Amigas de Mercedes Abad

QUE LA CUNA DEL HOMBRE LA MECEN CON CUENTOS... CUENTO
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ILUSTRACIÓN NO HAY TRES SIN DOS
Audio 9 Castellano
Locución María Felices
Amigas de Mercedes Abad
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Visito a mi amiga Clara de forma imprevista1. Acaba
de sucederme algo que ardo en deseos de2 contarle a
alguien. No es que busque consejos ni nada parecido, pero a
menudo he comprobado que, al contar una cosa, uno descubre
por sí mismo aspectos insólitos3 y ángulos insospechados que
acaso4 no se te habrían ocurrido de no haber hecho el esfuerzo
de sistematización necesario para relatar la anécdota más insignificante. Aunque, si he de ser sincera, más allá de la claridad
mental que persigo, lo que quiero es, sobre todo, contarlo.
Mi amiga Clara no es de esas personas a quienes puede incomodar una visita imprevista. Me recibe contenta, exultante5,
aunque percibo en su alegría cierta nota histérica disonante6.
Me pregunta cómo estoy y, sin tomarse el trabajo de escuchar
mi respuesta, mi amiga Clara empieza a explicarme atropelladamente7 que, si bien la semana pasada anduvo con el ánimo por
los suelos8, ahora vuelve a sentirse optimista y de buen humor.
Lo celebro, apunto yo. Y aunque no da la impresión9 de haber
registrado mis palabras, mi amiga Clara se detiene de pronto en
su parloteo10. Casi puedo oír el chirrido11 de su brusco12 frenazo.
–No me ves mal, ¿verdad? –pregunta. Y veo en sus ojos una
expresión bronca13 y casi fiera14, la fiereza que muestran a veces
los seres que saben lo fácil que resulta herirlos.
–Te veo bien –miento yo impelida15 por la feroz16 resolución
de estar bien que late en17 su ánimo y tratando de insuflarle18 a
mi voz un tono convincente, inequívoco y sin sombra de ironía para que mi diagnóstico no sea puesto en duda19 y poder
aparcar así el peliagudo20 asunto de las sutiles variaciones de los
humores de mi amiga Clara hasta que yo haya conseguido endilgarle21 la historia que he venido a endilgarle.
De todos modos, pese a que22 estoy segura de haber logrado
convicción en mi respuesta, mi amiga Clara escruta23 mi rostro
ya no con fiereza, sino con una mezcla de aprensión, ansiedad y
desconfianza.
–¿Te parezco deprimida? –vuelve a preguntar.
–La verdad es que te veo muy animada –miento como una
bellaca24.
Y esta vez el hechizo25 surte efecto26 aunque, para mi fastidio27, Clara se lanza a parlotear con irrefrenable28 entusiasmo.
Durante unos instantes, soy incapaz de prestar atención a algo
que no sea mi contrariado deseo de soltar de inmediato mi historia. Cuando vuelvo a escucharla, Clara está contando que la
noche pasada fue a una fiesta donde un chico muy atractivo
estuvo coqueteando29 con ella toda la velada30. Parece que el
mayor atractivo del tipo31 radicaba en32 que, en algún momento
de la fiesta, le había dicho a mi amiga, que por cierto acaba de
cumplir treinta y cinco años, que al verla había pensado que no
tendría más de veinticinco. Mi amiga Clara da la impresión de
estar levitando33 de felicidad mientras me explica eso. Diablos34,
ahora soy yo quien empieza a deprimirse, pensando en los centenares de veces en que yo misma he reaccionado de forma similar en situaciones como ésa.
–¿Crees que el tipo sólo trataba de adularme35 o que realmente puedo aparentar veinticinco años? –me pregunta mi
amiga Clara.
No tengo valor para desanimarla36, pero tampoco quiero decir cosas que no pienso.
––En realidad, creo que eres una tía37 estupenda y que no
importa lo que... –pero Clara prefiere escucharse a sí misma y
prosigue con su historia.
Yo también prefiero escucharme a mí misma, así que me
pongo a pensar en lo mío. Quiero mucho a mi amiga Clara, pero
no consigo que en este momento su historia me interese lo más
mínimo, porque mi propia historia está ejerciendo presión38,
oprimiéndome las neuronas. A pesar de eso, no puedo evitar oír
algo de lo que Clara se cuenta. A grandes rasgos39, su historia es
la siguiente: el atractivo sujeto que coqueteó en la fiesta con mi
amiga tiene una novia de veintitrés años, el tipo es más joven
que Clara, si Clara se lanza a por él a pesar de sus escrúpulos40,
teme sentirse mal luego y deprimirse de nuevo, pero ahora Clara se siente estupenda porque un tipo atractivo está interesado
en ella, no es que vaya a liarse con41 él, nada de eso42, pero esas
cosas son necesarias para la supervivencia, y qué bonito sería
GLOSARIO
1 imprevisto: unexpected 2 arder en deseos de: to be burning with desire
to 3 insólito: unusual 4 acaso: perhaps, maybe 5 exultante: elated, thrilled
6 disonante: discordant 7 atropelladamente: hurriedly, in an outburst
8 andar con el ánimo por los suelos: to be depressed, in a miserable mood
9 dar la impresión: to give the impression 10 parloteo: chatter, prattle
11 chirrido: screeching 12 brusco: abrupt, brusque 13 bronca: annoyed,
irate 14 fiero: severe, fierce 15 impelido: driven, provoked 16 feroz:
ferocious 17 latir en: to be implicit in, pulsate with 18 insuflar: to endow,
infuse 19 poner en duda: to put in doubt 20 peliagudo: difficult, sensitive
21 endilgar: to foist on, saddle with 22 pese a que: despite 23 escrutar: to
scrutinize 24 mentir como una bellaca: to lie like a rogue 25 hechizo: spell
26 surtir efecto: to have an effect 27 fastidio: chagrin, annoyance
28 irrefrenable: irrepressible, unstoppable 29 coquetear: to flirt
30 velada: evening, soiree 31 tipo: guy 32 radicar en: to be caused by, lie
in 33 levitar: to levitate 34 diablos: damn, hell 35 adular: to flatter
36 desanimar: to discourage 37 tía: chick, girl 38 ejercer presión:
to pressure, apply pressure 39 grandes rasgos: broad strokes, broadly
speaking 40 escrúpulos: scruples, principles 41 liarse con: to get involved
with 42 nada de eso: nothing like that
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; puntoycoma