EN EL 125º ANIVERSARIO DE D. H. LAWRENCE (1885-1930) El mundo está lleno de esos seres incompletos que andan en dos pies y degradan el único misterio que les queda: el sexo . D. H. Lawrence LA VOZ DE UN GRAN LÍRICO La literatura inglesa, a partir de sus grandes maestros, centra su interés sobre el hombre y su permanente análisis, caracterizándola, cada vez más, una constante afán de rebeldía y de rechazo a las viejas formas sociales. D. H. Lawrence, Joyce, Huxley, así como los poetas imaginista, son claros precedentes o, mejor dicho, inductores, de lo que había de ser el iracundismo y el frenetismo que aparecieron a mediados del pasado siglo. D. H. Lawrence, el combatido autor de El amante de lady Chatterley es, quizá uno de los más grandes líricos de su época. El autor centra su interés en el despertar sexual, en la vida provinciana inglesa y en los males de la industrialización en zonas agrícolas tradicionales; estos temas serán recurrentes en toda su obra. El poeta y novelista británico David Herbert Lawrence, mejor conocido por D.H. Lawrence, nació en Eastwood, Nottinghamshire, el 11 de septiembre de 1885 y falleció en Venze, Provenza, el 2 de marzo de 1930. Su padre era minero del carbón y su madre, maestra de escuela, la diferencia cultural entre ellos y el ambiente familiar en el que creció y se desarrolló, marcará fuertemente su obra, pese a sus estudios y viajes posteriores. Estudió y se graduó en la Universidad de Nottingham. En 1909 publica sus primeros poemas en English Review. En 1912 se fuga a Baviera, con Frieda Weekley, casada con un profesor, y con quien contrajo matrimonio, dos años más tarde, una vez que ella obtuvo el divorcio. En 1919 abandonó Inglaterra, residiendo en diversos países (Francia, Italia, México, Estados Unidos, Ceilán, Australia), en busca de ambientes más permisivos en los que poder publicar su literatura vitalista, que glorifica los instintos frente a las reacciones sociales. Desde 1926 vive principalmente en Italia, y muere en Vence, Sur de Francia. Desde sus primeras novelas, El pavo blanco (1911) y El merodeador (1912), provocó la controversia a causa de que la sociedad de su tiempo consideraba excesiva crudeza y explicitud en los pasajes amorosos. En 1913 apareció Hijos y amantes, y en 1915 El arco iris fue prohibida bajo la acusación de obscenidad. Entre sus obras destacan: El amante de lady Chatterley (1928), que fue también prohibida en Inglaterra y provocó un ruidoso escándalo, tanto por el léxico empleado, con abundancia de expresiones consideradas poco decorosas, como por temática: la sexualidad y la contienda entre el orden social, ya vacío, y la vida más natural del proletariado, Mujeres enamoradas (1921), que fue llevada a la pantalla grande, La vara de Aarón (1922), Canguro (1923) y La serpiente emplumada (1926). Escribió además, libros de viaje: Atardecer en Italia (1916), Mar y Cerdeña (1921) y Mañanas en México (1927); ensayos: Fantasía del inconsciente (1922) y Estudios sobre la literatura americana clásica; teatrales y poesías: Poemas de amor (1913) y Últimos poemas (1913). Es también autor de un epistolario publicado por Aldous Huxley. Y como dijo el poeta y novelista británico: “Las personas son como los animales. También necesitan ser acariciadas”. Francisco Arias Solís Paz y Libertad. Portal de Internautas por la Paz y la Libertad y de Foro Libre. URL: http://www.internautasporlapaz.org