventajas como desventajas frente a la edición tradicional en papel. Entre las primeras se encuentra la reducción del espacio físico necesario para almacenar las colecciones, disponer de opciones de búsqueda en el texto completo y la posibilidad de que los proveedores de contenidos actualicen las obras en tiempo real, frente al tiempo y costes necesarios para hacerlo con una obra en papel. Su principal desventaja la encontramos en la difi52 cultad que supone leer en una pantalla, frente a la mayor comodidad que nos ofrece el papel impreso. Así, la edición electrónica se ha consolidado en la publicación de obras de referencia (diccionarios, enciclopedias, etc.) que requieren dar respuesta a consultas puntuales. Valga como ejemplo el hecho de que las ventas de Encarta de Microsoft superen ampliamente al resto de enciclopedias comercializadas en papel. Por otra parte, la edición electrónica está logrando un papel predominante en la publicación de revistas científico-técnicas, al ser és- El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 2002 ta un área en la que se precisa reducir el tiempo que transcurre entre la concepción de una teoría o la comprobación empírica de un descubrimiento científico y su posterior difusión a la comunidad científica. Ricardo Eíto Brun, licenciado en Documentación, desarrolla su actividad profesional en el área de la tecnología, gestión de calidad y desarrollo de software. Es autor del libro Programación con XML, publicado por Anaya Multimedia. Sin embargo, y a pesar de sus claras ventajas, aún existen asignaturas pendientes en la definición del mercado de la edición electrónica. Algunos editores de revistas científicas dan a la versión electrónica de sus títulos un tratamiento “secundario” en comparación con la impresa; y no es del todo habitual que las bibliotecas ofrezcan la Ricardo Eíto Brun posibilidad de acceder a publicaciones digitales con la misma facilidad con que lo hacemos a las versiones en papel. La problemática relacionada con la disponibilidad y tratamiento de materiales en formato electrónico junto a los modelos para su comercialización y fijación de precios, son un tema aún por resolver, que queda fuera del alcance de este artículo. ¿Y el libro? Dentro de las actividades editoriales, entre las que englobaríamos la edición de obras de referencia y revistas científicas, el futuro del libro y la posibilidad de su distribución en formato digital ha permanecido como una incógnita, resultando difícil decantarse sobre su viabilidad en el futuro. Eran frecuentes los siguientes interrogantes: ¿tendría sentido un libro en formato electrónico?, ¿cuál será su aceptación?, ¿en qué medida puede afectar a la rentabilidad del sector editorial?, ¿es un modelo de negocio viable? Su definición, tanto desde una perspectiva técnica, conceptual, como de mercado, era un punto abierto y difuso, pero a lo largo del último año se ha comenzado a esclarecer. Sección de venta de libros-e de amazon.com Diferentes empresas, y entre ellas la todopoderosa Microsoft, han puesto en marcha sólidas iniciativas encaminadas hacia la conceptualización del libro electrónico y la superación de las limitaciones inherentes al formato digital como la dificultad de leer en una pantalla. de un ordenador o un dispositivo que permita su lectura. Por otra parte se utiliza para nombrar a unos dispositivos portátiles, similares a un ordenador, diseñados expresamente para permitir la lectura de contenidos en formato digital, emulando la forma y dimensiones de un libro convencional. «La edición electrónica se ha consolidado en la edición de obras de referencia (diccionarios, enciclopedias, etc.) que requieren dar respuesta a consultas puntuales» Esto hace que nos encontremos con distintas ideas sobre qué es un libro-e, si bien estas propuestas comparten diferentes características que nos permiten hablar de un marco o contexto común. De aquí en adelante utilizaremos dicho término para referirnos a los materiales (o contenidos) disponibles en formato digital, y dispositivos dedicados para hacer referencia a los aparatos que permiten su lectura. Utilizamos el término conceptualización ya que la primera pregunta que debemos hacernos es: ¿en qué consiste un libro electrónico?, ¿a qué nos estamos refiriendo exactamente cuando utilizamos este término? El libro electrónico Un libro-e para el ordenador de bolsillo Palm 54 El término libro electrónico (en adelante libro-e) se viene utilizando con un doble significado. Así, se usa para hacer referencia a contenidos disponibles en formato digital y no legibles directamente por el ser humano sin la mediación El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 2002 Esto conlleva que existan distintos modelos de libro-e, que presentan diferencias pero que también comparten características comunes. Veamos algunas de ellas. El libro-e desde la perspectiva del lector Con independencia del hardware o del software que se utilice para leerlo (ordenadores de sobremesa, portátiles, de bolsillo o dispositivos dedicados) hay una serie de funciones comunes a las diver- El camino hacia el libro electrónico do con todos los que nos hemos descargado. La lista se podrá ordenar atendiendo a varios criterios y, en algunos casos, se podrán realizar búsquedas de palabras o combinaciones de ellas en el texto completo de toda la colección. Leer un libro-e veintinueve.com, la respuesta del Grupo Planeta al libro-e sas formas de libro-e a las que nos estamos refiriendo, que nos permitirán delimitar el concepto y evitar confusiones con otros procedimientos de distribución de contenidos en formato electrónico. de forma que una vez adquirido y descargado será posible hacerlo tantas veces como fuese necesario del sitio web del proveedor, sin necesidad de volver a pagar por él. Estas características afectan a la manera en la que se obtienen los libros-e, la forma en que se nos presenta la información y los mecanismos que se nos ofrecen para interactuar con ellos. «El futuro del libro-e y la posibilidad de su distribución en formato digital ha permanecido como una incógnita, y resultaba difícil decantarse sobre su viabilidad en el futuro» Obtención de libros-e En relación con el primer punto, los distintos modelos coinciden en que un libro-e es un único archivo de ordenador que, salvo en contadas excepciones, no se distribuye en disquetes o en cd-rom, sino que se descarga directamente de un sitio web a través de una conexión internet. Una vez bajado, sólo se podrá abrir en el equipo hardware al que se descargó, para evitar así la copia fraudulenta y proteger los derechos de copia establecidos por su editor o autor. Pero la protección no sólo está pensada para ambos casos: la tecnología asociada al libro-e y el modelo de negocio propuesto habitualmente también protege al lector de la posible pérdida, robo, o destrucción accidental del libro-e, Este modelo, que inicialmente parecía iba a ser una pauta común entre los distintos proveedores, no se está aplicando con homogeneidad. Así, la librería online Palm Digital Media sí garantiza la descarga tantas veces como sea preciso de un material por el que hemos pagado, mientras que Amazon.com limita este período a los sesenta días posteriores a la fecha de la compra. Los diferentes modelos se caracterizan por ofrecer una interfaz simple que emula la sencillez de un libro impreso, consistente en una pantalla en la que se omiten los controles característicos de los programas informáticos: barras de menú, botones, etc. El objetivo es reducir al máximo la dificultad de manejo y evitar cualquier complejidad adicional e innecesaria que pueda entorpecer el proceso de lectura. Además de hacer ésta posible, la interfaz debe permitir al lector la adición de marcadores de páginas y notas, destacar pasajes específicos, buscar palabras en el texto completo y consultar diccionarios integrados con el software lector. En cualquier caso, la similitud con el libro impreso debe ser la máxima posible. En consecuencia, a diferencia de lo que sucede con las páginas web u otros entornos de publicación electrónica, en el libro-e se omiten las barras de desplazamiento vertical para evitar que el usuario tenga que “desplazarse” para ver el contenido de una página, siendo posible que el software lector reajuste la paginación del libro dependiendo del tamaño de letra por el que se opte. Otras funciones, como pasar de una página a otra, se pueden reali- Colecciones personales Un segundo requisito común a los distintos modelos es la posibilidad de gestionar un directorio con todos aquellos libros-e disponibles en nuestro ordenador o dispositivo de lectura, consistente en un lista- Los dispositivos dedicados Reb1100 y Reb1200 El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 2002 55 Ricardo Eíto Brun zar haciendo clic en un icono, pulsando un botón o moviendo una ruedecilla en el caso de los dispositivos dedicados. Todos los fabricantes han optado por evitar cualquier similitud con una aplicación informática convencional. Los dispositivos dedicados Como hemos indicado al comienzo del artículo, con el término libro-e se hace referencia tanto a los contenidos disponibles en formato digital como a unos dispositivos hardware dedicados cuya única función es facilitar la lectura de materiales en formato electrónico. «Microsoft ha puesto en marcha sólidas iniciativas hacia la conceptualización del libro electrónico y la superación de las limitaciones inherentes al formato digital y de las dificultades para leer en dispositivos electrónicos» Ésta fue una de las primeras aproximaciones hacia la distribución de libros en formato digital, y así, entre sus principales impulsores se encuentran los fabricantes de dichos dispositivos, como SoftBook Press y Nuvomedia, éste último el desarrollador del popular Rocket-eBook. Ambas empresas los introdujeron en 1998 y, desde esa fecha, consolidaron una importante red de acuerdos con editoriales como Simon and Schuster, Harper Collins o McGraw Hill entre otras. En los dos casos se adoptó como base para la codificación de libros el lenguaje html y la especificación Oebps (Open e-book publication structure), en cuyo desarrollo ambas compañías desempeñaron un papel predominante. 56 La batalla entre Nuvomedia y SoftBook Press para hacerse con la supremacía en la comercialización de dispositivos dedicados se cerró en enero del año 2000. En esa fecha, la empresa de comunicación Gemstar-TV Guide adquirió ambas compañías para formar Gemstar eBook Group Limited. Esta nueva organización hizo públicos los primeros resultados de su investigación en gestión de derechos de copia durante el mes de octubre, vendiendo licencias de la tecnología para libros-e a Thomson Multimedia, que, bajo el nombre de RCA, pasó a ser la encargada de comercializar los nuevos procedimientos de lectura Reb1100 y Reb1200, que estaban destinados a sustituir definitivamente a Rocket eBook y a SoftBook reader. Reb1100 y Reb1200 Los podríamos denominar “ordenadores de propósito dedicado”. Únicamente permiten leer libros-e en un formato propietario de RCA. Reb1100 ofrece una independencia de entre 20 y 40 horas, módem interno con una velocidad de 33,6 Kbps y pantalla monocolor, con un precio en torno a los 300 US$. Reb1200 es un modelo más avanzado: incorpora una tarjeta de Página de un libro-e abierto con Microsoft Reader red Ethernet, módem de 56 Kbps y pantalla en color. Su precio se sitúa en los 700 US$. En los dos casos, disponer de un módem integrado permite comprar y descargar libros-e de internet desde el propio dispositivo. Además, tanto uno como otro comparten características comunes: amplia capacidad de almacenamiento, legibilidad superior a la de un monitor convencional, pantalla sensible al tacto, diccionario integrado, búsqueda en el texto completo del libro, mecanismos de edición básicos (marcadores, subrayados y notas) y tamaño de letra personalizable. Pero según RCA, la principal ventaja de los dispositivos dedicados frente a la lectura de libros-e en ordenadores de sobremesa, portátiles o de bolsillo, consiste en que se puede garantizar una mayor protección de los derechos de autor y editor. Los libros-e para estos aparatos sólo pueden leerse desde aquel desde el cual se descargaron, pues no permiten copiar o mover los archivos. La biblioteca personal de Microsoft Reader muestra los libros disponibles en nuestro ordenador El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 2002 Actualmente es posible comprar libros-e para los dispositivos RCA en las librerías online barnesandnoble.com, powells.com y a través de Gemstar. Amazon.com El camino hacia el libro electrónico no es posible realizar este tipo de acciones, contrariamente a lo que sucede con un ordenador personal o de bolsillo. RCA refuerza su estrategia de protección de los derechos de copia con una desencriptación progresiva del contenido del libro-e. Esto hace que se desencripte a medida que se va leyendo, por lo que en ningún momento se dispone de ambas copias: la codificada y la que no lo está. Franklin Publishing y su eBookMan Microsoft Reader permite añadir anotaciones, marcadores y subrayados a un libro-e aún no comercializa nada para estos mecanismos de lectura. Respecto a su difusión en Europa, RCA ha iniciado sus actividades en Francia, Alemania y Reino Unido. Para concluir el apartado dedicado a Gemstar-TV y RCA, señalaremos que esta empresa tiene derechos para la edición electrónica de más de cinco mil títulos así como de publicaciones periódicas de primera línea como Time, Newsweek o Fortune. Dispositivos dedicados y la protección de derechos No podemos cerrar el apartado referido a los terminales dedicados sin hacer una mención a la empresa norteamericana Franklin Publishing y a su dispositivo eBookMan. Esta compañía ha tratado de posicionarse en distintos frentes dentro de la guerra del libro-e. Comercializa un lector para ordenadores de bolsillo Palm Pilot: Franklin reader, y cuenta con una importante tradición en la edición de libros-e basados en tarjetas para su dispositivo eBookManager, que no debe confundirse con el más reciente eBookMan. Con eBookManager los librose se distribuyen en forma de tarjetas llamadas BookCards. El lector debe descargar un título del si- El mecanismo que se utiliza para garantizar la seguridad podría describirse de la siguiente forma: todos los libros-e se encuentran, a priori, encriptados y disponen de una clave común para desencriptar su contenido. Cuando un lector solicita uno en concreto, la clave de encriptación es a su vez encriptada según una clave única asociada al dispositivo de lectura. Cuando se produce la descarga se obtiene su contenido encriptado y la clave que permite decodificarlo. La clave asociada al dispositivo no puede copiarse ni reenviarse ya que con un dispositivo dedicado tio web de la empresa y grabarlo en una tarjeta utilizando el programa BookMan Writer. El precio de cada una se sitúa en 12 US$, y el del programa de grabación en torno a los 50 US$. Este modelo, utilizado hasta la fecha por Franklin Publishing, resulta costoso y un tanto incómodo para los lectores de librose, por lo que no podríamos asegurar su futuro ni a corto plazo. «El término libro electrónico se viene utilizando con un doble significado: contenidos en formato digital y dispositivos dedicados para su lectura» eBookMan representa la continuidad y la evolución del modelo de libros-e basados en tarjetas propuesto por Franklin Publishing. Este lector, con un precio próximo a los 130 US$ y por lo tanto más económico que las ofertas de RCA, incorpora funciones adicionales como: una agenda electrónica (que puede sincronizarse con el sistema de mensajería Microsoft Outlook), descarga de contenidos, audición de archivos mp3, cuaderno de notas y grabación de voz utilizando una tecnología desarrollada por la empresa belga L&H, con lo que puede considerarse a medio camino entre un ordenador de bolsillo o pda (personal o pocket digital assistant) y un lector de libros-e. Estos puntos lo convierten en una propuesta interesante. Sin embargo, queda aún pendiente una conceptualización definitiva del modelo de lector y de libro-e, la anunciada adopción de Microsoft Reader como software lector y los canales de distribución de su dispositivo. Desde Microsoft Reader podemos conectarnos a una librería y descargar libros-e a nuestro ordenador Libros-e para el pc Pero la creciente atención que recibe en los últimos meses el li- El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 2002 57 Ricardo Eíto Brun bro-e no se debe a la disponibilidad de los dispositivos dedicados descritos en los apartados anteriores. De hecho, la oferta de RCA ha tenido una mínima o nula repercusión en nuestro país, que de momento queda al margen del proceso de expansión de esta empresa. El hecho de que cada día hablemos más sobre estas ediciones digitales se debe a los modelos de libro-e propuestos para ser leídos por ordenadores personales (sean de sobremesa o portátiles) y de bolsillo (pda y pocket pc), así como a los avances tecnológicos en este área. Los desarrollos a los que nos referimos están relacionados con la mayor legibilidad de los caracteres tipográficos utilizados en los libros-e y en las propuestas lanzadas por Microsoft y Adobe. En este modelo el lector necesitará un programa informático que le permita descargar, leer e interactuar con los libros-e. En el momento actual son dos las principales opciones de las que disponemos a la hora de elegir un programa lector: —Microsoft Reader: presentado en abril del año 2000 para ordenadores de bolsillo pocket pc; disponible para ordenadores personales y portátiles con sistema operativo Windows desde agosto de ese mismo año. yar y añadir marcadores a los libros, buscar palabras en su texto completo, consultar un diccionario (en este caso el Encarta pocket dictionary), copiar texto del libro al portapapeles de Windows, cambiar el tamaño de la letra, moverse a una página específica o consultar un índice con todas las anotaciones, marcadores o subrayados que se hayan añadido. Sin embargo, no permite imprimir páginas, girarlas o buscar en el texto completo de más de un libro. El lector de libros-e de Adobe ofrece un entorno gráfico sofisticado, con funciones similares a las de Microsoft Reader todos los componentes (texto, imágenes, etc.) que conforman el libro-e. El lector podrá descargarlos en este formato conectándose a librerías o bibliotecas online y gestionar una biblioteca personal llamada Microsoft Reader library en la que se muestran todos aquellos que hayan sido copiados en el directorio C:\Mis documentos\My books del ordenador. Las otras funciones características de estos lectores también están disponibles en Microsoft Reader, siendo posible anotar, subra- «Con independencia del hardware o del software que se utilice para leer un libro–e hay una serie de funciones comunes a sus distintas formas» Actualmente se encuentra disponible para ordenadores pc con Windows y para los pocket pc con sistema operativo Windows CE. Microsoft ha establecido relaciones estratégicas con compañías editoriales y librerías online como Barnes and Noble, Mondadori, Penguin Books o Grupo Planeta para la difusión de su tecnología. —Adobe Acrobat e-book reader: es el resultado de la evolución del lector Glassbook reader, un pionero en este contexto. Microsoft Reader La apuesta en firme de Microsoft para liderar el panorama del libro-e se basa en este programa lector y en la tecnología ClearType. Con esta aplicación es posible leer e interactuar con libros-e en formato lit, un formato binario propietario de Microsoft basado en la especificación Oebps del Open eBook Forum. El archivo *.lit contiene 58 Adobe Acrobat e-book reader permite ver simultáneamente dos páginas El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 2002 El camino hacia el libro electrónico ClearType que se utiliza otra tecnología para la representación de la imagen. Microsoft Reader ofrece la solución a un problema tradicional en la edición electrónica: la dificultad de leer en una pantalla de ordenador. Éste constituye, según Microsoft, el principal obstáculo que deben superar los libros-e para consolidarse como una alternativa al impreso y resultar apetecibles a los lectores. «SoftBook Press y Nuvomedia introdujeron sus dispositivos dedicados en 1998 y, desde esa fecha consolidaron una red de acuerdos con importantes editoriales» Para mejorar la legibilidad en pantalla, el grupo dedicado a la investigación dentro de este contexto en Microsoft ha desarrollado la tecnología ClearType, que mejora considerablemente la presentación de los caracteres tipográficos hasta situarla próxima a la calidad y legibilidad de la letra impresa. Además, también ofrece la posibilidad de adaptar su tamaño al espacio disponible en la pantalla del dispo- Crear libros-e para Microsoft Reader Microsoft proporciona dos herramientas gratuitas para la creación de libros electrónicos en lit: por una parte, el programa de conversión Microsoft Reader add-in para Microsoft Word 2000 permite convertir documentos escritos con esta aplicación a dicho formato. Los lectores de libros-e integran un diccionario que se puede consultar en cualquier momento sitivo de lectura, sin que estos reajustes afecten a la calidad de la presentación. Se basa en la técnica de colorantialiasing, en la cual se tratan los componentes rgb (red, green, blue) de cada píxel, como si se formaran de un único píxel. Las ventajas se hacen manifiestas en pantallas de cristal líquido (lcd), que encontramos en ordenadores portátiles, de bolsillo y dispositivos dedicados. En los monitores tradicionales de los equipos de sobremesa, de tipo crt (tubo de rayos catódicos), las ventajas no son tan evidentes, ya Por otra, el Microsoft Reader content SDK 1.5, que consiste en archivos dll (dynamic link libraries) que posibilitan desarrollar programas de conversión a lit para otras aplicaciones de autoedición y tratamiento de textos utilizando el lenguaje de programación C++. Además de estas utilidades facilitadas directamente por Microsoft, la empresa ReaderWorks.com distribuye gratuitamente otras que permiten convertir a formato lit archivos html o texto plano con imágenes gif, jpg o png. ReaderWorks.com ofrece una versión de libre distribución y otra comercial que amplía la funcionalidad de la anterior. Una vez creado el libro-e, es necesaria su distribución segura. Para ello, Microsoft comercializa el programa Das (Digital assets server). Adobe Acrobat e-book reader Adobe ya había alcanzado un papel predominante en el desarrollo de tecnologías relacionadas con la distribución de documentos en formato electrónico mucho antes de la irrupción de los libros-e en el año 1998. Adobe Acrobat e-book reader también permite acceder a librerías online en las que descargar y comprar libros-e sin salir del programa lector Su entrada “oficial” en este área no se produjo hasta el 28 de agosto de 2000, fecha en la que hizo pública la compra de Glassbook, que había sido hasta entonces una de las empresas pioneras en el panorama que nos ocupa. El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 2002 59 Ricardo Eíto Brun Glassbook, fundada y presidida por Len Kawell, uno de los creadores de Lotus Notes, comenzó su actividad en abril de 1999 con el objetivo de ofrecer a las empresas editoriales un conjunto de aplicaciones informáticas que facilitasen la distribución y comercialización segura de libros-e a través de internet. «En enero de 2000 la empresa de comunicación Gemstar-TV Guide adquirió a SoftBook Press y Nuvomedia para formar la empresa Gemstar eBook Group Limited» Glassbook desarrolló junto con Adobe el lector Glassbook reader, cuya versión para Windows se comenzó a distribuir gratuitamente en diciembre del año 2000, acompañado por una colección de libros-e gratuitos. Un mes más tarde este software lector podía descargarse desde la librería online barnesandnoble.com. diario argentino Clarín, que publicó la versión para Glassbook reader de la novela La resistencia, de Ernesto Sábato, días antes de su publicación en papel. Glassbook ofreció su lector gratuitamente, aunque también se comercializaba por unos 40 US$ una versión más avanzada (Glassbook plus reader) que incorporaba funciones adicionales como la posibilidad de prestar libros a otro usuario registrado de Glassbook reader o la consulta al diccionario (opción que se eliminó de la edición gratuita). El lector de Glassbook (ahora renombrado Adobe Acrobat e-book reader), presenta unas características similares a Microsoft Reader y a Acrobat reader para documentos pdf, si bien se han omitido las barras de menús y de herramientas de este último, logrando una interfaz más intuitiva y fácil de utilizar. La versión actual de este programa es la 2.2. Glassbook reader adoptó el formato pdf para la distribución de libros-e, e incorporó un diccionario, concretamente la tercera edición del American heritage dictionary of the English language, de forma que los lectores podían consultar el significado de una palabra haciendo doble clic sobre ella. Antes de lanzar su software de lectura, Glassbook había establecido sólidas relaciones estratégicas con empresas editoriales y librerías online. A las ya citadas Adobe y Barnes and Noble hay que añadir Hewlett Packard (que invirtió una suma próxima a los dos millones y medio de US$ en septiembre de 1999), Amazon (que distribuyó el libro Riding the Bullet de Stephen King en formato pdf para el lector Glassbook reader), NetLibrary, la librería inglesa WaterStone o el 60 Opciones de ajuste para el tipo de letra en Adobe Acrobat e-book reader De la misma forma que con Microsoft Reader, Adobe Acrobat e-book reader permite añadir anotaciones y marcadores, subrayar texto, gestionar los libros-e de la biblioteca personal y establecer conexiones con librerías online desde las que se puede comprar y descargar nuevos títulos. El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 2002 Las principales diferencias entre los lectores de Adobe y Microsoft estriban en que el primero permite girar las páginas, ver dos simultáneamente e imprimir el libroe total o parcialmente o incluso prestarlo por un periodo de tiempo al usuario de otro lector. Estas últimas funcionalidades dependerán de los privilegios establecidos por el editor en el momento de publicarlo. «La apuesta de Microsoft para liderar el panorama del libro-e se fundamenta en el programa lector Microsoft Reader y en la tecnología ClearType» Adobe Acrobat e-book reader sirve para leer libros-e no sólo en formato pdf, sino también cualquier archivo pdf o html (recordamos que incorpora un navegador internet estándar). Crear libros-e para Adobe Acrobat e-book reader Como hemos indicado, las obras disponibles para Adobe Acrobat e-book reader consisten en archivos en formato pdf. El proceso de creación es el mismo que el que tenemos que seguir para convertir cualquier documento a pdf utilizando las herramientas disponibles en la aplicación Adobe Acrobat, si bien es necesario realizar unos retoques tras la conversión para añadir la cubierta al libro y optimizar su distribución. Distribuir libros-e para Adobe La clave de la oferta y de los desarrollos de la empresa Glassbook se encontraba en su aplicación para distribuir y comercializar libros electrónicos: Glassbook content server, disponible para servi- El camino hacia el libro electrónico dores NT con Web internet information server 4.0 o superior. Tras la compra por parte de Adobe, fue renombrado como Adobe content server. en cualquier lugar, similares a un cajero automático. Este programa se basa en la especificación EBX y facilita tanto la publicación como la gestión de los títulos publicados en una base de datos, así como la recepción y tramitación de pedidos. La oferta de títulos también se ha orientado hacia los usuarios de ordenadores de bolsillo o pda equipados con sistemas operativos PalmOS o Windows CE. Para estos equipos también contamos con distintas aplicaciones informáticas de lectura de libros-e. Entre todas ellas, las que cuentan con una mayor presencia es la versión de Microsoft Reader para ordenadores de bolsillo Pocket pc, y el lector Palm reader, inicialmente Peanutpress. «ClearType se basa en la técnica de color-antialiasing, en la cual se tratan los componentes rgb de cada píxel como si se tratase de uno solo» Cuando se recibe una petición, Content server encripta el libro-e de acuerdo con las claves correspondientes al software lector del comprador, mantiene el histórico de libros adquiridos por un comprador (información necesaria en el caso de que tenga que volver a ser descargado), indica los derechos del lector sobre él (impresión, préstamo, etc.) y lo mueve a un servidor web desde el cual se podrá descargar. Una iniciativa importante de Glassbook era el Library server: una aplicación para la gestión de libros-e en las bibliotecas y que contaba con dos módulos: a. E-book collection manager para la adquisición de libros-e y la gestión de la información bibliográfica, y b. E-book circulation manager, para gestionar el préstamo de forma que cuando finalizaba su periodo de vigencia no podía volver a ser abierto con el lector. Otro desarrollo anunciado por Glassbook antes de su adquisición por Adobe era el Glassbook kiosk, que permitiría comprar y descargar libros-e desde kioskos disponibles Libros-e para ordenadores de bolsillo En cuanto a Peanutpress, esta empresa fue comprada por el fabricante de ordenadores de bolsillo Palm el 19 de marzo de 2001. Hasta esa fecha era la subsidiaria Handheld Products Division de netLibrary, actuando como intermediaria entre las editoriales y los usuarios de ordenadores de bolsillo. Actualmente se ha convertido en un proveedor de contenidos y libros-e para los ordenadores de bolsillo Palm y pocket pc. «La entrada oficial de Adobe en el área de los libros-e no se produjo hasta agosto de 2000, fecha en la que hizo pública la compra de Glassbook, una de las empresas pioneras en este campo» En este caso, al igual que sucedió con Adobe y Glassbook, la compra de Peanutpress supuso un cambio de nombre en los productos comercializados hasta esa fecha por la primera. Así, el lector Peanut Reader fue renombrado como Palm Reader, y la propia compañía pasó a ser Palm Digital Me- dia, si bien aún se mantiene el url peanutpress.com. En el modelo de libro-e de Palm y Peanutpress existen algunas diferencias respecto al propuesto para pc y ordenadores portátiles. El de Palm reader se basa en un lenguaje de marcas propio (PML o Palm markup language) que se puede convertir al formato pdb con el que se distribuirán los libros-e mediante las utilidades DropBook (disponible para Macintosh y Windows) y MakeBook (para el resto de las plataformas). «La oferta de libros-e también se ha enfocado hacia los usuarios de ordenadores de bolsillo o pda (personal digital assistant)» La estrategia de Palm Digital Media también incluye la venta de suscripciones a contenidos de The Wall Street journal y de la revista Fast company. Formatos y estándares La evolución del libro electrónico, hasta el momento actual y en el futuro inmediato, está vinculada a los distintos estándares de formatos de creación de contenidos así como a la protección de derechos de autor. En lo referente a formatos para la creación y distribución de libros, las especificaciones Oebps y el formato pdf de Adobe se presentan como las principales opciones para los proveedores de libros-e, a las que habría que añadir el lenguaje PML para Palm Reader. Microsoft, al igual que hicieron en su momento Softbook Press y Nuvomedia, ha adoptado el estándar Oebps (con ciertas variaciones debidas a la lenta evolución de la especificación), mientras que Adobe ha elegido su propio formato El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 2002 61 Ricardo Eíto Brun pdf. Las razones de esta adopción que argumenta la compañía son las mayores posibilidades que ofrece para presentar información y el utilizar formatos complejos que no serían posibles con Oebps debido al actual estado del estándar. Open e-book Esta especificación también conocida por las siglas Oebps indica cuál debe ser la estructura de un libro-e y los formatos de archivo que se tienen que utilizar para su codificación. La primera versión (Oebps 1.0) se publicó en septiembre de 1999 mientras que en junio de 2001 se presentó la primera revisión, Oebps 1.0.1. Tras esta iniciativa se encuentran distintas empresas como son las propias Microsoft y Adobe, organizaciones como ALA (American Library Association), APA (Association of American Publishers) y LoC (Library of Congress), así como editoriales: HarperCollins, McGrawHill, Mondadori, etc. Todas ellas se reúnen en el Open eBook Forum, encargado de la evolución del estándar. «La especificación Oebps (Open eBook publication structure) indica cuál debe ser la estructura de un libro-e y los formatos de archivo y las marcas que se tienen que utilizar para su codificación» El formato que se propone con Oebps está basado en el lenguaje xhtml, que utiliza la especificación css (cascading style sheets) para el formateo de libros-e y el conjunto de metadatos Dublin core para su descripción. Oebps soporta parcialmente las marcas de html y css. Por ejemplo, en un libro-e únicamente podemos 62 utilizar imágenes en formato png y jpg (no es posible incluir imágenes gif), se eliminan elementos como <center> y la mayoría de los atributos utilizados para indicar cómo se debe presentar en pantalla el contenido de los elementos. En relación con las hojas de estilo, encontramos una importante simplificación de la sintaxis y propiedades disponibles en Oebps. «Las especificaciones EBX y XrML son dos de las más importantes en relación con la protección de los derechos de copia» Esto hace que no existan muchas diferencias entre un documento html convencional y los capítulos que formarán un libro-e, si bien éstos deben ser documentos xml bien formados y no podemos incluir todos los elementos definidos en la especificación html. EBX y XrML Si Oebps es la principal iniciativa en lo referente a la codificación del contenido de los libros-e, la especificación EBX (electronic book exchange) y XrML (extensible rights markup language) son dos de las más importantes en relación con la protección de los derechos de copia. Detrás de EBX se encontraban importantes empresas e instituciones como Nokia, American Library Association, Samsung Electronics, HP, Microsoft, Barnes & Noble y la pionera Glassbook (ahora parte de Adobe, como se ha dicho, y que optó por implementar las especificaciones de EBX). Todas ellas participaban en el EBX Working Group, encargado de la evolución de este estándar, que se integró en el Open eBook Forum el 19 de marzo de 2001. Con esto se pretendía unificar los esfuerzos de las dos organizaciones, si bien El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 2002 el Open eBook Forum está trabajando en el desarrollo de un estándar para la gestión de derechos, y parece ser que EBX ha quedado desplazado y ha perdido su protagonismo inicial. Por otra parte, XrML fue ideado por ContentGuard —una empresa surgida al abrigo de Xerox— para indicar mediante xml las restricciones aplicables a contenidos en formato electrónico. ContentGuard hizo pública esta especificación con el propósito de que sirviese de base para un estándar en el área de la gestión de derechos. También contó con una amplia aceptación por parte de la industria; el acuerdo estratégico firmado por ContentGuard y Overdrive el pasado 25 de septiembre para ampliar el alcance y la aplicación de XrML nos llevan a pensar en el posible liderazgo de esta especificación en el ámbito de la gestión de derechos. Sin embargo, la delicada situación de ContentGuard, que no se ha librado de recurrir a despidos y recortes en el alcance de sus operaciones, nos puede hacer dudarlo, aunque se ha señalado su intención de centrar su actividad en el desarrollo de esta especificación. De cualquier forma, es importante recordar que no son los únicos intentos de estandarización en este contexto y que hay que añadir iniciativas desarrolladas y patentadas por otras empresas. Lo que sí es evidente es que la evolución de estos estándares y el apoyo mayoritario por parte de las empresas e instituciones implicadas en la protección de los derechos de autor ha constituido un importante paso hacia delante y ha impulsado el lanzamiento de esta industria. Conclusiones Tal y como señalamos al inicio de este artículo, durante el último año se han producido importantes avances en la conceptualización y realización del libro-e. Si hasta este momento se venía hablando de él sin un claro referente en los modelos de negocio y en las propuestas tecnológicas sobre las que se iba a basar, las iniciativas de Microsoft y Adobe junto con los intentos de estandarización del Open eBook Forum han cambiado drásticamente la situación. Estos fabricantes han finalizado importantes desarrollos, y la transformación del sector editorial no se ha hecho esperar. El libro electrónico es una realidad. Ahora es el momento de esperar la respuesta del mercado a esta nueva propuesta. Las ventajas de los distintos modelos de libro-e, tanto para los lectores como para los productores de contenidos son obvias. La comodidad para los primeros, y la reducción de costes de inventario, distribución y producción para los segundos se encuentran entre ellas. En España ya contamos con iniciativas pioneras como veintinueve.com, del Grupo Planeta, que demuestran la confianza del sector editorial en el futuro de esta tecnología. Sin embargo, aún existe cierta desconfianza sobre la capacidad de proteger los libros-e contra la piratería, recientemente reforzadas a raíz del caso Sklyarov (ver recuadro). Por otra parte, sus lectores y los consumidores esperan que también suponga una ventaja económica y que los ahorros en costes de producción y distribución que supuestamente supone la distribución electrónica de contenidos se plasmen en una reducción del precio de las versiones electrónicas frente a las impresas. Aunque, como lectores, en este punto deberíamos plantearnos el alcance real de los costes necesarios que debe afrontar un editor para disponer de la infraestructura técnica necesaria para mover su modelo de negocio tradicional a otro basado en libros-e o para complementarlo. Cualquiera que sea nuestra previsión sobre esta evolución (más o menos optimista), podemos afirmar que es una realidad, y estamos en condiciones de repetir una frase que hemos oído en múltiples ocasiones durante los últimos meses en relación con internet y el comercio electrónico: “el libro-e está aquí, para quedarse”. Ricardo Eíto Brun [email protected] El profesional de la información, vol. 11, nº 1, enero-febrero 2002 63